Otra vez me encontraba con él. Encerrados por la culpa de aquella banda sustituta, que por ellos no nos dejaban tocar en el escenario.
-2D, debemos salir de aquí, ya me harté- mencionó mi compañero de cuarto.
-Pero… Murdoc, ya lo hemos intentado varias veces, es imposible.- exclamé, pues después de la última vez, mi amigo verde, destruyó la habitación y ni siquiera pudimos salir.
-¡Cállate, Face-ache!- Se llevó la mano a la sien.
-L…lo siento… Muerdoc-
-Como sea, ya se me ocurrirá algo para escapar- Dijo, mientras se sentaba en el piso.
Tomé mi armónica, me senté alado de él y me puse a tocar. Sentía nervios, pues sentía su mirada. Nunca había sabido como llevarme con él. Normalmente era sencillo cuando estaba Russel o Noodle, pero ahora, solo éramos nosotros dos, bueno, si no contábamos a la ciborg Noddle, que estaba arrinconada en una esquina, apagada y cargándose.
-Eso suena bien. Para ser un tonto, eres demasiado bueno en la música- río con sarna.
Sin saber el porqué, me sonrojé, me agradó el “alago” que me dijo, no le tomé importancia a lo otro que había dicho.
-Gra… Gracias- Musité bajo.
-No te creas demasiado, Face-ache.
Era demasiado raro para mí, el latir de mi corazón. Seguro que no tener novia, me estaba afectando.
-Ya me estoy aburriendo, no hay nada divertido que hacer… Ni fans, ni escenario, ni alcohol, cigarrillos y mucho menos putas- Se recargó en la pared –Que daría por follarme a una en estos momentos- volteó a ver a la Cyborg –Y ella ni de chiste la toco, me recuerda a la enana-
Lo miré, quería que pensara en mí. De repente giró su cabeza, nuestras miradas se cruzaron.
-Sabes 2D, cuando estuve en prisión, aprendí que en esos momentos, cualquiera es bueno- me dijo eso con palabras lascivas.
Mi cuerpo no me obedecía, me acerqué a él, le robé un beso.
-No me molestaría ser tu compañía esta noche- musité.
El me correspondió. Nuestras lenguas se cruzaron. Él exigía más y más. Comenzó a bajar su mano por debajo de mi playera, comenzado a rozar mi piel.
-Mu- Muerdoc… ah… se siente… tan bien-
-Pues claro, que esperabas del mejor.
Ni en esos momentos olvidaba su narcisismo.
Su larga lengua se dirigió a mi cuello.
~~Feel good, Feel good~~
Se lograba escuchar una canción tocada por la banda sustituta, que reflejaba lo que sentía en aquel momento
Sentí un bulto en mi entrepierna. Era mío, estaba completamente duro. Me estaba excitando mucho y podía notar que Murdoc, también.
-Ven, siéntate en mis piernas- Me dijo. Tímidamente le hice caso. Me paré y me senté encima de él.
-Buen chico- Me terminó de quitar la playera, mientras nos seguíamos besando. La temperatura iba en aumento.
Mis caderas, comenzaron a flotarse en él.
-¡Ah!...¡Ah!...- en secó se escuchó de su boca. –Ya no aguanto más- Me desabrochó el pantalón, mientras tanto, yo hice lo mismo con él. No tenía experiencia en eso, pero trataría de imitar lo que viera.
Agarró mi pene erecto, comenzó a flotarlo de arriba hacia abajo, de una forma que me enloquecía. Empecé a hacer lo mismo, creo que no lo hacía tan mal, pues su cara mostraba satisfacción. Mientras tanto, nos continuábamos besando, sentía su escurridiza lengua, de repente me daba pequeños mordiscos en el labio.
Vi su cuello y, no pude evitar dirigirme a él, lamía y mordía. El calor de nuestros cuerpos era incontrolable.
-Face-ache… necesito metértela… ahora- Me terminó de quitar por completo los pantalones.
Aún seguía encima de él. Me encontraba completamente desnudo. Era extraño, nunca había creído estar de esta forma con Murdoc Niccals, él que era un satanista de mierda y yo, era completamente distinto a él.
De nuevo caí a la realidad, cuando sentí entrar el miembro del bajista.
-¡aaah!...¡aah!- no creía que sería tan doloroso, pero rápidamente me acostumbre.
-Murcoc, aah, mmmm…mue…muévela- pedí.
-¿El gran cantande…mmm… 2D, suplicando?.
-¿Aa-algún problema… con eso?- Necesitaba que se moviera, no soportaba el placer.
-No… no… lo que ordene… la señorita- Mencionó, mientras comenzó a moverse.
Lo miré a los ojos, y lo volví a besar, mientras él continuaba el vaivén de sus caderas.
Con su mano, masajeó mi miembro, con ello, era doble placer.
-Murdoc… más… sigue… ¡ah!- Entre tantas sensaciones, había una que no me dejaba en paz, era algo cálido en mi corazón, acaso era ¿amor?, eso no podía ser posible. No me podría enamorar de un hombre y aunque lo hiciera, nunca sería correspondido por él. Para Murdoc, esto no era más que sexo, algo que podía tener con cualquier otra persona.
-2D… estas tan estrecho…mmmm… ¡ahh!... me… voy a venir ¡ah! En… ti- sus movimientos aumentaron. Al igual me los míos. De arriba hacia abajo. Nos besábamos sin frenesí.
Me terminé viniendo el nuestros abdómenes,
-Ya casi acabo… ¡ah!... ¡aaah!- Terminó en mí. Se sintió cálido, además de húmedo, pero, no sólo era eso, sino que la calidez era también de mi corazón.
Después de un rato, nos vestimos. No sabía cómo comportarme. Y si ahora me odiaba ¿Qué haría?
-He… Murdoc- en voz baja mencioné.
-¿Qué quieres Face-ache?- exclamó, mientras se terminó de poner la playera.
-¿Qué será de nosotros ahora?.
Se volteó a mirarme.
-Nada… ¿Qué debería de cambiar?... Todo será tan y como es.
Sus palabras me dolieron.
“pero, yo te amo” Quería decirle, pero no, no lo haría.
-Está bien. Todo será igual- Agaché la cabeza al decir eso.
-Chicos, ya pueden salir- Un hombre abrió la perta.
-Ya era hora- Murdoc se dirigió a la salida –Por fin. Es hora de lo bueno nenas, Gorillaz al escenario- Dijo con supremacía.
-El concierto ya acabo, señor Niccals- Avisó el señor.
El bajista, lo miró con cara de cansancio –Otra vez nos han hecho lo mismo- Suspiró –Ya me largó a la casa, nos vemos allá estúpido- Y diciendo eso, se fue con su bajo.
-Gracias por avisarnos- Le dije al hombre, que después se marchó.
Antes de irme, tuve que ir a desconectar a la Cyberg Noodle, tomé mi armónica, suspiré y me largué, a donde volvería a ver a Murdoc Niccals.