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Fixed Heart. por CherryVampire

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Notas del fanfic:

Este fue un regalo para un "intercambio de regalos" virtual dentro del fanclub SGK en el foro Happy Together (HATO). Realmente me gustó mucho.

Por favor leanlo con esta canción. SHINee - BETTER

-¡Te odio, te odio Lee Donghae! –Gritó un agitado Sungmin mientras arrojaba su teléfono celular al otro lado de la habitación.


Las lágrimas rodaban por las sonrojadas mejillas del rosado a causa de la enorme tristeza que sentía. Si bien ya sospechaba que Donghae, su ahora Ex novio, le era infiel, jamás llegó a pensar que lo vería con sus propios ojos.


######


Caminaba tranquilamente por los pasillos de la universidad mientras escribía un mensaje de texto. Las clases aún no había acabado pero “mágicamente” su profesor de Química no había aparecido ese día, casi podía jurar que era por culpa de Kangin & su pandilla, quienes siempre andaban jugándoles bromas a los alumnos o a los profesores.


-¡Sungmin-ah! –Gritaron. Rápidamente reconoció esa voz, era Heechul, su mejor amigo quien venía tomado de la mano de otro, ese era Hangeng, su novio, él era un estudiante chino de intercambio quién hizo una rara conexión con Heechul desde el primer momento en que cruzaron palabra.


Se giró un poco para divisar como Heechul empujaba a algunas chicas para poder pasar y llegar hasta donde estaba él.


-¿Dónde diablos estabas? –Preguntó Heechul sin dejar de tomar la mano del chino.


-Tengo una cita con Donghae –Soltó Sungmin con una clara expresión de felicidad tatuada en su rostro.


 


Heechul y Hangeng se miraron mutuamente para luego suspirar al mismo tiempo. Llevaban meses diciéndole que Donghae no era de confiar y que realmente no lo quería pero el rosado simplemente los ignoraba porque él confiaba plenamente en el pez y podía jurar que era una tontería lo que sus amigos especulaban.


 


Heechul abrió la boca para argumentar algo respecto al tema y fue en ese momento cuando Sungmin debía emprender la huida a menos que quisiera quedarse a escuchar el mismo sermón de siempre.


 


-Tengo que irme, nos vemos. Bye –Exclamó mientras corría hasta las escaleras dejando a su mejor amigo con una graciosa expresión en el rostro.


 


Bajó las escaleras con esa sonrisa tan característica suya. Pasando por los jardines hasta llegar al campo de futbol donde sería su “cita” con el hasta ahora amor de su vida.


 


­-¿Dónde estás amor?, muero de ganas de verte – Tecleó al mismo tiempo que se sentaba en una banca.


 


Nada. Ni una respuesta, llamada o lo que fuera. Nada, simplemente, nada. Esperó y esperó, creyendo que se había quedado sin crédito en el celular y no podía hacer nada. Los minutos pasaron o, ¿acaso fueron horas?, no lo sabía.


 


Se levantó de la banca, pensando que podría estar esperándolo en otra de las entradas del campo. Caminó unos metros hasta que el ruido de algo caerse llamó su atención “¿Qué diablos es eso?” Pensó mientras se acercaba hasta dónde provenía el ruido.


 


Vaya sorpresa que se llevó. Era Donghae y…¿Eunhyuk?. Si, Eunhyuk, el chico rubio presidente del club de baile de la escuela, el mismo club al que pertenecía Donghae.


 


Se besaban y restregaban sus cuerpos mutuamente mientras Donghae acariciaba su cabello y sonreía estúpidamente. Instantáneamente sus ojos se llenaron de lágrimas al ver tal escena, al parecer Heechul y Hangeng tenían razón…Donghae no era de fiar.


 


-Debes tener cuidado…Donghae es muy zorra, todos lo saben -.


 


Recordó las palabras de su mejor amigo y se sintió un completo estúpido por haberlo ignorado por tanto tiempo y aveces odiado por sus comentarios llenos de verdad. Estaba tan enamorado que jamás quiso ver la cruda y triste realidad…Donghae era una zorra y sí, todos lo sabían, hasta él.


 


Las lágrimas seguían su curso, deslizándose rápidamente por sus rosadas mejillas al mismo tiempo que apretaba fuertemente su rosado celular. Un sollozo escapó de sus labios, percatando de su presencia al pez quien alejó al bailarín de un empujón.


 


-Sungmin –Susurró Donghae abriendo los ojos en demasía mientras intentaba acercarse a él.


 


-Puedo explicarlo –Intentó excusarse, siendo ganador de ni más ni menos que una fuerte bofetada de parte del rosado quien salió corriendo de allí con lágrimas en los ojos y el corazón destrozado.


 


 


Lloraba amargamente mientras arrojaba cosas por toda su habitación, sin importarle si hacía ruido ya que sus padres no estaban y su hermana vivía lejos. Se sentó en el frío suelo de su habitación mientras miraba el rosado celular roto en pedazos al mismo tiempo que abrazaba sus piernas y sollozaba fuertemente para después quedarse profundamente dormido.


######


Al otro lado de la ciudad un agotado Kyuhyun terminaba de  acomodar las cosas en la que sería su nueva habitación.


 


Provenía de Mokpo donde antes trabajaba su padre y ahora que lo habían transferido debía comenzar a acostumbrarse a vivir en una de las ciudades más grandes del mundo.


 


No le agradaban las ciudades grandes pero sabía que eso le ayudaría a superar la gran pérdida del amor de su vida… Siwon; quién había muerto en un accidente de tráfico a causa de un conductor ebrio hacía unos 8 meses.


 


No podía negarlo, aún le dolía la perdida de Siwon y mucho. Una traviesa lágrima resbaló por su mejilla mientras recordaba todos esos momentos que había compartido con él. Su primera cita, su primer beso…Su primera vez.


Quería olvidarlo pero simplemente no podía. Esas horribles imágenes seguían atormentándolo y ¿por qué?, era simple… porque él había estado en el momento del accidente.


 


Siwon lo había convencido de que lo acompañara a la iglesia, Kyuhyun se sentía incómodo, y no porque no creyera en Dios, sino porque eran de religiones completamente diferentes.


 


Después de mucho insistir el pequeño accedió y fueron a cenar antes de ir más no sabían que esa sería su última “cita”.


 


Kyuhyun quedó impactado al ver la belleza que esa pequeña y acogedora iglesia tenía. Había escuchado de la boca de su novio lo bella que era pero jamás lo había confirmado, hasta ahora.


 


La misa transcurrió tranquila. Se lanzaban miradas y tomaban sus manos como típicos adolescentes enamorados, cosa que ya no eran.


 


-¿Te llevo a tu casa? –Le preguntó el mayor mientras lo abrazaba dulcemente.


 


-Siwonnie… ¿Puedo quedarme en tu apartamento hoy?, mi padre no está y dudo que llegue a dormir –Preguntó el maknae con un ligero tono de súplica.


 


Siwon se limitó a sonreír y asentir mientras acariciaba su mejilla y depositaba un dulce beso en lo fríos labios del pequeño a causa del frío.


 


-Vamos a casa Kyuhyun –


 


El pequeño sonrió y ambos subieron al auto de Siwon en dirección al apartamento de este. Ya que ambas familias sabían acerca de su relación y cuánto tiempo llevaban habían estado planeando comprar un apartamento en un lindo residencial a las afueras de Mokpo y comenzar a vivir juntos.


 


Siwon había terminado ya su carrera y trabajaba en una gran empresa como jefe de ingenieros mientras que Kyuhyun le quedaban un par de años para obtener su título como ingeniero en sistemas computacionales.


 


Ambos estaban demasiado felices por el hecho de comenzar a vivir juntos y empezar una “linda familia” como decía el maknae.


 


Todos esos pensamientos se esfumaron al momento de escuchar un fuerte golpe y sentir como el auto comenzaba a dar vueltas, quedando boca arriba.


 


Kyuhyun apenas podía respirar y sentía como un líquido viscoso resbalaba por su cabeza. “Siwon…”Pensó mientras se arrastraba entre vidrios rotos hasta donde su amado estaba.


 


Siwon apenas y estaba consciente. Con el rostro bañado en sangre y aún sujeto por el cinturón de seguridad que al parecer se había atascado, dejándolo colgado.


 


Kyuhyun intentaba con las pocas fuerzas que le quedaba desatascar el cinturón de seguridad para salvarlo pero una fría mano lo detuvo.


 


-Déjalo Kyuhyunnie –Susurró Siwon con el poco oxígeno que le quedaba.


 


El maknae lo ignoró e intentó seguir con su tarea pero de nuevo las manos de su amado lo detuvieron, dándose por vencido, cayendo sobre los pequeños pedazos de vidrio esparcidos por todos lados.


 


Podía escuchar a lo lejos el sonido de las sirenas de las ambulancias. Sujetó la mano de Siwon y la apretó ligeramente, esperando alguna contestación. Nada. Lo sacudió un poco intentando hacerlo reaccionar, lográndolo un poco.


 


Las lágrimas surcaban sus mejillas mientras sentía como el dolor se apoderaba rápidamente de él. Las sirenas se escucharon muy, muy cerca y apretó más la mano de su amado.


 


-Vinieron por nosotros Siwonnie, estaremos bien… -Soltó el maknae cuando sintió como unos paramédicos se acercaban al auto. Siwon negó y apretó la mano de Kyuhyun mientras lo miraba fijamente por unos minutos.


 


-Debes irte Kyuhyun… -Arrastró las palabras mientras notaba como intentaban sacar a su novio.


 


-Debes salvarte… tienes que prometérmelo –


 


El pequeño sollozaba mientras miraba a su precioso Siwon.


 


-Promételo… -


 


 -Lo prometo pero… -Fue interrumpido por unos brazos que intentaban sacarlo lo más rápido posible.


 


Siwon sonrió.


 


–Te amo… -Fue lo último que susurró antes de cerrar sus ojos para siempre.


 


-Siwon… ¡Siwon! –Gritó Kyuhyun mientras era sacado del destrozado auto, viendo por última vez aquel bello rostro que por años lo había hecho sonreír día con día.


 


Lloraba mientras cubría su rostro con sus manos y se deslizaba sobre la pared. Estaba harto de que esas espantosas imágenes volvieran a su mente una y otra vez.


 


Limpió sus lágrimas y guardó la última foto que se tomaron juntos en un cajón.


 


-Sé que quieres que sea feliz Siwonnie y por esa razón me mandaste aquí –Susurró Kyuhyun mientras se ponía la pijama.


 


#######


 


No tenía ganas de levantarse e ir a la escuela, no tenía ganas de hacer nada más que probablemente quedarse en su casa lamentándose y comiendo yogurt de fresa todo el día.


 


 Su plan se vió frustrado por su madre quien antes de irse a trabajar lo despertó con poca delicadeza como casi siempre.


 


Esperó a que se fuera y se levantó de la cama, recogiendo su celular volviéndolo a armar el cuál por otra del destino encendió. Tenía miles de llamadas de Heechul y unas cuantas de Hangeng, sabía que la princesa lo iba a matar más tarde por no contestarle.


 


Se duchó y cambió mientras tomaba su mochila y bajaba las escaleras en dirección a la cocina. Después de desayunar solamente un cereal cepilló sus dientes y caminó lentamente hasta la parada de autobuses.


 


#######


   


Ambos no sabían que sus vidas estaban a punto de cambiar radicalmente con el simple hecho de ser compañeros de asiento.

Notas finales:

chan, chan, chan~


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