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Alas encadenadas por Eliann

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 No podía creer esto, ahora yo estaba yendo hacia la cárcel había sido apresado. Sin tener la culpa yo había sido apresado.

-¡Le digo que soy inocente! –Dije tras los barrotes – ¡me han tendido una trampa yo no he sido se lo juro!

-Sí, si todos dicen los mismo –Dijo el policía sin escuchar realmente mis palabras –

¿Cómo lo mataría? ¿Si no puedo ni matar a una mosca? ¡Sinceramente yo no había sido! Todos me culpaban por la muerte de Len había sido asesinado a sangre fría y tiraron pruebas contra mi persona, porque él y yo éramos novios pero terminamos porque me traiciono con su primo, pero yo no tenía rencor porque nadie manda en el corazón solo desilusión al saber que no era la persona que realmente creí que era, anduve deprimido, ¿pero de eso a querer matarlo? Era una total locura, no podía creer que hasta mis amigos se pusieron en mi contra y también mis familiares... ellos testificaron contra mí... y ahora sería mandando a la prisión.

-Yo no fui –Dije soltando los barrotes para irme a sentar en aquella cama –yo no he sido –Dije más para mí que para otro y simplemente llore mi estado actual... jamás había sido un chico rudo... siempre había sido alguien débil poco atlético... ¿Cómo rayos pudieron inculparme de semejante cosa? –

Solté un suspiro, intentado dormir pero tenía miedo de lo que pasaría mañana de lo que llegarían a hacerme esos hombres de seguro me verían como carne fresca. A la mañana siguiente me despertaron, para llevarme al lugar donde estaría durante los próximos diez años, solo deseo que mi abogado lo logre en menos tiempos. Le pusieron esposas a mis manos y a mis pies como si en un momento fuera a salir huyendo y con un montón de hombres que al mirarme sonrieron asustándome completamente, me sentaron al lado de un hombre alto corpulento moreno tatuado.

-Oh, serás la linda puta de alguien –Me dijo –Espero estés preparado para abrir bien el ano –Y yo palidecí –

Sabía que Len era un chico muy querido y adorado en la comunidad era amable tierno, aunque nada ingenuo, pero su sonría hacía que los demás fueran felices... o algo así al menos te aliviaba un poco el tormento... por eso me habían puesto lo peor, en realidad la misma comunidad me quería linchar pero... optaron por llevarme a la cárcel a recibir justicia. Me quede pensativo en todo lo que pasaría aquellos pensamientos autodestructivos que solo hacían que me asustara más.

-Oh, miren uno nuevo –Dijo un hombre cuando me ingresaron yo simplemente trague saliva –

-Hay pero mírenlo está temblando que lindo –Dijo otro –

-Tírenlo para acá quiero disfrutarlo un poco –dijo otro, comentarios así lascivos obscenos completamente repugnantes eran los que había comenzado a escuchar constantemente temiendo lo que pasaría –

-Miren lo tiraron con Kamui –dijo uno –

-Pobre no durara ni un día –Dijo otro para meterme en aquella celda de un empujón –

-No lo mates Kamui –Fue lo que dijo el oficial antes de cerrarla, al voltear la mirada hacia la litera observe a un hombre leyendo un libro –

-H...hola –Pronuncie nervioso para que levantara la mirada sacándola del libro que tenía, era un hombre bastante apuesto de tez blanca y ojos zafiros a de más de su cabello largo y violeta –

-¿Por qué estás aquí? –Me dijo sus ojos aquellos zafiros tenían un toque violeta como si fueran la locura misma –

-Me inculparon –Dije me miro arqueando una ceja incrédulo con una sonrisa burlona – ¡Es verdad! –Le dije levantándome de golpe de repente se levanto era más alto que yo y solo me volví a agachar temiendo lo que haría –Todos me culparon a mí, pero yo no fui... yo jamás había querido matarlo –Simplemente estaba al borde del llanto –Si me había traicionado... pero... ¿nadie manda en el corazón ajeno? Si se había enamorado de otra persona ¿Qué podía hacer yo? ¡Ni siquiera puedo matar a una simple mosca! Menos matar a una persona –Dije haciéndome bolita –Una vez intente matar a una cucaracha y me tiro contra el suelo –Realmente no exageraba a si de débil era –

-¿estas exagerando? –Dijo él con una sonrisa pero yo negué de repente me levanto como si yo no fuera nada para él – realmente que no pesas

-Te lo dije –Respondí –Se supone que lo mataron con un objeto pesado pero yo ni siquiera puedo cargarlo.

-¿con que? –Dijo él –

-Se supone que después de haberlo violado torturado quemado demacrado, pero sin lastimar los puntos vitales le aplasto la cabeza con un... –Dije pero –Ah... no recuerdo lo que era... solo sé que pesa demasiado

-¿así que tu no lo hiciste? –Me dijo sentándose en la litera –

-Yo jamás sería capaz de matar a alguien...no puedo... me da... miedo... el siquiera pensarlo... el ver sufrir a alguien no me gusta... yo –De repente toco mi mejilla para tirarme contra la cama – ¿qué estás haciendo? –Dije asustado mientras él cerraba las persianas negras que tenía allí –

-Hablas demasiado –Me dijo yo temblé un escalofrío recorrió todo mi cuerpo –

-¡Te prometo que no seguiré hablando pero no me mates! –Dije para escuchar su risa –

-No voy a matarte –Me dijo –No eres como los tipejos de aquí los imbéciles eso que alegan y se alagan por haber matado y haber desmembrado a una persona tu temes... eres distinto

-¡Es porque yo no he hecho eso! –dije para que me besara callándome –

-Exacto eres blanco fácil, eres débil enclenque –Me dijo –

-¡Oye! –Le reclame –

-Ah no te enojes que es la verdad –Me dijo mientras yo bufaba molesto –Por eso de ahora en adelante serás mi puta

-¿Qué? –Dije para sentir como comenzaba a morder mi cuello sujetando fuerte mis manos –No...no déjame...no...yo no

-Resistirse solo lo hace peor –Respondió –

Me quede completamente callado sintiendo sus caricias esparcidas por mi cuerpo tan suaves tan delicadas que solo me hacían soltar ligeros suspiros, de repente llego hasta mi miembro haciéndome soltar un fuerte quejido. Me había quitado los pantalones dejando mi respiración agitada. Con sus grandes manos comenzaba a acariciar mis muslos... ¿Por qué esto me estaba gustando?

-Al parecer te gusta –Dijo con una risa burlona, iba a replicar pero dejo una lamida en mi miembro haciendo que soltara otro quejido su mano comenzó a masajearlo un lento y tortuoso masaje como su pulgar se quedaba en la punta y luego enterraba sus uñas en la abertura causándome un leve dolor pero al mismo tiempo era placentero.

-Ah...nnngggg...ah –Me queje su mirada era lasciva, aquellos zafiros rodeados de violeta mirándome atentamente haciéndome temblar –ah...ah –Solté mientras sentía como su boca y lengua trabajaban haciéndome soltar varios quejidos intentado que sonaran los menos posibles –

-Será mejor que gimas fuerte –Me dijo –Así todos sabrán que ahora me perteneces y no se pondrán meter contigo

-¿ah? –Solté confuso pero poco duro en mi cabeza, cuando el orgasmo me había alcanzado soltando un sonoro gemido de placer –Ah...ah –respiré con dificultad sintiendo todos los espasmos de placer recorrer mi cuerpo de repente con mi semen comenzó a mojar sus dedos metiendo uno en mi interior – ¡Ah! –Me queje por la intrusión, no lo puedo creer, comencé a sollozar mi infortunio, no podía detenerlo o me iría peor –

-Calma, calma –me susurro en el oído su voz ronca combinada con su aliento caliente haciendo que otro temblor recorriera mi cuerpo, comenzó a besarme, beso del cual no me pude resistir su lengua invadió mi boca, explorando a su placer y jugando con la mía, cuando mi cuerpo se había acostumbrado a aquella intromisión inserto el segundo haciéndome quejar en aquel beso –

-Ah...ah...mh –Me queje sintiendo como nuevamente comenzaba a jugar con mis pezones a su antojo como mordía lamía y chupaba mi cuello y el tercer dedo entro simulando estocadas. Haciéndome estremecer gemí por aquella extraña y placentera sensación intentaba aferrarme a algo los sonidos que salían de mis labios eran vergonzosos en ninguna de mis relaciones había gemido de esa manera como si fuera una remera pero él lo estaba logrando, yendo más rápido con sus dedos haciéndome ver extrañas manchas blancas –NNGG....ah.....ahh –cerrando fuerte los ojos y volviéndome a correr –

-Eres bastante sensible –Dijo sacando los dedos de mi interior, yo simplemente le observe medio molesto por ello para que él sonriera – Noches –Me dijo para subirse a la otra litera, yo simplemente estaba completamente sorprendido y de repente las luces se apagaron –Ah por cierto –Me dijo mientras yo salía de mi desconcierto –De ahora en adelante eres mi puta así que nadie te tocara –Dijo como si nada –

¿Este tipo está loco? Era lo que pasó por mi cabeza y aun así todas las sensaciones que me hizo sentir quedaron revolviéndose en mi estómago sin dejarme tranquilo. A la mañana siguiente nos despertaron, para ir a desayunar, tenía una leve cojera por lo que había ocurrido anoche. Pues tenía pulsaciones eléctricas constantes invadiendo ese lugar, por la intromisión de sus dedos al recordarlo. Me sonroje a más no poder observando la amplia espalda de aquel hombre que me hizo experimentar nuevas sensaciones.

-Kamui –Dijo un hombre de cabello blanco con un cigarrillo quien tomo mi barbilla –Tú puta gime bonito ¿no me la emprestas? –Dijo con una sonrisa en sus labios –

-toca a mí puta y veras como te despedazo con mis propias manos –Dijo de manera tan fría y amenazante que varios de los hombres que estaban allí temblaron hasta yo mismo y aquel que me sujetaba la barbilla me soltó –

-Hay es broma no tenías por qué ponerte agresivo –Dijo como si nada –

-Yowane... yo nunca bromeo –Dijo él –Ahora lárgate con tus esbirros –Dijo para que le obedeciera yo simplemente le mire sorprendido ¿Cómo este hombre podía causar tal miedo en otros? Era alto, era fuerte... y además cuando se lo proponía tenía un aura de seriedad siniestra y escalofriante, pero al mismo tiempo una belleza magnánima que solo te atraía–

Cuando nos entregaron la comida me quede mirando la suya se veía completamente comestible, después mire la mía y no sabía si moriría por intoxicación... si se movería, si era una criatura de otro planeta que allí habían tirado, nos sentamos en las mesas y cuando fui a tocar mi comida, que era una cosa viscosa gris chiclea y pegajosa salió caminando de la bandeja... me le quede mirando un segundo para luego empujar la bandeja hacia adelante.

-C...como que no tengo apetito –Pronuncie observando como el tiraba un pedazo de carne una rata que pasaba se lo trago para luego morir en el acto él solo frunció el ceño –

-Desgraciados –Pronuncio para levantarse de donde estaban dirigiéndose a la cocina se comenzaron a escuchar unos fuertes gritos, golpes y ollas al ser golpeadas – ¡Para que aprendan a cocinar Imbéciles! –Dijo molesto saliendo de la cocina con dos bandejas de comida tiro una donde yo estaba sus ojos se habían aferrado más a ese violeta – ¡Come! –Me dijo más a orden que otra cosa y yo simplemente comencé a comer sin siquiera saborearla, temiendo que él me haría algún daño, realmente era un hombre extraño –

Llevaba aquí unas semanas y cada vez me daba más de cuenta de que Gakupo era un poco loco combinado con un demente total como el sombrerero loco de Alicia en el país de las maravillas. Más o menos podría ser Gakupo, pero lo más extraño es que todas las noches repetía la misma acción del primer día pero jamás atreviéndose a entrar lo cual me dejaba completamente confundido.

-¡Hey ustedes tienen visitas! –Dijo un policía haciendo que Gakupo se levantara de la litera dejando el libro que siempre tenía encima de ella, tengo curiosidad ¿Qué tanto mirara en ese libro? –

Al ir al cuarto donde podíamos hablas con las visitas observe a mi abogado Kiyoteru me explico que había encontrado pruebas sobre mi inocencia que pronto atarían todos los cabos y que saldría de aquí que no me desesperara. Eso me ponía feliz esperanzado de que saldría de este lugar... pero al mismo tiempo una sensación extraña invadió mi estómago sin saber por qué.

-Yo sé que esto es horrible para ti –Me dijo a lo que yo suspire –

-E visto hombres pelearse hasta matarse, e observado hombre morir, tengo miedo de que se me caiga el jabón en la ducha ¡Nunca había tenido un miedo tan horrible al que se me callera el jabón! ¿Me darías jabón líquido? Lo apreciaría como no tienes idea –Dije mientras él soltaba una ligera risa –Y... soy conocido como la puta de Kamui –Suspire nuevamente –
-Así que... no la tienes nada bien ¿eh? –Me dijo él suspirando era el único que creía en mi inocencia –

-Bueno los otros presos no se me acercan como bien... él no están malo, solo algo ¿desquiciado? –Dije mientras Kiyoteru arqueaba una ceja –

-¿Qué significa eso exactamente Kaito? –Me dijo Kiyoteru – ¿es que acaso no sabes que él mato al hijo del juez Megurine a sangre fría?

-¿eh? yo jamás vi eso en las noticias –Dije –

-por qué no quisieron mostrar el cadáver quedo tan horrible que muchos hombres vomitaron al verlo y hasta yo vomite al ver una simple foto, fue horrible –respondió él, observe a Gakupo quien hablaba con una chica pero ¿acaso eso era posible? –

-¡eh! acabo la hora de las visitas –dijo un policía golpeando la reja, me despedí de Kiyoteru mientras todos nos levantábamos –

-Gaku por favor –Escuche decir a la chica de pelo verde que hablaba con él, ¿Gaku? ¿Cómo podía decirle así al tan temido Kamui? –

-No es algo que pueda cumplir –Fueron sus palabras para irse como si nada sus pasos eran rápidos tan rápidos que me costaba alcanzarlo y de repente fui tirado contra otra celda, los policía solo pasaron de largo para observar a aquel hombre de cabello blanco –

-Oh, azulino te tengo unas ganas, es escuchado como gimes y he visto ese lindo traserito tuyo pavonearse sin temor alguno ¿no quieres probar a otro que no sea Kamui? –Dijo yo simplemente me espante... si Gakupo no lo hacía este hombre si lo haría y solo paso una cosa por mi mente... abusara de mí –

-¡Gakupo! –Grite a todo pulmón pero mi boca fue tapada mientras recibía un golpe en el estómago sacándome el aire y me dieron otro en la cara en toda la mejilla –

-Cállate perra –Me dijo él, tenía miedo había hombres con sonrisas lujuriosas mirándome –

-¡Mierda! –Se escuchó a uno que estaban vigilando la celda, se lograba escuchar pasos fuertes, para luego solamente ver como los golpeabas –

-¡Nadie toca a mí puta! ¡Yo no comparto! –Se auscultó por parte de Gakupo Yowane había sido alejado de mi golpeado contra la celda mientras también lo hacía con aquellos hombres al dejarlos inconscientes todos golpeados y magullados, tomo a Yowane –Tú.... –soltó para comenzar a golpearlo –

-¡Basta si lo matas aumentaras tu sentencia! –Le dije intentado detenerle, su nariz estaba rota, sus ojo y labio de igual forma, él se detuvo de golpe, su puño temblaba estaba sangrando –

-¡Tú eres solo mío! –Sus ojos expresaban ira, locura un completo violeta como si se fuera vuelto un total demente, me alzo como si fuera un saco de papas, soltando gruñidos e impropiedades fue tal el temor que causo en ese estado, que hasta los mismos policías se apartaron de su camino por miedo, me llevo hasta nuestra celda tirándome bruscamente contra la litera de abajo –Me perteneces solo a mí –Pronuncio, comenzando a morder y besar mi cuello chupando dejando más marcas visibles –

-Gakupo –Tenía miedo de cómo me miraba, con lujuria combinada, sus manos apretaban fuerte las mías apresándome –

-Esta noche no te salvaras –Dijo lamiendo mi oreja –Al ser la luz apagada te hare completamente mío –Lamio mi mejilla donde me habían golpeado y comenzaba a hincharse convirtiéndose en un moretón –

Yo había sido advertido de lo que ocurriría esa noche, tenía pánico él estaba vuelto fiera, en la hora del descanso hizo flexiones abdominales de todo, intentado apaciguar su ira yo solo le observaba de una distancia segura pero completamente aterrado, a los policías decir que debíamos entrar nuevamente y que el sol se estaba poniendo mi miedo aumento. No querían que las luces fueran apagadas, pero aun así lo que no quería ocurrió y yo solo me enrolle en las sabanas como si estas fueran mi única salvación.

-Sabes que oponer resistencia solo lo hará peor para ti –Me dijo para quitarme las sabanas y besare, se deshizo de mi ropa era tan delicado conmigo me hizo soltar tenues gemidos suspirar y morder la almohada tan fuerte que sentía que se me partiría la quijada, sus tacto suave sus movimientos fuerte precisos haciéndome estremecer, al finalizar esa noche no sabía si era consensual o no, al recordarlo solo hizo mis mejillas enrojecer –

-Buenos días –Me dijo sentía mi cuerpo cansado me había dejado distintos chupes la garganta la sentía seca, dejo un beso en mi mejilla golpeada y comenzó a juguetear con mi oreja –

-Gaku...po –Dije un tanto débil, estuve recibiendo de sus atenciones aunque no parecía quererme dejar dormir por las noches –
Una noche estaba tan aburrido en aquella celda que por primera vez esperaba que las luces fueran apagadas para hacer algo interesante y solo tome un libro.

-¡No! –Escuche a Gakupo decir, al abrir el libro una foto cayo la tome era Gakupo sonriendo con una chica parecida a mí –

-Ella se parece a mí –Dije él solo me arrebato la foto –

-¡No debiste abrir el libro! –Me grito enfadado le observe casi exigiéndole una explicación pero solo se subió a su litera bufando molesto –

-Realmente no se mucho de ti, ¿sabes? –Le dije –Esa chica que te visita siempre es tu hermana... y que asesinaste al hijo del juez Megurine

-¿sabes por qué lo hice? –Dijo mirándome desde arriba –

-No –Respondí –al menos... dime ¿Quién era ella? –Dije él solo soltó un suspiro para bajar de la litera sentándose a un lado mío y apoyándose de la pared –

-Su nombre era Kaiko... Kaiko Shion, era mi mejor amiga, mi confidente, mi novia, mi amante y mi prometida... era todo para mí, la amaba perdidamente, pero el desgraciado hijo del juez Megurine la mato, su hermana estaba enamorada de mí, pero yo no le ponía cuidado. Por eso la, asesino, para hacerla feliz a ella creyendo que si Kaiko no estaba en su camino yo la podía amar... y... no hubo justicia para mí amada después de todo era el hijo del juez ¿Cómo el hijo de un juez prestigiado podría ir a la cárcel? Y no lo hicieron... todos lo sabían, sabían la verdad, odiaba verla a ella y al desgraciado de su hermano. Que le hizo tantas crueldades a mi amada Kaiko... ella no se merecía ser torturada... de semejante manera... era tan bondadosa... tan amable... un rayo de luz –Dijo soltó un suspiro –Por eso lo mate... le devolví el doble de lo que le hizo a mi amada... no alcance a su hermana que estaba también involucrada en todo eso... porque ya me habían arrestado –Conto –Deseaba justicia para mi amada... deseaba obtener lo que la policía no me dio... con mis propias manos le arranque la vida... me dio satisfacción no lo niego... ver como se extinguía su vida... como suplicaba... pero... aun así ahora se... que eso no me devolverá a mi amada. En ese entonces no me importo ni mi trabajo ni mi familia, estaba segado por al irá el odio y el rencor.

-Gakupo –Dije sorprendido ante su relato no dejaba el mal que había hecho aun si era para defender a su amada –

-Tú me recuerdas a ella, tus ojos, tu cabello, tu manera de ser –Me dijo sonriendo de manera taciturna –

-Así que... ¿él te arrebato a tu amada y tú le arrebataste la vida?–Dije arqueando una ceja –

-Le rompí el orto, le desfigure la cara le destroce las costillas, el corazón y los pulmones le partí las piernas...

-¡Ya! No necesito que lo describas –Dije un tanto alterado por escuchar eso –

-Aprendió que nadie se mete con lo que es de un Kamui –Dijo orgulloso de su apellido –

-Ese apellido me suena familiar –Dije... siempre me había sonado familiar... pero ¿de dónde? –

-Deberías, el apellido Kamui, es renombrado y antiguo es una familia de samurái hasta yo fui entrenado como samurái y mis hijos de igual manera iban a ser entrenados como samurái –Dijo él para solar un suspiro –Iban...

-¿estaba embarazada cuándo? –Dije a lo que él asintió, soltando un suspiro yo solo me le acerque para abrazarlo sintiendo como apoyaba su cabeza en mi hombro – ¿por eso siempre miras la foto?

-Imagino que hubiera sido... si nada de eso hubiera pasado –Respondió –pero... no puedo cambiar el pasado –Realmente de alguna forma sentía dolor... no sé si era por él... o era por otra cosa –

-Mh –Solté un suspiro sintiendo como sus manos me agarraban de la cintura y quedaba apoyado en su hombro –Tú tienes una vasta fortuna podrías sobornar a un juez hasta el mismo jurado para salir de aquí –Pronuncie –

-Podría pero no lo are –Respondió –La fortuna de mi padre en gran mayoría me pertenece a mí por ser hijo varón, lo demás iría a mi hermana, y poco a mi madrastra si ella llega a asesinar a mi padre, todos me inculparían a mí por ser el heredero mayoritario, y la fortuna pasaría a mi hermana... lo que le faltaría es hacer lo mismo con Gumi para que toda la herencia familiar le quedara a ella, eso tememos mi hermana y yo pero mi padre no hace caso, así que prefiero quedarme aquí que hasta que mi padre entre en razón o pase lo que tenga que pasar. Pero no le otorgare a esa mujer nuestra fortuna familiar para que la destruya, después de todo, me conocen como un asesino psicópata ¿Qué tan difícil se me haría matar a mi propio padre?

-Lógica aplastante –Dije a pesar de ser raro, en cierta forma tenía razón... en cierta – ¿Cuántos años te dieron de cárcel?

-Veintidós años pero puedo salir, tengo libertad condicional y puedo disminuirlos años con buen comportamiento... el hijo del juez Megurine no era un santo después de todo, en realidad era bastante odiado y un psicópata total. No era la primera vez que salía invicto de algo... por eso... me dieron esa sentencia –Respondió simplemente me dejaba sorprendido –

-La vida de los ricos es diferente a la nuestra –Dije escuche su ligera risa para sentir como sus labios se posaban sobre los míos tan suaves con ese dulce sabor que solo me intoxicaba... ¿Qué es lo que realmente estoy sintiendo por él? –

-Se apagaran las luces en cinco –Escuchamos por parte de un guardia después de todo ya era de noche, Gakupo solo cerros las persianas que tenía mientras yo me acostaba en la cama él solo sonrió relamiéndose los labios para besarme –

Mis manos fueron a parar a su camisa mientras se la quitaba y dejaba su pecho bien definido al descubierto, mis manos comenzando a acariciar su pecho para pasar por sus abdominales. Sus besos, mordidas y chupones eran esparcidas por mi cuello deshaciéndose de mi camisa dejándonos en las mismas condiciones. Mi respiración comenzaba a agitarse tanto como mi corazón conforme avanzaba mientras mis manos recorrían cada parte de su espalda. Sus tactos sus manos sobre mi cuerpo solo hacían que un aire caliente nos llenara... en realidad ya ni me incomodaba si me escuchaban.... Pero si se me hacía un poco extraño.

Arquee mi espalda mientras sentía como su lengua lamía mi miembro, como lo dejaba erecto, mis jadeos y gemidos no se hicieron esperar. Sintiendo como su lengua calidad sus manos expertas y su boca trabajaban haciéndome casi delirar. Le observaba intentado no soltar gemidos tan sonoros. Mis cuerpos comenzaban a tener espasmos por el placer. Para sentir como entraba uno de sus dedos en mi interior haciéndome soltar un sutil quejido.

-Kya.... Ah....ah –Solté, mientras él solo se relamía los labios, le observe con la respiración agitada para jalar uno de sus mechones de cabello atrayéndolo hacia mí y besándolo, cambiamos de posición él había puesto mi cara sobre su miembro despierto y erecto ya sabiendo lo que debía hacer comencé a bajar el cierre mientras sentía como insertaba el segundo dedo en mi interior –Mh ah –Solté para comenzar a lamer su miembro desde la base hasta la punta, y meterlo en mi boca puso una de sus manos en mi cabello mientras movía sus dedos en mi interior, no podía evitar soltar quejidos, mi corazón iba acelerándose más y más mientras mi respiración era cada vez más dificultosa, el tercer dedo no se hizo esperar simulando las embestidas haciéndome soltar más quejidos –

-ah –Soltó aquel quejido jalándome de los cabellos separándome de su miembro para besarme, y me hizo sentarme sobre él auto-penetrándome solté un ligero quejido aferrándome a sus hombros, sintiendo como invadía mi interior... dolía un poco, espere unos minutos, de repente me beso robando el poco aire que abastecía a mis pulmones –

-Ah –Solté comenzándome a mover, mi ritmo iba acelerando conforme el deseo iba creciendo –NGG...ohm

-Te acostumbraste rápido a esto –Me dijo mordiendo mi oreja, mis latidos eran acelerados mis mejillas estaban encendidas en rojo de seguro mientras subía y bajaba por toda su extendió –más rápido –

-S...sí –Respondí, comenzando a subir y bajar más rápido mientras él me masturbarme me apoye de su rodilla sintiendo que en algún momento podía caerme para que de repente me dejara acostado en la cama comenzando a embestirme de su manera brutal –NNGG...ah...ah –Solté aferrándome a las sabanas y tomar la almohada para morderla, el placer era demasiado, cerré fuerte los ojos respirando de manera dificultosa para que me hiciera mirarle y volver a besarme mis manos fueron a apoyarse a su espalda arañándola por el delirante placer que se me otorgaba –N...no puedo –Dije cuando nos separamos de aquel beso, sus movimientos combinados con el de mis caderas fueron más erráticos haciendo que me viniera en mi abdomen y parte del suyo él soltó un gemido para salir de mi interior, me acomode para comenzar a masturbarle con mi mano y luego hacerle una felación escuchando sus suspiros de placer hasta que sentí aquel liquido espeso invadir mi boca y tragármelo, ambos respirábamos con dificultad... y simplemente solté algo que jamás pensé decir –Te amo...

-¿eh? –Sus ojos quedaron abiertos como platos... me sentía avergonzado ¿por qué había dicho aquello? –... Kaito

-Ah...pero mira que tonterías digo –Dije –Ha....hay que limpiar este desastre –De manera temblorosa me levante para tomar un pequeño pañito y limpiar mi abdomen... para comenzar nuevamente a vestirme en todo momento permaneció en un silencio agónico destruyéndome –

Me sentí deprimido por que tontamente me había enamorado de él... repentinamente... sin razones... no entiendo ni él por qué... solté un suspiro... pero la incomodidad entre nosotros se hizo grande al menos eso pensaba yo. No volvimos a repetir aquel tema... él no dijo nada de eso. Simplemente me le quedaba mirando mientras entrenaba... y como los demás hombres me miraban a mí. Un día llego un completo novato. Diciendo que era un asesino serial. Estábamos en las duchas, al salir sentí una gran tensión mientras me ponía mi ropas porque ese hombre no dejaba de mirarme constantemente.

-Sabes... tú me recuerdas a una de mis victimas –Me dijo acercándose a mí tomándome la barbilla todos quedaron en silencio la tensión aumento completamente la mirada de Gakupo mientras se ataba los zapatos era letal –Cabello azulino completamente hermosa

-Por favor suéltame –Dije pero no lo quería hacer su mirada parecía la de un desquiciado sonriéndome –

-No durara ni una semana –Pronuncio uno de los reos para irse, él me soltó para que yo suspirara observe a Gakupo y mantenía su mirada en sus zapatos –

Pero ese hombre no me dejaba en paz... estaba completamente loco y atrás de mí diciendo que yo me parecía a su víctima favorita su nombre era Yuma... pero ya me tenía atormentado. Había pasado una semana tolerando los constantes acosos de Yuma y soltando suspiros de frustración, por alguna extraña razón Gakupo mantenía un silencio fúnebre ya ni conversaba conmigo. ¿Era por qué le había dicho que le amaba? Ojala nunca lo fuera dicho... simplemente fue una tontería de mi parte un delirio. Estábamos en la lavandería, mientras yo tan solo observaba como la ropa daba vueltas y vueltas, de repente Yuma se me acerco.

-Hola víctima –Me dijo –

-Déjame en paz –Pronuncie –

-¿por qué? Si eres tan lindo –Dijo acariciando mi mejilla yo solo le di una bofetada –

-No me toques me das asco –Pronuncie molesto –

-Así no es como deberías tratarme –Pronuncio, me tomo de repente besándome yo me había quedado estático y Gakupo solo se levantó para tomarlo del cuello y lanzarlo –

Él no decía nada solo abría y cerraba sus puños mirándole de manera seria, Yuma simplemente se levantó molesto con Gakupo lo iba a golpear pero Gakupo le termino dando un codazo en la cabeza para tomarle del cuello alzándolo nuevamente las uñas largas de Gakupo se las había comenzado a clavar podíamos observar la sangre comenzar a correr por su cuello.

-Lo que es mío no se toca –Pronuncio de una manera fúnebre –

-Detente Gakupo –Dije pero solo me empujo sus ojos se habían tornado de ese violeta como si estuviera completamente loco –

-¿te crees un psicópata? ¿Un demente? Te mostrare lo que es ser uno –Dijo golpeándolo contra la pared de manera tan fuerte que parecía haberle roto la cabeza –

-¡Basta! ¡Basta! –Le dije intentado detenerlo – ¡Te pondrán en confinamiento solitario! –Dije tomándolo del hombro, Gakupo solo seguía sujetándolo sin prestarme ninguna atención no sabía qué hacer, las personas solo miraban lo que pasaba como Yuma pataleaba y se retorcía mandándole una celta de maldiciones a Gakupo mientras él solo apretaba más su agarre – ¡Por favor ya detente! –Suplique no quería que lo pusieran que confinamiento solitario y había empezado a llorar pues no sabía que hacer –

-Hoy te salvas –Pronuncio soltándolo haciéndolo caer Yuma simplemente se había caído al suelo tomándose el cuello –Pero para la próxima te matare, con estas manos te desmembrare lenta y dolorosamente... aquí no te podrás salvar de mí, nadie se mete con lo que es de un Kamui y ese azulino de allá es todo mío y nadie ni siquiera tu puede tocarlo

-¿Qué pasa aquí? –Dijo un policía entrando de repente –

-Nada oficial... solo le enseñan las reglas al neófito –Dijo uno de los reos para irse de allí –

Me quede completamente sorprendido por la reacción de Gakupo ¿Por qué había reaccionado de semejante manera? ¿Es por qué yo le recordaba a ella? ¿A Kaiko? Solté un suspiro intentado contener nuevamente mis lágrimas que querían caer... ¿solo era por eso verdad? ¿Por qué yo le recordaba a ella? Al ser encerrados en nuestras celdas.

-¿por qué? –Le pregunte él solo me miro arqueando una ceja – ¿por qué actuaste así en la lavandería?

-¿no es obvio? Tú me perteneces completamente a mí.... Nadie tiene el derecho a tocarte... nadie tiene el derecho a besarte... solo yo –Dijo de una manera muy seria –Noches –Y con eso se subió a la litera de arriba –

-¿me amas? –Le pregunte de una manera débil... pero simplemente no tuve respuesta alguna, las luces fueron apagada y no pude evitar comenzar a sollozar... si no me fueran inculpado... tal vez no estaría en este infierno –

Cuando había avanzado la noche sentí a Gakupo bajar de la litera para acostarse a mi lado. Le oí susurrar un sutil sí... a pesar de que en ese momento no lo entendía y mi ser se sentía completamente destrozado simplemente intente volver a dormir. Conciliando nuevamente el sueño.

Había pasado el tiempo ya casi iba a cumplir un año en este lugar cuando descubrieron que yo era inocente, por unos reconocidos detectives que se unieron a la investigación con mi abogado, pero no se sabe quién los contrato solo que aparecieron de repente. Eso me dejo en duda pues de seguro esos detectives debía cobrar un dineral... algo que mi abogado no tenía y que nadie pagaría... por mi ¿al menos qué? No... no... eso era tonto siquiera de pensar... además ahora sabía quién había sido... Meito mi mejor amigo fue quien me inculpo en todo... era porque él no iba a poder obtener a Len... después de todo él también estaba enamorado de Len.

-Adiós Gakupo –Le dije cuando me marchaba pero él no pronuncio nada solo me dio la espalda... solté un suspiro para macharme con los oficiales, al estar fuera de la estación de policía fue algo completamente nuevo... era un nuevo aire... era demasiados ruidos... como si jamás me fuera acostumbrado a esto, como si me adentrara a otro mundo –

Gracias a mi abogado Kiyoteru pude obtener un trabajo en otra ciudad pues mi familia o no me creía o no tenía la cara para verme... aunque mi padre me había ignorado completamente y mi madre bajo la mirada como si estuviera completamente desilusionada... hice una mueca... del dolor que albergo mi pecho, por eso... había obtenido un trabajo en un hotel prestigioso. No tenía muchas oportunidades pues aunque había sido un preso, inculpado... pues nadie confiaría en alguien quien paso casi un año en la cárcel.

Aun así no pude olvidarme de Gakupo quería unirme a su hermana a las visitas pero recordé... como actuó el día que me fui como si yo no le importara ¿tan solo fui su juguete verdad? Y quería empezar una nueva vida a pesar de que ese lugar me hizo ver las cosas de otra manera. Estaba saliendo de una de las habitaciones que acababa de limpiar. Joder no era nada bonito tener que limpiar el desastre que habían dejado otras personas por hacer el amor para mí era un tanto raro tener que cambiar las sabanas... arreglarla. O a veces encontrarlas en pleno acto pero es que ellos habían mandado a pedir la comida... y solo decían muy calmadamente "ponlo por allí y allí está tu propina" ¡Cómo si nada! Esta gente rica es medio loca también. Al pensar en eso recordé a Gakupo y solté un suspiro.

-Miren que hombre tan galán y elegante –Se escuchó de unas mujeres yo no le puse cuidado tenía trabajo que hacer y di la vuelta al lugar contrario de donde veían las voces al entrar en una de las suite sentí un abrazo con un aroma muy familiar –

-Estoy aquí... mí... Kaito –Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo completamente, me relaje sabiendo ya quien era.... Pero una sensación de dolor invadió mi pecho –

-¿Qué haces aquí? –Pronuncie – pensé que no querías salir de la cárcel –él solo me miro serio – ¿acaso murió tu padre?

-No –Respondió –Se alejó de ella, cuando descubrió que ella intento matarlo

-Ah –Respondí –Bueno tengo trabajo que hacer... que disfrute tu suite –Dije iba a salir de la habitación pero me tranco la puerta –por favor deja que me vaya

-No –Respondió –

-¿quizás quieres cometer asesinato? –Le dije –

-Sabes que no es por eso –Dijo él –

-¿quieres revivir lo que paso en la cárcel? Por qué sinceramente yo no deseo eso –Dije –Ahora déjame que me vaya por favor

-¿y tus palabras de te amo? –Me dijo sentí un nudo en mi estómago –

-¿acaso planeas burlarte de mí? ¿Jugar conmigo a lo mejor? Si, sé que lo que te dije fue una tontería que solo te acostabas conmigo, porque te recuerdo a tu amada Kaiko... ¿pero por qué no me dejas en paz? De seguro podrás encontrar a alguien similar a ella... oye el mundo está lleno de potencial y tú puedes recorrerlo sin problemas –Dije estaba al borde del llanto, él solo me beso y yo le empuje para darle una bofetada – ¡No juegues conmigo!

-No lo hago –Dijo para tomarme como si yo no fuera nada, trancó la puerta encerrándome mientras me tiraba sobre la cama y me acorralaba –

-Gakupo ya no estamos en la cárcel puedo acusarte por violación –le dije, intentado resistirme había comenzado a besarme el cuello –

-Oponer resistencia solo lo ara peor para ti –Me dijo yo simplemente había comenzado a llorar, mi cuerpo se había relajado ante su tacto, aquel suave tacto que no había olvidado aquellas grandes manos que había ansiado –

-¿por qué haces esto? –Le mire suplicándole una respuesta –

-Por qué te amo –Pronunció –Te amo... te amo

-¿por qué? –Dije él sonrió –

-¿acaso tiene que haber una razón? ¿Para querer encadenar tus alas a mí? ¿O es que acaso no es obvio para ti? Me perteneces Kaito... tienes que saber el significado de tenerme rendido a tus pies a un Kamui... a un samurái capaz de hasta matar por ti –Dijo para besarme sus palabras me habían dejado completamente confundido –Te amo –Pronunció nuevamente, mis alas habían sido atadas, quede como un ave enjaulada... pero sabes... yo no ansió la libertad, porque este criminal se había encargado de robar mi corazón, despojándome las ansias de querer volver a volar –

Fin...

 

Notas finales:

Esta historia es vieja de hecho hace tiempo que la publique pero no lo había hecho por aquí así que espero lo disfruten

y por favor comenten 


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