By: Gabriela Pérez de la Garza
Capitulo 2: ¡Ups! Primer problema
Yan y Kizna siguieron caminando hasta llegar a un pequeño puesto de helados en el parque. La castaña hizo el pedido y luego dio media vuelta hasta toparse con su amiga con ambos helados y le entrego el suyo a la rubia- Una ves oí decir que estos helados son bastante buenos.
La chica sonrió de manera infantil mientras tomaba su helado y comenzaba a saborearlo- ¡Esta delicioso!
No pudo evitar reír, y es que la de ojos azules verdaderamente parecía una cría de cinco años cuando se trataba de aquellas cosas- ¿Y que hacemos? - pregunto parpadeando al ver a Kizzy saboreando deleitada su helado.
-Kizzy no sabe -Era una extraña costumbre, cada que la rubia se encaprichaba con algo o comía algún dulce, siempre comenzaba a hablar en tercera persona. Era algo peculiar, pero ya se había acostumbrado.
Entonces un chico alto y de cabellos castaños se acerco a ambas con una gran sonrisa. Era Eduardo, un ex-compañero, recién graduado al igual que ellas.
-¡Yan, Kizna! -saludo a ambas emocionado- ¡Tocaron genial hoy, chicas! -guiñándoles un ojo.
-Si, lastima que el director acabara con la fiesta -secundo el chico de tez morena que estaba tras de Eduardo.
-¿Volverán a tocar en alguna parte? Mi cumpleaños es dentro de un mes. Ya que son vacaciones y hay muchas fiestas no pude conseguir una banda ni nada, así que me preguntaba si pudieran tocar en mi fiesta, es que verdaderamente me ha gustado como tocan.
-Mmmm... No se.... -dijo pensativa la castaña.
-Habrá un enorme pastel de chocolate -el castaño volvió la vista hacia la rubia que recién había terminado su helado y cuyos ojos destellaron de emoción. Pero antes de que la menor pudiese decir algo, la de larga cabellera castaña le interrumpió.
-Antes tenemos que consultarlo y quedar de acuerdo con Napy.
-Anda Yan, no seas tan mala -dijo sonriendo la rubia.
-¡Genial! -dijo mientras escribía unas cosas en su libreta y arrancaba la hoja- Esta es la dirección de mi casa, allí esta la fecha y hora de la fiesta -dijo depositaba la nota en manos de Yan y se apuraba a seguir su camino.
-¡Espera! Nosotras no dijimos que.... -pero antes de que esta pudiese terminar.
-¡Las estaré esperando! -grito el chico q ya se perdía en una esquina.
-Si fuera por ti, nos pagarían con chocolate- murmuro viendo a su amiga, quien solamente volteo y parpadeo un par de veces, para luego solo sonreír de manera infantil.
Hubo un ligero "plop" de parte de esta- choco-adicta, debemos mandarte a la Asociación de Choco adictos Anónimos - le dijo divertida revolviéndole el cabello- Enana - le llego a decir
La otra rió divertida, ya acostumbrada a ese “apodo cariñoso” por parte de Yan- jeje Entonces... ¿Las Sinner Dolls vamos a tocar en la fiesta de Eduardo? -dijo emocionada ante la idea- ¡Va a ser genial! Solo falta confirmar con Napy -sonriendo.
-Si, solo no comas mucho chocolate ¿Qué le diré a tu mama? “Lo siento señora pero su hija comió tanto chocolate que exploto"- dijo en son de broma.
-¡Kizzy no es tragona! -dijo molesta inflando infantilmente las mejillas- bueno... no TANTO -rió divertida
-¿Ves? -le saco la lengua- ¿Y adonde vamos Kizzy?
- Pues -dijo pensativa- Ya es tarde, Kizzy tiene que ir a casa si no quiere que mamá se preocupe.
-OK. Yo iré por ahí -pensando en patineta y alcohol. No, caería más de lo normal- Aunque tal vez sea mejor que me valla a mi casa también.
-Bueno, Kizzy se despide -dijo con una gran sonrisa- Hasta mañana. Y no olvides informar a Napy sobre lo del pedido de concierto... Revenge doll -dijo guiñándole un ojo para después comenzar a correr en dirección a su casa.
-Si- la vio alejarse y suspiro desviando su mirada a un chico en patineta que cayo de piernas abiertas- Eso debió doler... Creo que lo mejor será ir a casa- no pudiendo evitar sentir el dolor del pobre chico así que camino hasta llegar a su casa. Cuando Napy llegase a casa le diría todo acerca de la fiesta.
Mas tarde ese día, Yan se encontraba profundamente dormida en un sillón, cuando la puerta de la entrada se abrió dejando entrar así a la chica castaña de ojos dorados con una gran sonrisa en su rostro mientras se despedía de un chico el cual se fue de allí en su motocicleta cuando Napy cerro la puerta.
La ojidorada entonces vio a la otra castaña dormida en el sillón y en sus labios se formo una sonrisa. Se acerco lentamente a su hermana y con toda normalidad susurro en el oído de esta...
-¡¡¡DESPIERTA!!!
-¡¡¡KYAAAAAAAA!!! -chillo asustada la menor cayendo de súbito al suelo, lo que provocó fuertes carcajadas por parte de la mayor.
-Ouch -se quejo adolorida la de cabello largo sobándose la retaguardia, entonces volvió la mirada hacia el lugar del que provenían las estridentes carcajadas- ¡NAPY! -dijo molesta y viendo con severidad a su hermana mayor- ¡Por si no sabes eso me dolió!
-Claro que lo se ¿Por qué crees q me estoy riendo? -dijo aun riendo- Eres tan fácil de asustar hermanita -para esas alturas ya se había calmado un poco y comenzaba a limpiar las lagrimas que salían de sus ojos debido a la risa. La de cabellos largos solo le miro molesta- Anda, no seas tan gruñona -dijo sonriendo- fue solo una bromita.
-Para tu información, y como ya he repetido en innumerables ocasiones, ODIO tus bromitas -dirigiéndole una mirada asesina.
La de ojos dorados suspiro- Eres tan gruñona Yanny.
-No me digas así -gruño mientras se ponía de pie. Entonces ambas parecieron acordarse de algo-.
-A propósito, tengo buenas noticias.... Tocaremos en una fiesta....La fiesta es el nueve de julio... ¿Qué haces?... ¡BASTA!...
-¡Deja de copiarme!
-¡No te estoy copiando!
-Entonces... -dijo preocupada- ¿Tendremos que tocar en dos fiestas el mismo día?
-William me ofreció tocar en una fiesta que tendrá su hermana mayor.
-Y Eduardo nos ofreció tocar en su fiesta de cumpleaños... ¡Y ambas son el mismo día! ¿Qué haremos?
-Déjame pensar... -la de cabellos cortos intento pensar, pero nada vino a su cabeza- Bueno pues... ¿A que hora es la fiesta de Eduardo?
-A las ocho de la noche.
-La de la hermana de William es hasta las diez -dijo pensativa.
-¿Y no podríamos cancelar alguna de las dos?
-¡Por supuesto que no! ¡Si hacemos eso entonces perderíamos credibilidad!
-¿Y entonces?
-Tendremos que asistir a ambas fiestas -dijo finalmente
-Pero déjame recordarte “hermanita”, que ambas están por lo menos a diecisiete kilómetros de distancia -dijo con el ceño fruncido.
-Pues ya veremos que hacer, pero tenemos que asistir a ambas fiestas... Mejor pensemos en esto mañana junto con Kizzy. Que, aunque no lo aparente, la loca es una nerd a veces.
-De eso ni hablar -dijo bostezando- Y si, no llegaremos a nada a estas horas. Vayamos mejor a consultarlo con la almohada -caminando con rumbo a las escaleras para subir a su habitación, seguida de su hermana.
- - -
Al día siguiente ambas chicas fueron a casa de la menor de las tres para intentar idear algún plan para resolver su predicamento. Al entrar a la ya tan conocida casa, fueron recibidas por la madre de la rubia, una hermosa mujer de largos y ondulados cabellos castaños, la cual tenía una sonrisa en los labios.
-Esta aun dormida en su habitación -ambas chicas sonrieron con agradecimiento y luego de un “gracias” subieron a la habitación de la gatita rubia, la cual se encontraba profundamente dormida y con las sabanas revueltas.
Se veía tan tierna hecha ovillo en su cama, la de ojos dorados se acerco con una sonrisa enternecida y posando sus manos a ambos lados del cuerpo de la ojiazul, y apoyándose con su rodilla sobre la cama...
-Espero no quieras despertarla como a la bella durmiente -dijo bromeando la de ojos grises.
-JA-JA -viéndola de mala manera- ven, ayúdame -dijo con una sonrisa divertida. La de cabello largo sonrió de la misma manera y pasó sus manos sobre la cama a un lado de la rubia y ambas, a misma voz.
-¡¡¡DESPIERTA!!! -Napy casi brincaba en la cama mientras la otra la empujaba y hacían saltar a la rubia.
-KYAAAAAAA -chillaba esta del susto al ser despertada tan bruscamente. Napy se aparto al igual que Yan y la pobre rubiecita termino cayendo en el suelo soltando un quejido de dolor.
Las carcajadas no se hicieron esperar por parte de las otras dos que veían a la menor de las tres en el suelo intentando salir de entre las enredadas sabanas.
-¡Eso no fue divertido chicas! -esta aun intentaba desenredarse, pero no lo lograba así que las otras dos aun riendo la ayudaron para salir de sus “ataduras”.
Estando ya libre, la rubia se sentó en la cama de con sus compañeras, aun con aquel pucherito infantil que solía poner cuando se molestaba, y escucho todo lo que sus amigas tenían para decirle. Era algo un poco difícil que tendrían que arreglar de una u otra manera.
-mmm -dijo pensativa la rubia- ¿Y enserio no esta a discusión el cancelar alguno de los dos? -pregunto viendo a sus compañeras.
-La lindisima y divina Lie doll se niega rotundamente a cancelar cualquiera de los dos eventos -dijo viendo molesta a su hermana, de la cual recibió una mirada igualmente asesina. Ambas parecía que arrojasen chispas de los ojos en aquella intensa, y ya común, batalla de miradas.
-Bueno, en ese caso.... -se dijo pensativa la de ojos azul mar. Alguna solución tendría que haber para aquel problema- Pero es que ambas casas están en lados opuestos de la ciudad ¿Verdad? -pregunto angustiada, recibiendo un molesto “Si” por parte de las hermanas que seguían metidas en su lucha. La rubia suspiro, si seguían peleando al parecer la única que pensaría en aquel problemita seria ella, ya que aquellas dos podrían pasar HORAS de aquella manera- veamos... tendremos que descubrir cuanto tiempo se hace de la casa de Eduardo a la locución en la que será la fiesta de la prima de William. Luego de eso ajustar los tiempos de las canciones, irnos y hacer una “Entrada estelar” a la fiesta de la prima de William.
-Wow, que súper idea -dijo sarcásticamente Revenge despegando al fin la mirada de su hermana para dirigirla a la rubia- Nunca a nadie se le hubiese ocurrido.
-Pues no te he escuchado a ti iluminarnos con tus brillantes ideas -respondió ofendida la rubia.
-Bueno, bueno ¡Ya! -exclamo al fin la de ojos dorados- Si nada mejor se nos ocurre, llevaremos a cabo el plan de Kizzy ¿De acuerdo?
-Ok -respondieron al unísono.
-Ahora lo mejor que podemos hacer es ensayar nuestras canciones.
-Si.
-Pero antes... Kiz -la rubia alzo la mirada para verla- vistote.
-¿Eh? -dijo sin comprender hasta que se vio y noto que seguía en pijama- jeje -rió apenada con un dulce tinte rosado en las mejillas.