Bella llegó muy tarde a su casa, Grace estaba muy angustiada, porque no sabía nada de ella y tampoco contestaba el celular. Creía que algo malo le había pasado después de verla tan susceptible por escuchar su voz.
La directora le contó que mientras paseaba se encontró a Nila y que conoció a Iris y la casa de Tom, también le dijo que Iris es la nana del fotógrafo y que le ayudaba en la casa, le contó lo de los mojitos cubanos que hizo Tom para ella.
- ¡Qué día!- suspiraba Grace con una taza de café.
- ¡Ah! sí- bostezó un poco- te juro Bill volvió con todo- estaba más feliz.
- Bill nunca se fue- le recordó
- Mmm…no sé- dudó un poco- hoy cuando escuché mi voz…la de Bill, fue muy fuerte…sentía que Bill estaba…muy lejos-
- A mí también me gustó escuchar a Bill-
- ¿Sabes? Me puse a pensar, todo este tiempo que estuve peleando, buscando el lugar de Bella…simplemente dejé pasar a Bill…me olvidé, de sus cosas, de su pasado… ¡de mi vida!... ¡Mi Bill!...despareció…no sé en dónde está- reflexionó las últimas semanas de su vida- me voy a bañar… beber tanto no me hace bien- le dio un beso a su amiga y se fue.
Algo comenzaba a cambiar dentro de la cabeza de Bill, en sus palabras aparecía alguien mucho más reflexivo y sensible: una mujer.
Tom desayunaba tranquilamente en su casa. Tenía una sonrisa de oreja a oreja que él mismo no podía controlar. En ese momento llegó Iris con Nila.
- Hola hijo, buenos días- le dio un beso en la frente.
- Hola Iris, hoy viniste más temprano de lo acostumbrado-
- Mmm…bueno es que Nila estuvo un poco ansiosa toda la noche-
- ¡Ah!... y tu dormiste o también estuviste toda la noche pensando en qué me ibas a preguntar- sonrió de lado- yo conozco muy bien esa cara que pones-
- No necesito preguntar, porque ya tengo mi respuesta- caminó hasta el lavaplatos.
- Y ¿Cuál es tu respuesta?-
- Esta- le mostró dos vasos sucios- mojitos cubanos-
- No…no empieces por favor- se sintió descubierto.
- Y ¡dos!... mojitos cubanos- sonrió pizpireta- hace mucho tiempo que yo no veía esto en la casa…. ¡vamos!... cuéntame ¿Qué pasó?-
- Luego te cuento…- estaba apenado- pero igual no pasó nada.
- ¿No pasó nada?- Iris estaba incrédula.
- ¡Que no!…otro día te cuento-
Bella despertó tarde la mañana siguiente, debido un poco a los tragos que tomó demás. Necesitaba llegar rápidamente a la editorial porque tenía 3 mensajes de voz urgentes de parte de Aguirre. Grace le entregó uno de sus viejos álbumes de estampas de futbol, que ella guardaba, para que recordara que Bill seguía estando presente.
Cuando llegó a la editorial se enteró que el día anterior mientras ella comía galletitas y jugaba con Nila, hubo un robo. Uno de los chicos del departamento contable fue encontrado culpable con 10.000 dólares en su maletín. A Bella eso le parecía extraño, conocía a al tipo desde hace mucho y no lo creía incapaz de hacer algo así. Su recientemente adquirido sexto sentido, le decía que en todo eso había mano negra.
- Bella, ¿estás ocupada?- Tom entro a su oficina.
- Eh… sí, estoy trabajando- intentaba terminar el artículo de la revista.
- Necesito hablar contigo, es solo un minuto-
- No, no puedo…por favor no mezclemos más las cosas- no quería que se hiciera ilusiones por lo que pasó en la noche- ¿Por qué empiezas con el jueguito?-
- ¿Qué jueguito? Tú fuiste a mi casa y dices que yo mezclo las cosas-
- Fue casualidad- le recordó- estuve charlando con Iris y jugando con Nila, nada más-
- Sí, pero luego ellas se fueron y tú te quedaste conmigo-
- Me quedé por cortesía, porque me invitaste a unos tragos y no podía rechazarte-
- Bueno, sí tomamos unos tragos, escuchamos música…y la pasamos bien-
- Sí, admito que la pase bien-
- No te parece que eres un poco contradictoria-
- ¿Me estás diciendo histérica?- se sobresaltó.
- No, escúchame yo no dije eso…por favor no discutamos-
- ¡Ah, bueno! ¡No discutamos!- se sentó ofuscada- es más ¡mantengamos distancia!- hizo rodar su silla hacia atrás- ¡tú allá y yo acá!… ¡el escritorio de por medio!… ¡la oficina de por medio!-
- Perfecto…me parece perfecto… ¿sabes qué? Te grabe un disco con la música que hasta ayer te gustaba- dijo con rencor- espero que te siga gustando- puso el cd en el escritorio.
El teléfono de la oficina sonó, quien quiera que fuera Bella se lo agradecía infinitamente.
- Julita ¿qué pasó?-
- Bella, necesitas hacerte el examen psicotécnico, tienes cita hoy con el doctor-
- ¿Hoy? ¿Por qué hoy?-
- No te preocupes, es uno de los requisitos de la editorial, aquí tengo tu orden, pasa a retirarla -
- Julia no, espera…- cerró la llamada.
Lo que le faltaba tener que hacer un examen psicológico con todo lo que estaba viviendo y para variar, detestaba a los doctores.
Cogió su maletín dispuesta a salir.
- Espera Bella ¿estás bien?- Tom se preocupó al verla así.
- No te importa y déjame en paz ¿quieres?- salió molesta, corriendo.
Tom resoplaba de incapacidad, cada vez entendía menos a Bella, él trataba de acercarse a ella para conocerla mejor y cuando creía que las cosas marchaban bien, ella lo alejaba.
Miró el cd que grabó para Bella sobre el escritorio, se sentía un idiota, no entendía para qué demonios lo había grabado, si era más que obvio que a ella no le interesaba. Iba a llevárselo, pero algo llamó su atención, entre las carpetas del escritorio, encontró un álbum de futbol, sonrió divertido al ver que era de hace muchos años atrás, lo ojeó y recordó que en su época de adolescente el también solía buscar las estampas para completar el álbum, cuando llegó a la página central vio que faltaba una, la única para que esté completo, al darse cuenta de que estampa era, sonrió muy feliz, tal vez ya había encontrado un buen regalo.
Bella fue hasta la recepción por la orden médica y camino a la clínica llamó a Grace para que le iluminara el pensamiento.
- Hola Grace, me tienes que salvar la vida-
- Claro, últimamente vivo solo para eso, dime ahora ¿Qué pasó?-
- Por favor me tienes que dar una manito-
- Cuando me dices cosas así me haces temblar-
- ¡Es que se me complicó!-
- ¿Tiene que ser hoy? Quedé de verme con Martín-
- Tengo que hacerme unos exámenes psicotécnicos para la editorial-
- Ajá ¿Y?-
- ¿Cómo qué y? ¡no me gustan los doctores!, además ¡ni siquiera sé lo que tengo dentro menos voy a dejar que me toquetee! -
- Ya sé que no puedes ver a los médicos, pero yo tengo muchas reuniones en la radio y ya te dije que quedé con Martín-
- ¡En media hora te quiero en la clínica y no se discute más! ¡he dicho!- cerró la comunicación.
En la clínica, la ansiedad y el nerviosismo no dejaba en paz a Bella, sentía como si fuera a ir a la guillotina. Grace llegó corriendo a la sala de esperas.
- Por fin llegaste, ¿en dónde estabas? Me tienes esperando 2 horas- exageró las cosas.
- No exageres, vine lo más rápido que pude-
- Rápido es como yo me voy a ir- caminó a la salida.
- No, no, ¿A dónde vas?- la detuvo del brazo- ¿ya te hicieron los análisis?-
- ¡No! Y no me los pienso hacer-
- Bella, ya te lo expliqué 50 veces, son necesarios para la editorial- hizo que se sentara para tranquilizarla.
- Tengo miedo…por favor que no venga el médico- se comía las uñas- el último examen me lo hicieron a los 5 años con mi mamá… ¡y no quiero! No me gusta…- estaba aterrada-antes cuando tenía que hacerme algún chequeo le regalaba chocolates a las enfermeras, les coqueteaba un rato y listo, pero ahora no puedo, si me ve el doctor me viola- se ocultó detrás de Grace para que no la vieran.
- Tranquilízate, estas llamando la atención- la tomó de los hombros para que se sentara como es debido- lo que tienes que hacer es relajarte, respirar hondo…encontrar tu centro…-
La enfermera llegó, llamando a Bella Kaulitz para proceder con los exámenes de sangre.
Grace y la enfermera tuvieron que hacer maromas y peripecias, para lograr sacarle sangre del brazo.
Antes de iniciar los exámenes psicológicos ambas chicas fueron a una cafetería para tomar fuerzas, Bella especialmente.
- Mmm…esto está buenísimo- la directora comía por dos.
- De a poco, tampoco te atragantes- decía asombrada- está bien que te sacaron un poco de sangre, pero no exageres-
- Yo no exagero, me sacaron cuatro litros de sangre…casi me muero-
- Te sacaron un tubito del porte de mi dedo-
- Siempre me desmereces… yo tengo que afrontar las peores cosas- se comió unas empanaditas- le tengo miedo a los médicos y los mosquitos tampoco me gustan-
- Ya sé, que no te gusta que te piquen-
- A mi mamá también le tenía miedo, te acuerdas cuando fue al colegio me desmayé me tuvieron que llevar en ambulancia y en la campaña de vacunación casi me muero-
- Sí, pero ya pasó no recordemos a tu mamá en todo esto, lo importante es que ya te hicieron el examen de sangre-
- Tienes razón, lo que más miedo me daba ya pasó-
- Bueno…aún queda otra cosa- puso cara de pena.
Bella entró en el consultorio del doctor muy nerviosa verlo vestido con bata blanca, empeoraban las cosas.
El doctor le mostró varias láminas con distintas mancha y le preguntó que veía. En todas las láminas veía mujeres desnudas. Bill estaba muy seguro de lo que veía, pero sabía que no podía dar esas respuestas, tenía que inventarse algo, entendía a la perfección que las cosas no iba a ser sencillas, era consciente de que su test no iba nada bien, quería huir pero no podía y lo más triste era que esto acababa de comenzar.
Le siguieron los típicos dibujos hechos a mano, desde casitas, hasta plátanos. Por último el doctor le pidió que se dibujara a ella misma, Bella se dibujó como hombre y eso le inquieto bastante al galeno.
Cuando por fin logro salir de los tortuosos exámenes, se encontró con Grace intentando tranquilizar a una chica, a quién habían despedido de su trabajo, porque un doctor, específicamente el que analizó a Bella, hizo un informe perjudicial para que en su empresa la despidieran.
Bella fue a amenazar al doctor diciéndole que si no quería que le quitaran su título y que nunca más volviera a ejercer su profesión, más le valía cambiar el informe de la chica y de paso escribir un informe maravilloso sobre ella. El medicó ante tal amenaza no le quedó otra más que aceptar.
- Estas cambiando Bill- canturreó la locutora feliz- antes no hubieras hecho algo así, ni aunque te lo hubiera pedido de rodillas-
- Bueno…sí- concedió sintiéndose un poco orgullosa- pero que conste que a mí me gusta mucho más el antes que el ahora-
- Ok, dejemos tu drama y volvamos a lo mío-
- ¿Y tú qué tienes?-
- Le dije a Martín que salí con Bill y estoy contigo-
- Yo creo que se va a enojar cuando se entere-
- No se va a enterar, porque nadie le va a decir-
- Mmm… yo no estaría tan seguro-
Un auto se acababa de estacionar frente a ellas. Justamente era Martín.
- ¿Por qué dices eso? No se va a enterar-
- Te digo que sí, y más ahora que se estacionó detrás de ti- apuntó con la mirada.
Grace giró lentamente como si supiera que le van a dar un puñetazo.
- Hola Martín- dijo Bella feliz- adiós Martín- se despidió de él levantando la mano, por más que su amiga le suplicó entre dientes que no se fuera.
Bella llegó a la editorial exhausta, los exámenes y amenazar al doctor la habían desgastado. Se apoyó en la pared para descansar ese cuerpo que le consumía las energías. Tom iba de salida a su casa y se la encontró.
- Bella, no te he visto en todo el día-
- ¡Ah! es que…- estaba por quedarse dormida- estuve en la clínica haciendo unos test, chequeos…esas cosas-
- ¿Y todo está bien?-
- Sí…yo creo que sí-
- Este…estuve acomodando algunas cosas en mi casa y encontré esto- sacó una bolsita negra de terciopelo de su maletín- es para ti, espero que te guste- se lo dio.
- ¿Para mí?- dijo asombrada- gracias-
Abrió la bolsita y encontró una estampa de un jugador que había buscado por años, Bella no podía contener su alegría no solo por tener la estampa difícil, sino porque fue Tomás quien se la consiguió.
- Muchas gracias- lo dijo de todo corazón.
- Qué bueno que te haya gustado- dijo contento.
- Pero…seguimos mezclando las cosas-
- Ok…sigues con ese tema de no mezclar-
- Sí, es mejor así-
- Mira, yo lo tengo muy claro, no hace falta que me lo digas-
- Igual, te lo quiero aclarar, porque…aquí trabajamos juntos y está bien que seamos amigo, que conversemos, nos riamos un poco… pero afuera tu por tu lado y yo por el otro-
- Sí, me queda claro, y también me queda claro que eres un poco contradictora- se fue dedicándole una sonrisa.
Bella se quedó extrañada con lo que le dijo, a qué se refería exactamente con sus palabras.
Cuando regresó a su casa, se sorprendió de encontrar a Grace, se suponía que a esa hora tenía que conducir un programa.
- ¿Qué haces aquí?-
- Nada…hola- la abrazó fuete- ¿Cómo estuvo tú día?-
- Espantoso- se desparramó en el sofá- es uno de esos días que uno debería dejar en el olvido-
- Pobrecito, esto te pondrá mejor- le pasó una botella de cerveza.
- Y para terminar el día con broche de oro, me encontré en la salida con Tomás y hubo otro de esos episodios-
- Bill tienes que hacerme un favor- le miró con ojitos culpables.
- ¿Yo a ti?-
- Sí, es que Martín viene para acá-
- ¿Y porque viene ese tipo a mi casa?- se exaltó- no quiero…no lo soporto-
- Bill, recuerda que esta casa se caracteriza por tener libertad y cada uno está con quien quiere-
- Tienes que terminar con ese idiota en mi opinión-
- Pero yo no opino de Romina, por ejemplo-
- ¡Ya, basta!- no quería que se lo recuerden- me pediste un favor ¿dime qué es? ¿Quieres que te mate? Perfecto voy por un cuchillo…-
- ¡No!, escúchame…Martín es tan lindo que me invitó a comer a mi… a Bella... y a su novio-
- ¿A quién?- dijo atónita.
- A su novio-
- Pero, Bella no tiene novio-
- Eso es lo de menos- le restó importancia- eso se busca-
- No, no es lo de menos, estás loca- no podía creer la estupidez que le decía su amiga.
- Mira, ahora lo que quiero es que te pongas linda…- la empujó hasta su dormitorio- hermosa…-
- Espera… ¡Yo no voy a ir!- dijo tajante.
- Por favor, te lo ruego- le suplicó casi de rodillas.
- ¡No! Porque no tengo ganas de comer con ese imbécil ¡y punto!-
- Ok...no quería llegar a esto, pero te lo voy a sacar en cara- sacó su última arma- me la paso solucionando tus problemas: consiguiéndote documentos falsos, cambiándote la voz, haciendo que te arregles con Tomás… te ayudo a zafarte de cualquier cosa- le enumeró- una vez que te pido algo y tú me lo niegas-
- No compares tus problemas con los míos-
- No, no los comparo…los estoy poniendo por encima, porque mis problemas en este momento son más importantes que los tuyos-
- ¿Ah, sí?- preguntó con desdén.
- ¡Sí! Y si no me ayudas, me voy de tu casa- dijo con seguridad.
Ante tal amenaza, a Bill no le quedó más que dar su brazo a torcer, ahora el problema era conseguir un novio falso para Bella.
- ¿Y si le pagamos a alguien?- preguntó Bill sin más opciones en la cabeza.
- No, porque Martin se puede dar cuenta…tiene que ser alguien que ya conozcas…tiene que haber una mínima conexión entre ustedes-
- ¿Conexión Para qué? Yo no lo pienso tocar y tampoco quiero que me toquen-
- La mano Bill, no exageres-
- Ni la mano, que se siente al lada y nada más-
- ¿Y si llamamos a alguien de la oficina? Podría funcionar-
- Tocaste fondo…estas buscando entre lo más bajo-
- El chico nuevo… ¿Cómo se llamaba?-
- ¿Nicolás, el mensajero?- se lo imagino en la cena tragando como cerdo y lo descartó- ¡no! Imposible-
- Tienes razón ¿Y Pato?-
- Pato…mmm- se lo imaginó hablando como loro, aburriendo a todo el mundo- no…Pato no, no forcemos las cosas dejemos todo ahí como esta-
- Eh…yo jamás pensé que iba a decir esto, pero ¿Gastón?-
- Gastón…- se lo imaginó dejándola por otra mujer que estuviera más buena- ¡No! Sobre mi cadáver… antes me disfrazo de Bill y soy mi propio novio-
- Bueno…quitando a Aguirre…el único que nos queda es…-
Bella se armó de valor y coraje para llamar a su novio ficticio.
- Hola Tomy-
- Hola Bella ¿pasó algo en la oficina?-
- No, en la oficina está todo bien…eh te llamo por otra cosa-
- Dime, te escucho-
- Ehm…mira yo sé todo lo que te dije en la tarde, pero…tuve un problemita y necesito que me ayudes-
- Claro, ¿Qué necesitas?-
- Ahm…si no te molesta mucho, ¿tú crees que podrías salir a comer conmigo y con Grace?-
- Sí, sí podría-
- ¡Ah! qué bien…porque…porque también necesitaría…que…te hagas pasar por mi novio-
- ¿Qué? Bella ¿estas segura de lo que estás diciendo?-
- Bueno…no te preocupes… si no quieres, está bien, no pasa nada- Grace le pellizcó para que siguiera insistiendo- eh…pero me harías un favor gigante y me salvarías la vida si me dices que vas a venir-
- Perdona que te haga esta pregunta, pero ¿en qué parte encajaría todo esto?-
- No te entiendo-
- En la parte laboral o en la personal… ¿Cómo era la frase? ¡ah, sí! Tomás tú en tu casa, yo en la mía, no mezclemos…ahora sí ya no entiendo nada-
- Supongo que la parte sería en el restaurant, donde es la comida-
- ¡Es increíble!…no dejas de sorprenderme-
- Hablando de sorpresas, él único que está en posición de sorprenderme eres tú… ¿vienes o no?-