Presentaciones
Harry observo entrar al trio por la puerta, su caminar era sofisticado y su ropa denotaba estilo, además de la latente belleza que poseían. Ellos se sentaron en la mesa contigua a la de Severus y Harry a pesar de que el local estaba casi vacío y había muchas mesas disponibles, al cabo de un rato el mesero les llevo el desayuno y tomo la orden de la mesa contigua.
Severus lanzaba furtivas miradas a los Malfoy y a su pequeña acompañante, le parecía bastante extraño que estuvieran ahí, pues los rubios siempre tenían a su disposición la mejor comida que se pudiera pedir y raramente salían a comer fuera, al mayor le dio la impresión de que tenían intenciones ocultas.
La tensión se sentía en el aire y reinaba un incómodo silencio. La pequeña morena se levantó para ir al mostrador empujando en el camino a Harry, el joven se le quedo viendo y ella sonrió con malicia desconcertándolo.
—Lo lamento Harry —dijo la morena.
—No hay problema pero ¿Quién te ha dicho mi nombre? —pregunto Harry.
Había cogido el cebo que a todas luces la morena le había tendido.
—Eres el tema de conversación últimamente, me llamo Pansy Parkinson, ahora que me presente estamos bien ¿verdad? —dijo Pansy tendiéndole la mano a Harry.
—Eso creo —contesto el moreno estrechando la mano que le ofrecían.
—Oye ¿no te gustaría conocer a mis acompañantes? Son guapos ¿no? —pregunto Pansy en un susurro divertido.
Harry miro a Severus que tenía una mueca de fastidio y le dedicaba una mirada asesina a la morena.
—No sé —contesto al fin.
—Vamos —pidió la morena y esta vez miro a Severus —no necesitas su permiso.
Severus se levantó exasperado y le dedico una sonrisa forzada al más joven, el moreno se levantó también y juntos fueron a la mesa de junto. Ahí los rubios miraron a Harry de la cabeza a los pies.
—Ellos son Lucius y Draco Malfoy —presento Pansy.
—Un placer conocerte al fin Potter —dijo Lucius.
Draco sonrió y levanto la mano para que Harry la estrechara, el moreno dudo unos segundos pero luego la aceptó. El mesero llego con el pedido de aquella mesa, todos habían elegido tomar café negro.
—Teo, él es Harry Potter ¿ya te lo habían presentado? —dijo Pansy al de cabello castaño, el aludido negó con la cabeza.
—Un placer conocerte Harry, me llamo Theodore Nott —dijo con una sonrisa.
—S-si el placer es mío —contesto Harry.
En esos momentos Harry se sentía totalmente cohibido. Severus había permanecido todo el rato callado observando el intercambio de palabras.
—Bueno creo que deberías terminar de desayunar, lamento haberte interrumpido pero ¿Qué te parece si nos vemos luego? —dijo Pansy.
—Ah claro—respondió Harry.
La morena sonrió y asintió.
—Te veo a las siete en la estatua de la plaza —dijo la morena concretando una cita sin siquiera preguntar.
Harry asintió, se despidió de los demás y se fue a la mesa. Severus con el ceño fruncido también se despidió y continúo con su comida. Pansy le pidió a Teo que les pusiera los cafés para llevar y unos minutos después se retiraron.
—Eso ha sido muy raro —dijo Harry a Severus.
El mayor rió un poco.
—Aquí todo es extraño, ya lo veras con el tiempo —contesto.
—Severus, me siento muy confundido respecto a todo.
El mayor miro a Harry con un poco de tristeza.
—Lo sé, pero no te preocupes, todo encajara a su debido momento.
—Tú vas a estar conmigo ¿no? Es que me siento muy perdido —dijo Harry mirando hacia otro lado.
—Sí, es lo menos que puedo hacer, te apoyare —contesto el mayor.
—¿Lo menos que puedes hacer? —pregunto el moreno.
Severus no respondió, Harry no insistió.
El sol estaba ocultándose, las luces de las farolas estaban encendiéndose y Pansy Parkinson esperaba pacientemente enfundada en un vestido verde oscuro y un abrigo negro a que Harry Potter llegara, la morena paseo la vista por la plaza, era todo tan pequeño y acogedor, le causaba una extraña sensación volver ahí después de tanto tiempo.
Harry camino solo por las calles hasta que vislumbro a la morena, le había pedido a Severus que lo acompañara pero el mayor se negó, dijo que ese encuentro tenía que ser privado.
—Hola —saludo Pansy cuando vio al moreno acercarse.
—Hola —contesto Harry.
—Tenemos mucho de qué hablar ¿Por qué no te sientas?
Harry se sentó en la banca de hierro negro junto a la morena.