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De niños del futuro y adolescentes del pasado por Irie Ryuen

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Notas del capitulo:

Hola!!! Lamento la tardanza :/

Pero seguro que esta actualización cmpensará esa larga espera n.n

Saludos,

IRIE RYUEN

De niños del futuro y adolescentes del pasado

VIII

IRIE RYUEN

 

En mi sueño, yo estaba acostada en la hierba boca abajo, sabía que era un sueño… tenía que serlo, no había estado en la hierba antes y tampoco recordaba un cielo tan azul. Cuando me gire y vi el cielo, lo reconocí como un sueño, de esos en los que obtienes la habilidad de controlarlo (y es la primera vez que logro algo así), me puse una mano en los ojos, el sol me deslumbraba, el sueño se sentía tan real.

 

Me senté y recién me daba cuenta de que estaba mojada la hierba, y que por lo tanto, mi ropa, cara y cabello también lo estaban. Limpie mi cara con la mano y la mire, tenía pasto y lo que parecían ser ramitas. Mire a mi rededor y note que la hierba me llegaba a los ojos, tenía que levantarme más allá para ver algo que no fuera eso, atrás de mí habían un bosque y aun más atrás, grandes montañas. También había aves negras volando, algunas se venían a parar a pocos metros de mí, supongo a comer algún insecto o vegetación, ni idea. Me puse de pie y me quite todo lo que me molestará de encima.

 

Mi ropa aunque mojada, estaba claro que no era mía, traía puesto un pants blanco que jamás había visto, sudadera, pantalón, playera, todo blanco, ¡Hasta los calcetines! “Qué barbaridad, yo jamás usaría algo tan monótono” pensé. Ahora me encontraba en un lugar que no conocía y que quizás, era medio día. Camine hacia el valle, a lo lejos se veía que la hierba alta daba paso a una más transitable, ya estaba harta de esta, era muy difícil caminar sobre esta y más teniendo sólo calcetines, me estaba lastimaban un poco, era como caminar sobre espinas aunque era un tanto soportable, pero me dio la extraña sensación de que no importaba cuánto caminara, iba a seguir así aun con la hierba baja.

 

En los sueños el tiempo siempre es relativo, uno puede irse a dormir, soñar por 4 segundos y en la realidad pasaron 5 ó 6 horas; o bien, irse a dormir, soñar un largo tiempo y darse cuenta de que pasaron apenas dos horas. Podría decirse que camine por media hora y no encontraba nada de civilización u otros animales, podría jurar que vi a un conejo pero no lo sé. Entonces me senté en una pequeña loma y vi que a lo que parecía ser el este, árboles un poco más dispersos entre sí daban cobijo del sol, en todo mi camino no había tenido sombra, odie la realidad de este sueño. Hacía tiempo que había dejado la hierba alta atrás.

 

Vi mis calcetines y estaban mugrosos, tenía pequeñas espinas encajadas en la planta del pie pero no dolía mucho, más bien era el cansancio y el esfuerzo que hice por caminar así. Decidí caminar hacia los árboles y esperar a que algo loco ocurriese, que este sueño tuviera sentido, pronto desee que fuera algo más dinámico o que por lo menos tuviera algo que hacer. Estaba caminando hacia esos árboles cuando un niño pasó a mi lado derecho corriendo, como si estuviera siendo perseguido, yo seguía caminando pero me paré en seco cuando el chico aun corriendo miró hacia atrás y por un momento intercambiamos miradas, sus ojos eran lilas.

 

-¿Pero qué demo…?-trate de articular palabra pero en ese momento otras dos figuras me pasaron de largo, los reconocí… eran Merak y Dubhe.

 

Ambos niños corrían detrás del otro jugando, parecían hablar entre ellos y gritarle al otro para que se detuviera, el chico obedecía y se acercaba a los gemelos sonriéndoles y llevándolos de la mano hacia los árboles. Parecía que yo era invisible para los tres aun si hubiese cruzado miradas con quien asumí… era mi futuro hijo mayor. Un niño de quizás unos 8 ó 9 años, un poco moreno, cabello quebrado, abundante y negro, con largas patillas. De cómo 1.30 m de alto y delgado, físicamente podría decirse que era idéntico a mi papá pero con la nariz respingada de mi mamá y los ojos… ¿eran los de Beatriz?

 

Corrí detrás de los niños y ellos iban hacia otra loma que tenía la vista al campo, distinguí a la distancia a una persona que les hacía señas para que fueran hasta allá y ahora eran Merak y Dubhe los que le llevaban la delantera al otro chico. Dubhe fue el primero en lanzarse sobre los brazos de la otra persona mientras que Merak volvía al lado de su otro hermano quien se veía cansado y ambos iban caminando de la mano. Aun a la distancia en la que me había encontrado, seguía sin ver bien a la otra persona así que también corrí. No sin antes ir lanzando maldiciones a lo largo del camino por todo lo que iba pisando. Pero no tarde más de unos segundos en llegar a ponerme a una distancia apta para ver quién era la otra persona.

 

La versión adulta de Beatriz sostenía a Dubhe mientras parecía ordenarle a los otros niños que no se alejaran, ella saco de su bolsillo un pastillero y con un movimiento sencillo de mano, le indico al mayor que se acercará, el niño obedeció y Beatriz le dio una pastilla con agua. Luego los Merak tomo a su hermano mayor de la mano y los dos se fueron hacia la parte baja de la loma y jugaron en el pasto. Beatriz le dio un beso en la frente a Daniel y lo dejo ir con sus hermanos. Aquella mujer no era tan diferente con la Beatriz que yo conocía, claro que se notaba que ya habían pasado los años, pero su esencia seguía siendo la misma, presumida. Seguía siendo delgada, su cabello era corto, le llegaba un poco más arriba de los hombros y se notaban arrugas muy pequeñas en las comisuras de los labios y en los extremos de los ojos, su rostro era más maduro y su estilo de vestir igual, como el de una señora madura y responsable, pero aun tenía ciertos indicios del estilo de vestir que tenía cuando nos conocimos, su cinturón estaba marcado por una hebilla de flores, traía puesta una blusa de mangas estilo murciélago, color roja, con un collar que traía un mineral colgando. Me daba gusto verla y sí, por un momento admire su belleza, esa sonrisa sincera y ojos serenos me daban mucha tranquilidad, la vida la había tratado físicamente bien.

 

Me seguí acercando a la cima de la loma, donde la futura Beatriz se había sentado y estaba bebiendo agua, mientras entablaba conversación con alguien a su derecha. Al llegar a la cima, vi a la Beatriz de mi época parada viendo la escena con una cara de asombro tal que jamás había visto en nadie, no sabía si era de horror, sorpresa, alegría o algo, pero su vista no estaba en los niños o en su versión futura, sino en la otra persona a lado de su versión del futuro, era yo. Mi versión mayor estaba ahí sentada con una pequeña niña en sus brazos, jugando con ella. Una infante de alrededor de 3 años, blanca de piel, pelirroja pero de ojos color miel. La niña jugaba con mis dedos y sin querer había jalado uno tan fuerte que yo me estaba quejando del dolor pero la niña reía pensando que era divertido, hasta que mi yo del futuro la regaño y de juego le mordió una de las orejas de su capucha de oso. Ambas mujeres se miraban con cariño y abrazaban a la niña, mientras que nosotras… sus versiones más jóvenes estábamos al punto de infarto y sin que nadie más aparte de entre nosotras, nos pudieran ver. ¿Por qué estábamos viendo esto? ¿Qué significaba?

 

La Beatriz de mi época ahora me veía a mí, un tanto asustada y entonces ella poco a poco comenzó a desvanecerse, me asuste y trate de tomar su mano pero no pude. Entonces escuche un sonido, piares a lo lejos y mire mis manos, yo también me estaba desvaneciendo y todo a mi alrededor comenzó a tornarse negro y el sonido se hacía más y más fuerte. Abrí los ojos de golpe y me di cuenta de que estaba despierta, mi celular era el que estaba emitiendo ese sonido, el que había puesto como predeterminado cuando  me enviaran mensajes de facebook o whatsapp, vi la hora y eran las 5 am, en poco ya iba a ser hora de levantarse para arreglarme e ir a la escuela. El mensaje era de Katia, mediante whatsapp me estaba diciendo que se sentía muy mal. Decía lo siguiente:

 

Perdona que te mande mensaje tan temprano, pero me siento muy mal de la garganta :/ Parece que el tiempo de ayer no me cayó bien y me enferme de gripa, me quedaré en casa descansando, puedes enviarme la tarea a mi correo xfas??? Gracias, te quiero

 

Traje un poco de saliva y me humedecí los labios, al mismo tiempo me talle la cara para despabilar un poco y releer mejor el mensaje, al principio no había entendido muchas cosas por estar adormilada. Le respondí que no había ningún problema y que le mandaría la tarea que dejaran en las clases que ella y yo compartíamos. Entonces recordé que había dejado el mensaje de Valeria en visto y me metí rápido al chat que tenía con ella en whatsapp, la última vez que ella se había conectado había sido casi a las 12 am, poco tiempo después de que yo hubiera visto su mensaje, sabía que estaba enojada conmigo y su estado en esa misma app me lo confirmo. “Me pongo triste cada vez que me dejas en visto, I hate you”

 

-“Ay no, mierda”-pensé. Rápidamente le escribí un mensaje con una excusa estúpida, le dije que mi cel se había quedado cargando y que cuando me mando el mensaje pues se abrió el chat… ya sé, una respuesta estúpida pero era lo mejor que se me ocurría, cuando me meto en problemas con ella no suelo pensar bien, me tiene siempre nerviosa o bajo presión.

 

Al terminar de escribir mi respuesta, poco a poco los recuerdos de mi sueño comenzaron a volver y en mi mente sólo aparecía Beatriz y nuestros futuros hijos, el mayor tan sonriente, los gemelos siendo muy cariñosos y la nena pequeña, con el temperamento igual de agresivo que el de Beatriz. Me incorporé y con las luces del exterior, vi apenas a Beatriz sentada en mi cama, despierta y muy pensativa, mirándome a los ojos.

 

-¿Así que también lo viste?-le pregunte después de unos segundos de silencio.

-Sí-dijo ella en voz queda.

-¿Qué se supone que tengamos que hacer ahora?

-No lo sé, casarte conmigo a la fuerza supongo-se rió de forma agresiva.

-Quisieras-dije enojada y me levante de mi cama, sentía la espalda hecha trizas, dormir en el piso no me sentaba nada bien.

-¿Puedo bañarme?

-Claro-fui al ropero y baje unas toallas, una se la avente a la cara y la otra me la quede yo-como quieras, esta va a ser tu ahora ahora-dije muy enojada-yo igual me voy a bañar, iré al bajo del piso de abajo. Despierta a los niños cuando salgas para que se bañen, irán con nosotras a la escuela.

-Va-sonrió complacientemente y fue a mi ropero a buscar su ropa.

 

Para cuando volví, ella ya se estaba terminando de maquillar y los niños se estaban bañando. Ella estaba sentada sobre mi cama (ya arreglada) y me sonrió mientras se veía al espejo, estaba delineando sus ojos con un delineador líquido negro. Me senté a su lado para ponerme mis botas negras. Termine de ponérmelas y de incluso arreglarme el cabello, y ella seguía maquillándose, ahora se ponía lápiz labial rojo.

 

-Tardas mucho en arreglarte-le dije.

-Pero quedo perfecta-dijo sonriéndose a sí misma al espejo y viéndose de perfil-listo. Sigue el cabello.

-¿Todavía?-pregunte desesperada.

-Tranquila-rodo los ojos-sólo me pondré una diadema-se levanto y de una pequeña caja, saco una diadema con pequeñas flores blancas y se la colocó-¿Ves?, ya estoy lista.

 

Se paró de frente a mi espejo de cuerpo completo y se admiro una y otra vez, de nuevo por el frío, ella traía puesto un suéter blanco de cuello alto, un pantalón de mezclilla y botas que en la parte superior estaban peludas.

 

-¿Qué tal luzco?-me miro de forma picará.

-Bien-dije sin verla y tome mi reloj de muñeca de mi mesita de noche.

 

Entonces, debajo del reloj estaba otra nota, con el mismo tipo de letra y hasta aroma. ¿Desde hace cuánto que estaba ahí? No recuerdo haberla visto en la mañana… ¿O sí? Tome la nota y la sostuve entre mis manos, “Un sueño, como un regalo de mi parte. Que tengan suerte” era lo único que decía esa nota. Me mordí los labios pensando detenidamente, ¿Cómo demonios esta persona sabía en lo que habíamos soñado? Los detalles en la nota no me indicaban mucho, misma letra, mismo aroma, nota de color azul, tinta ya seca… nada nuevo.

 

-¿Qué es eso?-me preguntó Beatriz, sentándose a mi lado. Le pase la nota sin decirle nada y ella la leyó-¿Qué significa?

-No lo sé-dije quitando la nota de sus manos-pero nos están vigilando.

 

Las dos suspiramos y nos quedamos viendo al suelo. Me desesperé de no tener respuestas, rompí en trozos la nota y la tire en el bote de basura.

 

-¿Por qué hiciste eso?-me miró ella muy dolida.

-¿Y por qué no? Ya me cansaron esas notas estúpidas.

 

Nos volvimos a quedar en silencio y a los pocos minutos salieron los niños ya con la ropa interior puesta. Entre las dos les secamos el cabello y los ayudamos a vestirse, ellos solitos seleccionaron su ropa, se notaba la influencia de Beatriz en ellos en cuanto a sus colores de vestir, muy bien combinados y al igual que ella, traían suéteres puestos, yo era la única que traía una sudadera.

 

Más tarde mis padres nos habían preguntado si habíamos pasado una buena noche, deje que Beatriz respondiera diciendo que la cama apenas era justa para los niños y ella, pero que nos las podíamos arreglar después, entonces comencé a pensar que sería buena idea comprarme un colchón inflable, ni idea de por cuánto tiempo mi nuevo lugar para dormir sería el suelo. Ellos no dijeron nada más y se limitaron a darles de desayunar a los niños mientras Beatriz y yo nos preparábamos nuestros almuerzos, para ser ella una chica tan delgada, comía bastante pero balanceado, un gran plato de ensalada, con carne y crutones sería su almuerzo del día, para los niños había preparado unos sándwiches e incluso para mí, ella también había dejado un sándwich, el cual rechace y lo puse en el refri, “me lo comeré después” fue lo que le dije en cuanto ella me miró con enfado por haber rechazado su comida. Mis papás se veían un tanto complacidos con ella, estaba demostrando ser responsable con su “familia” pero seguía teniendo ademanes poco correctos, como el hecho de querer ir siempre primero en todo, la primera en servirse café, la primera en sentarse en la mesa, etc. Y por si fuera poco, la papa en la boca ahí seguía, su tono de voz era incorregible y su plática… no muy interesante, estaba al tanto de todos los conflictos ambientales que acontecían en el mundo y México, pero nada de noticias sociales, por ejemplo, de no haber sido por nosotros ella jamás se hubiera enterado de todas las tranzas en la política del gobernador del estado de Veracruz, Duarte. Y de no haber sido por las redes sociales, tampoco se hubiera enterado de los mexicanos muertos en Egipto por un ataque aéreo. Al darse cuenta de que a ella le faltaba enriquecer más su plática, se quedo callada y escucho todo lo que teníamos que decir de esas noticias, claro sin usar palabras fuertes ya que los niños estaban ahí también.

 

-Bueno, tienes que admitir que sabe del medio ambiente-me dijo mi hermano en confidencialidad.

-Sí, pero tampoco es correcto que le falte la relación con la sociedad, medio ambiente es una cosa y otra ambiente, la última incluye la relación sociedad-naturaleza y muchas veces, los problemas ambientales pueden ser explicados por los problemas sociales y viceversa.

-Buen punto.

-Además, te apuesto a que ella jamás se hubiera enterado de la fuga del Chapo, de no ser por los memes del facebook y Uno Noticias.

-Vamos, no seas tan ruda con ella-me coloco su mano en la cabeza y me acaricio como si de un perro se tratase.

-Suéltame-le dije quitando su mano de mi cabeza, sabe que eso me molesta.

 

Terminamos de desayunar y todos nos fuimos de la casa a continuar con nuestras actividades normales. Lo más complicado de sólo esa mañana fue tener que vernos a la cara, nuestro sueño había complicado un poco las cosas, nos mostró parte de la vida que nos esperaba juntas y aunque no era tan mala, yo no quería algo así. Ella estaba muy animada con los niños en el asiento de atrás, jugaba con ellos a “yo veo”, mientras mi hermano los miraba por el espejo retrovisor. Hacerme a la idea de que a partir de ahora ella y yo teníamos que hablarnos en clases, además de estar juntas, era un infierno y la única con la que podía quejarme eternamente de esto, no iba a ir a la escuela. Valeria… ella era otro problema, no puedo seguir ocultándome de ella por mucho tiempo más, al menos me contestó mi mensaje de whats, pero su estado ahora era “Still hate you”, nada alentador para mí y yo estaba tan confundida y enojada, que definir específicamente de qué, me era imposible, bufe del coraje.

 

Al llegar a la facultad, los cinco nos quedamos en la camioneta y dormimos media hora más, los niños afortunadamente tenían sueño. Cuando faltaban diez minutos para empezar las clases, fue que decidimos con quienes iban a estar los niños, Dubhe con Beatriz y Merak conmigo.

 

-Despídete de mami, Dubhe-Beatriz le ordeno cariñosamente a Dubhe mientras el niño iba a darme un beso de despedida.

-¿Nos vamos a ver después?-me pregunto un poco preocupado.

-Claro-le sonreí-en unas horas. Ahora tienes que ir a con ella, pórtate bien-le revolví el cabello y observe como ambos niños se despedían animadamente. Beatriz y yo nos limitamos a hacer una pequeña afirmación con la cabeza de que nos veríamos más tarde.

 

Como el salón de la primera clase de Beatriz estaba hasta uno de los edificios más alejados del estacionamiento, tomo a Dubhe de la mano y salieron corriendo, no sin antes ella voltear a verme y lanzarme un beso. “Desgraciada, ¿cómo se atreve?” pensé. Mi hermano se despidió de nosotros y me dejo las llaves para cerrar la camioneta. Merak estaba recargado en el carro de al lado, con su mochila en la espalda y aun bien abrigado, el mal tiempo no se quitaba.

 

-¿Listo para irnos?-le pregunte poniéndome a su lado. Él asintió, mirando hacia el piso-¿Qué tienes?-no me respondió, de hecho negó con la cabeza quizás porque no me quería contar-¿Qué te ocurre, Merak?-deje mi bolsa en el suelo y me puse de cuclillas frente a él-mírame-le dije cariñosamente, poniendo mis manos en sus mejillas-¿Qué pasa… hijo?

 

Era la primera vez que yo decía esa palabra, al menos en voz alta, de hecho no creí decirla en mucho tiempo, pero al ver a Merak así, me dio la sensación de que él deseaba escucharme llamarle de esa forma. El pequeño dejo de llorar y me miro directamente a los ojos.

 

-Te extrañe mucho, mami Isa-dijo entre sollozos, saque un pañuelo para limpiarle la nariz.

-Bueno… ya estoy aquí-le sonreí-no te vas a volver a alejar de mí.

 

Él asintió y afortunadamente esas pocas palabras bastaron para calmarlo. Se agarro fuerte de mi mano y comenzamos a caminar por un largo pasillo de uno de los edificios más cercanos. Los otros estudiantes que nos íbamos topando en el camino se le quedaban viendo a Tomás como si ellos nunca hubieran visto a un niño, aunque era obvio que eso se debía a su apariencia física. En más de una ocasión nos pararon y le decían cosas bonitas a Tomás, él se refugiaba detrás de mí y les sonreía con cierta desconfianza, eso de alguna forma lo hizo ver más tierno frente a las personas que insistían en acercársele. Dado que a mí tampoco me gustan las grandes multitudes o que siquiera personas que no conozco se me acerquen con tanta familiaridad, me las arregle para seguir caminando hacia mi salón de la primera clase. Se notaba que Tomás tenía frío, así que le arregle su bufanda cuando llegamos al salón.

 

Al entrar, la profesora dudo un poco en dejar que él se quedará ya que no era un salón cualquiera, sino uno con computadoras y equipo de robótica (quisiera aclarar que mi clase no era de eso, como saben mi carrera no es de robótica, pero compartimos el salón con aquellos chicos), ella temía que Merak se pusiera a jugar con el hardware o a correr por el salón mientras nosotros trabajábamos, pero finalmente cedió y coloque a Tomás a mi lado. El salón estaba diseñado para tener a 20 estudiantes dentro, con todos los equipos en la primera planta y en la segunda, el taller de robótica. Además, por computadora, había dos sillas acolchonadas, así que sin problemas acomode a Tomás en una de ellas y lo deje dormir el resto de la clase, de la cual no hicimos mucho. La clase se trato de realizar un mapa con distintas características geológicas y edafológicas del lugar al que iríamos de práctica de campo en un mes, pero teníamos que usar un sistema de información geográfica (SIG) que jamás habíamos visto antes, uno llamado Global Mapper.

 

Había ratos en los que Merak se movía un poco en su silla, y la chamarra que le había puesto encima se le caía, pero en general ese fue el único inconveniente que tuve. Me encantaba ver cómo los mechones de su cabello le caían suavemente por su cara y su respiración movía la cobija que le había puesto.

 

Al finalizar la clase, tuve que cargar a Merak entre mis brazos, el niño se rehusaba a despertarse, así que lo lleve entre mis brazos mientras otra amiga me ayudaba a cargar su mochila y las loncheras del almuerzo, además de la cobija que al final tuvimos que meter en mi casillero, ya que nos estorbaba. Los tres nos fuimos a un área verde de la facultad y coloque al pequeño entre mis piernas, entre abrió los ojos y se dio cuenta de que ya era hora de almorzar. De una bolsa (la improvisación de Beatriz para las loncheras de los niños), él sacó su sándwich y un jugo, entonces me pasó otro para mí.

 

-¿No te quieres comer ese sándwich?

-Tengo dos-respondió, dándole una mordida al suyo-este te lo mandó mami Beatriz, dijo que te lo diera.

-…-mire con detenimiento el sándwich y el cómo Tomás comía con tan enorme felicidad el suyo-gracias-tome lo que me ofrecía y lo desenvolví.

-¿Mami Beatriz? ¿De qué está hablando?-me preguntó mi amiga, preocupada y sintiéndose fuera de lugar.

-Es una larga historia, Pame-le sonreí tratando de disimular mi nerviosismo por ver qué inventarle para que me creyera.

-Bueno, si tú lo dices.

-Provecho-dijo Tomás sentándose mejor entre mis piernas. Mi amiga y yo le dijimos lo mismo.

 

En las siguientes dos clases, Merak me hacía muchas preguntas de los temas que estaba viendo, como se trataba de un leguaje especializado, él no entendía nada y quería enterarse de por lo menos algo, pero si le trataba de explicar, los profesores se enojaban ya que no era correcto hablar en clase, pero si no le decía algo a Merak, él se impacientaba y hacía más preguntas. Me sentía un poco presionada por tener que cuidarlo y al mismo tiempo, poner atención, a diferencia de Dubhe… Tomás parecía ser más curioso y observador. Los profesores en general no se quejaron, pero sí me preguntaron si el tiempo en el que Merak iba a estar viniendo iba a ser largo.

 

-Esto no es una guardería-decían la gran mayoría-Será mejor que veas otra forma de cuidar del pequeño, que no sea trayéndolo a la escuela-entre más profesores me decían eso, más me daba cuenta de las presiones que iba a estar enfrentando de ahora en adelante.

-“Lo sé, pero no es fácil meter a niños al sistema educativo cuando no tienen ningún papel que si quiera los acredite como mexicanos”-pensé para mi propia desesperación.

 

En otra clase, de botánica, me enfrente al problema de controlar a Tomás, que emocionado de estar en el herbario de la facultad, iba con todos mis compañeros de grupo a abrir los estantes y sacar los ejemplares para su estudio. Entre que trataba de cuidarlo y a la vez hacer mi trabajo, sin querer rompí parte de una hoja de los ejemplares y rápidamente, la volví a guardar fingiendo demencia.

 

-Tranquila-me dijo Rebeca-él no está haciendo nada malo, de hecho nos está ayudando a todos a sacar lo que necesitamos. Es muy acomedido.

-Bueno-dije no muy segura y guardando de nuevo la planta que había ocupado, por buena suerte la maestra no se dio cuenta, que si no… seguro me corre, ella es la directora del herbario.

 

Al final, Tomás estaba muy emocionado de todo lo que había aprendido, aunque no podía mencionar muy bien ningún nombre científico de las plantas, que en sí ese era el objetivo de la clase, reconocer a algunas especies por dichos nombres.

 

-Ta… tra… tra… tracheola… Tracheofila… traaaaaa-Merak trataba de pronunciar el taxón de las plantas vasculares, conocidas como “helechos” para la banda.

-Es traqueofita-le dije riendo tras ver cómo Tomás no se rendía para decir bien la palabra.

-Tra… traaaa…

 

Finalmente llego la última clase del día, me sentía emocionalmente agotada, pensé que cuidar a Tomás sería más relajado que con Dubhe, pero no era así por ahora. Era justo en la última clase que íbamos a ver a Beatriz y Dubhe, los niños al verse corrieron uno al otro y jugaron en el salón, mientras esperábamos que el profesor llegará. Beatriz había elegido sentarse a mi lado, a pesar de que ella siempre ocupase algunos de los lugares de la primera fila, siendo que yo siempre me sentaba en los de en medio o los de hasta atrás.

 

-Me dijo Tomy que te comiste el sándwich que te envié-dijo ella en tono presumido y orgulloso.

-Sí-le respondí sin verla, mientras leía mi libro de poesías-estaba rico, gracias.

-De nada-sonrió de manera confiada y se acomodó en su lugar-¿Qué tal se portó Tomás?

-Bastante bien-le di la vuelta a la hoja con elegancia, tratando de superar sus ademanes. Ella se estaba sentando correctamente en la silla y daba un aire de superioridad (como siempre) y su tono, era posesivo-aunque es más activo que Dubhe.

-¿En serio? Vaya… yo pienso diferente.

-…

-…

 

De nuevo tuve la sensación de que ella quería seguir charlando y yo no quería eso, además el profesor todavía no llegaba, ya llevaba algunos minutos de retraso. Beatriz estaba de nuevo a punto de hablar cuando sus amigos fueron acercándosele para saludarla, habían estado antes con los niños y los saludaron con un movimiento de mano especial, ya saben… el de chocar la palma de costado, a la altura de la cintura y cerrar el puño, chocándolos. No es por nada, pero en serio odio ese saludo y el ver que mis hijos lo hagan… no me hace mucha gracia. Los amigos de Beatriz me miraron y trataron de ignorarme, pero les fue un tanto imposible ya que los lugares que ellos ocuparon para sentarse, nos rodeaban y si querían hablar con Beatriz... algunos tenían que asomarse frente a mí para hacerlo.

 

A pesar de todas las actividades del día de hoy, aun no podía quitarme el recuerdo de aquel sueño de la cabeza, por lo que vi… esa vida que iba a tener, era una fácilmente envidiable para cualquiera: una esposa hermosa e hijos activos y muy lindos, todos nosotros perfectamente sanos. Pero… aun lo de la esposa era lo que no me convencía, si fuese Valeria, ¡Claro que sí!

También me inquietaba recordar las miradas de cariño entre nuestras versiones adultas, por más que lo intentaba, cada vez que miraba de reojo a Beatriz, deseaba que desapareciera, que me dejara tranquila y que no me volviera a hablar, era tan claro mi enojo que tenía que concentrarme aun más en la lectura y no dejar que mis emociones se expresaran así de fácil. Pero mi mente iba de Beatriz hacía los niños, de ida y vuelta… recordaba a los otros dos niños con tanta claridad, que me fascinaba aceptar que eran mis hijos también, aunque sin duda a la niña le faltaba un poco de disciplina, pero seguro por ser la hija menor y la única mujer, era claro hasta para mí, que sería una consentida de lo peor y sobreprotegida por sus hermanos y por… sus madres. “Una pequeña versión de Beatriz… que horror” pensé, no me mal entiendan, por supuesto que todo padre desea ver en sus hijos a sus parejas reflejadas, pero yo me sentiría mucho mejor si las únicas características heredables de Beatriz fueran las buenas… y ahora que lo pienso, seguramente ella ha de pensar lo mismo con respecto a mí, tampoco ha de desear verme reflejada en nuestros hijos.

 

Pero aun pensaba en otros detalles que había visto en mi sueño, como los ojos de mi hijo mayor y de la menor, quizás tuvimos donadores con las mismas características físicas, ni idea… nunca fui buena con la genética y tampoco tenía muchas ganas de comprender las cosas en ese sentido. Sin embargo, aun había otro detalle importante… ¿mi hijo mayor estaba enfermo? Recuerdo haberlo visto tomando una pastilla, quizás tenía gripa… curioso, primer sueño en la vida que tengo en que hay alguien enfermo. Hay muchos detalles por recordar y analizar.

 

Entre tantos pensamientos confusos, aun era capaz de sentir las miradas de los amigos de Beatriz hacia mí, eran de desaprobación como siempre, pero había una en especial que sentí con mayor intensidad, lentamente fui bajando el libro de mi vista, hasta asomar mis ojos por encima de las hojas y note que Luis (el pegostepersonal de Beatriz), me miraba con total odio que intuí que de un momento a otro, este iba a estallar de coraje.

 

-¿Sucede algo?-le pregunte, alzando una ceja y en tono autoritario, algo que pareció ofenderlo aún más. Había dejado mi libro a unos centímetros debajo de mi cara y le dirigía una mirada tan penetrante como la que él me había dirigido.

-Muérete-me dijo en confidencia, frunció la mirada y me barrió. Yo sonreí ligeramente sin darle importancia y desvié mi atención de nuevo hacia mi libro.

-Me han dicho peor-dije y la única que volteo a verme fue Beatriz. Ella me miro y después a Luis, hizo una mueca y luego se sentó en su lugar, recargándose sobre su mano.

 

El profesor finalmente llego a la clase corriendo apresurado, entro con su bata de laboratorio puesta. Se disculpaba por llegar tarde y dijo que había estado trabajando en un proyecto muy importante. Yo les ordene a los niños que se sentarán en los lugares que les habíamos conseguido a nuestro lado y ellos obedecieron sin más.

 

La clase comenzó y el tema fue la introducción a la toxicología, la materia se titula Bioquímica Ambiental, pero apenas empezábamos a ver la historia de la toxicología como un extra del temario, no era un tema obligatorio pero el profesor lo consideraba primordial. Estaba a punto de empezar el tema, cuando él se le quedo viendo a los niños y comenzó a dudar en qué decir, parecía que quería articular palabra pero no decía nada.

 

-Yo iré-dijo Beatriz levantándose y fue directo hacia él. Nuestros compañeros se le quedaron viendo sorprendidos, pero obviamente no era la primera vez en la que Beatriz hacía lo que quería en una clase y se le imponía a un profesor. Aunque agradecí que esta vez al menos lo estuviera haciendo por el bien de otras personas que no fueran ella.

 

Beatriz y el profesor salieron del salón y por la ventana observe que estaban platicando en el pasillo. Por los movimientos que ella hacía, interprete que sí estaban hablando de los niños y por su sonrisa encantadora y movimientos suaves, ella seguro estaba pidiendo permiso al profesor de que ellos se quedarán en la clase. Al final el profesor cedió, aunque no se veía muy de acuerdo con el asunto.

 

-Dijo que por esta clase tengamos cuidado-Beatriz me dijo al oído cuando regresó a su lugar.

-¿Por qué?

-Porque hoy vamos a ver la historia de la toxicología, desde el punto de vista de todos los casos que surgieron a lo largo de los años, seguro ya me entiendes de qué manera-miró a los niños preocupada.

-Ya veo-“asesinatos, homicidios, sentencias de muerte, estudios en cuerpos humanos” pensé, y era claro, no había otra forma de ver ese tema sin tocar esos puntos. Pero ya era demasiado tarde como para salirnos de la clase.

-Que él nos hará señales cuando sea necesario taparle los oídos a los niños, no quiere que se enteren de eso.

-Bien-los niños nos miraban, queriendo saber qué discutíamos entre nosotras pero no escuchaban nada-¿El profesor sabe que estoy contigo?

-Sabe que tú y yo los estamos cuidando-me dijo secamente, como enojada-claro… no dije mucho, con eso de que te molesta que me relacionen contigo-la mire igual molesta, pero entendí su punto de vista, no dije nada.

 

Desviamos la mirada a la clase, notando que el profesor ya estaba comenzando el tema, los conceptos básicos en la toxicología.

 

-¿Qué cosa puede ser un veneno?-preguntó a la clase, como siempre… todos mudos-vamos, recuerden que en esta clase un factor importante para sus calificaciones es la participación-sonrió. De nuevo… muchos decían la respuesta en voz baja, pero nadie levantaba la mano, quizás por miedo a equivocarse. Finalmente, fue Beatriz la que hablo, algo sumamente raro en ella, normalmente no responde a las preguntas de los profesores.

-Cualquier cosa puede ser un veneno-dijo ella muy segura.

-¿Cualquier cosa? ¿Hasta las medicinas?-el profesor seguía sonriéndole de forma confiada, trato de desconcentrar a Beatriz con su pregunta.

-Así es-dijo ella-hasta las medicinas.

-¿Y eso por qué?

-Por la dosis… la dosis hace al veneno, profesor.

-¡Exacto!-dijo él muy complacido-me agrada su respuesta, Beatriz. Muy bien, es como su compañera mencionaba, la dosis hace al veneno. Hasta las mismas medicinas pueden ser un veneno a dosis muy altas de las recomendadas.

-¿Y por eso el término de sobredosis, profesor?-pregunto un chico.

-Correcto. Pero no sólo aplica a medicinas, también a otras sustancias químicas y elementos. Y entonces, participación para quién me responda a la siguiente pregunta… ¿Qué significa LC50 y cuál es este valor para… un pez gato? ¿Y cuál es la diferencia con un límite máximo permisible?-sonrió de nuevo de forma confiada, como siempre… a este profesor le gusta hacer preguntas difíciles, pero es muy bueno dando clases. Ahora yo levante la mano y él me cedió la palabra.

-LC50 significa en español, concentración letal 50, quiere decir que a una cierta concentración de alguna sustancia en el cuerpo a un tiempo dado, puede matar al 50% de los individuos de alguna especie. No sé cuál sea el valor de la LC50 para el pez gato, pero sé la diferencia entre la LC50 y un límite máximo permisible, es que este límite es un valor que no debe de ser excedido en la descarga de algún contaminante a agua, suelos, aire, etcétera. No mata al 50% de la población, sino que a partir de este valor, se empiezan a presentar afectaciones severas a la salud, principalmente humana, ya que para eso fueron hechos inicialmente. La LC50 y otros índices similares, son para múltiples especies.

-Wow, eres muy inteligente mami Isa-dijo Merak, sonriéndome mientras dibujaba en una hoja que le había dado.

-Gracias-le acaricie su cabello.

-Muy bien-me dijo el profesor, su respuesta es correcta. ¿Y sabe entonces cuál es el límite máximo permisible de plomo en agua, digamos… potable?

-“Rayos”-pensé-“otra pregunta difícil… pero me la sé… recuerdo que esa pregunta vino en un examen de otra materia, en la que proponían una contaminación por descargas de plomo en agua y teníamos que proponer un método de remediación. ¿Cuál era ese valor?”-vi que Beatriz y varios compañeros me miraban preocupados, esperando a ver si sabía la respuesta o no, quizás porque siempre yo respondo correctamente a casi todas las preguntas más rebuscadas.

-¿Sabe la respuesta?

-Sí, la sé… deme un momento…-me mordí los labios, “¡ya la recordé!”- 0.01 miligramos por litro.

-¡Muy bien! Tiene la participación completa, felicidades. Ahora chicos, muchas veces los números no representan mucha importancia para las personas… ¿Acaso les importa eso a la población en general? Desafortunadamente no, aun no hay esa educación como para ponerse a investigar cuáles son esos límites máximos permisibles y es que todos esos contaminantes pueden almacenarse en el cuerpo y hacer trizas nuestro metabolismo. Que en el agua potable tengamos más del 0.01 miligramos por litro, ¡puede significar la muerte para cientos o miles de personas! Y eso no muchos lo contemplan. Por eso son tan importantes las cifras. ¿Alguien sabe por qué fue que prohibieron los dulces con plomo? O mejor dicho… ¿Por qué el plomo es tan peligroso en el cuerpo?

-Porque el cuerpo lo confunde con el calcio y lo asimila en los huesos-respondió otra chica.

-¡Exacto!

 

Como pueden ver, así de interesantes son las clases con este profesor y es que con él aprendemos a cuestionar de todo, la política, la contaminación, vemos hasta el efecto de pesticidas en el ambiente y en los organismos, algo que apenas está empezando a tomar relevancia en nuestra época. Mire a los niños y ya se veían un poco preocupados y asustados.

 

-Y ahora, perdonen esto pero… emmmm, Isabel y Beatriz, ¿podrían?-nos hizo señales para taparle los oídos a los niños y nosotras obedecimos.

-Perdona, pero esto no puedes escucharlo, será por un momento-le dije a Tomás, que era el más cercano a mí y le tape los oídos. Tuve que confiar en que lo había hecho bien y que él no escucharía nada de lo que siguiera.

-Perdonen esto pero les destruiré uno de sus cuentos infantiles… ¿Alguien recuerda cómo era el comportamiento del sombrerero loco, en Alicia en el país de las maravillas?-todos asentimos-bueno… ese comportamiento, era muy dado entre los fabricantes de sombreros, quienes usaban en el proceso mercurio en espacios cerrados y terminaban siendo envenenados por mercurio.

 

Nos volvió a hacer señales de que siguiéramos tapándole las orejas a los niños, ellos parecía que realmente no podían escuchar nada.

 

-Y entonces, vamos a empezar la clase la historia de la toxicología con uno de los casos más sonados en la historia: la muerte de Sócrates. Este filósofo griego murió en el año 399 antes de Cristo, en general debido a que desacreditaba la existencia de los dioses griegos, lo que fue una clara ofensa a su forma de gobierno y lo sentenciaron a la pena de muerte. Murió envenenado por cicuta, una planta perteneciente al grupo de los helechos y era una forma de morir aprobada por el gobierno de aquella época. Si se dan cuenta, él no murió por ser envenenado por algún metal o arsénico, sino por una toxina que puede encontrarse en una planta, así de simple. Y aun hay más casos de esto mucho más antiguos a este… Disculpen, Isabel y Beatriz, ¿Podemos hablar a fuera?

 

Nosotras nos levantamos y seguimos al profesor, ya afuera, él nos dijo que la mejor opción por ahora, era salir de la clase por hoy y encontrar rápidamente, un lugar donde pudiéramos dejar a los niños, la escuela, claro está. Nos comentó que la clase siguiente veríamos el tema de pesticidas y sus efectos en la salud humana, otro tema que obviamente los niños no podían escuchar. Estuvimos de acuerdo y entramos de nuevo al salón para recoger a los niños y nuestras cosas. Al salir, Beatriz y yo nos miramos preocupadas.

 

-Esto va a ser más difícil de lo que pensé-dijo ella-no sé cómo explicarles lo que acaba de pasar.

-Ni yo-me coloque mejor mi bolso-es mejor que nos vayamos a casa. Tenemos que encontrar rápido un lugar dónde dejar a los niños, está no es la única clase en la que vemos temas así de fuertes, en otras vemos contaminación por minería, derrames de petróleo, industria química, hasta de destilerías.

 

Las dos miramos a los niños, que seguían estando preocupados y muy serios. El pequeño Tomás se abrazó de mí, mientras Dubhe se acercó a nosotras.

 

-¿No creer en dios es malo?-fue su única pregunta.

-“Mierda, escucharon todo”-pensé.

 

Beatriz se agacho y comenzó a hablar con los dos niños para tranquilizarlos. Y lo cierto es que en la carrera he aprendido que la dosis es mucho más peligrosa en los niños debido a sus pequeños tamaños y metabolismo, ¿Cómo explicarle esto a un niño pequeño? Caray… esto de tener hijos y que escuchen este tipo de cosas no es muy bonito, de por sí cuando yo las escucho no me siento muy cómoda… no imagino lo que deben de estar pasando ellos ahora con lo poco que escucharon.

Notas finales:

¿Y qué les ha parecido? :) ha sido el capítulo más largo de esta historia que he escrito hasta ahora.


Como habrán notado, a diferencia de mis otras historias donde a pesar de poner cosas tristes, casi todo se les da bien a los personajes, pero esta vez no... por alguna extraña razón, el año pasado y ahora este, he cuidado mucho de mis primitos y sobrinos pequeños, y a pesar de que son un amor... no es nada fácil cuidar a un niño y es peor cuando ellos escuchan algun tema que no deberían de escuchar a sus edades, en una ocasión uno de ellos nos escucho a los adultos hablando sobre la muerte (jamás nos dimos cuenta de que él estaba ahí) y pffffff el pobre se deprimió mucho, nos costó mucho hacerle entender las cosas, pero al final salió todo bien. Pero ahora, Isa y Beatriz la tienen difícil por su carrera y las cosas que tienen que aprender :/


Ojo... todos los datos de la clase que tuvieron las chicas son reales, yo también tengo que ver estos temas por mi carrera y wow... se pone crudo :/ hoy vimos un caso hipotético de contaminación por mercurio y recordé todo lo que había escrito aquí.


En fin, ya me extendí como siempre XD dudas, ya saben... mandenlas por face o aquí :) ESPERO REVIEWS!!!! LES EMPEZARÉ A PONER UN LÍMITE PARA Q YO ACTUALICE HAHAHAHAHAHA

LIKES A https://www.facebook.com/IrieRyuen/

****esta vez no hay soundtrack :/ no me pareció lo más adecuado dada la situación en la que acabe este cap.

POR CIERTO!!!! SI TE HA GUSTADO MI HISTORIA Y TIENES DIBUJOS QUE QUIERAS COMPARTIR CONMIGO, LOS ACEPTO CON GUSTO n.n LOS SUBIRÉ EN LOS PRÓXIMOS VIDEOS DEL SOUNDTRACK

IRIE RYUEN


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