Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

De niños del futuro y adolescentes del pasado por Irie Ryuen

[Reviews - 115]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola :D lamentó la tardanza como siempre

Pero bueno, aquí está el nuevo capítulo :3 espero lo disfruten mucho 

REVIEWS AQUÍ EN AMORYAOI

LIKES EN FACEBOOK :3 http://www.facebook.com/IrieRyuen

De niños del futuro y adolescentes del pasado

XVIII

IRIE RYUEN

 

Después de tener los niños ya inscritos en la escuela, nos tocaba como cada mes, la escuela para padres. No era precisamente algo a lo que estuviéramos acostumbradas, pero teníamos que ir, ahí nos hablaban de lo que los niños habían visto durante ese mes, las metas a lograr, los libros y películas que nos sugerían para ellos, modales y valores que debíamos inculcarles, además del vocabulario correspondiente para sus edades. Lo malo era que nos juntaban con todos los padres de los niños de kínder y prescolar, entonces todos debíamos de estar dentro del auditorio.

 

Supongamos que hay más de 60 niños en estos tres grados (dos para kínder y uno de preescolar, donde están Merak y Dubhe), pero como es obligatorio que asistan a,bos padres, entonces hay 120 adultos reunidos en el auditorio, donde obvio no nos piden nuestra opinión a todos o de lo contrario, jamás acabaríamos, pero en ocasiones se nos pide hacer algún ejemplo en el escenario para aprender a criar a los niños, como el de hoy… “Cómo afrontar las rabietas” En estos momentos era cuando daba gracias a todas las deidades de que mis hijos no hicieran berrinches o al menos no tan seguido.

 

Incluso hubo un padre que se levantó a opinar, diciendo que en sus tiempos (y en los de las mayorías de los padres de familia, incluyéndonos a Beatriz y a mí) esas rabietas no ocurrían porque nuestros padres nos las quitaban a chingadazos (golpes)… no mal entiendan, eran nalgadas o cosas así, nada para matarnos. Debo de admitir que yo a veces llegué a ser castigada de esa manera por mi papá, pero bueno, una vez que aprendía la lección, eso rara vez volvía a ocurrir. “Se han perdido los valores” escuché decir a un padre a unos asientos del mío, entendí que él igual extrañaba educar con mano dura, en lugar de esperar a que los niños berrinchudos calmaran su comportamiento con el tiempo, recompensándolos o cualquier cosa.

 

Lamentablemente no podíamos irnos de ahí hasta que la junta diera fin, estábamos obligados a asistir, cuando mucho uno de los dos padres, pero en esta ocasión tanto Beatriz como yo teníamos tiempo libre, así que fuimos juntas. Ojalá y hubiéramos dicho que estábamos enfermas o algo, en lugar de estar aquí. De cualquier forma era bueno escuchar los testimonios y maneras de educar de otros padres, al menos eso nos preparaba cuando en un futuro nuestros hijos fueran… bebés. Yo tomaba nota a cuanto consejo útil escuchaba.

 

-Por favor, dime que esto se va a acabar pronto-me decía Beatriz ya harta en su asiento

-No sé cuánto tardemos aquí-le dije sinceramente-la última junta duró casi 2 horas.

-Rayos

-Ve la ventaja, podemos irnos con los niños en cuanto salgamos de aquí

-Y ellos están muy emocionados hoy, porque vamos a poner la ofrenda para el día de muertos

-Cierto

-Va a ser su primer día de muertos aquí… No puedo evitar pensar quiénes de nuestras familias podrían estar muertos para el año del que ellos vienen… Me asusta un poco

-Tranquila-le dije mientras la tomaba de la mano-trata de no pensar en eso

 

Ambas sonreímos un poco y volvimos a poner nuestra atención en la tediosa junta para padres, hasta ahora realmente no habíamos trabado amistad con alguno de ellos, siempre que íbamos a dejar o recoger a los niños, era con prisa entonces no teníamos oportunidad de hacer amigos. Sabíamos de la existencia de los otros padres del mismo sexo, pero nunca habíamos platicado con ellos, Patricia y Margarita llegaban bastante tarde por su hijo la mayoría del tiempo; pero desde donde estaba podía verlas sentadas a unas filas adelante. Ya había hablado en ocasiones con Beatriz sobre la posibilidad de invitarlas a comer o algo, que nos compartieran sus consejos y demás, ellas debían de tener más experiencia en esto de criar niños en un país como el nuestro.

 

Cuando por fin terminó la junta, era el momento de salida para los niños también. Teníamos más de 3 horas ahí dentro, porque además era fin de mes y se buscaba que los padres pudiéramos tener un resumen de las juntas del mes de Octubre, que espanto, 3 horas ahí dentro. Beatriz y yo fuimos de las primeras en llegar a la salida, se notaba que no encajábamos muy bien en la escuela todavía. La directora de kínder y prescolar salió casi al mismo tiempo que nosotras para buscarnos, siempre que la veía, sus ojos eran lo más impactante para mí, eran de un color azul marino tan bonito, que en serio parecían reales, se parecían un poco a los de Katia, aunque los de mi amiga eran de un color un poco más claro.

 

-Qué bueno que las veo-nos saludó de mano a ambas-buenas tardes me gustaría saber si para la próxima junta ustedes junto con las señoras Patricia y Margarita, podrían presidir una junta y hablar ante los otros padres cerca de las familias homoparentales, en serio que sería de mucha ayuda

-No veo ningún problema-dijo Beatriz-quizás nos pueda pasar el número telefónico o email de ellas y ponernos de acuerdo.

-Claro que sí, y que bueno que aceptaron… la verdad no pensaba que lo harían tan pronto

-No se preocupe-le dije

-¿Y qué tal van con los niños? ¿Todo bien?

-Sí, muchas gracias. Se divierten mucho aquí.

-Me da gusto saberlo, en serio gracias. Es la primera vez que estoy como directora en un colegio. Tener familias como las suyas en serio es un honor, mi jefe siempre me tiene presionada por saber qué tal les va y si los niños están cómodos

-Pues hasta ahora ellos no nos han hablado sobre algún inconveniente

-Qué alivio

 

La directora se despidió de mano, diciéndonos que tenía que regresar a sus actividades, las juntas para padres le quitaban demasiado tiempo. Así que nosotras simplemente esperamos en el jardín a que aparecieran los niños, hoy en la mañana ellos estaban ansiosos por ir a la escuela, iban a poner la ofrenda en su salón de clases y nosotras decidimos comprar varias piezas de pan de muerto, además de papel picado; ellos ya querían ponerlo, era muy bonito saber que esta tradición tan bonita seguía existiendo para ellos, que era su momento favorito del año.

 

Los vimos salir pero con todo su salón tomados de la mano, curioso… quizás porque ahora todos los padres estábamos ahí desde temprano. Dany y Merak iban a los costados de un niño moreno y de ojos muy oscuros, tomándose los tres de la mano. Fuimos a recibirlos pero llegaron primero Patricia y Margarita, al parecer las madres del otro pequeño, que incluso saludaron con soltura a nuestros hijos, ellos ya sabían quiénes eran ellas y se quedaron quietos saludándolas, pero al vernos corrieron a nuestros brazos, dejando caer sus mochilas en el suelo. Beatriz les pidió de inmediato que las recogieran.

 

-Vaya, así que ustedes son de las que tanto hablan-nos dijo una de las dos señoras-un placer-nos extendió la mano

-Hola-respondió Beatriz, acomodándose mejor su bolso en el hombro y sosteniendo a Tomy de la mano. Dany me pedían que lo cargará en mis hombros, pero le tuve que decir que no, ya estaba un poco cansada del día

-¿Qué tal?-respondí yo

-Nosotras somos Paty y Mago (ya sé que así no se les dice a las que se llaman Margarita, pero a esta chica así le gusta que la llamen), somos las mamás de Oscar, parece que es compañerito de sus hijos-la señora Margarita cargó a su hijo.

-Sí, se llevan muy bien-sonrió Beatriz-que gusto en conocerlas. Ya nos habían hablado antes de ustedes.

-Parece que en esta escuela, no hay muchos que pasemos inadvertidos-respondió Patricia, que tomaba la mochila de su hijo

-Menos las familias como nosotras-dije viendo a los demás, aunque esta vez no éramos el centro de atención, que buena suerte

-Yo soy Beatriz-sentí como ella me tomaba de la mano-y ella es mi esposa, Isabel

-Hola-les sonreí

-Lucen muy jóvenes

-Larga historia-respondí de inmediato

-En realidad, esperábamos que ustedes pudieran darnos consejos en esto de cuidar niños

-¿En serio? No parece que necesiten ayuda, pero si así lo dicen, yo no tengo problema

-Sí, podríamos ir a comer y demás, conozco un lindo restaurante

-Eso me gusta mucho, señora Margarita-entonces vi la cara de asombro de ella, cuando la llamé de esa forma

-Dime Mago, me gusta más

-Perdónenla-dijo Beatriz dándome un pequeño golpe en el hombro-ella no sabe cómo dejar de ser formal

 

Pronto entre las cuatro intercambiamos números telefónicos, era de mucha ayuda tenerlas a ellas como nuevas amistades. Además de que nuestros hijos se llevaban bastante bien, los tres estaban jugando en los columpios del patio de la entrada de la escuela. Nos despedimos y cada familia se fue a su propio auto. No parecían malas personas y hasta eran bastante divertidas, aunque se notaba una clara diferencia de edades entre nosotras, seguramente cuando nos reuniéramos, saldrían temas de pareja y eso, cosa que Beatriz y yo aún no lográbamos consolidar del todo.

 

Quizás mi periodo de luto por Valeria todavía me va a durar un rato, pero a decir verdad, tener a Beatriz y a mis amigos ahí, era una ventaja a mi favor. El problema era que no podía decir lo mismo de Valeria, aunque no habíamos tenido contacto en este tiempo, los amigos que teníamos en común sí me decían que ella estaba muy triste y que casi no iba a la escuela, etc. Lo que me hacía sentirme todavía más culpable, pero tampoco podía hacer mucho, esa era su forma de decir que no se encontraba bien. Y lo peor, era que no sabía si debía de hablarle o no.

 

Sentí como Dany me pedía de nuevo que lo cargará y esta vez accedí, aunque igual iba a ser por pocos metros, el carro ya estaba cerca. Después de esto, tocaba ir por las cosas de la ofrenda del Día de Muertos, algo que los niños ansiaban con ganas, la íbamos a poner desde hoy, hasta Beatriz estaba emocionada, entre los tres iban discutiendo qué le iban a poner a la ofrenda, yo los escuchaba, imaginándolos tan emocionados al momento de poner todo, querían poner además de los elementos obligatorios, comida, bebidas, dulces, etc.

 

Por fortuna, el dinero por ahora no era un problema, teníamos apoyo de nuestras familias, además de la beca que tuvo que pedir Beatriz y los trabajos que yo hacía de repente, lámparas de LED con diseños en los que a veces me ayudaba Beatriz (una vez, ella sugirió hacer una lámpara con la forma de las hadas del juego de Zelda, que se vendió muy bien) y fuentes de agua pequeñas; pero al momento de pagar las colegiaturas y los servicios de la escuela de los niños, sí que era mucho dinero, sin contar el dinero que empleábamos en comprar la comida, útiles, libros, gasolina, ropa, darle gusto a los niños con juguetes, ir al cine, etc. Ahora Beatriz y yo nos reuníamos cada cierto tiempo, a hacer la lista del dinero que gastábamos y más o menos, de cuánto disponíamos, empezábamos a hacer nuestra propia forma de gastar dinero, y casi no gastábamos mucho en nosotras, claro que a veces nuestros papás nos ofrecían cuidar de los niños, para que ella y yo saliéramos a divertirnos, pero me ponía bastante nerviosa y entonces casi no lo hacíamos, excepto por una vez que Beatriz me pidió que la llevara a una feria, claro, en la cual llevamos a los niños. Mis papás a veces se sentaban con nosotras a ayudarnos a hacer ese balance de dinero, nos enseñaban a cómo organizarlo mejor.

 

Llegamos al mercado de la colonia y entonces nos dividimos para comprar las cosas, como esta vez estaban los niños, todos queríamos hacer incluso la típica ofrenda de tres pisos y bastante grande, colocarla en una de las esquinas de la casa. Pero pronto me vi sola en la calle, los niños se habían ido con Beatriz, los tres muy contentos y tomados de la mano. A mí me tocaba comprar las flores, cirios, velas y quizás incienso, así que realmente no me tarde mucho, excepto en la compra de las flores de Cempasúchil, había demasiadas personas ahí, se llevaban grandes ramos y macetas, yo incluso compre 4 macetas pequeñas y 5 ramos, regrese rápido al auto para dejar todo y poder buscar a mi familia. Estaban justo en los puestos de dulces, comprando chocolate, palanquetas, alegrías y mazapanes; aunque ya los tres se estaban comiendo una bolsa de bombones cubiertos de chocolate.

 

-¿Me dan?-les pregunte a los niños, que traían la bolsa con los dulces

-Toma-Merak tomó un bombón y con sus manos, me lo ofreció en la boca. Yo gustosa acepte y vi que Beatriz me miraba con una mirada tierna.

-Tú también, mami-Dany hizo lo mismo con ella, Beatriz no podía con tanta ternura, estaba lista para agarrar a los niños a besos

-Dame eso-le dije a Beatriz, ayudándola a cargar las bolsas del mercado, ya llevaban casi todo al parecer-¿qué más falta?

-El papel picado y las calaveritas de azúcar

-¡y el pan de muerto!-gritaron ambos niños

-Creo que había vendedores con eso, afuera

 

Dejamos que los niños se llevaran la bolsa de los dulces y que caminaran frente a nosotras, con las manos ocupadas no podíamos vigilarlos bien. Pero nos dimos cuenta de que ellos ya se estaban comiendo los dulces de la ofrenda, así que tuvimos que regresar al puesto y pedir dulces exclusivos para ellos, varias paletas principalmente y dulces a base de chile piquín. Y tuvimos que esconder la bolsa de los dulces entre las que ya llevábamos

 

*

 

Aunque esta iba a ser mi primera fiesta nacional fuera de casa, no me preocupaba en lo más mínimo, estaba contenta, esta era mi época del año favorita, donde ponía la ofrenda en las casas de mis abuelos, en la mía casi no se hacía, casi nadie estaba en casa y cuando yo estaba ahí, no me gustaba ponerla sola, estaban los de la limpieza y demás, pero no era lo mismo con mis papás fuera, aunque había veces en las que ambos me ayudaban a decorar mi cuarto con papel picado en los techos y paredes. Siempre me había gustado mucho ver mi cuarto así de colorido.

 

Ver a los niños tan felices por poner la ofrenda, me ponía igual de feliz y aunque Isabel no era una chica de muchas emociones, se notaba hasta en su cara que también le gustaba a idea de poner la ofrenda todos juntos. Su familia sí que se tomaba en serio estas fiestas, desde hace una semana ya habían hecho la lista de lo que querían que compráramos, por ahí traigo incluso un tequila para mi abuelo José, además de que quería hacerlo muy bien, ya que el domingo van a venir a la casa de Isabel, toda su familia, me refiero a primos/as, abuelos/as, tíos/ías y creo que un sobrino por ahí, quería que todos vieran la ofrenda tan grande que los niños y yo deseábamos poner.

 

Me ponía muy nerviosa saber que los iba a conocer a todos, Isabel medio me había hablado de ellos, aunque no con mucho cariño que digamos, en general, la aceptaban a ella pero no a sus gustos, y pues a ella eso le dolía, entonces casi no convivían mucho por lo mismo, aunque igual ella estaba consciente de que presentar a los niños era algo muy bueno. En fin, trataba de no pensar mucho en eso, las relaciones familiares tampoco eran mi fuerte

 

-¿Por qué tan sonriente?-me preguntó Beatriz mientras sacábamos las cosas de mi camioneta

-Porque me gusta poner la ofrenda-dije moviendo mi cabello suavemente contra ella, notaba como se ponía nerviosa cada vez que yo hacía eso, era tan genial ver su cara

 

Entramos y deje todas las bolsas en la mesa, aún no había alguien más en la casa y le pedimos a los niños que se fueran a lavar las manos, pronto tendríamos que comer y esta vez, había sido el turno de Isabel de cocinar, había mejorado ella bastante desde que los niños y yo llegamos, al principio era un poco horrible porque ella no estaba acostumbrada a hacerlo, sé que normalmente dicen que cuando te enamoras, hasta la comida te sabe a gloria, bueno… en este caso, no. Pero ahora era diferente, cocinaba bastante rico y hoy ya sólo quedaba terminar de freír la comida y preparar una ensalada, ya a estas alturas ni me esforzaba por obligar a los niños a comer verduras que no les gustaba.

 

-Ey, dejen eso-Isabel le llamó la atención a los niños, ellos estaban viendo la forma de sacar dulces

-Podrán comérselos después de que terminemos todos de comer-les dije en el mismo tono autoritario y ellos se fueron a jugar a la sala decepcionados.

 

El resto de la tarde fue bastante tranquilo, después de comer, Isabel y yo nos encargamos de limpiar todo y subimos a hacer nuestras tareas, mientras los niños se quedaban abajo viendo la televisión, una película que Isabel les había comprado, la de Megamente, desde nuestro cuarto los oíamos reír. Era curioso cómo fue que me tomó tan poco tiempo acostumbrarme a llamar a esta casa, mi hogar también. El cuarto de Isabel ahora era el nuestro y que ella ya nos llamará su familia. Yo no podía sentirme más feliz, aunque quizás pegaría un grito de alegría si Isabel decidiera dormir junto a mí. Claro que eso tardaría en ocurrir, no me quedaba la menor duda. Ahora solo podía verla, sentada en su escritorio y muy concentrada en su tarea, entonces se me ocurrió una buena idea. Tomé un pedazo de hoja de papel y escribí en él “te quiero <3”, lo hice bolita y lo avente hasta donde ella estaba, lo tomó y lo abrió, entonces vi cómo se apenaba muchísimo y colocaba el papel a un lado pero todavía entre sus manos. Me encantaba verla así de sonrojada y que aceptara mis muestras de cariño tan repentinas, quisiera que alguna vez ella lo hiciera también, aunque entendía que por ahora no podía presionarla mucho, Valeria todavía seguía en su memoria… rayos.

 

Yo no tenía tanta tarea, e incluso pospuse hacer una de ellas porque ya me había aburrido, para cuando me di cuenta, Isabel también había terminado y ahora se estaba poniendo crema en las manos y se sobaba las muñecas, quizás había escrito mucho.  Ambas bajamos con los niños, que ya estaban con sus abuelos jugando en la sala, al parecer habían encontrado unas máscaras de Halloween y se perseguían entre ellos, queriendo asustar a sus abuelos, que tenían que fingir que de verdad se asustaban.

 

-¿Quién quiere poner la ofrenda?-pregunto Isabel justo cuando los niños ya estaban uno sobre el otro

-¡Yo!-los dos corrieron hacia la mesa, donde ya estaban las cosas

 

Vi que mis suegros iban a una de las esquinas de la sala y ponían una mesa de plástico, cubierta con manteles blancos. Me pidieron que subiera a su cuarto y bajara unas cajas de zapatos vacías, varias de preferencia. Al bajar, ya estaban todos en la mesa con alimentos, veladoras, pan y muchas cosas más. Esperándome para forrar las cajas, al parecer la familia de Isabel suele poner el altar tradicional para estas fechas, uno de tres pisos. Incluso ahí ya estaba Héctor, casi ya no lo veíamos en casa, estaba más con su novia; lo curioso es que siempre que veía a ambos hermanos, nunca podía encontrarles mucho parecido, Isabel y Héctor eran muy diferentes físicamente, obvio hasta en la estatura, Héctor era más alto casi por dos cabezas. Y tampoco eran el tipo de hermanos que siempre se abrazan o hacen cosas juntos, ambos rara vez salían pero cuando estaban juntos, eran muy divertidos y se llevaban rudo. Me sentía aún más en casa al verlos a todos ellos reunidos, con los niños ansiosos por empezar.

 

Lo primero fue que entre todos forramos las cajas de color negro y colocamos cierto peso dentro de ellas. Después los niños junto con sus abuelos se fueron a la mesa que recién se había colocado y pusieron las cajas encima, haciendo un altar de 3 pisos. Después pusieron papel picado encima y colgando de las cajas, dándole un bonito color a toda la sala, Isabel igual tomo los papeles más grandes y fue a ponerlos en las paredes, pegándolos con silicón porque con la cinta adhesiva se caían con el peso.

 

-¿Por qué se pone de tres pisos?-le pregunte a Héctor, mientras los dos íbamos acomodando todo lo que íbamos a poner en la ofrenda

-Creo que tiene que ver con el cielo, la tierra y el infierno… aunque no estoy muy seguro, pero sé que el altar original debe de llevar 7 pisos.

-¿Por qué tantos?

-Algo con la religión, pero de las comunidades indígenas de México

-Ah ¿Y siempre han puesto ustedes altares grandes?

-A veces, esta vez fue por los niños, mis padres querían poner la ofrenda con ellos. ¿Y en tu casa ponen ofrenda?

-Casi no, una pequeña ofrenda en el comedor pero nada más, algunos años sí las hemos puesto grandes.

-Es mi festejo favorito del año

-¿Más que la Navidad?

-Definitivamente, las ofrendas siempre me han gustado

 

Los dos sonreímos y seguimos sacando cosas, esperando a que los niños ya vinieran a decirnos que el altar estaba listo para colocar todo encima. Isabel seguía batallando con colocar el papel picado en las paredes, la pistola de silicón no era tan larga, así que tuvo que ir a buscar una extensión para poder seguirlo poniendo en toda la sala. Cada vez que veía todo, me estaba gustando más, las paredes ahora estaban llenas de diseños de día de muertos, colores morado, verde, azul, amarillo, rojo, naranja, rosa, etc daban vida a la sala, no piensen que por ser día de muertos, es una fecha de tristeza o cosas así, para nada, aquí se recibe a los muertos, a todos los muertos (no sólo los de la familia) y se convive con ellos (si así se podría decir) durante tres días. Aunque estábamos en 28 de octubre del 2015 y las ofrendas comienzan a colocarse desde días antes, las fechas de verdad de festejo son los días 31 de octubre (cuando llegan las almas de los niños fallecidos), el 1 de noviembre (llegan los adultos) y el 2 de noviembre (llega el ánima sola, o sea, son los muertos que ya no tienen una casa específica a donde llegar).

 

-Mamá, vamos a poner la ofrenda-Dany se acercó conmigo y entre sus manitas, agarro las calaveritas de azúcar y se fue corriendo con sus abuelos, Merak venía detrás de él con un pan de muerto en cada mano

 

Me acerque a todos ellos, cargando las veladoras y Héctor que traía la fruta. Pronto cada uno de nosotros iba trayendo cosas para la ofrenda (Isabel seguía luchando por colocar el papel picado en la pared). Lo primero, fue colocar el primer piso y el segundo, en ambos pusimos primero toda la fruta y comida, al parecer en la familia de Isabel habían fallecido niños antes, el hermano de su mamá (nació muerto) y un sobrino del papá de Isabel, así que se puso ofrenda para ellos además de otras almas de niños que pudieran llegar, colocamos chocolate en sus empaques y varios dulces más, como caramelos, paletas y dulces picantes. Luego pusimos el pan de muerto en ambos pisos, todo cubierto con plástico por si algún insecto quisiera acercarse.

 

La creencia es que a pesar de que llegan los muertos, obviamente ellos no se pueden llevar la comida ni comerla, en su lugar se llevan el olor y a veces se dice que hasta el sabor de la comida, porque una vez que se acaba el festejo, todos los vivos podemos tomar lo que queramos de la ofrenda y comerlo o repartirlo con los demás. Incluso se dice que hasta el agua sabe diferente.

 

Después pusimos más cosas, como el tequila, cigarros, aguardientes y otros tipos de panes, porque mientras no empezaran los festejos formalmente, podíamos dejar esos alimentos y bebidas ahí, que eran realmente para los adultos y las ánimas solas, de los adultos, sabía que el abuelo paterno de Isabel también ya llevaba muchos años muerto, igual que uno de sus tíos que falleció hace dos años, además de la familia de hace varias generaciones. Igual por compartir casa ahora conmigo, también podía pensar que mi familia también iba a venir, como la mamá de mi papá, otras dos tías y un primo mayor, me asegure de dejarles las bebidas que más les gustaba, incluso ya para las fechas fuertes, les iba a poner una cerveza y jugos por ahí.

 

Luego colocamos muchos vasos con agua (para que los muertos beban cuando lleguen), veladoras y dos grandes cirios en las esquinas del altar (el elemento fuego, para que los iluminen), las calaveras de azúcar y de chocolate, a las de azúcar les colocamos en la frente los nombres de a quienes estaban dedicadas, además de nuestras propias calaveras, las de Dany y Tomy eran del mismo color; algunas figuras de la Catrina igual estaban en ambos pisos y una hasta el tercero. También planeábamos poner más comida, como mole, tamales pero ninguno iba a aguantar tanto tiempo sin estar en refrigeración, así que esos los íbamos a poner hasta el domingo. Ya en el tercer piso, colocamos imágenes religiosas católicas, una cruz y las fotos de todos los difuntos de la familia a quienes estaba dedicada la ofrenda, incluso yo había mandado a imprimir fotos de mi familia y los niños me ayudaron a ponerlas, los cargábamos y ellos ponían la foto hasta arriba, justo al lado de la cruz.

 

-¡Quedó muy bonita!-gritaban los niños una y otra vez.

 

Yo les tome muchas fotos a lado de la ofrenda, e incluso las subí a Instagram, claro que recibí muchos likes y la primera en comentar fue Susana, diciendo que había quedado hermosa la ofrenda; una de esas fotos se quedó como mi fondo de pantalla, una donde estábamos Isabel y yo, con los niños sentados en nuestras piernas y el altar detrás de nosotras. Pero todavía faltaba un elemento de la ofrenda muy importante

 

-¡Las flores!-los niños corrieron por las flores de Cempasúchil y las traían a cuestas.

 

Las que habíamos comprado en macetas, las dejamos a los costados de la ofrenda; las que estaban en ramos, fuimos quitando los tallos y sólo nos quedamos con las flores, entonces los niños hicieron una cruz frente a la ofrenda y junto con Isabel, los tres hicieron un camino con las flores hasta el patio y todavía un poco más allá en el jardín, la creencia es que estas flores sirven de guía a los muertos para encontrar el altar, además de que sólo se dan en esta época del año.

 

-¿Les gustó?-Isabel se colocó a lado de los niños, abrazándolos

-¡Es la mejor del mundo!-gritó Merak

-¡Y nosotros ayudamos!-Dubhe se colgó del cuello de Isabel

 

Ellos no dejaban de correr alrededor de la ofrenda, les gustaba verla tan grande, después de todo, con sus cabezas apenas llegaban al inicio del primer altar pero desde la distancia, podían verla completa.

 

-¿Y no se pierden los muertos cuando vienen a la casa?-preguntaba Dany, encima de las piernas de Isabel

-No, para eso son las flores-ella le revolvía el cabello

-¿Y si es de noche?-Tomy no dejaba de subirse a su espalda

-Las velas y cirios los van a ayudar-yo les respondí

-Oh, genial

 

Isabel también tomó fotos de la ofrenda y las subió a su perfil de Facebook, Katia fue la primera en comentar y hasta le llamo a ella para hablar de cómo había estado este show, después los niños estaban tan ansiosos por hablar con ella, que tomaron el celular de Isabel y hablaron con Katia como por diez minutos, la tenían en altavoz y podía escuchar cómo le decían todo lo que habían hecho para la ofrenda y de que estaban muy felices, Katia reía con ellos y los felicitaba constantemente, ella no era mala ni mucho menos, hasta eso ya me agradaba mucho más como la nueva mejor amiga de Isabel, además de que los niños la adoraban.

 

Después de la llamada, los niños empezaron a jugar a las luchitas con Isabel, trataban de tirarla al suelo y ella los cargaba como costales, haciéndolos girar, por fortuna estaban en el jardín así que no pasó nada grave. Yo me quedaba en la puerta del jardín, viéndolos jugar así, en realidad a mí nunca me gustó hacer con ninguno de mis primos o alguien de la familia, eso de jugar a pegarse y demás, no me gustaba. Pero ver a mi familia así, me hacía sentir feliz y querer unirme. Yo les sonreía como nunca e Isabel se dio cuenta. Ella le dijo algo a los niños a la oreja y los dos corrieron hacía mí con mucha emoción y se me fueron encima, claro que no me dio tiempo de detenerlos y los tres caímos al pasto, me estaban haciendo cosquillas y yo en serio las odiaba, pero por ellos podía hacer una excepción. Los agarre a besos a los dos y les hacía peinados divertidos, después de todo, su cabello siempre eran muy dócil y se peinaban con facilidad, igual que el mío, hasta el mismo color teníamos.

 

Lo curioso fue que más tarde, los niños salieron con un pan de muerto en un plato y lo dejaron en el jardín, para cuando volvieron les pregunte qué estaban haciendo, se miraron entre los dos y dijeron que se lo habían dejado a los pájaros, salí y ya había un gorrión curioso cerca, después de todo era pan.

 

*

 

-Cuando se vayan a dormir, apagan la luz y los cirios, por favor

 

Me dijo mi mamá mientras ella y mi papá cargaban a los niños que ya estaban dormidos, después de haber puesto la ofrenda y jugar un rato, se habían quedado dormidos y ya era su hora de dormir, ellos los llevaron hasta nuestro cuarto, en lo que Beatriz y yo nos quedábamos en la sala, aunque igual ella ya estaba dormida, se había quedado dormida encima de mí mientras yo leía un poco, ahora no me la podía quitar de encima aunque tampoco era algo que me molestará. La coloque de forma que su cabeza estuviera en mi hombro y aproveche para recargar mi cabeza contra la suya, no era tan incómodo estar leyendo así. Ya eran las diez de la noche y dentro de poco tendríamos que subir al cuarto, los niños quizás se despertarían y verían que nosotras no estábamos ahí.

 

Me di cuenta que aun con mi libro en la mano, llevaba ya varios minutos sin leer, estaba disfrutando de la presencia de Beatriz a mi lado, su aroma a lavanda, decía que era su favorito ya que el color de la flor, era casi el mismo que el de sus ojos, una semejanza bastante agradable, si me preguntan. Me encantaba recargarme sobre su cabello y oler su aroma, embriagante. Le di un beso en el cabello y traté de concentrarme en libro que Beatriz me había prestado, ella en su clase de filosofía y ética de la ciencia, lo había tenido que leer para aprender el origen de cada una de las ciencias tanto sociales, como exactas, además de las humanidades y salud humana, el libro se titulaba “Lecciones preliminares de filosofía” por Manuel García Morente. Estaba tan bien escrito, que parecía estar en una clase de filosofía, nada difícil de entender y justo empezaba, discutiendo un poco la palabra filosofía, después se concentraba en el origen de todos esos temas, la filosofía inicialmente estudiaba el todo, de ahí que antiguos pensadores fueran filósofos, químicos, físicos o artistas a la vez, pero desde hace varios siglos que eso no se hace…

 

-Y precisamente porque la filosofía antes se dedicaba a estudiar el todo, pero se fue fragmentando en todas las escuelas del conocimiento-Beatriz me decía cuando me habló de su clase y de lo mucho que le había gustado el libro-ahora ya no puedes ser filósofo y médico al mismo tiempo, qué horror

-Pero existe la psiquiatría-le respondía yo para hacer la conversación todavía más larga e interesante para las dos

-Claro, pero no como en tiempos de los griegos o franceses de la época medieval, todavía ellos lo aplicaban. Se han perdido los valores

-¿Y por qué les pusieron ese libro?

-¿Por qué? Muy sencillo Isabel, ponte a pensar… carreras como biología, matemáticas, física, etc… todas vienen de la filosofía, pero en algún momento se dieron cuenta de que sus propios objetos de estudio, eran tan especiales y difíciles de entender, que los fueron desmembrando de las demás ciencias y sólo estudiaban lo que les interesaban. De esta nueva problemática surgen…

-Las carreras transdisciplinarias e interdisciplinarias-respondí

-¡Exacto! Porque lo que queremos, es volver a estudiar el todo, ver las interacciones que tienen con otras ciencias no sólo exactas, también con las sociales, no puedes tratar por ejemplo, un problema de contaminación del agua, sin ver que hay comunidades de humanos y otros seres vivos involucrados. Aunque eso es muy difícil de estudiar

-Sí-le respondí-muchos darían el grito en cielo si les dices que quieres estudiar todo eso al mismo tiempo

-“Es muy complicado, por eso nos separamos entre carreras diferentes”-ella imitaba a otros profesores

-Pero es un crimen desnaturalizar a algo y verlo como un ente aparte y sin interacción con otras cosas-dije yo divertida.

 

Y sí, si uno se ponía a pensar más las cosas, ese era el problema de muchos temas, principalmente ambientales, pensar que todo funciona por separado, hasta imaginar que el agua es un recurso renovable (por supuesto que lo es, pero a largo plazo… de cientos de años) era un crimen, de ahí que surjan cosas como la economía ecológica, las ciencias ambientales, estudios sobre comunidades indígenas, etc muchas más carreas de ese estilo, que sí es un reto tratar de volver a unir todo, pero ha dado más resultados que sólo estudiar cosas por separado, ¿pues de dónde creen que vienen palabras como desarrollo sustentable?

 

Tener conversaciones así con Beatriz, era de mis más grandes placeres, porque ella estaba llena de sorpresas y opiniones, además era muy ruda con lo que pensaba y aunque había veces en las que no estaba de acuerdo con ella, cuando de verdad yo pensaba que ella estaba bien, aplaudía cualquier cosa que ella tuviera que decir. Sonreí al verla y cambie de página, al tiempo en que le acariciaba el cabello y ella se pegaba más hacía mí, al parecer tenía frío, así que nos acerqué una manta y creo que, en algún momento, me quede dormida con ella.

 

*

 

Por fin hoy iba a conocer a la familia de Beatriz, y al parecer iban a venir muchos familiares, todos entrabamos y salíamos de la casa, trayendo cosas al jardín, habían mandado a traer unas dos mesas para 8 personas cada una, así que tendría que estar con una gran cantidad de personas que no conocía, ojalá que no fueran aburridos o irritantes. En la noche anterior, trate de preguntarle a Isabel acerca de su familia, pero ella no quiso hablar mucho de eso, que los conocería el domingo y ya… quizás ella no se llevaba bien con su familia, ni idea.

 

Ayude a los niños a traer los manteles y los colocamos en las mesas, mientras Isabel y su hermano traían las hieleras con refrescos y cervezas dentro, mis suegros estaban terminando de preparar la comida y salían a dejarla ya cubierta y lista a las mesas. Por fortuna no hacía mucho viento y las servilletas no salieron volando, coloque todo en su lugar y ya sólo faltaba que fueran llegado estas personas. No pasó mucho tiempo antes de que escuchara el timbre de la casa, todos nos miramos un poco asustados pero ya teníamos un plan establecido, así que Isabel, los niños y yo regresamos a la casa y nos quedamos en la sala, esperando.

 

-Son mis tíos-dijo Isabel, que se había acercado a la ventana y se asomaba por la cortina-es mi tía Laura, su esposo y mis tres primos

-¿Cuántos más faltan?-le pregunte nerviosa

-Varios

 

En otra media hora, fueron llegando todavía más personas y es que hoy, todos habían acordado que iban a salir a pedir calaverita con todos los niños (En México, pedir calaverita es ir disfrazado a los comercios y pedir dulces, algo como el dulce o truco de EUA, pero sin eso), el punto de reunión era la casa de la familia de Isabel, pero también les habían dicho que teníamos una importante noticia para ellos, Isabel fue la que se encargó de invitarlos a todos, y desde la sala podía escuchar como afuera preguntaban por ella

 

-¿Ya podemos salir, mami?-los niños le preguntaban a ella

-No, todavía faltan

-¿Quiénes faltan?-pregunte ya irritada, quería salir cuanto antes

-Mi abuela, la mamá de mi papá. Lo que pasa es que uno de mis tíos fue por ella, como vive sola, luego no consigue cómo trasladarse fácilmente

 

A los diez minutos, volvió a abrirse el zaguán y desde ahí, vi cómo una señora mayor entraba sostenida por un bastón, acompañada de un señor de bigote y algo gordo, del otro lado iba el papá de Isabel, ambos tomando a la señora entre sus manos, ellos dos debían de ser sus hijos a fuerzas. Mire hacia el patio y había ya fácil 20 personas o más ahí. Me sentía nerviosa pero ya quería acabar con esto cuanto antes.

 

-Ya hay que salir-le dije a Isabel, que seguía parada a lado de la puerta de la casa

-Espera-me dijo tranquilamente-deja que todos se sienten

 

Y sí, casi en el momento en el que la señora tomo su lugar en la mesa, todos fueron a saludarla y fueron ocupando asientos, mientras los papás de Isabel y Héctor les servían agua, refrescos o bebidas alcohólicas. Escuche que empezaban a preguntar por Isabel, de inmediato una señora dijo que seguramente ella no estaba en casa y que había salido con su novia, Valeria. Me enoje

 

-No, mamá-dijo una chica-recuerda que ya rompieron

-¿Y cuándo pasó eso?

-Ya tiene varias semanas

-Ah, ¿entonces se consiguió a otra?

 

Si de por sí yo ya estaba enojada, con ese comentario todavía me puse peor. Sentía cómo Isabel me tomaba de la muñeca y trataba de calmarme, negando con la cabeza de que era inútil mi enojo.

 

-De hecho, ella está aquí-dijo con voz irritada Miriam, la mamá de Isabel

-¿Y por qué no ha venido a saludarnos?-la señora mayor habló, agarrando fuerte su bastón y con voz demandante

-Tiene algo importante qué decirles-respondió Héctor-por favor, todos cállense y déjenla hablar.

-¿Y ahora qué hizo esta vez?-preguntó el tío gordo

 

Comencé a darme cuenta, de que la familia de Isabel en general era ruda con ella, o al menos por lo que decían me podía dar cuenta, tenían un tono de voz muy fuerte y cuando se referían a Isabel, o lo hacían con decepción o con exigencia. Jamás imaginé que eso podía pasarle a ella, la imaginaba con la vida perfecta desde siempre, pero después me di cuenta de que no había nada más erróneo que eso. Isabel se dio cuenta de mi preocupación y me tomó de la mano.

 

-Salgan conmigo-nos dijo a los tres-si algo pasa, yo los protegeré. No dejes que te provoquen-lo dijo directo hacia mí-trata de controlarte

-Ni mierdas que me voy a controlar-dije ya irritada, me di cuenta de la grosería que dije y afortunadamente los niños no me escucharon-si te hacen algo, o nos dice algo, se las van a ver conmigo

-Ey, son mi familia-dijo ella un poco divertida

-Igual, la familia no se dedica a criticarte-le dije refiriéndome a lo que ya había escuchado. Ella me sonrió cálidamente y me dio un beso en la frente

-Gracias

 

Me tomó de la mano y salimos de la casa con los niños detrás de nosotras. Isabel fue la primera en dejarse ver y yo me coloqué a su lado, me di cuenta de que los niños habían corrido con Héctor y aunque no se veían aterrados, sí estaban nerviosos, la familia de Isabel tenía su mirada sobre nosotras y ahí los contemple mejor, entre ellos guardaban bastantes semejanzas físicas.

 

-Hola-dijo Isabel tranquilamente-colocándose entre las dos mesas-perdonen si no vine a saludarlos antes, pero estaba esperando a que todos ustedes llegaran

-Ven a saludarme, hijita-dijo una señora mayor, intuí que sería la otra abuela de Isabel.

 

Ella obedeció y se acercó a saludar primero a todas las personas mayores que ya estaban ahí, en general se saludaron como si nada, pero felices de verse, diciéndole lo mucho que Isabel había cambiado. “Te ves más tranquila, ¿ya pasaron tus exámenes?” escuché decirle una de sus abuelas a ella, la abrazaban mucho. Yo me concentré en ver a los niños, que estaban con Héctor, tomándolo de la mano. Obviamente también me di cuenta de que yo estaba siendo observada por el resto de la familia, me quede ahí parada con mi cara de pocos amigos, esperando a que Isabel se pusiera a mi lado de nuevo y presentarme, aunque de haber dependido de mí, ya me hubiera presentado y dejado todo en claro.

 

-Familia, hay unas personas que quiero presentarles-Isabel regresó conmigo y vio a los niños con su hermano, los dejó estar ahí para presentarme a mí primero-ella es Beatriz Nirmala. Beatriz, ellos son mi familia

 

Me empezó a señalar a cada uno y tuve que aguantar todas las dichosas presentaciones, la primera era una mujer bastante parecida a la señora Miriam, de no ser por una pequeña cicatriz en la mejilla y de que se veía mucho más grande.

 

-Es mi tía Anais, la hermana mayor de mi mamá. Y ellos son su esposo-otro señor bonachón y algo canoso-y mis primos mayores, Carlos y Fernando-toda la familia aquella me saludo y trataron de sonreírme, aunque sentí las miradas de coqueteo de los dos primos, qué pesados

 

Ahora venía la presentación de otra familia, de nuevo, la señora con la misma cara de Miriam, pero más joven esta vez.

 

-Cómo te habrás dado cuenta, ella es la hermana menor de mi mamá, Julieta. Y ella es mi prima mayor, Sofía

-Hola, mucho gusto-trate de decir tan cortésmente como me fuera posible. Después de todo, la señora era la que había hecho esas preguntas tan incomodas hace un rato y la hija, fue la chica que le había aclarado que Isabel ya no estaba con Valeria.

 

De nuevo, más familia, siguieron los tíos y tías, por parte del señor Tomás, el papá de Isabel. Él tenía más hermanos/as que su esposa, además de que de ese lado de la familia, Isabel tenía primos mucho más jóvenes que ella, incluso un bebé de 2 años era su primo. Y los tíos/as sí estaban gordos, o al menos en su mayoría, en general no tengo nada contra las personas con sobre peso, aunque ya me podía dar una idea de las cosas que comían, lo que sí me desagradaba un poco. En fin, fui amable con ellos y ahora sólo quedaban las abuelas.

 

Como el papá del papá de Isabel ya había fallecido tiempo atrás, pues a él sería el único al que no iba a conocer, pero los otros tres abuelos sí. La mamá del señor Tomás, ya se veía con muchos años encima pero que todavía tenía la suficiente fuerza como para otros 20 años de vida más, me saludo pero sólo con una reverencia, no me quiso dar la mano, en su lugar tomó su bastón entre sus manos y se agarró fuerte de él, como queriendo imponerse. Después salude a los otros abuelos, los papás de Miriam, el señor era ya calvo y delgado, pero con un semblante tranquilo, en similitud, su esposa se veía serena y daba el aire de ser una mujer decidida y fuerte, me dio la mano y sentir su suave piel contra la mía, me gustó. Pronto comencé a ver las semejanzas entre Isabel y su familia y de ambos había sacado casi 50/50, aunque los ojos y color de piel eran más por parte de su mamá, el resto eran por parte de Tomás y su familia.

 

Todos me veían con atención y tenía una ligera idea de a qué se debía, podía ser por mis características físicas, o bien, porque en todo este rato no había soltado a Isabel de la mano o del brazo, muchos no se veían complacidos pero igual no lo comentaban.

 

-¿Y ella qué es de ti?-escuche que uno de sus primos mayores le preguntaba

-¿Tu nueva novia? ¿Los niños son sus hermanos?-preguntó la otra chica, hija de la señora irritante.

-Esposa-dije al final, ya lista para soltarlo todo. Hasta mis suegros e Isabel se me quedaron viendo aterrorizados, quizás había dicho algo indebido o sólo dije la verdad seca y rápidamente.

-¿Qué cosa?-preguntó una de las tías.

-Soy su esposa-me aferre al brazo de Isabel

 

Muchos sí se veían contrariados, no entendían lo que pasaba, las abuelas fueron las primeras en hacer muchas preguntas y comentarios, pero ninguno incluía alguna felicitación o eran amables, en general, estaban más preocupados de ver de dónde venía yo y cómo le había hecho Isabel para atraparme… cómo si fuera antinatural que ella y yo estuviéramos juntas. Si me había cambiado por Valeria y otras cosas, estas personas no eran nada amables e Isabel sólo se quedaba callada, fría… cómo si no supiera qué hacer, estaba hasta temblando.

 

En el tiempo que yo llevaba con ella, aprendí a ver las cosas más allá de sólo lo evidente y sacar otras conclusiones a partir de la situación, adelantarme también… era algo en lo que Isabel era muy buena y a veces ella me felicitaba cuando me salían bien mis observaciones, pero ahora las cosas eran un poco diferentes. Tenía que observar mucho mejor a su familia, los adultos estaban alterados y aunque ocasionalmente decían que yo sí era muy bonita, básicamente no dejaban de preguntarse de dónde Isabel me había sacado, lo que opinaba mi familia, si ella no se aprovechaba económicamente de mí, etc. Mis suegros incluso sacaron a todos los niños de ahí y Héctor se llevó a nuestros hijos con ellos, dentro de la casa. Entonces me di cuenta de que Isabel se ponía más tensa pero esta vez, en su rostro había enojo, coraje e ira.

 

-¡Están entendiendo mal las cosas!-ella alzó la voz y dio un paso hacia adelante, plantándose frente a su familia.

-Pues explícanos-de nuevo la tía molesta usaba su tonito de demanda.

-Ella y yo no somos pareja

-Pero dice que es tu esposa

-Sí… y no

-¿Ahora en qué te has metido, Isabel?-una de las abuelas se sostenía de su bastón y se ponía la mano en la frente en señal de decepción.

 

Entendí que su familia no se enorgullecía de ella, al contrario… parecía que, por sus preferencias sexuales, ella ya era la oveja negra de la familia, sabían de todos los éxitos académicos de Isabel, que era muy inteligente y bonita, además de responsable y que siempre se esforzaba mucho en todo, pero al momento de ver con quién estaba saliendo, ahí se venía todo eso para abajo, su familia estaba totalmente en contra de que saliera con una mujer. Ella trataba de explicar la relación que teníamos, pero en ese momento, decir que unos niños del futuro vinieron, dijeron que eran nuestros hijos y les creímos… así en breve, era hasta demente la idea e Isabel se había dado cuenta, trataba de dar explicaciones. Estaba a punto de intervenir y lista para asesinar con mis palabras a cualquiera que siguiera haciéndola menos, cuando me jalaron del brazo hacia otra parte del jardín, lejos de ese rebane (ajetreo).

 

-¿Pero qué haces?-le pregunte a Héctor que me había jalado

-Tranquila-me dijo en voz baja-deja que mi hermana se encargue

-¿De verdad vas a permitir que le estén haciendo todo eso mientras está sola?-pregunte indignada

-A mí también me molesta lo que le están haciendo, pero Isabel tiene que hacerles frente sola

-¿Por qué? Me tiene a mí ahora, soy su esposa.

-No has entendido-me dijo dándome un golpecito en la nariz, que me dolió

-¿Entender qué? ¿Y mis hijos?

-Están con mis primos en la casa, tratando de jugar y no escuchar lo que está pasando aquí. Mis papás también quieren intervenir, pero también piensan que no debemos de hacerlo

-¿Por qué no?

-Mira… Desde que Isabel salió del closet, no le fue tan bien con eso, como siempre había sido un ejemplo a seguir por todos en la familia, la niña perfecta, pues ella pensaba que decir que le gustaban las mujeres no iba a cambiar nada… y en una familia perfecta, realmente no debería de haber sido así, pero fue todo lo contrario aquí, se armó todo un revuelo, creo que mis abuelas hasta lloraron, pensando que la familia había hecho algo malo, que dejarla a ella ser el príncipe en todos los juegos había sido un error, que mis papás la consintieran tanto… lo mismo, que lo homosexual lo había adquirido

-Pero eso no se aprende, ya nacemos siendo así-dije aún más irritada

-Trata de explicárselo a una familia de mente cerrada, con pocos miembros que recibieron educación hasta la Universidad, incluso a mis papás les costó mucho tiempo aceptar a mi hermana, hasta a mí se me hizo raro por un tiempo, pero es mi hermana… es de la familia, ¿cómo no aceptarla? Mis papás y yo nos hicimos a la idea y lo superamos, pero estos no…

-¿Entonces?

-Cada vez que veían a Isabel, al principio ni le hablaban, como un castigo… esperando que se arrepintieran de sus gustos, pero sólo los adultos hacían eso, los niños no… ellos seguían viendo a Isabel como alguien increíble y fuera de este mundo, ella era alguien que todo el mundo podía desear ser. En fin, al final se dieron cuenta de que ella no iba a cambiar sus gustos y trataron de vivir con eso, pero cuando se enteraron que Isabel había estado enamorada de Valeria desde siempre, sus opiniones cambiaron de nuevo… ahora le echaban la culpa a ella e incluso una vez le pidieron que dejara de ver a mi hermana, claro que eso a Valeria la destrozó e hizo caso de eso… fue el tiempo en que Isabel se le declaró por primera vez y ella se alejó…

 

Yo no podía creer lo que él me decía, ¿de verdad existían familias tan locas como esas? Que espantó, con razón Isabel estaba tan aterrada.

 

-¿Y luego?

-Pues, cuando Isabel empezó a tener varias novias, obvio que no las llevaba a casa ni a reuniones familiares, pero siempre se aseguraba de hacerle saber a toda la familia, que ya tenía una novia, les decía su nombre y que la quería… La familia tenía que aceptar eso, en general no tenían problemas si sólo era escuchar todas esas noticias, pero luego vino Katia, ella era una novia… única, ayudo mucho a mi hermana y hasta llegué a pensar que esas dos terminarían juntas al final de sus vidas, Katia siempre apoyó a mi hermana e incluso fue la primera novia en convivir con estos locos, al principio le costó un poco pero la toleraban y mientras Isabel y ella no demostraran tantas muestras de cariño, la familia no decía nada… Pero bueno, Katia terminó con mi hermana de repente y luego vino Valeria, a quien lo le fue muy bien con la familia de nuevo… ahora decían que era la responsable de que mi hermana y Katia terminaran, totalmente falso pero igual no creyeron en eso.

 

Mire de reojo a Isabel, que seguía ahí discutiendo con su familia, al parecer ya estaba hablando de todo eso del futuro y la familia la miraba escéptica, estaba a punto de salir en su ayuda, cuando de nuevo Héctor me jaló de la mano y no me dejó ir.

 

-Tengo que estar con ella-le dije desafiante

-Ya van a ir ellos

 

Vi como mis suegros iban saliendo de la casa en socorro de su hija, aunque su familia seguía en sus lugares, ella no podía sola en tal desventaja y con una historia para manicomio, a pesar de ser verdad. Cerré los puños con fuerza.

 

-Antes de que te deje ir con ellos, primero tengo que terminar la historia

-¿De qué me sirve?-pregunte muy enojada

-Para entender… Tú eres muy dada a la acción sin saber luego por qué lo haces o si lo que vas a hacer es correcto, así que antes de que te lances a la batalla, déjame terminar de contar la historia, aun así estoy segura que vas a salir en ayuda de mi hermana, pero entendiendo lo que ella tuvo que pasar y que en esta ocasión de nuevo es diferente…

-¿Por qué?

-Porque ella está ahí parada, sola… pero por ti y los niños, algo que no había hecho con tanta valentía antes, sabiendo que lo que está diciendo es como para que la tiren de a loca. ¿Ya me vas a dejar continuar?

-Pero rápido

-Ok, ok… Ahora te toca saber por qué ellos estaban haciendo todas esas preguntas tan raras desde que dijiste que eras su esposa. Veras, las novias de mi hermana siempre fueron el típico estereotipo de chicas lesbianas hermosas, altas, delgadas, cabello largo y sedoso, pero con camisas, gorros, playeras, pantalones, etc… un estereotipo bastante marcado y que mi familia tampoco aprobaba del todo, en fin… tú no encajas en ese estereotipo, ni mi hermana en la mayor parte del tiempo, ella rara vez se viste así, tú mucho menos, además que de todas eres la más bonita y por completo diferente, cualquiera al verte diría que eres de una clase social muy alta; por si fuera poco, mi familia opina que esas relaciones nunca duran… y si sucede, es por dinero

-¿Entonces pensaban que ella está conmigo por mi dinero?-comencé a enojarme todavía más

-Podría ser, la verdad es que todos están tan locos, que ni idea de qué piensen, es lo que más se me ocurre a mí. Les cuesta mucho trabajo aprender que el amor no es sólo entre heterosexuales. Isabel también por eso es tan buena en lo que hace, porque de cierta forma piensa que entre mejor sea, así se va a compensar más esa desaprobación que le tiene la familia por simplemente gustarle las mujeres.

-¡Que estupidez!

-¿Tú qué hubieras hecho en su lugar?

-Defenderme y dejar en claro todo, por supuesto.

-Sí, pero porque tú e Isabel tuvieron infancias diferentes, tú te diste cuenta de que te gustaban las mujeres hasta que conociste a mi hermana, ya en la Universidad. Ella desde niña prácticamente, en una familia ultrareligiosa y poco tolerante de lo nuevo… totalmente diferente a ti, si te das cuenta. Ahora entiéndela más-me volvió a dar otro golpe en la nariz-entiende que te estás metiendo a la boca del lobo.

-Ya, lo haré

-Siempre supe que tú nunca entendías ni por una pizca a mi hermana, en ella sólo veías a alguien muy bonita, responsable, llegaste aquí y la viste diferente, pero igual de increíble, bueno… aquí están más detalles que no sabías de ella, no tiene la vida perfecta ni una familia que la apoya al cien por ciento, ¿por qué crees que todo prefiere hacerlo sola? Por eso mismo, la ayuda es algo que rara vez se le haya brindado… no todos tenemos una abuela como la tuya-él me sonrió algo triste-pero no mal pienses, también quiero a mis abuelas y ellas a nosotros, sólo que trata de cambiar un pensamiento arraigado por más de 50 años… y el de sus hijos, peor.

 

Héctor tenía razón, siendo sincera… la Isabel que me gustaba desde que la vi por primera vez, era muy diferente a la que estaba ahí enfrentándose a su familia. Me gustaba una Isabel inteligente, seria, responsable, que nunca tomó importancia de mi existencia a pesar de mi mala fama en la Universidad; pero ahora, la Isabel que había llegado a conocer, la que pocos veían, de quien recién sabía parte de su vida… ella era a la que ahora deseaba, era como si antes sólo hubiera estado de una imagen y ahora tuviera al artista frente a mí, al desastre de persona que era ella y a la vez, la más intrépida e increíble, ¿cómo no amarla a ella?

 

NOTA DE LA AUTORA: este era uno de los puntos de mi historia que tanto ansiaba tocar, el momento en que Beatriz se da cuenta de que Isabel es muy diferente a lo que ella esperaba, y aun así, decide quedarse con ella… Eso para mí es amor, ver más allá de lo que cada persona deja ver a simple vista, ver que está hecha un desastre o que es increíble, y decidir quedarte. Estar enamorado, para mí es aceptar todo el paquete que la otra persona es… todo lo malo y lo bueno, aun si hay más cosas malas que buenas o viceversa :3

 

Le sonreí confiada a Héctor y salí con mi familia, a apoyar a mi esposa. Ahí estaba ella, con sus papás a un lado y las cosas que habían traído los niños, ellos seguían dentro de la casa, esperando a que les pidiéramos salir. La familia los veía bastante escépticos y hasta enojados, como si esto fueran una broma de muy mal gusto.

 

-Hasta que te apareces-me dijo con desprecio la tía desagradable.

 

Yo la mire desafiante y claro, la asuste y cambio su mirada a una más serena. Me puse a lado de Isabel y le dije que sentía la tardanza, pero que ya estaba aquí para ayudarle, ella me sonrió y me tomó de la mano, ahora ella se veía mucho más segura y con la misma mirada de siempre, la de la Isabel a la que todo le sale bien y siempre triunfa.

 

-¿Y ustedes creyeron todo esto a la primera?-pregunto el hermano de mi suegro

-A nosotros nos costó algo de trabajo-respondió Miriam-estuvimos hablando con Dany por horas, cuando nos quedó claro, le pedimos a Isabel que bajara, a ella no le costó tanto creerlo… aunque se desmayó un par de veces, pero al final del día, ella ya estaba convencida.

-¿Y a ti?-me preguntó la abuela, la mamá del papá del señor Tomás.

-Yo le creí a Merak tan pronto y me presentó las pruebas de que decía la verdad-dije muy segura-además de que ambos niños son idénticos a mí.

-Lo que los hace de tu familia y no de la nuestra, a pesar de que digas que tú e Isa son pareja-habló otro tío. ¡Era el colmo! ¡¿Quién se creía este pendejo cómo para decir eso?!

-¡Tío!-Isabel alzó la voz como nunca lo había hecho, ahora sí ella estaba furiosa-¡Ellos son tan hijos míos como lo son de ella! ¡Aun si no comparten sangre conmigo! Qué más me hubiera gustado que fuera así, pero siguen siendo hijos nuestros.

-Son y serán por siempre de esta familia también-dijo mi suegro, plantándose frente al tío estúpido, de brazos cruzados y con un semblante asesino-no permitiré que le hables a mis nietos de esa manera.

-Son Amzalang entonces-dijo la mamá de mi suegro.

-Sí-respondí yo-son Merak y Dubhe Amzalang Nirmala

-¿De dónde sacaron esos nombres?-preguntó la prima mayor-suenan tan bonitos-ella era de las pocas que no se quejaba ni decía nada malo.

-Son nombres de dos estrellas, las que indican dónde está la estrella del Norte-respondió orgullosa mi suegra.

-¿Podemos verlos?-preguntaron los papás de Miriam

-Hemos visto que ustedes los han metido a la casa, ¿de verdad creen que les vamos a hacer daño?-preguntó la otra abuela

-Con Isabel no se han portado tan bien que digamos-dije desafiante, mirando a cada integrante de la familia a la cara, muchos estaban avergonzados y entendieron perfecto a qué me refería-¿creen que así podría permitir yo que los vieran?

-Sólo queremos verlos-habló de nuevo la tía impertinente

-Hasta no ver, no creer-dijo Fernando, otro de los primos mayores de Isabel-aun si los viéramos, sólo veríamos las características físicas de tu familia, ¿qué podríamos decir que tienen ellos de nosotros?

 

¡Ok! ¡Esto es todo! Sentía como la sangre me hervía de coraje y hasta mi piel se ponía roja de ira. Isabel estaba igual o peor, se puso muy tensa y hasta en sus puños se notaban sus venas que le saltaban, no entendía la paciencia que le había tenido ella a todos estos durante tantos años.

 

-¡De ustedes no tienen nada!-dijo ella al final, muerta de coraje-¿Cómo podrían tener algo de ustedes?

-¡Ellos a pesar de parecerse a mí, hacen más cosas como Isabel! ¡Se portan casi como ella!-dije, cruzándome de brazos

 

Todos se callaron, de nuevo avergonzados, se estaban dando cuenta del gran daño que le habían hecho a Isabel por años. Los abuelos fueron los primeros en acercarse a nosotras y pedirnos de nuevo verlos.

 

-Quizás no entendamos todo tu coraje-le dijeron directamente a Isabel-pero si lo que dicen es cierto, y esos niños son de la familia, quisiéramos conocerlos.

-Permítanos esta petición-dijo otra abuela

-Si dicen que ellos son como Isabel, entonces van a ser niños únicos

-No sólo se parecen a mí, abuelo-dijo Isabel, ya mucho más tranquila y algo contenta, al parecer ella no se podía enojar por mucho con sus abuelos y al parecer, eran los únicos en la familia dispuestos a conocer a los niños como se debe-ellos también son muy alegres, confiados y dicen lo que opinan siempre, como ella-me tomó de la mano-no creo que existan mejores niños que ellos.

 

Los abuelos me miraron y aunque no parecían tan complacidos conmigo, más que nada por mi forma de expresarme tan abierta y directa, asintieron y me sonrieron. Quizás no significaba que me aceptaban, pero sí iban a hacerlo con los niños y con eso yo me daba por bien servida, después de todo, nunca me importó la aprobación de las personas, siempre hice lo que quise.  

 

-Está bien-dijo ella-los vamos a traer. ¡Esperen aquí todos!-grito ella para el resto de su familia, todos la miraron-al primero que se le ocurra decir algo en su contra o hacer algo malo, de verdad que lo va a lamentar.

 

Me llevó de la mano hasta la casa, pero no veíamos a ningún niño, ni a mis hijos ni a los primos de Isabel, fuimos a otros cuartos de la casa, hasta que los encontramos en el nuestro, escondidos en la gran cama que teníamos, lo más alejados posible de las ventanas, creo que se había asustado por todos los gritos de afuera. Entre y mis niños corrieron hacia mí, llorando.

 

-¡Perdón!-ellos me decían una y otra vez

-¡No queríamos que las regañaran por nuestra culpa!-Merak no encontraba consuelo, sus lágrimas caían por sus mejillas, una tras otra.

-¡Las regañaron por nuestra culpa!-Dany estaba contra mi pecho, igual llorando sin parar

 

Me di cuenta del dolor que ellos también sentían, pensaban que todos los grupos de afuera habían sido por su culpa, que ellos eran los responsables de cuanta cosa había salido mal, y no era así… eran más bien estas personas locas, su pensamiento arcaico y su poca tolerancia a alguien tan maravillosa como Isabel. Los abrace tan fuerte como pude e igual llore un poco con ellos, yo también ya estaba cansada y harta, no soportaba más de todo esto y me preguntaba cómo Isabel lo había podido aguantar durante tantos años.

 

-No es su culpa, niños-les sonreí, limpiándoles las lágrimas a los dos con las mangas de mi suéter.

-¡No debimos de haber venido!-Merak lloraba de nuevo, de los dos él era el más sensible

-Tranquilo, tesoro-volví a limpiarle la cara-no digas eso, eso no es cierto

-¿Y si… y si Tomy tiene razón?-ahora Dany estaba igual al punto del llanto.

-No la tiene-escuche decir a Isabel, que entraba a prisa al cuarto y se colocaba detrás de mí, jalándonos a mí y a los niños hacia ella-no sé qué sería de mi vida sin ustedes-vi cómo le daba besos en la frente de los niños y luego hundía su rostro en mi cabello

-Hicieron bien en venir-les dije al tiempo en que Isabel ahora me limpiaba las lágrimas a mí-gracias, Isabel-ella me sonrió cálidamente

-Ustedes no fueron un error-Isabel cargo a los dos niños entre sus brazos, ambos se recargaron en su hombro-los quiero, pequeños traviesos.

-Han sido unos niños muy valientes-les dije al tiempo en que les acariciaba sus espaldas y ellos seguían aferrados a Isabel.

-Pero ahora, hay personas que quieren conocerlos-ella hizo que los niños la miraran a los ojos-sus bisabuelos quieren verlos y platicar con ustedes, ¿quieren hacerlo? No hay problema si no quieren, hablare con ellos y listo

 

Ambos hermanitos se miraron y aceptaron bajar con el resto de la familia, eran niños muy valientes y decididos, podía ver a veces en ellos una perfecta combinación entre mi forma de ser, con la de Isabel; nada mejor que eso. Isabel se llevó a los niños de la mano y yo me quede con los primos ahí, lista para pedirles que bajaran. Los otros niños me veían con mucha atención, admirados por lo que acababan de ver.

 

-Mi prima Isabel en serio los quiere-dijo una de las primas, ya como de unos 13 años. Me sonrió amablemente-que bueno que subieron, ellos estaban muy asustados.

-Perdón por la conmoción-le dije, mientras ayudaba a los otros primos pequeños a levantarse

-Eres muy bonita-me dijo un niño de casi 4 años-¿eres la mamá de Dany y Tomy?

-Sí-respondí alegre y ayudándole a colocarse bien su suéter-y la esposa de tu prima Isabel.

-¿Cuándo se casó contigo? ¿Por qué no me invitaron a la fiesta?-otro niño de 7 años estaba ahí, hasta ofendido de que él no supiera nada de eso

-Es complicado-le dije riendo e indicándoles a todos que salieran del cuarto.

-¿Entonces ellos son mis sobrinos?-preguntó de nuevo el niño de 4.

-Sí, pero vienen del futuro

-¿El futuro? Wow

-De la época de la que ellos vienen, tú vas a tener casi 27 años-le sonreí

-Es mucho tiempo-respondió enojado y cruzándose de brazos

 

Me baje con todos los primos, eran 2 niños y 4 niñas las que estaban en el cuarto. Sin contar a los otros niños que estaban en el jardín con los demás. En la sala, note que las veladoras y cirios de la ofrenda se había apagado, así que fui a encenderlas de nuevo, además de retirar las bebidas alcohólicas y cigarros, cualquier cosa de adultos que estuviera ahí, porque hoy por ser 1 de noviembre, tocaba el turno de las almas de los niños difuntos.

 

En el patio, ya estaba Isabel con Dany y Merak a su lado, ambos refugiados detrás de ella, aunque era más por la pena que sentían, a pesar de ser muy sociables, no eran muy buenos entre extraños, obvio al venir el futuro, a todos ellos ya los conocían, pero igual venían de una época en la que aquella familia ya nos aceptaba y reconocía, los actuales no y eso los asustaba. Todos estaban alrededor de ellos, mirándolos y hablando con ellos, al parecer nada malo en específico, los abuelos los colocaron sobre sus piernas y ellos parecían encantados, no dejaban de decir que eran unos niños muy bonitos y jugaban con sus cabellos.

 

Después les preguntaron cómo fue que habían hecho tan largo viaje desde el futuro hasta nuestra época y se eso tenía un propósito, pero recibieron la misma respuesta que nosotras cuando preguntamos lo mismo, que no sabían… Al parecer la familia terminó aceptando a los niños y hasta la tía grosera los llegó a mimar, dándoles dulces que habían traído para la ofrenda y los dejaron unirse a los juegos.

 

Por otra parte, conmigo e Isabel la situación seguía tensa… la familia todavía no sabía qué hacer, así que nos pidieron tiempo para darse a la idea, tenían las pruebas de que decíamos la verdad, de que Isabel no buscaba para nada mi dinero, de que los estereotipos no siempre son ciertos o dicen todo sobre una persona, y de que se habían portado muy mal con Isabel por años (en esto último ni se disculparon, pero sí lo reconocieron y eso ya era un gran avance), conmigo trataban de no hacerme enojar mucho, sabían que yo no me iba a contener y que debían de estar más abiertos al dialogo, algo que Isabel me agradeció después.

 

En confidencia, la señora Miriam me dijo que ella estaba muy feliz de tener a la familia reunida, conmigo como la “esposa” de Isabel y la familia de cierta forma, conforme. Habían pasado años desde que algo así no ocurría, desde Katia prácticamente, la única a la que medio habían aceptado en la familia, pero conmigo ahora parecía ser casi totalmente correcto todo. Isabel en toda la tarde no me soltó de la mano y procuraba tenerme cerca en las conversaciones con su familia para poder integrarme, además como no éramos pareja formalmente, pues no nos besamos ni nada (aunque no niego que me hubiera encantado), algo que igual pareció calmar un poco a su familia, ya con el tiempo lograríamos que lo aceptaran, sólo tenía que tener paciencia, algo casi imposible en mí.

 

Cuando comenzó a hacerse de noche, todos los niños vinieron corriendo hacia nosotros, pidiéndonos que los disfrazáramos para ir a pedir su calaverita de día de muertos. Todos los papás fuimos a las mochilas de nuestros hijos y fuimos sacando sus trajes, iban a ir disfrazados de vampiros, calabazas de Halloween, calaveras, zombis, fantasmas, etc. Incluso algunos de los tíos también se disfrazaron, el tío calvo de Isabel se disfrazó del tío Lucas de los locos Addams, se puso un foco en la boca y se fue con los niños por delante en la calle. Mis suegros también se fueron vestidos de Homero y Morticia Addams, aunque la verdad me hubiera gustado que Isabel y yo tuviéramos esos trajes.

 

A Merak y Dubhe los vestimos con trajes formales y en la cara les pusimos maquillaje blanco, en los ojos todo negro, al igual que en su boca y les hicimos algunos adornos parecidos a los mantras, para simular una calavera mexicana muy bien arreglada. E Isabel y yo hicimos lo mismo entren nosotras, ella al final escogió un vestido negro y yo uno rojo, así salimos a la calle, listos para pedir la calaverita de los niños. Dentro de lo que cabía, la familia de Isabel no estaba tan loca, ya juntos y con temas cotidianos, eran muy agradables, aunque cuando le daba besos en la mejilla a Isabel o ella a mí, y ellos lo notaban… pues sí se acaban de onda y lucían algo irritados, además de que los enojaba mucho más el hecho de que yo ni les diera importancia en eso. Iba a ser un largo camino para que ellos nos aceptaran. 

Notas finales:

Y qué les pareció? NO OLIVDEN DEJAR SUS REVIEWS Y LIKES A MI PÁGINA DE FACEBOOK

http://www.facebook.com/IrieRyuen

Hubieron demasiadas cosas en este capítulo :V tanto que como lo escribí en tres días, me llegue a confundir y reescribí varias escenas :( 

Primero, la reacción de la familia de Isabel, era precisamente la que deseaba, sí fue algo exagerada pero digamos que le puse uno de los peores casos y con todo lo contrario a Beatriz, donde a esta última no le cuesta nada relacionarse con su familia ni estar con quien le gusta al mismo tiempo, pero a Isabel sí, a pesar de todo, Isa ya va mostrando cada vez más afecto a Beatriz al punto de hacer cosas tiernas por ella, y Beatriz por fin está viendo más allá de la Isabel que ella conoció y de lo que esperaba que ella fuera, muchos a veces cometemos la equivocación de enamorarnos de solo lo que una persona deja ver, que cuando la conocemos realmente, ni queremos enamorarnos de lo que es, lo que siente, lo que ha vivido, muchos prefieren quedarse con lo que esperaban y no con el resto, eso es triste :/ 

Viva por Beatriz e Isabel!!! Y feliz día de muertos :3 ***hoy llegan las almas de los niños a recoger su comida y cosas

Saludos y muchos abrazos


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).