Gray amaba a Lyon sin contemplaciones, le amaba sin importar lo que hiciera. Cuando comenzaron a estar juntos Gray jamás creyó enamorarse tanto de él, y nunca entendió como Lyon había logrado entrar tan profundo en su corazón. Lyon no era perfecto, distaba mucho de serlo. Lyon no trataba bien a Gray pero aun así Gray lo amaba inmensamente como un tonto.
Lyon prometía cosas todo el tiempo pero nunca las cumplía. Cada vez que Lyon rompía una promesa Gray lloraba en silencio y sentía su corazón dolerle en el pecho pero cuando Lyon llegaba y se disculpa Gray no podía evitar tragar su dolor y perdonarlo pues lo amaba como un tonto.
Flashback
Era el cumpleaños de Gray, el azabache se encontraba inmensamente emocionado pues su pareja Lyon le había prometido llevarlo a cenar y tener una noche especial, juntos. Gray ansiaba tanto esto que rechazo todas las demás invitaciones de sus amigos. Esa noche Gray se encontraba feliz, estaba arreglado y se sentó en el sillón a esperar, comenzaron a pasar los minutos -“seguro se retrasó un poco”- pensó con su sonrisa, pero los minutos se hicieron horas y Lyon nunca llego. Gray lloro amargamente en la madrugada al darse cuenta de que no llegaría pero cuando Lyon apareció dos días después y le pidió disculpas Gray no dudo un segundo en disculparlo aun cuando en su corazón aún se encontraba el dolor de la decepción.
Pero eso no importaba Gray lo amaba igual. Incluso cuando Lyon lo lastimaba Gray lo soportaba, sentía dolor al escuchar sus palabras, incluso mayor que cuando sentía sus puños pero Gray no hacía nada por impedirlo porqué lo amaba como un tonto.
Flashback
Se escuchaban gritos en la casa del mago azabache y estos pronto se acompañaron de ruidos de cosas rompiéndose y golpes. El peliblanco estaba fúrico y desataba todo su enojo contra el azabache que no decía nada. Lyon le insultaba de todas maneras mientras resaltaba sus palabras acompañándolas con golpes que el menor recibía sin contemplaciones, quizá lo merecía todo había sido su culpa y ¿por qué? Había salido con Natsu a comer aun sabiendo cuando Lyon le odiaba. Era su culpa y debía soportarlo por que amaba a Lyon y prefería soportar su enojo, eso significaba que lo quería ¿no es cierto?
Gray aceptaba todo lo malo de él mayor. Lyon siempre lo culpaba de lo malo que sucedía cuando no tenía a nadie más a quien culpar y Gray lo aceptaba, quizá si era su culpa pensaba el, después de todo Lyon no podía hacer muchas cosas por estar con él o al menos eso decía y él no tenía por qué dudar de Lyon ya que Gray lo amaba como un tonto
Flashback
Lyon había llegado furioso a casa del menor azotando la puerta tras de si - “’ ¡Gray!, por culpa tuya no he conseguido buenos trabajos, sino tuviera que estar contigo tendría más tiempo para ir a ellos.”- mintió. Gray se sintió verdaderamente culpable por eso, la realidad era que Lyon no había ido por comodidad y ahora que necesitaba dinero se había frustrado al no conseguir trabajos con buena paga. Gray le creía cada que Lyon le culpaba de algo por lo que cuando este le había golpeado, el azabache no había llorado siquiera, se lo merecía después de todo. ¿Qué clase de novio era si le impedía a su pareja obtener cosas buenas?
Y justo cuando Gray pensaba que todo iba bien llego el día que menos pensaba, el día en que Lyon decidió irse. Gray temía que algún día sucediera pero conservaba la esperanza de que no fuera así pues lo amaba como un tonto.
Flashback
Cuando Gray llego a casa encontró a Lyon empacando sus cosas, Gray no entendía que sucedía, todo parecía ir tan bien a su parecer y ahora lo veía tomando todas sus cosas sin haberle dicho nada -“Lyon, ¿s-sucedió algo?”- pregunto tembloroso con un nudo en la garganta, el peliblanco ni siquiera se giró a verlo cuando respondió con voz sumamente fría - “Ah Gray, eres tú. No es nada solo me voy de viaje un tiempo, tu sabes un trabajo largo.” - Gray no le creyó pero en el fondo de su corazón deseaba que fuera cierto. Gray sabía que no iba a volver, ¿por qué otra razón se llevaría todas sus cosas? Pero cuando lo vio salir de su casa con sus maletas no pudo evitar intentar darle esperanzas a su corazón - “Pero volverás, ¿cierto? Te esperare Lyon. Te amo, lo sabes ¿verdad?, te prometo que te esperare sin importar cuanto tiempo tardes.” - Lyon no respondió simplemente bufo molesto y se alejó con sus cosas mientras el azabache lo contemplaba con lágrimas en los ojos.
Y así pasaron semanas, meses e incluso años y cuando el azabache al fin se resignó a que Lyon no volvería decidió que si no podía dejar de amarlo, jamás tendría que amar a nadie más. Esa noche Gray tuvo un fugaz romance con una filosa y brillante cuchilla de plata, quien se llevó su último aliento tan lentamente como un beso apasionado de la muerte. Y todo porque te había enamorado… como un tonto.