Cap. 5 Usagi o Neko
En kokuyo reinaba el terror, no habían otras palabras para describirlo.
Los estudiantes de Kokuyo no sabían que era lo que le pasaba a la máxima autoridad de la escuela y no hablaban ni del director, ni el sub director, ni los profesores y mucho menos de los pocos vándalos de la escuela, sino de un peli índigo que desde su llegada y la de su grupo, era la ley, y no metafóricamente sino que Mukuro Rokudo o Mukuro-sama, como todo el plantel llamaba al adolecente, había dado una serie de cortas reglas para que se cumpliera o se cumplieran sino…nadie quería volver a pensar en ese ¨sino¨, al menos no desde la primera vez que el ex presidente del consejo estudiantil se opuso al adolecente de mirada heterocromática, el pobre ex presidente se había vuelto uno de los muchos lacayos que tenia actualmente el nuevo presidente del consejo estudiantil.
Entre las reglas del peli índigo impuso se encontraban solo 5, las cuales eran absolutas.
La primera, no interrumpir su momento de aprendizaje. Esa era una de las reglas que mas habían agradado tanto al director como a los profesores que por lo que ellos pensaban por fin habría orden en los salones, o al menos así había sido, hasta que se dieron cuenta que Mukuro-sama únicamente atendía y hacia atender obligadamente al resto del salón si es que él desconocía del tema de lo contrario usaba como bufón al profesor o a la pobre victima que caía en la mira del heterocromático y su grupo hasta finalizar la clase.
La segunda, podía irse cuando le viniera en gana. Esa se aprendió a la mala; si el heterocromático creía que la escuela no merecía su tiempo salía del el salón de clases, y si Mukuro-sama se iba su grupo también lo hacia; claro que hasta la fecha nunca se había retirado del plantel sino que se iba a la oficina del consejo estudiantil, mejor conocido como los dominios de Mukuro-sama.
La tercera, no interrumpir ni fastidiar su almuerzo. Si es que había algo que nunca se debía hacer era fastidiar al heterocromático cuando comía, mas aun si era chocolate o algún derivado como una torta o un flan de ese sabor; ni siquiera los miembros de su grupo hacían mucho barullo cuando el peli índigo comía.
La cuarta, no estar pegado al celular cerca de él. Era mas que conocido que Mukuro-sama odiaba a todo aquel que anduviera cerca de él pegado como loco al celular, la razón principal era por los sonidos del tecleado al mandar mensajes, los sonidos de las llamadas, las notificaciones de las redes sociales, entre otros.
Y por ultimo la quinta y mas importante, no joderlo de ninguna manera.
Esa era mas fácil cuando tenían claro las anteriores reglas de Mukuro-sama.
El grupo de Mukuro-sama había llegado desde Italia y desde el primer día tomaron el control de la escuela; Ken, el rubio salvaje que había reducido a un cuarto de los vándalos de la escuela y quien comía su peso y mas en dulces; Chizuka el chico inexpresivo quien siempre se encontraba en los primeros puestos en los exámenes de la escuela y quien había acabado con otro cuarto de los vándalos de la escuela, y también se comía su peso en sándwiches; así como la única chica del grupo, M.M. la ambiosa chica pelirroja de la cual se rumoreaba seria la próxima novia del peli índigo, había sometido a uno de las cabecillas de las bandas escolares que quería sobrepasarse con ella dando a entender que no era ni una damisela en apuros ni una inútil en el grupo al que pertenecía; y por ultimo Mukuro-sama quien sometió a la mitad de las bandas escolares, uno a uno, e incluso los que le atacaron en grupo, es mas fue el causante de que el hospital estuviese casi copado por dos meses, y claro que ningún adulto podía decir nada ya que no rompía ninguna regla, al menos nadie le atrapaba o simplemente lo ignoraban ya que cualquier reclamo era fácilmente evadido o puesto en contra de los que le decían algo al peli índigo.
Ahora, la razón por la cual Kokuyo se encontraba en caos era simple, Mukuro-sama había abolido algunas de sus reglas al estar todo el rato tecleando en su celular, no atendía la clase con los temas nuevos y lo mas extraño de todo, no mortificaba a ninguna alma que callera en su mira, hasta los miembros de su grupo se encontraban extrañados aunque no dijesen nada, los profesores se mortificaban pensado en lo que podría haber pasado, y el alumnado simplemente se encontraba en el mas profundo pavor de lo que podría haber hecho tal cambio en el peli índigo; la primera vez que sucedió simplemente lo tomaron como un milagro divino, la segunda vez lo tomaron como un buen día algo extraño, de ahí en adelante les dio miedo, mucho miedo…era el terror, lo único extraño era que solo sucedía los días jueves, y ya eran 9 jueves seguidos, solo se dieron cuenta del día en que el humor de la máxima autoridad de la institución educativa cambiaba en la tercera semana, además de que usaba mas su celular.
Mukuro, ajeno a todo, siguió tranquilamente sentado en su pupitre mientras tecleaba en su celular, no le importaba la clase por el momento ya le pediría los apuntes a Chizuka o M.M., por ahora seguiría con su conversación.
El heterocromático volvió a leer el mensaje que le acababan de enviar.
¨De: Usagi-kun/Asunto: opinión
10:11
La vi ayer, no creo que a Hayato le guste mucho el azul y el rojo le quedaría mejor, que me dices?
Es para su cumpleaños¨
Su celular vibro al recibir la imagen de dos camisas del mismo diseño pero colores opuestos, por la cantidad de tiempo que se llevaba mensaje ando con el pequeño y adorable castaño aprendió que sus dedos podían moverse demasiado veloces sobre el teclado del heterocromático soltó un suspiro fastidiado, desde la primera vez que fue a la pastelería con el adorable Usagi-kun no pudo mas que darle la razón, el que hacia esos postres merecía un altar de oración, el jueves de la segunda semana que fue a su lugar de encuentro para ir a la pastelería se encontró con tres chicos algo mas bajos que él acompañando al adorable castaño, un peliblanco que gritaba un no-se-que-Extremo, un pelinegro escayolado y un peliplata que parecía dar una que otra objeción de que el pequeño Usagi-kun se quedase solo y quien sabe que mas tontería, desde un principio quiso alejarlos del castaño, quien al notar su presencia los presento como sus amigos Ryohei Sasagawa(si no mal recordaba era su vecino y el hermano de la amiga de su pequeña hermana), Takeshi Yamamoto y Hayato Gokudera, o como el prefería, el gritón, el payaso y el perro faldero.
¨De: Mukuro /Asunto: Opinión
10:12 am
La roja.¨
Su respuesta fue corta y simple y aun así el mensaje en respuesta que siguió fue casi instantáneo.
¨De: Usagi-kun /Asunto: Opinión
10:12 am
Eso crees? l(*o*)l
Me acompañas a comprarla antes de que vayamos a la pastelería?¨
-Kufufufu
Escuchar la risa burlona del terror del Kokuyo hizo temer al alumnado y al profesor de trigonometría quien estaba explicando la mejor forma de memorización del las funciones trigonométrica. Sin embargo el adolecente no hizo nada en contra de nadie, al menos aun no.
¨De: Mukuro /Asunto: Opinión
10:13 am
Que obtendré a cambio?¨
Envió y no espero mucho.
¨De: Usagi-Kun /Asunto: Opinión
10:13 am
La satisfacción de haber hecho una buena acción ;)¨
El peli índigo sonrió socarronamente.
Si Usagi-kun creía que lo dejaría ahí estaba muy equivocado.
¨De: Mukuro /Asunto: Opinión
10:14 am
Nop, quiero algo a cambio¨
Pasaron unos segundos y no llegaba el mensaje de respuesta, el hecho de que no le hubiese contestado…le preocupaba, no es que se lo fuese a decir a nadie, ni el mismo se lo quería admitir a si mismo completamente.
Paso sus pensamientos al sentir el suave vibrar de su celular seguido del sonido de un mensaje.
¨De: Usagi-kun/ Asunto: Opinión
10:18 am
Casi me quedo sin batería
Ahora…eres un convenido pero aceptare, por esta vez.
Que es lo que quieres? Un pedazo de la torta personal Napolitana de caramelo y chocolate que te mostré¨
Tentador.
Muy tentador.
Demasiado tentador.
Se lo pensó.
Aun recordaba la foto que le mando el castaño el día anterior, esa suave cobertura de caramelo y chocolate brillante que vio en la imagen aseguraba un orgasmo bucal pero no era lo que quería, además de que ya había ordenado una por internet.
¨De: Mukuro/ Asunto: Opinión
10:21 am
No~
Ire a recogerte a tu escuela~¨
Hace un tiempo que tenia curiosidad por la escuela del castaño, mas que nada por que nunca la había visitado y por lo que tenia entendido estaban en preparativos para su festival escolar, eso y si se podía fastidiar a Ave-kun seria como un plus a todo.
El vibrar y el sonido de su celular llamo rápidamente su atención.
¨De: Usagi-kun/ Asunto: Opinión
10:22 am
No (-.-;) y no esta puesto a negociación, los alumnos de Kokuyo no son muy bienvenidos en Nami-chuu… mejor yo te espero en la entrada de tu escuela, saldré un par de horas antes V(*v*)V¨
Se lo pensó por unos segundos, por lo que sabia Ave-kun dominaba los terrenos de Nami-chuu y a los que se encontraban en el, además de que desde que se conocieron en la cumbre intercolegial no se llevaban bien, ni se toleraban era como algo natural, y así como los alumnos de Kokuyo no eran bienvenidos en Nami-chuu los alumnos de Nami-chuu no eran bienvenidos en Kokuyo; aun si el pequeño y adorable Usagi-kun llegase a su escuela el lo vería primero y saldría a su encuentro así que no habría problemas.
¨De: Mukuro /Asunto:Opinión
10:23 am
Esta bien, Usagi-kun~
Te veo en la entrada¨
Apenas termino de escribir su respuesta cerro el celular con una enorme sonrisa socarrona adornando su rostro, ahora solo tenia que matar el tiempo hasta la llegada del castaño.
-Profesor-kun~
Al hombre, quien hasta ahora se encontraba escribiendo en el pizarrón algunos de los ejercicios que posiblemente vendrían en el siguiente examen, se le cayo la tiza de las manos, volteo con un pequeño temblor recorriéndole la espalda al reconocer el tono con la que el adolecente le había llamado.
-¿Se..e le ofrece algo, Mukuro-sama?
La sonrisa que le dio el nombrado no le gusto nada en cambio al alumnado presente fue como un soplo de aire fresco, era como si el Mukuro-sama que conocían estuviese de regreso pero contrario a la idea de los alumnos del salón ni Chizuka, ni Ken, ni M.M. se veían tan aliviados, esos tres le conocían lo suficiente para verlo mas alegre de lo normal inclusive tras esa etapa algo extraña que tenia con el celular no se veía tan feliz como en esos momentos.
-Si~ profesor-kun~ explíquelo de nuevo.
El profesor simplemente trago grueso temiendo hacer la pregunta para la cual ya tenia una vaga respuesta en su cabeza.
No se podía poner normalito para el profesor de biología o el de Literatura?
-¿Que parte quiere que repita, Mukuro-sama?
El peli índigo cogió perezosamente el libro abierto de Chizuka quien se encontraba a su derecha y como quien no quiere la cosa empezó a pasar hoja por hoja desde donde estaba abierto antes de depositarlo en el mismo lugar de donde lo cogió sin obtener ninguna clase de expresión de su amigo.
-Vaya, si que avanzaron…
Mukuro abrió su libro en la pagina en la cual había retrocedido el libro del vicepresidente del consejo estudiantil y su amigo mientras sonreía socarronamente.
-…explíquelo todo desde la pagina 169~
El hombre abrió desmesuradamente los ojos, eso era prácticamente dos clases enteras de temas nuevos, miro el reloj de su muñeca antes de mirar al heterocromático mientras empalidecía.
-Per..ro Mukuro-sama so..lo nos queda media hora.
El peli índigo simplemente se encogió de hombros sin dejar su sonrisa socarrona.
-Tic tac~
Tsuna sentía la cara arder para cuando llego a Kokuyo y no precisamente de vergüenza.
-Estúpidos…
Esta molesto, muy molesto pero debajo de toda esa molestia se sentía avergonzado.
-…idiotas…
De todo lo que le podían hacer.
-…energúmenos…
Solo toleraba que Kyoko-can y Haru-chan lo vistieran como quisieran porque eran sus amigas pero sus compañeros de salón no tenían ningún derecho.
-…cobardes…
Para colmo de males le robaron su ropa tanto la normal como la de deporte cuando le toco cambiarse para que no tuviese otra opción que seguir usando el disfraz, de nada le serbia molestarse cuando ya había usado uno de estos antes pero con su consentimiento; suspiro pesadamente, tampoco era como si se pudiese quedar en Nami-chuu si quería escapar de todos los clubs en general que querían obligarlo a usar algún uniforme del club, y sencillamente no gracias!...ya había rechazado a Hayato, Takeshi y Ryohei en el mismo tema y eso que ellos se lo pidieron pacíficamente pero sobre todo eran sus amigos.
Suspiro cansado.
-…tarados.
Saco su celular para avisar a Mukuro de su llegada.
¨De: Tsuna/ Asunto: Sin Asunto.
13:39 pm
Estoy en la puerta de entrada de Kokuyo, te espero aquí?¨
Envió el mensaje y espero un momento a que le contestaran, aun refunfuñando sobre su atuendo…lo bueno de todo el asunto era que Kyo-nii no le vería con esto puesto.
El vibrar de su celular le saco de sus lamentos.
¨De:Mukuro / Asunto: Neko-kun
13:40 pm
No sabia que te gustara el cosplay
Te queda mejor de usagi¨
Se sonrojo aun mas de lo que ya estaba. Se alegro de haber tirado por ahí la boa de plumas rayadas y los guantes sueltos.
Paso una mano por sus cabellos castaños hasta encontrarse con los múltiples ganchos que sujetaban las elaboradas orejas de gato, no podía quitárselos sin ayuda a menos que se arrancase el cabello en el proceso.
Espera un segundo, miro por todos lados buscando al peli índigo pero no encontró a nadie cerca.
¿Cómo...? ah las ventanas, justo en ese momento observo una de las ventanas que daban a los salones del segundo nivel encontrando a un sonriente peli índigo que tuvo el descaro de alzarle la mano a modo de saludo. Cogió su celular pulsando la pantalla en tiempo record.
¨De: Tsuna / Asunto: Cállate
13:42 pm
No digas nada. 8.8
Tienes algo que me puedas prestar?
Quiero quitarme esto¨
Envió y volvió a esperar.
El mensaje que siguió fue el mas rápido hasta ahora.
¨De: Mukuro / Asunto: Sin asunto
13:42 pm
Nada de tu talla.
Espéreme en los casilleros¨
No gasto su tiempo en mandar otro mensaje, su prioridad era quitarse ese traje del gato de Cheshire de Alicia in Wonderland versión anime que una de las chicas de domestica con ayuda de una de las chicas del club de anime confecciono para la obra, además que Mukuro le podría ver desde la ventana de su salón.
Maldita Takashiya…si no fuera porque esa chica, quien se empeño en hacer que el salón tuviese una obra de Alice in Wonderland toda estaría de maravilla, pero no.
Viendo mejor el colegio de Kokuyo era de las mismas dimensiones que el suyo lo que mas podría diferenciar a una escuela de la otra serian los uniformes, aun no entendía porque Kyo-nii se empeñaba en que no tuviese contacto con nadie de Kokuyo, puede que un día se lo dijese, lo mas probable en uno de sus entrenamientos; descorrió la puerta y entro a la escuela, los casilleros eran los mismos incluso habían algunos pares por el suelo como en su escuela, siguió caminando hasta sentarse en un banco pequeño a la espera del peli índigo.
Hizo nota mental de quemar el traje luego de quitárselo, no le importaba lo que le fueran a decir ya que ellos comenzaron robando su ropa. Tantos problemas que le causo andar vestido así, las fotos de algunas chicas, de señoras y hasta de hombres; se tapo la cara con las manos solo para encontrarlo muy caliente…sip, su rostro no podía estar mas rojo.
-Kufufufu creo que me encontré un lindo gatito.
No se dio cuenta de que su cuerpo estaba tenso hasta que suspiro aliviado relajando cada musculo.
-Mukuro…
El castaño realizo por inercia sus siguientes acciones.
El heterocromático sintió todo en camara lenta, desde que el castaño alzo su sonrojado rostro con esa brillante mirada acaramelada hasta el hecho que prácticamente se lanzo a abrazarlo, por instinto lo cogió y sostuvo a ambos para no caer.
-…quiero cambiarme.
Las palabras sonaron amortiguadas en su pecho pero aun así solo revolvió los suaves cabellos castaños antes de cargar al adorable Usagi-kun, quien hundió su cara en el hueco de su cuello, y llevarlo a su oficina del consejo estudiantil.
Mientras Mukuro caminaba sintió algunas cosquillas por las orejas que tenia el pequeño Usagi-kun en la cabeza además que la cola del traje del castaño le dificultaba un poco el caminar; cuando llego a su oficina la abrió de una patada y la cerro del mismo modo, su adorada oficina, si bien al principio tenia ese modelo simple de escritorio y sillas mas duras que los bancos del parque mando a rediseñarla cambiándolo por un escritorio de madera que no se cayera a pedazos ni chirriara así como también mando a poner algunos sofás confortables y una mesa de centro entre estos, no eran cambios radicales pero hacían ver mas confortable el lugar. Bajo al pequeño y adorable Usagi-kun para que este se pudiese sentar en el sofá, quien estaba la cabeza algo gachas, hasta ahora no había visto esa faceta tímida del menor pero aun así le agradaba.
-Y bien, Usagi-kun…
El castaño alzo la mirada con el rostro aun bastante sonrojado, se veía adorable, mas de lo normal.
-…como terminaste vestido así? porque por lo que se ve no fue voluntario.
Mukuro observo como el castaño suspiraba derrotado antes de sacar su celular, buscar algo y pasárselo. No dudo ni un segundo en cogerlo. En la pantalla había un folleto bastante colorido de Nami-chuu, el cual ya había visto, con la lista de las festividades, los arreglos, los concursos, los premios, los clubs y las dos únicas obras de teatro todo para el aniversario de la escuela; la primera de Romeo y Julieta versión moderna, y la segunda de Alicia in Wonderland, ahora entendía el disfraz pero eso no explicaba porque el castaño aun lo traía puesto, presentía que no le gustaría la respuesta; volvió a observar el traje desde las orejas que se veían de lo mas reales, a las dos piezas del traje que dejaban parte del estomago del castaño al descubierto así como los shorts con cola de gato dejarían parte de las piernas del castaño al descubierto si no fuera por las medias rayadas que lo cubrían.
-No te rias…
La única respuesta de heterocromático fue un escueto asentimiento.
-…hoy todos los de la obra saldrían pero algunos clubs me pidieron ayudar en reclutar nuevos miembros para sus clubs usando sus uniformes pero me negué y ellos robaron la ropa de mi casillero para que use los uniformes…
Sabia que no le gustaría.
Esos mocosos. Chasqueo la lengua ya luego averiguaría mas.
El peli índigo había empezado hace unos segundos a quitar los intrincados pasadores que tenia el menor por todo el cabello y ayudaban a mantener las orejas en su lugar, termino con la primera la cual tiro al suelo sin ningún cuidado.
-…no me gustan mucho los deportes por lo que me vine simplemente con esto puesto…
Termino con otra dejando libre los alborotados cabellos del pequeño y adorable Usagi-kun.
-…Mukuro.
El mencionado había terminado de sacar los pasadores restantes en los cabellos castaños para cuando Usagi-kun le llamo aunque el peli índigo no tenia su usual sonrisa socarrona ni nada parecido.
-Donde estaban tus amigos en ese momento?
Mukuro observo como el castaño volvía a suspirar.
-Tienen club y por si lo estas pensando es no, ellos no me obligarían a nada.
El peli índigo asintió, dejaría el tema por ahora pero luego exigiría respuestas. Se paro y fue en busca de una playera y un buzo al armario que había a un lado, para su buena suerte tenia algunos buzos de educación física guardados en caso de emergencia. Cogió uno para el castaño con una playera blanca.
Para el momento que se volteo se escucho el fuerte sonido de la campana.
El castaño le miro con sus grandes ojos caramelo llenos de preguntas.
-Es solo la hora del receso.
Para cuando llego hasta donde se encontraba el pequeño Usagi-kun este le cogió de la manga aun mirándole con esa mirada acaramelada tan abierta pero a la vez tan cerrada que invitaba no solo al desastre y a la diversión sino que te hacia ceder a cuidarle como si fuese el mas fino cristal.
El castaño murmuro algo inentendible para los oídos del peli índigo.
-¿Que?
Las suaves mejillas del adorable Usagi-kun simplemente se fueron tiñendo se rojo.
-Dije que me ayudes con el cierre.
La sonrisa socarrona de Mukuro volvió.
-¿No puedes tu solo?
Pese a que el tono era burlón había verdadera curiosidad en la pregunta, la cual como simple respuesta tuvo que el castaño se volteara mostrando las espalda, había varios arneses y lazos demasiado ajustados para desatar antes de que se pudiese bajar el cierre regular de la parte superior del traje.
Dios era peor que las botas de su hermanita.
-Ves lo que trataba de decir.
Se quito el saco de Kokuyo, no quería que las mangas se le enganchasen en alguno de esos intrincados cierres.
-¿Cuántas veces se supone que aparecerás?
Por regla general entre mas intrincado era el diseño mas salías en la obra pero ser el gato de Cheshire no implicaba salir demasiado.
-Seis…
Si así estaba el traje del pequeño Usagi-kun no se quería ni imaginar el vestido victoriano que debía de traer Alice, iba a decírselo al castaño pero este volteo rápidamente mirándole a los ojos.
-…ni se te ocurra decir nada.
Aun se mantenían la mirada cuando el heterocromático coloco una de sus manos en el primer arnés.
-Kufufufu para nada~
Tsuna no dijo nada simplemente se volteo esperando que terminase pronto, el traje era demasiado ajustado para su gusto.
Mukuro se sento junto al castaño en el sofá antes de empezar a liberar arnés tras arnés escuchando no solo los suspiros suaves, casi ronroneos, del castaño cada que soltaba alguno lo que le hacia pensar que tan apretado había llegado a estar el dichoso traje, sino también los pasos que habían fuera de su oficina, debían de estar cortando camino hacia la cafetería, pero nada de eso le importaba sino que no podía quitar uno de los arneses que se encontraba fuertemente trabado.
-Usagi-kun, puede que esto duela un poco.
Antes de que el castaño pudiese procesar sus palabras Mukuro ya había apretado el arnés aun mas que antes haciendo que el menor soltar un pequeño gemido de dolor y sorpresa, para cuando pudo soltar el arnés el castaño este ya había volteado a mandarle una mirada molesta.
-Oya~ Oya~ Con aviso no hay culpa.
Usagi-kun no parecía muy feliz con ello aun, es mas un ligero puchero se formo en su cara.
Ya sabia a donde irían a parar.
Suspiro, que mas le quedaba hacer?
-Los pasteles los invito yo, vale?
El castaño se lo pensó unos segundo ante de asentir.
En vista de que no habrían mas reclamos por parte del menor Mukuro empezó a bajar en cierre, al principio se trababa por lo que decidió ir lentamente provocando un extraño ambiente en la habitación, no era pesado, no era incomodo pero tampoco era cómodo, sino expectante, agradable…era difícil de describir pero le gustaba y por como se dejaba hacer el castaño también a él; para cuando bajo el cierre en su totalidad descubrió un moretón en el lugar en el que había presionado, por el arnés no creía que fuese, tampoco era por que Rubio-kun le levantase la mano al menor, sino que tenia forma de tubo…Alguna pelea tal vez?... aun con su mano enguantada delineo lentamente el pequeño moratón provocando ligeros temblores en el menor pero no se detuvo ahí sino que siguió hasta llegar a la base del cuello donde coloco ambas manos recorriendo los hombros del castaño, empezó a retirar la parte superior del traje dejando al descubierto la delgada espalda del menor quien al parecer tenia los músculos tensos, primero con suavidad empezó a recorrer con los pulgares los omoplatos del castaño para luego seguir con algo de presión en los lugares donde sentía mas duros los musculo hasta llegar a suavizarlos, pasados unos segundos se empezaron a escuchar algunos suspiros del menor llegando casi a sonar como gemidos placenteros pero eso solo sirvió de estimulante para que Mukuro siguiera dejando suaves todos y cada uno de los músculos de la espada del menor, para cuando termino su labor el castaño se encontraba semi inclinado hacia el sofá. No entendía el porque pero le gusto darle el masaje al menor, mas aun cuando vio esa cara relajada y algo sonrojada con esos ojos caramelo adormilados.
-Kufufufu tenso Usagi-kun?
El mencionado le miro con sus acaramelados ojos adormilados antes de estirarse haciendo tronar algunas articulaciones en el proceso; había un ambiente algo raro alrededor de ambos pero ninguno de los dos chicos presto mucha atención a ello.
-Solo por tus masajes vendría todo el tiempo.
Mukuro se puso una mano en el corazón de manera dramática pero en ningún momento abandono su sonrisa socarrona la cual se encontraba hasta algo mas alegre de lo normal.
-Me hieres, y yo que pensaba que vendrías por mi y mi encantadora personalidad.
La suave risa del castaño lleno la habitación, ese era el Usagi-kun que mas le gustaba.
-Eso y por tus masajes, lo repetirás, cierto?
Tsuna miro suplicante al peli índigo quien asintió declarándose perdedor ante esa mirada, y es que nadie se le podía resistir a la mirada del castaño. El pequeño y adorable castaño sonrió alegremente quitándose lo que quedaba de la parte superior del traje mientras que Mukuro se sentaba en el sofá a su usual manera de siempre, entre echado y sentado.
Tsuna iba a coger la playera que Mukuro le había dado pero piso una de las orejas que tenia antes en el cabello perdiendo el equilibrio cayendo sobre el peli índigo, ambos chicos se miraron; Mukuro para que el castaño no le cayese totalmente encima le había logrado sujetarle de las caderas a lo que Tsuna había logrado colocar ambos brazos a los costados del peli índigo y no aplastarle aunque no fue lo mismo con su piernas que se enredaron con las del peli índigo.
Ambos iban a soltar un comentario sobre el otro pero de repente la puerta se abrió mostrando a una chica que al ver la escena en la que se encontraban ambos chicos se ruborizo furiosamente.
-Lo..oo siento muc..cchoo!
Mukuro miro a la chica cruzando miradas con esta antes de que la adolecente estampase la puerta cerrándola de sopetón.
-Y a esa que le pasa?
El peli índigo se encogió de hombros.
-Ni idea.
Tsuna se levanto del peli índigo antes de ponerse la playera blanca, quitarse los pantalones y coger el buzo de Kokuyo.
-Kufufufu Atunes, Usagi-kun?
Al terminar de colocarse los pantalones miro al peli índigo con ambos brazos cruzados y una ceja enarcada.
-Es que nadie te enseño a no criticar la ropa interior de los demás.
El heterocromático soltó una pequeña risa por el para nada apenado tono del castaño, al parecer no le tenia miedo a ser visto ni sin camisa ni pantalones.
-¿Deberían?
Tsuna se lo pensó por unos segundos antes de encogerse de hombros.
La campana volvió a sonar indicando el termino del receso
-¿A que hora se supone que deberías de salir?
El castaño empezó a recoger las parte del disfraz antes de tirarlo en el tacho de basura.
-Cuando quiera…
Mukuro se coloco nuevamente su saco.
-…Nos vamos?
Tsuna cogió su celular antes de asentir vigorosamente y tomar del la mano al peli índigo, solía tomarle la mano a sus amigos y Mukuro no era la excepción aunque al principio fue algo reticente.