- Noche -
La lluvia caía fuertemente fuera del departamento, no había ningún indicio que fuera a cesar pronto, me removí nuevamente debajo de las sabanas, llevaba horas sin poder conciliar el sueño, quizás era por la lluvia o por los nervios que estaba sintiendo en aquel instante, aun podía recordar vívidamente aquel beso en el salón de los acuerdos, el roce de los labios de Magnus contra los míos, sus brazos apretándome junto a él, había sucedido sin siquiera planteármelo, sin ponerme a pensar lo que pasaría después de que mis padres, subterráneos y neflims hubieran presenciado aquello.
El miedo de perderlo, de no volver a verle me habían ganado, después de haberle dibujado la runa de la alianza y ver aquellos ojos que tanto amaba , mi mente y mi cordura se perdieron, mi cuerpo se había movido por sí solo, sin importar el lugar ni quien nos estuviera observando en esos momentos. Giro nuevamente en la cama tratando de alejar esos recuerdos que me provocaban tantos nervios, al hacerlo logro contemplar su rostro, era un habito que había adquirido desde que me había mudado con él, me encantaba verlo dormir, admirar cada parte de su rostro sin ningún rastro de maquillaje, admiraba como alguien podía verse tan perfecto sin ningún tipo de arreglo, porque para mí, Magnus era perfecto, un ser que irradiaba luz a donde iba, pero era algo que jamás le diría de forma consiente por que la vergüenza aun podía conmigo.
Mi novio susurre levemente para no despertarlo.
Aun me costaba acostúmbrame a referirme a él con ese calificativo, pero al decirlo mi pecho se llenaba de una felicidad y gozo que nunca pensé llegar a sentir por nadie, al fin estaríamos juntos, no había más secretos, mentiras, ni salidas a escondidas, podía estar todo lo que quisiera con el sin importar que opinaran, al fin me sentía en paz conmigo mismo. Aunque mi relación con mi padre se había congelado, cada que me encontraba con él me esquivaba o simplemente me ignoraba, era una sensación de vacío que no podía evitar no sentir con su trato, pero no podía seguir viviendo una farsa, vivir de una manera que nunca me haría feliz, por eso agradezco haber cruzado mi camino con Magnus, ya que él me enseño a ser feliz y aceptar lo que uno es, aunque debo admitir que me costó aceptarlo, por mis miedos e inseguridades. Acaricio su mejilla con una de mis manos, moviendo uno de sus mechones de cabello para contemplar mejor su rostro.
- Te amo Magnus Bane - murmure para darle un suave beso en sus labios quizás ahora si pueda dormir un poco.
Me acomodo nuevamente en la cama, sintiendo a los pocos segundos como unos brazos me envuelven por la cintura cariñosamente, ahora sé que mis noches ya no serán frías, llenas de tormentos, ni solitarias, porque tengo lo que siempre quise, alguien que me amara, finalmente lo tengo a él. Cierro mis ojos al sentir como Morfeo me envuelve en su suave manto mientras la lluvia que caía fuera del departamento finalmente cedía al igual que mis miedos.