Decisión
Aterrizaron sin contratiempos, cargando cual princesa Asami depósito al fotógrafo en el asiento de atrás, para que siguiese durmiendo y el se fue adelante junto al chofer. Por teléfono pidió a Kirishima que preparase a sus dos hombres de confianza y bien entrenados para el cuidado de su niño.
- ¿ Donde estoy? * Adormilado trataba de reconocer el lugar en el que estaba *
- Vamos a casa ahí descansaras mejor.
El auto siguió su marcha por las estrechas calles de Kyoto hasta llegar a una casa digna de un hombre exitoso como lo es Asami Ryuichi, amplia de dos pisos, con habitaciones extras, piscina techada, un jardín bien cuidado, con cámaras y guardias en lugares estratégicos, la puerta principal contaba con un emblema de un halcón y una letra "A" en oro puro. Para takaba aquel lugar le parecio magnífico, cuando al fin accedieron a la mansión, lo primero que hizo fue recorrer todo, desde la planta baja hasta el piso de arriba.
- Es muy grande, fácilmente podría perderme * Habló desde el corredor de la segunda planta *
- Por tu bien esperó que no suceda, ahora baja, te presentare con dos personas que estarán contigo a partir del día mañana.
- EH!! Mientras no digas que es mi escolta personal, todo estará bien.
Asami no dijo nada, esperó hasta que el chico estuviese a su lado, para guiarlo a una pequeña oficina ubicada del lado derecho de la sala. Al entrar, dos hombres altos con traje negro, los recibieron con una leve inclinación a modo de saludo.
- Buenas tardes, pueden tomar asiento * Habló el mayor, indicándoles el amplio sofá gris perla, enfrente una mesa para café de cristal y un sillón más pequeño del mismo color. *
- Yoh, si estas aquí, significa malas noticias para mi, cierto.
- Si eso crees, entonces para mi es un castigo.
- Ustedes dos, si ya terminaron su charla, vengan a sentarse debemos establecer acuerdos.
Su evidente molestia, hizo temblar al otro sujeto y al mismo tiempo lo hacia querer preguntar, quien era el chico con el que hablaba su acompañante y el porque su cercanía enojaba a su jefe. Tanto Yoh como Akihiko, se fueron a sentar junto a los demás ya que encontraban parados en la enorme ventana del lugar. Asami fue el primero en hablar presentando a su niño con quienes serían sus guardaespaldas personal.
- Yoh y Yukai el es takaba Akihiko, desde mañana estarán cuidando de el, será su responsabilidad si algo le llegase a suceder lo pagaran con sus vidas, ¿ Quedó claro ?
- Ni crees que voy a seguir tus órdenes, tengo una vida propia, así que me largo de aquí y ni se les ocurra seguirme.
- Tienes una vida gracias a mi y si quieres conservarla, obedece y has lo que te diga.
Quería gritarle, mandar lo al averno y decirle tantas cosas más, sin embargo pudo más su sensatez, salió de la oficina sin decir nada, camino hasta la salida siendo vigilado por los guardias de la entrada principal. Antes que lo volviesen a meter subió a un árbol y ahí se quedó pensando, meditando que sería de el ahora que es encerrado y vigilado, sin poder aguantar más, las lágrimas calleron sobre sus mejillas. Mientras tanto Asami daba indicaciones a todos, sobre la llegada de Akihiko y que hacer con el chico si se negaba a seguir las reglas.
- Dime Yoh, quien es en realidad el chico, para que el jefe le tenga tanta atención y cuidado.
- Es un fotógrafo independiente y al mismo tiempo el amante del jefe, la historia es larga, pero muchos quieren tenerlo, por eso pidió que nosotros lo protejamos.
- Oh!? Y sabes donde esta el chico ahora.
- Conociendo lo, debe estar escondido en alguna parte, nadie entra y sale sin ser anunciado.
- Lleven a Akihiko a su habitación debo realizar una llamada y después iré a verle.
Tanto los que estaban adentro de la casa como los de afuera, empezaron la búsqueda pues conocían de sobra el carácter de su jefe, por lo que sabían nada bueno sale al desobedecer una orden suya. Aquel joven de ojos verdes, cabello dorado y piel blanca y suave cual porcelana, se ubica fuera de casa, una vez que comprobó la cerca no estaba electrificada, salto sobre ella, sin saber como regresar a su departamento, decidió caminar en línea recta buscando el camino correcto, hasta que tropezó con alguien.
En la mansión, todos estaban temerosos, debido a la ausencia del rubio y eso amerita preocuparse ya que lo más seguro serían castigados por no cuidar bien del chico.
- Yoh, ¿ Que vamos a hacer ? Ese niño es un problema, no llevó ni un día con el y ya quiero ahorcarlo.
- Ya te acostumbraras, actúen tranquilos hasta que aparezca todo debe parecer normal, Kirishima has encontrado algo.
- No, aún están buscando por los alrededores.
- ¿ A quien están buscando ? * Asami hablaba, mientras cerraba la puerta trasera quedaba hacia el jardín botánico * - Y bien, porque no contestan y esa cara de estar muertos se debe a que...
- Asami-sama, Takaba-kun salió de la casa y ...
No término de hablar, ya que la punta de un arma se posicionó en su frente, a punto de disparar, alguien llamó a la puerta, el ama de llaves dejó entrar a un hombre de traje y lentes, con un rubio en brazos.
- Paquete para Asami, parece que llegue a tiempo.
- Kuroda, que haces ... tu lo dejaste inconsciente.
- Antes que quieras apuntarme con eso * Dejando a un Akihiko recostado sobre el sofá * - Me lo encontré a dos calles de aquí.
- Y lo dejaste sin sentido para traer lo, pudiste hablar para ir por el.
Un silencio se apoderó de la sala, todos se miraban unos a otros, hasta los sirvientes se quedaron inmóviles, su jefe se comportaba diferente bastante raro, cuando se trataba del chico rubio.
- Tu habrías ido por el, no se que me sorprende más, tu actitud o las acciones, pero de haberlo hecho empeorarías las cosas.
- ¿ Que quieres decir con eso ? * Mentiría sino dijera que estaba preocupado, un poco alterado por la situación, a su parecer sus subordinados parecían entender mejor al muchacho que el mismo * - Hablemos en otra habitación, procuren mantenerlo dentro esta vez y va para todos * Con una mirada de advertencia hacia los presente, se encaminó seguido de Kuroda hacia un cuarto que más bien era el estudio con pequeños sillones y un piano de fino acabado armonizando el lugar, ambos se sentaron uno enfrente del otro * - Dime que te dijo.
- Nada que no fuese obvio * Dando un largo suspiro acomodándose los lentes, miro fijamente a su amigo, deseando no ser quien termine durmiendo con los gusanos * - ¿ Que es lo que en verdad buscas en ese chico ? Si es sólo placer bien puedes ir a algún club y tomar lo que quieras, no necesitas estar con Takana-kun.
- Se que puedo tener todo lo quiero y es por esa razón que Akihiko esta aquí " Levantándose del sofá, camino a una pintura en la pared, al moverla apareció una caja fuerte, de ella sacó una cajita en flor, regreso junto al fiscal extendiendo el presente * - Lo mande hacer para el, eso contesta tu pregunta.
Kuroda abrió la caja, se sorprendiéndose de su contenido, volvió a cerrarla dejó escapar una sonrisa antes de hablar. - Es algo increíble viniendo de ti, pero eso explica y despeja toda duda, si necesitas ayuda con trámites y demás, te ayudaré.
- No es necesario, pero aún no respondes que fue lo ...
- Sólo me ve como un objeto, algo de su propiedad, no es mucho pedir que me deje vivir en tranquilidad, puede conseguir a otro que le complazca. Esas fueron sus palabras antes de hacer un mar con sus lágrimas, cuando al fin se calmó, fue que se durmió y por eso estamos aquí.
- Sabes, la razón por la que empeze a quererlo, es su arrogancia, su obstinación, su incapacidad para obedecer reglas y sobre todo ese espíritu de libertad y no dejarse encerrar, quiero ser yo quien lo amarre sin cortar sus alas.
- Si eso quieres, ve pensando como hacerlo pues no será fácil.
Alguien llamó a la puerta, Interrumpiendo la conversación, accediendo a la habitación informó la situación, por la cual necesitaban su presencia. - Asami-sama, ya despertó y esta lanzando todo lo que encuentra, podemos dis...
- Ni se les ocurra tocarlo a menos que quieran nadar con los peces, Kuroda gracias por traerlo, hablaremos más tarde debo controlar a un niño inquieto.
- Suerte con el y mañana vengó en la tarde cuando la situación mejore.
Se despidieron, ambos hombres salieron directo a la sala, uno se dirijia a la salida principal, hasta que un florero cayó cerca de sus pies. - Será mejor que lo controles o terminara lastimado. Lo dijo antes de abrir y cerrar la puerta.
Con gran destreza, pudo aproximarse a su niño, lo cargo cual costal y sin herirlo, se dirigió a su habitación, no sin antes pedir que absolutamente nadie los molestase. Al llegar a su recamara, lo recostó sobre la cama, sentándose a un lado del chico.
- No tienes porque comportarte de esta manera, sabes lo preocupante que es cuando desapareces sin avisar.
- Tampoco soy un niño para que me trates de esta manera, mucho menos un objeto y ...
Un beso evitó que siguiese hablando, un cálido y dulce contacto entre sus labios. - Eres más que eso ahora, sino puedo decírtelo con palabras, dejaré que las acciones hablen por si mismas.
Esta vez no se conformó con un simple contacto, profundizó más hasta explorar y saborear cada rincón de la cavidad bucal contraria, apenas se separaron por falta de aire, permitiendo que entrase sólo el necesario al mismo tiempo cada prende iba cayendo por toda la habitación, sin importarles nada ni nadie en ese instante sólo eran ellos, completamente desnudos uno encima del otro, podían sentir sus miembros duros exigiendo atención.
- Siempre me a gustado lo rápido que respondes a mi toque.
- Idiota, tu estas igual que yo, así que no te burles.
- En ese caso avancemos un poco.
Entre pequeños mordiscos y besos, bajo desde el cuello hasta la entre pierna del menor, deleitándose con cada gemido que conseguía sacarle. - Dejame escuchar tu linda voz, pidiendo por más. Bastó una lamida por toda la envergadura del rubio, para metérselo a la boca, succionando y saboreando cada rincón.
- A... Asami no... no lo hagas mgh, es... estoy sucio y agh
Deteniendo la felacion, se aproximo hasta el oído, susurrando le seductoramente - Nada de ti esta sucio y aunque así fuera yo limpiaré cada parte de ti. Mordiendo su lóbulo, le mostró tres dedos, que con gusto Akihiko empezó a lamer hasta dejarlos bien lubricados, antes que entrase el primer dígito, haciendo uso de toda su fuerza, tumbo al mayor dejándolo de espalda a la cama.
- Que tienes pensado hacer? * Sabía que su pequeño amante, tenía algo en mente, pues muy pocas veces tomaba la iniciativa *.
- No hables, esto te gustara * Sin decir mas, se volteo haciendo que su cadera este del lado de Asami y su boca dándole placer al miembro de este *.
Así comenzaron su ritual de entrega, Akihiko chupaba, besaba y lamia toda la enorme y gruesa extensión, mientras era dilatado con sumó cuidado, cuando ambos estaban listos, fue el menor quien siendo presa de deseo y excitación, se autopenetró, arrancando un gruñido de placer por parte de Asami. Iban a un ritmo lento y placentero hasta que las posiciones se invirtieron para mayor disfrute.
- Agh ... más ... más ...
- Por eso estamos así, esta noche no vas a dormir.
- A ... Asa ... mgh no ... para.
- No lo hare, grita todo lo quieras, nadie vendrá.
Las estocadas eran de rápidas a lentas dando en ese punto que lograba hacer que el ojiverde suplicase por más, puros gemidos y el sonido de ambos cuerpos volviéndose uno, inundaban esa habitación en donde dos amantes se entregaban al placer y se mostraban cuán grande era su amor.
- Ya ngh ... no puedo ... voy a ...
- Hazlo, no te contenga, también estoy por.
- Adentro mng ... quiero que ... Asami
Con un fuerte grito cargado de placer, se corrió llenando ambos abdómenes con su esencia, un par de estocadasas y el mayor hizo lo mismo dejando todo dentro del chico. Ambos normalizaban su respiración hasta que el primero habló.
- Aún así no pienso obedecer reglas y mucho menos ...
- No son reglas, quieto mantenerte a salvo y además * Se levantó, buscando su pantalón por el piso, agachándose para sacar de el un objeto*
- Se puede saber que estas haciendo.
No obtuvo respuesta más bien un regalo, frente a el se encontraba una caja en forma de rosa color azul, al abrirla un anillo de oro blanco, con una pantera y ojos verdes se dejó ver, Asami lo tomo y con cuidado lo colocó en el dedo anular de la mano izquierda de Akihiko, quien quedó sin palabras ante tal acción y más aún el significado.