YoonGi aburrido de Jimin le da una cachetada que se escucha por toda la casa. Nam y Jin estaba en la sala, v, kook y hope en el marco de la puesta de la cocina que quedaba a unos metros de las escaleras donde Jimin y YoonGi estaban.
— Ay, Hyung. Eres tan lindo —Sonrió Jimin, sin importarle que todos le estuvieran mirando. Se abrazó un poco a YoonGi antes de pedir permiso, que tenía que ir al baño, e irse por el pasillo.
— Explicate, Min YoonGi —Pidió gritando SeokJin. — ¿Que acabas de hacer?
YoonGi no respondió, solo se dio media vuelta y se encerró en su cuarto.
Se acostó boca arriba en la cama y pensó. — ¿Qué mierda acabo de hacer?—.
En cambio Jimin, entro al baño y se sentó en el suelo, apoyándose en la puerta. Aun con su sonrisa, que al paso de los segundo se fue transformando en una mueca de dolor. Soltó un grito ahogado, comenzando a sollozar y soltar lágrimas a montones.
— ¿Por qué duele tanto amarte, Min YoonGi? —Se abrazó a sí mismo, pegando sus rodillas a su pecho y escondiendo su cabeza entre éstas.
Estuvo ahí por lo menos una tres horas, era tarde, cerca de las diez de la noche. Miró fijamente la repisa al lado del espejo de la pared, donde había una cajita de navajas, de las finas y filosas.
— Estaría mal hacer eso —Pensó—.
Pero en momentos de desesperación, depresión y tristeza, esas navajas son como un imán.
Es como si la piel de su muñeca y la navaja, estuvieran destinadas a estar juntas.
Lo contrario a él y YoonGi.
...
YoonGi con suerte prestaba atención a lo que SeokJin le decía. No, lo que le gritaba el mayor. Llevaba por lo menos , casi, una hora gritándole y el solo pensaba en Jimin, de que se había ido con una sonrisa incluso más radiante con la que se le había confesado.
— Qué tienes que decir en tu defensa —Grito el mayor. —Respondeme.
YoonGi siguió callado.
— imagínate el dolor que le causaste, y no hablo del golpe que le diste.
—para —susurro YoonGi.
— imagínate, es un niño apenas —Su voz llegaba a sonar suplicante.
— Detente, Kim —se paró alterado. — A mi también me duele.
—Ja! —Rio sarcástico. — Mira, qué sientes con esto.
SeokJin le dio una cachetada al rubio, incluso más fuerte que este le dio a Jimin.
V y JHope miraban Sorprendidos y hasta asustados, mientras JungKook trataba de hacer que Jimin saliera del baño.
—Eso, no es lo que sintió Jimin, eso no es lo que le dolió. —Le gritó. — le dolió el hecho de que TÚ le hayas dado la cachetada.
—Jin, cálmate por favor —Trataba de tranquilizar NamJoon.
—Mierda que estoy tranquilo —Dijo alterado.
—¡¿ Jimin !? ¿¡ Qué hiciste !? —El grito de JungKook se escuchó en toda la sala.
Y antes de que los demás reaccionan, Jimin entró en la sala, con JungKook llorando tras de él.
Jimin llegó a un punto medio donde estaban sus amigos y soltó la caja con navajas y unas tres o dos que estaban con sangre.
Todos le miraron horrorizado. V se puso a soltar lágrimas, al igual que SeokJin, NamJoon y JHope trataron de mantener la calma, pero HoSeok fue el primero en unirse a las lágrimas.
— Lo Siento —Respondió bajo. Luego levantó la cabeza y sonrió, como siempre acostumbraba. De la manera en la que Min YoonGi, perdía la cordura.
SeokJin se acercó y tomó las muñecas de Jimin.
—Estas Feliz, Min —Lloro Jin.
YoonGi solo miro a Jimin. Nunca pensó que él sería capaz de tal cosas como cortarse. YoonGi pensaba que era estúpido, un llamado de atención, o la falta de ésta. Aborreció a los suicidas.
— Los odio —Dijo serio. — Los que se cortan, solo son cobardes.
Y esa fue la gota de agua lo que colmó el vaso.
Jimin solo seguí sonriendo, pero era la sonrisa más falsa que haya visto.
— Cobarde serás tú —Dijo. — Que tiene miedo de enamorarte.
Tomó la caja de navajas y volvió al baño. Seguido de JHope, V y JungKook.
Jin estaba llorando, sabía que Jimin era capaz de quitarse la vida. NamJoon solo trataba de calmarlo, diciendo que el repacitaria.
YoonGi lo miro de lejos.
Soy un cobarde, Jimin
Lo era. Tenía miedo de sus propios sentimientos.
Min YoonGi era tan cobarde, que no quería ir donde sus amigos, al baño, por miedo de encontrar lo que no quería y jamás aceptaría en la vida.
El amor de su vida, sin vida.