ROLO POV
Aunque suene extraño yo ya he perdido la fe en la humanidad, las agresiones, los rechazos, los asesinatos, e incluso las mismas madres, no hay nadie en quien se pueda creer o en quien se pueda crear algún tipo de vínculo, ya sea amistoso o romántico, de una u otra forma, me da igual.
Aún recuerdo a mi madre y padre, siempre he dicho que mi padre me había abandonado al nacer, sin embargo esas mentiras tan solo son para no recordar los bellos abrazos y momentos que conviví cuando aún éramos una familia unida, créeme, uno puede decir mil cosas, sin embargo de todas esas solitarias palabras toma en cuenta solo dos.
Mi padre era un hombre de negocios, muy ingenioso y listo, al igual que frío y calculador. Mi madre una fina dama, ambos estaban comprometidos con otras personas que no amaban, con las que solo fingían una relación, pero mientras estaban solos, solo pensaban uno en el otro.
Según mi padre él conoció a mi madre una noche desolada,, en la que él quería llorar y desahogar su alma que tanto sufría por sobrellevar a su familia, manteniéndolos en un estatus alto, y esa noche, mientras él observaba el estanque derramando lágrimas mi madre llegó y se le acercó,, le ofreció su pañuelo para secarse, y de allí su vida amorosa comenzó. Pero por desgracia mi madre calló embarazada de este hombre, de mi padre, lo cual provocó disturbios en la empresa.
Todos le proponían a mi padre y madre abortarme, los creyentes de Dios decían que presentían que yo sería mala influencia, sin embargo mis padres ignoraron todo eso y decidieron vivir juntos, lejos de los negocios, por un tiempo todo era alegría y belleza, pero a mis 3 años todo acabó.
Mi padre calló en coma, mi madre al no poder pagar sus medicinas socorrió a la familia de mi padre, pero eso fue uno de los peores errores que pudo haber cometido, luego de que mi padre saliera de ese estado alejaron a mi madre de mi padre mintiéndole que mi padre había embarazado a su prometida antes de irse con ella, a lo que mi madre solo calló alejándose de la casa de mi padre.
Después de un tiempo nos mudamos y vivíamos en otro lado de la ciudad, mi madre trabajaba de mesera en un restaurante, su propina era escasa, así que un día eligió meterse a la vida galante, ganando más dinero, comprándome todo lo que necesitaba.
A los 5 fui violado por uno de sus clientes, mi madre tuvo que defenderme a mí con un cuchillo, asesinando al hombre, nos deshicimos de él, pero yo quedé con el trauma. Luego de unos días me di cuenta del poder que poseía, mi madre se alteró pero seguía a mi lado, las burlas y los abucheos hacia ella me tenían desesperado, la veía sufrir bastante por mí, ella no tenía la culpa, la tenía yo, no quería verla sufrir y unos meses después de saber el poder que tenía decidí asesinarla.
Fue una noche, ella apenas terminaba con un cliente, se recostó en su cama y comenzó a llorar, me sentía devastado y tomé una soga y un cuchillo afilado, toqué a su puerta esperando respuesta, y la tuve.
-¿Qué pasa hijo?- Preguntó la mujer lastimada, y desnuda. Yo abrí la puerta, mi madre me vio así, y yo me abalancé sobre ella, enterré el cuchillo sobre un costado de su vientre -¡¿Qué haces hijo?!- Dijo alterada la mujer, tomé la soga y la puse rápidamente en su cuello, sofocándola de poco en poco –Hijo… yo…-
-Mami, ya no quiero verte sufrir, espero y entiendas porqué lo hago y me perdones- Dije derramando lágrimas, mi madre sonrió y me abrazó, yo solo perdía mis fuerzas, luego las retomé la sigue asfixiando –Mami, te amo- Dije colocando un beso en su frente. Luego sentí como sus manos se enfriaban y sus ojos perdían el brillo.
-Yo también hijo, gracias- Luego cerró sus ojos, la apreté mucho más y luego la solté desganado, la vi y me reposé sobre su pecho frío, y su corazón sin pulso me hizo gritar de dolor, luego llegó la policía, me miraron con el cuchillo en la mano y me mandaron a la correccional, aprendí a dominar mis técnicas de transportación allí, así que escapé con facilites.
Fuera de las rejas era buscar un lugar donde dormir, entré en una casa abandonada, pensaba pasar la noche allí, pero me asusté bastante al ver a millones de chiquillos como yo metidos en ese lugar, unos mayores, y otros menores.
-Se puede saber ¿quién eres tú?- Dijo con frialdad un chico de cabellos castaños y ojos avellana.
-Soy… Rolo Halliburton, escapé de la cárcel y buscaba un refugio- dije completamente indefenso y temeroso a lo que me respondieron rápidamente.
-Vale, Rolo, pueden quedarte con nosotros, también estamos solos, pero descuida, ahora seremos familia- Dijo un castaño con ojos verdes sonriendo, mientras que todos los demás sonreían. Yo, al recordar a mi ex familia comencé a llorar, ellos me consolaron, duramos mucho juntos, pero luego cada quien se fue buscando su ruta, y yo volví a asesinar, pero ya no solo a una ni dos, sino a muchas más mujeres, hasta ahora que me han atrapado.
Pensaba en toda mi vida, hasta que llegó el oficial Lelouch a despertarme de mis recuerdos.
-Hey Rolo ¿qué tanto piensas? estás demasiado concentrado- Dijo con extrañes.
-Oh, nada Lelouch-kun, es solo que recordaba algunas cosas- Dije algo avergonzado.
-A propósito Rolo ¿te gusta el doctor Nowaki?- Preguntó interesado, yo solo me puse muy nervioso.
-¡No, no, no! A mí no me gusta Nowaki-senpai- Dije completamente rojo.
-Entonces ¿quién?- Preguntó misterioso.
-Oficial Lelouch deje de preguntarme eso por favor- Dije haciendo pucheros, completamente sonrojado.
-Vamos ¿por qué no me lo dices?- Preguntó confianzudo, se lo diría, no cabía duda.
-Bueno… me gusta… me gusta… el oficial… Lel… Lelou… Lelouch…- cuando terminé el oficial quedó en shock, yo solo me sonrojé y me volteé hacia otro lado.
-¿Es verdad? Bueno pues tú también me gustas- Dijo algo rojo, definitivamente esos comentarios no son para nosotros.
-Oh, sí… ¿deberíamos hacer algo?- Dije algo sonrojado.
-Eh… supongo que sí…- Luego tomó mi mano con nerviosismo, ambos soltamos un suspiro.
-Bien, este, ¿deberíamos hacer algo más?- Pregunté confundido.
-Bien… te-te besaré- Dijo nervioso, luego con sus manos tomó mi rostro y lo acercó al suyo, podíamos sentir nuestras respiraciones entrecortadas, y notábamos los rubores que se posaban en nuestras mejillas, luego se acercó un poco más, por inercia cerré mis ojos, al igual que él, y sentí unos labios rozando los míos, era un beso tierno, pero luego la intensidad subió llenándonos un poco de saliva los mentones, el oficial bajó sus manos hasta mi cintura, yo tomé sus cabellos y por la falta de aire nos separamos, quedando unidos por un fino hilo de saliva, pero luego alguien abrió la puerta de improviso.
-Rolo-tan ¿no tienes un man…?- Era Shinobu quien quedó atónito por la escena, luego otra segunda voz se acercó.
-Hey Shinobu ¿qué haces afuera de tu…?- Era Masamune, todos nos quedamos en shock, hasta que Lelouch y yo nos separamos rápidamente, Shinobu se me acercó y Masamune se retiró algo perturbado.
-Creo que debo irme…- Dijo Lelouch –Bueno, nos vemos- Luego me dio otro beso sencillo en la boca y yo asentí.
-Rolo-tan ahora me contarás todo- Dijo serio el ojigris.
-No hay nada que contar, solo nos besamos- Dije.
-Y ¿Cómo se sintió?- Dijo emocionado.
-Pues sí….- Dije nervioso. Luego abrieron nuevamente la puerta, habían llegado todos mis amigos.
-Ritsu, Hiroki, Misaki, Yoshino ¿qué hacen aquí?- Dijo Shinobu.
-Estábamos aburridos, y vinimos un rato- Dijo Ritsu.
-¿Cómo sabían que ambos estábamos aquí?- Pregunté.
-Ah, vimos pasar Takano-san y le preguntamos, dijo que estaban aquí-
-Oh, ya veo- Dije algo aliviado.
-¡Rolo se besó con el oficial Lelouch!- Luego todos quedaron en shock, mierda Shinobu ¿en que carajos me has metido?