Holaaaa!Chicas/os que leen esto, en realidad es cap es por algo parecido que vi hace algun tiempo atras, mas que nada por la forma de este cap, fue inspirado en ese hecho.
Victoria Chacin618: No se si esto entre acorde a lo que tratabas de decirme pero al escribirlo me mori de risa ya que me acorde de un hecho de hace años...bn con respecto al fic ahora estare buscando nombres de bebes :3...que decides para el proximo? alguna idea?
Equivocaciones suicidas
Tsuna se aclaro la garganta callando a todos los presentes, entre ellos la famiglia Simon, Cavallone quienes prácticamente ocupaban toda la iglesia, Giglio Nero, Gesso y su propia famiglia, al menos quienes se encontraban en los asientos.
-Queridos amigos, hoy nos encontramos reunidos para presenciar la unión ente Takeshi Yamamoto y Hayato Gokudera…
Los antes nombrados tomaron su posición sentándose en la baqueta.
La boda, la ceremonia y todos los preparativos tuvieron que adelantarse rápidamente porque el guardián de la Tormenta se había quejado de que no le entraría el saco del traje y como su guardián de la Lluvia estaba prácticamente en control automático a las palabras del peliplata movió cielo, tierra y su tarjeta negra…además de llamar a todos avisando del adelanto de la boda.
-… si alguien se opone a esta unión que hable aho…-
No pudo ni terminar de decir la frase cuando las puertas de la iglesia fueron estampadas violentamente dejando ver a un desconocido rubio de lo mas agitado quien apoyaba sus manos en las rodillas tratando de recuperar el aliento.
-YO..OO ME.. OPONGO!
Silencio.
El silencio era sepulcral.
Ni kufufufus, ni te morderé hasta la muerte por interrumpir la ceremonia, ni Shishishis…ni nada, todos estaban que no se lo creían.
¿Quién era el rubio? Seria la pregunta que mas deberían hacerse pero no la pregunta primordial era ¿QUE GUARDIÁN ENGAÑO A CUAL?
Tsuyoshi aun es su shock juraba si es que el rubio era amante de su hijo no lo dejaría volver a reproducirse, a ninguno de los dos.
Las llamas de la tormenta y las de la lluvia no tardaron en aparecer, al igual que las armas, en segundos ambos guardianes estuvieron al lado del agitado rubio que aun no recuperaba el aliento.
Takeshi apunto con su espada recubierta de llamas de la lluvia al rubio que interrumpió la ceremonia, además de posible amante del peliplata…en su mente no había nada mas que las palabras ¨rubio¨ y ¨castrar¨.
Hayato no se lo podía creer, es mas su cuerpo fue el que se movió por instinto apuntando con su sistema C.A.I. al rubio que se atrevió a interrumpir la ceremonia así como muy posible amante de su pelinegro prometido, si ese era el caso no dejaría que ninguno de los dos se volviesen a reproducir en sus cortas vidas.
-No me detendrás!
El rubio miro hacia los dos guardianes que lo miraban de manera asesina además de apuntarle con armas junto a todos los presentes que llenaban la iglesia, claro que no podía ver mas alla por lo que trato de empujar al guardián de la lluvia en un vano intento lo cual provoco que el pelinegro pensase que lo quería quitar de en medio para llevarse a Hayato pero por el contrario el peliplata al ver al rubio ir con su prometido pensó que se lo llevar, la reacción de ambos guardianes fue obvia…Matar!
-….CASSANDRA NO TE CASES! NUESTRO AMOR TRIUNFARA!...
¿Cassandra?¿Quien demonios era Cassandra?
Los movimientos de todos se detuvieron, la espada a unos milímetros del lugar donde se encontraba el corazón y el cañón del peliplata a unos milisegundo de realizarse el disparo con dirección a la cabeza del rubio, ambos guardianes guardaron sus armas al igual que el rubio caía en cuenta de lo que había hecho.
Boda equivocada.
Todos observaron como el rubio se ruborizaba furiosamente para luego pedir disculpas una y otra vez antes de salir corriendo lo mas rápido que sus piernas le diesen para buscar la iglesia correcta.
Tsuna se aclaro la garganta haciendo que todos los presentes le volviesen a prestar atención.
-¿Takeshi y Hayato podrían volver a tomar sus posiciones?
Ambos guardianes asintieron y volvieron a sus lugares aun sintiéndose extraños por el acontecimiento, pero aun así tranquilos de que su pareja no les hubiese sido infiel.
La boda transcurrió tranquilamente además de una que otra broma sobre el extraño rubio y todo el acontesimiento.
Tsuyoshi miro feliz a su hijo y a su yerno mientras bailaban el vals de recién casados.