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Endemoniadamente tierno por yola1996acuario

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Notas del capitulo:

Holaaaaaa! Chicas/os que leen esto...¿me extrañaron? yo siii; el cap de hoy es mas largo(muchooo) que el usual...es una pequeña compensacion por la taranza.


Psdta. Mukuro es sexy!

Khr no me pertenece... aunque si me perteneciese haria que Giotto resusitase lol

Cap.11: Fiesta y presentaciones


Bendito sea el momento en el que Bianchi decidió hacer una llamada.


Bendito sea el momento en el que Reborn fue a recepción a pedir una copia extra de su llave.


Y bendito sea el momento en el que le mandaron a subir primero.


Pero maldito y desgraciado sea el momento en el que interrumpió a ambos menores quienes no solo se encontraban en una posición de lo mas comprometedora e injustificable sino que lo miraban como si lo fuesen a matar ahí mismo. El silencio reino por unos buenos quince segundos en los que Skull observo como los ojos caramelo del castaño volvían a ser esos ojos naranja acaramelados que siempre tenían los Vongola cada que se molestaban, le había llegado la hora.


¿Tendría un ultimo deseo? Si es que ese era el caso, que sea rápido e indoloro.


Tsuna, con mucho fastidio, desenredo los brazos que tenia alrededor del cuello de Mukuro a la vez que este ultimo lo retiraba de manera delicada de sus piernas colocándolo al costado suyo, ninguno de los dos lucia avergonzado pero si bastante molestos con el motociclista, ambos chicos se sentían de lo mas frustrados.


Skull deseaba que apareciese alguien que lo salvase de lo que le fuese a pasar, de preferencia que fuese cualquier extraño porque de ser un conocido moriría, de manera literal.


Tsuna chasqueo la lengua antes de cruzarse de brazos.


-Pon las bolsas en la cocina.


Las palabras del castaño sonaban mas frías que el hielo a lo que Skull por puro instinto de supervivencia se apuro hacer lo que decía el menor, no quería mas golpes y menos cuando un Vongola tenia los ojos en ese inquietante tono naranja, por mas que ese Vongola sea el pequeño y adorable Tsuna, ya había pasado por eso miles de veces como para querer una repetición mas.


Tanto Mukuro como Tsuna observaron como desaparecía el motociclista en cuestión de segundos; si bien el adorable castaño había sido retirado de las piernas del peli índigo por este, ambos chicos aun conservaban la cercanía como si fuese algo que necesitasen para vivir.


Ahora… ¿qué diablos había pasado?


Tsuna sentía como el calor empezaba a inundar sus mejillas, se sentía algo cohibido y no quería ver al peli índigo a lo que Mukuro sentía su rostro algo caliente pero quería respuestas a lo que, era mas claro que el agua y hasta un ciego lo vería, había estado a punto de pasar si es que no les hubiesen interrumpido.


Silencio.


El silencio estaba matando a ambos chicos, no era incomodo pero tampoco era cómodo, era expectante, la clase de silencio que viene antes de que alguien dijese algo que daría dos vueltas a tu mundo.


Mukuro decidió dejarse de juegos antes de que apareciese alguien mas y le alejase de su adorable Usagi-kun… ¿su adorable Usagi-kun? La parte de adorable era mas que cierta pero ¿su? algo posesivo pero no sonaba nada mal, le gustaba; la realización golpeo a Mukuro a la vez sonrió con su típica sonrisa socarrona para que luego en un movimiento rápido volviera a coger el cuerpo del menor obteniendo una pequeña exclamación de sorpresa de este cuando le coloco nuevamente en la posición en la que había estado ante de que les interrumpiesen.


-¿Mu..kuro?


El mencionado miro intensamente en las orbes anaranjadas acarameladas que poco a poco volvían a ser ese embelesante color caramelo brillante.


-Kufufufu ¿donde nos quedamos Usagi-kun?~


El castaño quien hasta el momento parecía ligeramente avergonzado y algo tenso rápidamente cambio su expresión a una sonrisa adorable de lo mas coqueta ¿quién diría que el menor podía sonreír de ese modo? A la vez que volvía a enredar los brazos en el cuello del peli índigo.


Los corazones de ambos chicos bombearon de manera apresurada.


-Mukurooo~…


El adolecente sonrió juguetonamente colocando las manos en las caderas del adorable castaño.


-…te quiero mucho~


El peli índigo sonrió aun mas ante el casi ronroneo del menor pero ya no de manera juguetona, cínica, socarrona o burlona sino de manera cariñosa, una sonrisa que casi nadie, aparte de su hermana menor y en insólitas ocasiones su hermano mayor, le había visto.


-Oya~ Oya~ se suponía que yo tenia que decírtelo primero, Usagi-kun…


El adorable castaño hizo un puchero pero este duro poco al sentir los labios del peli índigo en su frente aunque quería esos labios algo mas abajo.


-…yo también te quiero mucho, Usagi-kun…


Tanto Tsuna como Mukuro se sentían algo mas ligeros como también se sentían como si fuesen a tener un ataque al corazón de un momento a otro, sus latidos iban bastante aprisa y eran tan fuertes que juraban que el contrario los podía escuchar.


Mukuro beso la pequeña nariz del menor para luego besar ambas mejillas de este de manera suave, besos mariposa.


-…pero hablaremos de esto mañana en mi casa, te enviare la dirección después ya que no quieres que pase por tu escuela.


Las ultimas palabras del mayor sonaron con algo de recelo pero Tsuna simplemente asintió ya que sabia que si Skull ya estaba ahí de un momento a otro podían llegar su adorable tío Reborn y Bianchi, prefería no tentar la suerte de Mukuro porque si es que algo sucedía de seguro culparían al peli índigo lo cual no quería.


-Y veremos algunas películas.


El peli índigo volvió a besar las mejillas del menor.


-Kufufufu por supuesto, Usagi-kun.


Ambos chicos mantuvieron una mirada cómplice en la que transmitieron mas de lo que las palabras podían decir, si bien se sentían algo confundidos era mas que claro que como amigos no se veían.


Mukuro bajo con cuidado al adorable castaño quien se paro del sofá en el mismo momento que hizo el adolecente solo para que luego cogiese alguno de los adornos que antes tenia enredados en su cuerpo.


-¿Ahora si me ayudas a terminar colocar los adornos?


El peli índigo asintió al coger algunos de los que tenia el menor en sus manos.


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Squalo juraba que un día mataría a Xanxus o le dejaría en abstinencia por un mes.


El peliblanco termino de revisar y firmar la ultima carpeta del papeleo que tenia que haber hecho el Jefe de Varia a su llegada solo para empezar a maldecir como poseso.


¿Cómo es que su jefe bastardo se las arreglaba para meter su consumo en licor en el presupuesto? Nunca lo sabría.


-Estúpido jefe bastardo.


Squalo se quito los lentes de lectura a la vez que se estiraba haciendo tronar sus huesos.


Tal vez debería de pedir vacaciones, un par de semanas no harían daño a nadie.


Como si fuese una respuesta a sus pensamientos se escucharon cosas caer y romperse al otro lado de la puerta.


El peliblanco se levanto apresurado hasta llegar a la puerta de su oficina solo para estamparla y encontrar en el suelo lo que antes fue una mesa de cristal, a Lussuria riendo mientras se contorsionaba al intentar tomar alguna foto al pequeño cuerpo con sombrero de rana que estaba escondido detrás de Bel quien lanzaba uno que otro cuchillo al perro faldero de Xanxus quien a su vez trataba de esconderse detrás de Mammon por lo que suponía esta le estaba cobrando, incluso podía apostar que los cuchillos que la encapuchada atrapaba serian revendidos nuevamente a Bel.


Un cuchillo roso cerca de Squalo.


- VROIIIII!


Si había algo que en Varia era como un alto al manicomio eso era, aparte de la mirada molesta de Xanxus, el grito de Squalo.


-Nee~Nee~ no grites tanto Squa-chan, te saldrán arrugas, canas y Xanxus ya no te querrá.


El mencionado estaba a punto de cortar en dos al plumífero afeminado doctor si es que no hubiese sido por que otra puerta cercana a la suya se estampo haciendo temblar a mas de uno y no era para menos los ojos rojizos lucían iracundos y parecía que de un momento a otro aparecerían las cicatrices del pelinegro.


Oh-oh.


¿Le habrían despertado de su siesta? Mas de uno rogaba por que no fuese el caso.


-Escoria.


Mierda. Xanxus solo decía ¨escoria¨ cuando estaba verdaderamente cabreado.


La mirada rojiza se poso en Levi A Than que ya estaba prácticamente dándole aire con un abanico.


-¿Si, Xanxus-sa..?-


Por poco y Levi no se escapa del balazo que dio el pelinegro si es que no hubiese sido por los muchos años de practica que tenia.


Squalo bufo al cruzarse de brazos, quería ver como la anguila volvía a tener otro balazo en el trasero.


-¿Por qué mierda nadie me despertó?


Los Varia casi se atragantan con su propia saliva al escuchar al Jefe decir tal blasfemia, si bien tenían que estar a la hora para la fiesta hecha por el adorable y pequeño Tsuna nadie estaba tan desequilibrado como para despertar a Xanxus Di Vongola ¿y quien en su sano juicio lo estaría?


El peliblanco miro su reloj solo para maldecirse interiormente.


-Llegaremos a tiempo si es que tomamos las motos.


Xanxus pareció relajarse al escuchar las palabras del peliblanco pero al ver un sombrero de rana semi oculta en la espalda de la basura real su ceño se acrecentó.


Bel sintió su instinto de supervivencia gritarle para que se moviera pero aun así no lo hizo, la ranucha descerebrada debía de sentirse feliz de que le protegiese con su real presencia. Bendito sea el momento en el que a su real cabeza se le ocurrió darle un caramelo chicloso al peli verde sino estaría en mas problemas de los imaginados, la ranucha aun no aprendía a controlar su lengua o al menos para relaciones sociales ya que en otras actividades casi se había graduado.


Lussuria al ver la mirada molesta de su jefe decido intervenir, quería que Bel presentase a tan lindo espécimen en presencia del resto de los Spade y ver sus reacciones, Mammon lo había tomado demasiado bien para su gusto.


-Jefe~ llegaremos tarde si es que no nos apuramos~


Xanxus no respondió pero si paso de largo hasta llegar a Squalo y arrastrarlo siendo seguido por el resto de Varia.


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Por el suelo podían verse la chaqueta verde, una camiseta, unos jeans, un gakuran, unos pantalones oscuros y una camisa blanca pero nada de eso le importaba a los dos adolecentes que estaban enzarzados en tratar de ver quien lograba dominar al otro, los gemidos inundaban el pequeño espacio.


Si bien a Dino no le gustaba ver los moretones de Kyôya y mucho menos le gustaba ver que tuviese una escayola nada de eso le impediría disfrutar de su tiempo con el prefecto, después de todo quien sabia cuando su diabólico tío Reborn lo mandaría nuevamente lejos; Dino recorrió con las manos los costados de su novio sin darle demasiada importancia a los moretones que estaban esparcidos por su torso mientras mordisqueo la nívea piel del cuello del pelinegro quien estaba sentado a horcadas sobre el rubio restregándole sus caderas en un afán de no ser el único que soltase gemidos; si es que el elevador tenia cámaras estaban dando un buen espectáculo y de ser el caso pedirían una copia.


Dino gruño al sentir una mano detenerse a medio camino de empezar a bajar por su pecho con una dirección mas que clara.


-No marcas.. Nghh.


Kyôya estaba a punto de golpear a Dino si es que volvía a morderlo en el cuello pero en un ultimo segundo antes de hacerlo se le ocurrió algo mejor para torturar al Cavallone, no solía sonreír en demasía pero hacer lo que iba hacer le hizo dar una pequeña sonrisa.


Dino simplemente rio al escuchar el gemido mal contenido de su novio aunque la risa le duro poco al sentir como una mano se colaba en sus interiores para luego salir sin hacer absolutamente nada, aquello era un acto sacrílego y una blasfemia a sus hormonas; Kyôya mantuvo su pequeña sonrisa al escuchar el bufido fastidiado del rubio quien le miro con un puchero.


-No es justo, Kyôya.


El mencionado simplemente bufo.


Dino iba a soltar algún comentario de lo injustto que el pelinegro era cuando se dio cuenta de que no solo había dejado un chupetón, bastante marcado, sino que había dejado varios de ellos rodeando todo el cuello del prefecto, Dino tenia conocimiento pleno de que a Kyôya le cabreaba tener que estar usando su gakuran o alguna camisa de cuello alto cuando tenia algún chupetón para no ser regañado por Reborn o Fon ya que aunque no lo pareciese el pelinegro tenia un gran respeto por quienes le enseñaron a pelear.


Kyôya me va matar.


Kyôya se aburrió del silencio del Cavallone por lo que le jalo para volver a besarle y reanudar el movimientos en sus caderas haciendo participar a Dino quien decidió no decir nada hasta que terminaran lo que empezaron, ya luego seria mordido hasta la muerte por su novio.


Tal vez debieron quedarse un par de horas mas en el auto de Dino.


Tal vez no debieron empezar a besarse como si no hubiese mañana apenas entraron en el ascensor.


Tal vez no debieron detener el ascensor.


Tal vez debieron controlar mejor sus hormonas


Tal vez debían de salir del ascensor e ir al apartamento de Tsuna.


Tal vez debían de salir del ascensor antes de que alguien llamase a un técnico y les encontrase, no seria la primera vez.


Pero todos esos tal vez se fueron al infierno cuando Dino invirtió las posiciones al poner al prefecto contra el suelo y colocarse encima de este, ambos tenían el lívido del tamaño de América y les venia importando bastante poco el llegar algunos minutos tarde a la fiesta o que alguien los descubriese.


Las ultimas prendas desaparecieron.


Si, les venia importando un reverendo pimiento cualquiera de esos tal vez.


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Tanto Mukuro como Tsuna habían terminado de colocar los últimos adornos en las paredes, preparado la mesa con bocadillos dejando el espacio suficiente para la torta que debía de haber traer el tío del menor así como también pudieron colocar la música sin ningún problema, en ningún momento vieron a Skull salvo cuando Mukuro entro a la cocina a sacar las cosas que el primero había traído y si no fuese porque no podía arruinar la fiesta que el adorable castaño preparo ya hubiese lanzado al motociclista por la ventana.


El adorable castaño hizo un puchero al ver la hora, se suponía que su querido tío Reborn y Bianchi ya debían de haber subido ¿qué los estaría reteniendo?


Mukuro observo al menor solo para segundos después soltar las tijeras que tenia para palmearle la cabeza.


-¿Qué sucede, Usagi-kun?


El menor miro con sus enormes ojos caramelo al peli índigo.


-El tío Reborn aun no sube con la torta.


Mukuro ya entendía lo que el menor quería.


-Oya~Oya~ Usagi-kun, no puedes meter dedo a la torta.


Tsuna bufo.


-No la has probado para que digas tal basfemia.


Mukuro iba a replicar aquello cuando un borrón verde paso ante sus ojos abalanzándose sobre el adorable castaño, su sangre se calentó.


Tsuna casi cae si es que no fuese porque el cuerpo que le abrazaba era mas liviano que el suyo.


Il a été longtemps, Tsuna .


En un primer momento ninguno de los dos chicos reconoció a la persona con sombrero de rana que abrazaba al castaño pero luego de un segundo tanto Mukuro como Tsuna lo reconocieron y como no hacerlo con ese tono de voz monótono, el peli índigo nunca pensó encontrar a ese molesto ser en Namimori mientras que el castaño no creyó ver tan pronto a uno de sus amigo de escuela italiana.


Mukuro decidió que aun estaba a tiempo de coger las tijeras aunque mancharía la alfombra.


-¿Fran?¿Que haces aquí?¿porque no estas en Italia?


El peli índigo miro con curiosidad entre el adorable Usagi-kun y la molestia personificada mejor conocida como Fran, ya no podría coger las tijeras.


¿Usagi-kun conocía a Fran? Demonios, deseaba que no aunque por lo que veía no parecía que fuese el caso.


¿Desde cuando tenia sombrero de rana? Según recordaba siempre llevaba un sombrero de manzana.


¿Desde cuando Fran se lanzaba a abrazar a alguien? Por lo que sabia el molesto peli verde era la persona mas apática al contacto si es que no se trataba de algo que verdaderamente le gustase.


Mukuro frunció el ceño al ver como Fran no parecía querer soltar a su Usagi-kun.


Será mejor que suelte a Usagi-kun. Y como si el peli verde supiese de los pensamientos del heterocromático, abrazo con mas fuerza


-Me trajo un príncipe falso.


Mukuro se perdió a lo que Tsuna tuvo el presentimiento de que tendría información interesante si es que sus sospechas eran ciertas.


-Fran Spade…


El mencionado no batio ni una pestaña ante el tono de voz amenazante a lo que el castaño voltio a ver al peli índigo solo para observar como este fulminaba a Fran con la mirada.


Tsuna se sintió idiota.


Spade.


Mukuro Spade.


Daemon Spade.


Fran Spade.


¿Cómo es que nunca asocio a Fran con Daemon?


¿Serian familia o seria tan solo una coincidencia? No creía que fuese una coincidencia.


-…¿que demonios se supone que haces en Japón? Y será mejor que me contestes con la verdad o te volveré a atar a un árbol.


Tsuna se quito del abrazo del peli verde con sombrero de rana para mirar al peli índigo con curiosidad.


-¿Mukuro, conoces a Fran?


Mukuro asintió con mucho pesar pero no fue el quien contesto.


-Es mi primo, bastante feo el pobre.


Tsuna fruncio el ceño a las ultimas palabras de Fran.


Mukuro no es feo.


Mukuro sabia que tenia que tener paciencia no solo por su salud mental sino también porque Usagi-kun parecía ser amigo de su odioso primo, ya se había dado cuenta de que el adorable castaño era demasiado sobreprotector con lo que consideraba suyo y sus amigos lo eran; el peli índigo decidió que la paciencia seria una virtud que debería de apreciar de ahora en adelante si es que no quería asesinar a su primo.


-¿Por qué no estas con Verde-kun?


Fran había estado mirando las reacciones de su primo y de su amigo por unos momentos para llegar a una conclusión rápida, es mas creía que solo un ciego no vería lo obvio.


-Así que terminaste con W.W.


Mukuro dio un rápido vistazo al adorable Usagi-kun solo para ver que este se había cruzado de brazos y le miraba de manera interrogativa a la vez que estaba frunciendo el ceño.


Merda.


-Nunca estuve con M.M. y responde a mi pregunta o te ato a un árbol.


Fran decidió que había encontrado un nuevo entretenimiento, al menos de momento. El peliverde miro hacia el castaño con toda la seriedad que tenia.


-No dejes que te engañe, Tsuna, de seguro que quiere ocultar sus perversiones, no caigas del mismo modo que W.W.


Tsuna miro con una ceja enarcada al mayor quien observaba como los ojos caramelo se aclararon ligeramente.


Mukuro estaba en entre explicarle debidamente a Usagi-kun que lo que decía su odioso primo era mentira o lanzar a Fran por la ventana, gano la explicación pero antes de que alguien hiciese un movimiento un cuchillo surco el aire siendo esquivado por Fran y detenido con bastante facilidad por el adorable castaño.


-Shishishi…


Tsuna reconoció de inmediato la curiosa risa aunque tanto él como Mukuro se sorprendieron de ver una pequeña y cálida emoción en los ojos usualmente inexpresivos del peli verde.


-…ranucha descerebrada ¿quién te dio autorización para que entrases tu solo al elevador?


Los tres chicos vieron como un rubio con una corona aparecía con algunos cuchillos plateados en sus manos aunque las reacciones de los tres fueron totalmente distintas; Fran volvió a tener su mirada indiferente, los Spade eran grandes actores, Mukuro simplemente alzo una ceja a lo que Tsuna observo con curiosidad ente el Varia y Fran.


-¿Bel?


El nombrado dejo de mirar en dirección de Fran para centrar su atención a la voz mas que conocida.


-Oh la princesa no luce muy feliz…


Mukuro decidió que el rubio no le caía bien y mas aun cuando el castaño fue al encuentro del tal ¨Bel¨ quien lo esperaba con los brazos abiertos.


Tsuna dio un corto abrazo para luego dar dos besos en las mejillas a quien le enseño a dar un golpe certero entre el corazón y el pulmón con un cuchillo.


-…¿dónde esta el sin talento, pequeño Tsuna?


Tsuna hizo un pequeño puchero.


-No llames así a Hayato y vendrá en un rato ¿el resto?


A Bel le recorrió un pequeño escalofrió al recordar de lo que se había salvado.


-Estan en una reunión demoniaca en recepción.


Tsuna iba a preguntar algunas cosas sobre ello cuando sintió un par de brazos mas que conocidos rodearle los hombros dándole un abrazo desde atrás, tener a Mukuro cerca era de lo mas relajante y natural por lo que no se lo pensó dos veces al apoyarse en el pecho del peli índigo.


-Oya~Oya~ Usagi-kun ¿no nos presentas?


El castaño asintió a lo que el rubio decidió no decir nada ante el mas que obvio acto posesivo del heterocromático, Bel no era idiota para pensar que el peli índigo hacia lo que hacia y le miraba como le miraba solo por amor a la amistad aunque dejaría todo aquello pasar ya que no quería involucrarse en un problema que estaba casi cien porciento seria mas grande de lo esperado, aun recordaba a Squalo tratando de calmar al Jefe diciendo algo sobre la historia repitiéndose y que los Spade eran como la plaga.


-Bel, este es Mukuro.


Bel rio al caer en cuenta que Fran estaba callado por filmar, después de todo su ranucha si tenia neuronas.


-Shishishi hónrate de conocer mi real presencia.


El peli índigo estrecho aun mas el cuerpo del castaño sin borrar su cínica sonrisa.


-Mukuro, este es Belphegor aunque le puedes decir Bel; es mi instructor de lanzamiento de cuchillos desde que tengo memoria.


Mukuro asintió en dirección al rubio sin apartarse ni un milímetro sus brazos del adorable castaño.


-Mukuro Spade.


Fran dejo de grabar justo en el momento en el que Tsuna voltio a mirarle para luego volver la vista hacia Belphegor.


-Bel ¿Conoces a Fran?


La sonrisa de gato de Cheshire que Bel nunca se vio mas grande de lo que se veía en esos momento; Tsuna apostaba que la nueva información le seria útil en un futuro, tal vez para sobornos.


-Es mi lacayo personal.


Fran negó sin cambiar su inexpresivo rostro al señalar con un dedo acusador al rubio.


-Caí en sus redes y ahora es mi novio.


Mukuro se quedo hecho una piedra por dos segundos para luego tener esa sonrisa socarrona de siempre que entonaba a la perfección con la sonrisa inocentemente feliz del castaño.


-¡Felicidades, chicos!


Fran tuvo un ligero, ligerísimo y casi inexistente sonrojo a lo que Bel simplemente rio hasta que cayo en cuenta de que su joven estudiante hablaba de Fran como si lo conociese por largo tiempo.


-¿De donde conoces a la Ranucha, pequeño Tsuna?


La verdad sea dicha hasta Mukuro se moría de curiosidad.


Fran asintió en dirección al castaño quien le había mirado como si buscara su confirmación en lo que contar, Tsuna sonrió cálidamente ya que contaba a Fran como uno de sus amigos y todos y cada uno de sus amigos le eran especiales y preciados.


-¡Somos amigo! También fuimos compañeros de escuela en Italia hasta que me vine a Japón, solíamos jugar juntos con mis peones, mis compañeros de aula, los profesores y con la guardia italiana; Fran es increíble al momento de ocultarnos.


Bel asintió orgulloso, al menos la ranucha sabia con quien debía de relacionarse.


Mukuro al sentir su curiosidad algo saciada decidió que era momento de preguntar lo catalítico y tal vez avergonzar un poco a su odioso primo.


-¿Le dijiste de tu noviazgo a Verde-kun o tan siquiera a Viper?¿cuantos años se llevan 5 o 6?


Bel tenso su sonrisa a lo que Fran miro desinteresado a su primo quien aun mantenía abrazado por la espalda al castaño.


-Son solo 5 y mi hermano aun no lo sabe pero Viper-nee si… y deberías de dejar que acosar sexualmente a Tsuna.


Bel se relajo un poco, Mukuro ignoro al peli verdea lo que Tsuna simplemente no entendió.


¿Mukuro le acosaba sexualmente? Pero si solo le estaba abrazando por la espalda, en ocasiones no entendía a Fran.


-Kufufufu me imagino que te pidió dinero~


Fran se dio por vencido, al parecer su primo no cambiaria de tema por mas que intentase desviarlo.


Bel aun recordaba como su ahora cuñada había exigido una ¨compensación¨ por daños y prejuicios tanto físicos como psicológicos así como cobrado el hecho de firmar la autorización para que saliese con Fran como también la cobranza de los impuestos mensuales que tendría que pagar para que dejase a Fran en su departamento, por poco y empeña su corona.


Fran apunto con un dedo acusador al rubio quien sabia que su pequeño novio diría algo que no le gustaría lo cual era cosa común en ellos.


-Se lo pidió al falso príncipe pedófilo.


Bel ya tenia mas que listo uno de sus cuchillos apuntando hacia el peli verde con tendencia suicida, solo daría un par de cortes…tal vez.


Tsuna conocía a Bel igual que conocía a todos y cada uno de sus amigos por lo que sabia como lidiar con él cuando se ponía de ese humor molesto que le hacia lanzar cuchillos a diestra y siniestra.


-¿Por qué esperaste al ascensor de Fran cuando podías usar el otro, gran príncipe Bel?


Bel detuvo su cuchillo a segundos de que estos escapasen de sus reales dedos al escuchar la voz de su joven estudiante.


Mukuro miro con una sonrisa socarrona la forma en la que el pequeño cuerpo en sus brazos había detenido el daño futuro a su primo aunque era algo lamentable el hecho de no poder ver tal espectáculo.


Fran sintió haber aprendido una nueva manera de control, sin duda estar cerca a Tsuna siempre era provechoso.


-Alguien lo ha detenido y esta inutilizable por el momento y el resto de los inútiles lacayos estan viendo como el Jefe hace un pacto con el demonio.


Tsuna sonrió al saber quien era ese ¨alguien¨, sin duda Dino tenia un fetiche por los lugares públicos.


-Kufufufu así que el pseudo padre de Usagi-kun.


Antes de que alguien pudiese tan siquiera decir algo se escucho como algo se quebraba, posiblemente una pared. Mukuro dejo de abrazar al menor, quien ya se había acostumbrado al calor del peli índigo, solo para ponerle detrás de si mismo en un acto protector; Bel apenas había escuchado el golpe ya sabia quienes eran por lo que lo mejor y mas inteligente era coger a la ranucha y colocarlo detrás de si como hizo cuando hablo con su cuñada y el resto de lunáticos. Tanto Tsuna como Fran se dejaron hacer.


-Toma, ranucha.


Bel no era llamado genio por nada, mantener al peliverde callado era una tarea imposible si es que no le daba algún dulce pegajoso que lo mantuviese ocupado y sin poder dejarle hablar por un buen rato ya que si dejaba la lengua de Fran a pleno moriría bajo las manos de alguno de los familiares del pequeño Tsuna.


Hubo un silencio que duro un par de segundos antes de que se escuchase otro golpe que posiblemente habría abierto otro hoyo en la pared al igual que una exclamación para que luego volviese a hacerse el silencio en el cual la habitación se empezó a sentir una fuerte sed de sangre; Mukuro sintió todas sus alarmas gritarle que ya conocían a la persona de la cual procedía esta sed de sangre pero no sabia de donde.


Si Tsuna hubiese podido ronronearía.


Para tres de los ocupantes de la habitación no fue ninguna sorpresa ver entrar entre tropiezos a un rubio despeinado tratándose de ponerse una chaqueta verde como podía mientras que para Mukuro simplemente fue como el preámbulo antes de la tormenta.


-Kyôya, cálmate.


Tsuna rodeo el cuerpo de Mukuro poniéndose frente a él pero aun así le cogió la mano.


-Llego Dino con Kyo-nii~


Todos pudieron observar como una tonfa fue lanzada con dirección a Dino para ser esquivada.


-¡Desaparecerán en unas semanas!


El peli índigo podía jurar que tenia la suerte Judas al darse cuenta de quien era esa tonfa ya que ¿quién mas en Namimori usaba tonfas? Se sentía idiota por no haber notado todos los indicios antes.


Mismo edificio.


Merda.


Misma escuela.


Merda.


Los moretones con formas de tubos que al final no eran otra cosa mas que tonfas.


Merda.


Kyo-nii era una manera acortada de decir Kyôya y el nombre de una de las personas que mas le gustaba joder era Kyôya Hibari.


Merda.


Y como si fuese una afirmación a sus pensamientos un pelinegro con gakuran entro en la habitación con una escayola y un gran moretón en la mandíbula sosteniendo una tonfa en su mano buena.


-Por desobedecerme te morderé hasta la muerte, Dino Cavallone.


El rubio sabia que estaba jodido cuando su novio uso su nombre y apellido, maldecía a sus hormonas y al hecho de no haberse quedado un rato mas en el elevador.


-¡Ya dije que lo sentía!


En realidad, Dino, no lo sentía para nada y eso Hibari lo sabia mas que nadie pero antes de que lanzase su tonfa vio algo que ni en sus mas locos y descabellados sueños creyó posible.


El aire en la habitación se enfrió.


-Herbívoro de piña.


Las palabras del prefecto sonaron agrias para quien le escuchase.


¿En que momento había sucedido?


¿Y porque cogía la mano del omnivoro?


-Ave-kun.


Mukuro no solo sentía sus palabras amargas sino que sentía su ira crepitar dentro de si, Ave-kun había lastimado a su Usagi-kun; el peli índigo se lamento enormemente no haber traído el tridente que solía llevar a sus peleas nocturnas.


-¿Mukuro, conoces a Kyo-nii?


Tsuna no solo había visto las reacciones de ambos adolecentes sino que también había sentido como la mano de Mukuro apretaba un poco de mas la suya; tanto Mukuro como Hibari se miraban con odio puro, era un milagro que aun no se lanzaran a matarse mutuamente.


-Desgraciadamente si, Usagi-kun


Mukuro no despego su mirada de la del prefecto al responder lo que fastidio un poco a Tsuna.


Kyôya ya se había cansado de esperar por lo que iba a lanzarse a morder hasta la muerte al peli índigo pero tras ver por el rabillo del ojo como la mirada del adorable castaño se aclaraba ligeramente decidió esperar ya que después de todo le había prometido no moverse demasiado y eso era justamente lo que no hacia.


-Kyo-nii, te prohibieron hacer disturbios.


El mencionado simplemente bufo pero guardo su tonfa.


-¿Qué haces tu aquí, herbívoro de piña?


Antes de que Mukuro pudiese dar alguna respuesta mordaz Tsuna hablo.


-¿De donde se conocen?¿Kyo-nii?¿Mukuro?


Dino también estaba interesado en la respuesta ya que su novio parecía conocer bien al otro adolecente lo cual no le gustaba en lo mas mínimo.


Tanto Mukuro como Hibari se seguían fulminando con la mirada; si es que a Kyôya lo detenía el hecho de haberle prometido a Tsuna no moverse en demasía hasta tener sus heridas totalmente curadas a Mukuro lo detenía el hecho de que había prometido no golpear a ¨Kyo-nii¨ y ninguno de los dos rompía las promesas que le hacia al menor aunque si algo podían decir los ojos de ambos adolecentes era que tendrían una pelea en la que se romperían algo el uno al otro apenas se viesen solos.


-Peleas nocturnas.


-Patrullaje de herbívoros.


Tsuna asintió mirando sospechosamente a ambos adolecentes que se mataban múltiples veces con la mirada hasta llegar a la conclusión de que ninguno de los dos mentía.


Mukuro estaba tan concentrado en asesinar con la mirada al prefecto que no pudo prever como Dino paso rápidamente hasta tener a Usagi-kun apresado entre sus brazos haciendo que soltara el agarre de su mano.


-¡Hermanito! fue un largo tiempo sin verte.


Mukuro estaba mas que listo para alejar al rubio del menor cuando vio quienes aparecieron por la entrada, esto seria divertido.


Un disparo paso cerca de la mejilla del rubio.


-Chaos, Dame-Dino…


El mencionado tembló ligeramente a lo que el menor en sus brazos empezó a soltar risillas.


¿Cómo era que a su pequeño y adorable primo le podía gustar su demoniaco tío?


-…suelta a Tsuna.


Dino negó estrechando aun mas el cuerpo del menor.


-Solo quiero abrazar a mi herma…


Otro balazo roso cerca del rostro del rubio aunque esta vez si tuvo que esquivarlo ya que quien le disparo no era otro que su celoso primo.


-…hola a ti también, Xanxus.


El pelinegro cambio el cartucho de su pistola sin apartar su molesta mirada rojiza de los ojos azules; el resto de los Varias no intervendrían en asuntos de familia menos aun cuando se trataba de ver padecer a Dino que era prácticamente el deporte familiar.


A Mukuro cada vez le caían mejor los familiares del adorable Usagi-kun.


-Basura.


Bel arrastro a Fran hasta llegar a un punto seguro en el cual no caería ni un solo balazo, mantenerse en silencio era la mejor opción por el momento.


Dino desvió ligeramente la mirada para ver al hombre de fedorra y patillas risadas.


Kyôya sabia que Dino nunca entendería que era no tocar a Tsunayoshi si este no venia pacíficamente a ti cuando estaban Reborn o Xanxus presentes, lo dejaría ser.


-Ti…


Crazo error.


Habían pocas personas que podían decir ¨tio¨ a Reborn y Dino no se encontraba entre ellos por lo que se tuvo que corregir.


-…Reborn podrías dejar de apuntarme con esa arma.


El pelinegro bufó.


-Cuando sueltes a mi sobrino.


Reborn camino de manera elegante hasta la mesa para dejar la torta de cumpleaños sin dejar de apuntar a su sobrino en ningún segundo.


-¡Yo también soy tu sobrino y no he visto a Tsuna en un largo tiempo!


El lloriqueo y puchero de Dino solo hizo que tuviese que esquivar dos balazos de Xanxus.


-No seas llorón y suelta a Tsu.


Dino se alegro al escuchar y luego ver aparecer a su otro primo, veía una pequeña esperanza.


-Giotto, déjame abrazar a mi herm…


El rubio a duras penas esquivo los tres balazos que fueron en su dirección.


Giotto por poco y aplaude a Xanxus si no fuese porque G, Asari y Knuckel miraban sus acciones detalladamente, si hubiese estado solo con Deamon hubiese hasta filmado.


-…¡Xanxus, joder, deja de disparar!


Xanxus volvió a apuntar en dirección a su primo quien se había auto proclamado el segundo hermano mayor de Yoshi, desde aquel momento Xanxus no podía ver a Dino sin soltar por lo menos tres disparos pero en esta ocasión bajo su pistola al ver como Yoshi le hacia una seña.


-Basura inútil.


Dino se tranquilizo al ver como Xanxus bajaba su pistola pero aun se sentía algo nervioso por el hecho de que su tío le siguiese apuntando y Giotto empezase a tener los ojos mas claros aunque toda preocupación se fue al sentir como le hacían un poke-poke en el pecho.


-Dino, suéltame.


Decir que el corazón de Dino se quebró seria un eufemismo; Tsuna estaba mas que listo para oír el drama de su primo cuando apareció una pelirrosa quien alejo a Dino de un caderazo para ser ella quien apresase al menor entre sus brazos y su pecho.


-¡Tsuna!


Mukuro se quedo de piedra al ver como una pelirrosa apachurraba a SU Usagi-kun, mas le valía que fuesen familia o podría reconsiderar coger las tijeras aunque se relajo a medias al ver que nadie parecía reaccionar mal ante el efusivo saludo por lo cual califico a la pelirrosa como no-peligrosa.


-¡Bianchi.. me.. asfi..xias!


La nombrada aflojo su agarre sobre el menor dejándole respirar adecuadamente para luego dar dos besos en las mejillas del menor. Bianchi inspecciono a Tsuna con ojo critico mientras sonreía cálidamente.


-Mírate, estas mas lindo que hace unos meses.


El menor iba a preguntar por el viaje de la modelo pero sintió su celular vibrar, no dudo ni un segundo en darle prioridad.


¨De: Takeshi/ Asunto: Fiesta


Nos encontramos con sempai, estamos en el elevador¨


Tsuna miro a todas las personas en la habitación, nadie había alterado la decoración y todo parecía estar en su lugar.


-Escóndanse…


Nadie se movió.


-…¡ahora!


Nadie necesito oír por segunda vez.


Por algunos segundos todo fue un alboroto en el que hubo codazos, empujones, insultos, amenazas de muerte exigencias de dinero, vrois, shishis, Kufufufus y uno que otro te morderé hasta la muerte en los que se fueron repartiendo las serpentinas, silbatos y uno que otro adorno hasta que Tsuna apago las luces.


Nadie movió ni un musculo a la espera de que las luces se encendiesen.


Nadie decía ni una sola palabra.


Prácticamente nadie respiraba a la espera de que las luces se encendiese.


En aquel silencio pudieron escuchar claramente varios pasos aproximándose así como a alguien gritar ¨Extremo¨, a alguien maldecir en ¿eso era árabe? Y a alguien reír despreocupadamente.


Las luces se encendieron.


-¡SORPRESA!...


Todos arrojaron las serpentinas sobre un sorprendido peli plata quien luego sonrió como pocas veces lo hacia.


Hayato fue tacleado por su mejor amigo que no paraba de sonreír, era divertido verle así.


-…¡FELIZ CUMPLEAÑOS!


Las felicitaciones fueron desde basura, herbívoro violento, sin talento, Haya-kun, mocoso, perrito faldero hasta el nombre del peli plata quien se veía de lo mas feliz.


Pasaron algunos minutos en los que el peli plata fue recibiendo los presentes de los invitados pero solo hubo uno que le sorprendió gratamente ¿quién diría que el peli índigo sabia dar tan buen regalo?


Mukuro nunca lo admitiría pero le era divertido estar en tan escandalosa fiesta y si bien no se separo ni un segundo de Tsuna así como fue presentado a cuanta persona había en la fiesta podía sentir la mirada molesta del prefecto así como una que otra mas cuando el adorable Usagi-kun lo arrastraba de un lugar a otro, incluso mas cuando llegaron un rubio cenizo con un hombre trenzado de cabello largo y traje chino bastante parecidos a Ave-kun.


La fiesta transcurrió de lo mas normal que se podría decir en ese grupo ya que las amenazas de muerte, balazos, cuchillos y una que otra arma volaban por la habitación.


El mundo se congelo al ver a Iemitsu entrar de lo mas despreocupado a la fiesta.


Deamon cogió del brazo a Giotto quien enarcaba una ceja al ver a su padre.


Tanto los amigos de Giotto como los de Tsuna miraron de manera perspicaz al padre de su amigo.


Xanxus bufo al ver a su tío a lo que los Varia siguieron su ejemplo.


Reborn se mantuvo a la espera a sabiendas de lo que iba pasar por lo que no podia evitar tener esa sonrisa sádica en su rostro.


-¡Tsuna-fish ven con papá!


Tsuna miro a Mukuro por un segundo antes de que este ultimo asintiese a sabiendas de lo que el menor quería aunque no entendía bien el porque; el castaño corrió rápidamente con los brazos abiertos y una sonrisa de lo mas feliz.


Iemitsu se arrodillo feliz para recibir a su adorable hijo.


Si había algo que Tsuna siempre hacia en momentos como ese, eso era correr a los brazos de la persona que mas quería, admiraba, respetaba y prácticamente idolatraba. Su adorado tío Reborn.

Notas finales:

Il a été longtemps: A sido un largo tiempo

Gracias por leer!

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