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Fue diferente. por Vipampira20

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Notas del capitulo:

¡Hola! ♥

De ante mano me quiero disculpar con mi hermoso Twitter y aquellas personitas que me echan de menos, me llegan las notificaciones pero no entro a responder por x razones. Pero promero ir pronto, lo lamento.

En fin, creo que ahora mas amenudo estaré por acá. 

Este Os surgio hoy mismo entre eso de las 8 y 9 de la mañana, lo escribí y aquí lo tengo, espero lo dirfuten y les guste o al menos lo entiendan, creo que mis ideas a veces son mal interpretadas. 

 

‘A veces es normal un riesgo, tomar riesgos en la vida son pequeños escalones que te hacen llegar a la sima, donde al ir superando cada uno te haces más fuerte. Pero a veces hay riesgos que sabes que te van a lastimar, estas más que seguro de ello pero eso, no te detiene… Porque en el fondo, tienes la esperanza de que lo puedes lograr. De que no vas a salir lastimado. Te mientes a ti mismo dándote aliento aunque sabes que de por medio hay dolor.’

~

-Buenos días clase.

La suave y dulce voz de la maestra resonó en el salón, y por alto reflejo todos respondieron unisonares.

-Buenos días maestra.

Como mayormente fui uno de los primeros en llegar, mi asistencia impecable era digna de admirar, me acomode un poco más en mi silla, enderezando un poco más mí espalda que estaba anteriormente un poco torcida y rápidamente busque mi libro. Pronto la maestra tomo asiento y pasaba lista de cada uno de los chicos y chicas del salón, faltaban algunos estudiantes por llegar pero la maestra solía dejar la casilla del que no se encontraba en el salón aun vacía para cuando este llegase poder ponerle la asistencia.

-Chung Xiu Jo.

-¡Presente!

-Cin Naeling Ha.


-¡Presente!

-Deig Taeyin.

-¡Aquí!

-Dong Young Bae. —Aun no llegaba… La maestra subió la mirada y la paseo lentamente por el salón afirmando la ausencia del mencionado. Bajo su mirar nueva vez a la hoja de asistencia, abrió los labios para decir el siguiente pero una palabra le interrumpió. —

-Presente…

Hizo acto de presencia el antes mencionado adentrándose a pasos tranquilos al salón de clase, con la mirada en la profesora quien le sonrió y automáticamente un leve y casi inaudible suspiro abandono mis labios. Le mire unos segundos pero baje la mirada a cualquier punto en el suelo, mi flequillo tapo un poco mis ojos perdidos en los flashes que pasaban a altas y dolorosas velocidades ante mí.

Flash Back.

-¡Bailas muy bien!... Captas la atención de muchos. —Dijo un poco alto el moreno por la estruendosa pero que casi acabada música que les rodeaba captando la atención del delgado rubio que se giró a ver el dueño de la voz a su espalda, inmediatamente sonrió, pero un poco coqueto, el alcohol estaba haciendo efecto. —

-Me gusta bailar.

Se limitó a responder el menor, pero un poco alto de igual manera, era la única forma de que ambos se escucharan. En la pista de baile todo estaba un poco caluroso y de vez en cuando unos cuantos roses entre los cuerpos eran casi inevitables, todos bailaban. Las luces fluorescentes parpadeantes dificultaba un poco la vista de cualquiera, menos la de Jiyong el cual sostenía una mirada fija con Young Bae.

-¿Quieres compañía?

-Tal vez.

-Tomare eso como un sí. —Y el moreno se atrevió a tomar una de las manos del menor guiándola a su propio cuello, indicándole que le sostuviera de allí. El rubio así hizo. Young Bae le sonrió de lado y Jiyong juro perderse en esa sonrisa, contagiado hizo lo mismo sin siquiera notarlo y pronto sintió una cálida y firme mano en su cintura, el aire se le contuvo y desvió su mirar un poco nervioso pero una sonrisa media se dibujó en sus delgados y rosas labios. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué se estaba dejando llevar? — Quiero que me mires…

Eso fue más bien un susurro de parte del pelinegro pero suficientemente audible para el menor quien miro de golpe a los orbes a su frente, estaba muy cerca. Esa sonrisa volvió a aparecer en sus labios, Young Bae esta vez mordió muy leve su propio labial inferior a la atenta vista de Jiyong.

Ninguno dijeron palabra alguna y Bae comenzó a guiar el baile, con la canción de Black Coast – TRNDSTTR (Lucian Remix.) no ponían mucho caso a la letra de la canción pero el ritmo era un tanto atrevido de donde el ambiente era caliente y sensual, a sus lados parejas moviéndose lentamente pero con intensidad era lo que se percibía. Las luces parpadeaban un poco más lento, el tiempo parecía retardarse un poco, como si todo tomara cámara lenta.

Bae rodeo el cuello del menor enredando sus manos tras este, unió sus frentes, no apartaba la mirada de los orbes acaramelados del delgado rubio, ambos se miran con fijeza como una constante lucha de quien bajara la mirada primero, algo que no sucedió, ninguno cedió. Separo un poco sus piernas, un poco más de lo que estaban las del menor y justo en la parte 1:06 minutos de la canción un leve pero intenso golpe de abdomen se hizo presente de parte del moreno, contrajo un poco su pelvis, con dicha acción se movió contra el cuerpo de su pareja de baile, rosando ambas pelvis en diferentes cambios de velocidades, depende de la parte de la canción el moreno aumentaba o retardaba el rose en cada movimiento contra la anatomía del rubio.

Por su parte Jiyong extasiado con el baile que sostenía se movía en ayuda de los roses de cada golpe de abdomen luego que siguió el ritmo, los movimiento del menor eran pélvicos pero tenían la misma intensidad de los movimiento del ajeno y ni se percató en que momento su mano llego a parar en la nuca del moreno, con sus dedos acariciando sensualmente entre los cabello de esa área de Young Bae, y una de las piernas entre las piernas del moreno. Una parte del rubio le gritaba que no se dejara llevar, que eso estaba mal, conociendo la reputación de Bae era como si estuviera cayendo en un juego, un juego peligroso, pero otra parte no le dejaba detenerse, otra pate le gritara que se arriesgara, tal vez y solo tal vez esta vez sería diferente…

Jiyong soltó un leve suspiro mezclado con un jadeo donde sus labios por un momento se entre abrieron, la canción iba llegando a su fin y justo al mismo tiempo de terminar un movimiento un poco más intenso y duradero en los roses salió de parte del moreno, como si con su movimiento acariciara la pelvis del ajeno con la suya, sacando un jadeo un poco más prolongado que los demás donde en un determinado momento las carnosidades del moreno atraparon los belfos carmesí del rubio en un intenso beso repentino que Jiyong no dudo mucho en corresponder.

Fin del flash Back.

-Kwon Jiyong. —Escuche una lejana voz llamarme haciéndome que de a poco saliera de mi transe. — ¿Jiyong? —Volvió a llamar la maestra y le mire. —

-Estoy aquí. —Mi voz salió un tanto débil pero lo suficientemente audible para el salón y la profesora que estaba no muy lejos de mí, me siento unas cuantas sillas detrás de la fila que esta frente al escritorio de la maestra. —

-¿Estas bien? Te vez un poco pálido. — ¿Y cómo no estarlo? Siento frio por alguna razón. —

-Estoy bien, tal vez solo es un resfriado.

-Y más con toda esta lluvia… Cuídate mucho Jiyong.

Asentí despacio sonriendo un poco, una sonrisa forzada, pero apenas eso pude lograr. Estoy cansado, frustrado, solo quiero irme a casa a encerrarme en mi cuarto, no quiero ver a nadie, menos a él…

La maestra término de pasar lista, se levantó de su asiento poniendo antes en orden la hoja en su respectivo folder, tomo una tiza y se paró frente a todos, justo en el medio.

-Deje una tarea la clase pasada, pedí que escogieran los versos de una poesía que le gustara ¿Quién la hizo? —Casi la mayoría levanto la mano, incluyéndome, por puro milagro la hice, no suelo faltar ninguna clase, pero hice el esfuerzo de hacerla aunque mi llanto mojara parte de la hoja, últimamente no puedo controlar mis lágrimas, siento mi pecho oprimido. — Bien chicos y chicas, quiero escuchar sus elecciones. Vamos por parte… —Tal vez como siempre sea el primero, tal vez…— Young Bae. —Apreté mi mandíbula al escuchar ese nombre. ¿Era enserio? —

-¿Sí, diga?

-Ven primero a exponer tus versos, ¿estás preparado, cierto?


No escuche más respuesta de parte de él, solo su aroma quedarse en mis fosas nasales cuando pasó por mi lado y se paró con su cuaderno en manos frente a la clase. Muchas chicas murmuraron, yo no subí mi mirada, pero sé que anda jodiamente hermoso como siempre, me maldije por mis pensamientos. Escuche como unos chicos le exclamaban cosas como “Oh, está haciendo la tarea.” “Ahora Bae es estudioso men.” “Lol, luego lo veremos con anteojos de nerd.” Todo entre risas, pero no eran de burla, más bien eran comentarios divertidos de sus amigos. Mis alertas por un momento se dispararon y mi corazón comenzó una carrera en mi pecho, apreté mi puño y labios. No quiero verle pasar adelante.


Se aclaró la garganta y comenzó a recitar.


- Enamórate de mi lado oscuro, de mi lado malvado, del lado que nadie le gusta, por que del otro lado cualquiera se enamora...

“-Jiyong… Acércate.
-Noup. —Sonreí de lado entrelazando mis manos tras mi espalda. —

-Acercarte… —Negué nueva vez con la cabeza y la misma sonrisa, la cual se iba borrando al ver como Young Bae se acercaba a mí con una cara completamente seria, una mirada fría. Sentí miedo. Y sin darme cuenta ya estaba pegado a la pared y con mis manos sostenidas por un fuerte agarre, mi cuerpo tembló. Bae ladeo la cabeza sin quitar esa expresión escalofriante y dijo. — Que sea la última y primera vez que hables con ese tipo, lo odio.
-…
-¿Me escuchaste? —Asentí muy despacio parpadeando con dificultad. — Si tu plan era darme celos lo lograste, mocoso.
-Yo… —Y fui callado con un beso pasional que pronto termino en frenéticos movimientos de ambos cuerpos fundidos en la pasión intensa del placer. — ”


Enamórate de mis malos momentos, de mis inseguridades y mis defectos, de mis caprichos y mis tonterías, porque de mi lado brillante y seductor cualquiera se enamora…

“-Bae mírame…
-Tengo miedo.
-Todo va a estar bien…
-¿Y si no? —Giro a verme, sus ojos llorosos partieron mi alma, suspire y me acerque un poco a tomar su mano la cual lleve a mis labios besando el dorso de la misma ante su atenta vista, le dedique una sincera y cálida sonrisa, el bajo la mirada. —
-Tu mamá se va a poner bien, tranquilo…”


Enamórate de mí inmadurez, de mi tozudez y mi impaciencia, porque de mi lado pasional e irresistible, cualquiera se enamora…

“-¡¿Qué se supone que haces allí arriba?!
-¡Dijiste que te gustan las manzanas y subí por una!

-¡Young Bae con un demonio, baja de allí! ¡Está muy alto!
-¡Casi la alcanzo!
-Ba-ae, ¡Cuidado!
-Lo estoy teniendo.
-¡No parece!
-¿Podrías dejar de gritarme?
-¡Baja de allí ahora mismo!
-¡Ño!
-¡Bae!
-¡Cállate y déjame concentrar!
-¡En el mercado se compran manzanas también, baja de allí!
-Ah, sí, cierto.
-Baja…
-Ya voy, gruñón.”


Enamórate de mí locura, porque de mi lado sereno, ya te has enamorado.

“-¿Halo?
-Ven a mí…
-Son más de las 3:00 AM.
-¿Y?
-Bae, es muy tarde.
-Lo sé, y por eso si te paras en la ventana te das cuenta que vine a buscarte.”

Sentí el aire ponerse denso al ir escuchando cada oración, mi mente inmediatamente me jugaba con recuerdos, sentí impotencia, mi pecho se hundió y jure sentir mi corazón detenerse, ya no podía soportarlo más y lleve el dorso de mi mano a mi boca tratando de callar el sollozo que quería salir de mis labios, de golpe me puse de pie y mientras comenzaba a caminar hacia la salida y pasaba justo detrás de Bae, murmure como el nudo en mi garganta me lo permitió.

-No me siento nada bien, iré a la enfermería.

No logre escuchar la respuesta de la maestra porque ya había salido del salón y cerrado la puerta tras de mí, pero sé que ella iba a darme el permiso, camine a paso rápido entre los pasillos vacíos tratando aun de retener mis lágrimas que se asomaban a cantaros por mis ojos, era en vano. Pronto sentí mis mejillas ser recorridas por un líquido salado que últimamente brotaba mucho de mí. No sabía a donde iba, mi vista era nublosa, solo sé que caminaba y caminaba, mordiendo mis labios trataba de acallar mis sollozos, los ahogaba en mi boca mordiéndome cada vez más fuerte el labio inferior.

¿Por qué me enamore de él? ¿Por qué de él exactamente? ¿Qué me hizo pensar que conmigo iba a ser diferente? ¿Con cuántos más jugo lo mismo? Que me hizo pensar tal idiotez… Que no iba a ser alguien más en su lista. Fui tan iluso, me siento humillado, mi respiración se corta, llegue al final del pasillo sin darme cuenta. Empuje la puerta del salón de arte, era el último salón, estaba vacío, camine unos pasos quedando en medio del salón, baje mi mirada, me siento derrotado, deje caer ambos brazos a mis costados, apretando los puños fuertemente y dejando esta vez que mis lágrimas fluyan, pero aun tratando de que sea en silencio, ahogando los sollozos en mi garganta.

¿Por qué tome el riesgo de aceptar? Me siento un idiota, acepte aun sabiendo la finalidad de todo. Creí por un momento marcar la diferencia, que si iba a ser correspondido, que no solo era un juego, sentí que por primera vez si iba a ser amado como lo amo yo, porque sí, como idiota llevo desde que lo conocí amándolo.

Sentí la puerta abrirse y seguido de unos pasos tras de mí, no me inmute en girarme a ver, el latido alocado de mi corazón me dijo ya quién era, ese aroma llego a mí y solo me odie más por sentir todo esto aun después de ser humillado de la forma más estúpida.

-Jiyong…

-De-dejame… —Dije entre cortado, mis lágrimas se derraban cayendo al suelo luego de acariciar mi barbilla. — ¿Qué ya no te basta con todo lo que me humillaste?

-No es como lo piensas, Yoguie, yo…

-¡No me digas así! —Me gire a verlo enojado, mis ojos estaban rojizos del llanto, no se descifraba cual reinaba más en mi mirada, o el dolor o la rabia. — ¿Qué más quieres de mí, eh? ¿Ya no te basto con todo lo que me humillaste? ¿Qué maldición quieres ahora?

-¡No es como lo piensas, yo..

-¡Tu nada Young Bae, tu nada! ¡Me humillaste, jugaste conmigo, ya basta! ¡Ya para! —Gritaba entre el llanto, mi rostro a estas alturas lo sentía empapado en lágrimas, sentía como cada vez más me rompía. — QUERIAS DECIR QUE YO TAMBIEN BABEABA POR TI, QUE YO FUI SOLO UNO MAS QUE CAYO EN TUS ENCANTOS, ANDA ¡DILO FUERTE POR QUE MIRAME COMO UN IDIOTA LLORANDO POR TI TODAS LAS MALDITAS NOCHES Y DÍA! ¡¡MIRAME AMANDOTE COMO NUNCA AME A NADIE EN ESTE MALDITO MUNDO! —Le golpee el pecho haciendo que dé un paso hacia atrás. — ¡Te quedaron bien las actuaciones! ¡Me creí todo! ¡Hasta esa vez que discutimos llegue a pensar que estabas muy enojado! ¡Me entregue a ti! ¡Te di todo de mí! ¡Hasta mi maldita virginidad! ¡Si para ti no valía nada de eso que pasamos para mí sí! ¡No sabes lo asqueado que me siento al recordar cómo te la pasaba pensando todo el maldito día, calculando hasta el más maldito mínimo detalles de nuestras salidas y citas! ¿Tú acaso pensabas siquiera en mí un minuto del día? ¡De como deliraba cada noche por un beso tuyo antes de dormir! ¡De mi sonrisa estúpida cuando desperté aquella vez en tus brazos! ¿Es que acaso nada de eso tuvo valor para ti? ¡¿NADA TE IMPORTO, CIERTO?! ¡Ni las citas y mensajes, las llamadas y los besos, ni las caricias ni abrazos! ¡NI SI QUIERA TE IMPORTO O VALORASTE DE LA FORMA TAN INGENUA Y INOCENTE QUE TE ENTREGUE MI CUERPO! ¡Te conté mis metas y sueños! ¡Te dije cosas que nadie sabía de mí! Te entregue todo maldita sea, ¡Todo! ¿Todo lo que me dijiste y confesaste era mentira también? ¿Alguna vez me dijiste la verdad? —Mis golpes a su pecho eran débiles y sin fuerza, lloraba sin poder parar. — ¡Yo te amo de verdad Young Bae! ¡Yo si te amo maldición! ¡Yo si pensaba en..

-¡YO TAMBIEN TE AMO JIYONG! —Su grito me callo de golpe, fue fuerte y un tanto ronco, sentí como detuvo mis golpes tomando mis ambas muñecas, seguí llorando y replique. —

-¡No me mientas más!

-¡No miento, demonios! ¡No te estoy mintiendo Jiyong! ¡Yo te amo!

-¡Me mentiste!

-¡Lo sé! … Lo se…

-¡Suéltame! Déjame ir.

-¡No! ¡Eso nunca! —Rodeo fuertemente con sus brazos mi cuerpo, trate de separarse forcejeando pero no cedía, trate de golpearlo pero estaba muy débil, mi llano no cesaba. — Escúchame por favor.

-Suéltame… —Más bien fue un susurro esta vez, suplicante y sin dejar de llorar, me apretó un poco más a su pecho, su aroma estaba fundiéndose en mi nariz, podía sentir su calor, sus brazos. Me iba quebrando de a poco, pero aunque mis palabras dijeran que me soltara, yo en realidad no quería…—

-Escúchame mi niño, por favor… —Sus palabras tan suaves me envuelven, no puedo dejar de llorar, trato una vez más de soltarme pero me lo impide. — Solo escúchame…

-No quiero que me lastimes más. —Un susurro desgarrador salió de mí, oficialmente estaba hecho pedazos, ya no podía soportar más o hacerme el fuerte. —

-Jiyong… Yo te amo. —Esa frase cala mis huesos y quiero que las diga más, pero mi lado racional me grita que no le crea, que solo es un engaño más. — Si, te mentí. Al principio todo era un juego… Un reto. —Lo sé ya, ¿Por qué me lo sigues diciendo? Suéltame por favor... Déjame ir. Pensaba. — Pero todo luego cambio, en menos de dos días yo había caído a ti. Eres alguien sin igual y todo de ti me fascino, encantado ante tus facetas y detalles no quería que te alejaras de mí jamás. No te iba a dejar ir… —¿Acaso estás leyendo mi mente?— Me dieron un plazo de una semana para conquistarte, para llevarte a la cama y luego dejarte como lo eh echo con muchas chicas y chicos ya… Pero contigo fue diferente y no quería lastimarte. Quede como un idiota enamorado de ti, porque sí, me enamore de ti y hable con ellos explicándole cualquier excusa para dar por perdido el reto, temía decir que el que fue conquistado fui yo. Les dije que no había podido llevarte a la cama aunque si lo hubiera hecho, les pedí que ya dejáramos eso porque tú eras muy difícil de ceder. —Un sollozo nuevo escapo de mí. Me sigue mintiendo, yo mismo escuche lo que él dijo y no fue eso. — Al día desde que llegue fui a donde ellos y les dije que ya no quiero seguir, que ya me dejaste de interesar… —Mis alertas prendieron, exactamente eso no fue lo que escuche. —

Flas Back.

Jiyong por primera vez en todo su año escolar iba retrasado para entrar a clases de literatura, pero no por algún inconveniente, no, iba retrasado a propósito, quería, más bien necesitaba ver a Young Bae. Sí, se pasó la noche hablando con él por teléfono, pero quería al menos besarlo hoy antes de entrar a clases, era increíble cómo se volvió adicto a sus labios. Iba solo caminando entre los pasillos, sabe que Bae nunca llega a tiempo, antes de doblar la esquina de uno de los largos pasillo escucho unas risa, se detuvo a escuchar y solo se asomó un poco discretamente a confirmar de quien se trataba, ya sabía quién era una de las personas, lo podía sentir.

-Bro, anoche te estuve llamando para irnos a comer unos tacos y no respondiste. —El pelicastaño le hablo al moreno frunciendo un poco el ceño. — ¿Por qué no contestabas?

-Estaba viendo la Tv y seguro no escuche el móvil. —Respondió muy sereno Young Bae sonriendo un poco. —

-¿Estabas viendo porno? Por cierto… aun no me devuelves los CD’s de porno gay. —Le empujo un poco su amigo riendo, sacando unas risas de parte de Bae que Jiyong admiro con anhelo, ¿desde cuándo le encantaba tanto verle reír? El otro amigo que lo acompañaba estaba super concentrado con sus auriculares y viendo algo en su celular, estaba prácticamente ausente de todo, de a poco se fue caminando entre risas, Bae y el otro solo se rieron un poco, Bae luego contesto. —

-Ni los eh visto, no sé por qué te los pedí. —Se alzó de hombros y por alto reflejo Jiyong frunció el ceño. —

-¿Seguro que no recuerdas por qué? –Su amigo enarco una ceja y Young Bae parecía pensar desviando la mirada. — Me los pediste porque me dijiste que no recordabas como follarte a los chicos, recuerda que hace unos años supuestamente te dejaron de atraer el sexo con hombres por que las mujeres eran mejores. Y con eso del nuevo reto con apuesta debías recordar cómo se hace y bla bla bla.

-Ah… —Jiyong parpadeo un poco sin despegar la vista de la escena, Bae parecía aun pensativo. —

-Y hablando de follar mujeres… ¿Qué tal te va con Ji nenita kwon? ¿Ya lo follaste? —El moreno le miro de golpe y negó muy suave. — ¿No? ¿Enserio? Oye Bro, mira que ya tengo la siguiente apuesta, y esta va grande, vamos a apostar quien se folla primero a la hija de la directora, ¿has visto el culo que tiene? Uyuyui. —Bae se quedó en silencio. — Y si no terminas la apuesta de la nenita Kwon no puedes entrar con la apuesta “Hija prohibida.” Mira que por lo que tengo entendido los chicos me dicen que la apuesta en grande, mucho dinero está en juego, más grande que la que apostamos por Jiyong.

-De eso quería hablarte…

-¿Qué paso? ¿Tiene penita que lo veas? —Cuestiono burlón su amigo y el moreno frunció el ceño. —

-No, eso no es… es que.

Y el celular de su amigo comenzó a sonar y este le hizo un gesto de que esperar un minuto, Bae asintió.

-¿Halo? Sí, estoy en el pasillo, ¿por? Uhm… ¿Qué? Mierda, ya voy. —Y rápidamente cerró el celular. — Bro, nos vemos más tarde que supuestamente hay examen sorpresa hoy y si falto a este debo tomar la materia de verano. —Explico muy rápido su amigo saliendo corriendo de repente dejando a Bae con la palabra en la boca. —

Jiyong por su parte no podía creer lo que escucho… ¿Apuesta? “Nenita Kwon.” “Más dinero.” Todo parecía darle vueltas y algo dentro se rompió, sus lágrimas pronto abandonaron sus ojos y sin poderlo contener más salió corriendo del lugar hacia las afueras de la escuela, corrió, corrió hasta donde sus pies le llevaron.

Fin del Flash Back.

-Mientes… —Le interrumpí, mi voz salió seca pero dolida. — No mientas más ya. Déjame ir…

-Jiyong, yo te amo.

-Mentira…

-Te amo mucho.

-Basta…

-Te amo como nunca ame a nadie…

-¡Ya calla! —Grite colocando mis manos como podía en su pecho y empujándolo me logre zafar de su agarre. — ¡Deja de mentirme! ¡Ya basta! ¡Ya déjame en paz!

De repente mi muñeca dolió, Bae había tomado fuertemente de ella de golpe y me arrastraba fuera del salón de arte, yo trataba de soltarme pero solo lograba que me apretara más.

-¡Suéltame maldita sea!

Gritaba pero él no decía nada, ni me miraba y a estas alturas ya estábamos en los pasillos de la escuela. De pronto el timbre sonó y muchos estudiantes comenzaron a salir desde todas las aulas, Bae se detuvo, aun trataba de soltarme pero no lo lograba, ya no grite para llamar la atención de nadie, ya más humillación no quería.

-¡ESCUCHENME TODOS! —Bae grito de la nada como si estuviera molesto y yo me tense al instante, muchos de inmediato miraron y se amontonaban a nuestro alrededor, mire con los ojos muy abiertos a Bae, este no me miraba, paseaba su mirar tranquilamente por todos los que se reunían a ver como si buscara a alguien entre ellos. Muchos murmuro lograba escuchar, comentando un sinfín de cosas, sacando deducciones.

-Quiero que me pongan atención… Por favor. —Su voz sonó más tranquila ahora y todos acallaron sus voces. — ¿Sabe alguno de ustedes que es el amor? —Mi corazón comenzó una carrera en mi pecho y poda jurar que deje de respirar. — Hace una semana exactamente me preguntaban eso y no sabía que responder… No sabía por qué nunca había sentido lo que es el amor. No, nunca me había enamorado de nadie, nadie lograba llamar mi atención más que para sexo… Hasta que lo conocí a él. —Levanto mi muñeca y yo le mire más que atónito con los ojos bien abiertos. — Hasta que conocí a fondo a Jiyong Kwon. —Yo no quería ver la cara de nadie más ni mucho menos las reacciones de los demás, solo miraba a Young Bae quien miraba a todos con cautela. Bajo despacio mi brazo y mi vista se perdió en la nada en algún lugar del suelo, mis lágrimas ya estaban por salir otra vez. — Y sí, admito que al principio solo me acerque a él por una apuesta como seguramente muchos saben ya… Debía enamorarlo, acostarme con él y dejarlo sin piedad, como si nada. Pero no pude… No pude porque el que se enamoró fui yo, me enamore de todas sus facetas, de sus caprichos y niñadas, de sus irracionalidades y virtudes… me enamore de sus defectos que para mí son perfectos. Me enamoré de su voz, esa que retumba en mis oídos cuando menciona mi nombre… Me enamore de la suavidad de sus manos. —Y entonces sentí como aflojó un poco el agarre en mi muñeca y deslizo su mano despacio hasta tomar mi mano, el aire me faltaba, mi corazón corría loco por salirse de su lugar. — De el aroma que emana su sola presencia, de su risa, de sus ojos almendrados tan sinceros, de la calidez de su piel. —Se giró a verme y levanto con su mano libre mi rostro tomándome por la barbilla, fijo sus ojos en mí y con esa misma mano limpio mis lágrimas proporcionándome unas suaves caricias en las mejillas, yo me estremecí sin poder evitarlo. — De su inteligencia. De sus enojos, de sus alegrías, de esa mueca que hace al no entender algo… de cómo se tapa la boca cuando ríe por miedo a que su sonrisa sea fea cuando es la más hermosa. —Se acercó un poco a mí y yo la verdad estaba hipnotizado sin poder dejar de mirarle. — De sus delgados labios color carmesí que muero por volver a probar…

Acorto la distancia entre ambos y allí frente a todos atrapo mis labios contra los suyos en un muy delicado y suave beso, otra vez sus labios se acoplaron a la perfección contra los míos, mis parpados se cerraron por completo, ladeo un poco la cabeza buscando profundizar, mis oídos se hicieron sordos ante los gritos y murmuros a nuestro alrededor, como si de una burbuja se tratara solo me centre en la sincronía perfecta de nuestros agitados latidos, y como si me viniera el alma al cuerpo no pude evitar sonreír entre el beso.

-Besé tu sonrisa... —Susurro Bae entre mis labios aprisionando entre sus dientes mi labial inferior y jalando muy suave de él, se separó. — Te amo Jiyong… De verdad te amo.
~

“Te dije más de una vez que te quiero, que te quiero mucho.
No te olvides de eso.
Yo jamás digo algo que no creo.”

Notas finales:

Si tienen alguna duda me preguntan. Gracias por leer.


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