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Más allá de la verdad por Miraku

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Notas del capitulo:

Hola! n.n/
Bueno, como la semana pasada subí en lunes, lo justo es que suba en lunes el capítulo siguiente, así que ¡aquí está!

NARRADOR: Shinobu <<sep, él ya entra a ls historia ¬w¬

Sin más a leer:

Es extraño que, primero desapareciera un tal estudiante llamado Misaki Takahashi y después el profesor Hiroki Kamijou, esto justamente fue entre un tiempo de dos días. Bueno, no conocí nunca a Misaki y el demonio Kamijou jamás me agradó, el viejo se la pasa enojado y gritando, no tiene nada mejor que hacer. Sería irónico que yo también desapareciera, aunque me gustaría, las clases me aburren demasiado, si es que te soy sincero.
            Por cierto, me presento, soy Shinobu Takatsuki, tengo 16 años de edad y estudio en la misma escuela donde acudían los dos desaparecidos que antes mencioné, y repito ¡qué ironía! A veces creo que escaparon ellos dos juntos a propósito... aunque, ¿a dónde habrán ido? Bueno, bueno, esas son puras imaginaciones mías, que tienen alto grado de veracidad (de nuevo, según bajo mi criterio). Aunque, cuando iba caminando por los pasillos de la escuela, escuché a dos chicos -creo que  amigos de Misaki- hablando algo sobre unos guardianes y sobre el chico. Que yo recuerde, ese tema era parte de los cuentos que me relataban cuando yo era un niño. Aunque, sí, lo admito, me llamó mucho la atención, tanto que en estos momentos estoy en camino hacia la biblioteca de la ciudad, solo para ver si hay escritos sobre los guardianes. Haya tanto escritor loco que al menos uno, ¡uno!, Debió haber “investigado” y escrito sobre los guardianes. No soy mucho de leer... esto me va a costar demasiado trabajo.
            Llego a la dichosa y sobrevalorada biblioteca, saludo a la recepcionista y le pregunto por el pasillo donde puedo encontrar sobre los guardianes, supongo que va a estar en literatura infantil o fantasía. Bueno, le atiné a una, hay dos libros en la sección de fantasía y también uno en la zona de historia, ¡qué ironía! Pero bueno. Primero me dirijo a la zona de fantasía supongo que habrá más y mejor información que en la de historia. Comienzo a buscar entre los miles y miles de libros, algunos demasiados gruesos, y otros mucho más gruesos que lo anteriores, ¿¡por qué tanta palabrería?! Leo los títulos en los lomos y nada, no espera... ¡bingo! Hay uno que dice “La magia de los guardianes” ese me servirá, por lo que lo tomo. Y sigo con mi búsqueda. Hay otro que solamente dice “Guardianes” ese es muy delgado a comparación del que traigo en manos (pesa más de lo que parece, tal vez por eso dicen: el peso de la inteligencia... o algo así), aun a pesar, tomo el libro, cada uno me servirá... menudo nombre el de los autores, uno está en puras siglas y otro se presenta como anónimo. Dudaré de lo que dice en sus libros. Pero bueno, ¿qué se puede hacer, no? Ahora me dirijo a la zona de historia, apuesto que solo habrá un libro con dos páginas dedicadas a los guardianes, digo, ellos no existen ¿verdad? Comienzo a buscar, veo en los atlas y nada, lo más seguro es que la recepcionista me mintió, quiero irme de aquí los más posible de aquí y los libros no me están ayudando... ¡por fin uno se apiada de mí! El libro tiene como título: “Guardianes, más que solo una fábula” y ¡si hay nombre de autor! Tal vez, solo tal vez, este sí tenga algo interesante. Voy a donde la recepcionista (que después de todo no me mintió) y me da un plazo de tres días para tener los libros en mi casa, ¡ja! Ni los usaré media hora.
            Salgo con la pesada bolsa donde llevo los libros y mi mochila de la escuela y comienzo a caminar. Todo el día siempre hablan de los desaparecidos, antes ni se sabía sobre Misaki y le temían al demonio Kamijou, y ahora, ¡todos hablan de ellos dos! Me dirijo a un café que está cerca de un parque de sakuras, es bastante agradable y delicioso y los dueños son bastante... ¿buena onda...? Si es que se les puede llamar así. Camino por el sendero y llego al establecimiento, entro y me siento en el otro extremo del lugar, junto a una ventana que me da vista a la parte trasera del café, el lugar, por dentro, está lleno, y afuera, no hay nadie, bueno debe de ser por el frío, el invierno ya se acerca. Llega una chica para tomar mi pedido, el cual es solo una galleta gigante (el mismo dueño del lugar las hace, son deliciosas) y un café con leche, la chica se va y yo decido comenzar a investigar sobre los “guardianes”. Saco los tres libros, ¿con cuál debería comenzar? Yo creo que con el más delgado, la información viene más en general, solo quiero saber por qué insisten tanto esos dos chicos que hablaban sobre los guardianes y Misaki. Hojeo el libro, hay más dibujos que letras, ¡es un jodido cuento, maldita sea! Genial pagué por rentar un libro que solo muestra dibujitos (bastante épicos, por cierto) pero nada que me llame la atención, mejor voy con el otro. Lo abro, ¡demasiada palabrería! Maldito pasillo de fantasía, no ayudas en nada. Paso las hojas y nada, viene cosas como las que de pequeño escuchaba, como de que el guardián del viento se encarga desde la suave brisa hasta los más feroces tornados, o de que el guardián del fuego, es protector de los volcanes y meteoritos (eso no tiene ni un maldito sentido... bueno quien sabe) eso realmente no ayuda mucho, además combinan esto con mucha ironía, dirigiéndose a niños, principalmente, yo no soy un niño... bueno sí, soy niño, tú entiendes a lo que me refiero. Será mejor pasar con el otro libro, espero que en él haya más, aunque lo dudo. Pasillo de historia: ¡no me falles, por favor! Bueno, será mejor ver ese libro. ¡Genial ya trajeron mi pedido! Y caerá muy bien con este frío del demonio, me gusta, pero a veces simplemente no lo soporto. Ahora, a abrir mi última esperanza, el libro es demasiado grueso, algo debe de tener, el colmo, ¡puros malditos dibujos! Espero que no, por lo que me voy al índice y dice... okey esto cambia las cosas, viene la presentación, origen de los guardianes, leyendas y luego se va desglosando para cada guardián, ¡esto es lo que me interesa y no sé por qué! Después de haberle dado un sorbo a mi café, me voy al apartado que dice “Guardianes”, el primero que me presenta es al del viento, dice que este casi no ha tenido sustituciones, ¿sustituciones?... ¡Ah ya recuerdo! Eso sí venía en el libro grueso de la sección de fantasía, dice que los guardianes son inmortales pero pueden morir por heridas en batalla. Al parecer el guardián del viento casi no ha tenido eso de las sustituciones y que el actual se le aproxima unos 20 mil años, el libro se ve nuevo, debe de ser reciente la información. Dice cualidades y defectos del guardián, al perecer éste puede tener una relación bastante difícil con el guardián de la tierra, y que su arma (¡increíble, armas!) son dos cuchillas largas y cuchillos variados (y yo que atinaba a unos de esos abanicos como los que he visto en la televisión). ¡Wow! Este libro sí que tiene información, después te va explicando más sobre el guardián, aunque todo se respalda bajo suposiciones, no los culpo, al principio del libro se asegura que jamás se ha visto un guardián como para hablar de él con exactitud. Paso las hojas y se le dedica al menos cuatro páginas a cada guardián, se ven dibujos pero están de buen tamaño, esto era lo que buscaba, sin duda alguna ¡gracias sección de historia, nunca te olvidaré! Sigo pasando las hojas, los guardianes que más me han llamado la atención, han sido el guardián del viento, del agua y del tiempo, cada uno por sus propias razones. Aún quedan creo que dos guardianes más, el de la noche, su apartado es muy bonito, los dibujos me fascinaron, al parecer éste y el de la muerte son los más misteriosos y difíciles de comprender (aunque el del tiempo -para mí- no se queda atrás), su arma también es su objeto de trabajo, un báculo, al parecer esto se supo debido a unos dibujos encontrados en unas cuevas de hace millones de años, también así supieron sobre los demás guardianes. También dice, que hay suposiciones de que es muy peligroso hacer enojar a este guardián, en especial si hacen daño a algo muy querido por él, es capaz de volver a la noche un calvario eterno. Este guardián se agrega a mi lista de interesantes, solo falta el de la muerte, sinceramente ya quiero leer sobre éste. El apartado tiene mucho que ver con su nombre: la muerte, calaveras por doquier, pero lo que me llamó la atención, es que estos cráneos estaba en un fondo de un bosque, yo suponía que sería algo así como el infierno ¿no crees? Bueno mejor no hay que quedarse con las ganas y ahora lo veo. Dice aquí que el guardián de la muerte se basa en la verdadera justicia y que él decide si uno muere o no dependiendo de la situación en la que te encuentras, y, quién va a morir, no lo ve pero sí lo escucha, esto lo aseguró un hombre que parece ser que estaba en sus últimos momentos y escuchó una voz profunda aunque suave, era la de un hombre (como si una mujer tuviera la voz con las características que dan aquí) y que éste le argumentó que aún no era el turno de él y simplemente lo dejó vivir. Al perecer sí morimos por un propósito. ¡Me encanta! Esto es increíble, también dice que este guardián no ha tenido muchas sustituciones y que el actual debe de tener 5 mil años (todos aquí son viejos) y el arma de este ser es una Oz doble, navaja arriba y navaja abajo del lado contrario (típico de la muerte).
            El tiempo se va volando, y sigo leyendo, ya me acabé el café y la galleta, hasta pedí otra y también ya descansa en mi estómago, decidí leer este libro por completo, la información es tan increíble e irreal que lo siento real, ya hasta olvidé el frío que sentía hace unos momentos. Aunque, ya está oscureciendo, mejor vuelvo a mi casa, luego mis padres me llenan de preguntas y que diga que llegué tarde por estar leyendo jamás se lo tragarían, aunque ahora es cierto. Recojo mis cosas y dejo la paga de mi pedido junto con la propina de la chica que me atendió. En lo que recogía volteo hacia la ventana y veo una sombra, parece ser de un hombre, pero había algo extraño y diferente en él, daba un aire diferente, no de desconfianza sino de misterio. Mejor no le doy importancia, tomo mi mochila y la bolsa donde descansan los libros, cuando voy a salir por la puerta de enfrente me retracto, hay mucha gente amontonada en ella, tal vez están hablando con los jefes o yo que sé, y la verdad no me importa. Será mejor que salga por la puerta trasera, no me gusta estar entre tanta gente. Salgo y comienzo a caminar rumbo a mi casa, ¡joder, que frío! Ahora sí que el guardián del hielo se está esmerando. Si te preguntas, ¿sabes? Ni yo mismo lo sé, no sé si creo o no en los guardianes, es tan irreal su historia que me tienen en una cuerda floja sin saber de qué lado caer, en el de creer y dejarme llevar por esa locura de la fantasía, o simplemente actuar y ser como un adulto y decir lo clásico de “la magia no existe”. Camino por las calles, será mejor tomar el atajo a casa, solo debo pasar por un no muy concurrido callejón, tomar la avenida y llegaré a casa en un abrir y cerras de ojos. Sí, eso haré. Lego al callejón y un extraño aire me ataca, no sabría cómo explicarlo me dio miedo y al mismo tiempo me produjo emoción. Mejor a esa sensación no le hago caso y continúo mi camino, aunque... ahora siento que alguien me sigue, que alguien me está viendo, volteo a todos lados y no me equivoqué hay dos tipos bastante altos (y feos) que se me quedan viendo, ¿qué no tienen nada mejor que hacer? Mejor haré cómo que no los vi y seguiré mi camino,  abrazo los libros con fuerza, si sus miradas fueran cuchillos ya me traspasaron el cuerpo. Siento que alguien toma mi hombro y me da la vuelta:
            —¿Qué hace un niño tan lindo como tú, solito en la noche?  —pregunta ese hombre.
            —Nada que te importe —respondo.
            —¿Qué tal si nos divertimos un ratito contigo? —se acerca demasiado su rostro al mío, huele a alcohol— No te preocupes, será rápido.
            Cierro con fuerza los ojos, no tengo con que defenderme, abrazo con mucha más fuerza a los libros, siento como el hombre comienza a tocarme ¿qué rayos hará conmigo? Su asquerosa y áspera mano se pasea por mi cintura, por debajo de mi camiseta.
            —Maldito, déjame en paz —exijo.
            —¿Pondrás resistencia? —se burla de mí, y su otro amigo me toma por debajo de las axilas, evitando mi escape— No te preocupes, no dejaré que te vayas.
            —Pues yo tampoco.
            Esa es otra voz, no la de estos dos espantosos tipos, abro mis ojos y veo a un hombre bastante alto y... ¡qué ridículo! Trae un saco completamente negro y tan largo que casi llega al piso, botas de la altura arriba de sus rodillas negras, su cabello es tan oscuro como la noche sin estrellas, piel pálida y sus ojos son azules con un brillo de seriedad, también... veo que trae una doble Oz ¡como la del guardián de la muerte!... No, no puede ser cierto, el libro dice que los guardianes no se dejan ver jamás, ¿por qué ahora sí lo harían? Pero, ¡demonios, ni sé en qué creer!
            —Esto a ti no te importa —dijo el tipo que me detiene.
            —¿A no? —hace un sonrisa ladina el extraño hombre— Pues sí, sí me importa, les llegó su hora, imbéciles.
            —¡No nos hagas reír! —se burlan.
            —Yo no intento eso. Solo les recuerdo: que gracias a todas sus aventuritas, en una de ellas, contrajeron una enfermedad de transmisión sexual, eso ya fue hace treinta años, es hora de rendir cuentas.
            —Maldito... ¿cómo es qué-
            Y solo un fuerte brillo hizo que cerrara los ojos, tapándome también con los brazos. Los libros cayeron al piso. Y lo último que escucho es el desgarrador grito de los hombres. Cuando vuelvo a abrir los ojos, los cuerpos de los hombres desaparecieron y él sigue allí ¡el guardián de la muerte, de eso no hay duda! Con una mano sostiene su increíble Oz. ¿Será el destino? Veo cómo se acerca a mí, aún con el mismo porte serio.
            —¿Te encuentras bien? —me pregunta.
            —S-sí... oye ¿por qué- —él me interrumpe.
            —Hace unos días estuvieron en una pelea con armas blancas de la cual no salieron bien, y perdieron demasiada sangre, además, las heridas se les infectaron debido a su enfermedad y falta de atención, era obvio que a ellos ya no les quedaba mucho. Y la verdad, ratas como ellos me dan asco, Julia me envió sus almas y yo juzgué, ellos ya debían morir.
            —¿Quién es Julia?
            —La guardiana del tiempo.
            —Increíble...
            El hombre suspira, como si estuviera cansado.
            —Oye, ¿te sientes bien? —pregunto.
            —Sí, sí, solo que, ahora... te debes de quedar conmigo.
            —¿¡Qué?! ¿Por qué?
            —Luego te explico, pero vámonos, antes de una bruja u Obscuro venga por ti.
            El guardián me toma de la mano, y por alguna razón siento mis mejillas arder, él es bastante alto y serio. Corro con él, nos estamos dirigiendo a un bosque, cerca de él hay unas casas, he oído de este lugar, se dice que aquí fue la última vez donde estuvo Misaki Takahashi, al parecer la madre de Misaki no quería que nadie supiera sobre la desaparición de su hijo, pero un estudiante escuchó cuando ella y el director hablaban de la situación y que esto fue exactamente lo mismo que sucedió con el demonio Kamijou, no habían rastros de ellos. El guardián dio un muy leve silbido y un dragón aterrizo, sus alas rotas, completamente de color negro, escamas brillosas, varias heridas y sus ojos de un rojo intenso, no dejaba de verme. Me siento incómodo, el guardián me carga y me sube al dragón para luego él hacer lo mismo y surcar el cielo, pongo mi cosas entre él y yo y me abrazo al guardián. El dragón emprende el vuelo hacia arriba como una montaña rusa y después baja en picada a gran velocidad, el aire y la adrenalina es algo increíble.
            El guardián voltea a verme, y me regala una tenue sonrisa, no por nada, pero él se ve mil veces mejor sonriendo que con su porte serio, por lo que simplemente le devuelvo el gesto. Aunque siento mis párpados demasiado pesados, quiero dormirme, y huele a jacarandas, mi flor preferida. Me recuesto en la espalda del guardián y me duermo.

Escucho una cascada, es bastante relajante, quiero abrir mis ojos y reclamarle al viejo el por qué me hizo lo que me hizo, porque, digo, él fue el que me durmió, de eso no cabe duda. Bostezo con fuerza y el olor a pollo asado me despierta por completo, tallo mis ojos, para por fin abrirlos. Estoy dentro de una cueva, es bastante agradable, los colores de los azules y verdes que contrastan bastante bien. Estoy en una enorme cama de pieles, y libélulas y las alas de las mariposas brillan siendo la fuente de iluminación del lugar, ¡genial! Esto es asombroso. Veo que se asoma un hombre alto, de cabello azulados oscuros, con una gran sonrisa, él no es el guardián de la muerte:
            —Por fin despertaste —se acerca él a mí—, Miyagi se ve preocupado por ti. Él no tenía planeado el que vinieras a La Nada por su culpa.
            —¿La Nada? —pregunto.
            —Sí, La Nada, el lugar de los guardianes. Soy Nowaki, el guardián del agua.
            —¡Súper!
            Nowaki solo suelta una leve risita y me pide que lo acompañe afuera, tenían mucho que explicarme, ¡eso es cierto! Al parecer, el guardián de la muerte, se llama Miyagi. Genial, Miyagi tiene mucho que explicarme. Salgo, y la luz del sol me relaja, veo a mis alrededores, el lugar es increíble, es un manantial subterráneo y a lo lejos veo más selva y bosques, y también unas zonas de montañas y arena, además de un lugar con nieve. Esto sin duda es algo nuevo.
            Subo detrás de Nowaki a la parte superior de la cueva, ¿puedo repetirlo? Por supuesto que lo haré ¡qué ironía! Aquí están Misaki y el demonio Kamijou, bastante calmados, por cierto. Misaki habla con un guardián de cabellos plateados, ¡je! Parece enamorado, y el demonio, bueno él habla con una guardiana de cabello blancos como la nieve, le chica se ve emocionada. Y Miyagi también está aquí, sentado y serio, sin hacerle caso a nadie, y nadie parece quererle decirle algo, es como si todos... le tuvieran respeto o hasta miedo. ¿Por qué deberían tenerlo? A mí me perece solo un viejo amargado que necesita que alguien hable con él.
            —¡Miyagi! —grito y me acerco a él.
            Él suspira—: ¿Qué sucede?
            —¿Cómo que qué sucede? Miyagi, ¿por qué demonios me trajiste aquí?
            —Por la misma razón que a Misaki y a Hiroki —ahora habla la chica de cabellos blancos— El que hayas visto y convivido con un guardián, provoca que tengas que ser protegido por aquel guardián, esto será hasta que toda la amenaza por la que pasamos acabe. ¿Alguna duda?
            —No, no realmente... ¿y mis cosas?
            —De eso no te preocupes —es la voz de Nowaki—, toma, tu mochila y libros. Todo está intacto.
            Nowaki me da mis cosas y abro mi mochila para verificar que verdaderamente están todas mis cosas, a ver: teléfono, sí, IPad, sí, libertas, sí... libros... lamentablemente sí, estuchera, sí, cargadores, sí. Pues sí, sí están todas mis cosas y los textos de la biblioteca. Veo a Nowaki y le agradezco por haber guardado mis cosas, genial ahora yo me agrego a la lista de desaparecidos, y la verdad eso ni me importa, solo quiero que todo esto acabe para así, poder irme de aquí. Misaki me sonríe y se acerca a mí, ¿qué rayos quiere de mí?
            —Oye, Shinobu —me habla—, de pura casualidad ¿sabes cómo están allá en la tierra?
            —Oh, sí —respondo—, nadie para de hablar sobre tu desaparición y la del demonio Kamijou. Muchos creen que ustedes son amantes y que escaparon juntos, otros dicen que fueron secuestrados. Y todos en la escuela saben que el último lugar en el que estuviste fue en el bosque cerca de tu casa, al igual que el demonio Kamijou, porque su auto fue encontrado allí.
            Veo como Misaki se sonroja de sobremanera, ¿acaso dije algo malo? Solo le dije lo que él quería escuchar ¿no? Demonios, parece adorable bebé así, ¿qué rayos le sucede a este chico? Y por parte del demonio Kamijou, creo que metí la pata al decir su apodo en vez de su nombre, pero es que, es inevitable, todo mundo la llama de esa forma, y todo es culpa de su temperamento:
            —Takatsuki —me habla el demonio Kamijou—, en primera, ¡no vuelvas a llamarme así! En segunda ¡No vuelvas a mencionar las estúpidas teorías de tus compañeros! Que escapamos por ser amantes, por favor. Tercero, toma esto con más seriedad. Cuarto ¿cómo es que se dieron cuenta sobre las desapariciones?
            —Fácil, la madre de Takahashi fue a hablar con el director, al parecer lo quería contactar a usted y no respondía a sus llamadas. Un estudiante estaba castigado y pudo escuchar de todo lo que hablaron, era obvio que esa noticia se desprendería por toda la escuela.
            El demonio Kamijou suspira cansado, y parece estar cansado, bueno ya lleva un buen ratito aquí, y dudo que aquí hay lo mismo que en el planeta tierra. Solo miren los atuendos de todos, me recuerdan a las películas de batallas o las del Hobbit, nada más por mencionar unos ejemplos. Pero ni crean que me desvían de mi principal objetivo; Miyagi, yo quiero que él mismo me explique todo, nadie, absolutamente nadie más hará el trabajo que a él le corresponde, digo, así también podremos conocernos mejor.
            —Shinobu —hablando del rey de Roma, él me llama.
            —¿Sí?
            —Nos vamos.
            Veo como Miyagi se levanta de donde estaba sentado y caminaba al borde de la cueva, dispuesto a silbarle a su dragón que me da miedo. Pero La chica de cabellos blancos se ve enojada:
            —Miyagi, no seas aguafiestas —comenzó—, el pobre de Shinobu, no ha comido ni se ha bañado, además creo que querrá conocernos, yo lo quiero conocer a él. No seas así.
            —Ceci —creo que así se llama la guardiana—, sabes que no puedo estar tanto tiempo aquí. Además, tú también deberías de estar con tus cosas, ya mero llega el invierno y por culpa de la cercanía de la tierra al sol, la tienes difícil, no me vengas con esa clase de tonterías.
            —¡Tú no me vengas con esa clase de tonterías! Miyagi, no te preocupes, una vez que pases el rato con nosotros en un lugar que no sea tu Olvido te hará bien. Ya... no te resistas ven y come con nosotros. A pesar de que eres nuestro hermano, no sabemos mucho sobre ti.
            Debo ayudar a Ceci, se nota que a Miyagi realmente le hace falta socializar, yo sé sobre ese tema. Pero también solo hace falta comprenderlo a él, yo lo comprendo.
            —Miyagi, anda quedémonos solo por esta vez —ahora el que insiste soy yo—, por favor...
            Hago una de mis caritas de súplica, esas nunca me fallan. Y parece ser que esta vez no es la excepción. Miyagi se queda viéndome, ya está comenzando a dudar, ¡lo logré! Aflojó sus hombros y suspira de forma pesada, eso es clara señal de que sí acepta que nos quedemos aquí a comer. Por lo que tomo la mano de Miyagi y lo llevo devuelta a la enorme e increíble mesa (que ya está puesta y lista), siento como Miyagi acepta mi agarre de manos, eso me alegra y demasiado, aunque los demás guardianes me ven con cara de asombro ¿por qué deberían verme así?
            Me fui a bañar, lo loco es que es un baño público y mixto pero a un nivel mucho más arriba, por mí no hay problema pero veo que a Misaki y al demonio Kamijou no les parece igual, se veían sonrojados y totalmente decididos a no querer entrar a bañarse conmigo, bueno sí, apestaba un poquito pero no para exagerar, además como si nunca en su vida hayan visto un pene ajeno al suyo... yo sí he visto y no tiene nada de malo, ¿a poco les da vergüenza su cuerpo? Sí, yo creo que es eso, o, o, más bien les da vergüenza que algún guardián en específico los vea... creo que son las cosas que provoca el enamorarse, no tengo idea como se sentirá verdaderamente el amor, pero siempre han dicho que es algo muy lindo y esas cosas, aunque eso solo lo sabré cuando llegue el momento, tengo fe de que sentiré una sensación tan especial que me diré a mí mismo “te has enamorado”, he tenido muchas parejas pero nunca he sentido lo que dicen que sientes cuando te enamoras, me falta mucho por buscar.
            Subo a donde ya todos están listos para comer ¡yo igual estoy listo para comer! Así que me acerco a donde los demás y me siento junto a Miyagi, quién voltea a verme y yo simplemente le sonrío. Miyagi me ve con cara de confusión y luego suelta lo que esperaba que hiciera desde hace rato, una pequeña sonrisa, por más pequeña que sea, me gusta verlo así. Y solo así, comenzamos a comer, entre pláticas con varias bromas por parte de Ceci y una tal Fogos, todos aquí son agradables a su manera, aunque eso sí, a Miyagi le tenían un gran respeto, como temiendo a que por culpa de algo que dijeran, él se enoje, no creo que él sea capaz de hacer alguna locura, ya lo he visto actuar, siempre ve por el lado objetivo de la justicia, no deberían tenerle miedo. Yo no le tengo. 
            —Miyagi —decido yo hacerle plática a él—, cuéntame, ¿es cierto que tienes 5 mil años? Oh, oh, ¿también es cierto de que a un hombre lo dejaste vivir y que le hablaste pero no te dejaste ver?, ¿Por qué ahora sí te dejaste ver si sabías que yo estaba ahí? Dime...
            Todos voltean a verme, con cara de miedo, repito ¿acaso dije algo malo? Miyagi también ve a todos con cara seria, parecen asustados, excepto Ventos, el guardián de cabellos plateados que creo que se llama Usami, pero Misaki le dice “Usagi-san”, pero por seguridad le diremos Usami... ¡ah! Y Nowaki.
            —Bueno —me llama la atención para que le ponga atención—, sí, sí dejé vivir a un hombre cuando parecía que él iba a morir, eso lo he hecho miles de veces y es porque juzgo, esas personas merecían un tiempo más. No, no tengo 5 mil años, tengo 20 mil años y-
            —¡Eres un viejo! —me burlo, aunque a los demás no les dio gracias, ¿por qué cuando se trata de Miyagi actúan de esta forma? La verdad es que me molesta que lo hagan.
            —Si lo pensamos como tú lo haces, sí, sí soy viejo, pero ni tanto. Ventos lo es más, él tiene 24 mil años.
            Me río levemente, Miyagi es realmente agradable.
            —Y para tú siguiente pregunta, bueno... la verdad es que... ni siquiera yo lo sé... algo me decía que tenía que aparecer en persona, de una forma creo que no me equivoqué y de otro creo que sí lo hice.
            —Yo creo que no te equivocaste —le sonrío y seguimos comiendo.
            Ve de reojo a los demás y ahora sonríen, pero de una forma melancólica, me pregunto por qué de esa forma...

Unas horas después, me despido de todos los presentes para subir al dragón de Miyagi, pero antes de hacerlo, él me da un collar de un diamante (creo que eso es) transparente y en forma de rombo, me lo pongo y me llega a la mitad del pecho y se vuelve de color negro.
            —Miyagi —es Ceci quién habla, su tono es de preocupación—, ¿estás seguro de lo que haces? Ya diste una parte de tu alma hace ya varios años, y ese ser te apuñaló por la espalda engañándote. Si le das parte de tu alma a Shinobu puede ser peligroso para ti, si quieres yo mejor hago el collar para él y tú-
            —No —Miyagi la interrumpe—, quiero yo mismo darle el collar a Shinobu, él se quedará conmigo y lo protegeré ante todo, no dejaré que nadie lo lastime. Y yo sé que él cuidará bien del collar, ¿verdad, Shinobu-chin?
            ¿El alma de Miyagi? Es algo realmente importante, aunque cualquier cosa que me dé Miyagi, para mí ya es importante...
            —Claro que sí. No te preocupes, Ceci, todo estará bien.
            La guardiana suspira rendida— Confío en ustedes dos, nos vemos pronto, Shinobu.
            Sonrío y nos vamos en el dragón de Miyagi, me abrazo a él y veo a mis alrededores, ya está oscureciendo, veo los demás Olvidos, son increíbles y representan perfectamente lo que protegen cada guardián, me gustaría conocer todos los demás Olvidos. Nos vamos acercando a unas montañas oscuras, decoradas por una luz roja, que las atraviesa, vaya, el Olvido de Miyagi (supongo que ese es el suyo) da un poco de miedo... El dragón aterriza cerca de un enorme castillo que se escondía entre las montañas, entramos en ella, y wow, simplemente increíble. Hay una cascada del lado derecho y es de color rojizo, casi como la sangre, en el cielo (ya que el castillo no posee techo) hay millones de luces que brillan, de varios tonos amarillos, parecía estar hecho de Onix el lugar, y veo unas puerta de cada lado del lugar.
            —Sígueme —habla Miyagi y yo obedezco a su orden.
            Pasamos por unas puertas y llegamos a un cuarto, (éste sí tiene techo), hay una gran cama del lado derecho del lugar con cobijas hechas de piel de oso (creo), antorchas en cada esquina del cuarto (excepto de donde está la cama), un ropero de madera firme y bien tallada, se ven perfectamente los detalles de ésta, alfombras y cortinas de color gris, y un bello escritorio junto al gran ventanal que hay.
            —Bien —dijo Miyagi—, buenas noches, Shinobu.
            Y antes de que él se fuera, corro y lo abrazo con fuerza, no sé por qué pero realmente quería hacerlo, quiero aspirar su aroma, sentir su temperatura, quiero estar junto a Miyagi y comprenderlo siempre que lo necesite.
            —Gracias, gracias por querer cuidarme, Miyagi. Prometo no ser una carga, sino una ayuda.
            Y sin más beso su mejilla izquierda y le sonrío, será bastante divertido estar con él. Aunque algo me dice que las cosas se podrán complicar... y mucho. Miyagi solo me ve y sonríe, joder, como amo su sonrisa.

CONTINUARA
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Perdón por las faltas de Ortografía.

Notas finales:

Espero que les haya gustado mucho, mucho!

Esperaré con ansias sus rews, créanme, ellos me alegran el día ya que puedo saber su opinión respecto al cap. culaquier rew es bienvenido!

Bueno, ya se acerca el año Nuevo, así que les deseo un muy feliz Año Nuevo 2016, ¡que este año sea de puras cosas buenas para ustedes y una nueva oportunidad para lograr tus metas!
Nos vemos la próxima semana n.n/

Los Quere Musho Miraku SAYO~


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