Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Purr por PinkyPinkyXing

[Reviews - 64]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Espero que les guste!

Ya era una tradición que Yoongi fuera súper consentido durante todo marzo y no sólo el día nueve, pues el gatito naranja lo había establecido como su mes. Así que Jimin lo llenaba de más amor y besitos que nunca; Yoongi era extremadamente feliz durante esos 31 días.

El día nueve había ido a comer a un restaurante de carnes con Jimin y Jungkook y como era su cumpleaños, su novio le permitió comer lo que quisiera. Yoongi comió tanto que tuvieron que tomar un taxi porque ya no podía caminar. El fin de semana (tres días después) celebró con Namjoon y los amigos de su novio. Jin y Hoseok cocinaron todo tipo de pescados y mariscos, pues el minino era adicto a ellos; había sobrado tanta comida que la empaquetaron para que Yoongi la comiera durante la semana (en realidad se la acabó dos días después). Definitivamente marzo era su mes favorito.

---

Yoongi había descubierto unos extraños chocolates mexicanos durante un paseo familiar que tuvo con su novio y Jungkook. Como aún era marzo le rogó a Jimin porque le comprara veinte cajas y el castaño aceptó, porque seguía siendo marzo y además a él también le habían gustado. 
Decir que el par de gatitos había desarrollado una extraña adicción a esos chocolates era poco. Las cajas se acabaron en menos de dos semana y Jimin sólo había probado media tableta.

Jimin no lo sabía, pero Yoongi había convencido a Jungkook de regalarle algunas de sus cajas y el gatito menor aceptó pues Yoongi era como un padre para él.

----

El gatito naranja acababa de salir de bañarse, había tomado una relajante ducha cuando encontró eso en su abdomen. Los había visto en muchas otras personas, en Namjoon o Jin pero nunca en él. Eran rollitos de grasa o algo así, odiaba cómo se veían. Preocupado decidió seguir inspeccionando su cuerpo semidesnudo y descubrió que había aumentado un par de kilos; sus mejillas habían aumentado y sus brazos se veían anchos y voluminosos. Dios, ¿qué iba a...?

—Yoonie, ábreme la puerta. — sus orejas y cola se crisparon por el miedo. La dulce voz de Jimin apareció del otro lado, estaba tan ocupado viendo su nuevo cuerpo que nunca lo escuchó acercarse.

—No puedo, estoy desnudo. —Contestó el rubio con voz temblorosa. Diablos, sólo pensar en que Jimin viera su cuerpo así de relleno lo avergonzaba.

—¿En serio? —la estrepitosa risa del castaño se escuchó por todo el departamento. —Yoongi, te he visto desnudo muchísimas veces. Vamos, déjame pasar, tengo frío.

La única respuesta que Jimin recibió fue un suéter estampándose en su rostro, fue tan rápido que ni siquiera pudo ver la puerta abierta.

Yoongi estaba aterrado de la reacción de Jimin hacia su nuevo y espantoso cambio.

Durante la noche, no podía dormir, estaba ansioso y sentir el tonificado cuerpo de Jimin a su lado lo preocupaba más. En algún momento, entre sus cavilaciones, el castaño deslizó uno de sus brazos sobre el abdomen de Yoongi, convirtiéndolo en un perezoso abrazo. El minino se deshizo del agarre inmediatamente y con sigilo salió de su habitación. Dios, gracias a que Jimin estaba más dormido que despierto no se pudo dar cuenta de lo gordo que estaba. El rubio decidió que tenía que tomar medidas extremas para enfrentar su nuevo problema. Mientras descongelaba una pizza en el microondas decidió que tenía que dejar de dormir con Jimin. 

----

Jimin notaba distinto a Yoongi, tal vez había aumentado un poco de peso, pero eso no le preocupaba tanto, sino su actitud. Últimamente estaba más gruñón -incluso le maullaba con molestia a Jungkook-, notaba como entraba con sigilo a la cocina como... casi a todas horas. Y lo peor es que había decidido que ahora quería que Jimin y Jungkook durmieran en su habitación y él dormiría en su habitación especial, todo con el pretexto de que quería hacer música y concentrarse completamente en ella. Tal vez Jimin era un poco despistado pero no era estúpido, algo le pasaba a Yoongi y lo iba a averiguar.

----

Cuando Jimin llegó de trabajar. Jungkook estaba en la cocina haciendo la comida -ese niño era un sol, en serio. Lo habían educado bien- mientras cantaba alguna canción en inglés y movía feliz su peluda cola de un lado a otro. Por otra parte, Yoongi estaba en una de sus siestas vespertinas. El castaño se acercó a él con cuidado y lo vio abrazando fuertemente una caja de galletas, la comisura de su boca estaba llena de moronas. Jimin sonrió enternecido y se agachó para poder abrazarlo y darle algunos besitos, pero en cuanto rozó un poco al minino, éste gruñó, maulló molesto, le enseñó sus pequeños colmillos y salió corriendo a encerrarse en su habitación.

Jimin y Jungkook se miraron confundidos. Definitivamente algo estaba pasando.

No le molestaba dormir con Jungkook, de hecho el minino era muy tranquilo al dormir, además era suave y fácil de acurrucarse con él y por alguna extraña razón su cabello, sus orejas y cola gatuna olían siempre a galletitas de coco. Pero ya se había acostumbrado al sueño pesado de Yoongi, las patadas a las 2:00 am del minino, sus estrepitosos ronquidos y sus pies fríos (bueno, en realidad amaba esos aspectos pero nunca lo iba a admitir en voz alta). Mientras pensaba todo eso, Jungkook se deslizó con suavidad a su lado y empezó a restregar su nariz contra su abdomen -parecía que su abdomen tenía alguna clase de atractivo para los felinos, incluso los gatos normales se acomodaban en su pancita para ronronear y dormitar ahí-; justo cuando creyó que iba a caer dormido junto al minino negro una idea llegó a su mente.

----

—Hyung~ ¿puedo entrar? —Jungkook escuchó ruidos de plástico y envolturas de aluminio y en seguida un "pasa" (seguro con la boca llena) de parte de Yoongi.
Cuando entró vio algo muy distinto a lo que había dejado antes de cambiarse de habitación: el suelo estaba lleno de bolsas y cajas de comida chatarra, las repisas tenían platos sucios y la habitación olía a dulces y tal vez algo podrido.

—¿Qué pasa Kookie?

—¿Po-podemos habl-hablar, por favor?

—Claro que sí, para eso estoy pequeño. —Yoongi le regaló una de sus sonrisas de encías y eso lo tranquilizó un poquito.

—Hyung ¿p-por qué ul-últimamente estás distanciado de Minnie?

—¿Te mandó él, verdad? —contestó con un tono arisco.

—No... no... nop, por supuesto que no.

—Jungkookie, dile que no estoy molesto ni nada parecido, sólo es que a veces necesito estar solo.

—Está bien hyung, pero por favor ya no quieras estar solo por más tiempo, Minnie hyung y yo te extrañamos mucho.

El corazón de Yoongi se derritió de amor cuando escuchó las palabras del menor. Antes de que saliera lo detuvo para darle un abrazo y un besito en la nariz.

—No te preocupes pequeño, todo va a estar bien. Y oye... ¿puedes comprarme una hamburguesa con doble carne, queso extra y pan de ajo? Puedes quedarte con el cambio.

El menor asintió y se fue feliz, creyendo que había hecho bien el encargo de Jimin. También se fue con una sonrisa porque le iba a sobrar mucho dinero y podía ir a jugar en las maquinas de videojuegos.

----

Bien, Yoongi iba a arreglar todo, sólo por Jungkook (no porque en realidad extrañaba a Jimin y en el fondo sabía que era una tontería la razón de su distanciamiento, por supuesto que no era por eso), no quería que el niño creciera en un hogar disfuncional con padres que no hablaban. Decidido, salió de su habitación especial cubierto con una manta peluda -una táctica para que su reciente gordura no se notara tanto-, encontró a Jimin sentado en el sillón de la sala viendo una película de acción.

— Jimin... — el castaño volteó con una sonrisa, extrañaba a su novio muchísimo.

— ¿Qué pasa bebé?

— Necesito hablar contigo — Jimin iba a decir algo pero Yoongi no se lo permitió. Tenía que decir todo rápido antes de que su valentía se fuera; era pésimo para las palabras pero sabía que lo tenía que hacer. — Seguramente lo notaste, he aumentado de peso y... no quería estar cerca de ti porque me siento inseguro, tú tienes un cuerpo maravilloso, incluso Kookie y yo sólo he sido delgado por naturaleza siempre, pero hace unas semanas descubrí que estaba aumentando de peso y empecé a comer más por nervios o algo así. Empecé a huir de ti porque tenía, y todavía tengo, un poco de miedo respecto a cómo reacciones con mi cambio. Lo siento... — al ver la confusión en la cara de Jimin aclaró — lo siento por evitarte estos días y por estar malhumorado todo el tiempo, todo es por culpa de mi gordura. — Yoongi suspiró y rió un poco, no quería hacer todo tan dramático, habían tenido suficientes discusiones recientemente y no quería seguir.

— Yoonie, no me importa si eres gordo o delgado o lo que sea, te quiero por tu personalidad y por cómo me haces sentir y por cómo todo se torna mejor y más brillante cuando estamos juntos. Además nunca me burlaría o reaccionaría de una mala forma ante un cuerpo relleno, ya te he contado cómo me molestaban de niño por eso, — el minino gruñó con molestia, odiaba a esos chicos — y definitivamente no haría algo que a mí me lastimó tanto en el pasado. — Yoongi se sentó al lado de Jimin y se acurrucó junto a él. — Sin embargo, debes de comer mejor y hacer más actividad, has comido tantas grasas y calorías que tengo miedo de que te dé un paro cardíaco. — los dos rieron un poco, pero definitivamente Jimin tenía razón.

— Tampoco me quiero morir tan pronto, no quiero dejar a Kookie sin padre. Empezaré a hacer ejercicio con ustedes, pero no tanto. 

— Me parece perfecto... te ves mucho más adorable con estas mejillitas, si no te hubieras alejado tanto definitivamente podríamos haber aprovechado mejor el tiempo —Jimin alzó y bajó sus cejas, en una torpe forma de coqueteó.

— Aún podemos... —bajó un poco sus orejas gatunas y se sonrojó en extremo.

El castaño se acercó más al rubio para subir su camiseta, mientras acariciaba con cuidado todo lo que estuviera a su paso. Cuando encontró el abdomen hinchado del minino acercó su boca y comenzó a soplar, haciendo que el minino riera y comenzaran a jugar con caricias y cosquillas.

— Ya lleg... — Jungkook vio tan entretenidos a Jimin y Yoongi jugando en el sillón que decidió no interrumpirlos. Estaba feliz, ahora todo volvería a ser como antes. Tomó una soda del refrigerador y la tablet de Jimin con cuidado y se fue a comer la hamburguesa grasosa que tenía en la mano. 

 

Notas finales:

¿Les gustó? Ya saben que me pueden dar ideas para el siguiente capítulo o algo que quieran que escriba. ¡Gracias por leer! ♥


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).