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Juego Perverso [XiuChen] por HoneyXiumin99

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Notas del fanfic:

Nos leemos en las notas finales~

Era alrededor de las 9 de la noche, si no más.

Para MinSeok no importaba la hora, el lugar, o el momento. Solo importaba su hermoso niño de quince años.

 

Parte de la mañana  transcurrió como ya tenían acostumbrados. Despertar con una sesión de mimitos por parte de JongDae, desayunar en medio de una sesión de besos por parte de MinSeok, y finalizar en una placentera sesión de sexo ya sea en el baño o al salir de este en la habitación del menor. Sip, hermosa costumbre se cargaban estos.

Desde hace dos años que la relación se torno a una no muy apropiada para un hijo y un padre, es decir, el menor siempre supo que no miraba a su progenitor con los mismos ojos que los demás niños -o en este caso, adolescentes en progreso- sin embargo, no sintió el valor de confesarlo ya sea por el trato que le daría éste de ahora en más, o, el rechazo definitivo de su existencia como pudo presenciar en numerosos doramas en la cual narraban su situación actual. Algo que nunca supo JongDae y que de seguro le habría encantado conocer, era que, MinSeok le correspondía.

Sip, puede sonar descabellado y todo eso, pero a fin de cuentas era así. No supo cuando ni como descubrió esos sentimientos bien ocultos en el fondo de su ligeramente roto corazón, pero algo que si sabía es que no se arrepentía de haber aceptado y correspondido las emociones de su pequeño aquel día de invierno en un evento no muy adecuado para algo de suma importancia.

Al transcurrir el tiempo se podría decir que todo suceso -ya sea inesperado o totalmente esperado- lo atesorarían toda su vida.

 

MinSeok estaba en su auto camino a la casa mientras el castaño con cara felina a su lado, en el asiento del copiloto. Luego de recoger a JongDae de la preparatoria como ya tenían programado, pasaron a celebrar su reciente aprobación del penúltimo semestre a cursar -solo faltaban unos cuantos meses y ya el castaño sería un ingresado a la universidad con honores de más- en un hermoso restaurante al aire libre. Después al cine a ver una película de terror y de ahí a cenar pizza. Eso los llevó a la situación en la que ahora se encontraban totalmente satisfechos… o quizás no.

Menos mal y no había actividad laboral y estudiantil al día siguiente.

—¿Y bien? ¿Algún otro plan querido papá?— habló el menor mientras buscaba arrimarse de su asiento para tener un poco de contacto con el opuesto valiéndole poco que éste estuviera conduciendo.

 

—Son las nueve de la noche, creo que es suficiente por hoy—sonrió tiernamente mientras rodeaba a su compañero con su brazo derecho que permitió dejar libre en el resto del trayecto.

 

—Viejo aburrido— susurró mientras se acurrucaba en su pecho aprovechando para aspirar un poco la colonia que existía en el cuello de éste. Tan deliciosa y excitante para sus fosas nasales.

 

—Así me amas— JongDae pudo sacarle unos cuantos suspiros ante aquella intromisión repentina a su espacio personal. Ese chiquillo le ponía los nervios de punta, y lo peor es que éste parecía no darse cuenta. —Aunque… considerando un poco lo que has dicho, ¿Qué sugieres hacer?

 

Eso fue todo lo que necesitó el menor para poner en marcha su malvado y descarado plan, que si bien no lo había hecho antes era por su falta de imaginación pese a tener numerosos encuentros sexuales con su único hombre y las infinitas charlas con su mejor amigo LuHan, quien al parecer, también se revolcaba todos los días con su padre a juzgar por las miradas llena de lujuria que se lanzaban.

 Cabía destacar que tenía miedo, por el infierno que sí, después de todo el auto era un personaje importante en su plan y todavía se encontraban en marcha en una vía muy transitada a pesar de estar a altas hora de la noche. No obstante, sus deseos iban primero, era ahora o nunca.

MinSeok pudo divisar por un segundo la sonrisa gatuna que su pequeño esbozaba y repentinamente una corriente llena de electricidad viajó por toda su columna, como si su cuerpo le tratara de informar lo que a continuación sucedería. Pasó saliva en pleno estado de nerviosismo.

 

—Sea lo que sea que estés planeando más te vale detenerlo y guardarlo para después— habló rápidamente sin esfuerzo alguno puesto que JongDae ya estaba viajando a su zona baja -la pelvis más específicamente- en la cual se podía distinguir cierto bulto en crecimiento —¡H-Hazme caso!— Nop, el castaño estaba imparable.

 

No quería perder tiempo. Estando su padre conduciendo prácticamente lo tenía atado y encima amordazado. Oh, como lo disfrutaría.

Comenzó con un desliz suave encargándose de rozar cada pequeña parte del cuerpo ajeno con el propio aun encima de la tela sin despegar la vista de su objetivo inicial. Dejó que su cabeza estuviera a pocos centímetros del regazo contrario sintiendo como la erección del mayor saludaba gentilmente su rostro en una especia de golpecito en su nariz, lo cual le causo risa, ni siquiera lo había tocado de manera descarada y ya estaba hasta el tope… pero, ¿Para qué mentir? JongDae estaba en las mismas condiciones y eso MinSeok lo podía confirmar. Posó tímidamente su mano en el miembro del otro en modo de tortura recibiendo un pequeño respingo acompañado con un ahogado jadeo por parte del atacado, eso solo ayudo a motivarlo.

 

El pelirrojo lo sabía, JongDae estaba jugando con su autocontrol, y eso era de admirar.

 

—Que viejo tan calentón eres, mira como te has puesto sin siquiera tocarte como se debe— habló lo suficientemente alto para que el mayor lo escuchara, pues tener la cabeza metida en el regazo de éste dificultaba un poco la comunicación.

Sus caricias se intensificaron más y MinSeok se vio en la obligación de poner ambas manos al volante y pegar casi todo su pecho a éste en un intento de soportar aquella fascinante experiencia en la que sería sometido. La pequeña mano del castaño se mecía de adelante hacia atrás en toda la longitud cubierta por ese kilo de ropa increíblemente fastidiosa para ambos buscando que el complacido se frustrara y lo follara en plena vía… Sin consideración… Duro.

 

—Cariño, por mucho que me este gustando esto, estamos en plena vía y-

 

—Tú cállate y sigue conduciendo.

 

—¿Cómo dijiste?— habló en tono autoritario, su hijo se dirigió a él como si fuera un adolescente más y eso no podía pasarlo por alto.

JongDae se dio cuenta de su error apenas escuchó el tono que su padre utilizó y rápidamente se dispuso a corregir.

 

—Por favor, sigue conduciendo— levantó un poco la vista para encontrarse con la mirada de su mayor, pero este se hallaba con las mejillas ligeramente sonrojadas y la mirada fija en la carretera casi desierta sin ser capaz de mirar abajo, lo cual es algo realmente extraño viniendo del activo de la relación. Eso era lo que más amaba de su novio-padre, el cómo podía ser ingenuo y tímido en el inicio, pero salvaje y demandante en el nudo y desenlace.

Volviendo al acto principal; cansado de estar con las provocaciones y toques suaves, JongDae decide irse de lleno a la acción. Con la misma mano que acariciaba el sugerente bulto en los pantalones del mayor, desabrocha el botón y baja la cremallera dejando a la vista el bóxer blanco que éste traía puesto, lo cual fue un poco gracioso, pues el castaño usaba unos negros. Imparable y como era de esperarse, bajó el elástico de esta prenda todo lo que el asiento dejó y de lleno se encontró con el pene erecto y lleno de líquido pre-seminal en todo su esplendor. Lo sujetó en la mano derecha para halar de él con el propósito de liberarlo completamente de su desquiciada prisión hecha de algodón.

Para estas alturas MinSeok no era capaz de resistir las atenciones malditamente placenteras que su pequeño era capaz de brindarle, aunque mantenía el pecho fusionado al volante y la cabeza casi pegada al vidrio aun podría conservar la suficiente cordura para terminar de conducir hasta la casa, solo faltaban diez minutos. Minutos que el menor aprovecharía al máximo.

Dejó fluir un poco de su aliento en el glande húmedo del pene ajeno recibiendo un pequeño jadeo como respuesta.

 

—¿No puedes esperar diez minutos? Ya casi llegamos— Su entonación paso de dulce a ronca, seductora, en todo su sistema solo había excitación que hacía bombear la sangre rápidamente por todo su cuerpo, para descansar directo en su miembro el cual palpitaba de a ratos. JongDae negó con una sonrisa lasciva en sus delgados y apetitosos labios.

 

Ya no había vuelta atrás, su noche llena de pasión y lujuria apenas comenzaba.

Notas finales:

¿Les gustó? últimamente he estado de dejar con ganas de más pero me pareció que fue un final muy bonito. Deja volar tu imagineishon *^*.

Déjenme un rw para saber si les gustó o no. Hace cuatro fanfics les prometí una mejora y espero que mis esfuerzos valgan la pena. Pero para lograr eso, necesito saber sus opiniones, ya sean críticas o consejos.

Gracias por leer, se les quiere *^*)/


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