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De niños del futuro y adolescentes del pasado por Irie Ryuen

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Notas del capitulo:

Lamento la espera u.u me tome las vacaciones muy enserio XD

Disfruten el nuevo capítulo ;) Para este ya han pasado dos semanas desde que los niños llegarón, si desean saber más información, no duden en preguntarme XD

De niños del futuro y adolescentes del pasado

IX

IRIE RYUEN

 

Me distraje viendo a las demás personas sentadas en las mesas contiguas, ya el tiempo de frío había pasado pero aun había algunos con suéteres puestos. Menee mi café que tenía en la mano y mire su contenido durante algún rato, sentía el vapor en mi cara y el olor a café era penetrante, cerré los ojos concentrándome aun más en esas sensaciones pero un gran bostezo mío me arruino el momento.

 

-¿Tienes sueño?-me pregunto Katia mientras ella terminaba de comer sus tacos.

-Algo, anoche no dormí bien-respondí y estire mis brazos.

-Oh -dio una mordida a su comida-¿Y eso por qué?

-¡Beatriz se durmió hasta las pinches cuatro de la mañana! ¡No la soporte! –me lleve las manos a la cara, dejando mi café en la mesa-¡Y no quería salirse del cuarto!

-Bueno… seguramente era importante…

-¡No! ¡No lo era!-me exalte y extendí mis brazos en señal de desaprobación-¡Fue por mí culpa que ella se quedo hasta tarde despierta! ¡Sólo porque le dije que su tarea estaba mal hecha y decidió no dormirse hasta que los errores que le señale estuvieran corregidos! ¡Esa desgraciada no me dejo dormir! ¡Y la tarea no era ni para este fin de semana, es para el siguiente miércoles!

-¿Te hacía preguntas a cada rato?

-¡No! ¡Eran los pinches tecladazos que ella daba! No sé cuál es su afán al hacer eso, presionar tan fuerte las teclas… que tonto-dije calmándome un poco y de nuevo tomando mi café entre mis manos-algunas veces sí me hablaba pero yo no le respondía bien, estaba adormilada.

 

Katia siguió comiendo sus tacos mientras yo me sentaba bien en mi silla, por alguna razón siempre odie los asientos de las áreas de comida rápida de cualquier centro comercial, eran duras, poco ergonómicas y estaban muy pegadas a otras mesas, pero los niños deseaban salir a comer hamburguesas y lo único que se me ocurrió fue traerlos aquí y Katia afortunadamente no tenía nada que hacer y nos acompañó.

 

Realmente no tiene mucho tiempo que le dije la verdad a Katia sobre los niños, el miércoles pasado, y los niños ya llevaban casi dos semanas aquí en nuestra época. Desde un principio Katia me creyó, aunque no dijo ni una sola palabra hasta que yo me calle. Me sorprendió que ella diera por sentado todo lo que le dije, cuando le pregunte la razón bueno, fue bastante razonable, ella decía que fue porque yo nunca le había mentido ni siquiera cuando éramos novias, si ni así yo había sido mentirosa, pues menos lo haría teniendo una amistad con ella, me agrado su punto de vista y acepte responder a todas sus preguntas. Lo que más la tenía contrariada era mi futura… esposa.

 

-No sabía que tuvieras gustos tan… especiales. Beatriz no es precisamente tu tipo de chica, si acaso para matar el tiempo un rato, pero no para algo serio.

-Ya sé, a mí también me sorprendió eso.

 

Pero también hablamos de otros temas, como el qué hacía ahora con mi nueva vida, tener a los niños definitivamente había cambiado mucho las cosas, para empezar con la escuela, en algunas clases los profesores decidieron no recibirnos si los temas eran demasiado fuertes para un niño, las faltas nos las iban a seguir contando pero no iban a afectar mucho nuestras calificaciones; también los traslados de la casa a la escuela y viceversa, habían provocado que finalmente mis papás nos dejaran la camioneta y ellos se llevarán el auto, en realidad eso no me provocó ningún problema emocional pero sí entendí que mis padres habían cedido su adorada camioneta a nosotros. Las comidas que consumiéramos en la Universidad, las preparaba todas Beatriz, era una de sus formas de dar las gracias por habernos recibido en la casa, debo de decir que los primeros días me rehusaba a comer cualquier cosa que ella cocinará, pero resulto ser muy buena y me agrada saber que al menos lo hace de buena gana. Los temas de las materias finalmente sí representaron varios problemas con los niños, debido a que algunas palabras ellos no las conocían y no faltaba el momento en el que alguno nos preguntaba el significado, dado que eran palabras asociadas a la química, contaminación, física, biología y demás, no eran comunes y sus explicaciones muchas veces eran largas, en otras ocasiones teníamos que decirles que les responderíamos más tarde o que simplemente el significado era bueno o malo, pero se notaba que nuestras versiones del futuro les habían explicado otros conceptos similares (asumo que a eso me dedicaré en 20 años, lo que es un verdadero alivio) y ellos lo habían entendido muy bien.

 

Otro problema fue repartir nuestros tiempos para la tarea, trabajos en equipo y hasta fiestas, con las primeras dos era algo difícil ya que en ciertas ocasiones necesitábamos materiales de la biblioteca de la facultad y era de estar ahí hasta varias horas y los niños se desesperaban pronto y corrían por todas partes; en casa las tareas teníamos que hacerlas rápido y bien, o de otra forma vigilar a los niños al mismo tiempo que hacíamos tarea, también había ocasiones en las que nos observaban realizar nuestras tareas y preguntaban por todos los temas, varios los comprendían perfectamente. Además, mis papás los vigilaban cuando nosotras no podíamos o los dejaban ser libres por toda la casa, yo no pedía mucho... siempre que ellos estuvieran sin un rasguño y alimentados, yo me daba por bien servida, pero Beatriz era más meticulosa, como sus ropas, que estuvieran aseados, etc. Debo de aplaudir ese nivel de responsabilidad, jamás pensé que ella pudiera tenerlo.

 

En los trabajos en equipo, sólo tuvimos que hacer uno de forma presencial con nuestros compañeros, para darnos cuenta de que eso no iba a funcionar, al hacer todo en la facultad, los niños tenían que estar a nuestra vista y cuando se hacen trabajos en equipo, muchas veces surgen discusiones o charlas que requieren mucha de nuestra concentración. Al final en los trabajos que eran en pareja, Beatriz y yo decidimos (muy a mi pesar) asociarnos y trabajar juntas, si estábamos con más personas… trabajaríamos desde el skype, messenger o videollamada, lo que fuera bueno. En las fiestas, pues a las dos nos dolió bastante, intentamos salir a una hace una semana, pero alrededor de las 11 pm mis papás nos llamaron, pidiendo nuestro regreso, estaban muy enfadados porque habíamos dejado a los niños solos (dormidos y sólo les habíamos dejado una nota de que estaríamos fuera unas horas), naturalmente nos castigaron pero me dolió mucho más ver a los niños asustados cuando regresamos, nuestra nota no decía ni a dónde iríamos ni cuando regresaríamos, no les habíamos dicho en persona ni nada, eso casi los mata de miedo y estaban llorando a mareas cuando llegamos, más Merak quien corrió a nuestras piernas y Beatriz lo cargo, lo arrulló un poco y lo subió a la habitación, mientras yo me quedaba con Daniel y le explicaba lo que había sucedido. Ahí fue que entendí que las fiestas eran algo que tenía que olvidar, lo que me dio mucho gusto (viéndolo de una forma malvada) fue que a Beatriz le pasó lo mismo, ella es más de fiestas que yo.

 

Incluso cuando se dio el problema de la clase de la historia de la toxicología, los niños terminaron realmente asustados y nos costó trabajo calmarlos diciendoles que ya muchas de esas cosas no se usaban (sí, mentimos ligeramente), les aseguramos que nosotras los ibamos a proteger y asegurarnos de que no consumieran nada dañino o al menos nada que implicará una exposición crónica (ingerir de cualquier forma, tóxicos en largas cantidades de tiempo a pequeñas dosis que al final se acumulan en el cuerpo y causan daños a la salud), no se imaginan los problemas que ocasiona saber todo eso, ahora no hay momento en el que yo vaya a la tienda y me vea obligada a revisar la lista de todo lo que contienen los alimentos, o saber que cuando se asa la carne, se produce benzo-alfa-pireno, que es carcinogeno para los humanos, obviamente eso no le iba a decir a los niños, pero por ustedes... podría darles una lista completa de todos los tóxicos y contaminantes de los que hay que cuidarse, incluso en una clase un compañero dijo de broma que "todo da cáncer o te mata" y lamentablemente, eso no está nada alejado de la realidad, pero sigamos con otros temas.

 

En casa sí hubieron bastantes cambios, para empezar nosotras nos teníamos que levantar temprano, preparar los desayunos y algunas comidas, terminar nuestros deberes y arreglar algún itinerario para los niños si salíamos de casa o simplemente vigilar que lo que hicieran fuera correcto y seguro. Así entendí que cuando se tiene hijos pequeños, hasta las esquinas de una mesa pueden ser peligrosas o el piso mojado puede causar que se resbalen (como le ocurrió a Daniel, que se resbaló y cayó de sentón sobre sus pompis, no lloró, pero sí le dolió  mucho). También regular los programas de televisión fue otro problema, algunos de ellos se me hacían hasta groseros e insultantes (no es de esperar que todos fueran de estados unidos, que normalmente hacen crítica a las figuras paternales poniéndonos como uno estúpidos y haciendo entender que los niños pueden hacer lo que quieran), optamos por lo sano y mis padres les eligieron los programas de televisión y hasta documentales sobre la Tierra (al parecer otra cosa a los que nuestras versiones del futuro los habían acostumbrado), es una maravilla hablar con un niño pequeño sobre cuevas, bosques, animales, etc.

 

Por supuesto que había veces en las que nos desobedecían o nos hacían trompetillas, trate de no perder mis cabales pero Beatriz los supo manejar bien y al final ellos terminaban disculpándose y se iban a jugar, eso pasaba normalmente cuando les pedíamos alzar sus cosas y ellos no querían, para verse tan tiernos igual tenían sus modos de ser, no sabía que yo podía fruncir mi ceño aun más cuando ellos eran tercos y hasta groseros (aunque si acaso sólo me pasó eso dos veces). Descubrimos que no les gustaban muchos vegetales aunque eran amantes de las frutas, si les dejabas un plato lleno de pepinos, jícamas y zanahorias, con limón y sal, ellos eran felices, casi no comían comida chatarra pero tampoco bebían mucha agua, lo que sí, sus horarios de comidas estaban muy bien definidos. Lo mismo con sus horarios de dormir, ellos ya estaban completamente dormidos a partir de las 8 pm, lo que nos daba tiempo a Beatriz y  a mí de terminar nuestros deberes, lo mejor de todo es que ellos una vez dormidos no se despertaban por nada de ruido, podían pasar hasta varios autos y ellos seguirían dormidos, como ocurrió anoche, que no se dieron cuenta de que Beatriz no se iba a dormir, pero viéndole el lado bueno… por fin pude dormir esa noche en mi cama después de estas semanas pasadas, claro que hoy me esperaba de nuevo dormir en el suelo.

 

Otros pequeños eventos que uno puede imaginarse, como la hora del baño no eran tan agradables pero tampoco tan detestables como la televisión los pone, como en mi casa no tenemos bañera (un gasto excesivo de agua) sino regadera, pues los niños recibían baños justos y sin excederse con el agua, lo malo era el shampoo ya que mi madre insistió en comprarles uno para niños (ya saben, el que parece pescado y tiene un ojo en un costado del envase) pero por obvias razones, los niños lo terminaron odiando porque los había llorar si se les metía a los ojos y finalmente mientras Beatriz y yo fuimos en una ocasión al supermercado, les encontré un shampoo de otra marca y con un envase en forma de Abelardo, de plaza Sésamo, que afortunadamente les gustó. Claro que descubrí que tenía que ponerme más en forma, cargar a los niños me había dolido los primeros días, más cuando los sacaba del baño mojados, les ponía sus toallas y entre Beatriz y yo los secábamos, era muy hermoso ver sus rostros, cabello y pestañas mojadas, parecía que brillaban, más con esa piel blanca de Beatriz que habían heredado, siempre que los secábamos ellos nos sonreían y esperaban pacientemente a que acabáramos, aunque a veces tiritaban de frío. Afortunadamente hasta ahora no han salido corriendo desnudos a ninguna parte. Lo más complicado y vergonzoso, fue recibir clases de anatomía masculina por parte de mi papá, claro que los niños ya eran grandecitos pero igual papá dijo que era buena idea, así sabríamos qué hacer cuando ellos tuvieran que ir al baño, ducharse, salir a nadar, qué ropa interior usar, etc.

 

Pero sí note que Merak era especialmente apegado a mí y no era que él odiara a Beatriz o algo, ¿cómo podía odiar a su mamá? Imposible, era más bien… que no se despegaba de mí, a donde quiera que fuéramos él me tomaba de la mano o me pedía que lo cargará, si me alejaba de él… Merak no me quitaba la vista de encima, pensando que quizás yo no volvería. Por supuesto que eso no le hacía mucha gracia a Beatriz, por lo mismo ella asumió que Tomy no la quería y casi rompe en llanto, cuando el pequeño le dijo que la amaba, ella se contento. Al final Tomy me explico que fue porque estuvo lejos de mí cuando llego a nuestra época, además de que Daniel me dijo que en el futuro sucede lo mismo, soy su gran ejemplo a seguir (no es por presumir, pero eso me llena de orgullo).

 

Afortunadamente el comportamiento de los niños ha sido bastante cortés y tranquilo, por lo que difícilmente alguien les ha llamado la atención o regañado, siempre dicen “por favor y gracias”, además de los típicos “buenos días, buenas tardes y buenas noches”.

 

-Seguro eso lo sacaron de ti-me dijo Katia-esos buenos modales, de Beatriz… lo dudo-riendo riendo estrepitosamente.

-Bueno…-pase el dedo por la orilla de mi vaso de café-a decir verdad, lo de “por favor” y “gracias” sí creo que haya sido por mí, pero los otros… no lo creo.

-¿Por qué no?-me miró contrariada.

-Porque yo no los digo a menos que sea necesario, si alguien me los dice antes o porque es con alguien a quien estoy acostumbrada a decírselos, entre menos comunicación tenga con las personas, yo soy más feliz, soy cortés y todo… pero odio a las multitudes-Y sí, Katia ya sabía todo esto, aunque le costó darse cuenta cuando salíamos, siempre me vio como alguien amable y social, pero lo cierto es que yo soy todo lo contrario.

-Cierto, entonces lo aprendieron de Beatriz.

-Es posible-respondí-siempre pensé que ella decía eso simplemente porque deseaba algo a cambio. Esos saludos y despedidas jamás me parecieron sinceros de su parte, pero el tiempo que llevo con ella me ha servido para darme cuenta que a pesar de su tono de altanería y presunción, es sincera… dice la verdad y hasta de forma ruda. Siempre la vi como alguien manipuladora y hasta ahora, eso no se aleja mucho de lo que es. Sí la he visto comportarse así hasta con nuestros padres y mi hermano, pero jamás con los niños o conmigo, hasta con sus amigos lo hace, pero no contra nosotros.

 

Las dos nos quedamos en silencio de nuevo, quizás pensando en lo que aun teníamos que hablar, todas las dudas que le vinieran a la mente a Katia, era revitalizante saber que ella estaba genuinamente interesada en mí y que me escuchaba de principio a fin. Quizás saber que en un futuro ella será mi mejor amiga, no era tan malo… “¿Pero qué estoy diciendo? Mi mejor amiga y NOVIA, es Valeria” Valeria, otro tema difícil, pero por ahora no quiero ni pensar en eso, muero del miedo. Suspiré y me rasque la cabeza.

 

-¿Y Beatriz ya sabe que me hablaste de los niños?

-Sí, lo sabe.

-¿Cómo lo tomo?

-Bueno… no le dio importancia, al parecer varios de sus amigos en la universidad ya saben que los niños son nuestros hijos, ocultar su parecido con ella y que siempre están conmigo, pues no le hacía las cosas fáciles y al final dijo toda la verdad, supongo que por lo mismo tampoco se enojo ni opinó algo en concreto de que te dijera la verdad. Lo cierto es que no le caes nada bien.

-Bueno, eso es evidente desde siempre, nunca fue amable conmigo ni con nadie, pero jamás me importó su actitud de niña malcriada. Pero me da gusto saber que está de acuerdo con que yo sepa la verdad-tomo un poco de su refresco y miró al área de juegos infantiles de Recorcholis-Mira que felices son los niños jugando allá arriba.

-Ya los veo-miré en la misma dirección-se divierten mucho.

 

Tomy y Daniel estaban jugando hasta la cima de los juegos, una complicada estructura de puentes, túneles y toboganes de plástico gigantes, con algunas cápsulas que dentro tenían volantes, como si se trataran de naves espaciales. Ellos estaban dentro de una de esas cápsulas y fingían conducir, nos vieron y de inmediato nos saludaron efusivamente.

 

-Son unos niños tan tiernos, difícil de creer que sean hijos de Beatriz. Debe de ser raro convivir con alguien tan terca como ella, aunque bueno… pero sí tunas no te alejas mucho de esa descripción.

-Cállate-dije riendo.

-Como sea, ¿Por qué Beatriz se durmió tan tarde?

-Mmmmm ¿por dónde empiezo? Supongo que te has dado cuenta de que en las materias que compartimos con ella, Beatriz siempre entrega todo a tiempo y es de las primeras en acabar los exámenes.

-Sí, lo recuerdo.

-Bueno, uno podría normalmente pensar que al ser así de cumplida, sus calificaciones podrían ser altas, pero ambas sabemos que eso no es cierto, su promedio apenas se encuentra dentro de los más altos de la media de nuestra generación.

-¿Se apresura mucho?

-Algo así, más bien ella sí hace toda la tarea primero, les da diseños atractivos y utiliza un vocabulario apropiado, pero sus respuestas… ¡Rayan en la imbecilidad! Apenas y responde lo necesario, no anota ninguna referencia, su ortografía es cuestionable, algunos procesos no los explica bien, confunde términos, le da muchas vueltas al asunto, todo lo hace a prisa y lo único razonablemente bien escrito en cada trabajo que le he visto, es el inicio y la conclusión, como si sólo pensará ella que eso van a leer los profes y ya.

-¡Oh, por Dios! Pero que… bruta. ¿Le sucede seguido?

-Pues, anoche no mucho… en realidad, pienso que sólo en las tareas en las que no se esfuerza para nada, es muy floja para eso-me cruce de brazos en mi lugar-la verdad es que eso no lo sabía hasta anoche antes de acostarnos, que ella me pidió que leyera sus respuestas para una tarea y mientras ella se peinaba y todo, yo leí esa tarea y te juro que casi la mato, encontré todos esos errores y claro que la regañe, más que nada porque se supone que ya estamos en la Universidad, no tenemos la edad e inmadurez para seguir haciendo esas pendejadas.

-¿Y qué pasó después?

-Le entregue su tarea y con una pluma roja, le indique todo lo que tenía de malo, se enojo bastante pero entendió todas mis observaciones y se sentó a literalmente reescribir todo. Por eso no se durmió temprano.

-Que espanto, pero bueno… ¿releíste su corrección?

-Sí, bastante decente pero igual me era difícil olvidar sus errores.

-Entiendo, ¿y ahora dónde está?

-Se fue a hacer un trabajo en equipo con sus amigos, aprovecho que es sábado y que puede estar todo el día trabajando en eso. Admiro su instinto maternal, desde temprano ella se despidió de los niños y nos dejo a los tres el desayuno hecho, cereal con leche pero bueno, peor es nada, y cada ciertas horas ella me llama para preguntar por los niños.

-Nada mal-dijo Katia dando otro mordisco a su comida.

-Cierto, para tener la clase de padres que ella tiene, Beatriz resultó ser bastante responsable.

-¿Tan malos son los señores como padres?

-Algo, su papá trabaja casi todo el día, toda la semana, la mamá aunque no trabaja, nunca está. Beatriz literalmente creció sola y siendo consentida cada vez que está con sus padres, pero aprendió bien de otros padres y ahora hace con los niños, lo que ella quería que sus papás hubieran hecho por ella.

-¿Y los señores los visitan seguido?

-Pues en estas dos semanas, han estado en mi casa al menos unas cuatro o cinco veces, adoran a los niños y les traen pequeños regalos o dulces, y a mis padres les entregan dinero para solventar los gastos extras de comida de Beatriz y los niños, aunque no sé si sea suficiente.

-¿Son codos?

-No es eso… es sólo que nunca sé qué cantidad dejan, sin embargo por si las dudas yo sigo trabajando en mis proyectos y los vendo para sacar dinero para igual pagar los gastos de ellos en la universidad, lo cierto es que me estoy quedando rápidamente sin dinero, casi no me alcanza.

-¿Y por qué no le dices a tus padres?

-¡No soy una niña pequeña! Debo de ser capaz de mantenerlos yo sola.

-Ya entendí-dijo molesta-no era necesario que gritaras, ¿y Beatriz ayuda con los gastos?

-Lo hace, pero yo siempre le digo que no.

-¿Por qué no? Sé que no eres el tipo de chica que está decidida a mantener a su pareja sola.

-Porque ese dinero podemos ocuparlo más tarde en alguna emergencia, es mejor que ella lo siga guardando o algo.

-Ay Isabel, esto te está acabando, tranquilízate.

-Me estreso demasiado, lo sé. Y esto de la maternidad no me está pegando tan bien, he tenido que dejar de lado varios de mis hobbies, ¡casi no puedo salir a trabajar en mis proyectos al garaje! Por cuidar a los niños, Beatriz y yo terminamos tan cansadas que no salimos a hacer ejercicio, me tengo que acostumbrar a dormir temprano (cosa imposible en la vida de un estudiante de universidad), si quiero jugar videojuegos, ya no puedo aplicar la de darle controles sin pilas o sin conexión a la consola a los niños porque ellos ya saben cuando los engaño con eso.  Ahora en mi librero tengo lecturas infantiles que no creí volver a ver en mi vida, y quizás lo peor de todo es que tengo que dormir en el suelo, ¡En el pinche suelo!

-¿Y por qué no le dices a Beatriz que cambien de lugares por unos días?

-No puedo.

-¿Por qué no?

-Mi instinto de caballerosidad y de anfitriona me lo impide.

-¡al demonio con los modales! Sólo mírate, tu espalda está acabada.

-Lo sé, pero tengo que aguantar, soy fuerte.

-Eres terca-se cruzo los brazos-¿Y los niños que piensan de que duermas en el piso?

-Bueno, no les gusta que no puedan verme durante la noche pero saben que estoy en el mismo cuarto con ellos y eso los calma. Además si desean estar conmigo, sólo se bajan al piso a mi lado y se meten a mis cobijas, son niños así que su cuerpo todavía no resiente nada.

-Aw, ¡qué lindo! Esos niños te adoran.

-Beatriz también intento bajarse con nosotros varias veces.

-¿Y qué pasó?

-Yo no la dejaba, le decía que volviera la cama y ella obedecía, aunque muy entrada la noche yo me daba cuenta de que ella me agarraba de la mano o estaba muy cerca de mi cuerpo, por la mañana ya no era así, al principio pensé que era por puro reflejo involuntario, pero algunas veces la llegue a sorprender haciendo eso de forma consciente, me tomaba de la mano y con su otra mano libre, abrazaba a los niños, nos cuida ella en las noches. Y ella adora bañar a los niños, dice que sus rostros empapados le encantan.

-Vaya… no suena a la bruja que todos conocemos.

 

De nuevo nos volvimos a quedar en silencio, sólo que esta vez veíamos a los niños jugar con otros niños, todos se perseguían por los juegos, sus risas llegaban hasta mis oídos. Yo siempre fui una vanidosa, me encanta ser el centro de atención aun si no digo nada al respecto, pero ver que mis hijos también lo eran y no sólo por su apariencia física, me encantaba. La gente no dejaba de decir “Qué bonitos niños, son una ternura, son muy guapos, son tan lindos, etc etc etc” y hoy tampoco era la excepción, oía a algunos padres de las otras mesas, hablar de mis hijos, admirando sus cabellos rojos y tan bien peinados, sus pequeñas pecas apenas se notaban. Aproveche para tomarles una foto cuando estaban trepados en un carrusel pequeño, para mandársela a Beatriz, no le tomo ni 20 segundos para responderme con un “awwwww, son tan lindos”.

 

Lo cierto es que sí siento raro tener su número y ahora tener conversaciones con ella a diario. No quiero que por todo lo anterior, piensen que ella es una bruta… no del todo, es bastante sensible, pero responsable y amorosa, con un fuerte sentido de responsabilidad y puntualidad, que las cosas estén bien hechas… eso en su caso es relativo. Pero se volvió una buena compañía para mí, o al menos en nuestras pláticas, podíamos hablar de lo que fuera y lo mejor era que al tener las dos el mismo backround de nuestras carreras, pues sabíamos de casi todo y resultó que de vez en vez ella aportaba buenas observaciones, además ella empezó con la idea de que a diario nos haríamos preguntas personales y que estábamos obligadas a responder, por supuesto que las preguntas al inicio eran muy inocentes “¿Cuál es tu color favorito?” pero ella rápidamente les subió el volumen hasta que la de anoche incluso fue sobre nuestras experiencias sexuales, pero no hablaré de eso por hoy.

 

Volví a ver a mis hijos que seguían en el carrusel, llevábamos Katia y yo platicando más de tres horas y los niños el mismo tiempo en los juegos, no lucían ni agotados y corrían por todas partes, lo qué es ser joven.

 

-¿Y qué harán con los niños la próxima semana? ¿Los seguirán llevando a la facultad?

-Sí, aun no tenemos una escuela donde inscribirlos. Mis papás los llevaron los días de la semana pasada con ellos, justo en los días en los que el profe de Bioquímica nos dijo que no los lleváramos ya que los temas de la clase iban a ser fuertes. Pero mis papás al final ya no los pudieron seguir llevando porque en su escuela les dijeron que si seguían haciendo eso, pues no era correcto para los ámbitos laborales. Por ahora los niños seguirán yendo a nuestra facultad, agradezco al cielo que aun no se han aburrido de eso y que se porten tan bien.

-¿Y por qué no los pueden inscribir en una escuela?

-No tenemos documentos oficiales que los acrediten como hijos nuestros o miembros de la familia, ni mucho menos sus actas de nacimiento y todo eso. Cosas obligatorias para cada escuela que se respete.

-¿Y cómo qué documentos les piden?

-Pues por su edad, los niños deberían de estar o en último año de kínder, o en el primero de primaria.

-¡¿No sabes cuándo cumplen años?!-grito enojada.

-No… ellos no nos quieren decir.

-Oh… te perdono-ambas reímos

-Los papeles que nos piden en todas las escuelas para primero de primaria son las constancias de inscripción, las fichas de pago de la inscripción y el primer mes de colegiatura, actas de nacimiento y la credencial de elector de nostras, sus madres.

-¿Van a decir la verdad? ¿De qué son sus madres?

-Pues no perdemos nada con hacerlo, y si fingimos demencia y los niños escuchan, es posible que jamás los saquemos de una depresión horrible. Además, los vamos a inscribir en el colegio privado en el que dan clases mis papás, al hacer eso nos van a dar un descuento por sus colegiaturas y nos garantizan poder cuidarlos hasta tarde, donde estarán con otros niños de su edad, estudiando, jugando, comiendo, etcétera. Y por si fuera poco, ahí en esa escuela me conocen casi todos desde que mi hermano y yo éramos bebés, dar explicaciones largas y confusas sobre los niños no es muy recomendable, mejor decir toda la verdad de una buena vez, sé que hay otros padres del mismo sexo que llevan a sus hijos a esa escuela, así que de que sufran bullying por eso, no me preocupa.

-Pero sé que si lo sufrieran, serías la primera en saltar a su rescate.

-Obviamente, son mis hijos.

-Pues ojalá encuentren una solución pronto a su problema de obtener todos estos papeles.

-Gracias, de verdad que los necesitamos dentro de una escuela, la facultad no es para niños, con tanto loco por ahí y luego nosotras que no tenemos ni horarios de comidas establecidos y a veces estamos hasta todo el día en el campus por tarea o algo, si es necesario.

-No olvides los temas rudos, como muerte, contaminación, conflictos socio-ambientales

-Ni que lo digas

 

Por fin Katia terminó de comer y se dispuso a recoger sus platos en su charola. Después de eso nos íbamos a ir con los niños a dar un pequeño paseo por la plaza comercial y luego nos iríamos a casa, Beatriz me mandó un mensaje diciendo que ya había acabado su trabajo en equipo y que volvería a casa más tarde. Katia lucía satisfecha por la comida y era lógico, pasó toda la mañana practicando gimnasia y muy a pesar suyo, no había desayunado nada porque se le hizo muy tarde, entendía que hubiera comido tanto y que se tomará su tiempo.

 

-¿Quieres ir a ver tiendas de ropa?-me preguntó animada.

-Bueno, déjame avisarle a los niños y en cuanto vengan, nos vamos los cuatro.

-Bien-me sonrió.

 

Aun mientras estaba sentada, me voltee hacia los juegos y con la mano le indique a los niños que ya se vinieran con nosotras, nos teníamos que ir ya. Vinieron corriendo a nosotras y nos preguntaron si ya nos íbamos, les dijimos que sí y aunque parecían un poco tristes por dejar los juegos, entendieron y se despidieron de lejos de los nuevos amigos que habían hecho. Para venir del futuro, ellos se habían adaptado bastante bien y casi no había cosas que ellos no conocieran, claro que ver cosas como un VHS les parecía de lo más novedoso, mis papás aun conservaban varias de nuestras películas infantiles en ese formato y a los niños les parecía gracioso ver el VHS, al parecer el DVD también se había quedado rezagado, no se diga de los CD de música, pero era un alivio ver que ellos se interesaban por todo. Los medios de transporte igual les parecían novedosos, más el combustible siendo que ellos decían que ya el petróleo (otra palabra que igual les costaba decir) ya casi no se usaba, en lugar de ello era helio, electricidad o biomasa, otros tipos de combustibles que aun están en prueba en nuestra época. Lo bueno era que el metro sí lo conocían aun en el futuro, ese transporte siempre ha representado un gran paro para todas las personas, por un bajo precio puedes trasladarte por casi toda la ciudad de México, ojalá en un futuro se implante en las otras ciudades importantes que aún no lo tienen.

 

-Olvide mi suéter en los juegos, mami. Voy por él-me dijo Daniel justo cuando yo me levantaba de mi asiento, le di permiso y ambos niños fueron corriendo de nuevo a los juegos infantiles. Katia y yo tomamos asiento de nuevo.

-¿Y qué harás con Valeria?-me preguntó ella casi inaudiblemente-¿ya sabe de los niños?

-No-respondí en voz queda-no la he visto desde hace dos semanas, hablamos ocasionalmente por whatsapp o Messenger, pero no mucho. Ella está muy enojada conmigo, pero siempre le digo que tengo mucha tarea y hago lo que puedo para inventarme más y más deberes siempre, no sé por cuánto tiempo pueda seguir haciendo esto. No quiero mentirle, la quiero mucho pero sé que esto podría no entenderlo y dejarme.

-Intenta hablar con ella, si yo te comprendí y eso que soy tu exnovia, ella que se supone que te ama debería de hacerlo, si igual sabe que tú nunca nos mientes si de verdad nos quieres-me dedicó una sonrisa amorosa y agradecí tener una amiga como ella, juró que podría besarla… si yo no tuviera novia claro.

-Gracias-la tome de la mano y ella con sus dedos acaricio la mía, ambas nos vimos al rostro, no mal entiendan, sólo como amigas.

 

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A PARTIR DE ESTE PUNTO, SE RECOMIENDA AL LECTOR SEGUIR ESTE LINK, es una canción :D

https://www.youtube.com/watch?v=1DJnQnhTX_U

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En eso, una persona se paró a lado de nosotras, tenía las manos sobre su cintura y estaba en una pose de agresividad, Katia fue la primera en girar la cabeza y ver a esta persona, ella sonrió.

 

-Hola Valeria, que bueno es verte, ¿cómo estás?-Katia fue la primera en hablar.

Notas finales:

:O

Valeria ya apareció!!!!! ¿Qué pasará? hahahahahaha

Palabras en negritas:

"pero sí tunas",aquí Katia usa esta palabra como otra forma divertida de decir "tú" XD aunque rara de escuchar actualmente :/

"¿Son codos?" otra forma de decir tacaños.

Quizas este sea el útimo capítulo donde use esta canción como tema de la historia XD ya tengo más canciones en mente y en serio deseo integrarlas. RECUERDEN que sigo buscando quienes quieran realizar fanarts de mi historia :) todos sus trabajos serán expuestos en los videos de las canciones y de su propia autoría, en letras grandes como marquesina XD

Tampoco olviden dejar reviews o pasar por mi página de facebook :D https://www.facebook.com/IrieRyuen/

SALUDOS

IRIE RYUEN

 

 


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