¿A quién no le gusta el verano? Vacaciones, vaguear todo el día, ir a la playa, salir con tus amigos todos los días, helado, más helado, dormir... Pues a Byun BaekHyun no le gustaba para nada. Lo detestaba, y mira que él no solía detestar muchas cosas. Le agobiaba el calor y lo único que le agradaba de esa estación era el comer helado, porque, lo demás, ya lo hacía durante todo el año. Sí, era un caso perdido. Al menos eso pensaba su amigo D.O y medio mundo... Pero que se le iba a hacer. El hecho de convivir con su TDAH (trastorno de la personalidad, también llamado déficit de atención) no hacía las cosas más fáciles. Le costaba concentrarse en la más mínima tarea. Si estaba feliz, era extremadamente feliz, si estaba enfadado, se enfadaba demasiado. Y así sucesivamente. Cualquier emoción o sentimiento, en BaekHyun se multiplicaba por diez. Era bastante nervioso y muy impulsivo. En conclusión: con Byun BaekHyun nadie se aburría. Pero no vayamos a decir solo cosas negativas, el pequeño Baek tenía un corazón que no tenía precio, era amigable con todos y muy divertido. También tímido, cosa que lo hacía ver más aún adorable y apartentar menos edad de la que tenía, que para aparentar cinco años menos de los que tenía..., imagina.
Pero bueno, continuemos. Era 12 de agosto y Baek estaba en el sofá del piso de KyungSoo, justo debajo del aire acondicionado, leyendo uno de sus libros favoritos, que ya se había leído unas miles de veces. Agradecía el hecho de que el verano estaba por acabar; poco más de medio mes y sería libre de ese horripilante calor. Justo iba a pasar a la página doscientos dos cuando D.O le quitó el libro de las manos para mirarlo con el ceño fruncido y los brazos en jarras.
- ¿Otra vez La ladrona de libros? Con la cantidad de libros que tienes y encima ni te has leído... -Baek cerró los ojos, llevándose una mano a la sien. Como siempre, exajerando a propósito.
- KyungSoo-ah, ya hablamos mucho sobre esto, pensé que lo habías entendido a la primera cuando te lo expliqué... Te imaginaba más listo.
- Que sí, que sí, lo que tú digas. Pero, en serio, a lo que venía: ¿no se te ha ocurrido mover ese culito tan gordito que tiene e ir a buscar trabajo? No puedes seguir así.
Baek odiaba cuando D.O se ponía en modo "omma who is done with life".
- ¿Ya estás otra vez con eso? Dhe, dhe, ya lo sé. Y ahora voy a moverlo, pero para ir con JongIn, quedé con él a las siete porque tenía que contarme una cosa -se levantó de un salto, dándole una palamdita en el hombro-. ¡Me voy ya, Soo-ah! Saranghaeyo~~.
Y, como siempre, se marchó dejándolo con la palabra en la boca. D.O soltó un suspiro y se llevó los dedos al puente de la nariz para masajear este.
- Byun BaekHyun, te vas a enterar.
Baek llegó a casa de JongIn en menos de quince minutos cuando esta estaba a media hora de la casa de D.O. Digamos que Baek era rápido para lo que le interasaba. Conoció a JongIn en una fiesta de estudiantes en la cual se había colado. Iba con su amigo SeHun y los presentó. Se llevaron bien y un año después eran inseparables. Una vez dentro de la casa de JongIn, al cual le puso el mote de Kai, le llegó un WhatsApp de D.O:
"Satansoo~~ <3
Te esperan las maletas en la puerta de casa. Es por tu bien, conste que te tengo aprecio. XOXO 19:17"
La cara de Baek en ese momento era todo un poema.
- ¿Baek? ¿Qué ocurre?
- ¿Me quieres mucho?
- Sabes la respuesta, no la pienso decir...
- ¿Tienes un sitio para mí en casa...?
- Oh, oh.