De niños del futuro y adolescentes del pasado
XV
IRIE RYUEN
La abuela de Beatriz entró a la habitación, vio al niño e inmediatamente todo hizo conexión en su cabeza, o al menos parte de lo que estaba pasando. Se acercó a él, hablaron entre ellos, Merak al ver a la señora se levantó y se abrazó fuerte de ella, Beatriz miraba la escena con cierto temor, lista para actuar ante cualquier problema, yo la verdad no sabía qué esperar, aunque por la reacción de Beatriz, quizás no sería algo bueno.
La señora apartó un poco a Merak pero todavía lo tenía abrazado a ella, con sus manos tomó el rostro del niño y lo miró detenidamente, como si estuviera maravillada, entonces puso su mano sobre su frente y entendí que ya estaba haciéndole un chequeo rápido de su estado de salud. Dejo que Merak se recostará de nuevo, ella dejo sus cosas en la cama, se levantó y regreso hacia nosotras. Beatriz se puso tensa y lo único que se me ocurrió para calmarla, fue poner mi mano en su hombro, al parecer funcionó. Las tres salimos del cuarto y cerré la puerta.
-Ese niño… él…-la señora no sabía qué decir-es idéntico a ti, Beatriz. No tengo duda de eso, pero… nunca lo había visto en la familia, a pesar de tener todos nuestros rasgos.
Ambas nos miramos, quizás hasta con un poco de terror en el rostro, no sabíamos qué responder, sólo nos quedaba decir la verdad, en este punto mentir ya no era una opción además de que estaríamos deshonrando a nuestra familia, a los niños. No quedaba de otra más que…
-Es mi hijo, abuela-miré con atención a Beatriz.
-¿Qué?... ¿Cómo?-la señora quizás esperaba alguna respuesta coherente, pero no esa.
-Es nuestro hijo, señora-dije esta vez, parándome a lado de Beatriz.
-Su nombre es Merak, Tomás Merak Amzalag Nirmala.
-Merak… Merak… Vaya nombre qué le pusieron-la señora comenzó a rascarse la cabeza en señal de confusión-¿Merak dijiste? Interesante…
-¿Por qué?-pregunte curiosa
-Luego hablaremos de eso, por ahora lo revisaré, pueden quedarse dentro.
Ambas nos sentamos en una de las orillas de la enorme cama, viendo cómo la señora le hacía un chequeo médico a Merak, escuchaba su respiración, tomó su pulso y temperatura, hasta le reviso de orejas y nariz para ver la mucosidad. También toco debajo de su barbilla y le preguntaba si le dolía, a lo que el niño contestaba que no mucho, el problema era la fiebre. Si acaso todo eso le llevo tan sólo media hora, confirmando que realmente se trataba de un resfriado pero que no era tan grave, más bien debíamos de cuidar que no fuera a vomitar o que empezará a delirar por la fiebre, también nos dijo que había que comprar un suero o algo para que se hidratara. Al terminar de decirnos todo eso, ella volvió a mirar detenidamente a Tomás.
Lo miró detenidamente y le revolvía el cabello una y otra vez, “tienes unos ojos muy bonitos” era lo que decía la señora casi todo el tiempo. Entonces se puso seria y le preguntó
-¿De verdad eres hijo de Beatriz?
-Sí y de mami Isa
-Muy bien, creo que eso es todo lo que necesito saber-ella nos miró sonriente.
-“¿Pero qué demonios está pasando aquí?”-pensé-“esta señora parece que nos cree del todo”-miré a Beatriz, quien también estaba confundida.
-Bueno, soy mujer de ciencia así que los viajes en el tiempo no me parecen una idea tan descabellada, pero… ¿cómo lo hicieron?
-¿Nos crees?-pregunto casi gritando Beatriz.
-Bueno, Betty… lo que se ve no se pregunta-ella se rio-digo, me parece bastante obvio, es idéntico a ti pero no es de la familia, al menos no de la actual, cuando me vio al llegar, me reconoció. Además de que están viviendo en una casa que no es suya, lo que explica que nadie en la familia haya podido verte en todo este tiempo, para ocultarnos todo esto. Quizás con todo lo anterior…-entonces la señora comenzó a buscar su bolsa-No la encuentro… ¿Dónde está?
Beatriz rápidamente le pasó su bolsa y la señora sacó un cigarro, se paró y se colocó a lado de la ventana, poniendo elegantemente el cigarrillo entre sus dedos y sacando un encendedor de su bolsillo.
-¿Dónde me quedé?... Ah, claro, con las pruebas… Con toda esa información, igual y cualquiera en la familia hubiera requerido de más pruebas o algo para convencerse de que este niño es tu hijo realmente, pero yo no las necesito… me bastó saber el nombre.
-¿El nombre?-pregunte aun sin entenderle mucho
-Sí, quiero decir… Si él se llama Merak, es obvio entonces que debe de existir otro niño llamado Dubhe, ¿o me equivocó?
-“A la madre”-pensé-“ya me está cayendo genial la señora, es muy brillante”
-Sí, son dos gemelos-Beatriz sonreía orgullosa
-¡Vaya!-dijo ella-ansió conocer al otro pequeño, seguro también tiene tus bellos ojos lilas.
-¿Cómo supo que mi otro hijo se llama Dubhe?-le pregunté, mientras tanto esta Beatriz se acercaba con Merak y se ponía a su lado en la cama.
-Sencillo, son nombres de estrellas que si sabes identificarlas en el cielo, te indican hacia donde queda la estrella polar y por lo tanto el Norte. Claro que no son conocimientos que cualquier persona posea y lastimosamente, con toda la contaminación lumínica de las ciudades, ahora con dificultad se ven las estrellas… Que tristeza-la señora exhalo el humo del cigarro, que iba moviéndose con el aire formando ondas grisáceas-¡Pero bueno! Esos nombres no son tan ajenos a nuestra familia, ¿verdad Beatriz?
-Eh… ah… no te entiendo, abue.
-¿Cómo es posible que hayas olvidado eso Betty? Recuerda, es una historia muy bonita… a ver, tú, Merak… ¿sabes de dónde vienen tus nombres? ¿Quiénes te los pusieron?
-Ammm me llamó Tomás porque así se llama mi abuelito, el papá de mami Isa, y me llamó Merak porque… ah… ¡Tú me lo pusiste cuando nací! Igual a mi hermanito Dany.
-Exacto, tú sí sabes.
-¿Eso cómo puede saberlo?-dije un poco enojada-eso aún no ocurre.
-Obvio que no, ¡duh! Pero esa es una historia ya algo antigua… Cuando ya estaba casada con el abuelo de Betty, encontré trabajo en el norte, en Sonora. Entonces me tuve que mudar unos meses, mi marido estaba muy triste, entonces le dije que…-entonces la señora pareció ensombrecerse un poco y dudaba de si debía de seguir hablando o no-… Que si deseaba saber dónde estaba, sólo debía de mirar hacia las estrellas y ubicar el Norte, pero ese hombre siempre fue un descuidado… no sabía dónde quedaba el norte y afortunadamente en ese tiempo aún se veían las estrellas con cierta nitidez, identificarlas no era tan difícil. Así que le enseñe a encontrar la estrella del norte mediante las estrellas de Merak y Dubhe. Estoy segura que de ahí vienen los nombres de los niños, son nuestras estrellas guías…
-¡Ya recuerdo esa historia! Pero, abue… tiene siglos que no la escuchó.
-Pues muy mal por ti en no acordarte, niña-la señora se inclinó hacia nosotras y nos señaló con el cigarrillo. En fin, yo las apoyare en lo que pueda, después de todo… no hay mayor honor a mí y a… -de nuevo se volvió a quedar en silencio, pensé que era extraño-en que les hayan puesto esos nombres, me hace muy feliz, gracias.
La señora terminó su cigarrillo y llevándolo aún en la mano, nos preguntó si había algo para desayunar, a lo que ambas respondimos que de inmediato prepararíamos desayuno para todos. Nos comentó que tratáramos de darle comida a Merak, pero que si la vomitaba, desistiéramos. Al final decidimos prepararle una gelatina, pan tostado con jamón y el suero rehidratante, al parecer no le cayó tan mal y después de eso se quedó dormido, en los brazos de su mamá, Beatriz. La señora había dicho que se iba a quedar unas horas más para vigilar la salud de Tomy y más que nada, por la preocupación tanto mía como de Beatriz por tener al pequeño enfermo, mientras ella salió a hablar por teléfono con los papás de Beatriz, yo recordé que tenía aun asuntos pendientes hasta de la escuela.
Miré mi correo y la profesora ya me había enviado el examen, además me recordaba que tenía que darle una copia del justificante de Merak. También hablé con mis papás y les expliqué que la abuela de Beatriz estaba en la casa, ellos se sorprendieron mucho y estaban un poco preocupados, siendo que esta era la primera vez que alguien más allá de la familia cercana de ambas, conocía a los niños, pero les aseguré que ella se había portado bastante bien y que nos había creído casi de inmediato, les conté la historia de los nombres y eso los calmó. Por último, quedaba hablar con Valeria, había quedado en verla hoy, pero ya con todo esto… no se iba a poder, le llamé y le conté todo, a lo que indignada me colgó, yo no entendí por qué lo hizo y me puse muy triste, pero casi al instante ella me volvió a marcar, disculpándose por lo que había hecho, que fue por celos… estaba celosa de que ahora ya me estuviera relacionando con la familia de Beatriz.
-Seguro ya la amas más que a mí-dijo entre sollozos.
-¿Amarla? Pero si ni siquiera nos hemos be…-entonces recordé lo del beso y sentí como hasta mi cara se sonrojaba como tomate, traté de calmarme-ella no me… no me gusta-dije tratando de convencerla.
-Tu tono no me convence mucho-dijo enojada. Y quizás ella tenía razón, no sé por qué había dudado al decirle que Beatriz no me gustaba, fue algo involuntario, pero ahora me siento arrepentida de eso…
-Yo…
-Como sea-dijo ella tratando de evitar la conversación-¿puedo ir al rato a ver a… Merak?
-¿Lo dices en serio?-me parecía increíble que ella dijera eso, me hacía bastante feliz que lo hubiera propuesto.
-Sí, puedo llevarle algo… medicamento o un dulce…
-Estaría muy bien que vinieras-dije casi inmediatamente, me emocionaba saber que ella accedía a ver a los niños.
-Pues iré por la tarde entonces-dijo ella de nuevo un poco enojada-si es que acaso aun recuerdas a qué hora salgo hoy…
Entré en pánico, hace algunas semas todavía sabía qué onda con sus horarios, me daba una idea de dónde podía estar, lo que estaba haciendo, pero ahora… estaba perdida, de pronto me di cuenta que como pareja, la había descuidado mucho y yo…
-A las 5… Sí, sales a las 5 pm.
-Qué bueno que lo recuerdas-su tono era ahora un poco de ternura-oye…
-Dime
-Di que me amas
-Yo te amo-dije casi inmediatamente, respondiendo tanto a su petición como a una orden mía a mi corazón de decirlo, porqué sé lo sentía, que yo de verdad la amaba y haría lo que fuera por ella.
-Te veo más tarde, ojalá que Merak se encuentré mucho mejor.
-Ya lo está, gracias. Me marcas cuando llegues, que te vaya muy bien en la escuela.
Para cuando regresé a la casa, porque había hecho todas mis llamadas en el jardín, la abuela de Beatriz ya estaba en la sala, sentada y leyendo un libro que había encontrado en la mesa de mi casa, algo sobre educación infantil en el aula. En cuanto me escuchó entrar, dejo el libro en la mesa y me invitó a sentarme a su lado, lo primero que me dijo fue que Beatriz seguía dormida con Tomás.
-Es igual a ella, Betty cuando era niña y le daba fiebre, no quería irse a dormir, tenía pesadillas muy feas y parece que el pequeño también las tiene, suerte que tiene a su mamá ahí.
-No lo sabía, doctora… señora…-la verdad es que no sabía cómo dirigirme a ella, eso me aterraba un poco.
-Con que me digas Yolanda, está bien. Después de todo vamos a ser familia en un futuro, ¿no lo crees?-yo me volví a sonrojar.
-Yolanda… ammmm creo que me costará un poco de trabajo llamarle así.
-Pues hasta ahora eres la única joven que me habla de usted, pero bueno… si tanto conflicto te causa, sigue con eso pero dime Yolanda, llámame por mi nombre.
-Está bien.
-¿Te importaría darme una taza de café? Uno muy cargado, por favor-aunque lo dijo casi en tono de orden, no me lo tomé a mal, ahora entendía de dónde es que Beatriz había sacado igual ese tono tan demandante. Me pare sin negarme a ella.
-Gracias por venir-dije sinceramente, mientras caminaba hacia la cocina.
-Bueno, mi yerno dijo que era muy importante y que debía de ir yo, así que me lo tomé muy enserio, ahora entiendo la razón.
-Parece que no le molesta la idea de que su nieta tenga hijos… y con otra mujer-dije casi gritando desde la cocina.
-Fue toda una sorpresa cuando Betty anunció a toda la familia que estaba enamorada de una chica, todos nos quedamos helados… se le ocurrió decirlo en una fiesta familiar, el cumpleaños de uno de mis nietos y primos de Beatriz. Claro que dijo que no la iba a presentar porque no se había declarado pero que se iba a esforzar por hablarte.
-¿Hablarme?-en ese momento regresé con el café que me había pedido y se lo entregue.
-Sí, en ese momento nos dijo todo lo que sabía sobre ti, que ibas en la misma carrera, que te conoció desde segundo semestre, el cómo fue que se enamoró de ti y que estaba dispuesta a enamorarte, pero que no aguardaba muchas esperanzas, porque al parecer tú la odiabas. Pero eso realmente nunca me sorprendió, todos sabíamos perfectamente la clase de persona que es ella, una niña que nació siendo hermosa, una buena estratega y súper consentida, nunca acepta un “no” por respuesta, que nunca tomaba en cuenta la opinión de la familia o de cualquier otro humano, entenderás que nos era muy difícil seguirle el paso en sus ideas, siempre fue una chica de cuidado y bastante exigente, pero con un gran corazón, aunque bastante exclusivo… sabíamos que tenía fama de ser bastante cruel con sus comentarios y algunas veces en la secundaria, llamaban mucho a sus papás para pedirles que le ayudaran con su conducta, pero resultó que sólo era así por la clase de infancia que tuvo, no fue una mala, al contrario, fue hasta envidiable, tenía todo lo que quería, hacía lo que deseaba, siempre salía de viaje… cosas de las que yo por ejemplo, no disfrute cuando era niña, que mi hija tampoco, pero ahora mi nieta sí, digo… ve incluso la casona en la que vive; pero eso también fue lo que sentencio su propia conducta y temores, mi yerno casi no estaba en casa y mi hija, como buena madre de clase alta, nunca estaba, yo por el trabajo casi no tenía tiempo de verla y creció digamos por lo que aprendía en la escuela y veía de su niñera.
-Ya había escuchado de eso antes… aunque no con la sinceridad con la que usted me lo dice…
-Me preocupaba bastante ella, “esto me gusta y esto me das” solía decir siempre, era su forma de demandar las cosas, como yo era a veces la que más la veía de la familia, luego me contaba sobre su vida, los pocos amigos que tenía (que eran iguales a ella en comportamiento, todo un fiasco), en fin… la entendía pero a veces no la creía capaz de cambiar, sabía que le iba a costar, así que cuando nos dijo a todo pulmón que estaba enamorada de una chica, muchos pensamos que sólo era una fase y algo que ella deseaba como objeto, no que realmente lo sintiera y como a ella siempre le importo poco la opinión de cualquier persona sobre ella, los familiares tradicionalistas y conservadores, no tuvieron de otra más que aceptar sus gustos, aun así… Beatriz tiene bastantes problemas con la familia, muchas veces su poca paciencia la llevo a peleas verbales con los demás, y por si fuera poco… tampoco soportaba mucho a los niños-la señora comenzó a reír a carcajadas-varios de mis nietos son muy inquietos y cuando Beatriz los tenía que cuidar, la pobre deseaba desaparecer de ahí.
Yo escuchaba atentamente a la señora, me estaba diciendo cosas que nunca había comentado con Beatriz, porque ella no me decía nada de su pasado ni yo a ella del mío, y ahora entiendo por qué, eran cosas bastante contrarias a las que yo estaba viviendo con ella. Y la señora Yolanda hablaba con sinceridad, estaba claro que amaba a su nieta pero que entendía todos los problemas que podía tener encima.
-Nunca llegue a pensar que fuera a tener una relación sincera con alguien, cambiar su forma de ser y mucho menos casarse y tener familia, era algo que ella aborrecía. Ella decía que el día en que ella se fuese a casar, sería el día del fin del mundo, porque a pesar de que tenía varios pretendientes y exparejas, a ninguno lo había amado y no tenía sentimientos de apego a casi nadie, aun en la familia podrías contarlos con los dedos de la mano y eso es mucho… las personas en las que ella más confiaba eran por ejemplo, su mejor amiga…
-Susana-dije casi inmediatamente, en algún momento había conocido a Susana por sugerencia de Beatriz y me había comentado que era su mejor amiga.
-Exacto, ella… una chica con casi el mismo temperamento que el de mi nieta, pero más razonable. También algunas otras amistades e igual era un grupo reducido… Yo siempre desee con todo mi corazón, que ella pudiera encontrar la felicidad o al menos cambiar un poco… Y hoy, ella se porta realmente diferente a hace unos meses que la vi, es hasta más amable, a mí nunca me faltó al respeto, pero a algunos de sus tíos sí… eso ya era grave. Verla con familia y una pareja… me hizo sentirme muy feliz con ella, verla acostada con Merak en sus brazos aun sabiendo que puede contagiarse del resfriado, vaya… eso no lo hubiera hecho mi antigua nieta. Y supongo que te lo debo a ti…
-¿A mí? Creo que es mucho más complicado que eso… no pienso que ella haya cambiado debido a mí, aunque tampoco puedo negar del todo eso… en la Universidad ella tenía la misma fama que usted menciona con su familia…
-Uh, ya veo… bueno, entonces quizás se deba a que aquí encontró la paz, o lo que buscaba, yo que sé.
-¿A qué se refiere?
-Una familia y un hogar al cual llegar, claro… Piénsalo, ella no tuvo las cosas fáciles a pesar de su posición social, el dinero no compra el amor o la lealtad de alguien, por más elegante y bonita que fuera su casa, siempre que ella llegaba, la encontraba vacía. Aunque culpo a sus papás, también entiendo que la responsabilidad la tuvo ella, esa fue su forma de responder ante esa falta de atención. Tú, por ejemplo, tienes un hogar al cual llegar y alguien de tu familia seguro ya está aquí, tienes un lugar al cual llegar y llamarlo hogar, para Beatriz era llegar a una construcción con muchos lujos, pero sola… Vaya golpe duro de la realidad, y aunque nosotros como familia siempre teníamos las puertas abiertas para ella, ahora imagina a alguien de su orgullo… aceptar eso, no era digno, porque pensaba que estaba dejando ver a una Beatriz de la que había que apiadarse y aunque eso no era cierto, así lo sintió ella y he aquí a la Beatriz que todos conocemos. Sin duda que tú y los niños estén en su familia, le cayó de perlas, obtuvo lo que siempre quiso.
-No sé qué decir, yo jamás me había puesto a pensar en ella y su pasado, eran temas que nunca tocamos con la otra… Y ahora que lo pone usted así, aquí ella realmente dejo de ser agresiva, sigue siendo orgullosa, con la papa en la boca, arrogante y a veces de temer, pero ya no es alguien que todos evitemos. Cuida muy bien de los niños, les prepara deliciosas comidas, le encanta bañarlos, a veces entre las dos les contamos historias y pasamos mucho tiempo con ellos, los defiende y cuida mucho. A mí me encanta verla hacer eso, me siento como en casa, me da ternura y eso jamás se me hubiera pasado por la cabeza… me gusta mucho verlos a los tres y el enorme parecido que comparten físicamente, son mi familia.
-Bien dicho… ¿Y entonces… ustedes dos son novias? Digo, por lo que dices, es obvio que mi nieta te tiene enamorada hasta los huesos.
-¿Eh? Ah… no… no lo somos-dije de nuevo sonrojándome.
-¿Y por qué no?
-Yo tengo novia
-¡¿Engañas a mi nieta?!
-¡No! Aguante… no, cuando los niños llegaron a esta época, ya salía yo con alguien más. Nuestras familias acordaron que durante medio año, los niños y Beatriz iban a vivir en nuestra casa, el siguiente medio año, nos iríamos a la casa de Beatriz.
-Uhmmm, ahora entiendo… entonces, ¿a qué vinieron los niños a su pasado? Porque a reunirlas no fue…
-Nosotras tampoco sabemos. Lo único que sí sabemos es que alguien las trajo, pero nada más…
La señora quedó intrigada por la llegada de los niños, quería saber todos los detalles, pero tan pronto y termine de contarle cómo fue que llegaron y todas las veces en que esa extraña persona nos había ayudado, pues estaba igual de confundida… Para cuando se dio cuenta, el café que aún le quedaba en su tasa estaba frío. Miramos la hora y dentro de poco tenía que ir a recoger a Dubhe, a lo que la señora me pidió acompañarme, quería conocer al otro pequeño. Subimos a mi cuarto a avisarle a Beatriz, pero ella y Tomy seguían dormidos, sólo que ahora Tomy tenía los pies encima de ella. Yolanda revisó a ambos y ninguno tenía fiebre ya, aunque me recomendó seguirlos vigilando en la noche y darle ese tratamiento que mis padres había recomendado, el de las hierbas aromáticas. Antes de dejar el cuarto, la señora sacó su celular y le tomó foto a ambos.
-Nunca volveré a tener una oportunidad así, Betty siendo tierna… pocas veces se ve eso en la vida.
-“Entonces soy una mujer con mucha suerte”-pensé alegremente
Al subir al auto, la señora se fue como mi copiloto y mientras íbamos saliendo de la colonia, Yolanda estaba conectando su celular por bluetooth a mi auto, supongo que para poner música o algo. Estaba justo a punto de entrar a una avenida principal, cuando la señora logró configurar su celular y puso la canción de “whenever wherever” de Shakira, yo me quedé helada viéndola, no sabía que alguien de su edad podía poner una canción así.
-¿Pero qué demo… qué está poniendo?
-Uhm, ¿no conoces la canción? Pero si es muy famosa…
-¡Sí la conozco! Es que… no imaginaba que usted tenía esos gustos
-Ah, ahora entiendo, no… son de mi nieta, Betty. Quería saber si esta canción tenía alguna conexión para ti con ella, pero por lo visto no…
-¿Por qué lo dice?-pregunte aun con preocupación
-Bueno, esta es la canción favorita de mi nieta.
-No lo sabía
-Sí y justo el día en que nos dijo que ella te amaba, pues puso la canción casi todo el día. Creía que iba a tener algún sentido para ti.
-No, para nada
-Ok, entonces te falta mucho de conocer acerca de ella, pero no importa porque tienen toda una vida por delante.
Y de nuevo me sonroje mucho, una vida con Beatriz…
-En fin, pondré otra canción porque por lo visto casi te da un infarto o algo
-No, déjela… también me gusta esa canción, aunque no es de mis favoritas
-Tengo que decirte algo, y espero puedas entenderlo-Yolanda se veía muy seria.
-¿Es grave?
-No, pero tiene que ver con los nombres de tus hijos.
-¿La historia entre usted y su esposo?
-No… no del todo, pero también te lo digo para que entiendas que yo las apoyaré en lo que pueda.
-No entiendo
-Entonces cállate y déjame hablar-la señora se rio de mí-además, creo que te conviene aparcarte en algún lado, esto será largo.
<<Hace muchos años, cuando yo era niña, tenía una mejor amiga, una chica de mi barrio, vivíamos en el mismo edificio pero ella unos departamentos más abajo. Crecimos juntas y siempre nos divertíamos mucho, nos abrazábamos, salíamos de paseo, hacíamos de todo juntas, era mi muy querida mejor amiga. Pero cuando es adolescente, pues le entra la hormona, entonces comencé a tener muchos novios y casi no pasaba tiempo con ella y cuando nos veíamos, era para compartir nuestras penas, ella me reconfortaba mucho cuando tenía una decepción amorosa. Por supuesto que eran amoríos adolescentes, pero que dolían mucho en el corazón, cuando uno madura se da cuenta de lo estúpido que era sufrir de amor a los 14 o 16 años, pero esas edades, dolía mucho y uno se pone a pensar si el amor de verdad existe, etc.
Entonces un día, mientras hablaba con mi amiga, le pregunté por qué nadie me quería, por qué siempre rompían mi corazón; entonces ella respondió que porque no me valoraban tal cual era, que no veían la clase de persona que era… como ya dije, esos momentos de estupidez adolescente. Me dejo llorar con ella y en algún momento, ella me dijo Y si hipotéticamente… yo te amara, ¿qué harías?En ese momento yo malinterpreté la pregunta, no entendí lo que ella realmente quería decir y respondí Pero que tonta eres, yo también te amo, te quiero muchoy entonces mi amiga trató de besarme y claro que la empuje de mí, sabía que existían esa clase de gustos, pero siempre lo había visto como algo inhumano, ¿cómo era posible un amor así? Formar una familia era imposible… una familia, una pareja… debía de estar compuesta por un hombre y una mujer, a fuerzas. Entonces ese día me porté muy mal con ella y hasta creo que le dije de qué se iba a morir, no medí la consecuencia de mis acciones y mi amiga desapareció por los pasillos, llorando y gritando. Yo regresé a mi departamento y me encerré en mi cuarto.
En la escuela sabía que iba a ser imposible evitarla, pero decidí fingir que entonces ella ya no existía para mí, todos los años de amistad fueron sustituidos por enojo, por un estúpido beso… un enojo tan estúpido e insignificante me había separado de mi mejor amiga y quizás para siempre, pero eso tampoco me importó.
Al siguiente año escolar ella se cambió de escuela y se portaba raro… casi no llegaba a su casa, cuando regresaba era de madrugada, sus papás estaban muy preocupados y trataban de hablar conmigo, pero yo les decía que no sabía nada, que ya no éramos amigas. Una noche, cuando ella regresaba al edificio, yo estaba sacando la basura y me la encontré en el patio, ya llevábamos varios años sin hablarnos, pero esa noche le dije que debería de tener cuidado, que estaba llegando muy tarde a casa y sus papás se estaban preocupando mucho. Ella se sorprendió de que le hablará y me dijo Prometo llegar más temprano entonces, que bueno que me hablaste, ya te extrañaba ¡Dios! Ella a pesar de todo seguía siendo amable conmigo, yo había sido la estúpida perra que se había portado mal, que lo había arruinado todo, pero eso es lo que AHORA pienso, aun en ese momento seguía sintiendo desagrado por personas así, con gustos “anormales”, era tan estúpida e ignorante en esa época, que me arrepiento mucho.
Yo simplemente asentí y le deseé una bonita noche, entonces ella me detuvo de la mano y me dijo que ya tenía una nueva novia, a la cual quería mucho. Yo me sorprendí mucho pero me trate de controlar por no armar una escena y me mantuve callada, pero en ese momento alguien más iba subiendo las escaleras, era su papá y había escuchado todo… Si yo de por sí pensaba que los homosexuales eran de lo peor, ahora imagina a alguien de una generación más grande, conservador y súper religioso, por supuesto que se enojó, tomó a mi amiga de la muñeca y se la llevó violentamente hasta su casa. Yo no hice nada por defenderla y me fui a casa como si nada hubiera pasado.
Al día siguiente por una vecina chismosa, las que nunca faltan, me enteré que a mi amiga la habían corrido de casa, cuando baje hasta su departamento para ver si era cierto, ahí estaba su papá sacando unas cajas Son las cosas que Daniela no pudo llevarse anoche, ahora entiendo por qué dejaste de hablarle, hiciste bien. Dios sabe que eso no es natural Jamás olvidaré sus palabras, me dolieron hasta lo más profundo del corazón y en ese momento entendí lo estúpida e intolerante que fui… jamás me lo iba a perdonar. Traté de salir a buscarla, pero nunca di con ella, nadie sabía qué le había pasado. Su papá decidió no volver a mencionar su nombre y su mamá lloraba casi todos los días, amaba a su hija pero igual su homofobia le había ganado, también había estado de acuerdo con la expulsión de su hija, la única descendiente de ambos.
Pasó el tiempo y un día, cuando ya estaba estudiando medicina, tenía que viajar a Pachuca, Hidalgo; a hacer mis prácticas y atender a los niños de una población minera. Mientras esperaba en la estación de autobuses a que anunciaran mi viaje, vi pasar a mi amiga Daniela justo a unos metros de mí, feliz me levante de mi asiento y corrí hasta ella, la detuve casi con violencia, pero es que estaba muy emocionada de verla, la había reconocido con facilidad, ahora se veía un poco mayor pero saludable y sonriente, caminaba a lado de una chica. Al tomar del brazo a mi amiga, ambas se pusieron a la defensiva, pero en cuanto Daniela me reconoció, le pidió a la otra chica que se calmará.
Ya no recuerdo mucho de la conversación que mantuvimos, sólo algunos fragmentos, pero ella me contó muchas cosas, que después de haber sido corrida, pues no tenía a donde ir a vivir, su familia lejana ya no era una opción, yo tampoco, así que estuvo pidiendo asilo de casa en casa de amigos que conocía, trabajo en muchos lugares y dejó la escuela. Siempre se le dio bien el arte, así que hacía todo tipo de trabajos, diseño de invitaciones, carteles, grafiti, pinturas, etc… y eso fue lo que le dio de comer y la sacó de la miseria, al menos tenía un pequeño cuarto que rentaba al que llamaba casa. Después de eso, conoció a la chica con la que ahora viajaba y me comentó que se iban a ir a vivir a San Luis Potosí, que aquí en la capital ya habían tenido muchos problemas por homofobia y que deseaban empezar desde cero, fingir ante el público que eran amigas, pero que al menos en su propia casa, eran pareja… Yo escuché todo lo que me tenía que decir y hasta acepte que me presentará a su novia, una chica muy agradable.
Pero ellas ya tenían que tomar su camión, así que nos teníamos que despedir y quizás para siempre, no se nos ocurrió intercambiar nuestras direcciones y aunque lo hubiéramos hecho… Daniela aun no sabía su nueva dirección. La novia nos dio un espacio a solas y nos abrazamos con fuerza, me dijo en confidencia que yo había sido su primer amor y que nunca me había podido olvidar, que aún me quería pero no de la misma forma, ahora sus ojos y alma eran de la otra chica, yo estaba fascinada porque después de lo mal que me porté con ella, aun me quería y me había perdonado, no merecía nada mejor en la vida. Resultó que la persona de quien peor pensaba sólo por sus gustos, era la que más humanidad me había mostrado en muchos años, la que seguía queriendo a sus padres aun después de que la corrieron, Daniela era especial.
Te extrañaré, aunque nunca sepa hacia dónde vas a ir le dije, entonces ella me miró y me respondió de tal manera que eso se quedó en mi mente por siempre Iré al norte, por ahora es todo lo que sé, así que puedes buscarme en esa dirección. Es fácil, sólo por la noche debes de buscar la estrella polar, si no la encuentras fácilmente, busca entonces a la Osa Mayor y sus estrellas, Merak y Dubhe, ellas indican donde queda la estrella polar.
Y ya no recuerdo más, sólo que no despedimos y me abrazó como si nunca más me fuese a volver a ver. Las despedí a ambas y les desee un buen viaje, lo último que recuerdo de ella fue verla subir al camión y despedirse con la mano a lo lejos. Sin duda ella fue la persona más amable que jamás hubiera conocido, porque a pesar de la vida que tuvo, jamás quitó esa sonrisa de su rostro. Y sé que ella hubiera podido hacer mucho por el mundo, cambiarlo incluso, pero eso no pasó… 5 años después, mientras volvía a casa de mis padres, en el mismo edificio; había un moño negro en el portón principal, subí las escaleras y en departamento donde había vivido mi amiga había mucha gente congregada y un moño negro sobre la puerta. Pensé que alguno de los señores había fallecido y caminé hasta el departamento, pero dentro estaban los dos y en la pequeña sala, un enorme ataúd que la ocupaba casi toda, con muchos arreglos florales y cruces. Cuando me acerqué a los señores, me dijeron que Daniela había muerto, había sido asesinada. Fue víctima de uno de los tantos crímenes que se cometen por discriminación a las preferencias sexuales, no podía creerlo y corrí abriéndome paso entre todos los vecinos hasta ella, mis padres también estaban ahí. Cuando vi el cuerpo de mi amiga dentro de ese ataúd, todo mi mundo se me vino abajo, ¿cómo alguien como ella que se merecía todo, había sido asesinada? Era lo peor, observe su cara y como médico experimentado, ya podía reconocer las múltiples heridas y golpes, habían tratado todo lo posible por dejar su cuerpo presentable, pero si así estaba la cara, no podía imaginarme el cuerpo, no quería hacerlo.
Los papás de ella me confirmaron lo que yo ya sabía por su cuerpo, había sido cruelmente golpeada por dos hombres mientras iba caminando con su novia en la calle, a ambas las golpearon pero la otra chica había sobrevivido, se había desmayado y los hombres la habían dado por muerta, pero a mi amiga la siguieron lastimando hasta cerciorarse de que había fallecido. Cuando la chica despertó, estaba en un hospital y apenas consciente de lo que había pasado, los médicos tuvieron que calmarla y amarrarla a la cama cuando le dijeron que Daniela estaba muerta, su dolor fue tal que deseaba suicidarse, pero lograron calmarla y que hablara con la policía.
Durante el ataque, ambos hombres las insultaban por sus gustos, decían que debía de morir, que Dios no había sido sacrificado sólo para permitir que los gay vivieran, sólo los verdaderos hijos de Dios… Y ellas sabían quiénes eran sus atacantes, uno era un vecino al que siempre veían en la iglesia de su comunidad y a la que ellas asistían todos los domingos, “Dios nos ama a todos, él no discrimina, ¿por qué su gente sí?” Era lo que decía la chica una y otra vez, traumada por lo sucedido. El otro atacante era un monaguillo, un adolescente… Esos dos estúpidos habían matado a mi amiga, gracias a que la chica pudo reconocerlos, fueron aprendidos y llevados a la cárcel, no recuerdo por cuantos años… Pero así como ese caso, muchos más en el país, personas asesinadas sólo por amar a alguien de su mismo sexo, y personas estúpidas e intolerantes como los agresores, ¿por qué la gente buena debe de morir y ellos ir a la cárcel? Nunca lo entendí… Lo que supe después fue que la chica murió por las heridas, pero también pienso que fue por depresión, su amada ya no estaba.
Yo le lloré por mucho tiempo, también me deprimí, durante años habíamos sido mejores amigas, luego por un mal entendido nos separamos, yo tuve la culpa y ella jamás me odio, a pesar de todo en su contra, ella seguía sonriendo y conoció a alguien tan grandiosa como ella, pero el mundo es injusto… nos lo quita todo cuando estamos en la cima, y no creo que haya sido el karma, Daniela jamás hizo algo malo en su vida. Trate de mantener en mi mente su recuerdo por siempre, así que cuando le dije a mi esposo que si me extrañaba, debía de buscar a las estrellas Merak y Dubhe, mis estrellas guías a donde estaba Daniela, la persona más amable que he conocido en la vida>>
-Cuando escuche que ustedes les habían puesto esos nombres a los niños, sabía que no debía de ser una coincidencia, que no sólo debía de tratarse de un tributo de Beatriz hacia su abuelo y yo, no… era algo más, era hacia Daniela y a mí, porque de no haber sido por eso… yo hasta la fecha seguiría teniendo esos pensamientos estúpidos e irracionales, aun contra mi nieta favorita. Yo creo en el destino, que las cosas suceden por algo, si yo fui la primera que conoció a los niños, entonces seguro fue porque las tengo que proteger de incluso nuestra propia familia, sus comentarios agresivos, de las personas también, haré lo que pueda, ya no por el recuerdo de mi amiga, sino porque es lo correcto.
Para cuando la señora terminó de contar su historia, yo estaba llorando, su historia me había llegado en lo más profundo y no imaginaba cuanto dolor debió de haber sufrido Daniela, tanto odio hacia ella pero siempre mantuvo una sonrisa y perdono. Alguien admirable.
-Gracias por escucharme-dijo la señora, pasándome un pañuelo.
-A usted por contármelo
-En su momento también deberías de decirle esta historia a mi nieta, estoy segura que lo entenderá también y sabrá perdonarme.
-Creo que usted debería de contársela, significará más para ella
-Creo que sí-ella sonrió y me ayudó a limpiarme el rostro
-Ahora igual entiendo por qué nombramos a los niños así… representan lo correcto, el camino a un destino aún lejano, supongo
-Qué poética
-Hay una canción que usted debería de escuchar, quisiera que entendiera lo que de verdad significa para personas con los mismos gustos que los míos…
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Yo ya estaba casi con lágrimas de cocodrilo cuando estaba escribiendo esa escena, y justo mi reproductor de música me puso esta bella rolita al final, se las dejo y justo tiene que ver con la historia
https://www.youtube.com/watch?v=OIRo6mhNs5w
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Puse en marcha el auto de nuevo y no pude dejar de pensar en la historia de Yolanda, en cómo eran las cosas antes, pero aun actualmente existen esos crímenes, ¿cómo pueden haber pasado casi más de 40 años y la gente sigue pensando igual? ¿Cómo puede un ser humano acabar con la vida de otro sólo porque no está de acuerdo con su estilo de vida? Qué estupidez.
La señora me puso canciones alegres en todo el camino, tratando de hacerme sentir mejor, pero cada vez que conozco más de este mundo, más aborrezco a los humanos…
-Llegamos-dije una vez que conseguí un lugar de estacionamiento y estaba a unos metros de la entrada de preescolar-ya deberían de estar saliendo los niños.
-Ya quiero conocerlo, seguro que es un niño igual de bello y lindo que ustedes, mi bisnieto… qué locura
Para cuando cruzábamos el jardín de la escuela, ya la profesora que anunciaba a los chicos que habían llegado por ellos, nos había visto. Así que voceo a Dubhe por un micrófono y a los pocos segundos, él salió corriendo y nos miró.
-¡Abuela Yolis!-Daniel gritó emocionado y se lanzó a los brazos de la señora, que ya estaba agachada lista para recibirlo y cargarlo por el aire.
Entonces los miré, veía lo sonriente que estaba la señora por tener a su bisnieto entre sus brazos, lo abrazaba mucho y no dejaba de decirle que era un niño muy guapo. Y me puse a pensar de nuevo en su historia, en la persona que ella había sido y en el momento en que ella y Daniela dejaron de hablaron, ahora ella estaba ahí, con el hijo de dos mujeres, una de ellas era su nieta amada. Es increíble ver cómo las experiencias nos cambian, nos hacen más fuertes o crueles, pero nunca hay que verle lo malo al mundo, tiene sus buenos momentos, como este… una señora que solía ser homofóbica y su bisnieto, hijo de una lesbiana y una bisexual (?)
-Siento que a ti y a tu hermano los he conocido desde siempre-dijo Yolanda mientras volvía con mi hijo, ambos tomados de la mano-Debe de ser por amor al arte-y ella me guiño el ojo-Gracias por esa bella canción-me dio unas palmaditas en la espalda
-¡Hola mami!-Dany estaba justo frente a mí-¿Ya nos vamos a casa?... ¿pero qué tienes mami? ¿Por qué estás llorando?
-Tu madre está teniendo un ataque sentimental, anda… abrázala para que se calme
Daniel me pidió que lo cargará y ambos nos abrazamos largo tiempo, Yolanda cogió la mochila de Dubhe y los tres nos fuimos caminando hacia el auto, con todas las miradas aun desaprobatorias de varios padres sólo que mis hijos tenían dos madres, son unos malditos, ineptos e intolerantes. Ojalá que todos los que se atrevan a decir que una familia no es familia si no hay un padre y una madre, ardan en el infierno, en el que tanto los religiosos creen. Quizás así, el dios en el que ellos creen, aquel que pide la muerte de los homosexuales, les perdone… Yo podré ser igual religiosa, hasta católica (religión dominante en México), pero mi dios jamás hubiera pedido mi muerte ni la de nadie.