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Más allá de la verdad por Miraku

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Notas del capitulo:

Hola! Bueno por ahora, como cada lunes (recuerden, esto es temporal) ¡llegó el nuevo cap! Gracias por todos sus reviews, me alegra que esté gustando mucho
el fic.

NARRADOR: -Misaki

Sin más a leer:

¿Una canción? Vaya, conforme va pasando el tiempo, más cosas se van desatando, entre ellas, más peligros. Ellos nunca quieren faltar, pero bueno, sin peligros, la vida no sería tan emocionante. Si soy sincero, esto que estoy pasando junto a Usagi-san está siendo lo más increíble y emocionante en mi vida. Cuando vuelva con mi madre, obviamente no me creerá si le cuento todo por lo que he pasado, pero tengo al profesor Hiroki y Shinobu, ellos también están viviendo lo mismo que yo, claro que en diferentes maneras, no sé cómo sea su vivir con su protector. Si me preguntan, cómo es mi pasar con Usagi-san; bueno, no sé cómo describirla; no es buena, ya hemos discutido y él hace unos días ni me hablaba, pero tampoco diría que es mala. De alguna forma, me fascina estar con Usagi-san, por más pequeño que sea el momento, lo disfruto como ninguno. Espera, ¿qué no ese tipo de situaciones la siente de esa forma, cuando uno se enamora?  ¡Por todos los guardianes! Yo no estoy enamorado, enamorarse es una palabra muy larga, grande y con muchos problemas. No, no, no, y ¡no! Debe ser más bien, que me estoy volviendo loco quizá, no, nada de quizá ¡me estoy volviendo loco! Simplemente suspiro, mi cabeza se está revolviendo por cosas que no son necesarias. 

            Estoy en la habitación que Usagi-san me dio, en la terraza para ser preciso. Solo alzo la vista hacia el cielo y miro las brillantes estrellas y galaxias que adornan el Olvido de Usagi-san. Recuerdo que mi mamá decía que cuando uno vence sus miedos, esa persona se dará cuenta de ello porque las estrellas volverán a brillar y ellas estarán a tus pies. ¿Qué querrá decir con eso? No lo sé, pero también recuerdo que eso que decía venía acompañado con que era la metáfora del guardián de la noche. Creo que solo hasta que verdaderamente me enfrente a mis mayores temores entenderé porque las estrellas vuelven a brillar, tal vez tenga que ver con que tu encuentras un brillo que nadie más podrá ver. Quién sabe, pero ahora que estoy aquí, me gustaría averiguar. También, Usagi-san me habló sobre una canción de cuna (yo digo que es de cuna) y que ésta no la conoce aquella bruja que se puede disfrazar de la tercera parte de la luna, pero no sé cómo va la canción...
            —La canción se llama: “Duerme” —es la voz de Usagi-san.
            —¡No vuelvas a andar por mis pensamientos, sin mi consentimiento! —le regaño, ¡pero, hablo enserio!
            —Perdón, pero es divertido —Usagi-san se acerca a donde yo estoy sentado—. ¿Qué no se supone que los niños de tu edad ya están durmiendo a estas horas?
            —Que gracioso. Oye, ¿dijiste que la canción se llama “Duerme”?
            —Sí, ya que para eso sirve. Los niños la escuchan en sus sueños cuando no pueden dormir por culpa del miedo, normalmente por las pesadillas.
            —Ya veo... ¿me la cantaron a mí cuándo era bebé?
            —Sí, a cada persona se la he cantado al igual que mis ancestros. Casi siempre cuando tienen uno o dos años, porque normalmente los niños a esa edad lo justifican a ello y sus ideas con la imaginación. Además de que la gente se olvida de lo que uno hace a esa edad.
            Solo asiento.
            Presiento que Usagi-san no me quiere decir la letra de la canción... “No, no lo haré. Tú buscarás la letra por tu propia cuenta.” ¡Usagi-san, por favor! “¿Por favor que te diga la letra o por favor que deje de entrar de esta forma a tus pensamientos?” ¡...D-de ambas! “Pues a las dos diré que no.”
            —Que malo eres —le digo viéndolo a los ojos.
            Usagi-san simplemente suelta una leve risa, ¿acaso le es gracioso andar así por mis pensamientos? Para mí, no lo es, y tal vez nunca lo será. Y la verdad, ya tengo un poco de sueño, por lo que entro a mi habitación y Usagi-san me sigue. Hoy pasaron tantas cosas, entre ellas que me peleé y contenté con Usagi-san, si tan solo así de fácil fueran todos los problemas de toda la gente, ¿cuán más fácil sería el mundo? No tengo idea... Me acerco a la enorme cama donde guardé el pijama que por el momento uso y me dirijo al baño para obviamente cambiarme y lavarme la cara. Entre mis manos pongo un poco de agua de la concha donde hay, por cierto, el baño es realmente increíble, es como estar dentro de una cueva ya que es toda de roca, y diamantes son los que dan luz. Un diamante transparente y limado es el espejo, un lago es donde uno puede bañarse, creo que es de mis lugares favoritos en el castillo de Usagi-san. Remojo mi rostro en el agua, siento la frialdad del líquido, tan relajante y sereno es este momento, en especial porque puedo echar lejos mis preocupaciones y simplemente descansar. Me veo al espejo, lo único que ha cambiado en mí, son las ojeras, han disminuido, antes, prácticamente eran unas bolsas negras debajo de mis ojos, parecía mapache. Y ahora, son menos notorias, ¿por qué habrá sucedido? Si últimamente he dormido poco debido a incomodidades, pero eso sí, cuando recobro el sueño duermo de forma perfecta. Aikawa dice que cuando uno logra dormir con facilidad y comodidad es porque un está cerca de su ser amado... ¡Qué no estoy enamorado, carajo! Todo lo que vivo, lo asimilo con lo que tiene que ver con lo sentimental, lo pasional, con el amor... Definitivamente me urge dormir y posiblemente un psicólogo.
            Salgo del baño, Usagi-san está sentado en el sillón cerca de la cama, leyendo. Es la primera vez que lo veo con gafas, éstas son como las de Julia, redondas, pero mucho, mucho más pequeñas. Sonrío de lado y me acerco a él, está leyendo un cuento.
            —¿Qué lees? —decido preguntar, nada más para hacer la plática.
            —¿Eh? ¡Ah! Es un libro de la tierra, un cuento que escriben sobre los guardianes.
            —Ya veo... los guardianes son de los temas preferidos entre los niños. Una vez vi a un pequeño grupo jugar que son ustedes, niñas imaginando ser tan bellas como Fiorella o Ceci, niños sintiéndose tan poderosos como Nowaki o Fogos. Recuerdo que de pequeño, después de que te vi, solo hablaba de ti, hasta te dibujé un millar de veces. Mi mamá me cuenta que eras de lo que más dibujaba.
            —¿De verdad?... ¿Y aún me dibujas?
            Me sonrojé al instante, creo que eso no lo debí a sacar como tema de conversación con él, que vergüenza. Solo suspiro rendido.
            —No me sirve mentirte, sí,... aún te dibujo...
            No sé si sea posible, pero siento cada vez más caliente mis mejillas.
            —Algún día debes hacerlo.
            —¿Eh?
            —Dibujarme, quiero ver como lo haces, estoy seguro que tienes un gran talento.
            Solo sonrío complacido, tal vez sí es una buena idea, dibujar nuevamente a Usagi-san. Ahora que lo vuelvo a ver podré perfeccionar algunos detalles. Me gusta la idea. Bostezo con pereza, creo que Usagi-san entendió perfectamente que ya estoy cansado, pues se para de donde estaba, mientras yo iba hacia la cama, y como la primera noche que pasé aquí. Usagi-san apagó las luces y lo último que sentí fue un beso suyo en mi cien, y por primera vez, siento tan caliente la zona donde él me besó. Sinceramente, extrañé mucho ese gesto.

Por instinto me levanto, joder, la cabeza me da vueltas. No puedo saber qué hora es, más aparte aquí siempre es de noche. Veo hacia el frente, está todo borroso, tengo como ganas de vomitar, la boca se me hace agua, caliente, como si ya viniera, pero no. Es como si mis piernas no reaccionaran, y el maldito dolor de muele vuelve a aparecer, ¿qué rayos está pasando?

“Misaki.”
Esa no es la voz de Usagi-san, mi collar está de color blanco, ¿qué significa el color blanco? Esa voz... creo que jamás la he escuchado en toda mi vida, pero no puedo evitarlo, se me hace muy conocida.
“Misaki, no tienes que temer. No te haré nada... por ahora.”
¿Quién eres?
“¿No lo sabes? Bueno, mi identidad por ahora no es necesaria. Escucha, solo te quiero pedir algo pequeño: deja de creer lo que crees de Usami.”
¿E-eh? ¿P-por qué debería?
“¿Por qué más? Él solo querrá apuñalarte, sufrirás al estar a su lado, ¿qué acaso no te das cuenta?”
Eso, eso lo dijo la bruja Kaoruko. Un momento... ¡Maldita! ¡S-sal de mi cabeza! ¡Vete!
“Eres rápido para saber quién soy, Misaki. Escucha, como veo que no quieres hacer lo que dije, te pediré otra cosa, algo con lo que podrás aún permanecer al lado de tu querido Usagi-san. Bien, tienes que conseguir la canción de cuna, la de la tercera parte de la luna y del guardián de la noche.”
¿Está loca o qué? Jamás conseguiría la canción para las brujas. Tengo que hacer algo, pero ¿cómo puedo pelear contra alguien que está dentro de mí cabeza? De pronto, la respiración comienza a faltarme y trato de coger aire, es como si alguien estuviera apretando mi cuello, no, alguien lo está haciendo. No lo puedo ver, pero sí sentir, puedo sentir como dos manos aprietan alrededor de mi cuelo cada vez con más fuerza.
“Es tu última oportunidad, o buscas esa canción o mueres, tú no quieres eso ¿cierto?”
N-no, n-no b-buscaré esa... agh... canción...
“Veo que el aire ya comienza a faltarte, y no me importa. Por mí, una vida menos, es mejor.”
El estrangulamiento es cada vez más fuerte, trato de detenerlo, pongo mis manos sobre la fuerza que me evita el aire e intento empujarlas, es imposible es miles de veces más poderoso que yo. Comienzo a toser con fuerza y aferrarme a la vida con lo poco de aire que logro aspirar, empiezo a ver nublado y la espantosa risa de Kaoruko es el eco de lo único que se puede escuchar en la habitación. Usagi-san ¿dónde estás? Usagi-san, solo puedo pensar en ti, en ti y en nadie más. Solo la imagen de él es lo que llega a mi mente, a pesar de que no puedo respirar bien, su simple imagen me hace sentir seguro y también ansioso, ¡Usagi-san, por favor, ayúdame! Te necesito, te necesito, te quiero junto a mí. Cada vez me es más difícil respirar, necesito, quiero, quiero vivir.

Un cegador resplandor blanco ilumina todo el lugar, y lo que me estrangulaba desapareció de forma brusca el aire me comienza a llenar los pulmones, tozo con un poco de brusquedad. Puedo escuchar algo, son dos voces combinadas, el grito de dolor de Kaoruko y una dulce, una voz comprensiva, que decía en repetidas veces “Duerme, duerme, aquí estaré” con un ritmo relajante y una flauta a lo lejos. La habitación cada vez brilla más y más con ese blanco puro y brilloso, es como si viera a la luna en su máximo esplendor. Es la voz de una mujer, no de Usagi-san, no hay duda de ello. No puedo ver nada más que el blanco, mi collar se torna de un tono aguamarina muy brilloso, este color tampoco lo había visto nunca en él. Pero a comparación del blanco, éste me gusta mucho más. Pronto el brillo desapareció, al igual que Kaoruko, al igual que la bella voz que cantó. ¿Habrá sido alguna parte de la luna? No tengo idea y lo dudo mucho... pero sea como sea, esa voz me salvó de una muerte segura. Suspiro, puedo respirar ya con normalidad, la saliva pasa por mi garganta. La verdad, eso sí que me llevó un buen susto.
            —¡Misaki! —esa sí es la voz de Usagi-san.
            Volteo hacia la puerta, donde él está, con un gesto de preocupación, su respiración es entrecortada y se ve cansado. No, Usagi-san, no quiero que estés así. Le regalo una sonrisa lastimera, en señal de que no quiero que esté así y que estoy bien. Usagi-san se acerca de forma lenta hacia mí, quiero llorar, simplemente quiero llorar. Le extiendo los brazos, quiero abrazarlo, sentirlo cerca de mí, quiero sentirme seguro. Usagi-san viene hacia mí y me abraza, me siento tan bien así con él, me aferro con fuerza a su ropa, no quiero tenerlo lejos, no quiero que algo malo le suceda, unas pequeñas lágrimas de forma traicionera escapan y se resbalan por mis mejillas, me alegro, me alegro tanto de que él esté aquí, conmigo. Si a Usagi-san le pasara algo, no sé qué haría. Odio ver a la gente así, sea quien sea. Escondo mi rostro en el pecho de Usagi-san, y, a pesar de que sus manos son frías, su cuerpo es cálido, cálido como ninguno, es una sensación completamente diferente a cualquier otra que haya sentido, y me encanta. Usagi-san reposa un poco su peso sobre mí y dejo que lo haga. No quiero que él se preocupe por mí, odio eso.
            —Misaki, perdóname, perdóname —sonaba desesperado.
            —¿P-por qué lo dices, Usagi-san?
            —Sentí la presencia de una bruja madre —se aferró más a mí—, y cuando intenté venir aquí y salvarte no pude —comienza a relatarme—. Hubo una emboscada en la tierra, por suerte me encontraba con Ceci y me ayudó, en lo único en que pensaba era en venir lo más pronto posible y salvarte, y solo salvarte, no quiero que nada malo te suceda, Misaki. Yo te prometí que nada te haría daño y hasta yo mismo te provoqué dolor. ¿Qué clase de protector soy? Si no logro que estés bien, Misaki. No quiero que nada malo te suceda, absolutamente nada.
            —Usagi-san... está bien. Calma, y mira, me encuentro bien.
            —Pero no logré llegar yo mismo a salvarte, tuve que hacer una invocación a una parte de la luna para que te ayudara. Soy patético.
            —No digas eso, me salvaste. Me salvaste al mandar una parte de la luna por mí, todo está bien, Usagi-san, ya todo se calmó. Y-y y-ya e-estás junto a mí.
            Mis mejillas arden, y demasiado. Demonios, ¿cómo pude decir eso? Qué vergüenza. Usagi-san se separa un poco de mí y con sus pulgares limpia mis mejillas, con dulzura y despacio, su tacto provoca que arda donde tocó. De pronto, veo sus ojos al igual que él hace lo mismo. Su color amatista, por primera vez tienen un brillo, aunque es un brillo de preocupación. En todo el tiempo que he estado con Usagi-san, esta es la primera vez que sus ojos brillan. Y aun así, ellos se ven millones de veces más hermosos. Simplemente le regalo una sonrisa, mis mejillas arden cada vez más y solo, cierro los ojos con fuerza para regalarle un beso en la frente.
            Genial, ¡qué vergüenza! “Oye, gracias...” ¿Tú no pierdes tiempo para andar por mi mente, verdad? “No...” Igualmente, gracias, por preocuparte por mí.
            Mi collar dejó de ser color magenta para volver a ser negro. Y así no quedamos, abrazados, me sentía tan seguro allí, entre los brazos de Usagi-san, que no me di cuenta cuando me quedé dormido entre ellos. Pero eso sí, el sueño lo siento tan placentero, tal vez lo que dice Aikawa es cierto, uno duerme mucho mejor estando cerca de alguien muy querido, ¡pero yo no estoy enamorado! Solo, considero a Usagi-san como alguien muy importante para mí, tal vez hasta como un padre para mí. Un padre... desearía que el mío hubiera sido así, alguien preocupado por su hijo y viendo todo por él, justo como lo hacen los demás papás..., ¿sonaré egoísta? Probablemente, pero realmente hubiera querido un padre que hubiera amado a mamá como ella se lo merece, un padre que me quisiera y preocupara como lo hace Usagi-san conmigo. Sí... solo considero a Usagi-san como un padre para mí, para llenar el vacío que el verdadero dejó. Por eso es alguien especial para mí, gracias Usagi-san por tratarme como un hijo, gracias por quererme como si fuera tu hijo.

Voy despertando, de forma pesada, anoche fue difícil. Siento algo cálido, algo delicioso, provoca que quiera seguir durmiendo. Sonrío por instinto y me aferro más a lo que provoca aquel calor, ¿tela? E-es un brazo, por lo que abro mis ojos como plato, veo hacia enfrente y... ¡carajo, dormí con Usagi-san! Estoy entre sus brazos, me tiene aprisionado, no puedo escapar. Simplemente este ambiente es incómodo. ¿Qué hago?
            —No te muevas mucho, no me dejas dormir —dice Usagi-san, aún tiene los ojos cerrados.
            —P-perdón, perdón... ¿A poco tú duermes?
            —Sí, solo que no muy seguido.
            —¿O sea...?
            —Durante todo el año humano, solo duermo cuatro veces. Una vez por cada estación.
            —Ya veo. Si quieres, sigue durmiendo —intento levantarme, pero Usagi-san no me deja y me abraza con más fuerza—. ¿Q-qué sucede?
            —Sí, quiero seguir durmiendo. Pero quiero dormir contigo.
            Me sonrojo con fuerza, ¿por qué rayos dice eso? Me incómoda.
            Con más esfuerzo intento escapar, me muevo para todos lados, trato de quitar los brazos de Usagi-san de mí, pero no puedo, el maldito tiene mucha más fuerza que yo. Intento escapar dando excusas que terminan siendo cachadas, maldito nuevamente, sabe cuándo miento, ¿será que soy malo en eso? Por lo que simple y llanamente me doy por vencido y me quedo aquí, junto a Usagi-san sin buscar la forma de separarme, y sin darme cuenta vuelvo a cerrar mis ojos, acomodándome mejor entre los fuertes y cálidos brazos de Usagi-san. Aunque, el encanto no duró mucho tiempo, alguien con fuerza abre la puerta, ¿qué no sabe lo que es tocar? Con un sobresfuerzo humano me levanto, Usagi-san ahora no opone resistencia con que me separe y volteo hacia la puerta, es Ceci, Nowaki y Hiroki. Esto es genial, ellos me encuentran en la peor de las situaciones, el rojo de ahora en adelante no querrá irse de mis mejillas, mejor me doy por vencido:
            —Hola... —intento saludar, aunque los gestos de ellos me dicen que esto no está bien—, si quieren les explico la situación.
            —Pero si se ve muy obvio —bueno cuando Ceci dice este tipo de comentarios todo se vuelve mucho más incómodo—, de haber sabido, no hubiera abierto así sin modales, hubiera tocado. Pero aun así, Misaki, saca a Usami de la cama, tenemos que ir al Olvido de Toby y rápido.
            —¿Por qué?
            —Shhhh, no digas nada y hazme caso. Los esperamos abajo.
            Solo asiento y veo como Nowaki, Ceci y Hiroki -quién este último solo asintió antes de irse- se van, y ahora, nueva misión: sacar a Usagi-san de la cama. ¿Cómo hago esto? Haber... ¡ah, ya sé! Ya que él me dejó ir, voy al baño y hacer algo clásico pero bastante eficiente (creo...), mojar a Usagi-san con agua fría. Busco algún bote o vaso, solo hay conchas, bueno hay una grande y honda, esta me servirá. La tomo y la lleno de agua, lo bueno es que ésta está fría, salgo del baño y me acerco a Usagi-san para verter el líquido sobre su cara. Al instante en que tienen contacto, Usagi-san se levanta de golpe gritando que está fría, demonios, creo que lo hice enojar, ¿será de esos sujetos que despiertan de mal humor? Cuando voltea a verme responde a mi pregunta, sí, está de muy mal humor. Solo río de forma nerviosa y dejo la concha cerca de la cama para después... patitas ¿para qué nací con ellas? Solamente salgo corriendo evitando cualquier cosa de la que se capaz de hacerme. Usagi-san sale de la habitación, lo veo de reojo a través de mi espalda, su gesto demuestra perfectamente que está enojado:
            —¡Lo siento, lo siento, lo siento! —ruego, mientras me escondo detrás de una estatua cerca del cuarto.
            —Misaki...
            Solo veo como Usagi-san saca su báculo (no sé cómo o de dónde, pero lo saca), genial, he aprendido una lección: no despertar a Usagi-san de algunas de sus únicas cuatro noches de sueño, lo ponen de mal humor. Aunque, por su rostro, posiblemente moriré. Ay no, tengo tanto que vivir y contar, esto no puede acabarse así:
            —Oigan, ¿qué les dije? —es la voz de Ceci, gracias, me acabas de salvar mi vida... posiblemente— Tienen que apurarse, tenemos que estar en el Olvido de Toby en cuanto antes.
            —¿Eh? —Usagi-san se relaja  y baja el báculo, gracias al cielo y a ti Ceci, otra vez—, ¿qué sucede ahora?
            —La verdad, no tengo idea. Solo me pidieron que los llevara a todos ustedes rápido. Supongo que ya que estemos allí nos dirán la situación.
            —Está bien... Vamos, Misaki.
            Solo asiento y me voy a mi habitación para bañarme de forma pesada, aún tengo un poco de sueño. Salgo del lago subterráneo y me seco, para después ponerme la ropa, que es un pantalón café oscuro largo y un poco justo, botas cafés debajo de mis rodillas, una playera en tres cuartos blanca y por supuesto, mi collar. Siento una fuerte corriente que atraviesa mi columna vertebral, demonios, de pronto comencé a sentir mucho calor. Trato de ignorar eso y me echo agua al rostro y me seco con una toalla, para que, al verme al espejo encuentre algo extraño, algo que se está comenzando a dibujar en mi cuello, es como un tatuaje de una calavera. Tengo que mostrárselo a Usagi-san, tal vez sepa qué hacer. Salgo de mi habitación corriendo, y bajo las escaleras, y me dirijo a donde están todos los demás esperándome. Le toco por la espalda a Usagi-san y le muestro lo que se está comenzando a dibujar en mi cuello, al mostrarlo, tanto como Usagi-san, Ceci y Nowaki me vieron con un obvio gesto de preocupación. Mi respiración se vuelve agitada y mi vista se nubla, nuevamente me estoy sintiendo excitado, me aferro fuertemente a Usagi-san, repitiendo su nombre una y otra vez, jamás imaginé tener un tono así de voz. Nowaki ve a Usagi-san y ambos asienten ¿qué traman? Él de su cinturón saca un frasco con un extraño líquido verde y verte un poco en su dedo. Solo suelto un grito de dolor, me quema, joder, me quema, esa maldita cosa, al pasarla por el extraño dibujo en mi cuello, provoca que me arda y demasiado... Mi respiración poco a poco vuelve a ser normal, mi vista ya no se nubla y dejo de sentir aquella inexplicable excitación. La verdad es que, es un alivio.  Volteo hacia los demás y les sonrío, todos suspiran y salimos del castillo de Usagi-san. Ceci se van en su oso polar, Nowaki y Hiroki en el dragón rojo y Usagi-san y yo en su bello dragón negro. La bestia emprende en vuelo, y por fin después de un pequeño tiempo vuelvo a ver lo que es la luz del sol. No me molesta la noche, al contrario me encanta, pero de vez en cuando, un poco de sol no le viene mal a nadie. Pronto el clima se vuelve más y más cálido, estamos cerca del Olvido de Toby. Puedo ver como el número de árboles van incrementando, me agrada mucho el lugar. El dragón aterriza en el lugar donde los guardianes entrenan. Es increíble verlos en acción, sus habilidades, sus miedos, como es que se enfrentan a ellos para así sacar un gran potencial. En el lugar ya están Fiorella, Ventos y Toby (bueno, estos dos últimos andan demasiado abrazados, tengo miedo de que Fiorella se enoje, lo cual no lo dudo).
            —Tardaron en llegar —se queja Fiorella.
            —Ya, ya —como siempre, Ceci le lleva la pelea—, como sea. Y, ¿para qué nos citaron? El próximo entrenamiento es mañana. Yo tengo muchas cosas que hacer, principalmente porque tengo problemas con mi piedra fusión.
            —Precisamente es por eso —ahora quién habla es Toby, dejándose mimar por Ventos—, están ocurriendo varios problemas con las piedras fusiones de todos. Según como me contó Ventos, esto es por una simple causa: El Sin Nombre despertó. Hablamos ya sobre esto con Julia, ella nos dijo que debemos hacer una barrera de luz alrededor de nuestras piedras fusión.
            —¿Quieres decir que ese maldito despertó ya? —el tono que usó Usagi-san indica que esto no es nada bueno...
            —Sí, fue mucho antes de lo que atinábamos. Por eso debemos tener cuidado, un ejército de brujas y Obscuros podrán atacar en cualquier momento y con mucha más fuerza y poder. Además, él hará algo que, si logra su objetico, será un problema.
            —¿Qué cosa?
            —Si el Sin Nombre se encuentra ya sea, con Misaki, Hiroki o Shinobu, ellos serán fácilmente una buena presa para él y robaran sus almas, el alma de un humano es el alimento favorito del Sin Nombre y gran fuente de poder, o puede que sea capaz de jugar con el cuerpo de ellos —cuando dijo eso, Toby se sonrojó demasiado, aunque yo también—. En especial con Misaki, ya que él posee un garrazo de bruja, es más débil.
            —Oye, Toby —esa es la voz de Kaoruko—. Me han dicho que eres muy joven para pelear, ¿qué tal si probamos eso?         
            Y la espantosa risa de aquella bruja se escucha por todo ese lugar. Enserio que no la soporto, cada vez se me hace más molesta. Todos se ponen en posición de ataque, sacando sus armas, genial otra batalla de brujas y Obscuros.
            —Ni se molesten en sacar sus armas, malditos —comenzó la bruja—. A quién quiero es solamente a Toby, si él logra vencerme les devolveré esto —Kaoruko saca de su capa una roca con extraño grabado en ella—. Si son listos, se darán cuenta que es una de las dos rocas estelares. La última parte que les falta para completar el mapa de la daga fusión, arma con la que casi matan a mi amo. ¿Qué dicen, trato? Yo creo que es una buena oportunidad, recuerden que si El Ventor posee una de las dos rocas estelares, su poder incrementa y él podría obtener la daga antes que ustedes. Toby, ¿peleas o no?
            Sinceramente si yo fuera él no me atrevería. Ceci me ha contado que Toby es delicado y fácil de romper (emocionalmente) si de algo me he dado cuenta, es que a Kaoruko le gusta, y mucho, jugar con los sentimientos de los demás. Algo que ella diga y Toby podrá quebrantarse, en especial si es sobre su hermana o Ventos, sus dos personas más amadas.
            Toby la ve de forma seria, Ventos, a pesar de tener un porte serio, en sus ojos se ve la clara preocupación por la decisión que tome el guardián de la tierra. Por su lado, Toby saca su enorme martillo, no puede ser:
            —Acepto —implemente dijo. Kaoruko sonríe complacida.
            Todos se alejan para dejar zona de pelea a los contrincantes, si alguien intenta intervenir, Toby podrá morir, las brujas son bastante tramposas. Toby se ve serio, espero que al igual que esa confianza que emana, pelee. Kaoruko saca una lanza, no sé si sea justo, porque aparte de esa arma, ella posee sus hechizos y garras. Espero poder ver qué es lo que Toby esconde debajo de sus mangas. Él empieza el primer ataque, golpeando de forma audaz a la bruja en el hombro izquierdo, lanzándola lejos, una nube de tierra se forma. Kaoruko se levanta y sonríe (ya que no se ve su rostro completo, solo su boca), corre y con audacia le da vueltas a su lanza e intenta atacar a Toby, quién bloquea el ataque con el bastón de su martillo, ejerciendo resistencia, aun así la fuerza de Kaoruko es impresionante. Toby con su pie derecho lo pone entre el mismo de Kaoruko y lo jala hacia él suyo, provocando que ella caiga al piso, Toby retoma fuerza de su arma y golpea a la bruja lanzándola nuevamente lejos. Si esto sigue así, Toby ganará con facilidad. Vuelven a pelear, intentándose golpear el uno al otro, pero bloqueando con su propia arma, aunque en Toby podía ver cada vez más debilidad, probablemente Kaoruko ya entró en su mente y le está llenando de mentiras al chico. Toby se quedó en seco, no está haciendo nada, ¿qué pasó? Toby tiene oportunidad de atacar a Kaoruko y ya, la bruja suelta su espantosa risa. Toma el brazo de Toby con la que sostiene su martillo haciendo que el arma caiga al suelo y dobla con tal fuerza el brazo, que el crudo sonido del hueso tronando sonó, la queja de Toby no se hizo esperar. Kaoruko lo tira al suelo aun jalando de la extremidad de Toby, parece que no se ha roto. Y ella evita que pueda pararse el menor poniendo su pie sobre la cabeza del chico, aplicando fuerza. Toby trata de zafarse:
            —¿Acaso ya no puedes más? —Kaoruko acerca su rostro al de Toby—, Pues yo apenas me comienzo a divertir.
            La bruja toma con su mano derecha del cuello a Toby y lo alza, él, al ser tan pequeño su peso no es mucho. Toby comienza a toser con fuerza, tratando de buscar aire justo como a mí me pasó anoche. Toby con sus manos intenta quitar la de Kaoruko para respirar.
            —¡Maldita zorra! —es la voz de Ventos.
            Volteo y él, saca sus dos cuchillas, éstas emanan un aura roja con amarillo, rayos eléctricos las rodean y se hicieron más largas y afiladas, Ventos está más que enojado. Ventos corre hacia Kaoruko con el objetivo de asesinarla. Toma vuelo de una enorme piedra y salta a una gran altura. Kaoruko con su otra mano hace un látigo y enrolla una pierna de Ventos provocando que él caiga al piso. Rayos eléctricos rojos lo atan de pies y manos dejándolo de pie:
            —Dije, contra Toby —comenzó Kaoruko mientras aprieta el agarre de Toby—, yo no dejé que recibiera ayuda ¿o sí? Porque en ese caso yo también quiero ayuda. Aikawa.
            El lado oscuro de mi amiga aparece y se ve enojada, demasiado. Saca un cuchillo realmente afilado y corre en dirección a Ventos, y no podemos ayudarlos, puede ser peligroso. Toby se ve con los ojos llorosos.
            —¡Agh! —el grito de queja de Ventos avisó que posiblemente es su final.
            El lado oscuro de Aikawa encajó el cuchillo con fuerza en el abdomen del guardián del viento, con fuerza y profundidad. Se puede escuchar el metal chocando contra el cuerpo de Ventos, quién solo tiene los ojos abiertos como platos, sin decir palabra alguna, solo sus labios se mueven lentamente y el líquido rojo comenzó a fluir, como fuente, sin parar, tiñendo la ropa del guardián de carmesí:
            —¡Ventos!, ¡No, no, no! —Toby está llorando y suplicando. Kaoruko lo dejó caer, el chico fue recobrando el aire, y gateando se acerca a donde Ventos, quién lo dejan libre tendido en el suelo.
            —Qué pena, Toby no ganó la prueba —Kaoruko ríe—, para la próxima será. Nos vemos.
            La bruja se va de allí y todos vamos a donde Ventos, gracias al cielo sigue respirando, pero está realmente pálido. Toby está llorando sobre el pecho del mayor, quién con esfuerzo acaricia su cabello con una mano, tratando de sonreír, de ayudar a que Toby deje de estar así. Todos se ven preocupados.
            —Nowaki, tienes que hacer algo —le suplica Toby al nombrado—, por favor, n-no sé qué haría sin Ventos. ¡Nowaki haz algo!
            —No te preocupes —Nowaki le sonríe—, haré todo lo que esté a mi alcance. Rápido, Usami lleva a Ventos a mi Olvido; Fiorella necesito flores de luz, un girasol nocturno, y un lirio de Flosh. Todos vamos a mi Olvido cuanto antes. Toby calma, todo saldrá bien.
            Todos asienten y van hacer lo que Nowaki les indicó. Yo me voy en el oso polar de Ceci, quién trae un gesto de tristeza y preocupación, no la culpo, esto es realmente fuerte. Durante el camino me atrevo a preguntarle si Ventos logrará salvarse, me preocupa mucho el estado de ánimo de Toby, se ve destrozado. Y ahora yo era el que quería llorar, Ceci dijo que, Nowaki nada más le llenó de esperanzas a Toby para que se relajara aunque sea un poco. La posibilidad de que Ventos se salve, es casi nula. Él está entre la vida y la muerte en estos momentos.

CONTINUARA
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Perdón por las faltas de Ortografía.

Notas finales:

Bueno, espero que les haya gustado, creo que cada vez el fic ya toma más forma y camino por donde quiero que vaya. n.n

¿Qué les pareció? Agradeceré sus rews, todos, ¡TODOS son bienvenidos conmigo! ¡Un rew alegra mucho a esta "escritora"!

Nos vemos a la próxima, un gran saludo y les deseo lo mejor,

Los Quere Musho Miraku SAYO~


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