Chanyeol tomó sus prendas y comenzó a vestirse. Sehun permanecía aún en la cama con sus dos manos atadas en la cabecera. No se movía, sin embargo seguía consciente.
– Chan-Chanyeol — Gimió Sehun.
– ¿Qué pasa cariño?
– En... ¿En dónde está Luhan?
– ¿Luhan? ¿Tu novio? — Preguntó burlonamente Chanyeol, mientras se sentaba al lado de Sehun.
Sehun no dijo nada y solo asintió.
– Debe de estar inconsciente aún, pero no te preocupes lo devolverán apenas terminemos con esto.
— ¿Ter-Terminar? — Preguntó asustadizo Sehun. No podría imaginarse lo que iba a pasar.
– Así es cariño, pero no te preocupes no es como si te fueran a matar o algo.
– ¿Entonces?
– Volverás a vivir con Donghae — En ese preciso momento Sehun hubiera preferido morir raído y sin dolor alguno. Había hecho todo lo posible por escapar y ahora solo lo obligarían una vez más a irse con él.
– No, por favor Chanyeol, no — Negó Sehun, pero su hermano solo reía ante las expresiones de miedo de Sehun.
– Casi me matan por tu culpa ¿Sabías? — La expresión de Chanyeol cambió a una seria rápidamente. — Después de que dejaste Corea, me buscaron a mí, me golpearon pero claro no podía morir, así que les propuse un pequeño trato y decidí ayudarlos. Eres muy predecible, Sehun.
Chanyeol se puso de pie, miró una última vez a su hermano menor y salió del cuarto. Con una gran sonrisa en su rostro.
...
– Mírate, como has crecido. — Murmuró Donghae, acariciando las largas piernas de Sehun.
– No me toques. — Sehun trato de apartarse, pero Donghae fue rápido, apretó fuertemente una de las piernas del menor, sacándole un gemido de dolor.
– Su-Suéltame.
– Te escapaste de mi lado, y ¿piensas que aún eres libre? No me importa si esto te duele, porque así mis manos quedarán marcadas en tu piel y todos sabrán que tienes dueño, así que Sehun aguanta, porque lo que me hiciste... No tiene precio. — Sehun temía. Él hombre de sus pesadilla estaba al frente suyo y sabía perfectamente que lo odiaba.
– Me engañaste. — Habló Sehun.
– ¿Y?
– ¿Y? Dijiste que yo era e iba ser él único en tu vida, él único a quien amarías y me engañaste, Donghae. — No supo cuándo ni cómo sus mejillas ya estaban empapadas.
– Te compré, Sehun, te compré o ¿Qué creías? ¿Qué me quedaría sólo contigo? Por dios no iba a desperdiciar mi vida sólo en ti.
– ¡¿Entonces para que rayos me quieres?! — Gritó Sehun.
– Eres mi juguete, Sehun, me perteneces y no dejaré que nadie te vea o te toque. — Donghae Tomó fuertemente el mentón de Sehun. — Tu hermano fue y será el último que disfrutó de tu cuerpo, porque de hoy en adelante tendrás prohibido salir de este cuarto, por lo tanto yo seré él único, que te haga llegar al éxtasis, él único que podrá escuchar tus gemidos, absolutamente todo ¿Entendiste? — Donghae soltó rápidamente él mentón de menor, para después recorrer el cuerpo de Sehun con su mirada.
– ¿Debería de marcarte ahora?
– Si va ser así entonces, quiero que liberes a Luhan. — Pidió Sehun.
– ¿Cómo puedes pensar en otra persona, cuando estoy a punto de hacerte mío?
– ¡Solo prométemelo! — Gritó desesperado Sehun.
– ¿Lo amas?
...
– ¡Respóndeme!
– Si fuera así ¿Qué?
– Sehun no me tientes.
– ¡¿Qué te cuesta dejarlo ir?! ¡Me quieres a mí no a él!
– Tienes razón. Dejaré que se vaya, y hasta por ti mandaré a que lo lleven cerca de su casa, pero escúchame bien Sehun, las cosas van a cambiar. No podrás escapar de mi otra vez, cariño. Ya no más. — Y sin más, Donghae se despojó de su ropa, mandándolo al carajo. Se acercó a Sehun y lo beso salvajemente. El labio de Sehun aún le dolía y eso no lo tomo en cuenta el hombre.
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– Ya está en su casa. — Avisó Donghae.
– ¿Por qué debería de creerte?
– Vamos Sehun, no te comportes así. Yo soy un hombre de palabra y lo sabes.
– ¿Pudiste haber cambiado? — Murmuró Sehun. Sus manos le dolían aunque ya no estaban con las esposas en sus muñecas, sólo estaba acostado en la cama con los tendidos encima. Su cuerpo le dolía aun peor del dolor que sentía cuando Chanyeol lo hizo suyo.
– ¿Quieres hablar con él? — Murmuro Donghae en el oído de Sehun.
– Solo así te creeré. — Sehun no podía correr el riesgo de que él supiera que estaba enamorado de Luhan.
Donghae rió, sacó su celular y lo desbloqueo.
– Dime su número. — Ordenó Donghae.
Sehun no dijo nada y solo estiró su brazo para que Donghae le pasara el celular.
– ¿Piensas manipularme? agradece que te estoy tratando bien Sehun, sé bueno y dame su número.
Sehun suspiro cansado. Se rindió y le dio su número. El hecho de que Jongin le hubiera dado el número de su papá, lo ayudaba demasiado.
...
– Sólo me duele la cabeza. — Aviso Luhan mientras masajeaba sus sienes.
– ¿Seguro, papá? — Preguntó asustado Jongin.
– Si.
– Y ¿Sehun?
– ¿Y Sehun? ¿Me preguntas por el cuándo él es el culpable de todo esto?
– Él no tiene la culpa de nada, papá. Creo que deberíamos de avisarle a la policía de todo esto.
– ¿A la policía? ¿Para qué? Si Sehun debe de estar feliz.
– ¿Feliz? Estaba muy asustado papá, sabes el decidió salvarte a ti.
– ¿Salvarme?
– Él tenía dos opciones, quedarse y salvarte o irse y dejar que te mataran, sin embargo eligió quedarse aquí y salvarte. Él se entregó a ese hombre por ti, papá y no es justo que lo culpes.
– ¿Hombre? ¿Irse? No te estoy entendiendo Jongin.
– Es una historia un poco complicada, papá.
– Si no me lo dices no podré entender esta situación, Jongin.
– Está bien te lo voy a contar todo...