(Doble) Obsequio inesperado One shot- Baekyeol por Ranamai

(Doble) Obsequio Inesperado

Baekyeol


La decisión era demasiado difícil.

Durante muchos años Baekhyun y yo disfrutamos de nuestro matrimonio sólo los dos. Trabajábamos duro, íbamos de viaje, salíamos a comer, a divertirnos y muchas otras cosas. Siempre era divertido cuando estábamos juntos con altos y bajos incluidos. No voy a negar que definitivamente son parte de los mejores años de mi vida. Pero, en un punto y de alguna manera, nos empezamos a sentir solos, como si necesitáramos algo más.

-Chan....- estamos viendo un programa cuando escucho que Baek me llama.
-Mmm…-respondo palmeando su pierna, sin perder de vista la escena que parecía muy interesante.
-¿Podemos tener hijos?- No fui capaz de voltearme enseguida. Para ser sincero, me daba un poco de miedo su expresión. No es como si no hubiera pensado en esa posibilidad antes, pero ¿qué hacer en una situación como la nuestra?

La decisión era demasiado difícil.


Varias veces nos habíamos hecho cargo de los hijos de mi hermana y siempre la pasábamos bien, pero tener hijos por nuestra cuenta… no se cómo manejaríamos esa situación. Me encantan los niños, pero nunca he estado con uno más de dos horas seguidas. Realmente eso no cuenta como entrenamiento paternal.

Pero lo vi en su mirada. Baekhyun realmente quería bebés y no podía negarme. Sabía que iba a ser una experiencia difícil y que probablemente llegaría a puntos en los que no voy a poder más y esté por darme por vencido, pero Baek y el futuro bebé, que estaba seguro que tendríamos, lo valían.

Pasaron seis meses desde que Baek me pidió que tengamos hijos y fueron meses de tristeza, frustración y llanto. Nuestra situación no está bien vista para la adopción y nos lo negaron en tres establecimientos seguidos. Buscamos lugares que tengan antecedentes de haber dado niños en adopción  a parejas del mismo sexo, pero resulta que nos lo negaron por ausencia de una imagen materna, ya que las parejas beneficiadas habían sido sólo mujeres.  
La frustración por el rechazo me tuvo de mal genio y deprimió a Baek. No podía ver las propagadas de pañales sin llorar y no quería salir conmigo como lo hacía antes. Por un momento sentí que si no teníamos un hijo pronto, nuestro matrimonio se iba a ir debilitando, así nos amáramos demasiado. Fue realmente difícil, una de esas etapas interminables en las que el pesimismo salía a flote.

Cuatro meses más pasaron.

Una tarde bastante fresca de primavera Baek llegó, llorando a mares pero con la sonrisa más grande y reluciente que he visto desde que lo conozco, y vaya que lo conozco. Le hice varias preguntas, pero él se limitó a abrazarme con todas sus fuerzas, parado de puntillas para alcanzar mi cuerpo y susurrando cosas que no llegaba a comprender.

-¿Qué pasa Baek?- pregunté curioso y un poco preocupado.
-Lo hemos logrado- dijo en un susurro y mi corazón saltó.
-¿Ya podemos adoptar?- pregunté separándolo un poco de mi para mirarlo y ver como sus lágrimas seguían cayendo.- ¡No lo puedo creer Baek! Es maravilloso- No dijo nada, solo bajó la mirada y algo cambió las cosas por completo. Escuché un pequeño llanto.

Salté separando a Baek de mi cuerpo un poco más y lo miré sin poder creer lo que había escuchado. ¿El bebé ya estaba en la casa? ¿Lo había recogido sin mi? ¿Cómo era posible?
-Baek…- salí corriendo hasta la puerta de entrada, donde habían dos canastas de bebé flamantemente nuevas y un Kyungsoo con cara de espanto al ver al bebé gimotear y al otro dormir.

Un momento
¿Al uno gimotear? ¿Al otro dormir?
¡Había dos bebés en la casa! ¡No uno!

Yo miraba alternativamente a los bebés y noté que las cosas estaban nuevas, pero ellos no se veían muy aseados  y bastante delgados. ¿Qué significaba todo esto?

-Chan… tengo… tenemos algo que contarte-dijo Baek acercándose a mi, tomándome de un brazo y mirándome suplicante, con los ojos todavía llenos de lágrimas.- Te ruego que no digas que no.

Era una historia que todavía no podía creer. Mientras Baek, Kyungsoo  yo intentábamos hacer que los bebés vuelvan a dormir y organizábamos las cosas que habían comprado en el camino, me contaron lo que había pasado.

Baek y Kyungsoo habían ido a un pequeño y pobre orfanato para probar suerte y ver si se nos daba la oportunidad de adoptar un bebé. Al parecer, nadie estaba dispuesto a atenderlos y después de una larga espera e insistencia, Baek decidió rendirse e irse.  Un maravilloso golpe de suerte, según él, es que  fueron testigos de algo que cambió las cosas por completo.

Una figura totalmente tapada en una manta muy sucia y vieja, se acercó con una caja grande a la parte trasera del orfanato, por donde Kyungsoo había estacionado su auto, y se fue. Cuando ambos iban a entrar Baek logró escuchar el llanto de los bebés y sin pensarlo dos veces se había acercado a la caja y descubierto a los niños sucios, hambrientos y abandonados.

-Era una señal Chanyeol. Por diez meses he estado esperando, llorando y rogando que me dejen tener un hijo… sin contar el tiempo que he querido lo mismo desde que nos casamos. Esa persona abandonó a sus hijos porque no puede mantenerlos y tal vez no los quiere. Nosotros podemos mantenerlos y más que nada… los vamos a amar como nada más en este mundo. ¡No iba a dejar que se queden en la parte de atrás de un orfanato hasta que alguien de ahí salga! ¡O peor! Dejarlos morir ahí de frío o de hambre… Yo…- sus lágrimas empezaron a caer de nuevo.
-Baek, tranquilo… no creo que hayas hecho nada malo-dice Kyungsoo intentando tranquilizarlo- Creo que hiciste lo correcto, ya que fuimos testigos de alguien abandonando a dos bebés.
-Lo único que me preocupa es la parte legal. ¿Cómo adoptarlos legalmente?- dije yo viendo como los bebés se movían en sus sillas, evidentemente se iban a despertar muy pronto.
-¡Que Kris se encargue de eso! Para eso es tu abogado y le pagas una fortuna.- exclama casi molesto.
-Baek, amor… son dos bebés ¿Vamos a quedarnos con ambos?
-¡Chanyeol!- gritó alarmado- ¡Son gemelos! ¿Cómo separar a dos hermanos gemelos de esa manera?

Y tenía razón, pero por un momento sentí un espanto. Sabía que ser padre no es fácil, pero dos bebés al mismo tiempo y sin preparación mental previa era demasiado para un día.


Los niños estaban realmente delgados, se notaba que no habían sido bien alimentados ni cuidados desde que habían nacido. No podía tener ni la menor idea de que edad tendrían, pero Baek dijo que a pesar de el bajo peso debían tener por lo menos tres meses de edad. Ignorante en el tema, ya que no había leído tantos libros sobre bebés como él, acepté lo que me decía y continué con las labores de hacerme cargo de uno de los bebés. Descubrí con sorpresa que eran una parejita. Un niño y una niña. Eran mellizos y no gemelos.

*   *   *

Y mientras yo no terminaba de creer que ahora teníamos dos bebés en casa, pasaron una tarde y noche muy agotadoras. Por primera vez en  mucho tiempo, apenas si dormí un par de horas entre la ansiedad, la preocupación y sobretodo la emoción. Bañarlos, darles de comer, intentar hacer que se duerman y cometer muchos errores en el camino era una de las experiencias más alocadamente conmovedoras de nuestras vidas.

Éramos padres.

Al siguiente día, Baek me hizo faltar a la oficina y prácticamente quiso gastar todo nuestro dinero en ropa, comida para bebé, juguetes, cunas y miles de cosas que todavía no se para qué van a servirnos… y peor a los bebés.
Pero ver a Baekhyun cargando a la nena que estaba dormida en su hombro, correteando por ahí con el carrito de compras y volteándose cada cinco minutos a buscar aprobación de mi parte para poner las cosas dentro me hizo enternecerme y no pude decir que no a ninguno de los artículos. Los gigantes números en las facturas no pudieron quitar nuestras sonrisas. Este momento el dinero era lo de menos.

La habitación que habíamos estado preparando para un futuro bebé y que había quedado abandonada en los últimos meses fue arreglada en cuestión de una mañana. Mientras Kyungsoo nos ayudaba con los niños, logramos que entre nosotros hacer todos los cambios para que dos bebés y no sólo uno entren en ella con comodidad.

Jamás en mi vida había visto a Baek tan cansado y feliz al mismo tiempo. Los cargaba, los cuidaba, los aseaba, los hacía dormir, los alimentaba y juro que algo le iba a afectar en su rostro si seguía sonriendo de esa manera. Mientras peleábamos contra la cuna doble y sus instrucciones que no ayudaban en absoluto a nuestro duro trabajo, vi como una gotita de sudor caía por su rostro. Con mi pulgar limpié la gota e hice que me mirara. Besé sus labios con dulzura y lo acerqué a mi hasta que mis brazos lo rodearon por completo para poder abrazarlo con fuerza.

-¿Eres feliz?- Le pregunté poniendo mi mentón sobre su cabello.
-¡Claro que si!- dijo alcanzando mis labios- Soy la persona más feliz de este mundo Chanyeol.

*   *   *

Después de la primera semana de cansancio, libros, establecimiento de horarios, exceso de trabajo y acostumbrarnos al hecho que teníamos dos bebés en la casa y nuestra libertad se había acabado para siempre, llegó una parte bastante dura: La parte legal.

Kris era un abogado de renombre y uno que conseguía los mejores tratos y resolvía los casos más difíciles. Pero, de todas formas, iba a necesitar algo más de dinero y contactos para inscribir a nuestros hijos como adoptados. Los bebés y la expectativa de una respuesta positiva nos tenían con ojeras hasta los pies. Tanto Baek como yo teníamos buenos empleos, ahorros y horarios flexibles, pero los trámites eran horriblemente exigentes.

Nos costó mucho sufrimiento y búsqueda de apoyo el inscribir a los niños. Buscamos nombres apropiados para ellos. Nos decidimos por Jung Yong para él, por ser una luz valiente y Sae Jin por ser una joya para nosotros.  Ahora lo único que nos faltaba era esperar.

Los niños fueron engordando con el paso del tiempo y los cuidados. Baek hizo prácticamente un casting para la señora que nos iba a ayudar a cuidar a los bebés. Por un momento pensé que tendría que prohibirle los programas de variedades después de todas las pruebas que se inventó para la “indicada”. Al principio, Baek se negaba a buscar ayuda después de las primeras entrevistadas,  pero terminó descubriendo que no podíamos solos con esto, le hice entender que, después de todo, teníamos otras obligaciones y responsabilidades que no podíamos dejar si queríamos ser buenos padres.

Pero llegó a nuestras vidas la señora Kim. Era una mujer relativamente joven y activa, muy amable y abierta de mente. Yo me sentí tranquilo cuando le dejamos con los niños y tuve que consolar a Baek todo el camino al trabajo, ya que era la primera vez que se separaba de ellos desde que los había encontrado, parecía una madre primeriza súper hormonada, pero tengo que admitir que también me hizo horrible dejarlos.

Baek siempre acomodó su horario para que fuera de medio tiempo, porque disfrutaba pasarse la tarde en la casa, así que se adaptó rápidamente a regresar para quedarse con los niños. Para mí, todo era mucho más difícil, ya que mi puesto en la empresa era relativamente alto y tenía bastantes responsabilidades y absurdo papeleo que hacer diariamente. Pero ahora, por más cansado que estuviera. era hermoso regresar a casa y escuchar a Baek y a la señora Kim hablando alegremente o jugando con los niños, e incluso Baek lanzándome algo para que haga silencio porque estaban dormidos.

*   *   *


Los meses pasaron y los niños seguían creciendo. La verdad es que, no voy a decir que todo fue maravilloso, sí hubo momentos de tremenda tensión donde ambos, Baek y yo, ya no podíamos más y terminamos por discutir. La primera vez que pasó, Sae Jin empezó a llorar como loca y la pelea quedó ahí. Ese día, después de reconciliarnos y hablar con calma, nos dimos cuenta que las cosas que pasaban en la casa nos iban a afectar a los cuatro, para siempre.  

Y lo peor estaba por llegar.

Eran algo así como las 8 de la noche. Yo recién había llegado y ni siquiera había tenido tiempo de cambiarme de ropa. Sae Jin estaba quedándose dormida en su canasta, finalmente, mientras yo la movía con un pie, ya que Jung Yong me estaba dando guerra con sus pequeños pies al momento de abotonar su body celeste. Baek se duchaba a la velocidad del rayo como cada noche para poder preparar todo para el baño de ellos y hacerles dormir. Tuve que cargar a mi hijo en los brazos y llevar a mi hija en la canasta para atender la puerta, que alguien golpeaba insistentemente.

Era Kris, y tenía muy malas noticias.
Le invité a que se sentara en el cuarto de los niños mientras yo terminaba de acomodar la ropa de Jung Yong e intentar que Sae Jin durmiera un poco.

-Tu cara no me agrada- dije jugueteando con Jung Yong haciendo que suelte una risita adorable, le sonreí, pero cuando miré a Kris hice una mueca de preocupación.
-Tengo unos problemas con los papeles- explicó rascándose la cabeza cansado.
-¿Necesitas más dinero?- pregunté sin mucha preocupación.
-No, no en realidad- me miró como si no supiera que responderme.
-¿Entonces?- su cara de preocupación me hizo sentir cada vez más ansioso
-Bueno, lo primero es que supone que tienes que haber adoptado a los niños de algún orfanato y no tengo papeles de ningún orfanato. Segundo, no pueden adoptar legalmente como pareja, así que tendré que hacer que uno de los dos adopte a los niños o cada uno adopte uno.
-¿Qué nos recomiendas?- pregunta la suave voz de Baekhyun al entrar por la puerta, haciendo una reverencia como saludo y secándose el cabello.
-Uno cada uno, para evitarnos problemas- responde Kris todavía preocupado- Los trámites serán más fáciles para todos de esa forma.
-Podemos ir al orfanato donde encontramos a los niños- dice Baek pensativo- y pedirles que nos den papeles.
-Baek... no nos dejaron adoptarlos legalmente ¿sinceramente crees que nos darán papeles prácticamente ilegales para que nos quedemos con unos niños que encontramos en un callejón?- pregunté de mala gana, más por la preocupación.
-Veré que se puede hacer, si puedo conseguir algún lugar que nos quiera ayudar. De todas formas no pierdan las esperanzas. Los niños son suyos igual. Yo me encargaré que eso sea así para siempre.

*  *   *

Esa noche, después de la guerra que los demonios nos dieron para dormirse, caímos rendidos en la cama. Suspiré preocupado y Baekhyun se acomodó en mi pecho.

-Necesitamos un milagro- dije frustrado, acercando a Baek para abrazarlo con fuerza.
-No, necesitamos a alguien con un enorme corazón que nos quiera ayudar... y creo que ya sé quién- sonaba tan relajado que logró calmarme.
-Baek.. ¿es que acaso tienes un plan?- pregunté más calmado.
-Si- dijo satisfecho besándome fugazmente para acomodarse de nuevo contra mi.- ¿Recuerdas a la monja del asilo donde hice mi voluntariado una vez?
-Si- respondí confundido ¿a qué venía eso?
-Pues ella se hizo cargo de más de un orfanato. Estoy casi seguro de que si no dirige un orfanato en estos momentos, por lo menos tiene algún tipo de contacto con ellos. Te doy mi vida a que nos dará algún tipo de ayuda o por lo menos un consejo.
-Los religiosos no me dan confianza Baek, recuerda nuestra situación- comenté un poco consternado por su idea.
-Por eso digo que necesitamos a alguien con un corazón enorme.



Kyungsoo y Baekhyun eran seguramente los voluntarios favoritos de las hermanas que trabajaban en el asilo. Tan cuidadosos y cariñosos se ganaron pronto a todo el personal y pacientes mientras ayudaban a los viejitos durante una temporada, cumpliendo una de la lista de deseos que Kyungsoo quiere cumplir antes de llegar a los treinta.

La hermana nos recibió a los tres, excesivamente alegre de ver al tanto tiempo a los chicos ex voluntarios. Hablaron del pasado y de las hermosas experiencias que recordaban, haciendo que ella mejorara su estado de ánimo y sonriera con las anécdotas.

-Bueno, no quiero apurarlos... pero soy una mujer con muchas responsabilidades ¿qué los trae por aquí? ¿Desean hacer otro voluntariado?- pregunta con tranquilidad, adivinando las intenciones de Baekhyun
-Tengo un enorme favor que pedirle- comienza Baek evidentemente nervioso- Bueno... nosotros no somos capaces de... tener hijos. Hermana, debo confesar que encontré a mellizos abandonados en una canasta. Realmente queremos e intentamos hacer el papeleo para poder adoptarlos, pero es un dolor de cabeza. Tenemos un buen abogado, pero necesita los papeles de un orfanato, supongo que con firmas y todas esas cosas legales... yo...
-¿Quieren que les de papeles del orfanato para que puedan adoptar a los niños legalmente?- pregunta sin rodeos la mujer.
-En realidad, nosotros... no sabemos qué hacer... bueno, sería de gran ayuda... aunque... o tal vez un consejo de cómo manejar las situación. Han pasado varios meses, los niños son nuestros hijos hermana... nosotros... - Baek parecía un niño pidiendo algo a su madre y tuve un ataque de ternura, pero tuve que mantenerme sentado, con las piernas cruzadas y mi cara de falsa seriedad. - Yo... yo se que no es legal, pero tendríamos que poner en adopción a los niños y... tiene que saber que están mejor con nosotros... los orfanatos...
-Tenemos sobrecarga de trabajo, es verdad- dice la hermana para ayudar a Baek en su ansiedad.
-Hermana, no quiero dejar a mis bebés en manos de alguien más. Las circunstancias se dieron así... por favor ayúdeme... para que podamos criar a nuestros hijos- Las lágrimas en sus ojos empezaron a caer, mientras en se reía intentando disimular, limpiándolas con cuidado.  
-Dejar a los niños en un orfanato, sería lo correcto... legalmente. Conservar a los niños es lo que deben hacer como padres, ya que han tenido esta maravillosa oportunidad otorgada por Dios todopoderoso. Intentaré ser de ayuda, necesito el contacto con su abogado y veré que puedo hacer.
-Hermana...- en un susurro, Baek empezó a llorar de emoción se abalanzó hacia mí para abrazarme.

*   *   *

Cuando llegamos a casa, totalmente esperanzado nos encontramos con la señora Kim cuidando no a dos, sino a tres niños.
Sae Jin gritaba emocionada por algo que tenía en la mano mientras Jung Yong estaba demasiado concentrado comiéndose su propio pie, cerca de ellos estaba Jongin quien lloriqueaba por ahí quejándose de algo.

Después de que los tres niños fueran atendidos por sus padres y novios correspondientes, nos dimos cuenta que casi era la hora para el baño. La señora Kim habló con Baekhyun de ciertas cosas mientras Kyungsoo y yo preparábamos a los niños.

-Jongin por favor, no puedes comerte las papillas de los bebés. Punto- le reta Kyungsoo mientras se encarga de retirar con delicadeza la ropita de Sae Jin.
-Pero Chanyeol y Baekhyun hyungs tienen muchas de esas en la despensa ¿Tanto les cuesta regalarme una?- reclama infantilmente el muchacho, señalando la dirección donde estaba la cocina de la casa.
-Es comida para bebé ¡para bebé!- insiste Kyungsoo y Jongin hace un puchero.
-¿Intentaste sobornar a mi nana por una mísera papilla pedazo de inmaduro?- interviene Baekhyun con expresión de fastidio mientras golpea la cabeza de Jongin con una mano y con la otra le entrega una de las papillas para que deje de fastidiar.
-¡Gracias hyung! ¿Cómo les fue con la monjita?- pregunta Jongin entusiasmado, mientras abre la pequeña botella de comida para bebé.
-La hermana es una buena persona. Tiene un corazón de oro y sé que nos ayudará para que podamos quedarnos con los niños. Kris se ha hecho cargo de todos los asuntos legales.- responde Baek calmado, con una sonrisa satisfecha por las buenas noticias.
-¿Pueden inscribir a los bebés con sus nombres?- pregunta Kai curioso.
-Adoptaremos uno cada uno- explico con seriedad, pero al poco tiempo estoy haciendo caras extrañas para que Jung Yong se ría.
-Pero ahí los bebés tendrán apellidos distintos- replica Jongin.

Oh
No habíamos pensado en eso.

-Jongin tiene razón- acota Kyungsoo- ¿Cuál será Byun y cuál Park?
-No quiero que mis bebés tengan apellidos distintos... ¡Quiero a Park Sae Jin y Park Jung Yong!- exclama Baekhyun casi en una rabieta.
-¿Por qué Park? ¡Baekhyun deberías hacer respetar tu apellido!- le recrimina Kyungsoo.
-Es el apellido de mi marido, es el que yo recibí y quiero que mis hijos lo lleven ¿Algún problema?- replica molesto Baekhyun.
-¡Eso es!- grito emocionado, haciendo que los bebés y tal vez un par de personas más en la habitación den un saltito de sorpresa.- Ya que legalmente podemos inscribir nuestra unión libre, tendrías que cambiar tu apellido aceptando el mío. De esa forma, los dos bebés serán legalmente hijos de una pareja unida por hecho. ¡Hay que preguntarle a Kris!- añado totalmente entusiasmado.

*   *   *

Tocan la puerta una tarde en la que los bebés dormían. Kyungsoo y Jongin después de una larga batalla habían logrado hacer que caigan rendidos después de tanto juego. De la habitación sólo salió Kyungsoo, porque al parecer Jongin también había caído en el quinto sueño.

Tomábamos té y Baekhyun salió corriendo para atender a quien llamaba a la puerta y puede oír sus preguntas entrecortadas por la emoción y las buenas noticias.

-Mi única preocupación es el apellido con el que inscribiremos a los bebés. Quiero que ambos sean Park- explica ansioso y en ese momento puedo ver a Kris entrar en el lugar.
-Como si el apellido de los engendros me importara un rábano ¿tienes idea de cuántos favores he tenido que pedir para poder inscribir a estos niños como suyos? Tengan sus malditos papeles.
-¿Los papeles?- chilla Baekhyun cuando recibe la carpeta con algunas cosas adentro.
-¿De los bebés?- pregunto igualmente alterado.
-¿De quién más? ¿De Batman? ¡Por supuesto que he traído los papeles de los bebés! Deben agradecer a su amiga la religiosa y a un poco de dinero. Los niños son legalmente suyos.
-Gracias, gracias, gracias, gracias- sollozaba Baek abrazado a una pierna de un molesto y absolutamente cansado Kris que lo mira con mala cara.
-Ya, ya...ya... ¡YA! ¡De nada! ¡Para esto me pagan!- se queja el más alto de todos intentando zafarse de el agarre del otro.
-Realmente fuiste de gran ayuda, Kris. Estaremos eternamente agradecidos.- añado con una gran sonrisa y le ayudo haciendo que mi marido se ponga de pie de una buena vez.
-Lo único que les pido es que no me hagan padrino o alguna ridiculez de esas- añade el rubio con su típica cara de chico frío.
-Eso es exactamente lo que serás- informa Baek y quiere abrazar al abogado nuevamente, pero este se lo impide colocando su enorme mano sobre el rostro del más bajo.
-¡YA! La mejor forma de agradecerme es invitarme un trago. Este es el peor papeleo que he tenido que hacer en mi carrera.- aclara Kris y se lleva una mano al cuello antes de sentarse.
-¿Quieres azúcar para tu té?- le pregunta amablemente Kyungsoo, colocando una taza frente a él.
-Sí, vodka- pide Kris, pero se conforma con el azúcar. -¿Y los engendros?- pregunta mientras revuelve la bebida con una cucharilla.
-Dormidos, MIS bebés están durmiendo- exclama Baekhyun con lágrimas en los ojos y Kris pone los suyos en blanco.
-Kris...yo- Kyungsoo aclara su garganta antes de continuar- Jongin y yo... queríamos saber.... si... se podría hacer el trámite de nuevo- el chico de ojos grandes se sonroja un poco y espera la peor de las reacciones por parte del rubio.
-Mis honorarios son muy altos- puntualiza Kris y sonríe con maldad cuando Kyungsoo baja la mirada- Pero ya que tengo experiencia en este horrible tema tal vez pueda ayudarlos.

Kyungsoo alza la mirada rápidamente y le regala una enorme sonrisa en forma de corazón, asintiendo con la cabeza por la respuesta positiva del abogado.

-¿Estás seguro de que Jongin está listo para un niño?- le pregunto un poco preocupado.
-Si puedo cuidar de Jongin y los gemelos al mismo tiempo, creo que podemos hacernos cargo de un bebé por nuestra cuenta- dice Kyungsoo, luego se ríe y añade- Si puedo cuidar de Jongin, creo que un bebé no será problema.


Al final, lo que aprendimos en nuestro matrimonio es que el amor es lo único que cuenta.

No, eso no.

En realidad aprendimos que los pañales cuestan un ojo de la cara, que los bebés lloran y se ensucian con demasiada facilidad y tienes que evitar que coman cualquier cosa que encuentran a su alcance. También descubrimos que los niños y las niñas se cuidan de manera distinta. Jamás dejes a tus hijos con tus amigos, sobretodo si esos amigos son Jongin. Gracias a Jongin aprendimos que los mitos sobre el azúcar estimulando niños... son ciertos.  Aprendí que te emocionas con todas las primeras veces: primeros pasos, primera palabra, primera travesura. Y que, además, Baekhyun va a llorar y filmarlo todo hasta llenar la memoria de su computadora. Entiendes por qué la gente tiene fotos de su familia en las billeteras y aprendes que son las cosas más pequeñas como un chocolate sorpresa lo que más te llega.

Eso, en realidad, es la paternidad.