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De niños del futuro y adolescentes del pasado por Irie Ryuen

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Notas del capitulo:

Hola a todos!!! n.n

Perdonen la larga espera XD

Espero disfruten la actualización ;) saludos

IRIE RYUEN

De niños del futuro y adolescentes del pasado

VII

IRIE RYUEN

 

-¿Puedo pasar la noche contigo?

-No

-Ándale

-Que no

-Por favor

-No

-Sólo por un tiempo

-¡Ya dije que no, Isabel! Deja de insistir

-¡Pero si de niños dormíamos juntos!

-¡De niños! ¡Ahora pasamos de 20! ¡Ya madura!

 

Toda esa tarde siempre que podía me la pase tratando de convencer a mi hermano de dejarme dormir en su cuarto, ahora con los niños y Beatriz mudándose a casa, pues obviamente y por modales (más que propia voluntad), tenía que cederles mi cuarto y cama, mi cama es individual y apenas y podría caber yo con los dos niños, pero Beatriz ahí… ¡No! ¡Jamás! Tenía que buscar asilo político rápidamente y lamentablemente, el cuarto de mis padres no era una opción, sólo el de mi hermano y ahora estaba vetada.

 

Mi papá y el señor Daniel platicaron de muchas cosas, aunque constantemente me preguntaban cómo me encontraba, si estaba de acuerdo, pero tampoco podía responderles como me hubiera gustado, ¿Qué no era lo mismo si ambas nos dividíamos a los niños y dejáramos que se vieran de vez en cuándo? Le plantee esa misma pregunta a mi madre, quien al parecer fue la responsable de que ahora ellos tres se vinieran a vivir a la casa y bueno… entendí su respuesta, me pareció razonable pero no por eso justa.

 

-¿Por qué tiene que pasar esto? Que ella se quede con un niño y yo con el otro.

-No son objetos, son niños-dijo mi madre terminando de lavar su tasa de café.

-Bueno, ok… ¿Pero por qué?

-Porque es lo correcto, quizás porque tú jamás lo viviste directamente pero… ¿Tienes alguna amiga que se haya embarazado a temprana edad?

-Sí-aunque sólo era una.

-¿Y qué le obligaron a hacer sus papás?

 

Me puse a pensar en esta amiga, era una a la que hace tiempo que había dejado de ver, principalmente porque ella había dejado de ir a la escuela para cuidar a su bebé, entonces comencé a darme cuenta de que a eso se refería mi mamá.

 

-Dejo la escuela-agache la cabeza, pensando que me iban a pedir hacer lo mismo, pero me recuperé recordando que no era cierto, que desde un inicio me dijeron que no iba a dejar la Universidad y seguro con Beatriz era lo mismo.

-¿Y qué más?-la mire con escepticismo-¿Qué más le obligaron hacer?

-Pues… ah… se tuvo que casar con el chico, los papás de ambos los obligaron, también a vivir juntos… oh no-mire con espanto a mi mamá.

-Eso se ha acostumbrado desde incluso la época de tus abuelos y bisabuelos. Una familia siempre está compuesta por un padre y una madre, además de los hijos. Claro que con el tiempo eso ha ido cambiando, ahora en tu caso… bueno, dos madres. Escucha… al principio sí estuve muy en contra de tus gustos, me costó mucho aceptarlo, pero lo tuve que superar con el tiempo porque te quiero, el problema era que no aceptaba a quién habías elegido como pareja, a Valeria.

-¡¿Por qué no?!-pregunte enojada

-Eso es tema de otra plática-me dijo ella cruzándose de brazos y recargándose en la barra, frente a mí-el punto es que no quería verte formando una familia con ella, entonces vinieron los niños, vi que era posible para una pareja del mismo sexo tener hijos sanos mentalmente-“típico pensamiento homofóbico” pensé-y cuando me enteré que la persona con la que los ibas a tener no era Valeria, fue un gran alivio. Sí, entiendo que no te agrada Beatriz, se nota en tus acciones y gestos, pero…-sonrió.

-¿Pero qué?

-Nada, olvídalo-volvió a sonreír. Yo rodee los ojos.

-Sé que no puedes entenderlo porque no te pasó algo así jamás, el caso de tu amiga fue lo más cercano a esto, pero en mi época, a los chicos se les obligaba a casarse y quedarse juntos, claro que el divorcio después fue una maravilla para muchas parejas, pero de mientras ambos eran la base de una familia y sus hijos lo valían todo. A lo que voy es que deseo que te des cuenta de lo mismo, tú eres una chica muy consentida, engreída y no valoras muchas cosas de forma sentimental, a nosotros sí pero porque somos tu familia y cualquier cosa que cambie tu vida, la detestas con todas tus fuerzas y haces hasta lo imposible porque vuelva todo a como estaba, pero estoy segura que es un cambio para bien, necesitas apreciar mejor a las personas y esos niños te aman con todo su corazón, pero no sólo te necesitan a ti, también a Beatriz-miró mi cara de desagrado-¡Y aunque te duela, acéptalo! A esas reglas te vas a tener que ver sujeta ahora. A niños tan pequeños no puedes hacerles pasar por peripecias así, quiérelos y cuídalos bien y más te vale aprender a llevarte bien con tus suegros, parecen gente amable, aunque Daniel huela a cigarro.

 

Suspire rendida. Básicamente estaba ahora bajo una regla mexicana centenaria y lo entendía, sabía que había sido así antes y que le pasó a varios integrantes en mi familia antes que yo, a mis papás no, de hecho ellos nos tuvieron a mi hermano y a mí cuando ya eran grandes. Familia… ¿Cómo puedo tener una propia sin previo aviso? ¡Esto es tan injusto! Lo peor era que me iba a ver obligada a compartir casa, comidas, cuarto, carro, todo con Beatriz, ¿Qué cosas tan malas he hecho para mecer esto? Si algún día encuentro a quien provocó todo esto, le partiré el cuello.

 

Mi papá y yo subimos a mi cuarto, se ofreció a ayudarme a limpiarlo (después de haberme obligado a limpiarlo, curioso). En sí no había mucho desastre faltaba asear la cama solamente, y posteriormente, hacer de nuevo espacio en el ropero para Merak y la intrusa esa. Aproveche los cajones vacíos y comprimí aun más mi ropa, finalmente dejando un cajón libre para cada uno y en colgador de ropa simplemente pase mi ropa hacia atrás, tenía dos tubos para colgar cosas y nunca usé el trasero. Papá trato de disculparse varias veces y me echo el mismo choro mareador que mi mamá, opinaba lo mismo que ella, que tenía que hacerme cargo de mi familia y la misma palabra maldita una y otra vez “es tu responsabilidad” y con eso, él sabía que podía dejarme callada y aceptar mi destino (aunque a regañadientes).

 

Ya era de noche cuando termine de arreglar mi cuarto y papá me abrazo gentilmente.

 

-También soy padre, pero no entiendo lo qué estás pasando por la forma en la que te pasó, pero te vamos a ayudar-me revolvió el cabello-si quieres llorar, llora.

-No-dije riendo suavemente-cómo crees, no voy a llorar.

-Sé que lo vas a hacer bien-me siguió abrazando-después de todo, esos niños vienen del futuro y se ven completamente sanos, alegres y son muy cariñosos. Tu versión adulto lo está haciendo muy bien y bueno, al ser tú misma… vas por el mismo camino-dijo riendo estruendosamente.

 

Me sentí alegre por las palabras de mi papá, si bien no era el único que entendía mi situación, sí era el primero en darme un respiro y abrazarme (nótese que no soy muy de abrazos o sentimental). Afortunadamente en todo este tiempo, los niños habían logrado escabullirse y subirse al carro con Beatriz y su madre, así que no les había tocado ver mi momento de enfado.

 

La puerta del patio se abrió y por mi ventana vimos que por el patio venían caminando la mamá de Beatriz y la chica en cuestión, llevando dos grandes maletas de ruedas en cada mano y unas pequeñas en la otra. “Ay no, ¿Cómo va a entrar eso en mi cuarto?” pensé. Los niños venían corriendo delante de ellas con mochilas en su espalda, asumí que eran las cosas de Merak, y Dubhe le estaba ayudando a llevarlas.

 

Los papás de Beatriz no se quedaron mucho tiempo más, mi mamá les dio un recorrido por nuestra casa para que se familiarizaran con el lugar en el que ahora iba a vivir su hija y los niños fueron directo a mi cuarto a dejar las cosas. Mi hermano se atrinchero en su cuarto anticipando que me iba a meter a dormir con él y aviso desde el interior que ya se iba a ir a dormir. “Desertor” pensé mientras ideaba una forma de torturarle por dejarme a mi suerte (no mal piensen, lo quiero mucho, es mi cuate después de todo”. Entonces vi a Beatriz que me miraba atentamente, yo estaba sentada en las escaleras y ella frente a mí con sus maletas en las manos y apenas y podía con ellas.

 

-¿Me vas a ayudar?-me preguntó, sorpresivamente sin tono de orden. Nunca me logré acostumbrar a su tono de voz, bastante presumido, la llamada “papa en la boca”, típica forma de hablar entre las personas acomodadas del país, no mal piensen, en general no es mal visto hablar así.

 

La mire de arriba abajo, como pensando mi respuesta, pero me levante y me fui al instante, barriéndola con la mirada. La escuche quejarse de que le pesaban mucho sus maletas mientras me iba a mi cuarto. Merak y Dubhe estaban sacando la ropa de las mochilas y la ponían sobre mi cama. Sonreí y les ayude a guardar todo en sus respectivos cajones explicándoles cuál le iba a pertenecer a cada uno. Entonces llego Beatriz, casi sudando y muy roja del esfuerzo de cargar sus maletas sola (no me arrepiento de no haberle ayudado), me miraba con furia pero suspiró y se calmó, entonces sonrió cariñosamente hacia los niños que la abrazaron de las piernas. “¿Qué demonios? Odio que cambie de temperamento tan rápidamente” pensé mientras me levantaba y los veía, los niños le ayudaron a Beatriz a quitarse las maletas de encima.

 

-¿Dónde voy a poner mi ropa?

-En este cajón-le señale el superior de la cómoda dentro de mi closet.

-Sí, aquí va la ropa interior-dijo Dubhe abriéndolo mientras Merak llevaba a Beatriz de la mano-playeras y todo lo que se doble.

-Y ahí todo lo que quieras colgar-dije señalando el closet.

-Bien.

-¿Por qué traes tantas maletas?-fruncí el ceño mientras veía la cantidad de maletas que sólo eran de Beatriz, dos muy grandes (de las que se usan para viajes internacionales (casi un metro de alto por 70 cm de ancho) y unas pequeñas, una que asumí que era su cosmetiquera y la otra, ni idea. Además de una bolsa con varios zapatos, botas y sandalias. ¿Esta chica planeaba mudarse permanentemente o qué onda?

-Es lo básico, duh-se arrodillo en el suelo frente a una maleta.

-¿Básico?-me senté en la orilla de la cama, mientras ella abría la primera maleta gigante y en ella había pantalones de mezclilla, shorts y faldas, todos al parecer se podían doblar. Dubhe se subió a la cama y luego sobre mi espalda mientras Merak se acostó en mis piernas, los tres viendo a Beatriz, de pronto me sentí en un ambiente extrañamente… ¿feliz? Me sentí muy cómoda con los niños a mi lado.

-Sí, aquí sólo la ropa que normalmente usó-y sí, recuerdo varias de esas prendas que ella usó en la facultad-entre otras cosas-debajo de esa ropa, ella saco unos flats, artículos para peinarse el cabello y una máquina para enchinárselo, los puso sobre mi cama y siguió sacando cosas.

 

Los niños le ayudaron a guardar sus cosas y dejar lo que se pudiera en el baño, yo sólo los veía a los tres ir de aquí para allá, entre al baño para asegurarme de que no hicieran desastres y entonces me di cuenta del cambio radical que estaba sufriendo mi baño privado. Sobre el lavamanos  ahora estaban los artículos de belleza de Beatriz, en la pared colgados sus enchinadores de cabello y una secadora, en mi vaso del cepillo de dientes, ahora los de Merak, Dubhe y el de Beatriz, dentro de mi botiquín estaban los desodorantes de Beatriz y algunas toallas sanitarias. Dentro de la regadera los champús de Beatriz, el mío y el de los niños. En el botiquín, curitas con dibujos de superhéroes, algunos antibióticos que trajo Beatriz. Y finalmente, en el perchero ahora estaba la bata de baño de Beatriz, las capas de baño de los niños (muy tiernas, con orejitas en la capucha) y la mía. Si así estaba quedando mi baño, ni me daban ganas de ver mi cuarto, ya me había quedado claro que ellos se iban a quedar a vivir aquí… ¡pero cambio tan brutal!

 

Volví al cuarto y Beatriz estaba parada frente a mi mesa de noche, los niños no estaban en el cuarto, escuche que mis papás los llamaban, al parecer los papás de Beatriz ya se iban. La chica estaba quieta mirando mi mesita con sus manos sobre esta y muy seria.

 

-¿Qué sucede?-le pregunte acercándome a su lado

-También recibí notas como estas-tomo los papeles que me habían dejado en las noches anteriores desde que Dubhe había aparecido.

-¿Y qué decían?

-Lo mismo, jamás entendí a qué se referían. Recibí dos, la primera en la noche que llegó Merak, la segunda en la siguiente noche.

-¿Notaste algo en ellas? ¿O alguna nota extra?

-No, nada. Voy a bajar a despedirme de mis papás, no tardo.

 

Me quede en mi cuarto tratando de pensar, si ella había recibido las mismas notas, entonces ya era cien por ciento seguro que la persona que las dejó, había traído también a los niños con nosotras, pero no podía sacar más conclusiones por ahora, al parecer Beatriz sabía menos que yo acerca de las notas. Vi la hora en mi despertador, ya casi las 9 pm, hora de dormir para los niños y al menos esa noche no tenía tarea, asumí que Beatriz tampoco. Mire mi cama y era evidente que sólo iban a caber los dos niños ahí con Beatriz, suspiré, tome un banco y me fui al closet, donde en la parte superior guardo mis sleeping bag y cobijas de invierno. Al menos podía bajarme a dormir a partir de ahora a la sala.

 

-¿Qué haces?-mire al suelo mientras bajaba las cobijas, Merak me estaba viendo muy curioso.

-Estoy bajando cobijas para mí, me voy a dormir en la sala a partir de ahora, ¿me ayudas con esto?-le pase unas sábanas.

-¿No vas a dormir con nosotros?-se veía decepcionado.

-No, la cama es muy pequeña-“afortunadamente” pensé.

 

Baje al suelo y me puse frente al niño, tenía su carita oculta en las sábanas y se escuchaba que estaba sollozando.

 

-¿Qué tienes?-le pregunte preocupada, agachándome frente a él y quitándole las sábanas de la cara.

-Yo quiero estar contigo-me dijo con algunas lágrimas-no quiero que te vayas.

 

Desde que Merak llego, el pequeño a duras penas y me había quitado la vista de encima, Beatriz había tenido razón, él me había extrañado mucho. Yo entendía cómo se sentía, de pequeña a pesar de mi comportamiento un poco salvaje, nunca me separaba mucho de mis padres y por las noches, mi hermano y yo corríamos a su habitación a dormir con ellos, si alguna vez ellos viajaban o algo, no podíamos dormir bien. Suspire y le limpie la cara con mi suéter, aun estaba haciendo frío.

 

-Ya no llores-le dije limpiando su última lágrima-me puedo dormir en el piso-trate de consolarlo poniendo mi mejor cara.

-¿En serio?-seguía sorbiendo mocos.

-Sí-me reí y con un pañuelo hice que se sonará.

-¡Qué bien!-me sujeto fuerte del cuello tan fuerte que casi me tira.

 

Deje que se le pasará la emoción y le volví a pedir ayuda para seguir bajando cobijas. Entonces entró Beatriz con Dubhe y junto con Merak, los tres se metieron al baño para prepararse e ir a dormir. Tome mi pijama y me fui a cambiar y cepillar los dientes al baño del piso de abajo, mi mamá estaba limpiando la sala. Le comenté que ya me había resignado a que ellos se quedarán a vivir y que mi baño ahora estaba repleto de gente.

 

-¿No vas a dormirte en la sala? Creí que habías bajado para eso.

-No-dije mientras entraba al baño y le ponía pasta a mi cepillo de dientes-Merak empezó a llorar para que no me fuera. Ahora me voy a dormir en el piso.

-Me da gusto que hayas decidido eso, bien hecho.

 

No me hacía gracia quedarme en el mismo cuarto que Beatriz, ya era bastante difícil cuando íbamos de prácticas de campo y ella junto con sus amigos se iban a beber o metían bebidas alcohólicas en el hotel, hacían mucho ruido. Pero no quería poner más sensible a Merak y sólo lo estaba haciendo por los niños, pues en las noches que Dubhe se había estado quedando, también él se sujetaba fuerte a mí. Me despedí de mi mamá y subí a mi cuarto, pero a mitad de las escaleras, voltee hacia la ventana, las nubes avanzaban con velocidad y el viento soplaba, pero los árboles apenas y se movían. Pensé en la figura negra que me había descrito Merak y que quizás estaba ahí afuera vigilándonos, me dio escalofríos y subí con torpeza por las escaleras tratando de quitar esa idea de mi cabeza. Si existía alguien con el poder de traer a personas del futuro, quién sabe de qué más podía ser capaz esa persona… si se trataba de una persona, claro.

 

Entré a mi cuarto y ahora ya los otros tres estaban con la pijama puesta, Beatriz estaba acomodando a los niños en la cama, los puso del lado de la pared y ella se iba a acostar en la orilla. Note que mis cobijas y sleeping ya estaban puestos para que me pudiera a acostar, justo al lado de la cama.

 

-¿Acomodaste mis cobijas?-le pregunte mientras dejaba mi cepillo de dientes en el baño. Ellos lo habían dejado algo sucio, a un cepillo le quite todos los cabellos que le habían dejado… todos pelirrojos.

-Sí, hice tu cama-me dijo mientras se acostaba y se aseguraba de que los niños estuvieran tapados, ya estaban dormidos-intentaron esperarte, pero te tardaste un poco y fue un día largo para ellos.

-De repente suenas muy madura-le dije mientras me acercaba al apagador de la luz. Ella me miró con una mueca de enojo y sonrió sarcásticamente.

-Se dice “gracias por haber hecho mi cama”.

-…

-…

-Gracias-dije finalmente y apague la luz.

-¿Qué haremos mañana? Con los niños me refiero.

-Los llevamos de nuevo a la facultad con nosotras-me metí al sleeping. Odio dormir en el suelo, no se le quita lo duro ni aun durmiendo sobre muchas cobijas, ahora se imaginarán lo mucho que odio ir a acampar cuando voy de práctica de campo.

-¿Por qué no buscamos una niñera?

-Mi familia no apoya lo de las niñeras, creemos que es mejor ser criado por nuestros padres.

-Interesante-sentía que ella se volteaba hacia mí, gracias a la luz lejana de la calle apenas podía verla moverse-yo tuve niñeras cuando era niña, mis papás nunca estaban.

-Yo nunca tuve una-me sorprendía tener una conversación tan tranquila con ella, sin sarcasmos, groserías o altanerías-mis papás hacían todo lo posible por estar con nosotros.

 

Eso fue lo último que nos dijimos por varios minutos, asumí que se había quedado dormida, así que saque mi celular y prendí el wi-fi, tenía varios mensajes por whatsapp de Valeria, estaba a punto de responderle cuando Beatriz me interrumpió.

 

-¿Qué vamos a hacer entonces? ¿Tus papás trabajan no? Los niños no pueden ir con nosotras a la universidad todos los días.

-En eso tienes razón-deje el celular de lado-pues… nosotros intentamos falsificar documentos para poder registrarlos en la escuela donde trabajan mis papás, son profesores.

-¿Pero?

-Pero falsificar no es algo correcto y ellos al final no pudieron hacerlo, pero yo creo que no hay otra opción, jamás los van a aceptar en una escuela sin papeles, no podemos llevarlos a la universidad ni dejarlos con niñeras, además tus papás trabajan.

-Sólo mi papá, pero mi mamá casi nunca está, se va con sus amigas, al gimnasio, de compras o a veces por la comida, si trabaja… es por ratos ayudando a mi papá con papeleo-no podía ver bien su rostro, pero por su tono de voz no parecía contenta-ellos tampoco son una opción. Sé que a mi mamá le gustan los niños y todo, pero nunca está. Por eso me dejaron venir a tu casa con los niños, al menos aquí pueden tener un ambiente más familiar, uno que nunca tuve.

-…

-…

-Hablemos de otra cosa-la saque de sus pensamientos a propósito, parecía que estaba a punto de contarme toda su vida y yo no tenía humor de escucharla.

-No se me ocurre algo, mejor pregúntame tú.

-Muy bien… ¿Cómo llegó Merak a tu casa?

-Ah, bueno…-entonces escuchamos que uno de los niños se movia-es Dubhe, sigue dormido pero creo que los vamos a despertar si seguimos hablando.

-Ven conmigo-le indique-vamos a la sala

 

Guiándome por mi propia memoria, busque una de mis pequeñas lámparas auxiliares, encontré una debajo de mi cama casi frente a mi cara en el suelo y la encendí, tome una de las cobijas del suelo y con la luz ilumine su camino. Habían historias que definitivamente no quería escuchar de ella, como su historia familiar, pero esta no era una de esas, quería saber cómo había llegado Merak con ella y quizás así podía tener más pistas de cómo encontrar al responsable de todo esto.

 

Ya en la sala, ella se puso en un extremo del sillón y yo en el otro, nos tapamos con la enorme cobija y aun sentíamos algo de frío, por lo que nos tuvimos que acercar más, creo que eso ha sido lo más cerca que he estado de ella en mi vida.

 

 

-Merak llegó a mi casa la noche del viernes pasado.

-Igual Dubhe-me miró enfadada, no le gustó que la arrepintiera, por respeto decidí no volver a hacerlo.

-Yo me fui a dormir cuando apenas empezaban a caer los truenos. Se había ido la luz en mi casa y ya no tenía nada que hacer, el mal tiempo había arruinado mis planes de ir a una fiesta y mejor me quede dormida. El resto de la historia, es según el punto de vista de Merak… él dice que llegó cuando aun caían sólo los truenos, sabía que estaba en la casa de mis papás, reconoció la fachada desde la calle, pero que alguien lo estaba cargando. Cuando trato de ver quién era, no pudo ver su cara, era de noche y no había luz como te dije, se asustó e intentó zafarse de esta persona, pero lo que pasó después fue cerro fuerte los ojos, tratando de ser valiente y cuando los abrió, ya estaba en la sala de mi casa y aquella figura estaba afuera, con Dubhe en su espalda, la figura negra le indico con la mano que subiera y luego le dijo adiós. Estaba tan asustado que corrió a mi cuarto y me vio durmiendo, intentó despertarme pero no pudo, tenía frío y se metió a mi cama, cuando se estaba quedando dormido, fue que empezó a llover.

 

Estaba analizando todo lo que me estaba diciendo y trataba de conectar cables en mi mente (pistas), ahora si bien no podía explicar nada aun, sí podía ubicar los hechos temporalmente en mi cabeza. Los dos niños llegaron al mismo tiempo a nuestra época, pero fue a Merak a quien entregaron primero y luego a Dubhe conmigo.

 

-¿Sabía Merak que estaba en el pasado?-pregunte tapándome un poco más.

-Sí, lo sabía. Dijo que era su misión.

-¿Misión? ¿Cuál misión?

-No sé, nunca me quiso contar eso.

-¿Qué pasó en la mañana siguiente?

-Desperté porque mis papás me estaban levantando de golpe. Merak los despertó a ellos primero. Les dijo que era su nieto y ellos no le creyeron al principio, pero el parecido conmigo era… es increíble, sin contar que igual se parecen a mi papá y su familia, convencerlos de que era mi hijo no fue tan difícil. Le hicieron muchas preguntas y él respondió muy bien a todas, además de que contó historias que sólo ellos conocían, también dijo que me iba a casar con otra mujer y que se trataba de ti. Como Merak supo mantener la calma, mis papás lo escucharon de principio a fin y le creyeron todo, en sí él era la única prueba que requerían para comprobar que de verdad era de la familia, “el cabello pelirrojo es de los Nirmala y los ojos lilas del abuelito José” y míos-ella sonrió-era lo que decía más Merak.

-¿Y cómo te convenciste?

-Pues sí le costó un poco a Merak, además fue un shock para mí despertar así y ver a un niño idéntico a mí en el cuarto diciendo que era mi hijo. Me contó las mismas historias que a mis padres y me dijo que me iba a casar con una mujer, jamás pensé que sería contigo y ello me puso aun más escéptica, pero me hablo mucho de ti y al menos lo que me contaba, también yo ya lo sabía, ¿Cómo evitar no creerle?  Y si te digo la verdad, nada me había hecho más feliz que escuchar me iba… voy... a casar contigo. Siempre pensé que nunca me iba a casar, nunca me gusto pensarme como una posesión de alguien, al menos así veía al matrimonio. Y si me casaba, pues había más probabilidades que fuera con un hombre que con una mujer, la única que me ha gustado has sido tú-“esta niña es muy directa” pensé y me sonroje un poco-además… tener hijos nunca estuvo en mis planes, sinceramente.

-…-parecía esperar una respuesta de mí pero al notar que no iba a decir nada, siguió con su historia.

-Tengo primos pequeños muy latosos, además todos los niños que conozco siempre se enferman, causan muchos problemas, son muy ruidosos, siempre quieren dulces, jugar y nunca se les acaba la energía. E incluso hay unos que imitan mucho a los adultos, no te imaginas lo traumático que fue para mí escuchar una vez a mi primito de cuatro años decir “wey” o a mi otro primo de 8 años, decir “pendejo”. Me moría de vergüenza y me decidí a por eso jamás tener hijos, no quería molestias en mi vida y estaba segura de que si los iba a tener… sería porque me iba a enamorar realmente de mi pareja, cosa que veía imposible… nunca fui de las que se enamoran mucho o se compromete en una relación, digamos que mi deporte favorito es calentar el boiler y no meterme a bañar-me reí de su chiste estúpido-pero cuando vi a Merak, cuando de verdad me di cuenta de que era mi hijo (como una hora después de despertar o menos) me sentí tan bien… fue una reacción inexplicable, estaba muy feliz y sólo quería admirarlo y no sólo eso, darme cuenta de que la persona con la que había tenido a un niño tan bonito, había sido… será contigo… fue el éxtasis. Como siempre fue obvio que me odiabas, me bastaba con verte de lejos y si te trate mal a veces… fue para sacarte de mi mente.

-Tratas mal a todos.

-A ti y a los niños no-río-sí fui una pesada contigo varias veces, pero no te trate así de mal como al resto de las personas, ni creas que me voy a disculpar.

-No pensé que fueras a hacerlo.

-Que bueno, ahora ya no me interrumpas.

-Ok, sigue.

-Ver cómo era Merak, todo lo contrario a todos los niños que había conocido, me hizo quererlo aun más, una cosa es ver bebés o niños con sus padres y otra es ver a un niño y saber que es tu hijo, era como ver un mini yo, ¡Son idénticos físicamente a mí! Entonces mientras trataba de recuperarme del shock, Merak corrió a su mochila y saco de ella un relicario, en un lado de la pieza había una foto mía y en la otra, una tuya-“así que eso contiene el relicario que trae Dubhe” pensé.

-¿Nosotras adultas?

-No, de cómo esta edad… “No quiero arruinar la sorpresa” fue lo que dijo Merak, una vez que logró decir bien arruinar-y esa fue la última prueba que me dio para confirmar que era mi hijo.

-¿Qué pasó después?

-Nos siguió hablando de él, le preguntamos su razón de venir y dijo que era secreto, como a muchas otras preguntas.

-Dubhe hizo lo mismo.

-Me lo imagine-esta vez no se enojo de que la interrumpí-en fin, Merak nos hablo de él mismo, de lo que le gustaba hacer y demás cosas, dijo que él era el segundo en nacer… me sorprendí d que fueran gemelos, no me lo esperaba y deseaba conocer a Dubhe también.

 

Veía el rostro de Beatriz y era de orgullo y satisfacción, estaba muy feliz hablando de los niños. Ella prosiguió.

 

-Dijo que Dubhe estaba contigo y que fuera paciente para conocerlo. Y…-ella sonrió levemente, cerró los ojos, al parecer era algo que la hacía muy feliz,

 

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A PARTIR DE ESTE PUNTO, SE RECOMIENDA AL LECTOR SEGUIR ESTE LINK, es una canción :D

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-¿Y qué más te dijo?

-Nos hablo de sus hermanos.

-¿Her… hermanos?-pregunte casi atónita.

-Sí, vamos a tener cuatro hijos-me miró fijamente a los ojos.

-¡¿Cuatro?!

-Sí

-No mames-dije muy sorprendida.

-Aunque no lo creas… yo tampoco lo creí.

-¿Te enseñó fotos de los otros dos?

-No, pero me habló de ellos.

-…

-…

-¡¿Cuatro?!

-¡Ya supéralo, Isabel!

-Es que… wow… no sé… siempre quise tener hijos, pero nunca más de dos. ¿Y por qué no vinieron los otros niños? No es que quiera o no quiera verlos… es sólo que me inquieta.

-No sé-se cruzó de brazos-yo no fui la que los trajo, recuérdalo.

-¿Y qué sabes de los otros dos?

-No me habló mucho de eso… supongo que por lo mismo de arruinar las sorpresas del futuro, pero sé que los gemelos son los de en medio. Hay un hijo mayor que ellos y una más pequeña.

-Increíble-dije tratando de procesarlo todo, pero era demasiada información en tan poco tiempo, todo esto me estaba sobrepasando y curiosamente, me sentía un poco feliz de saber que habían más niños. “¡No! ¡Recuerda que son hijos con Beatriz!” pensé para mis adentros tratando de autodestruir mi felicidad, pero no fue muy útil.

-¿Dubhe no te contó nada de eso?

-No, ni idea de por qué-tendría que hablar luego con el pequeño.

 

Me quede pensativa tratando de poner en orden mis pensamientos y tratar de seguir una línea del tiempo de los hechos, pero no podía. Beatriz lo notó y no hablamos más del tema sino de cómo habíamos hecho cambios en nuestra vida los últimos días, ella también le había comprado ropa a Merak entre otras cosas. Nos decidimos a ir a dormir al cabo de platicar por casi tres horas, había que ir a la escuela por la mañana. Beatriz a pesar de sus ademanes de presunción y su tono de voz egocéntrico, ahora no me parecía tan mala… quien hablará así de bien de sus propios hijos, no podía ser una mala persona, pero claro… esta chica era la que ahora se interponía en mis planes de vida.

 

Regresamos al cuarto y los niños estaban bien dormidos, Merak al parecer se mueve mucho por las noches y tenía sus brazos encima de su hermano, ambas los acomodamos de nuevo y nos tapamos. Beatriz no tardo mucho en quedarse dormida, en cuanto se tapo, dejo que Merak se abrazará a ella y con su brazo libre rodeo a ambos niños. Yo me quede dormida pensando en todo lo que había acabado de escuchar y sin poder llegar a una conclusión de lo que sentía, era confusión, orgullo, enojo, frustración, aceptación, ni idea… había muchas opciones y todas eran acertadas. Y por si fuera poco, cometí un error bastante grave… deje los mensajes de whatsapp de Valeria sin responder y ella odia mucho que la dejen en visto.

 

Esa noche tuve un sueño único en la vida…

Notas finales:

:D me encantó escribir este cap, fue muy inspirador y amo hacer que Isabel se enoje siempre mucho, y sí... como ven la única razón por la que Beatriz no ha sido la bruja que Isabel dice que es, es por los niños... hice un sondeo entre mis amig@s hace tiempo y les pregunte qué opinarían si tuvieran hijos en un futuro, los que me respondieron que no querían tener hijos después les pregunte qué sentirían por ellos si por azares del destino en un futuro los tuvieran, la mayoría respondió que entonces los iban a amar mucho pues no era algo normal para ellos un cambio tan radical y que seguramente iba a ser para bien, entonces tome esa respuesta como base y de ahí que Beatriz no se porte mal al rededor de sus hijos, pero bueno... seguramente están pensado "¿Portarse mal? no, hasta ahora va medio normal" ¡Pues claro! Apenas va empezando la historia XD Isabel y Beatriz tienen lo suyo y una larga historia por delante, todavía ni ha aparecido Valeria como tal, consideren eso :)

También aquí se habla ya por fin de porqué los padres han obligado a sus hijas a vivir juntas, quizas para los extranjeros esto no suene muy lógico pero aquí en México es lo que más se estila desde hace muchísimos años, en mi familia (al menos actualmente) no ha sucedido, pero tengo amigos/as que los han obligado a casarse y vivir juntos porque tuvieron un bebé, claro que aplica lo de divorciarse pero hasta ahora no he conocido una pareja que haga eso, todos siguen juntos. Notese: la mamá de Isabel ya asumió que su hija se va a casar con una mujer y bueno, no tiene problemas, más bien es con Valeria con la que no quiere que se hija se case.

 

Con respecto a las palabras subrayadas, ahí les va lo que significan (por aquello de que varios de ustedes viven en otros países diferentes a México):

CHORO MAREADOR: esta frase suele usarse en México cuando quieres hacer un relleno de lo que estás diciendo, agregar información sin sentido o simplemente hablas por hablar. Es una forma de perder el tiempo a lo tonto, ya sea con alguien que te echa su choro o bien, tú dices puro choro durante mucho tiempo, sin llegar a ninguna conclusión o bien, sí llegaste a una pero dijiste cosas innecesarias o le diste al asunto muchas vueltas.

 

CUATE: otra forma de decir hermano mellizo.

 

PRENDER EL BOILER Y NO METERSE A BAÑAR: esta es una frase mexicana (no sé si otro país la usa) muy divertida. En México, una de las tantas formas de calentar agua para bañarse, es con un objeto llamado boiler. Aquí esta frase puede entenderse como la típica en el amor de “dar alas y después cortarlas”, emocionar emocionalmente a alguien sin que tú poseas alguna intención seria con esa persona.

 

NO MAMES: una grosería bastante fuerte en México. Similar al “¿Hablas en serio?” sólo que se usa cuando estás muy sorprendido. Dependiendo del contexto en que se use y la forma en que se entone, puede ser positivo o negativo su usó.

 

LA DEJEN EN VISTO: me refiero a las dos palomitas azules que te avisan de la confirmación de lectura de un mensaje en la aplicación de whatsapp,

Y ESO ES TODO XD RECUERDEN QUE SI QUIEREN HACER ALGUN FANART DE MI HISTORIA, PUEDEN MANDARMELO Y LO INCLUIRÉ EN LOS PRÓXIMOS VIDEOS DEL SOUNDTRACK (por ahora notaran que la canción sigue siendo la misma, esto es porque así lo deseo hahahahahaha además me sirve que junto sus trabajos)


Que tengan un excelente día!!!

IRIE RYUEN


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