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Cierra los Ojos por Kotodama Vi Britannia

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Notas del capitulo: Todos los personajes son propiedad de DC Comics y Warner Bros.
...
Hola, este One Shot salio cuando escribía la actualización de mi otro fic. Como tenía mi cabeza seca y no pude escribir más, y me puse a limpiar mi cuarto. Entre toooda mi basura encontré mi comic de Batman #40. Lo volví a leer (y volví a llorar con el final). Fue entonces que mis 2 neuronas colisionaron y se me ocurrió escribir un poco sobre un Joker sádico. Se supone que solo sería un fic corto de menos de 1000 palabras, pero me llevó casi 5 fucking días. U.U
En fin, espero que les guste, porque a mí me gustó escribirlo.
Aun no salía el sol, la oscuridad envolvía Gotham.
Esa noche en aquella insegura ciudad no hubo nada raro, a pesar de que hace dos semanas el payaso príncipe del crimen había escapado de Arkham Asylum.
Los ciudadanos estaban más atentos que de costumbre, sobre todo James Gordon, que estaba en el techo del GCPD, al lado de la tan conocida señal que cada noche se alzaba en el cielo nocturno, pero, esta vez no se encendió.
—¿Dónde estará ese maldito psicópata? —
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Unos hermosos ojos esmeraldas se abrieron de golpe, volteó a su derecha, somnoliento. Las 6:03 marcaba el reloj. El hombre de piel totalmente blanca se talló los ojos mientras se incorporaba, a su lado estaba un hombre de cabello negro con la piel ligeramente bronceada, era hermoso, aún con todas esas cicatrices que tapizaban su esculpido cuerpo.
Joker quitó los mechones oscuros que tapaban su rostro cuidadosamente se acercó hasta su boca, para depositar un casto beso en sus finos labios, seguido de esto se levantó de la cama, no quería despertar a su amante, estaba seguro que llevaba días sin dormir, y después del “ejercicio” de hace unas horas tenía que dejarlo descansar, tomó su traje lavanda del suelo, se lo puso lentamente, le dolía irse, pero debía hacerlo.
Sigilosamente salió de la habitación y caminó por los corredores de la gran morada que casi se sabía de memoria. No era alguien tonto, al conocer la casa de memoria, también había decodificado las alarmas de seguridad, no era ningún problema salir de ahí. Cruzando la puerta al frente de la mansión había un deportivo rojo estacionado. El hombre miró el auto un momento.
— A Bats no le importará si lo tomo prestado —
Las llaves estaban puestas, así que solo se limitó a conducir “normalmente” como de costumbre. Pensaba en ir a su refugio, pero recordó que Harley estaría ahí también.
—Pues hay suficiente gasolina para llegar a Metrópolis —
La lengua del peliverde se alzó a la comisura de su labio, haciendo un gesto infantil y aceleró hasta su destino.
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Lex Luthor se encontraba detrás de su escritorio, leyendo el nuevo contrato del Doctor Psycho, estaba sumergido en sus pensamientos, cuando escuchó un leve golpeteo en el gran ventanal, miró de reojo solo para ver al Joker que sonreía y lo saludaba con la mano. Por inercia Luthor se levantó para abrir la ventana.
¿Pero cómo carajos había subido setenta pisos? y ni siquiera parecía importarle que alguna ráfaga de viento lo tirara.
Al abrir la ventana no dejó que el peliverde hablara, tiró de su traje tan fuerte que cayó en el frio piso.
— ¡Pero que mierda estabas pensando idiota! —
—Cálmate Lexy, solo quería darte una sorpresa —
Se levantó y extendió sus brazos
— Sorpreeeeeesa —
Luthor solo suspiró, ya debería de estar acostumbrado a la locura de su “amigo”, pero cuando pensaba que ya nada podía superar su perspectiva sobre él, lo hacía. No quería admitirlo, pero a veces se divertía cuando estaba junto a él.
—¿Y ahora qué quieres Joker? —
— Nada, acaso no puedo venir a saludar a un amigo? —
—No tienes un lugar para quedarte, verdad? —
— Nnnnnnno… —
—Te puedes quedar en mi mansión, pero solo unos días, tengo que viajar a Star City —
No tenía de otra, debía aceptar al payaso, o no lo dejaría de molestar todo el maldito día.
— Bueno, acepto, pero que quede claro que tú insististe en que me quedara contigo —
Se defendió el Joker, con su acostumbrado tono juguetón, mientras se acercaba al elegante sillón de piel frente al escritorio de Lex, se acostó recargando su cabeza en el costado del lujoso asiento, haciendo que sus largas pernas colgaran del otro extremo.
Luthor se dirigió al comunicador a su lado.
—Mercy, puedes traerme un café bien cargado y… —
Se alejó del micrófono para dirigirse al Joker.
— ¿Quieres comer algo? —
—Mmmm las almas de los inocentes, por favor. —
— Y un helado de lo que sea… triple, o lo más grande que puedas conseguir —
El silencio invadió la oficina, Luthor intentaba concentrarse, pero no podía teniendo a Joker delante de él, lo mejor sería tomar un descanso.
— Me enteré que escapaste de Arkham hace unas semanas, pero nadie sabía nada de ti —
La puerta de fina madera fue tocada, y entró la hermosa secretaria de Lex, ni siquiera le sorprendió ver a Joker, ya estaba acostumbrada a verlo de vez en cuando alrededor del edificio. Dejó el pedido a su respectivo destino y se marchó. Joker se dirigió a comer su gran helado, pero la mirada de Lex seguía posada en él, esperando una respuesta de su parte.
— Estuve ocupado. —
—No me digas que hiciste una estupidez y viniste a esconderte aquí —
—… Tal vez si hice una estupidez, pero no me escondo —
—¿Y se puede saber qué clase de Hazaña hiciste esta vez? —
— Te lo contaré luego, tengo sueño —
Joker se levantó de su asiento, llevándose consigo el helado, saliendo de la oficina.
— Heeeey, Mercy preciosa, Lexy dice que me lleves a “casa” ~ —
En el comunicador se escuchó la voz de la mujer.
—Señor? —
— Llévalo, y enciérralo bien. —
El empresario se llevó las manos a la cien, le fastidiaba de cierta manera tener al Joker a su lado, siempre se sentía raro con él, a veces quería estrangularlo, pero al verlo a los ojos se calmaba. Sobre todo odiaba sentir esa presión en el pecho.





Eran las 7 de la tarde, ya había oscurecido, Lex se dispuso a irse, no quería dejar más tiempo solo a ese maniaco.
Mercy lo llevo hasta su mansión, ya en el marco de la puerta se detuvo, esperaba escuchar una estruendosa risa o una explosión, pero solo hubo silencio.
Entró y subió las escaleras, hasta el cuarto donde siempre se quedaba Joker. Abrió la puerta, y éste estaba a medio desvestir, tirado en la cama, era extraño verlo tan tranquilo.
Encendió la luz y se sorprendió al ver las marcas en el cuello y el pecho del psicópata; marcas de propiedad.
Cuando dijo que estaba ocupado, decía la verdad.
Salió de la habitación molesto, para dirigirse a la suya, se dio una larga ducha, quería despejar sus pensamientos y borrar la imagen que acababa de ver. Deseaba ser el quien marcara al imbécil ese… hace tanto que se conocían, habían pasado tantas cosas juntos, Luthor sentía que conocía a Joker demasiado bien, sabía cosas de él que nadie más, y viceversa. A quien iba a engañar, desde hace tiempo en sus sueños más secretos veía al Joker como algo más, ya estaba acostumbrado a su presencia, casi, dependía de ella…
Antes de caer dormido en su cama, se recriminó sus pensamientos, era una estupidez… los dos eran tan diferentes, además… sería imposible. Cada uno tenía su propia vida.

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Superman atravesaba el cielo de Gotham a toda velocidad para aterrizar en la mansión Wayne, encontrando a Batman dormido en su habitación, Bruce abrió los ojos al instante de sentir la presencia que entró velozmente.
—¿Qué haces aquí? —
— Hace tiempo que no sabía de ti —
— Pues estoy bien… que hora es? —
— Las 10 pm —
— Espera, que?... llevo durmiendo un día completo? —
Batman recordó a su archienemigo entre sus brazos, gritando su nombre. Hace casi una semana se habían vuelto amantes, luego de una pelea que se fue calentando y terminaron haciéndolo por primera vez en un edificio abandonado cerca de los muelles.
— Bruce, necesitas descansar más, no te esfuerces tanto, a veces olvidas que eres humano —
El kryptoniano se acercó tomando su rostro entre sus manos para besarlo tiernamente, se apartó de él para contemplar sus bellos ojos celestes.
Lo amaba y hace casi un año que su relación de amistad se volvió noches destinadas a placer mutuo. Ya no era lo mismo de antes, pero estaba dispuesto a cambiar todo, por eso visitaba a Bruce cada vez que podía, quería demostrarle que en verdad sentía algo más poderoso que el sexo. Pero siempre que lo visitaba terminaban devorándose entre las sabanas, jamás habían hablado de su relación y pensaba que ya era hora.
Pero… había algo extraño en la habitación, un olor que no era el de Bruce, comenzó a observar detenidamente su alrededor, no había nada raro, solo, Bruce… esa esencia venia de su novio.
— Bruce, estuviste con alguien? —
Preguntó serio el kryptoniano.
— Si —
Contestó restándole importancia y dirigiéndose al baño.
— ¿¡Te acostaste con alguien más!? —
Batman volteó a verlo, estaba molesto, odiaba cuando se ponía a interrogarlo, tenía que salir a patrullar, no tenía tiempo que perder, tenía que deshacerse de Superman.
— Mira Clark, lo que haga con mi vida no es muy de tu incumbencia, solo te diré que no olvides que aún soy Bruce Wayne, tengo que mantener ese renombre “social” que conlleva, así que deja de actuar como una quinceañera celosa. —
Superman metió a la fuerza a Batman en el baño, bajo la brillante luz pudo ver los rastros de sangre, mordidas y rasguños por su espalda, esto lo llenó de rabia, y sin pensarlo se apoderó de los labios del millonario, queriendo reclamar lo que era suyo.
No hubo protesta por el otro, solo quería que Clark se fuera, así que tomó el control de la situación, Superman era tan delicado siempre con él, así que tuvo que apresurar las cosas.
Tiró al kryptoniano en el frio piso de mármol, bajó el apresuradamente su pantalón y comenzó a masturbar aquel pene que apenas se levantaba.
Los movimientos de su mano eran rápidos y fuertes, que pusieron el miembro del superhombre totalmente rojo. Sus gemidos de placer inundaban el pequeño cuarto, a comparación con los otros.
Batman introdujo en su boca todo lo que pudo del gran pedazo de carne palpitante, hasta tocar su garganta, su cabeza se movía diestramente, haciendo que el presemen del otro humedeciese más su cavidad. Las manos de Superman se posaron en su cabeza, marcando el ritmo.
— Bruce, detente voy a venirme —
Separó la cabeza del millonario de su miembro y su semen cayó en la cara de éste, dándole un aspecto provocador. Se quitó el líquido espeso y cálido con su mano, para llevársela a la boca.
— No seas tan Boy Scout —
Batman envolvió con sus piernas a Superman, restregando sus nalgas contra el pene de éste, Clark se lamio sus dedos e introdujo uno a uno en la entrada de Bruce.
Una mano apartó los dedos de Superman, para introducir de una estocada el miembro grueso del kryptoniano.
Superman se arqueo del placer, y Batman empezó a moverse, primero lento, y luego tan rápido como su cuerpo podía, los gemidos de ambos hacían eco por todo el baño. Clark sentía que no hacía nada por el pacer de otro, así que comenzó a masturbarlo fuertemente.
Los dos se dejaron llevar por una larga danza de placer hasta que el azabache se vino en sobre el abdomen de Clark, y después de unas estocadas más su interior se llenó de calidez.
Cuando Batman se levantó, Superman pudo ver como su semilla bajaba por la pálida pierna de Bruce.
—Bueno, como puedes ver estoy bien, puedes estar tranquilo. —
Le dirigió una mirada de preocupación, sabía que le mentía, pero era tan terco que jamás lo escucharía, solo terminarían peleando, mejor se ahorró todo lo que estaba a punto de decirle al millonario.
— Bruce, en verdad me preocupas, necesitas… —
El Superhombre fue interrumpido por un beso apasionado, su boca era invadida por la lengua del otro, haciéndolo probar su propia esencia. Los dos se separaron cuando ya no contaron con aire suficiente en sus pulmones.
— Y ahora vete, ve a salvar al mundo grandulón —
Dicho esto Bruce empujó a Clark fuera del baño, y cerró la puerta, Superman suspiró, siempre era lo mismo.
Y sin más se fue volando de nuevo a Metrópolis.
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El brillante sol deslumbró a Luthor, eran las 7 am, se levantó apresuradamente y se colocó su pulcro taje azul Prusia.
Bajó a la cocina, pues no había cenado nada, y necesitaba de un buen desayuno. Cuando entró ahí estaba Joker, ahora ni siquiera llevaba pantalón, sólo un bóxer blanco de caritas sonrientes amarillas y su camisa naranja desabotonada.
—Hola Lexy —
— Hola Joker —
Dijo sin ganas, mirando de reojo uno de los pezones del otro que se asomaba por la tela.
—Por cierto, ya no hay comida —
— ¿Qué? —
—Sólo diré a mi defensa que tenía hambre —
— Pues entonces vístete, vamos a comer afuera —
—Awww Lexy, que romántico… —
— SOLO VISTETE —
Luthor se alejó de la cocina y llamó a Mercy.
— Necesito que reserves mi terraza privada en Pounce… y que reabastezcas mi casa de comida. —
Cuando Lex volteo, Joker ya estaba junto a él, igual como siempre, son su traje lavanda y sus labios rojos. Suspiró y salieron a subirse al Lamborghini afuera de la mansión.
Joker se adelantó y tomó el lugar del conductor.
— Espera, yo soy el único que puede manejar mi auto —
—Pero ya que tu invitas la comida yo conduzco —
— Te advierto que si le haces un rasguño… —
—Tranquilízate Lexy, soy un experto manejando —
Luthor alzo una ceja, no confiaba en él, pero no tenía tiempo de discutir por esto. Se puso el cinturón de seguridad, esperando que el peliverde arrancara el vehículo. Solo que había pasado una cosa por alto, le había dado un juguete al Joker, y éste no lo desaprovecharía.
El peliverde sacó unos lentes redondos oscuros de su traje, se los puso y se colocó el cinturón.
—Tomé un curso en línea de cómo ser un piloto de Nascar, si quieres te enseño mi diploma Lexy, aunque no recuerdo si lo imprimí —
El millonario abrió sus ojos asustado, y antes de poder decir algo, el Joker aceleró hasta el fondo.


Cuando llegaron al parking del restaurante Luthor fue el primero el salir, jamás le abría alegrado tanto estar parado sobre tierra firme, ni siquiera creía que aún siguiera vivo después de que en más de 10 ocasiones estuvieron a punto de morir, sin mencionar que el Lamborghini estuviera perfecto como siempre.
— ¿Ves?, no sé de qué tanto te preocupabas Lexy, te dije que era un experto —
No sabía cómo lo había hecho, pero de seguro se vengaría por haberle dado tantos sustos de muerte.




Cuando llegó nadie miraba de manera extraña al Joker, a pesar de su exótica figura, por eso era uno de los lugares favoritos de Luthor, al menos, estaba seguro de que la prensa no se enteraría que estaba desayunando junto al peor criminal de Gotham.
No era la primera vez que comían ahí, y como de costumbre Joker parecía no tener un límite, le desconcertaba que fuera alguien tan delgado.
— Por cierto payaso, aún no me dices porque viniste a Metrópolis —
— Solo quería tener un rato libre y dejar descansar a alguien —
—Así, a quién? —
— A Batsy —
Entonces fue Batman quien había “jugado” con el Joker, la verdad no tenía nada contra Batman, podría decirse que tenía cierta admiración por él. Lo único que odiaba era a su noviecito Superman, lo odiaba desde el fondo de su alma, no soportaba que un alíen intentara mezclarse entre los humanos, sabía que tarde o temprano mostraría su verdadera cara.
—Bueno, es tu vida, pero solo te digo que no te enganches con él —
—Porque? Celos? —
—No te conviene, podrías acabar mal si juegas con fuego —
— Lo quiero y él a mí, no le veo el problema —
—Ni te molestes en quererlo, date cuenta que eres su diversión temporal —
Joker pensaba que se refería a su vida como Batman, sabía que muchas mujeres estaban detrás de él, pero no le importaba, podía eliminar a las moscas que revoloteaban lo que era suyo.
— Y aunque fuera así, es mi problema —
Lex comenzaba a enojarse, ¿en verdad iba a dejar que lo pisotearan de esa manera?, tenía razón era su problema, pero…
—Mercy, lleva a Joker a la mansión, tengo que ir a Star City —
— No, regreso a Gotham —
Se notaba que Joker estaba molesto, pero él estaba más molesto aún, y no sabía porque.
— ¡Entonces llévalo a Gotham, ya tengo que irme! —
Luthor se levantó y se fue sin siquiera dirigirle la mirada al Joker.
Tenía un extraño presentimiento.
Algo le decía que no lo dejara solo…
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Hace días que no estaba en su ciudad, extrañaba ese aire lúgubre. Quiso dirigirse a su guarida, pero recordó algo; Harley. Pues entonces, se limitaría a vagabundear por ahí.
Caminando vario rato por los techos de la solitaria ciudad no tardó mucho en toparse con aquella figura que vigilaba a Gotham.
— Hola Batsy —
El nombrado salió de las sombras.
— Me extrañaste? —
No hubo respuesta como de costumbre. Joker se acercó poco a poco a su némesis, quedando a unos centímetros de su cara.
— Yo sé que me extrañaste, no hace falta que me contestes —
Unos fuertes brazos rodeándola esbelta cintura del Joker, y sus labios fueron tomados por los del más alto, el beso era demandante, y profundo, como si Batman intentara hacer que se fusionaran después de tanto tiempo sin estar juntos. El labial rojo que llevaba Joker se fue expandiendo por las caras de ambos amantes, los dos estaban ansiosos por poseer al otro. El más alto bajó su boca dejando un camino de besos hasta el blanco cuello del otro, mientas sus manos desabotonaban la llamativa camisa frente a él.
— Espera Batsy, aquí no —
Batman gruño, estaba impaciente así que tomó al Joker entre sus brazos, para bajar del techo de aquel edificio, a unos metros se ellos se encontraba el Batmovil, depositó cuidadosamente su delicada carga en él, puso el manejo automático, y de nuevo se dirigió a los labios del ojiverde.
El poco tiempo en el que estuvieron besándose fue como si no tuvieran otro propósito en la tierra, los dos se atraían con una fuerza incalculable, para que negarlo.
Al llegar a la mansión, como de costumbre subieron por la ventana de la habitación de Bruce, pues no sería nada oportuno encontrarse a Alfred, además que Batman sabía de memoria que hacer para que las alarmas no sonaran.
Estando adentro se quedaron un largo rato mirándose, la luz de la luna iluminaba a las dos personas en la oscuridad. Sus labios estaban hinchados y sus respiraciones seguían irregulares.
Joker comenzó a dar pasos hacia atrás, mirando con lujuria a su amante, se recostó en la cama y abrió ligeramente sus piernas haciendo una invitación al murciélago para que continuaran.
Batman no lo hizo esperar y se abalanzó a besar de nuevo al otro hombre, la falta del maldito aire obligo a que se separaran, el encapuchado aprovecho esa breve pausa para quitar esas estorbosas prendas que le impedían tocar la nívea piel del Joker, amada admirarlo desde arriba, se veía tan vulnerable, dispuesto a entregarse en cuerpo y alma. Podía ver el sonrojo de sus mejillas, muy visible por su blanquísima piel, su boca entreabierta, su respiración jadeante y su torso desnudo. Aquella imagen hizo que se calentara más de lo que ya estaba, bajó su boca hasta sus rosados pezones y comenzó a morderlos y succionarlos.
—Aaah ~ …Batsy… quiero tocarte —
No quiso dejar su trabajo, se estaba dando un gran festín con la dulzura que desprendía su piel, pero también ansiaba sentirlo más.
Se quitó el traje lo más rápido que pudo, Joker aprovechó esto para empujar a Bruce y quedarse arriba de él.
— Ahora me toca a mí Bats —
Joker introdujo en su boca todo lo que pudo del miembro de Batman, comenzó a follarse su propia boca con los movimientos acelerados, le encantaba escuchar los débiles gemidos de su némesis. Mientras estaba en su tarea, levantó su trasero, y apoyándose en un brazo y en sus rodillas se puso en una posición bastante erótica, llevó sus dedos hasta su entrada, estimulándola, metiendo uno a uno, impaciente por ser invadido por lo que se encontraba en su garganta.
Bruce al ver esto no pudo resistirse más y se vino en la húmeda boca del Joker, éste se tragó todo el semen espeso de su amante.
— Pero que desastre Bats —
Comenzaron los típicos jueguitos dramáticos y sensuales del payaso. Con lengüetadas lentas y suaves como de un gato limpio toda la extensión de aquel miembro desde la cabeza, hasta los testículos, sin dejar de ver a los ojos de Batman.
Aún seguía en la posición de antes, Batman podía ver como movía su columna y meneaba sus nalgas imitando una penetración. Era tan provocador. Se incorporó para besarlo y probar su propia esencia.
— Joker te necesito, ya no aguanto —
— Ah~, yo tampoco, métela ya —
El peliverde posicionó su entrada en la punta del pene del ajiazul, cuando menos se lo esperaba las fuertes manos de Bruce bajaron las caderas del Joker para empalarlo de una sola estocada, soltó un grito de placer que inundo en silencio de la noche.
Bruce aprovechó la cercanía del pecho del otro para seguir jugando con sus duros pezones, el payaso por su parte, llevó sus manos a los anchos hombros del murciélago, para darse estabilidad y comenzar el vaivén frenético.
Las nalgas del Joker estaban cubiertas por una capa de sudor y hacían un sonido lascivo al chocar con la piel del otro hombre. Las posiciones de ambos cambiaban regularmente, luchaban por tener el control de esa danza exótica en la que estaban envueltos.
Después de varias estocadas, una de ellas llegó a la parte más sensible de la próstata del Joker, haciendo que se viniera sobre el abdomen de Batman, las paredes internas del psicópata atraparon fuertemente al pene del millonario, haciendo que este también acabara.
Mientras la calidez del semen de Bruce llenaba el interior del Joker, se acercó a darle un beso tierno y lento, cayendo en la cama rendidos.
—Te quiero Batsy —
Miró las estelas celestes de Bruce antes de cerrarlas suyas.
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Unos hermosos ojos esmeraldas se abrieron de golpe, volteó a su derecha, somnoliento. Las 6:03 marcaba el reloj. Como siempre, tenía que irse, aunque no quisiera, se vistió lo más lento que pudo y antes de salir de la habitación miró a la persona que aún seguía dormida.
Se había enamorado de sus némesis, más de lo que alguna vez su podrido corazón había amado a alguien. Era feliz, pues el sentimiento era mutuo, estaba seguro, quería que el mundo lo supiera, no todos tenían la dicha de amar. De pronto una voz familiar se escuchó en su cabeza.
No te ama, porque lo haría?
Ignoró lo que acababa de pasar, hace tiempo que no tomaba las pastillas con las que lo ahogaban en Arkham, las voces que a menudo escuchaban habían vuelto, algunas veces eran tan insistentes, que terminaba por hacer lo que querían. Algunas eran como comentarios perspicaces, o buenos consejos, eran de ayuda, pero no le gustaba que comentaran todo lo que pensaba o hacía.
Hace tiempo que había descubierto que cada voz era una de sus tantas personalidades; la mafiosa, la calculadora, la sádica, la infantil, la depresiva, la brillante, la amable… y la del Joker, la que mezcla a todas ellas… la voz de lo que en verdad era.
Eres un hombre muy muy muuuy malo, como te va a amar?, Lex tiene razón y lo sabes
— Cállate! No quiero escucharte más —
Owwww y que harás? No puedes callarnos, esto es lo que eres, hace tiempo lo habías aceptado… estas cambiando
Joker continuó caminando, no quería escuchar.
Más adelante vio un auto que se aproximaba, y se interpuso en medio del camino, el chirrido de las llantas cayó de pronto a las voces de su cabeza. Se acercó hasta el conductor, éste lo reconoció, y de inmediato salió del auto aterrado, se alejó corriendo lo más rápido que pudo.
Y ahora a dónde vamos? Con Lexy?, el si me agrada
— Ya cállense, me duele la cabeza—
Y el auto se perdió por la carretera.
...
Joker llegó a su escondite, una vieja tienda de bromas abandonada hace mucho tiempo. Apenas entró por la puerta, y una silueta roja se abalanzó sobre él.
—Pudiiiiin!, te extrañe tanto —
— Harl, no estoy de humor —
—Pero hace tanto que no te veo pastelito —
Yo sé por qué no la toleras, ella es la viva imagen de ti. Corriendo detrás de Batman, suplicándole para que se compadezca de mirarte.
— CALLATE YA —
—Que pasa Mistah J? — La rubia realmente parecía preocupada.
—… solo quiero dormir Harley… —
Joker subió hasta su habitación cerrándola, pues no quería que cierta arlequina se colara por la noche. Se dejó caer pesadamente en su cama, pensando en los besos apasionados que le daba su Batsy.
Hahahaha, justo ahora pareces una puberta enamorada
— ¡¿Qué quieres que haga para que me dejes en paz?! —
No escuchó respuesta de aquella voz, sino, de otra más suave, apenas y podía entenderle.
Batsy intenta amarnos, pero no puede, le causamos tanto dolor a las personas, incluso a él… Tal vez nos ame si dejamos todo e intentamos cambiar
— Pero… no puedo… esto es lo que soy —
Eres lo que eres por decisión propia, podemos cambiar… por él, por ti, sobre todo por ti…
Ha!, y crees que vas a tener una bonita vida y un felices para siempre?
—NO, es solo que… —
Si, claro, piensas que podrían cambiar las cosas… despierta idiota, te has hecho blando e indeciso, ya ni siquiera eres el Joker, solo una puta.
— Yo no soy la puta de nadie, estoy con Batman porque en verdad lo amo y punto. —
¿Amor? Crees que todo lo que hiciste se borrará mágicamente y se reemplazará por amor? No me hagas reír.
— ¡Cállense, ustedes no entienden nada, solo lárguense de mi cabeza! —
Solo si te hundes de nuevo en la oscuridad a la que perteneces… de donde esas pastillas te sacan a flote. Además, Batsy se alegrará, hace tanto que no nos ve a todos nosotros juntos.



Habían pasado casi tres días, la bipolaridad volvió, la imperatividad invadió su cuerpo, y su sonrisa se hizo un tic. Sin mencionar que las voces esquizofrénicas se debilitaron hasta ser solo débiles susurros.
— Bueno, ya es momento de visitar a alguien ~ —
Salió de la habitación decidido, y Harley se aproximaba a su encuentro, pero al verlo retrocedió, algo malo estaba a punto de pasar, cuando Joker se comportaba así era aterrador y estaba fuera de sí, era difícil descifrar si estaba furioso, o en verdad estaba feliz como su sonrisa sádica indicaba.
Antes de darse la vuelta el peliverde la tomó de la barbilla con una mano, lo hizo tan fuerte que comenzaba a hacerle daño.
— No me esperes despierta Pu´—
— S- si Mr. J—


Lo había pensado en todo este tiempo, le diría a Batsy que lo quería solo para él, y si era necesario lo encerraría para que no lo abandonara, lo ataría con cadenas y nunca lo dejaría irse, estarían solos en su pequeño mundo de dos. Esa era su forma más pura de expresar su amor.
Llegó cautelosamente a la mansión, entrando por la ventana, pero no había nadie, estaba seguro de que el murciélago no salió a patrullar, así que debería de estar en su cueva “secreta”. Ya sabía cómo llegar hasta ahí.
Mientras bajaba las largas escaleras su sonrisa se incrementaba más. Escuchó ruido y se apresuró a llegar más abajo.
Pero al asomarse quedó perplejo, su respiración lo abandonó por completo, y sus piernas parecían flaquear.
Sí ahí estaba Batman como lo había pensado, pero no estaba solo, junto a él estaba Superman.
Lo estaba follando.
Mientras Batman gemía enterraba sus uñas en la espalda del kryptoniano.
— Ah… Bruce, t-te amo —
Las piernas del murciélago envolvieron la cintura de Superman, acabando al mismo tiempo con un gemido que parecía un grito bajo. Cayeron el uno encima del otro agotados, sus pechos subían y bajaba descontroladamente, y el sudor cubría ambos cuerpos.
— ¿Es un mal momento para decir feliz aniversario? —
Las manos del superhombre tomaron amorosamente el rostro del azabache, atrayéndolo para darle un suave beso que se volvió salvaje.
— Lo has dicho casi toda la tarde, idiota —
— Eres lindo hasta cuando te enojas, tu nariz se pone roja —
—Jajajaja, cállate maldito alienígena —
Tomó su nuca y lo atrajo con violencia a sus labios
— Te amo Bruce—
—… Yo ... también te amo —
Mintió en millonario.

Joker aún seguía paralizado, Batman jamás había reído para él, jamás habían convivido después de tener sexo, y menos aún, le había dicho siquiera que lo quería.
Su cabeza estaba hacha un desastre, le era imposible percatarse de la realidad, así que simplemente salió de ahí corriendo por impulso, mientras unas lágrimas de ira se asomaban de sus ojos. En su cabeza solo se escuchaba “te lo dijimos” “te lo dijimos” “te lo dijimos” “te lo dijimos” “te lo dijimos” “te lo dijimos” “te lo dijimos” “te lo dijimos”.

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La noche siguiente la Batseñal se alzó por el cielo nublado, Batman se apresuró a llegar al lugar de la señal, al GCPD. Pero se dio cuenta que no provenía de ahí, sino, que cerca del puerto, específicamente en el parque de atracciones abandonado.
Arriba de la Casa de la Risa estaba una familiar figura morada mirando hacia el cielo.
— Joker, pasa algo? —
El payaso no contestó, Bruce lo abrazó y lo giró para ver sus ojos esmeralda. Seguían igual de hermosos como siempre, solo que parecían tristes.
No sabía que pasaba, lo único que hizo fue acariciar las hebras verdes del Joker sin dejar de admirarlo ante la luz de la luna, era como si un velo blanco lo cubriera.
—Batsy, me quieres, aunque sea un poco? —
—Por supuesto que te quiero —
— No, no es verdad —
De pronto un dolor inmenso se hizo presente en su pecho, miró hacia abajo, su sangre escurría. Un largo y fino cuchillo estaba peligrosamente incrustado cerca de su corazón
—Sientes ese dolor Bats?, es el mismo que yo sentí cuando supe la verdad —
— ¿D-de qué estás hablando? —
Dijo con dificultad, tratando de detener de alguna forma el sangrado.
— Amas a Supes —
—¿Qué?, claro que no —
— NO ME MIENTAS —
Batman se calló, cómo lo sospechaba, Joker estaba inestable, era muy peligroso en ese estado, así que debía cuidar muy bien sus palabras.
— No sé qué te hizo pensar eso, pero sabes que no amo a nadie más que a ti —
— Si eso es verdad, entonces puedo pedirte algo?... siente LO MISMO QUE SIENTO AHORA —
Se abalanzó contra el encapotado, apuñalándolo tantas veces como pudo.
— Te di todo lo que podía ofrecer… mi cuerpo, mi mente y mi corazón… lo eras todo para mí, pero no fue suficiente. ¿Mi amor no fue suficiente para tí?... Estaba dispuesto a comenzar de nuevo para estar juntos, pero tampoco te importó. —
Batman se defendía del ataque, pero las heridas que ya tenía le daban ventaja al Joker, estaba débil por la pérdida de sangre. Ahora estaba en el suelo, y el peliverde sobre él.
— Ahora tendré tu corazón—
Sacó un cuchillo mucho más grande que el anterior, lamió su extensión y dirigió una mirada psicópata a Batman.
La vida del héroe se escapaba de su cuerpo, Joker depositó un beso que pintó aún más sus labios de carmesí, por la sangre de su ex amante.
— Te amo Batsy, ahora estaremos juntos por siempre… seremos un solo ser —
Enterró profundamente en gran cuchillo en el pecho que ya no respiraba, haciendo una gran abertura en el lado izquierdo.
— Es tan hermoso, no te preocupes Brucie, yo lo cuidaré hasta que despiertes —
Dejó su tarea y envolvió en sus brazos en cuerpo sin vida, recostándose junto a él.
— Te esperare —



Eran las 4 am, y Luthor se despertó al escuchar ruido en la mansión, no había sonado la alarma, pero sabía que alguien estaba dentro de su casa.
Tomó el revolver de su cómoda, y cautelosamente bajó las escaleras buscando al intruso.
Se llevó un gran susto al ver al Joker parado como una estatua en la puerta, pero lo peor es que estaba empapado en sangre.
—Joker… pero… que mierda hiciste? —
No respondió, Lex guardó su arma y se dirigió hasta donde estaba su amigo.
Con una mano levantó su cara para verlo mejor, pues la oscuridad y la poca luz de la luna no ayudaba. Estaba sonriendo.
—Joker que pasó?... de quien es toda esa sangre?... —
El de piel blanca se aferró al pijama de Lex, manchándolo de rojo, y dejándose caer en sus brazos. El presidente de LexCorp se arrodillo junto a él, dudó un momento, pero terminó acariciando su espalda, verlo así le oprimía el corazón.
— Ahora va a estar conmigo, ya no mirará a alguien más, solo a mí —
Era obvio a quién se refería, maldición, sabía que no debía dejarlo solo.
—Tranquilo Joker, dónde está? —
— Gran parte de él en el Parque Abandonado —
—… gran parte? —
Preguntó sorprendido el de ojos grises.
— Su corazón está dentro de mi Lex hahahahaHAHAHAHA AHORA SOMOS UNO SOLO —
Abrazó fuertemente a Joker, reía y balbuceaba cosas que no podía entender. Conocía demasiado bien al payaso, reía para no llorar, podía escucharlo en su temblorosa voz.
Sentía una enorme tristeza al verlo así, la impotencia lo invadía, Joker sufría y no sabía que decir o que hacer para reconfortarlo. Acaricio su cabeza lentamente, enredando entre sus dedos los delgados cabellos verdes de su compañero.
— Cierra los ojos Joker, y todo va a estar bien —
Superman no tardaría en darse cuenta de lo sucedido, pero no permitiría que le hiciera daño al hombre entre sus brazos. Sacó su teléfono y marcó un número por inercia.
— Necesito que tengan listas los láseres de Kryptonita lo antes posible —
Colgó sin escuchar respuesta de sus científicos.
Dirigió una mirada de compasión al psicópata, con sus pulgares limpió las lágrimas que comenzaron a caer por el blanco rostro.
Lo mejor en estos casos es olvidar, tenía bien sabido que Joker amaba en verdad a su némesis, y no había ninguna cura para eso.
¿El amor te hace llegar a estos límites?.
Yo creo que solo era un juego de ambos, algo que se volvió enfermizo, ellos eran su propia droga, su relación desataba adrenalina, y cuando se desvanecía necesitaban más, volviéndose adictos… pero uno de ellos se enamoró… eso abrió la caja de Pandora.
Tratar de ayudarlo requeriría tiempo, paciencia y tal vez amor. Podía brindarle todo eso, estaba totalmente intoxicado por él hasta el cuello, puede que también se hiciera adicto a su presencia, a sus estupideces, a su risa, a todo su ser.
¿Qué más daba?, si para estar junto a él necesitaba ser el reemplazo de otro, lo haría. No permitiría que esas lagrimas cayeran de nuevo por su rostro, no le iban bien a un payaso. Tenía que hacerlo olvidar. Y tal vez, solo tal vez, algún día llegaría a quererlo.
— Todo va a estar bien…—
Lex le dio un tierno beso a aquel loco, un beso lleno de sentimientos, que había encerrado hace tanto en lo profundo de su ser.

FIN...
Notas finales: ¿ A quien creen que Bruce realmente amaba, a Clark, o a Joker?
¿Que piensan que siguió después del final?
Díganlo en los Reviews.
Y dejen sus opiniones, digan si les gustó, que no les gustó, etc, recuerden que por sus comentarios mejoramos nuestros trabajos.
Bye Bye Bebes ;D

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