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Me Robas El Corazón por BlackLady24

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Notas del capitulo:

Hola hola ¿Cómo están?! ^-^

Aquí Tania les traaaee… el tercer capítulo de esta maravillosa historia (Eso quisieras Tania ¬ ¬)… jajaja

Espero que sea de su agrado… xD

Me disculpo por los posibles errores… pero en mi país empezó el calor y eso me rostiza las neuronas… jajaj xD

Ese miércoles Trafalgar Law estaba de muy buen humor. Regresaba hacia su departamento después de un maravilloso día en la facultad. En la clase de anatomía habían comenzado a ver el “Aparato Circulatorio” y como futuro cardiólogo, tenía especial interés en ese tema, ahora podría aprender mucho más de lo que ya había investigado por su cuenta. Su entusiasmo era tal que incluso había tolerado las bromas que sus amigos Penguin y Sachi le habían hecho. ¿De verdad su sonrisa daba tanto miedo? Entendía que sus amigos no estuvieran acostumbrados a verlo sonreír pero no era necesario que bromearan tanto al respecto. Suspiro y continuó su camino.  

 

Aprovechando que el centro de la ciudad no era muy transitado a esa hora, Law volvía de la universidad a paso tranquilo mientras pensaba en cómo desquitarse con sus amigos por las bromas pesadas sobre su buen humor. Pero repentinamente algo llamo su atención: se oían claramente los gritos de una mujer. Miró a su alrededor, pero no pudo descifrar de dónde provenían. A su alrededor todo parecía tranquilo, asique pensó que  había sido solo su imaginación y retomó su camino. Al llegar a la esquina estaba a punto de doblar cuando algo, o más bien alguien, impactó tan fuerte contra él que casi lo hacía caer al piso.

 

- Oye, fíjate por don… – pero detuvo en seco su insulto al ver quien lo había envestido.

 

Quedó mudo y sin creer lo que veía. El muchacho pelirrojo al que había visto hacia unos días en los contenedores de su edificio, estaba frente a él y traía una cartera en su mano, los gritos que creía haber oído, ahora eran más fuertes, indicando que una mujer, probablemente la dueña de la cartera, perseguía al pelirrojo pidiendo ayuda. El muchacho respira agitado y su rostro se había tornado rojo intenso cuando sus miradas se cruzaron. No puedo evitar estremecer un poco al ver nuevamente aquellos preciosos ojos ambarinos. Pero también notó la expresión lastimera que reflejaba el rostro pálido del chico. ¿Desde cuándo un ladrón ponía ese tipo de expresiones? No tenía sentido.

 

- Tú… eres… - no pudo continuar la frase ya que el muchacho se había retirado de su lado a una velocidad casi súper sónica, dejándolo con la palabra en la boca.

 

Sus pensamientos quedaron congelados hasta que la dueña de la cartera robada pasó corriendo frente a él, mientras continuaba gritando, y lo devolvió a la realidad. Era inútil perseguir a ese mocoso, era realmente era veloz. Law no le dio más vueltas al asunto y retomo su camino a casa, tenía cosas más importantes en que pensar como para desviar sus pensamientos hacia un ladroncito insignificante. Mientras ese pelirrojo no se metiera con él, estarían en paz.

 

 

Ese sábado Law salía de la tienda tras unas compras de último minuto. Caminaba por la acera cuando quedó paralizado ante lo que vía: De nuevo, el muchacho pelirrojo al asecho. Apoyado contra el poste en la esquina observando a la gente, el chico probablemente estaba buscando a su próxima víctima. Traía una chamarra con capucha para ocultar su cabello y una bufanda tapando su boca.

 

Por un momento Law pensó en llamar a la policía y entregar de una vez por todas a ese mocoso problemático. Pero se le ocurrió una mejor idea: se acercó sigiloso mientras el pelirrojo precia compenetrado en una anciana que parecía tener bastante mal agarrado su bolso.

 

- No pensaras atacar a la pobre ancianita ¿No? – dijo burlón en el oído de Kidd que se sobresaltó y volteó a verlo con una expresión aterrada. Law hecho una carcajada. Era muy divertido ver la  cara de sorpresa, si hubiera podido lo habría fotografiado.

 

- Tu… ¿Qué… que haces aquí? – preguntó en un titubeo mientras su rostro se tornaba escarlata.

 

- De compras- respondió Law mostrando a Kidd la bolsa blanca en su mano. El pelirrojo hizo una mueca de desinterés y se volteó a continuar con lo suyo. Law suspiro y se encontró si mismo sin entender porque haría lo que estaba a punto se hacer- Oye- llamo al chico que sevolteó a mirarlo- Toma… - Le extendió la bolsa que tenía en la mano al muchacho.

 

El pelirrojo le mostro una mirada cargada de desconfianza.

 

- ¿Es… es una broma?- pregunto desconfiado.

 

- No… la bolsa no tiene mucho pero te servirá para alimentarte al menos por hoy. No necesitas robarle a nadie.

 

- ¿Por qué me la quieres dar?

 

Ni siquiera él estaba seguro de por qué lo hacía, pero debía darle un fundamento al pelirrojo, de lo  contrario no aceptaría su oferta. Suspiro.

 

- Hay un oficial de policía por la zona. - mintió - Si haces tonterías te atrapará – se alzó de hombros fingiendo desinterés- Aunque si prefieres ir a la cárcel o a la correccional está bien por mi…

 

El muchacho extendió la mano aun dudoso, pero tomo la bolsa - Gracias – y salió corriendo como alma que lleva el diablo. Mientras veía corre al ladroncillo, una sensación de alivio se apodero de su cuerpo y  tras esbozar una tenue sonrisa, Law regreso a la tienda para comprar de nuevo las cosas y así poder regresar al fin a su departamento.

 

Una vez en su casa, Law comenzó a sentirse un tanto extraño. Confundido por su propia actitud. ¿Le entrego la bolsa al muchacho por evitar que la anciana fuera robada o por ayudarlo? Pero ¿Por qué querría ayudarlo? ese muchacho era un ladrón… no lo entendía. Si bien Law no era mala persona, tampoco se paseaba por la vida haciendo actos humanitarios. Esto no era por caridad ¿O sí? NO. Solo podía permitirse ser amoroso y caritativo con los animales. Definitivamente ese muchachito tenía algo especial. ¿Pero qué seria?

 

Mientras cenaba comenzó a atar cabos sueltos: las veces que había visto al pelirrojo en acción no habían víctimas fatales, no mataba, no golpeaba y no amenazaba a nadie, solo robaba. Dudaba incluso, de que anduviera armado. La duda estaba latente en su cabeza ¿Ese muchachito realmente robaba por placer? Aunque comenzaba a sospechar que no era así, decidió apartar esos pensamientos. Lo hecho no se podía cambiar y ya no importaba. Terminó de cenar, tomó un relajante baño y se metió en la cama. “Yo hice mi buena acción del día” fue su ultimo pensamiento antes de dormirse.

Continuara...

Notas finales:

Y hasta aquí llego mi amor… jajaja xD – ok no.

Yo sé que no son capítulos muy largos… me disculpo por eso… no importa cuántas veces golpeo mi cabeza contra la pared, no me salen más largos que esto D: , pero seguiré intentando (mmmm tal vez no sea buena idea lo de los golpes contra la pared xD )

~ ténganme compasión soy muy nueva en esto de escribir -__- ~  

Pero aun así espero que les haya gustado…

Saludos xD

~Tania~


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