-¡Miren ahí va el desviado!
-¡Oye niña bonita! ¡¿No quieres a un macho que te de duro!?
- ¡De seguro que este ya se acostó con varios hombres!
Todos los días era lo mismo para Vegeta, no paraban de lanzar insultos e indirectas, todos se reían de él, a veces quería desaparecer de ese mundo o nunca haber nacido, su vida era una total agonía, los chicos de su escuela se burlaban, insultaban, hasta llegaban a golpearlo solo por el simple hecho de tener una orientación sexual diferente que los demás.
Vegeta Saiyan, era un chico de pocas palabras, de estatura baja, su piel era casi morena de aspecto algo delgado, con cabellos que casi imitaban una flama de color negro al igual que sus ojos, pero en aquellos ojos negros parecía que no había señal de vida, como si algo dentro de él hubiera muerto, y si, Vegeta había perdido la poca autoestima que tenía, conllevando a eso que comiera muy poco y no socializara bien con las demás personas. No había día que Vegeta no estuviera deprimido y con las ganas de hablar. Y la respuesta era muy fácil, porque lo trataban diferente a los demás.
-¿Por qué? … yo no elegí ser lo que soy, no hice nada para que me traten de esta forma, soy una maldita escoria de la vida– se maldecía por tener gustos diferentes, por no ser igual a los demás. Siempre abusaban de él por dos razones, la primera por su baja estatura y su poca experiencia en las peleas, y la segunda era por su orientación sexual –…mi vida es una basura…-
Vegeta había aceptado su homosexualidad a los 10 años, cosa que todos sus compañeros no lo aceptaron muy bien, ni siquiera su padre acepta ese hecho de tener un hijo homosexual, su padre R. Vegeta era duro con él, después de la muerte de su esposa Vegita por una enfermedad aún desconocida para la familia, para el padre de Vegeta fue un golpe duro y después enterarse que su hijo era homosexual, esa noticia hiso que perdiera la cordura y se desquitara con él por la pérdida de su esposa. A Vegeta también le dolía la pérdida de su madre, aquella mujer siempre lo consolaba en ese tipo de momentos, pero que ahora ya no estaba a su lado, sentía que le habían quitado un pedazo de su vida, por dentro se ahogaba con su pena y angustia-…Estoy solo ahora…-
Solo hubo una persona que lo acepto como era, su hermano menor Tarble que a pesar de su orientación sexual, nunca lo dejo solo y estuvo siempre a su lado. Para Vegeta, el tener el apoyo de su hermano era una pequeña gran ayuda, por lo menos tenia a alguien quien lo quería como era, pero para Vegeta no era suficiente -…solo quiero uno, por lómenos un solo amigo…- Esa pequeña petición siempre resonaba en su cabeza, aquella petición era una pequeña luz de esperanza, pero casi siempre se apagaba, al recordar su vida – acaso, ¿Es malo ser diferente?....
CONTINUARA….