Salimos del edificio tomados de las manos hacia una cafetería que frecuentaba al ser una con los pasteles y malteadas más deliciosas que había probado. Esta estaba ubicada a unas dos cuadras, un lugar bastante pintoresco pero acogedor.
Mientras caminábamos hacia el lugar mencionado pude notar como toda la gente nos observaba con curiosidad, especialmente a Baek, lo más seguro es que jamás habían visto a un hibrido, como ya había mencionado estos son excesivamente caros y solo podían pagarlos gente como yo - Dueño de una empresa de tecnología - Y para entrar a una tienda pet-hido lo primero que hacen es realizarte una encuesta con intención de evaluar tu situación económica, a mí en lo personal se me hacía muy grosero pero según ellos lo hacían por seguridad, así que ni para entrar a verlos.
- Chanyeol…
- ¿Qué pasa?
- ¿Tengo algo malo? o… ¿me veo mal?
- No, para nada ¿por?
- Es que… no dejan de mirarme.
- Jajajajaja no te preocupes, lo que pasa es que jamás han visto a un hibrido.
- Ok…
Al entrar a la pastelería a penas y pude ver como Baekhyun pasaba de estar a un lado de mi en la entrada a estar a un lado de las vitrinas llanas de pasteles, casi tele transportándose. Empecé a reír de manera escandalosa pero pare cuando escuche a Baek llorar frente a una vitrina en especial, me acerque y frente a Baek había un gran pastel de chocolate.
- Yeol… es este, el de mi foto – dijo medio hipando.
- Jajajajaja – empecé a reír, por un momento pensé que le había pasado algo malo al pequeño idiota - ¿lo quieres? Aunque solo podrás llevarte una rebanada.
- S… si… - apenas y alcanzo a decir. Llame a la encargada y le pedí que me diera una gran rebanada del pastel de chocolate y una malteada de fresa para llevar.
Después de salir de la tienda y limpiar le las lágrimas a Baek tuve que convencerlo de que se esperara a llegar a mi oficina para comer el pastel y la malteada, pero no, el enano a la fuerza quería comer lo que compre a la de ya.
- Vamos Baek, no puedo dejarte comerlo en el carro.
- ¿Porque no? Es lo mismo que en la oficina.
- Claro que no, si te dejo lo vas a ensuciar.
- Pero si me bañe.
- No me refería a eso…
- Ándale…
- No.
- Chanyeol…
- Si no obedeces te llevare con la bruja y eso no te va a gustar o ¿sí? – Baek negó con su cabeza frenéticamente – bien, entonces te esperas.
Subimos al carro y le coloque el cinturón de seguridad, después de todo no quería terminar viendo como mi gato salía volando por la ventana. Salimos del edificio y nos dirigimos hacia mi empresa.
Durante el camino suelo bajar las ventanas así que lo hice como de costumbre, mala idea, Baekhyun vio pasar un carro con un perro asomando la cabeza por la ventana con la lengua afuera y quiso intentarlo también.
- Baekhyun siéntate bien y deja de hacer tonterías…
- Pero ese perro lo hizo – dijo mientras sacaba su cabeza por la ventana y sacaba la lengua, empecé a reír -.
- Jajajajaja Si Baek, pero él es un animal y es un perro, los gatos no lo hacen – lo jale de su sudadera hasta su asiento para hacer que se sentara como se debe – ¿además, y si pasa un carro y te arranca la cabeza? ¿te gustaría?
- No gracias.
- Pues siéntate bien.
Llegamos al edificio y estacione el carro en un lugar con una placa dorada con mi nombre grabado, bajamos del carro con pastel y malteada en mano y le pedí que me diera la mano, esta vez lo hizo sin protestar, seguro aún tenía el miedo hacia la bruja de la casa de galleta come niños. Fuimos al ascensor y pregunto.
- Chanyeol, ¿aquí también hay portales mágicos? – pregunto con su carita de lado -.
- Claro, la mayoría de los macarrones los tienen – sip, yo le había dicho que los edificios eran macarrones, hay que fomentar la imaginación de los niños -.
- Ah…
- Ah… - lo imite.
Cuando llegamos al último piso todos los trabajadores se pararon al vernos y mientras caminábamos hacia mi oficina al final del pasillo todos nos saludaban con respeto, algunos con un “buen día”, “que tenga una bonita mañana”, etc… y otros de mis trabajadores se tomaban el atrevimiento de despeinarle sus cabellos a Baek con ternura pidiéndole su nombre y regalando le una que otra golosina que tenían en su lugar de trabajo, hasta que llegamos a Chen, mi asistente.
- Oh…!!! Lo trajiste, en ese caso también hubiera traído al mío – dijo con fingida tristeza a modo de juego -.
- De hecho por un momento pensé en dejarlo pero dudo que al regresar lo hubiera encontrado vivo o mi casa a salvo.
- Jajajajaja tienes razón, lo más seguro se ahoga en la piscina.
- Tal vez.
- Chanyeol… - interrumpió Baekhyun - ¿ya puedo comer mi pastel?
- Claro, vamos a dentro para que puedas comerlo – abrí las puertas que se encontraban atrás del espacio donde Chen trabajaba, era una oficina enorme ya que a mí me gustaban los espacios grandes -.
Esta contaba con un gran escritorio en forma de “L” color chocolate, una silla con ruedas hecha de cuero color negro, un gran ventanal con terraza, una sala de cuero negro con mesa de centro de vidrio, piso que simulaba madera color gris, paredes blancas y algunas cosas que se encontraban en los estantes como una cafetera, tazas, platos y algunas botanas después de todo la mayor parte del tiempo me la pasaba en el trabajo, incluso tenía un mini refrigerador.
Deje las cosas en la mesa de centro y deje a Baek comiendo lo que compre en la cafetería y lo que mis trabajadores le dieron mientras trabajaba o más bien intentaba trabajar pues estaba más pendiente de las caras de felicidad de Baek que en mi trabajo. Todo estaba tranquilo hasta que Baek dejo de tragar y se aburrió…
- Chanyeol…!!! – dijo baekhyun por novena vez -.
- ¿Qué quieres Baekhyun?, ya déjame trabajar.
- Pero me aburro… - Chanyeol se agarró los cabellos frustrado, a la otra lo deja en casa amarrado a una silla.