Caminar para aclarar y apaciguar su corazón era lo único que Bella podía hacer. El único hombre que Bill y Bella en su dualidad tan extraña amaban, se iba. Aun podía recordar su voz, esa voz que lograba llevarla a la calma después de un ataque de arrebato; sus ojos, eso preciosos ojos que siempre le transmitieron amor; su aroma, ese perfume que la embriagaba de solo sentirlo cerca y sus brazos, esos que tantas veces se extendieron para abrigarla y hacerla sentirse protegida; esos brazos que hasta hace unos minutos la habían abrazado por última vez.
Era tarde y debía reconocerlo, se le hizo tarde reconociendo que la vida que llevaba yendo de mujer en mujer como un picaflor no era la más sana; se le hizo tarde admitiendo que las mujeres no sirven solo para una noche, más ahora que su amiga hacia lo imposible por sacarlo de apuros; se le hizo tarde acostumbrarse a un cuerpo totalmente extraño para él; se le hizo tarde acostumbrarse a las nuevas sensaciones que se cernían en su ser; se le hizo tarde reconociendo que estaba enamorado y se le había hecho tarde sincerarse con Tom y decirle que no existía ni existirá hombre en el mundo que él llegue amar más en esta vida.
Pero los minutos pasaban, ese hombre que lo calmaba, lo reconfortaba, lo hacía sentir seguro, se iba. Le hubiera encantado hacerle caso a su lado femenino y no al espectro machista que él mismo se encargó de crear. Le hubiera gustado dejar de lado los prejuicios y admitir que se había enamorado de otro hombre. Ese hombre que en realidad no estaba enamorado de él, sino de ella, esa extensión de su ser que por un hechizo bien efectuado le habían obligado a cargar desde hacía meses. Tenía que afrontarlo así le doliera en el alma, Bella era una parte de él, esa parte que contrastaba con su yo masculino, esa parte que pudo sentir lo que él no sintió.
Tenía que resignarse a seguir siendo lo que era, Bella estaba en cuerpo presente, todos la veían, todos la seguían, todos la odiaron incluso en un momento. En cambio Bill era un entrañable recuerdo, ya ni siquiera recordaba lo que hacía Bill al despertarse, su vida había cambiado y necesitaba acostumbrarse a eso.
Paseó por las calles haciendo conciencia de todo lo que significaba su vida sin Tom, de seguro él ya estaba en su casa, habría terminado de empacar y estaría durmiendo. Esbozó una sonrisa al recordar lo organizado que era con todo. Natalia tenía una suerte envidiable, se había llevado al hombre perfecto. Varias lágrimas rodaron sus mejillas al recordar el día en que se desmayó, pudo palpar con sus propias manos lo que se sentiría estar casada con Tom. Tal vez en algunos años vuelva a verlo, no sabía si como Bill o como Bella, pero añoraba que ese momento llegara, quizá para entonces Natalia hubiera madurado un poco, quizá para entonces Tom tuviera hijos, quizá para entonces ya se habría olvidado de que alguna vez estuvo enamorado de Bella.
Doblón en una esquina tiritando de frio, esa mañana lo había escuchado en la radio, posiblemente iba a llover, pero no hizo caso, no se llevó un abrigo consigo, porque nunca se imaginó estar caminando hasta su casa tan tarde.
El que tampoco se imaginó estar por ese sitio a esas horas fue Tom. Bella lo vio correr y detenerse a unos metros de ella, al parecer había venido corriendo desde su casa. Se le veía cansado, tiritaba un poco- tal vez es por el aire helado que sopla- pensó Bella. Pero ¿Qué hacía Tom a esas horas parado frente a ella? Debería estar durmiendo, en algunas horas más él se iría a España. La respuesta a su pregunta le llegó como un canto de los ángeles.
- Te amo Bella- dijo sin poder contener más el sufrimiento que significaba alejarse de ella.
La vida le estaba dando una segunda oportunidad, le estaba enseñando que no tenía nada de malo enamorarse, la vida le estaba pidiendo a gritos que se arriesgara por lo que amaba.
- Yo también te amo Tomy-
Corrió hacia el dejando atrás los últimos metros que los separaban, se lanzó en sus brazos dejándose llevar por lo que sentía.
Ambos unieron sus labios en ese beso tan ansiado por los dos. Tom la cargó sin deshacer el beso, ella entrelazó sus piernas alrededor de la cintura del fotógrafo. No les importaba nada en ese momento, ni el frio, ni el viaje, ni Natalia, ni siquiera el aguacero que les cayó encima dejándolos completamente empapados.
- Te amo Tomy…- trató de tomar aire- por favor no te vayas-
- Yo también te amo y no me voy a ir a ningún lado- la bajó para poder hablar mejor- escúchame yo te prometo que…- la sujetó de las mejillas.
- No, no quiero que me prometas nada- no le dejó continuar, el corazón le latía a mil por hora y no paraba de sonreír.
- No me voy a ir nunca- volvió a besarla y la levantó de la cintura para girar con ella- no puedo creer que llueva tanto- alzó a ver al cielo.
- Sí, es una cosa de locos- lo abrazó del cuello.
- ¿Qué hacemos?- le dio un piquito- ¿vamos a mi casa?-
- No, a tu casa no, Iris debe estar ahí-
- Sí, ella me estaba ayudando a empacar entonces ¿A dónde vamos?-
- A mi casa…- lo besó profundamente, mordiéndole el labio- vamos a mi casa-
Tom la cargó estilo nupcial y caminó con ella en brazos por varias cuadras. No podían dejar de besarse en todo el camino, incluso al departamento entraron chocándose con todo por no querer parar ni un segundo. Caminaron a tientas y se chocaron con el sofá cayendo encima de Grace que hasta hace 2 segundos estaba dormida.
- ¡Ay! ¡Auch!- la locutora se quejaba.
- ¿Qué pasó?- preguntó Tom alarmado.
- ¡La matamos!- Bella intentaba levantarse para no aplastar más a su amiga.
Cuando pudieron ponerse de pie siguieron besándose, Grace veía la escena asombrada, tal vez seguía soñando, pestañeó varias veces, pero ahí seguían Tom y Bella completamente mojados, besándose como si el mundo se fuera a acabar.
- Hola ¿Qué tal?- Grace se sentía incomoda- ¿Todo bien?-
- Aja…- se seguían besando sin prestarle atención- todo perfecto- dijo Bella al fin.
- Qué bueno…-
- ¿Qué haces aquí?- preguntó, mientras Tom besaba su cuello.
- Aquí vivo…- le recordó- me quedé dormida, esperándote… pero ya me voy- no se iba a quedar a presenciar lo que estaba por pasar.
- ¿Qué tal la radio?- preguntó el fotógrafo entre el beso.
- Bien…- caminó hasta la estancia- ahí, mejorando… ¡perdón que los deje solos!- levantó la voz para que le prestaran atención- pero tengo sueño-
- No, no importa….-
Ambos regresaron al sofá para continuar con su ardua sesión de besos, hasta que el teléfono sonó, sin embargo eso no les importó, rodaron hasta el piso y entre besos Bella contestó.
- Hola-
- Bella ¿Cómo estás?-
- Aguirre, ¿Cómo va la fiesta?-
Grace regresó sus pasos al escuchar quien era.
- Bien…todavía quedan algunos sobrevivientes , no me digas que estaban durmiendo y las desperté-
- No, no…aquí no vamos a dormir hasta ¡muy tarde!-
- Bueno… dos trasnochadoras, en ese caso ¿me pasas con Grace?-
- Claro, te paso con Grace-
Extendió el teléfono hasta su amiga, Tom lo sujetó y mientras besaba el cuello de su amada se lo hizo llegar a la locutora.
- Hola Aguirre ¿Qué tal? ¿Cómo estás?-
- Bien…bueno la verdad no tan bien…estaba pensando-
- ¿Y qué pensabas?-
- ¿Qué estará haciendo Grace? ¿En qué andará?-
Si supiera que estaba presenciando algo insólito y además incomodo, y uno de los protagonistas era el que se suponía iba a ser su yerno.
- Buena pregunta…estoy en mi casa…solita-
- ¿Quizás buscando algo de compañía?-
- Sí, que buena idea, pero no venga para acá mejor yo voy-
- ¿Segura que no quieres que vaya a tu casa?-
- No, no, no…mi casa está hecha un desastre, está todo volteado-
Tom aun en el beso aventó los cojines para hacer énfasis en lo que decía Grace.
- Ok, entonces te espero en el “Cero”, te mando un beso-
- Yo también, chao- cerró la comunicación suspirando de la alegría.
Grace recogió sus cosas lo más aprisa que pudo, si Bella y Tom decidían revolcarse por toda la casa, ella también tenía quien le hiciera compañía.
- Bueno…me voy- dijo apresurada.
- Trae pan- dijo Bella aun besando a Tom- y huevos para el desayuno-
- Ok…nos vemos luego- salió corriendo antes de que iniciaran algo indecente.
Bella y Tom continuaron con su ardua y extraña sesión de besos por un largo rato. Rodaban tanto por el sofá que varias veces estuvieron a punto de caer. Se separaron por un momento para recobrar el aire y el fotógrafo estornudó.
- Estoy…empapado-se frotó la nariz- creo que me voy a resfriar-
- Yo también- le besó la mejilla- tengo mojada toda la ropa, me voy a sacar todo esto- se quitó el delgado saco largo de lana- tu deberías hacer lo mismo-
- ¿Qué quieres que me saque?- preguntó coqueto.
- No, nada…no te saques- sujetó sus manos- mejor te presto algo-
- ¿Me vas a prestar algo tuyo?....creo que no me va a quedar tan bien-
- No Tomy- le dio un piquito- te voy a prestar algo de Bill-
Bella se levantó del sofá sin el saco de lana, dejando al descubierto el pequeño vestido que llevaba puesto, cuando la vio Tom casi se desmaya y no puedo evitar soltar un resoplido de admiración.
- No me veas- dijo divertida, tapándose con la lámpara.
- ¿Cuál es el problema con que te mire?- se levantó y le dio un beso apabullante.
- Ninguno…- dejo la lámpara en la mesa- ¿Cuánto calzas?-
- Eh… ¿Por qué me lo preguntas?- movió el aro de su labio seductor.
- No, por nada….ya regreso con tu ropa-
Entró a su cuarto y buscó entre su antigua ropa, algo que le pudiera quedar a Tom. Se la dio y él fue a cambiarse, mientras Bella esperaba en el sofá.
- Creo que me queda un poco pequeño esto- salió para que lo mirara.
A pesar de su gusto por la ropa holgada, no tenía inconveniente en ponerse ropa de su talla, pero la ropa de Bill le quedaba pequeña, excepto por el pantalón ya que al parecer Bill había comido demás en los últimos días.
- Aunque el pantalón te queda flojo- dijo después de verlo bien.
- Creo que tu primo estaba fuera de forma- se sentó junto a ella.
- No digas tonterías- le pellizcó el brazo- Bill estaba perfectamente bien-
- ¡Auch!... pero como defiende a su primo- se burló un poco- por cierto ¿te vas a cambiar de ropa?-
- Sí me voy a cambiar- se levantó para ir a su cuarto- tengo frio-
- Pero te queda lindo eso- la jaló para que se sentara en sus piernas- ¿Por qué primero no me das un beso?-
Regresaron a besarse por un largo rato, a pesar de ser de madrugada parecía que eso no les afectaba en lo absoluto.
- Bueno…ya- Bella cortó el beso- me voy a cambiar-
- Con eso te ves muy bien- insistió- puedes quedarte así todo el día-
- No…- le dio un besito en la nariz- porque tengo frio- se levantó y caminó a su cuarto.
- ¿Quieres que te ayude?- dijo Tom un tanto impaciente por tenerla cerca de nuevo.
- No, quédate ahí sentado, tranquilito- le dedicó una sonrisa- y no se te ocurra entrar- le advirtió.
- ¿Y espiar?- probó su suerte.
- Menos…ya regreso- cerró la puerta de su habitación.
Bella regresó puesta ropa deportiva que Grace había insistido en que comprara para que salieran juntas a trotar, creyó que sería un despilfarro, pero al final sí le sirvió. Se sentó junto al fotógrafo e iniciaron con su larga sesión de besos.
La ausencia de Tomás en la fiesta de despedida a Natalia parecía no afectarle tanto, su amigo Matías se encargó de entretenerla bastante. Pasados de copas la desinhibición se hizo presa de los dos, empezaron a besarse delante de los que aún quedaban; para ser exactos delante de Patricio y Gastón. El subdirector ya sospechaba que Natalia era más fácil que la tabla del 1, pero nunca creyó verlo con sus propios ojos. Hasta su madre, Carola que también estaba pasada de tragos los vio comportarse de esa forma tan melosa. Las ganas le ganó a la cordura y ambos se fueron para saciar sus bajas pasiones.
Por otro lado Aguirre que no quería estar en el Cero, porque su ex esposa no perdía oportunidad para armarle escenitas, decidió llevar a Grace a una cafetería que abría las 24 horas, en donde hablaron de varias cosas, incluso del perfume floral de la locutora se había aplicado. Al que Aguirre se dedicó a oler por un largo rato.
Al amanecer Tom decidió irse, por él se quedaba todo el día, pero necesitaba dormir un poco, para hablar con Natalia lo antes posible. Bella bajó con él para encaminarlo, tampoco quería que se vaya. En la entrada del edificio seguían besándose, aunque decían que era el último beso, hace media hora que estaba ahí.
- Mmm…ya debería irme- le dio un piquito- necesito descansar para hablar con Natalia-
- ¿Cuándo vas a hablar con ella?-
- Hoy…-
- ¿Hoy?- se alarmó- ¿tan pronto?-
- Sí, cuanto antes mejor-
- Ok, está bien…yo te voy a mandar fuerzas- le frotó los brazos.
- No, mejor dame un beso-
Bella le dio muchos besos para que reuniera todas las fuerzas posibles. Pero un nuevo problema se avecinaba, Aguirre venia caminando con Grace.
- Mmm….- se separó de él alarmada- Aguirre, Aguirre-
- ¿Qué?-
- Aguirre viene con Grace, ve a esconderte allá atrás y cuando haga así- aplaudió 2 veces- tú sales-
Tom corrió a esconderse, no le convenía que su supuesto futuro suegro lo viera a esas horas y no precisamente con su hija.
Grace y Aguirre llegaron a la puerta del edificio y se sorprendieron der ver a Bella despierta tan temprano.
- Hola Aguirre, bueno días-
- Hola Bella, ¿saliste a correr?- preguntó su jefe.
- No…salí a pensar-
- Bueno, yo me voy a descansar, me muero de sueño- dijo Grace.
- Sí, yo también tengo que descansar- Aguirre le dio un beso en la mejilla a Grace- gracias por esta linda noche-
- No, gracias a ti…- se mordió el labio coqueta- descansa-
- Tú también…. Hasta más tarde Bella- levantó la mano como despedida y se fue.
- Mmm…mira que cara de ganador que tenía- se lo comentó a si amiga.
- Ok…subamos ¿no?- tenía mucho que contarle.
- Sí, pero espera un ratito- aplaudió 2 veces y salió Tom- ya se fue- le dijo en un susurro al fotógrafo.
- Hola- le dijo a Grace tímidamente cuando salió de su escondite.
Se acercó a Bella y comenzó a besarla otra vez. La locutora veía la escena fascinada ella estaba tan bien con Aguirre y quería que todo el mundo esté igual de feliz.
- No sabía que Aguirre estaba saliendo con Grace- le preguntó bajito a Bella.
- Ella dice que solo son amigos- se encogió de brazos- pero con esa cara de enamorada que pone….-
- ¿Amigos?... sí yo tuviera amigas así…- levantó las cejas.
- ¿Qué estás insinuando?- le pellizcó celosa.
- Nada, nada….- le dio un beso- solo que Aguirre se lo tenía bien escondidito-
- Sí…- sonrió un poco- tan calladito que se lo veía-
- Bueno- volvió a besarla- yo me voy, te amo- le dio el último beso y se fue.
Bella se giró y caminó hasta donde su amiga quien no se había movido de ahí. Ambas se sonrieron, el amor flotaba en el cuerpo de las dos. Subieron al departamento para contarse todo. La directora preparó dos cafés bien cargados y comenzaron el parloteo.
- ¡Lo besé!- decía emocionada- nos besamos fue tan ¡Ah!, sentí tan rico…. ¡Uy! Qué maricón que soy- se dio cuenta de lo que dijo- pero no importa, porque sentí ¡Uff! Me quedo sin palabras, indescriptible-
- Eso es maravilloso- Grace tomó un sorbo de café-lo tuyo y lo mío también, todo es tan extraordinario, porque Aguirre es divino- dijo con voz de enamorada.
- Es lo máximo- Bella hablaba de Tom- ¿nos es lindo sentirse así?- la sonrisa no se le borraba del rostro.
- Es fantástico- le dio la razón- pero primero cuéntame tú, lo qué pasó con Tom…- estaba tan intrigada y ansiosa por saberlo todo.
- Ehm… ¿Qué te cuento?....es que no sé, se siente como….no puedo, no puedo- se cubrió el rostro con el cojín.
- ¿Cómo no vas a poder contarme a mí?-
- ¡Es que me da pena!- dijo riendo y destapándose el rostro.
- ¡Ay por favor, Bella!- sonrió al verla tan avergonzada- ¿Te puedo decir Bella?-
- ¡No!...imposible Grace- se negó rotundamente.
- Pero todo el mundo te dice Bella-
- Exacto, pero tú no eres todo el mundo, dime Bill, tú eres la única que conoce mi secreto, y yo quiero seguir siendo Bill, no quiero perder mis raíces, no quiero perder ¡A mi Bill!-
- Ok…tranquilo, Bill-
- No me trates como si fuera una chica, porque me deprimo-
- Está bien….pero ¿Quién estaba besando a Tomás? ¿Bella o Bill?-
- Grace no empieces…con todo lo que tengo en la cabeza y tú empiezas con este juego de palabras-
- Ya, ok, perdóname…solo quiero saber qué sientes-
- Sentí de todo….- dijo sofocada- ahora como Bella me gustan los hombres, pero no soy maricón- se lo recordó a su amiga- nunca lo fui, te lo juro por mi madre-
- Yo lo sé, lo sé más que nadie….hoy es hoy, mañana es mañana, las cosas cambian…todos tenemos miedo, todos avanzamos contra el miedo, pero ahora todo está bien-
- Sí, todo está perfecto-
- Ok… ¿Y sentiste…?- levantó las cejas.
- ¿Qué cosa? ¡Ah! sí, sí…pero no puedo….no puedo hacer “eso”-
- Y ¿entonces? ¿Cuándo los dejé solos…? Porque yo vi algo raro- dijo sospechando.
- ¡Ningún raro!... era su pie…. Pero no Grace…no pasó nada, crees que soy una mujer de la calle, ¡No!- se reía por la vergüenza que tenía- obvio que me empezó a besar, pero cuando llegó a esa zona yo casi le meto un puñete y le saco todos los dientes-
- Yo entiendo…. Sé que antes como Bill no te gustaban los hombres, pero ¿ahora?-
- No sé…- suspiró, preguntándose lo mismo- yo mejor me voy a bañar, porque esto es demasiado para mi pobre cuerpo- se fue evadiendo el tema.
Otro que no podía más con sus emociones, era Tom. Llegó a su casa silbando de la felicidad. Suspiró con cada paso que dio hasta la sala, en donde estaban las maletas listas con una notita que le había dejado Iris. Recordó que en medio de la noche dejó a su nana empacando sola, sin decirle nada. La angustia recorría su cuerpo y decidió ir a buscar a la mujer que tanto amaba. No sabía lo que iba a hacer o decir cuando la tuviera cerca, pero ni siquiera tuvo que pensarlo mucho, cuando la vio las palabras salieron tan naturalmente y bastó eso para que ella al fin le dijera que también lo amaba.
Una gran sonrisa de satisfacción y amor se dibujó en su rostro, tomó la notita de Iris y se sentó a leerla.
<<Espero que hayas resuelto eso que te tenía tan abrumado, recuerda que yo siempre estaré para lo que necesites.
Besos, Iris >>
Sabía a lo que se refería Iris con que estará para lo que él necesite. Ella fue la primera en oponerse a que hiciera el viaje con Natalia, y tenía razón, era un grave error del que se arrepentiría toda la vida.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de la puerta abriéndose. Iris llegaba cargada con una bolsa llena de compras. Al ser el último desayuno que le prepararía a su casi hijo debía esmerarse.
- Hola Tomy- se sorprendió al verlo despierto tan temprano- parece que el viaje no te dejó dormir-
- No es eso Iris- dijo completamente feliz- no me voy- la abrazó fuertemente- ¡No me voy!- la levantó y la hizo girar.
- ¡Tom! Por Dios, se me van a caer las compras-
- Perdóname- la bajó- es que estoy tan feliz-
- ¡Santo cielo!- dejó las compras en la mesa- pero, explícame todo este cambio tan repentino-
- Fui a ver a Bella, lo que me recuerda, perdóname por dejarte así sin decirte nada-
- No importa, fuiste a verla ¿Y qué más?- estaba intrigada.
- Le dije que la amaba y ella también me dijo que me amaba- le dio un mordisco a una manzana- nos besamos y no sabes cuánto- recordó la larga sesión de besos.
- ¿Me lo dices en serio Tom?- todo parecía tan ilógico.
- Sí Iris, nos cayó un aguacero por cierto…luego fuimos a su departamento y….-
- No me dirás que apenas se sinceran y ya hicieron…- lo miró sospechosamente.
- No, no…solo nos estuvimos besando, pero igual si lo hubiéramos hecho ¿Cuál es el problema? Somos adultos ¿no?-
- Me estas preguntando a mi ¿Cuál es el problema?....si quieres te respondo, pero creo que tú lo sabes perfectamente-
- Si, ya sé…. Se supone que estoy comprometido con Natalia- rodó los ojos- de todas formas no lo decía en serio, a pesar de que Bella y yo nos amamos- sonrió embobado- es muy pronto para dar ese paso, tenemos tantas cosas aún por vivir-
- Bien dicho….debes comportarte como un caballero- encendió la cafetera- hay algo más que me llama la atención ¿Por qué llevas puesta esa ropa?-
- ¡Ah! esto- apuntó la camiseta- recuerdas que te dije que nos cayó un aguacero, bueno pues ella me prestó algo de Bill, me queda pequeño, pero peor que andar desnudo-
Ambos se pusieron a reír por el comentario. Iris jamás había visto tan dichoso a Tom. Bella le caía tan bien, sabía que era la mujer perfecta para su pequeño. Ella también suspiró al imaginárselos juntos en unos años, formando una espléndida familia.