Últimamente la molesta imagen del guerrero Kakaroto surguía en la cabeza del principe de los sayajin. Quitárselo de la mente le resultaba una tarea titánica. Esa imagen aparecía en cortos lapzos de tiempo, para después desaparecer y continuar tranquilamente con sus casi eternos entrenamientos. A veces se preguntaba, ¿por qué pienso tanto en él? Sin obtener respuesta.
Finalmente el orgulloso príncipe salió totalmente agotado. Un descanso le vendría bien. Pero antes, su estómago reclamaba cualquier alimento que sea dulce o salado... Suspiró derrotado y se dirigió a la cocina. Donde, por suerte, encontró un delicioso chocolate que se encontraba sobre la mesa. Aunque no iba a llenar su estómago para nada por culpa de su metabolismo sayajin. Pero por lo menos podría calmar su hambre, hasta que Bulma regresara de comprar.
Agarró ese delicioso dulce y le dio un mordisco. Pasó la prueba. Era delicioso... Y por supuesto, se lo terminó por completo... Al notar que su estómago dejo de sonar, lo cuál le sorprendió un poco, sedirigió a su cuarto sin darle mucha importancia al asunto...
Notó que estaba sólo en esa enorme casa... Subió las escaleras de lo más tranquilo, se acostó y se quedó mirando el techo hasta que el sueño comenzara a invadirlo...
Los minutos se le hacían demasiados eternos. A lo mejor no estaba tan casado como parecía...
A los pocos segundos su cabeza daba vueltas y también empezaba a sudar. Y eso no era todo. Sintió una terrible y dolorosa punzada en sus partes bajas... Por alguna razón... ¿estaba excitado...? Pero... ¿Por qué...? Sólo pudo formular esas dos preguntas porque esas punzadas no le daban tiempo de pensar... Con la poca fuerza que tenía, se sentó y se tocó su miembro, soltando un gemido de gozo... Se tapó la boca, sorprendido de haber gemido tan agudo.
Vegeta: Un momento... ¿Qué contenía ese chocolate...? - Susurró con una calentura extrema en todo su pequeño y violable cuerpo. Se bajó un poco los pantalones y ropa interior, para darse un poco de atención, antes de que Bulma o su hijo llegaran...
Vegeta: Ahhh... Maldición... mmm... - La boca se abrió como sus ojos en total sorpresa y espanto. No podía creerlo... Justo en ese momento tan vergonzoso que jamás tuvo en toda su vida, tenía que aparecer ese insolente insecto y para ver en primera fila su masturbación.
Goku: Vegeta... ¿Qué te estas haciendo...? - Preguntó Kakaroto curioso, viendo el miembro hinchado de Vegeta.
Vegeta: ¡¡¿Cómo... TE ATREVES A VENIR SIN AVISAR?!! ... Además, ¡¡LO QUE ESTOY HACIENDO NO TE IMPORTA INSECTO!!! - Gritó sonrojado y molesto por la suma vergüenza.
Goku: Vegeta, vamos, tampoco es para tanto... Jeje... Lo siento. Es que yo siempre visito a mis amigos con la teletransportación... - Se rascó la cabeza con su clásica pose, después de haber pronunciado su disculpa y una gota de sudor salió de su frente.
Vegeta: Eso no me importa. Ahora vete... - Dijo el príncipe levantándose rápidamente serio y con orgullo, provocando sin querer que sus pantalones, incluida la ropa interior se cayeran al piso. Se tapó lo más rápido posible... Avergonzado y molesto por toda esa humillación que le estaba tocando pasar...
Goku: Que no te dé vergüenza. Ambos somos hombres, ¿no? - Sonrió amistosamente.
Vegeta: Ya. Guarda silencio y márchate de aquí... Que ya no te soporto - Murmuró. Y por la furia que lo consumía en ese preciso momento, para caminar mejor con sus pies, se deshizo de sus molestos pantalones caídos, a pesar de tener aún al pesado de Kakaroto delante
Vegeta: Escucha insecto... - Le mostró el puño - Lárgate de... Ahhh... - Gimió debido al calor que sufría su cuerpo en todas y cada una de sus partes...
Goku: Vegeta, ¿qué te ocurre...? - Se quedó mirando sorprendido lo hermoso que es su rival. Las mejillas rojas adornaban su rostro. Y esos gemidos le parecían música para sus oídos...
Desde hace muchos años atrás, Goku siempre había amado a Vegeta. Y el principe se preguntaba porque su corazon latia tan aceleradamente.
Goku: Deja de comportarte así... - Susurró
Vegeta: ¿Eh...? ¿Qué? Ah... ¿Qué te refieres... Miserable... aahhh... - Gimió dulcemente y sorprendido, sintió de pronto, una fuerte mano agarrando su intimidad con firmeza - ¿Pero que carajo... - Un beso voraz lo interumpió, robándole su aliento. Con las pocas fuerzas que tenía, quiso alejarse de Kakaroto. Pero desgraciadamente para él, su cuerpo comenzó a responder.
Vegeta: A lo que me refiero... Es que con cada sonido que produces, me vuelves más loco... - Dijo sin temor, sólo con una mirada dominante, irreconocible para el príncipe.
Vegeta: ... Cállate... Aahhh... Basta. Te... Te ordeno que te... aah ahh... - Esa mano experta subía y bajaba por toda la longitud de su pene.
Goku: ¿Por qué te estás comportando de esa forma Vegeta? - Preguntó Goku sin dejar de parar con su magnífica labor.
Vegeta: Grr... aahhh... Sospecho que... mmm... Un chocolate que comi tenia algo... aahhh - Las fuerzas desendieron y abrazó al más alto con fuerza.
Goku: Bendito chocolate... - Comentó Goku besando esos labios prohibidos.
Vegeta: Ahhh... Cállate... Aahhh... Aaahh... - Gemia cada vez más, con cada toque que le producía la mano del otro saiyajin de cabellos alborotados... Esa sensación nublaba todos los sentidos a Vegeta. Y el único remedio, era satisfacer esa necesidad de sentir algo duro y grande en su pequeño y hambriento cuerpo...
Goku: Eres tan hermoso, mi principe... - Decía sin dejar de acariciarlo.
Vegeta: Kaka... ahhh... - No pudo seguír, por que la mano de Goku apretó un poco más el miembro real con más fuerza... - Aahhh... Aaahh... - Gimió cerrando sus ojos. Todo esto le daba vergüenza. Y después de algunas caricias más, llego a su orgasmo.
Goku: Eso fue rápido... - Dijo sonriendo con un leve tono bromista.
Vegeta: No es mi culpa... Debe ser por esa... Maldita droga... - Dijo avergonzado y rabioso, con la respiración agitada, cuando unos fuertes brazos lo rodearon con deseo y amor.
Goku: Lo sé, príncipe... - Nuevamente le dio un beso a Vegeta, mientras continuaba masturbándolo, y un sonido de auténtica satisfación, salió de esa apetitosa boca. Todo por el calor de su cuerpo, excitando al guerrero más fuerte.
Con muchas ansias, Goku atrapó los dulces y suaves labios del príncipe... Vegeta correspondió, dejándose llevar por el beso, juntando sus lenguas con pura lujuria y un verdadero deleite... Ese beso se volvía cada vez más y más salvaje.
Las manos grandes de Goku, apretaron el trasero de su amado. Por esa acción, Vegeta suspiró con sensualidad, temblando por culpa de esa droga que controlaba cada una de sus venas... Pero no sólo se estaba entregando por esa droga. Sino que Vegeta, estaba empezando a reconocer que le gustaba. Y también es porque se dio cuenta de que lo ama...
El irresistible olor del pequeño de estatura, inundaba las fosas nasales de Goku, hechizándolo por completo. No había duda. Vegeta era lo más sexy y apetecible que había visto en toda su jodida vida. Los dos hombres se sentaron en la cama, ansiosos por seguir con la siguiente fase.
Goku: Ya quiero poseerte... - Dijo Goku con impaciencia.
El orgulloso guerrero tampoco aguantaba más. Así que desabrochó desesperadamente el pantalón de su rival, bajando la ropa interior y liberando aquel gran miembro semi-erecto.
Goku: Ngh... - Se mordió el labio inferior, al sentir esa traviesa mano acariciar su intimidad con esas divinas caricias, consiguiendo que su pene de dominante se haciera más grande.
Vegeta fue repartiendo algunos besitos cortos en la glande. Lo cuál, sólo desesperaba más a Kakaroto. Y Vegeta lo notó... Sin perder el tiempo, se metió todo el falo en la boca, consiguiendo que Goku soltara un poderoso gemido placentero, al sentir esa húmeda y caliente cavidad, envolviendo todo su miembro aal completo, acompañada de una juguetona lengua.
Vegeta empezó a lamer y chupar toda la longitud, usando también su mano, para abarcar el trozo que su boca no llegaba a alcanzar... Goku movió su mano hacia la cabeza de Vegeta y la guío cada vez más profundo, incitándolo a continuar, con desesperada pasión salvaje.
El miembro ya estaba bastante mojado y caliente. La mirada de Goku estaba oscurecida, debido al deseo de poseerlo cuanto antes, que lo estaba enloqueciendo... Impaciente, bajó su mano, y un dedo penetró de una estocada, esa bella entradita estrecha y rosadita.
Vegeta: AAhhh... - Se quejó un poco por el dolor.
Goku: Mmm... - Estás muy húmedo y estrecho... Mi amigo ya tiene ganas de ser apretado - Murmuró de lo más excitado contra su oído.
Vegeta: No seas así de pevertido... - Decía sonrojado.
Goku: Si te encanta que te digas esas cosas... - Susurró seductoramente aún contra el oído de Vegeta, devorándola posesivamente, mientras añadía otro dedo, y luego otro más...
Goku puso a Vegeta en cuatro y se posicionó detrás de él... Comenzó finalmente a meter la punta de su miembro, sintiendo el anillo carnal que lo recibía con gusto.
Vegeta: Aaahh... - Gimió gustoso
Goku: Eres tan... Aah... Apretado y caliente... - Dice entrando poco a poco con mucho cuidado.
Al fin entró por completo, escuchando el glorioso gemido de Vegeta y comenzó a embestirlo lentamente. A cada minuto, aumentaba más la fuerza y velocidad... El sonido de sus pieles chocaban. Goku frunce el ceño al notar la estrechez tan caliente. Se sentía en la gloria por esas paredes apretadas, que apresan su largo y duro miembro... Vegeta solo gemía más y más, al sentír con cada embestida, que lo llenaba por completo.
El mayor siente poco a poco cada vez más, las estocadas de Goku aumentando su fuerza, chocando contra su entrada. Lo que le arrancaba gemidos más fuertes y a la vez exige por más.
Vegeta: Aaahh... - Gemía el príncipe, echando la cabeza hacía atrás, para poder sentir más en profundidad, como ese trozo de carne no paraba de darle unas duras estocadas... Goku sale del pequeño y le da la vuelta para verle la hermosa cara y le abre las piernas para entrar de nuevo
Vegeta con sus brazos rodea la amplia espalda de su seme y continua gimiendo. Los dos se miran fijamente y después se besan de manera morbosa... Ya se acerca el momento. Goku siente como la entrada de Vegeta se va cerrando y apretando su pene y no aguantó más, viniéndose por completo, en el interior del principe. Y Vegeta gimió con todas sus fuerzas, hundiendo sus uñas en la espalda de Goku y manchando sus vientres y las sábanas.
Goku: Vegeta, te amo... - Confesó abrazándolo posesivamente.
Vegeta: Yo... Yo a ti... Recién lo acabo de descubrir... - Dijo sonrojado - Pero... Tu esposa y...
Goku: Shhh... Ya resolveremos eso luego. Ahora, sólo amémonos... - Dijo sonriendo.
Vegeta: Si Kakaroto. Digo, Goku... - No podía creerlo... Vegeta le dijo Goku... Y muy feliz, abrazó con mucha más fuerza a su amado príncipe, dándole un largo y profundo beso sincero y lleno de amor, como si no hubiera un mañana.
Y después se fijarían en los problemas. Pero lo que sí tenían muy claro, es que si o si, estarían juntos. Iniciando una nueva vida los dos...