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De niños del futuro y adolescentes del pasado por Irie Ryuen

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Notas del capitulo:

Hola a todos, sé que me tardé en actualizar... pero entiendan, tuve problemas familiares bastante graves :( 

Espero disfruten este capítulo, de nuevo es corto como los primeros, pero les dejo un poco de lo que tratará el siguiente y una pequeña reflexión hasta el final 

De niños del futuro y adolescentes del pasado

XX

IRIE RYUEN

 

Nunca he sido una persona que ame el frío, de hecho lo detesto con todo mi ser. Mi cuarto siempre había sido muy frío, toda mi casa también lo era. No tengo muy buenos recuerdos del frío, menos en las dichosas prácticas de campo. Ahorita que estamos ya en la estación científica en el volcán de la Malinche, estamos a 4ºC. Suerte que hay conexión de wi-fi o seguro que aquí muchos de nosotros se aburrirían mucho de noche. Pero si hay algo que amo, es salir a ver las estrellas, al vivir en una ciudad tan grande como lo es la Ciudad de México, pocas veces se pueden ver las estrellas, pero nunca con la nitidez de este momento. Estrellas por donde quiera que voltee, el viento soplando cruelmente en mi cara, las aves nocturnas cantando y ni un solo compañero estúpido a la vista. De hecho todos están dentro, cenando y poniéndose de acuerdo para las actividades de mañana.

 

Isabel ya me había dicho cientos de veces que si salía al frío, seguro me iba a enfermar muy fuerte de gripa o resfriado, peor por haberme caído al agua ayer. Lo bueno es que mañana íbamos a volver a casa, moría por enseñarle las fotos a los niños. Aun con la mejor cámara que tengo, no puedo sacar las fotos que me gustarían de este bello cielo nocturno. Aunque quizás puedo sacarlas en la fogata que hagan mis compañeros más tarde. Hace rato había venido Luis a hacerme compañía, pero estaba yo muy enojada con él, todo porque de nuevo él no hizo mucho por el equipo… no trabajo. Hasta hace unos días, eso no me molestaba porque yo tampoco trabajaba mucho que digamos, pero ahora que voy entendiendo un poco más esto de aprender a trabajar en equipo, pues no puedo evitar sentirme enojada con él de inútil.

 

De pronto, sentí como alguien me tomaba suavemente por la nariz y la mejilla, para después poner en mis manos un chocolate caliente.

 

-Te dije que te ibas a congelar si seguías aquí afuera-era Isabel, que se sentaba a mi lado y volvía a tocar mi nariz-te estás congelando.

-Gracias-sujete con fuerza el chocolate, para calentar mis manos

-Toma-ella sacó unos guantes de su gran chamarra y me los puso en mis manos

-Raro que seas tan cariñosa-dije un poco en tono de burla, pero con la esperanza de que ella siguiera con su trato tan lindo. Ella me miró a los ojos con el ceño fruncido, me sonrió y me besó en los labios

-¿Mejor?-ella me sonrió y me miro con dulzura. Yo moría de la pena y me tape la cara con mis manos

-Te odio-dije muy apenada. Ella me atrajo hacia ella y me abrazó.

 

En este poco tiempo, Isabel ya había logrado acercarse mucho más a mí, era mucho más cariñosa y atenta, además de que siempre me escuchaba y me ayudaba a corregir algunas de mis observaciones en campo. De hecho todo iba bien, a excepción de Luis, que hacía lo imposible por acercarse a mí, pero al verme tan enojada, él desaparecía de mi vista. La que también a veces parecía muy molesta, era Katia, que no me miraba con buenos ojos, pero se esforzaba por siempre tener una sonrisa. Curiosamente, Katia desapareció la noche anterior, se fue al bosque, la habían mandado con otro compañero a buscar leña para la fogata, pero a la media hora después de haberse ido ellos, empezó una tormenta eléctrica. Todos esperábamos que ellos hubieran sido capaces de encontrar refugio en alguna parte del bosque, resultó que el chico que la acompañaba había regresado despavorido a la estación científica, dejando a Katia sola en el bosque. Ella regresó a la media hora de haber pasado la tormenta eléctrica, empapada hasta los huesos pero ilesa. Al menos ella no se enfermó, de hecho hasta se sentía con más energías, decía que las tormentas eléctricas eran lo que más le gustaba en el mundo.

 

-Pronto va a ser la fogata, ya están empezando a sacar la leña-Isabel me comentaba suavemente al oído. Voltee la vista hacia la estación científica detrás de nosotras.

 

Los compañeros iban saliendo con toda la madera en sus manos, otros llevaban bombones y salchichas. Aunque deseaba ir a la fogata, me sentía mucho más a gusto entre los brazos de Isabel, que ahora sólo me pertenecían a mí… y a los niños, pero si lo vemos desde el punto de vista de pareja, sus abrazos eran completamente míos.

 

-¿Has logrado ubicar a la osa mayor?

-No-dije un poco triste-entre tantas estrellas, no sé diferenciarlas. No entiendo cómo es que mi abuela lo lograba.

-Acabo de… ah… ¿dónde está?-ella se movía un poco, creo que estaba buscando algo en su chamarra

-¿Qué buscas?-le pregunté, aun abrazada a ella

-Mi celular, acabo de descargar una app de estrellas. Usando mi ubicación con el GPS, nos puede enseñar las estrellas desde nuestro punto de vista.

-Y podremos encontrar la constelación de los niños-dije encantada

-Qué pena que necesitemos de una app para saber dónde está esa estrella-ella rio a carcajadas

 

Miré hacia el cielo y traté de encontrar la estrella del norte, pero a estas alturas, ni siquiera podía reconocer dónde estaban los puntos cardinales. Pero estar ahí sólo con Isabel, era algo ya bastante perfecto, ni una sola luz más que la de las estrellas y ella sosteniéndome fuerte. Pocas veces puede apreciarse un cielo así de estrellado, increíble pensar que esas estrellas están a miles de kilómetros de la Tierra y se contempla su luz desde aquí. Lo que daría por cambiar la luz eléctrica de las ciudades por la de las estrellas.

 

-¡Ya la encontré!-ella grito emocionada y me enseño su celular-¡Mira, ahí! ¡Esa que parece cacerola, esa es la estrella! ¡La osa mayor!

 

Y sí, mire la pantalla y nos mostraba la figura de la constelación, ahora sólo quedaba ubicar las estrellas de Merak y Dubhe, que apuntaban hacia la estrella del Norte. Quité el celular una vez que pude saber dónde estaba la estrella y la contemplé con mucha emoción, era mágico el sentimiento que tenía en estos momentos. Me moría de ganas por tener una buena foto y mostrársela a los niños. Mire a Isabel y parecía tan encantada como yo, me sostenía fuerte de los hombros y sonrisa más orgullosa, creo que no le había visto eso hasta ahora.

 

-¿Qué es tan emocionante?-Katia se puso detrás de nosotras y sonreía de par en par

-Nada-dije a la vez que me paraba

-¿Ya va a empezar la fogata?-preguntó Isabel

-Ya la encendieron-dijo Katia. Mire hacia donde ella señalaba y efectivamente, ya se veía la luz del fuego a unos 10 metros de donde estábamos

-¿Vamos?-Isabel me ofreció su mano y juntas nos fuimos hasta la fogata.

 

Cuando volteé atrás, vi a Katia que estaba justo donde estábamos nosotras y con su mano, ella trazaba la figura de la Osa Mayor. Nunca me había detenido a pensar esto con claridad, pero resultaba que Katia no era nada tonta, al contrario, quizás era mucho más perceptiva y lógica que Isabel. Además de guardar cierto misterio, quizás por esa misma apariencia física tan bella e inusual que tiene, sin contar sus ojos de un color tan azul, que parecían irreales.

 

Katia se quedó parada, ahora con sus manos en sus bolsillos y miró hacia su derecha, a lo lejos se observaban las siluetas de las montañas… y más allá, otra tormenta eléctrica pero muy a lo lejos. Ella miro a verme rápidamente, sabía que alguien la estaba mirando, aun con la oscuridad, sabía que me estaba sonriendo, no sé de qué forma, pero lo hacía. Tome fuertemente de la mano a Isabel, que caminaba por delante de mí, así me sentía más segura de Katia.

 

Llegamos a la fogata y nos unimos a la diversión, al parecer esta noche iba a ser de imitación de películas. Isabel y yo quedamos en equipos contrarios y por primera vez, descubrí otra de las pocas cosas en las que Isabel no era perfecta, justamente en representar películas sólo con movimientos. Cada película que le tocaba actuar, lo hacía algo mal, no se le entendía nada. El mejor ejemplo, fue cuando le tocó representar la película de “Lilo y Stich” que de por sí ya era difícil, y por más que trató de imitar a Stich, no podía. Otro más divertido e igual en el que ella tampoco pudo representar la película, fue con la bella durmiente.

 

-Explícame esto-escuchaba que Katia se sentaba a su lado y platicaban entre ellas-¿de cuándo a acá se representa a la bella durmiente con la manzana envenenada de Blanca Nieves?

-Déjame en paz-Isabel dijo irritada-me confundí de película

-Pero si tienes niños, es lógico que al menos hayas tenido que ver esa película con ellos al menos 4 veces

-Sabes que esto no se me da

 

Luego fue mi turno de representar películas, me tocaron hasta eso algunas muy fáciles, la saga del Padrino, el señor de los anillos, bastardos sin gloria, hasta Bambi se me dio perfecto y mi equipo ganó, haciendo que el equipo perdedor tuviera que recoger todo el tiradero de la noche.

 

-Mañana ya vamos de regreso a casa-me dijo Kim, que se sentaba a mi lado-no quiero volver

-¿Por qué no?

-Porque me gusta estar aquí, rodeada de la naturaleza, las estrellas, una cálida fogata y animales.

-Puede haber serpientes

-¿Y eso qué? Sigue siendo la naturaleza, me gusta más que ver todo pavimentado. ¿Sabes? Me hiciste pensar con eso del trabajo en equipo, y decidí probarlo hace rato.

-¿En serio? ¿Y qué fue lo que hiciste?

-Me fui con el equipo perdedor a ayudarles a recoger las cosas. Resulto que fue todo demasiado rápido, además de que me divertí con ellos, platicaban mucho y se reían, hasta tu noviecita andaba riendo. Es chida

-¿Te agrada Isabel?

-Sabes que nunca fuimos cercanas con ella, sólo detestaba que ella se creyera el cerebrito de la generación y que siempre nos estuviera tirando de a estúpidos.

-Yo también odiaba eso de ella… pero resulto ser muy buena persona

-De por sí ya te gustaba desde que la viste por primera vez, ¿no?

-Sí, pero la forma en que me gusta ahora es muy diferente de la de antes.

-¿No será que tuviste algo que ver en ese mejoramiento de su carácter?

-Quizás, pero ella tuvo el mismo efecto en mí

-Ay, cuanta cursilería-ella se rio

-Deja de burlarte-sentí cómo comenzaba a sonrojarme

-Tranquila, me da gusto por ustedes, igual esa vez que llevaste a Isabel a la fiesta en casa de Luis, fue agradable ella con nosotros.

-Sí, fue demasiado bueno que se llevaran bien entre ustedes

-Como sea… Oye, hay algo en lo que tengo duda

-Dime, Kim

-¿Por qué ustedes dos se llaman por sus nombres completos? ¿Qué no se supone que ya estaban saliendo? A estas alturas ya deberían de tener hasta sobrenombres para la otra

 

Entonces me di cuenta de que Kim tenía razón, hasta ahora entre nosotras nos llamamos por nuestros nombres completos, nada de Isa o Bety, nada de eso… Y lo peor, tampoco éramos pareja oficialmente aunque seguro ya no faltaba mucho para eso. Además, cada vez que me imagino diciéndole a Isabel, cosas como “amor, cielo, cariño, etc” sólo siento como me sonrojo hasta las orejas y mis manos tiemblan de la emoción, que Isabel pueda ponerme tan nerviosa debería de ser un delito.

 

-No sé-respondí finalmente

-Que lerdas son ustedes dos

 

Finalmente, llegó la hora de ir a dormir. Todos nos fuimos a nuestras literas, donde Isabel ya me estaba esperando casi dormida, yo me quedé mucho más tiempo afuera con Kim platicando y cuando regrese al cuarto, ya casi todos mis compañeros estaban dormidos, unos cuantos habían sacado tequila, mezcal y vodka de contrabando y ahora estaban bebiendo a escondidas en la sala de la estación científica. Es delito por parte del reglamento de la Universidad beber en prácticas de campo, de hecho el castigo es hasta la expulsión del estudiante, pero admitámoslo, no hay práctica de campo que valga la pena si antes no se ha bebido algo de alcohol a escondidas. Incluso Isabel bebió anoche y estuvimos haciendo juegos para borrachos. Por suerte los maestros ya se habían ido a dormir y nunca nos descubrieron.

 

Antes de entrar a mi cuarto, los compañeros (entre ellos Luis) me ofrecieron un vaso con tequila y lo acepte gustosa. Fui a mi cuarto con Isabel, como dije, ella ya estaba casi dormida, pero en cuanto ella sintió que yo me tapaba con las cobijas, ella me tomó por la cintura y me acercó mucho más hacia ella, dejando su cabeza por encima de la mía, algo así como de esos abrazos de protección y cariño, de los pocos que alguna vez ella y yo llegamos a tener en la cama.

 

-Tardaste en llegar-me dijo somnolienta

-Estaba platicando con Kim

-Hueles a tequila, mala que no me trajiste un vaso

-¿Quieres que regrese por uno?

-No-me sostuvo aún más fuerte y yo le correspondí abrazándola por la cintura, recargué mi frente en su cuello-yo te… quiero aquí… conmigo-ella se estaba quedando dormida

-Me gusta cuando me abrazas así-dije, aunque sabía que ella ya estaba dormida

 

Si esta es la clase de abrazos que se dan las parejas enamoradas, entonces quisiera quedarme así para siempre.

 

*

 

-Bueno, afortunadamente no te enfermaste en este viaje, ¿no crees?-me preguntaba Katia, que iba sentada a mi lado en el pequeño camión que nos llevaba montaña abajo hasta el gran camión de la Universidad. Isabel por haber terminado de recoger todo al último, ahora le tocaba ir casi colgando del camión, lo cual era muy divertido.

-Eso creo-le respondí-anoche me ardían un poco los ojos, pero ya me siento mejor.

-Qué bueno, me da gusto por ti. Debes de cuidar tu salud, recuerda que dentro de unas semanas va a ser la fiesta de los papás de Isabel

-Cierto, la fiesta… ¿vas a ir?

-¿Yo? No, no podré ir

 

Por dentro, me alegre de que Katia no fuera a la fiesta, eso significaba más Isabel para mí, pero también me arrepentí de pensar eso, porque como sea, ella era la mejor amiga de Isabel y la que nunca la dejaba sola y la protegía, incluso hacia su mejor esfuerzo por sonreír a mi lado y hasta darme de la comida que ella preparaba, Katia era una persona admirable.

 

-¿Por qué no?

-Porque, mi familia hace una reunión cada año, donde nos reunimos todos los miembros de la extensa familia y bueno… a esa fiesta no puedo faltar.

-¿Va a ser en tu casa?

-No, mi casa es pequeña. Va a ser en la casa de otro de mis familiares, es lo suficientemente grande como para tenernos a todos cómodos

-¿Pues cuántos son en tu familia?

-Más de 60, de eso estoy segura.

-¿Y tienen que ir todos?

-Es obligación, y tristemente cayo en el mismo día de la fiesta de los papás de Isabel. En serio quería ir, pero dicen que es más importante la obligación familiar, que pena. Pero, me mandas fotos ¿va? De los niños en sus lindos trajes, eso no me lo quiero perder para nada

-Claro, le diré a Isabel que te las pase

-¿Pero tú por qué no?

-Ah, porque… supongo que querías que Isabel lo hiciera

-Bueno, me da igual quien lo haga, para ser sincera, me gustaría llevarme mejor contigo-se acercó más a mí-yo sé que no me miras con buenos ojos, pero te prometo que yo estoy de su lado, no soy tu enemiga de ninguna forma. Y si Isabel te va a elegir… pues… -era perceptible ahora un aire de tristeza en su voz-tengo que aceptarlo, ¿no lo crees? Es lo correcto

 

Ok, esto se estaba poniendo raro, definitivamente me quedaba claro que Katia era una chica mucho más perceptiva que Isabel y que las conclusiones a las que ella llegaba, eran mucho más acertadas.

 

-¿Puedo preguntarte una cosa?-le dije-aunque creo que ya sé la respuesta

-Dime

-¿Todavía sigues enamorada de Isabel?

-Lo siento, pero eso no es un tema que creo que deba de tratar contigo, su futura esposa-ella me sonrió tristemente y fijo su mirada hacia la ventana del pequeño camión, hacia los bosques.

 

Entonces empecé a escuchar como mis compañeros gritaban algo, miré a Isabel que estaba hasta atrás, con la misma cara de sorpresa.

 

-¡Súbale a la canción!-escuchaba que gritaban todos

-¡No sea así! ¡Súbale!

-¡Vamos Don!

-¡Súbale!-escuche que incluso Isabel pedía que le subieran a la canción

 

Katia y yo nos miramos, ella y yo seguíamos sin saber qué canción era, hasta que el chofer le subió el volumen a la canción y de hecho la repitió, era una llamada “17 años” del género de la cumbia y del grupo musical, los Ángeles Azules

 

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Esta es la canción a la que se refiere en esta escena :) una prueba de lo que vendrá para el siguiente capítulo. ¡Que la disfruten! Más los extranjeros

 

https://www.youtube.com/watch?v=IxPOhlFTI8Y

 

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-Oí nomás ese cumbión-escuché que Katia e emocionaba y ella y yo comenzamos a movernos de un lado a otro del camión al ritmo de la música. Hasta Isabel estaba cantando

 

-Amigo sabes acabo de conocer, una mujer que aún es una niña. Sabes tiene los 17 aun, es jovencita y ya es mi novia-Luis era el que había empezado a cantar a todo pulmón

-Amigo sabes acabo de conocer, una mujer que aún es una niña. Sabes tiene los 17 aun, es jovencita y ya es mi novia-todos le seguimos con la canción, hasta los profesores estaban cantando. Y es que casi no hay parte de México en la que no se conozca esta canción, quizás varios no bailen cumbia, pero es súper seguro que cualquiera se sabe la letra

 

Katia me tomó de la mano y empezó a moverla junto conmigo, siguiendo el ritmo como si estuviéramos bailando. Yo no dejaba de imaginarme a Isabel y a mí, bailando todas estas canciones en la fiesta de sus papás, si hay algo que amo y adoro con todo mi corazón, es bailar y por lo que sé, Isabel también lo disfruta. Más verla con su vestido blanco, tuve la mala suerte de no poder saber qué vestido había elegido ella, pero por lo que me dijo mi mamá, era uno muy hermoso.

 

-Prométeme que vas a bailar mucho en la fiesta-me dijo Katia casi cerca de mi oreja, entre todos los gritos de mis compañeros, casi no la escuchaba a ella

-En eso estaba pensando-le dije alegre y seguí moviéndome al ritmo de la canción

 

Para cuando volvimos al enorme camión, cada quien se puso en lugar, ya sólo nos faltaba ir al pueblo más cercano, hacer unas entrevistas, desayunar y luego el regreso a la Ciudad de México.

 

-No sabía que te gustarán los Ángeles Azules-le dije a Isabel

-¿y a quién no le gustan?-me preguntó ella alegre-son un buen grupo y tienen canciones geniales

-Eso no te lo puede negar nadie. ¿Y te gusta bailar?

-Sí, me gusta mucho. Además de que bailo muy bien

-¿En serio?

-Sí, de hecho me enseñó mi hermano Héctor a bailar algunos géneros de música

-¿Y eso?

-Su novia de esos años, le gustaba mucho bailar y mi hermano y yo éramos unos troncos. Ambos nos dimos cuenta de que al bailar con una mujer, era mucho más bonito para enamorarla, que platicar por horas, en cambio con el baile, se conoce a la persona e incluso se puede platicar, era mucho mejor.

-Y claro, cómo tú nunca fuiste una Casanova-lo dije en tono sarcástico

-Era obligación aprender a bailar-ella me sonrió

-Nunca me has sacado a bailar-dije casi irritada

-En la fiesta de mis papás bailaré contigo toda la noche si quieres

-¿En serio? O sea, nada me gustaría más-dije con mucha felicidad

-Va a haber una canción de la que quizás tengamos que practicar un poco tú y yo

-¿Por qué?

-Porque es la canción que mis papás quieren para la familia directa, para que mi hermano, mis abuelos, mis tías y tíos, primos y yo, bailemos con ellos, y claro… con nuestras parejas… Pero no es una cumbia ni nada de las comunes de bailes de salón

-¿Y cuál es?

-Sorpresa por ahora-ella me sonrió y me besó

 

Al bajar del camión, nos separamos con nuestros propios equipos de trabajo y nos fuimos a entrevistar a los pobladores. Básicamente la entrevista trataba de conocer el origen de los productos que consumían las personas y de lo que vendían los comerciantes, además de dónde provenía el agua. Muchos podrían preguntarse qué tendría que ver esto con la ecología, pero la maestra nos explicaba que era para ver cómo las personas se relacionaban con su propio entorno, que finalmente a pesar de ser humanos, seguimos siendo animales y por lo tanto, entramos dentro de la ecología, no debemos de creernos superiores sólo por tener un cerebro pensante (aunque a veces cuestionable).

 

Es impactante, pero incluso cuando le preguntamos a niños si sabían de donde venía la leche que consumían, decían que del refrigerador. ¿Se imaginan lo terrible que es eso? Hagan el mismo ejercicio con su familia y verán ciertos patrones de consumo interesantes, porque al decir que la leche proviene del refrigerador, literalmente a la naturaleza la están cosificando, la hacen un simple objeto de uso para el ser humano, que puede ser consumido, contaminado, explotado, casi sin restricciones y si las hay… entonces los castigos suelen ser leves, incluso monetariamente hablando.

 

Al estar en provincia, pocos niños respondieron que la leche provenía del refrigerador, pero aun así, hubo respuestas parecidas. También notamos que mucha gente prefería ir hasta la capital del país a comprar los productos para sus negocios, que comprarle a los mismos productores locales; los locales tenían más que nada problemas de contaminación, la mayor parte de sus comestibles estaban regados pro agua de ríos que pasaban por parques industriales… o mejor dicho, ¡Los parques industriales tiraban sus desperdicios a los ríos! Uno de ellos considerado de los ríos más contaminados del país, el segundo para ser precisos, el río Atoyac, que curiosamente, nace del volcán de la Malinche, justo donde habíamos estado pasando la noche, esa era la conexión clave para nuestro proyecto.

 

Consumir productos locales no era malo, porque finalmente era apoyo a la comunidad y no sabían nada mal, todo estaba delicioso, me compre mucha fruta de hecho, el problema era sólo pensar que los parques industriales no se hacían cargo de su propia contaminación y que eran los responsables de que la gente se enfermara y los ecosistemas comenzarán a degradarse. Y los productos que por ejemplo, surten a la Ciudad de México, tampoco se salvan de ser muy higiénicos, pero esa historia será para otro momento.

 

El otro tema de la entrevista, era el agua, saber de dónde provenía y de eso la gente estaba consciente, sabían que provenía del volcán de la Malinche y de las montañas aledañas, sabían también a qué altitud el agua todavía era fresca y potable, y también a partir de qué zonas ya había parques industriales y poblaciones que tiraban sus desperdicios al río. La gente estaba consciente, pero sabían que sus quejas no eran escuchadas por el gobierno, siendo que las preferencias obviamente se daban a las empresas, era tan injusto y horrible ver cómo la gente se quejaba y entendía el problema, pero la misma naturaleza quedaba desprotegida. Y así como este problema, muchos más y no sólo en México, tan sólo hay que recordar que en noviembre del 2015, en Brasil se dio el peor accidente ambiental en su historia, cuando residuos mineros tóxicos contaminaron el río Doce, que dejo un saldo de 19 personas muertas, varios ecosistemas destruidos, flora y fauna afectada, e incluso la extensión del daño llegó hasta el Océano Atlántico (más de 650 kilómetros de contaminación). Es cuando vale la pena pensar, ¿de verdad vale tanto el desarrollo económico de las naciones que se pasa sobre los derechos de la naturaleza? ¿Qué los otros animales y vegetación no puedan hablar significa que están a salvo de nosotros? ¿Qué podemos explotarlos? ¿Qué podemos pasar sobre los derechos de comunidades indígenas?

 

Si hay algo que amo de mi carrera, es precisamente esa concientización que se hace sobre los problemas ambientales y de las posibles soluciones a los problemas, una cosa es saber lo que ocurre y otra hacer algo al respecto, si como ambientalista puedo hacer algo, entonces es mi obligación. Claro que yo no soy como Isabel, que piensa dedicarse a la contaminación y remediación de estos sitios, yo quiero la conservación de especies en peligro de extinción, pero para eso, debo de estar consciente que todos los problemas ambientales se relacionan entre sí y que incluso la contaminación es un problema para la conservación de especies que tanto quiero proteger. La respuesta a los problemas, no se encuentra sacando artículos científicos a lo estúpido, realizar tantas cumbres de la Tierra, acuerdos y tratados, tampoco de que cada carrera universitaria tenga su propio objeto de estudio y se olvide las otras, ¡No! ¡Para nada! Se trata de relacionar todos los problemas, entender que uno afecta al otro, hacer grupos multidisciplinarios de estudiantes en el área y buscar diversas soluciones.

 

Bien lo dice la frase de que el planeta puede seguir viviendo sin nosotros, pero nosotros sin el planeta no. Es tan básico y los gobiernos no lo entienden. Y ya no sólo nos afecta a las generaciones actuales, porque ya en eso se basa el Desarrollo Sustentable, en dejar los recursos necesarios para las generaciones futuras, yo no quiero imaginarme un planeta donde tenga que estar luchando porque Merak y Dubhe puedan conocer a los Jaguares, Tigres, Osos polares, pingüinos, lobos, etc… Y más si voy a tener cuatro hijos, yo quiero que los cuatro puedan todavía conocer los manglares, las selvas y bosques, los bellos lagos y ríos, que sepan que sus madres nos estamos esforzando por dejarles un mundo a ellos y a todos los seres vivos. Yo no quiero tener que enseñarles a mis hijos fotos de los tucanes y decirles que ya no existen, lo mismo con rinocerontes y leones. Pero más que nada, quiero ver a mi planeta libre de todos estos problemas ambientales, que el cambio climático no sea tan fuerte como está previsto.

 

Un aumento en la temperatura global de hasta de 3 grados centígrados, es letal para todos los ecosistemas y cientos de especies, tan sólo imaginen los polos sin hielo… con eso se nos arruinaría por completo el balance climático y atmosférico del planeta, eso sin incluso tomar en cuenta al océano, que también sería mucho peor (y no sólo por su avance tierra adentro). Esos tres grados de temperatura pueden determinar que incluso varias especies transmisoras de enfermedades, alcancen países donde antes no se conocían, por ejemplo el dengue en México, antes de los años 70 no se conocía en mi país, pero por el cambio climático y el aumento de la temperatura a latitudes mayores, el avance del mosquito fue hacia el norte y ahora hay cientos o miles de casos con esta enfermedad.

 

¿No sería mucho mejor para toda la humanidad poder atender estos problemas que son mucho más urgentes? Imaginen poder atender estos problemas y evitar muchas muertes de personas, desaparición de especies de flora y fauna, ecosistemas degradados, mayor incidencia de huracanes, menos sequías, que las enfermedades avancen a otras partes del planeta. No sólo las ciencias ambientales pueden evitarlo, otras carreras también pueden hacerlo, desde los que nos dedicamos a la ciencia, hasta los que se dedican al arte y a la sociedad.

 

Tan sólo ver cómo la gente está consciente de lo que ocurre, me dan más ganas de seguir con mi carrera y ayudar en lo que pueda, y estoy segura que Isabel lo entiende quizás mucho mejor que yo, si después de todo ella eligió dedicarse a la descontaminación.

 

-Si puedo decirles a mis hijos, que di lo mejor… entonces todo va a valer la pena-dije alegre, pensando en mis pequeños y sus rostros alegres si algún día los llevo a un lugar como el volcán de la Malinche, a la naturaleza y a ver las estrellas, ese mundo que alguna contemplaron nuestros antepasados, las aves que se escuchaban tan claramente, los animales que vivían sin problemas y sin miedo de los humanos. Los ríos que bajaban de las montañas y brindan agua a lo largo de su cauce. Díganme romántica, pero yo quiero algo como eso. 

Notas finales:

Hola :) qué tal les pareció el capítulo? 

Espero lo hayan disfrutado y entendido mi mensaje, mismas opiniones de mis personajes. 

Gracias a todos por leer y no olviden dejar su glorioso REVIEW AQUÍ y su LIKE EN MI PÁGINA DE FACEBOOK

Saludos, y muchas gracias

IRIE RYUEN 


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