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El peor error por Spieluhr

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Notas del capitulo:

Un poco tarde :P

Aqui el segundo capìtulo

Es turno del YeWook

Cap. 2 Un amor hecho cenizas.

Kim Ryeowook era el típico niño abusado en la escuela: un chico bajito y regordete, con una hermosa voz pero bastante inseguro de sí mismo.

Kim JongWoon era el típico bravucón que le gustaba mofarse de los demás por su apariencia, forma de ser y por cualquier rasgo que encontrara gracioso, como el sobrepeso de Kim Ryeowook.

-Creo que Ryeowook es tan gordo que van a tener que reforzar el escenario del concurso para aguantarlo - soltó a sus amigos mientras el inseguro muchacho pasaba delante de ellos.

-Incluso con el refuerzo puede que el piso se rompa - dijo otro de los chicos haciendo que todos rieran a carcajadas mientras seguían lanzándole insultos.

Kim Ryeowook se arrepentía de la última gran decisión que había tomado: entrar al concurso de talentos de la escuela.

Cuando vio la convocatoria del concurso la idea de que por fin podría destacar en algo lo ilusionó bastante. El problema no fue entrar sino que JongWoon siempre ganaba, su voz dejaba impresionado a todo el mundo y a Ryeowook se le ocurrió que podía vencerlo.

Una tarde cuando estaba ya muy harto de que lo molestaran, le gritó al mayor que era un perdedor y que podría ganarle cantando cualquier cosa.

Las burlas se hicieron presentes. Y no sólo eso sino que el odio que JongWoon le tenía, creció de sobremanera impresionante.

El por qué el chico empezó a odiarlo parecía un misterio, un día JongWoon simplemente empezó a burlarse de él.

"Porque me gusta hacerlo" le había dicho alguna vez el cruel muchacho cuando el pequeño se atrevió a preguntarle. A Ryeowook le parecía la razón más estúpida del mundo y terminó por dejar de lado la idea de que el otro recibiera un regaño, después de todo era el favorito de casi todo el mundo: El que "trajo orgullo a su escuela y familia".

Una lata de refresco aterrizó en su cabeza sacándolo de sus pensamientos y haciendo que lágrimas amargas se deslizaran por su rostro, pero lo ignoró y simplemente siguió su camino hacia su casa, pensando en la canción que tendría que cantar dos días más tarde.

 

Cuando el día por fin llegó Ryeowook se sentía más que nervioso, y a pesar de que su estómago estaba totalmente revuelto sentía la necesidad de comer más y más, sólo para calmar un poco su ansiedad.

-Lo harás bien - le decía su madre peinándolo.

-Quiero ser el mejor - susurró.

-Y lo serás, sólo toma aire y ponte seguro de ti mismo.

Wookie dio un fuerte abrazo a su madre antes de que ella saliera a ver su presentación.

-Kim Ryeowook, vas después de JongWoon así que ponte listo-le dijo una muchacha del staff.

Él camino para situarse detrás de las cortinas, miró la actuación del mayor, su voz era realmente hermosa, llena de sentimiento y pasión, costaba creer que alguien con tan bella voz fuese en realidad un simple abusivo.

La canción terminó seguida de una ola de aplausos y gritos dignos del gran cantante de la escuela.

-Suerte con tu presentación - le dijo a Ryeowook cuando pasó a su lado, con una voz tan fría y tenebrosa que el menor empezó a temblar ligeramente.

Apenas se plantó en el escenario, el temblor aumentó, no pensó que tanta gente lo vería, pero a la distancia logró ver a sus padres con una sonrisa, ¿a quién le importaba que no ganara el estúpido concurso? sus padres estaban orgullosos y eso era suficiente para él así que apretó el micrófono, dio la señal y empezó a cantar.

Todo iba bien, los jueces parecían asombrados, al igual que gran parte del público, sin embargo lo que estaba siendo el día más feliz de su vida terminó siendo el más doloroso.

Iba a mitad de la canción cuando escuchó un tronido, seguido de varias luces de colores.

Empezó a sentir ardor en sus piernas, y el humo llenaba sus pulmones, la gente gritaba mientras el trataba de liberarse de las llamas que en ese momento comenzaban a cubrir su cuerpo, llegó un punto en el que respirar se hizo difícil y que el dolor parecía irse, y simplemente se desplomó pensando que quizá ya era su momento de morir.

Cuando despertó creyó que tal vez todo había sido una pesadilla, que el fuego no había cubierto su cuerpo como lo hizo y que apenas concursaría, porque no sentía nada.

Abrió un poco los ojos y vio un techo blanco iluminado por una lámpara, escuchaba su pulso en el monitor, sentía una máscara de oxígeno en su rostro y todo el cuerpo le pesaba.

-Despertaste - le dijo una enfermera con tono dulce - empezabas a preocuparnos.

El chico empezó a tratar de pararse y preguntar por lo que había pasado pero tan sólo abrir la boca parecía imposible.

-Tranquilo chico, te pusimos analgésicos y anestésicos para que el dolor no fuese demasiado.

Wookie la miró curioso, ella sonrió pero su mirada mostraba tristeza.

-70% de tu cuerpo está quemado, va a pasar un buen rato hasta que puedas recuperar tu vida.

Apenas escuchó eso empezó a llorar, lágrimas que parecieron no tener fin por varios meses incluso cuando ya estaba en casa.

Jongwoon había pasado de ser el orgullo de la escuela a ser la vergüenza de todos incluso de su madre.

Fue acusado de intento de homicidio, pero gracias a un abogado y su buena reputación se concluyó que fue un accidente por una broma y solo estuvo un corto  tiempo en un reformatorio. Al salir no pudo terminar la escuela porque lo corrieron de su casa.

Dicen que cuando más subes la caída es más fuerte, y ahora estaba descubriendo lo reales que eran esas palabras. Su vida había dado un vuelco de 180º, ahora dormía en un pequeño cuarto que le rentaba una familia y tenía dos trabajos: en la mañana en una tienda y en la noche en un café.

Lo que más le dolía no era el hecho de que su vida se había arruinado, sino más bien ver a Ryeowook en llamas, gritando y llorando. Aún ahora meses después de aquel incidente se despertaba recordando su error.

La verdad era que desde que vio por primera vez al menor, se enamoró de él, pero no podía dejar su imagen de chico "cool" enamorándose de un chico, menos si este era así de obeso y ridículo, por eso empezó al molestarlo.

Ahora caminaba con un ramo de flores hacia el edificio donde vivía Wookie, había pasado una semana desde que regresó del hospital y tres días desde que le confesó sus sentimientos. Obviamente no lo tomó muy bien pero trató de no presionarlo e intentarlo de nuevo.

-No quiere verte - dijo la madre del muchacho - sólo olvídalo y vete.

-No puedo, necesito verlo.

Ella parecía exhausta y harta de todo, pero hizo una mueca y lo dejó pasar.

Entraron a la habitación del chico, estaba obscura pero aun así podía verlo. La mujer se fue dejándolos solos.

El menor había bajado drásticamente de peso, era obvio pues apenas y había podido comer con tales quemaduras; ahora era bastante delgado y estaba cubierto por vendas y ropa gruesa.

Apenas el menor lo vio, se dio la vuelta dándole la espalda.

-Hola - dijo acercándose Jongwoon - te traje flores.

Silencio.

-Sé que estás enojado y estás en todo tu derecho, pero me gustaría que las cosas entre nosotros mejoraran.

-Vete - fue lo único que soltó.

-Oye sé que hice mal pero en verdad me gustaría que me perdonaras.

El chico empezó a meterse más entre sus cobijas.

-Realmente lo único que me importa eres tú.

Wookie empezó a sollozar sin que el otro lo oyera.

-Es verdad cuando te dije que te amaba.

Y esa fue como la gota que derramó el vaso.

-¡¿QUÉ CLASE DE PERSONA QUEMA A QUIEN AMA?!

-No pensé que eso pasaría - dijo titubeante.

-¡Ese es tu problema! ¡Nunca piensas! - él ya era un mar de lágrimas - ¡NUNCA TE HICE ALGO! ¡Y TÚ ARRUINASTE MI VIDA!

-No... Yo.

Parecía que Ryeowook iba a levantarse para golpearlo pero cayó al piso.

-Wookie, tranquilo- trató de ayudarlo pero el otro le dio un manotazo.

-¡NO ME TOQUES!

-Yo - susurró sintiendo impotencia y un gran dolor.

La madre entró a la habitación y ayudó a su hijo a volver a la cama.

JongWoon se dejó caer sin saber que hacer hasta que unos brazos lo levantaron por los hombros. Era el padre que estaba más que furioso.

-¡VETE! - gritó con la cara roja de ira-¡Y no vuelvas o te juro que te corto los huevos!

JongWoon corrió hacia su pequeño hogar conteniendo lágrimas que salieron hasta que estuvo en su cama.

Miró el maltratado ramo en su mano.

-Lo siento - susurró - de verdad.

No supo cuánto tiempo pasó tirado, pero el ruido de su estómago fue lo que lo hizo levantarse. Ya era bastante noche, por suerte, no tenía que trabajar.

-Quizá mañana - pensó - Te daré el tiempo que necesites - y terminó de calentar su ramen pensando en cómo ser perdonado y además, si era posible, conquistar al muchacho. 

Notas finales:

Gracias por leer!!

No olviden dejar review

Y Feliz Navidad :D


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