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Naugthy boy por -oOYUKI-NII-Oo

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∞ Titulo: "Naugthy secrets"

∞ Autor:YUKI-NII.

∞ Género: Friendship

Ranting R-15

∞ Pareja: SasuBolt InoBolt

∞ N/A Naruto no me pertenece. Todo es de su gran autor, Kishimoto-Sensei

∞ Resumen: Quiere irse con él, dejarse llevar y atravesar esa pared invisible que le separa. Porque es infantil, porque le acelera el corazón, porque es solo Sasuke el que le hace derramarse de amor. Semi AU

 

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Cuenta regresiva.

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Raven fue el primero en llegar hasta la oficina del Hokage, el halcón sobre voló unos segundos por encima de los dos ocupantes de la habitación antes de posarse de manera ruda sobre el conocido hombro del amigo de su invocador. Se sacudió las plumas de las alas, y saco el pecho sintiendo la vibración de la zona en la que se mantenía sujeto. Naruto reía tenuemente como siempre.

—Sasuke ha llegado —. Dijo Shikamaru con una de sus cejas arqueadas, el halcón daba golpecitos con su cabeza a la mejilla de Naruto, como si le reclamase algo personal entre ambos.

Naruto, elevo su brazo para que Raven caminara por este y bajara hasta el escritorio, una vez ahí, le acaricio con un dedo suavemente el plumaje de su lomo, Raven se relajó al instante.

—Es extraño que vuelva en esta época del año —. Comento Shikamaru, observando el comportamiento familiar del ave.

—Le he mandado a llamar — .Murmuro distraído Naruto, con su atención puesta en los cariños al halcón —. Sasuke ha llegado a un punto muerto en la recolección de información, así que le he dicho que se tome un descanso con su familia.

— ¿Debería preocuparme por ese punto muerto en la recolección de información? — Pregunto Shikamaru, frunciendo un poco el ceño, eso no era una buena señal.

—Lo sabremos cuando Sasuke nos lo diga —Naruto alejo su mano de Raven, quien grazno en oposición de perder sus caricias, la silla del Hokage giro hacia atrás, a la ventana que siempre mantenía abierta, Sasuke estaba ahí, sentado, mirando distraídamente a las luces de la aldea.

—Bienvenido Sasuke —Shikamaru había relajado su postura, mano en la cadera, la otra sosteniendo los pergaminos recién firmados. Tenerlos ahí, a ambos guerreros legendarios, siempre hacia sentir más cómodo al Nara, protegido seria quizás la palabra correcta. Sasuke y Naruto despedían seguridad con su sola presencia.

Sasuke asintió con la cabeza, reconociéndole en un gesto formal. Shikamaru suspiro divertido, pero las viejas costumbres seguirían ahí, con el líder del clan Uchiha siendo distante y frio. Naruto nunca se lo tomaba personal, ventajas de tener una larga relación de amistad/rivalidad.

—No te esperaba tan pronto — Dijo Naruto, sonrisa marcada por hoyuelos en sus mejillas.

—Me encontraba cerca de aquí cuando recibí tu mensaje.

— ¿De verdad? Que suerte. Le he dicho a Sakura que quizás ya no me encontraría aquí cuando llegases, me alegra que no haya sido así —.La sonrisa aumento, los azules ojo brillaron en reflexión.

— ¿Ha llegado la hora de la reunión de los Kages en el país del fuego? —. Sasuke tenía su propia manera de llevar el tiempo, observando las estrellas. Naruto nunca había entendido ese funcionamiento

—Sí, comienza la próxima semana. Pero tenía pensado partir dentro de dos días, esta vez no iré solo.

— ¿Ha ocurrido algo? —Sasuke había abandonado su cómoda posición sobre la ventana, para girar y caer de un salto dentro de la oficina. Raven extendió sus alas al notarlo para volar hasta él. Sasuke le recibió con el brazo extendido y la mirada fija sobre Naruto quien se rascaba una mejilla un tanto nerviosa.

—En realidad no es la gran cosa, es solo que Gaara me ha pedido que lleve a Boruto conmigo.

Sasuke parpadeo, sin entender cuál era el problema de ello, Sarada y Boruto tenían la misma edad, y casi la misma que ellos cuando se convirtieron en gennin y tuvieron su primera misión con Kakashi, además había sido Shino quien había entrenado a los niños en la academia, así que creía que Boruto, siendo hijo de quien era y con la instrucción correcta, era totalmente capaz de acompañar a Naruto a esa reunión.

—Hablando de ello, ¿Cuándo es que piensas decirle? No esperes, por favor, al último minuto. Nosotros partimos mañana, y será más difícil que le hagas salir de la casa de Sai que de la nuestra. Así que díselo lo más pronto posible.

—No es tan fácil, lo sabes —. Naruto había dejado caer su cabeza sobre el escritorio, cubriéndola con ambos brazos.

Sasuke chasqueo la lengua ante aquel gesto. Ese que Naruto hacia cuando creía que algo era problemático y era mejor evadirlo hasta el límite de lo insospechado. Había pasado lo mismo con su boda, con el nacimiento de los niños y su crisis por cambiar pañales. Todas tonterías, si alguien le preguntase.

—Lo he visto hoy por la aldea —. Comento Sasuke, sacando un poco de alimento de la bolsa de cuero que colgaba de su cintura, Raven se revolvió ansioso ante el movimiento. La mirada de Naruto le enfoco rápido.

— ¿Qué quieres decir con que lo has visto hoy? —. Naruto había salido de su escondite provisional y tenía una mueca de espanto mal disimulada.

—Quiero decir exactamente lo que significa — Sasuke ignoro su cara, Naruto solía ser demasiado exagerado para algunas cosas. Estiro la palma de su mano para acercarla al halcón y comenzar a alimentarlo.

— ¿Qué hora es Shikamaru? —.Naruto se había erguido por completo, murmurando la pregunta al no encontrar ningún reloj cerca.

—Casi las doce —.Shikamaru suspiro el numero al ver el reloj colgante detrás de Naruto. Había entrado en modo pánico inútil y sobre protector, si tan solo supiese lo que esa mañana había ocurrido, habría corrido tras Boruto cuando lo vio saliendo de la torre con Shikadai.

—Hace cuanto que lo viste Sasuke.

—Hace algunos minutos —. Dijo con cansancio Sasuke, esto se estaba saliendo un poco de control. Como siempre.

—Ese niño, Hinata debe de estar preocupada —. Naruto se hizo hacia atrás, ayudado de las ruedas con las que contaba su silla, abrió uno de los cajones del escritorio, revolviéndolo a prisa, buscando su celular en este.

—Si buscas tu celular, te recuerdo que Tsunade-sama lo rompió ayer porque no contestabas sus llamadas, así que decidió que no necesitabas uno si no hacías uso del mismo —. Shikamaru intento no sonreír al recordar la escena, cuando Tsunade estaba frente al Hokage, Naruto se convertía automáticamente en el niño rebelde de 12 años que alguna vez fue.

—Cierto, Ba-chan odia que la ignoren.

—Como sea, le diré a Shikadai que se encargue de eso, me retiro por hoy.

—Gracias Shikamaru, saluda a Shikadai de mi parte.

—Lo hare, y tú no lo olvides, tienes que hablar con Boruto cuanto antes.

—Lo sé, lo sé —. Murmuro derrotado de nuevo. Shikamaru le dio una última reverencia y se despidió con un gesto de Sasuke. El día laboral había terminado.

Sasuke espero unos segundo después de que la puerta se había cerrado para dejarse caer cómodamente sobre el gran sillón donde estaba distendida la capa del Hokage, Naruto siguió murmurando cosas sobre dar por perdido su ramen instantáneo y tener que mantenerse alerta en su propia casa. Tan idiota como de costumbre.

—Tenía una herida.

— ¿Ah? —. Naruto calló, enfocando a Sasuke. Brazos extendidos sobre el respaldo del sillón y Raven situado en el perchero junto a su sombrero de regente de aldea. No era una sorpresa el como el Uchiha podía ser tan suyo un lugar con solo algunos movimientos.

—Tu hijo, él tenía una herida en su brazo.

—Eso es normal, es un niño a punto de salir de la academia, recuerda cuan heridos terminábamos siempre tu y yo.

—Lo hago, pero esa herida era diferente. Un corte demasiado limpio, y solo se obtienen por dos causas. Tenía la defensa demasiado baja o estaba protegiendo algo.

— ¿Protegiendo algo? ¿Qué podría ser?

—Quien sabe. Pero fue importante para él. También note el chacra de Tsunade en él, ella le curo.

—Si ella lo hizo, de seguro hace falta sake de la reserva de los Hyuga.

—Es irónico.

— ¿El qué?

—No pareces nada preocupado por saber que tu hijo está herido, pero entraste en pánico cuando supiste que estaba afuera tan tarde.

—Si me dices que Tsunade-oba chan le curo, eso me calma, confió en las habilidades de ella. Pero en cambio sí me dices que aun rondaba por la aldea a esta hora puede que este tramando algo que puede dañarlo de diferentes maneras, él no se detendrá ante ningún obstáculo para llamar mi atención.

—Hay tantas estupideces en lo que acabas de decir.

— ¡Claro que no las hay!

—Sigues siendo un Usaratonkachi, si no te das cuenta del error yo no voy a ser quien te lo diga.

— ¿Error? ¿Error en qué? —. Naruto se había puesto de pie, Sasuke había echado su cabeza hacia atrás. Ignorándole —. Sasuke, ten los cojones de contestarme, joder.

—Oblígame.

— ¿De verdad? —. Naruto había comenzado a masajear sus hombros, y mover el cuello, una sonrisa de zorro invadiendo su rostro.

—De verdad —. Sasuke, sonreía de medio lado, ojos abiertos, Naruto había cambiado a modo sennin, esto sin duda sería divertido.

Sarada había hecho la sopa de miso ayudada de Sakura, esa mañana había sido avisada de que su padre había vuelto a la aldea, él había salido a su entrenamiento matutino, un hábito, que según su madre, jamás había podido erradicar sin importar el lugar en el que estuviese. Así que para el desayuno ella se había ofrecido hacer una comida sustanciosa y nutritiva para que su padre recobrara energías.

Apenas podía contener lo acelerado de su corazón, casi sentí a su pecho hipear como un polluelo recién nacido. Vería a su padre después de tantos meses. Habían convivido tan poco la última vez, que ella había estado viviéndole a través de las historias que el Hokage le contaba en sus encuentros por el parque.

Era así como Sarada se había enterado de la existencia de Itachi, su tío y héroe anónimo de la aldea, de las batallas durante la adolescencia de sus padres y de la gran guerra ninja vivida antes de su nacimiento. Sasuke ahora ostentaba un nivel más allá de lo imaginable dentro del mundo Shinobi, Sasuke se había concentrado en resguardar la seguridad del mismo, sin hacer distinciones y buscando todas las potentes amenazas que surgieran para llevarse la paz instaurada.

Era el héroe no solo de Konoha sino también de ella, quien se había decidió por llegar a ser Hokage como el octavo, pues se sentía incapaz de recorrer los sinuosos caminos lejos del hogar como su padre.

—Sarada, la sopa ya está hirviendo, pruébala de nuevo cariño.

La pequeña asintió, sacudiendo la cabeza, había sido absorbida por sus pensamientos, su madre le sonrió en comprensión y siguió partiendo rodajas de jugoso tomate.

El sonido de la puerta hizo que ambas abandonaran sus tareas. El fuego de la estufa se extinguió y el cuchillo fue dejado a un lado de la verdura.

Y Sarada lo sintió, el chacra familiar acariciándole la piel, el cosquilleo de sus ojos aumentando y el polluelo de su corazón trinando. Su padre estaba ahí.

—Bienvenidos a casa.

La voz de su madre le hizo repetir lo mismo, demasiado absorta en el rinnegan que estaba fijo sobre ella, Sarada se había inclinado un poco hacia su izquierda al reconocer una segunda presencia, igual de fuerte, pero con una sensación mas cálida, como rayos de sol. Su mirada brillo al encontrarse con el par de cielos azules del Hokage. Hoy era el día más feliz de Sarada en mucho tiempo.

Cuando Himawari entro a la recamara de su hermano, el rechinido de la puerta fue el aviso de su presencia, ella camino despacio entre la oscuridad que las cortinas cerradas proporcionaban, así que extendió sus dos brazos, estaba despeinada y se sentía aun un poco perezosa, su osito de peluche colgaba de su mano, había sido arrastrado por todo el camino desde su cama. El aroma a flores le recibió, había sido elevada para ser llevada tal princesita de cuento, ella acomodo su cabeza sobre el familiar hombro de Inojin.

— ¿Aun con sueño Himawari-chan?

Ella hizo un ruido con la garganta, aun no quería hablar. Cerró sus ojos al sentir el arrullante movimiento del rubio al dirigirse  hasta el colchón compartido.

—Tenemos una invitada más Boruto —. Anuncio en una improvisada sonata Inojin, hundiendo ambas rodillas sobre el lecho.

El rubio giro por la cama al sentirle, más por instinto que por placer, hasta que su espalda choco contra la pared, Inojin deposito a la niña con cuidado, ella gateo hasta su hermano, acomodándose sobre su brazo. Inojin les cubrió con las mantas y entro de nuevo él también.

— ¿Qué hora es? —. Murmuro Boruto, apretando sus ojos, resistiéndose a despertar por completo.

—Hum, no lo sé —, Inojin tomo la pequeña mano de Himawari entre las suyas y comenzó a trazar las líneas de su palma de forma vaga —, quizás sean las 6, pero no estoy seguro.

—Podemos dormir una hora más —. Dictamino con voz ronca Boruto, hundiendo la nariz en los cabellos de su hermana.

—Mami regresara hasta las ocho, tienes que llevarme a la mansión antes de irte a la academia.

— ¿Llevaras maleta?

—No, regresare con mami para ayudarla.

—Vale.

Boruto se arrebujo un más mas dentro de las mantas, enredando una de sus piernas a la de Inojin como una ancla, se sentía más seguro de esa forma. Himawari se revolvió ante el movimiento, abriendo de pronto los ojos.

—Hermano, mami dijo que no te pierdas la comida de mañana después de la academia.

—No me digas — Boruto también los había abierto ante la única posibilidad que su mente pudo procesar durante esa hora de la mañana. Inojin también lo hizo, sintiendo de pronto como toda el ambiente relajado se evaporaba de la habitación —. El viejo vendrá.

—Hermano, no le llames así, papá se enojara.

Boruto abrió su boca para replicar, pero en su lugar se mordió el labio inferior, porque se dijo “No, no vas a arruinar a Himawari también viejo”, así que asintió, tragándose la bilis y asegurándose de poner la mandíbula sobre la cabeza de su hermana para que no viera su rostro. Inojin le recompenso acariciando su cabello.

—Bien, bien, intentemos dormir esa hora más.

Inojin le sonrió a ambos, instándoles a cerrar los ojos. Boruto ya no tenía sueño, ni buen humor. Inojin se puso la nota mental de darle un beso después para despejarle los pensamientos y hacerle reír. Todo era mejor cuando las carcajadas de Boruto le inundaban el corazón.

Inojin aún no sabe cómo es que esa cena esta por cambiarle el futuro, no solo a Boruto, sino también el suyo. Pero ese momento no es hoy, así que entrelaza sus manos con las del Uzumaki y estira un poquito más una fecha que esta por caducar.


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