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No quiero chatear, quiero verte. por Fredenand_read7

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Notas del capitulo:

Espero les guste c:

A lo lejos veía a Michael y Marley conversando, el tema me era indiferente en estos momentos. Todo a mi alrededor me era indiferente. Yo estaba embobada con la risa de mi enamorada_como estoy segura que lo estaban las personas que dejábamos en el camino y nos quedaban mirando_, era simplemente hermosa para cualquier oído que la escuchara y hacía que me transportara a un lugar mágico donde tengo seguro que reinaba su dulzura. La sensación es increíble. Jamás me había pasado, ¿será porque ahora veo a Fer con otros ojos?

Me detuve en seco, como si fuera a chocar con un portal justo en mi delante. Una idea maquiavélica había cruzado por mi mente. Bajé a mi enamorada que al verla traía los ojos en blanco.

_ ¿Pasa algo?

_ ¿Y si salimos huyendo de aquí? Te quiero llevar a un lugar hermoso, pero sin que se enteren Michael y Marley_la miro fijo a los ojos, enseñándole una sonrisa de  lado.

Me percato que empieza a buscar algo en mi rostro. Eso me inquieta.

_ ¿En qué momento dirás que es una broma?_frunce el ceño

No puedo creer la pregunta que me acaba de hacer. ¿Broma? ¿Acaso puse cara de haber dicho una broma?

_ Ah, ¿no es una broma?_replica ella al ver mi rostro desencajado a causa de su pregunta. Empiezo a sudar frío. ¿La propuesta acaso fue indebida?

Antes de pedirle perdón, si por casualidad malinterpretó mi idea, ella ya me tenía sujeta de mi oreja derecha. <<¿Es nuestro primer día como enamoradas y ya intentas llevarme a lugares inhóspitos?>>  decía mientras a rastras me llevaba donde se encontraba Michael y Marley que aún no se habían percatado de nuestra presencia lejana. Yo gemía del dolor, no pensaba más que en mi pobre oreja. -Amorcito, suéltame, por favor- sugerí a duras penas, intentando ablandarle el corazón con mis palabras cursis.

En eso, se detuvo de golpe y soltó mi oreja. ¡Ah, joder, qué dolor! ¡Duele! Tenía puesta mis dos manos en mi oreja, la sentía palpitar, agrandarse y achicarse, ¡Joder, ni siquiera la siento ya!

chillé.

Escuché pasos acercándose hacia nosotras.

_Señor, no se preocupe. Todo está bien, ella sólo me daba mi merecido_dije pensando que se trataba del señor de seguridad. No lo podía ver. Estaba agachada con los ojos cerrados.

_ ¡Pero que pasó!

Esa voz de pito la reconozco. Me río mentalmente por mi confusión.

Michael, pensé.

Me incorporo.

_ Nada_respondo, mostrando una sonrisa de oreja a oreja.

Cuando mantuve contacto visual con los dos, estos me miraron sorprendidos. Sus rostros fueron cambiando, la seriedad en ellos se fue desvaneciendo para dar paso a rostros rebosantes en risa. Los dos empezaron a carcajearse en frente mío.

Miro a Fer levantando mis dos manos señal de incomprensión y ésta me responde encogiéndose de hombros.

_ ¿Cuál es el chiste? ¿Qué se fumaron ustedes dos?_pregunto al fin.

Marley no dejaba de dar saltitos de un lado a otro con sus manos pegadas en su estómago y Michael parecía un bebe tirado en el piso, dando patadas al azar.

La gente a nuestro alrededor empieza a ver la escena que armaban esos dos y también soltaban leves carcajadas. De pronto vi a mi enamorada tapándose la boca con sus dos manos.

_ Fer, ¿Tu también?_me rehúye la mirada. ¡Joder, se ve tierna!

Suspiro, hastiada.

_ Parece que tuvieras un tomate como oreja y lo peor de todo es que sólo es esa_indica Marley, señalando mi oreja derecha.

Justo cuando creía que todos iban recuperando la calma, empezaron a reírse con más ganas.

_ Yo los espero a fuera_dije, encaminándome a la salida.

Al empujar la enorme puerta para salir, sentí el golpe de una ráfaga de viento darme en todo el rostro. Al segundo me percaté de una mano de peso liviano posándose sobre  mi hombro. Volteé. Y sí, es quién mi mente imaginó que sería.

_ ¿Cómo es que te fuiste sin el amor de tu vida?_Fer hizo un tierno puchero luego de expresarme su interrogante, sin importarle al parecer quién la escuchara.

Me acerqué a ella, evadiendo su mirada para evitar que leyera a través de mi mirada la palabra "venganza" . Lentamente fui colocando su hermoso cabello lacio por detrás de su oreja.

_Qué hermosos aretes traes hoy_le recité.

_¿Verdad que están hermosos? Gracias por notarlo.

No lo hubiese notado si no hiciera lo que voy a hacer, medité para mis adentros.

Sin dejar que corriera un segundo más en el reloj, la sujeté de su oreja procurando no hacerlo tan fuerte  y la atraje hacia más afuera diciéndole <<¿Es nuestro primer día como enamoradas y ya me estás llamando el amor de tu vida?>> A media frase ella ya chillaba sin control. De inmediato la solté, riéndome.

_ Dulce venganza, preciosa.

Le mando un beso volado.

Lástima que el regocijo de mi venganza no duró ni cinco segundos. Fer venía hacia mí demasiada enfurecida, chispas desprendían de sus ojos, sólo atiné a cerrar mis ojos y taparme mis orejas. Todo se volvió silencio y yo, sólo esperaba el estruendo de un golpe parar en cualquier parte de mi cuerpo.

No sé si a causa del nerviosismo que me invadió en esos instantes el tiempo en mi mente empezó a transcurrir con lentitud o, mi enamorada, aún analizaba dónde darme mi merecido. Tenía miedo de despegar los ojos. Algo me decía que no lo haga. Obedece tu instinto, Julieta.

Olfateo fresas. ¡Joder, la calidez de su aliento la siento en mis labios! Ya no es sólo su aliento, ahora son sus labios, sus labios pegados a los míos. Con sigilo despego mis manos de mis orejas y las coloco en sus mejillas para mantener el dominio en el beso, la acerco más a mí.  Que bien se sentía besarla, sus labios simplemente me dominaban. La pasión iba aumentando  a cada segundo.

Gemí de dolor.

Fer tenía clavados sus dientes en mi labio inferior.

_ Estamos en un lugar público, amor_me guiña el ojo para seguidamente darme la espalda. Lanzo una mirada panorámica por mi alrededor, las personas caminaban indiferentes a la escenita de amor que acabábamos de escenificar mi enamorada y yo. Cada quien andaba metido en su asunto. Así es como debería de ser en todas partes.

_ Caníbal_digo por lo bajo, tanteando mi labio y verificando que esté completo.

_Por cierto_voltea_, ¿tu mami ya volvió de su viaje?

Mi mamá había viajado fuera de Perú hace aproximadamente una semana y no volvería dentro de una más, según lo que me comunicó en su llamada del jueves pasado.

_ No, aún no. Vendrá dentro de una semana. Y…

_ Y, ¿qué?

_ Esta noche, tengo la casa sola, y quiero jugar contigo al papá y la mamá y hacer travesuras sin parar […]_le bailo, le canto, dejando salir de mis labios aquellas palabras de la letra de la canción “Casa sola” de Kale. Entono mi voz dándole ritmo a la canción que iba de acuerdo a lo que quería transmitirle de forma sarcástica. Levanto mis cejas a la par, conjuntamente enseñándole la sonrisa más perversa que poseo_solo quería que lo sepas, eres mi enamorada y a partir de ahora estoy obligada a decirte todo, absolutamente todo lo que pase en mi entorno_le confieso después de deleitarla con mi espectacular voz_sarcasmo_.

¡Uf! ¿De dónde salieron todas esas palabras? El amor me está haciendo efecto. ¿Amor? ¡Joder!

Liberó una risilla con la cabeza baja. Tendí mi brazo para, con la delicadeza que ella se merece, sostener su rostro de su mentón y así guiar su vista a la mía. Sus mejillas, en ese instante color carmesí, compaginaban a la perfección con sus labios que adquirían por naturaleza, también, ese mismo color. Que belleza de mujer, carajo.

_ Traes una cara de boba en estos momentos, ¿sabes?

Aclaro mi garganta de inmediato llevando mi mano en forma de puño a mi boca y desviando su mirada.

Ríe.

Tras el portón enorme de vidrio veo a Michael cortando la distancia que nos separaba cada vez más.

_ Díganme que no me tardé tanto_hace un puchero en el que desbordaba pura tenura_. Adivinen lo que les compré_chilla.

Noté que Michael traía en sus manos una cantidad excesiva de bolsas. Me pregunto qué tanto nos demoramos Fer y yo fuera del mall.

Michael, desde que lo conocí, siempre tuvo esa alma caritativa de dar así no tenga para él. Aveces llego a pensar que se pasa de buena gente; en este mundo las personas de buen corazón suelen sufrir mucho, pero a él siempre lo veo con una sonrisa en el rostro cuando brinda algo a alguien ya sea conocido o desconocido y verlo así me da mucho gusto.

_ Aún no es Navidad, querido Papa Noel_le digo entre risa y risa.

_ Para ti, mi adorada Fernandita, te compré esto_le dice tendiendo su mano con una bolsa rosa pequeña.

_ Michael, no te hubieras molestado_recibe la bolsa_. Ya te he dicho que suficiente con tu presencia para hacerme muy feliz.

_ No sigas que lloraré_simula limpiarse lágrimas_. Y para ti, Julietita de mi cora, te compré esto_me entrega una bolsa idéntica a la de Fer.

Traía una sonrisa de oreja a oreja. Se nos quedó mirando igual que nosotras a él.

_ ¡Ábranlo!_exclama en voz alta, haciéndonos dar un pequeño respingo a fer y a mí.

De inmediato ambas empezamos a rebuscar, respectivamente, en la bolsa que Michael nos había entregado.

Saqué una especie de cofre diminuto. Al abrirlo, un resplandor nubló mi vista por un segundo. Se trataba de un collar dorado, al ver el dije que acompañaba aquella cadena, me quedé atónita, presa del asombro apenas pude balbucear letras.

Michael se acercó a Fer con una sonrisa amical. Noté que ella también no comprendía nada, en su mano sostenía el mismo cofre y el mismo collar.

_ Te lo pondré, date vuelta_le indica Michael, acto que Fer obedece con gesto de extrañeza.

_ Listo, muñeca_le hace girar de los hombros para poder verla.

Hace un gesto de complicidad.

_ Ahora tú_me indica_. Saca el collar y me lo coloca.

Me di vuelta y mire a Fer. Traíamos puesto el mismo collar. El dije: medio corazón plano al estilo de Minecraft, diseñado en forma cuadrática de color rojo con una base más grande por debajo color café. Ella traía puesta la parte derecha del corazón y yo la izquierda.

_ Ahora_dice Michael, para luego hacer una pausa_. Traten de encajarlos.

Dudo que sea un collar por nuestra amistad.

_ Michael, no sé cómo es que te enteraste, pero_no pude proseguir. Michael tenía puesta su mano en mi boca para silenciar el resto de palabras que deseaban salir desesperadamente de mis labios.

_ No digas nada. Sé lo que hay entre ustedes dos. Es obvio, chicas_explicaba bajando su mano de mi boca para poder expresarse mejor haciendo uso de ellas_. Cuando supuestamente te caíste por ir a entregar el dinero a Julieta_mira atentamente a Fernanda_. Tú eres una mujer muy macha, dudo que ese rasmillón te haya echo llorar, no trato de decir que no creo en tu palabra, pero me pareció extraño; cuando noté celos de tu parte, Fer, por causa de Marley; cuando salimos del cine, bueno, sólo Marley y yo, ¿Por qué ustedes no lo hicieron? ¿Por qué se quedaron dentro más tiempo? ¿Saben? Marley y yo las estuvimos esperando a metros de la puerta, luego nos retiramos; ahora, miren el portón, es de vidrio, se ve todo lo que pasa tras el, y si se preguntan si lo vi todo, pues mi respuesta es no, no alcancé lastimosamente a ver la escena completa_ríe por lo bajo_, pero vi lo suficiente como para certificar mis conjeturas.

Tanto Fernanda como yo nos quedamos desconcertadas por tales deducciones.

_ Michael, no sé qué decir_murmuré aborta y a la vez sonrojada.

_ Talvez, ¿gracias?

Reímos.

De un momento a otro la imagen de Marley pasó por mi cabeza. Empecé a buscarla con la mirada de manera disimulada para que tanto Michael como Fer no se percataran de aquello. No estaba. La intriga se iba apoderando de mí de apoco. El silencio que se tornó entre nos se volvió ensordecedor.

_ Michael, ¿y Marley?_alguien al fin tenía que romper el hielo y esa fue Fer, sí, Fer preguntando por Marley, increíble. En eso miro a Michael, esperando su respuesta.

_ Ah, Marley se encontró con Emily, me dijo que me despidiera de ustedes y a ver si volvíamos a salir. Oigan, por cierto, algo me dice que Emi se ha operado la nariz, no sé, la vi distinta, más radiante. Su belleza me impresionó.

_ Hey, hey, calma. Te recuerdo que tú eres del otro equipo_le recuerdo.

_ Entonces_interrumpe Fer_, ¿Nos vamos? Empiezo a sentir frío_se abraza a sí misma.

Me acerco a ella sin temor a nada ni a nadie y la abrazo por la espalda.

_ Si quieres te acompaño hasta tu casa_le indico.

_ Julieta linda, Fer y yo vivimos cerca_me manifesta Michael_. Yo la llevaré como siempre, no te preocupes.

_ Lo sé, lo sé. Está bien. Nomás cuídamela, ¿si? Que desde ahora es mi tesoro más preciado_la beso.

_ No es necesario que hagan sus muestras de cariño frente a mí_expresa Michael tapándose los ojos.

Río.

_ Muy bien_me separo de Fer para despedirme de Michael con un abrazo_. Gracias por el collar, sí que te luciste, guapo_corresponde a mi abrazo a lo que él dice: “¿No te olvidas de algo?” En ese momento mi mente empezó a maquinar todo lo sucedido en el día para saber si de algo, en serio, me olvidaba.

_ ¡Tonta!_exclamó. Me separó de él y empezó a rebuscar en su bolsillo.

Maldito_pensé cuando vi lo que sacó entre su mano.

_ Lo siento_se disculpa_. No pude resistirme. En cuanto pegaste los ojos en la sala del cine lo cogí, obviamente sin malas intenciones_se escusa soltando una risilla.

Le arrebato mi celular de sus manos de buena manera. Escucho la inigualable risa de Fer por mí detrás. Me vuelvo hacia ella.

_ Es tu culpa por dormirte, además, la película estuvo muy buena_ dice ella de manera cándida.

_ Si la reina dice que es mi culpa, pues lo acepto, culpa mía será_aclamo.

Notas finales:

No dejen de seguir esta historia, readers.

 

¡KISSES FROM PERÚ_AQP! :*

 


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