¿Cuánto tiempo seguiré ocultando todo esto?
“No quiero perderte…”
¿Cuánto tiempo podre seguir a tu lado?
“No quiero que nadie te tenga más que yo…”
¿Cuánto tiempo fingiré estar bien cuando tú no estás?
“No quiero que te vayas…”
¿Cuántas veces te perdonare inconscientemente?
“Odio darte el permiso para que te alejes cada vez mas de mi…”
¿Cuántas veces te ayudare sin querer hacerlo?
“Odio verte cerca de ella…”
¿Cuántas veces me enamorare de ti y saldré lastimado?
“Te odio Mordecai…”
…
Siempre estuvimos juntos, en todo…
Siempre nos divertíamos jugando videojuegos en vez de trabajar, siempre nos metíamos en problemas todos los días, siempre molestábamos a los demás, siempre vivíamos aventuras.
Todo lo hacíamos juntos, como hermanos, como amigos…
“¿Por qué no pudimos estar juntos de otra manera?”
Tuviste que arruinarlo.
No.
Yo tuve que arruinarlo…
* ~ * ~ * ~ *
- Ya es muy tarde ¿Por qué no llega?
La 1:37 AM y no llegaba de su maldita cita con Margaret, llevaba más de dos horas esperándolo en la casa del parque tratando de no descontrolarme jugando videojuegos.
- No creo que él y Margaret hayan…
Estruje con fuerza el mando de la consola en mis manos intentando en no pensar en cosas tan obvias. Quizás esta vez Mordecai si logro obtenerla, pues desde hace varios días estaban muy unidos y algo cariñosos. Mire el televisor con el texto puesto:
GAME OVER
¿Quieres intentarlo de nuevo?
- Sí
- No
Moví la tecla hacia abajo y presione el botón terminando el juego. Que irónica es la vida, el enojo me entro y avente el mando al suelo con fuerza mientras me levantaba del sofá.
- ¿Para qué seguir intentándolo?...
Al escuchar la puerta abrirse ahí lo vi. Un Mordecai cansado y triste que al parecer apenas y podía estar de pie solo.
- ¿¡Viejo donde estabas!? -le pregunte molesto.-
- Cállate Rigby… -me contesto con una voz débil y ronca mientras entraba y cerraba la puerta.-
- ¿¡Qué me calle!? ¡¡Son casi las dos de la mañana y tú ni aparecías!! -lo seguía mientras el subía las escaleras y avanzaba hasta nuestro cuarto.- Y ya veo porque ¡Apestas a alcohol! Espero que tú y Margaret se la hayan pasado genial -le dije con molestia combinado con sarcasmo a la vez, en cambio él solo se dedicaba a darme la espalda.- ¡Te dije que ella no valía la pena! ¡Solo saldrás---!
Fue cuando me agarro del brazo halándome hacia él, obligando a que lo besara. Solo pude paralizarme y abrir mis ojos lo máximo posible, mi mejor amigo me estaba besando. Pero no fue un beso cualquiera; era apasionado y tierno… Pero desesperado, muy desesperado.
No, esto está mal, no quiero que él me bese por esos motivos. Quería separarme, quería empujarlo y salir corriendo. Pero en vez de eso pase mis manos por su cuello y cerré mis ojos lentamente.
~
- M-Morde… Ahh… Mordecai ¡Ahh!
No sé cómo.
No sé porque.
Solo sé que lo que hacíamos no estaba bien.
En cuanto menos lo supe ambos ya estábamos desnudos en su cama, entregándonos uno al otro. Había soñado tantas veces este momento que parecía eso, un sueño. Ese cabello azul con mechas negras, su blanca y tersa piel, su cuerpo delgado y masculino, esas dos grandes lagunas azules que tenía como ojos. Lo que tanto soñé ahora era mío…
- M-Margaret…
O eso creía...
Por supuesto, él no sabía lo que hacía, estaba ebrio. No se daba cuenta que por una noche estaba teniendo intimidad con su mejor amigo y que a la mañana siguiente todo sería como si nada hubiera pasado.
¿Me dolió? Como no tienen una idea. Que me estuviera llamando con ese nombre, era como si me estuvieran extirpando el corazón en carne propia y sin alguna clase de anestesia. Me estaba odiando a mí mismo por esto, pero simplemente no podía salirme ya de ese círculo de lujuria y fantasía. Mi cabeza trataba de llevar la razón, de que me arrepentiría de esta noche a la mañana siguiente; pero las acciones de mi cuerpo eran mucho más fuertes, y quería disfrutar de este único momento…
Aunque fuera solo una mentira…