Los rayos del sol comenzaban a calentar la fría mañana, anunciando que el día había comenzado.
Fueron esos pequeños rayos de sol que entraban por mi ventana los que se encargaron de arruinar mi tan esperada cita con Morfeo.
Después de unos minutos el molesto celular comenzó a sonar como era costumbre. Era mi alarma que interrumpía mi plácido sueño y que me avisaba que debía abandonar mi plácida cama, deje que sonará unos minutos más hasta que la canción me comenzaba a fastidiar y lo que menos quería era empezar mal mi día. Así que con todo el fastidio que pude nunca antes sentir en mi vida me levante dejando mi cómoda posición.
Arrastrando mis pies me diriji al baño dispuesto a abrir la regadera, mientras el agua se templaba mire mi computador y busque la canción que deseaba escuchar en ese momento. Sin mas busque una canción de Foster the People creo que el estar tantos años en América influenciaron mucho en mis gustos, pero bah eso no me importa. Deje que la música se escuchará por todo mi departamento y me diriji a tomar mi merecida ducha.
Después de mi rutinaria mañana, salí con algo de prisa de mi departamento pero no sin antes tomar una manzana. Caminaba en dirección a la escuela mientras en ciertas ocasiónes suspendía al aire la manzana que llevaba en la mano. Antes de llegar a mi destino me encontré con mi mejor amigo y comenzamos a hablar de aquellas trivialidades que tanto nos hacen reír. Al llegar a la escuela nos encaminamos por distintas direcciones, ya que Tatsuya al ser un año mayor debía de dirigirse a otro edificio.
Caminaba por los pasillos mientras que saludaba a toda aquella gente que dirigía sus miradas y saludos así a mi (como siempre). Todo era justamente igual al día anterior no había nada que lo diferenciará y que me hiciera notar que era un nuevo día, era tan igual que no podía evitar el predecir lo que me pasaría después.
“Llegaría a mi salón y me sentaría en mi lugar no sin antes mirar unos segundo aquel lugar que siempre se encontraba vacío, después miraría por la ventana y probablemente antes de iniciar las clases entraría un eufórico moreno gritando que me retaba a un duelo mientras que la chica peli-rosa lo intentaba sacar del salón a patadas pero al no poder lograrlo se resignaria y esperaría a que el profesor llegara y les diera su primer sermón del día. Después por fin comenzarían las clases y yo haría un esfuerzo sobre humano para no dormirme en ellas e intentar tomar nota de lo que el profesor nos decía con cierto desespero.”
Al pensar que lo más probable de que mi día sería así no puede evitar soltar un suspiro que a mi parecer era de completo fastidio. Antes de abrir la puerta de mi salón lo pensé un par de segundos para después entrar con determinación a este.
Salude a unas cuantas personas más y me senté en mi pupitre, gire mi mirada al lugar de a lado para comprobar que este se no se encontraba vacío. ¡ESPERÁ! ¿CÓMO QUE NO ESTÁ VACÍO? Esto sin dudas me sorprendió bastante no podía creerlo, durante todo lo que llevamos del ciclo escolar ese lugar siempre se había encontrado desocupado y ahora ahí estaba un chico delgado, de piel pálida y unos cabellos celestes que al parecer no sólo llamaban mi atención y sus ojos, bueno sus ojos no logre verlos ya que este se mantenía con la mirada al suelo.
Por unos minutos me encontré observándolo detenidamente hasta que cierto asno, llego a interrumpir mi placida vista.
-¡HEY BAKAGAMI!- grito de forma escandalosa que hizo que uno mas brincara del susto.
Ah ahí estaba justo como siempre la verdad era que el día de hoy su voz era más escandalosa que otras ocasiones. Me limite a dirigirle la mirada por unos segundos mientras soltaba un pesado suspiro.
-¿Ahora que Ahomine?
-¡¿Cómo que, que?!
-¡Dai-chan! Tanaka-sensei ya viene para acá, no quiero ser regañada. DAI-CHAN
- Ah satsuki eres muy escandalosa, sino quieres que te regañen yo no se porque rayos viniste detrás de mi.
-Ah eres cruel- hizo un puchero mientras algunas lagrimillas le salían por la comisura de los ojos.
-¿Y tu Bakagami que tanto miras?
Antes de poder contestarle estos dos escandalosos se acercaron hasta mi pupitre y dirigieron sus miradas a la persona en la que yo estaba tan centrado.
-Wooooooww, ese si que es un bombón- dijo sin vergüenza mientras soltaba un silbido.
-¡Ah! Dai-chan te voy a acusar con Ryo-chan
-¡Cállate Satsuki!- miro un poco feo a su amiga de la infancia- ¿Y bien quien es el bombón Kagami?
-“¿Bombón? ¿Por qué sigue repitiendo eso?”- sin darle mas importancia contesto a la interrogante- Mmmmmm…. No lose
-¿Ja’?- pregunto incrédulo – Esta en tu misma clase y no sabes siquiera cual es su nombre, hombre pero que desperdicio.
-Bueno no es mi culpa, él nunca ha venido a clases. Bueno amm- rascaba su cabeza de forma nerviosa- De hecho es la primera vez que lo veo.
-¿Ja’? ¿Cómo puede ser eso posible?
-Ah- un grito de parte de la chica se escucho por todo el salón
-Pero que diabl-
-Yo he escuchado de él – anuncio emocionada
-¿De verdad momoi?
-Si Kagamin- le dedico una linda sonrisa- Si no estoy mal su nombre es Kuroko Tetsuya.
-¿Kuroko..- susurro el nombre del chico con cierta ternura.
-Tetsu ..ya?- termino por decir el nombre que el peli-rojo había iniciado.
-Sip, él es el que siempre esta en numero uno en la lista de calificación de los de primer año.
-¡Ah, es cierto! – su asombro se notaba tanto en su voz como en su rostro.
-¡Hey Satsuki!- llamo la atención de los dos chicos con los que conversaba- ¿Y porque nunca había venido a clases, siendo tan inteligente?
-Mmmmmm…. Creo que él siempre ha estudiado en casa, porque amm bueno… creo que sufre de una enfermedad que no le permitía dejar el hospital. Bueno o eso eran los rumores que se escuchaban de el al inicio del ciclo, después de un tiempo…. Bueno todos se olvidaron de él y bueno el rumor de ahora sobre él es que…. Es un fantasma.
-¿U-Un fa-fantasma?- su rostro palideció de una manera sorprendente.
-No seas estúpido Kagami, es mas que obvio que no es un fantasma, si lo fuera no lo estaríamos viendo ahora.
-Eso es cierto Kagamin – dijo mientras asentía con la cabeza energéticamente.
-Bueno, pero que esperamos, hay que acercarnos al bombón
Aomine caminaba en su dirección y yo realmente no quería que este se le acercara porque bueno la reputación del moreno era de un completo casanovas, se le conocía por enamorar a hombres y mujeres que se les acercara. No se como el pobre de Ryo puede con este mujeriego.
Justo antes de que Aomine la hablara estaba dispuesto a detenerlo, pero gracias a Kami-sama alguien se me adelanto.
-¡Aomine, Momoi! ¡¿Qué rayos hacen aquí?! ¡Las clases ya comenzaron!
- Mierda Tanaka
- Ta-Tanaka-sensei…yo..Dai-chan…bueno
- Ah~ ¿Por qué tengo yo que lidiar con ustedes sino soy el encargado de su clase?- suspiro mientras se sobaba la cien- Sera mejor que se vayan a su clase.
-Vamos Tanaka, solo un momento más. Solo finge que no estamos aquí.
- ¡AOMINE DAIKI! ¡MOMOI SATSUKI! ¡LARGO DE AQUÍ!
-Mierda, Tanaka se a enojado. Vámonos Satsuki.
-Ah si-si, nos vemos después Kagamin- dijo la chica mientras salía corriendo detrás del joven moreno- ¡Dai-chan no me dejes!
Después de un rato en silencio Tanaka-sensei decidió comenzar la clase en inicio presentando al chico que se encontraba a un lado de mi, él cual no había dejado de mirar el suelo. Sensei no le tomo mucha importancia y decidió iniciar con la clase.
Sin más todo el mundo presto la atención, que se debía. Yo al igual que todos intentaba prestar la atención que se merecía la clase, pero algo o mejor dicho alguien me lo impedía.
Si era el chico de lado, no podía dejar de mirarlo, su piel pálida, su cuerpo delgado debido a su enfermedad supongo, su peculiar cabello celeste todo de el me llamaba la atención, nunca antes me había figado tanto en una persona. Sin darme cuenta las primeras dos clases habían terminado y todo el mundo se levantaba de su lugar para estirar un poco antes de que iniciara la siguiente clase.
De improvisto un gran número de chicas se acercaron al peli-celeste, preguntándole como había estado después de tanto tiempo, mostrando de una cierta forma su “simpatía” hacia el chico. Al parecer aquellas chicas una que otra lo conocía como para ofrecerle su ayuda, para cualquier cosa que necesitara.
*****
Así pasaron los días y al principio el chico nuevo era la sensación en el salón de clases, pero después de un par de días todos parecieron el olvidarse de él como si no existiera, hasta cierto punto era cruel. O al menos eso parecía para mí, después de haber estado rodeado de tanta gente por querer un poco de su atención ahora se encontraba solo, completamente solo, todo el tiempo. A la hora de la entrada, en el almuerzo, en gimnasia se quedaba en el salón ya que su condición física no era muy buena, a la hora de salir, en todo momento se encontraba solo y ya nadie se le acercaba.
*****
Ahí me encontraba dando vueltas en el pasillo como si de un loco se tratara, había pensado en la posibilidad de invitar al nuevo a comer a la cafetería, no era porque quería estar con él ni nada de eso, es solo que…bueno, él estaba solo y pues a mi no me caería mal algo de compañía. Si, eso era, yo solo buscaba compañía, ya que lo había decidido solo me faltaba acércame a ahí y decirle…pero ¿Qué se supone que deba decirle? No soy muy bueno siendo gentil con las personas y bueno puede que llegue a ofenderse por algo que yo pueda decir….Ah mierda ¿Por qué tenia que ser tan difícil?
Las manos me estaban comenzando a sudar y mi cabeza no podía ingeniar una buena idea para poder acercarme al chico sin ningún problema. Tal vez lo haga en otra ocasión, si, tal vez después pueda hacerlo.
“Vamos Taiga, acaso eres un cobarde. Solo tienes que acercarte y decirle si quiere comer contigo en el almuerzo, solo eso. Vamos Taiga”
Solo esperaba que la voz en mi cabeza no me fallara y no me hiciera quedar en ridículo. Suspire como por doceava vez y al fin abrí la puerta corrediza que me permitiría entrar a mi salón de clases. En el solo había tres o cuatro personas y una de ellas era él, solo como siempre. Sin pensarlo por más tiempo camine hasta su pupitre.
-……-
Ahí estaba justo enfrente de él, pero las palabras no salían de mi garganta y mis nervios se incrementaban a un mas.
“Cobarde, cobarde, cobarde, cobarde”
Fueron las únicas palabras que se me cruzaron por la mente, sin dar mas rodeos decidí aclarar mi garganta y por fin llamarlo.
-Di-Disculpa- se escucho apenas en un susurro.
-Bien chicos, es hora comenzar con la clase- hablo claro una mujer de aproximadamente unos 20 años con una gran pila de libros sobre sus manos – Saquen su libro y ábranlo en la pagina 56 ….. ¿Kagami-kun pasa algo?
-Ah no,no es nada Sensei
-Bien, entonces pasa a tu lugar y saca tu libro por favor
Sin remilgar pase a sentarme, pfffff, esto era una mierda no puedo creer que no pueda acercarme y hablar con el chico, nunca había sido tan tímido con una persona ¿o si?, bueno no que yo recuerde.
La clase comenzó, era la clase de literatura con Hinata-sensei, la mujer era muy buena en su trabajo era una de las pocas materias en las que no tenia necesidad de dormirme porque por muy extraño que suene la literatura japonesa me llama bastante la atención y por lo mismo siempre intento prestar toda la atención debida.
-Bien chicos el día de hoy veremos lo que son los haikus* - dijo mientras una sonrisa complacida aparecía en su rostro- Mmmmm ¿Kuroko-kun podrías ayudarme a leer el primero?
Al decir esto todo el mundo dirigió sus miradas al peli-celeste, el cual sin decir nada se levanto de su asiento y tomo el libro que descansaba en su pupitre y con la mirada repasaba las líneas que se encontraban en aquellas paginas, como si temiera que su boca fuera prenunciar mal aquellas palabras y con el pasar de los segundos sus manos comenzaron a temblar, probablemente porque las miradas de todos estaban centradas en él.
Sin pensarlo dos veces me pare de mi lugar creando un fuerte ruido provocando que la atención fuera centrada en mí.
-Sensei, yo lo leeré
-Ah, esta bien adelante Kagami-kun
Antes de comenzar con la lectura mire al pequeño peli-celeste, el cual me veía sorprendido. Sus hermosos ojos celestes me miraron con asombro y si no fuera porque tenía que comenzar a leer me hubiera quedado viendo aquellos ojos hasta que los míos sangraran de dolor.
-Ya puedes empezar Kagami-kun
-Si sensei
“Un mundo
que sufre
bajo un manto de flores.
Huye el roció.
En este mundo sucio
no hago yo nada.”
Mi voz resonó por todo el salón, todo el mundo guardo silencio y contemplo con detenimiento mi voz mientras recitaba el fragmento de aquel poema.
-Eso fue hermoso Kagami-kun, muchas gracias.
Al parecer le había puesto mas empeño de lo que había imaginado y eso provoco una cierta emoción en mi maestra y en una que otra chica que me miraban de una forma un poco incomoda. Después de eso las clases continuaron como siempre y al fin terminaron.
Todo el mundo guardaba sus cosas y hablaba sobre a que lugares ir para quitar la presión de las clases. Guarde lo mas rápido que pude todas mis cosas revisando que no olvidara nada en mi pupitre. Al terminar mi inspección sin pensarlo mas camine a su pupitre y por fin me decidí en hablarle.
-Disculpa, si-si gustas podemos caminar de regreso juntos
Kami-sama esto era más difícil de lo que me imaginaba, la voz me tartamudeaba y las manos me comenzaron a sudar mucho, y más aun porque no deseaba que rechazara mí propuesta con todos los de mi salón observándonos detenidamente.
-…..- dirigió su mirada al joven peli-rojo – Claro Kagami-kun
-Bueno yo entendería su tu no quieres….. Espera dijiste ¿que si?
-Si – saco una pequeña sonrisa
Si esperar mas comenzó a caminar con su mochila en mano y yo salí detrás de él. Caminamos en silencio completo, la verdad estaba tan nervioso que temía que al abrir mi boca de esta solo salieran idioteces.
-¿Pasa algo Kagami-kun? –rompió la atmosfera tensa que se había creado.
-Ah~ no, no pasa nada- negaba energéticamente con la cabeza – Espera¿como sabes que mi nombre es Kagami?
-Al parecer te llevas muy bien con todo el mundo y por lo mismo escucho tu nombre muchas veces al día y pues es inevitable el no recordarlo y menos aun si el chico es muy energético y alegre.
Sin darme cuenta su comentario creo un pequeño sonrojo en mi, que espero y el no haya notado para nada.
-Ah bueno si lo dices así creo que lo entiendo. De todas formas no me he presentado como se debe contigo….. Soy Kagami Taiga, puedes decirme Taiga..bueno aunque puede que te sea algo incomodo el llamar por su nombre a una persona que recién conoces entonces…etto…ammmm
-No te preocupes Kagami-kun esta bien…. Mi nombre es Kuroko Tetsuya
-Ah~ si ya lo sabia, n-no creas que es porque te acoso o algo parecido solo que bueno… ya había oído hablar algo de ti y bueno…. Yo-yo ya sabia también tu nombre solo es eso.
-Jajajajaja Kagami-kun es muy divertido- soltó una pequeña carcajada- No tienes por qué preocuparte en dar explicaciones, yo sé que no has hecho nada malo.
Después de todo eso el recorrido a la estación del tren fue tranquila y calmada, conversábamos de todo lo referente con nuestra vida, yo le había contado a Kuroko que había vivido en Estados Unidos y que ahora vivía solo, así como él me contaba las cosas que le gustaban o como solía pasar el tiempo. Durante todo el tiempo que conversábamos había una pregunta que yo me moría por hacer y esa era ¿Qué tipo de enfermedad tiene, como para no poder asistir a clases? Pero nunca tuve el valor de preguntarle, porque bueno se me hacia algo grosero el preguntar.
Sin percatarnos ya había llegado el momento en donde debíamos tomar caminos separados y sin mas nos despedimos pero no sin antes el decirnos que nos veríamos al día siguiente en la escuela.
La compañía de Kuroko me había agradado bastante y la verdad es que me hubiera gustado el estar mas tiempo con él.
******
Los días pasaron y yo comencé a frecuentar a un mas a Kuroko, era algo extraño después de conocernos desde hace unos días se sentía como si fuéramos amigos de toda la vida, ya que ambos gozábamos de la compañía del otro. Durante nuestro tiempo juntos no hacíamos muchas cosas extraordinarias, íbamos a comer a Maji Burger o solo salíamos a caminar un poco, en muchas ocasiones Kuroko me acompañaba a las practicas de Basket ya que me había dicho que siempre le había gustado el basket, pero que por su enfermedad nunca había podido practicar el deporte, pero le gustaba el solo estar ahí viendo.
También era algo raro para mi pero Kuroko siempre quería que nos tomáramos fotos juntos, nunca he sido muy bueno con las fotos, pero después de escuchar la explicación de Kuroko accedí por tomarme una que otra foto.
-Kuroko
-Mnh… Dime Kagami-kun
-Me lo estado preguntado durante mucho tiempo, ¿Por qué te gusta tomara tantas fotos?
-Mmmmm ¿Por qué será?- miraba fijamente su celular mientras cambiaba a otra foto- Creo que es porque las fotos son una prueba de que no estoy soñando y de que todo lo que estoy viviendo no solo es un producto de los sedantes mientras yo estoy acostado en la cama de un hospital.
-¿Sueño? ¿Sedantes?
-Jajajaja,lo siento. Después de estar tanto tiempo en un hospital he comprobado que a veces algunos sedantes hacen que comiences a soñar sobre las cosas que mas deseas y bueno en muchas ocasiones son tanto tus deseos que los sueños parecen como si fueran completamente reales.
-……-
-Así que después de pensarlo un tiempo, creo que las fotos son las mejores formas de guardar tus recuerdos, porque bueno a veces no puedes confiar en tu propia memoria. Puede que esa sea la razón de porque me gusta tomar tantas fotos- miro su celular y cambio a la aplicación de cámara- Y bien Kagami-kun ¿esta vez si te dejaras tomar una foto?
-……-un nudo en su garganta se formo- Esta bien pero solo por esta vez, no creas que esto vaya a pasar todo el tiempo.
Y así fue como durante unos pocos días nos convertimos en mejores amigos, hasta que bueno algo en mi comenzó a cambiar.
A que me refiero con comenzó a cambiar bueno pues mientras mas pasábamos el tiempo juntos inevitablemente Kuroko llego a conocer a mis conocidos y estos parecieron tener cierto agrado por él, así como era el caso de Ahomine y Momoi. Por alguna razón cuando Aomine se le acercaba tan confianzudo bueno pues a mi me molestaba bastante. No se por qué pero bueno cuando los veía juntos me daba ganas de correr con Tetsu en brazos y llevarlo a un lugar donde la única persona cerca de él seria yo y nadie mas.
-Taiga, ¿te pasa algo?
-¿Eh? No,nada ¿Por qué lo dices Tatsuya?
-Bueno porque desde hace un rato estas mirando a Aomine y a Kuroko y bueno estas poniendo una cara que da miedo
-¿Eh? ¿Qué da miedo?
-Jajajajajaja si, estas frunciendo mucho el ceño mientras haces un puchero- con sus manos tomaba sus propias cejas para fingir el fruncir el ceño.
-¿De verdad? Yo no me había dado cuenta- comenzaba a sobar su cien.
-jajajajaja bien me dirás que te pasa
-Pero no-no me pasa na
-No mientas Taiga, te conozco mejor que nadie y sé que algo te pasa. ¿Tiene que ver con Kuroko?
-Ammmm bueno…. Ah~ - soltó un suspiro rindiéndose por completo- Bueno lo que pasa es que desde hace un par de días me molesto cuando Kuroko esta cerca de alguien, y bueno cuando lo veo cerca de Aomine me dan ganas de romperle la cara a ese asno, porque nose creo que siempre que se le acerca a Kuroko es para coquetearle o algo así.
-jajajajajajajajaja asi que es eso – comenzó a reír sin disimulo alguno
-¿de que te ríes Tatsuya?
-jajajajajajaja… so-sorry Tiger- comenzó a secar las pequeñas lagrimas que salían en la comisura de sus ojos- No pienses mal Taiga, es que bueno eso es lo que siente una persona cuando esta celoso-
-¿Celoso?- su rostro se tiño del mismo color de su cabello
-Mmmmmmmm…deja pensar en un buen ejemplo- quedo en silencio un momento- Ah ya se, ¿recuerdas cuando golpe a tu sempai Teppei?
-Ah si, de repente llegaste a la práctica y te le aventaste encima, todo el mundo intento quitarte de encima pero tú estabas bien agarrado y le diste unos buenos puñetazos a Kiyoshi-sempai
-Bueno pues creo que nunca te dije por qué actué así- el pelirrojo negó con la cabeza- Todo esto paso porque unas horas antes yo había visto a Teppei por los pasillos mientras abrazaba de una forma muy confianzuda a Shun, al verlos me moleste tanto que lo único que pude hacer es moler a golpes a Teppei. Y bueno para ese entonces a mi ya me gustaba Shun y al ver que mi Shun podría dedicarle sus sonrisas a otra persona hizo que me hirviera la sangre, en pocas palabras yo estaba completamente celoso.
-……-
-No se si me hayas entendido Taiga
-Ammmm creo que si
-Bueno a mi parecer tu estas celoso de Aomine y los significados de esos celos son que Kuroko te gusta a tal grado que ya no puedes evitar tus celos.
-¿yo-yo enamorado de Kuroko? ¿de verdad?
- Bueno ponte a pensar como te sientes cuando estas con Kuroko, tal vez ahí este la respuesta de tu pregunta- miro el reloj en su bolsillo – Mierda tenia que buscar a Shun antes de que terminara el almuerzo, tengo que irme Taiga – camino hacia las escaleras del edificio- ¡Good luck with your love!
Después de mi platica con Tatsuya, no pude evitar en pensar en todo lo que me dijo, al pensarlo por un largo largo rato llegue a la conclusión de que podía ser cierto de que Kuroko me gustaba y bueno podía ser mas de lo que me imaginaba. Y obvio tenia que saber en lo que pesaba Kuroko.
*****
Caminábamos rumbo a nuestras casas y me di todo el valor que necesitaba para poder sacar el tema.
-Hey Kuroko
-Mhn…dime Kagami-kun- tomaba un sorbo de su malteada de vainilla
-¿Qué es lo que mas deseas en esta vida?
Primero empezaría con preguntas sin sentido y ya después preguntaría sobre lo que realmente me interesa.
-Lo que mas deseo- guardo unos segundos silencio- Yo creo que lo que mas deseo, es el poder enamorarme y que la persona que llegue a amar se me declare. Jejejeje nunca he sido muy bueno en expresar mis sentimientos por eso me gustaría que esa personas diera el primer paso – menciono con una hermosa sonrisa y un singular brillo en sus ojos.
-……-
-Es un poco bobo ¿no?
-No, claro que no- alzo un poco mas la voz- Yo creo que es un buen deseo
-¿Enserio? Bueno eso no me lo espe
-Ah decir verdad- interrumpió al peli-celeste- Yo tengo algo que decirte Kuroko- su mirada era seria y comenzaba a asustar al chico mas bajo- La verdad es que ….. bueno…etto… ¡Tu me gustas Kuroko!
-…….-
Un silencio se escucho entre ambos, no podía esperar más y cerré los ojos con nerviosismo, no me esperaba declararme así, como así.
-Ja’ – fue el sonido que rompió el silencio- Debes estar bromeando.
-¿Eh?- abrió con asombro sus ojos
-Si lo que te acabo de decir te pareció una estupidez, debiste decirlo y no hacer una broma tan cruel como esa. ¡Acaso crees que jugar con los sentimientos de las personas es divertido! – comenzó a alzar mas la voz y las lagrimas salían por sus celestes ojos- ¡Eh! ¡Acaso crees que es divertido ahora!, yo no le veo nada de divertido Kagam..
Su voz se corto por completo al igual que su respiración, comenzaba a respirar agitado con mucha dificultad y con sus manos se tocaba el pecho con cierto dolor.
-¡¿Kuroko estas bien?!
-……- su respiración se comenzaba a regularizar- Si-Si, yo solo me mare un poco. Lo mejor es que me vaya a casa.
-¿Quieres que te acompañe hasta ella?
-No es necesario, puedo llegar yo solo- tomo su mochila que se encontraba en el suelo- Nos veremos mañana Kagami-kun
-Ah, si nos vemos
-…..- antes de irse dio la media vuelta- Y Kagami-kun lo que paso hace un momento, hare como si nada nunca hubiera pasado, así que espero que tu hagas lo mismo.
Sin mas se dirigió hacia la dirección de su destino, dejándome ahí con un hueco en el corazón, nunca esperaba que Kuroko lo tomara de esa forma y peor aun que pensara que me estoy burlando con sus sentimientos, ah~ esto del amor es tan difícil. Resignado camine a mi departamento, pensando en como debía disculparme con Kuroko.
Al día siguiente, nos encontramos en la mañana como siempre y hablábamos como siempre, como si lo del día anterior nunca hubiera pasado.
-Kuroko, sobre lo de ayer yo…
-No quiero hablar de eso Kagami-kun
Y sin más camino dejándome atrás, era más que claro que no me dejaría tomar el tema y mucho menos me dejaría disculparme como se debe. El día pasó como siempre con la diferencia de que Tetsu parecía algo molesto conmigo, pero al preguntárselo lo negaba rotundamente, ese día no habíamos hecho algo fuera de lo normal y al llegar la hora de la salida alguien llamo nuestra atención.
-Esperen Kagami-kun, Kuroko-kun – hablo una chica pelinegra.
-¿Eh? ¿Qué pasa?
-Emmm. Bueno es que todos teníamos planeado ir al Karaoke y queríamos saber ¿si les gustaría ir?
-Emmm bueno la verdad yo..
-Claro que iremos- dijo con una sonrisa característica de él
-¡Que bien!- decía la chica emocionada- Bien Kagami-kun, este es la dirección, nos veremos ahí a las 5 – entrego un papelito al peli-rojo
-Si gracias, ahí estaremos- se despidió para salir por la puerta.
-¿Por qué aceptaste por los dos?- cuestiono con cierto puchero en su rostro
-Bueno porque será divertido salir de la rutina, además no te hace ningún mal el salir de casa de vez en cuando.
-Creo que tienes razón
-Bien entonces pasare a las 4:20 por ti a tu casa, así que mas te vale estar listo a esa hora
Me fui sin darle tiempo de remilgar, porque si hubiera estado ahí un minuto mas lo mas seguro hubiera puesto muchas excusas para no ir.
Al llegar a mi departamento decidí, tomar una pequeña ducha y comí un pequeño refrigerio, ya saben para poder aguantar el camino, aunque es más que obvio que en el local comería hasta más no poder. Y cuando me di cuenta ya era hora de salir de mi departamento eh ir por Kuroko, sin más busque ropa casual para salir, tome unos jeans oscuros y una playera negra mientras me ponía una camisa de cuadros.
Después de unos 20 minutos de trayecto, llegue por fin a la casa de Kuroko y sin pensarlo dos veces toque el timbre.
-¿Quién es?- la voz de una mujer se escucho por el otro lado de la puerta
-Ammmm… Soy Kagami Taiga, soy un amigo de Kuro. Tetsuya, eh venido por él.
-Ah- abrió la puerta con un movimiento rápido- ¿Así que tú eres Tai-chan?
-¿Ta-Tai-chan?
-Oh lo lamento donde están mis modales, yo soy la madre de Tetsuya. Mi nombre es Kuroko Akane
-Ah mucho gusto Kuroko-san- dijo mientras se inclino dando una pequeña reverencia de respeto.
-No el gusto es mio Tai-chan. Ah~ espero que no te moleste que te llame así, es que Tetsuya habla tanto de ti que me sentí con esa confianza.
-Ah no se preocupe no hay problema, como no soy de Japón no estoy acostumbrado a todo eso de los honoríficos.
-Esta bien Tai-chan- dijo con una bella sonrisa- Ah de seguro vienes por Tetsuya.
- Ah si, bueno… es que íbamos a salir con unos chicos del salón a un Karaoke y bueno no se si usted deje ir a Tetsuya
-¿Qué si lo dejo ir? ¡Por supuesto!- dijo animada- ¡Tetsu! Tú amigo Tai-chan ha venido a buscarte- grito a todo pulmón para que su mensaje llegara a la planta alta- No ha de tardar en bajar, pero pasa toma asiento.
-Ah gracias
Después de un par de minutos Kuroko bajo con lindo conjunto de unos jeans y una camisa que le asentaban su figura de una forma maravillosa.
-¡Ah Tetsu! ¿Por qué tardaste tanto? Tai-chan te ha estado esperando.
-Mamá yo… Creo que no es buena idea que yo salga
-¿Eh? ¿Entonces no iras?- se entrometió el peli-rojo
-Lo siento Kagami-kun, por hacerte venir hasta aquí es solo que yo..
-¡Oh no! Nada de eso- dijo algo fuerte la única mujer- No te voy a permitir que te quedes aquí encerrado en casa
-Pero mamá
-Mira Tetsu, tú casi nunca dejas la casa y esta bien que salgas de vez en cuando. Y mamá estará mas tranquila si vas acompañado y yo sé que Tai-chan te cuidara muy bien.
-¿Entonces no te molesta que me vaya y te deje aquí?
-No, claro que no corazón. Además no estaré sola, olvidas que tu abuela esta aquí.
-Es-Esta bien – se acercó a su madre para darle un tierno beso de despedida- Entonces me voy
-Si, vayan con cuidado- los guio hasta la puerta.
-Hasta luego Akane-san
-Si, hasta luego Tai-chan… Ah antes que se me olvide- se acercó para poder susurrar algo en el oído del joven- Toma esto, esta escrito el numero de la casa, llama por cualquier cosa.
-Si, no se preocupe así lo hare.
-Ah y por favor cuídalo bien ¿si? Es mi único tesoro.
-No se preocupe, lo cuidare como si fuera mi propio tesoro- mostro una gran sonrisa- bueno ammm no piense mal de mi, no quiero quitarle a su hijo o asi … etto ammm
-Jajajajaja no te preocupes Tai-chan confió en ti, ahora vete o Tetsu sospechara.
-Kagami-kun ¿pasa algo?
-No, no es nada.
-Bien, entonces vámonos o llegaremos tarde.
Caminamos por unos minutos y conversamos sobre que tan buenos éramos en eso de ammm cantar y al percatarnos ya habíamos llegado y todos nos estaban esperando.
-¡Kagami-kun, Kuroko-kun! ¡Que bueno que llegaron!
-Si, pensamos que ya no vendrían
-Ah, no nada de eso, es solo que se nos hizo un poco tarde- menciono mientras se rascaba su rojiza cabellera.
-Bien ya que estamos todos es hora de entrar
-¡SI!- gritaron todos al mismo tiempo
Caminamos hacia el local que para ser sincero se veía bastante bien, pero al entrar me percate de que mi pequeño peli-celeste no había entrado al local.
-¿Qué pasa Kuroko? ¿Te sientes mal? ¿No quieres entrar?
-Ah, no, no es eso…Es solo que estoy algo emocionado- un pequeño sonrojo apareció por su rostro.
-Bien, entonces vamos
Entramos al local por fin y todo era genial, nos asignaron una habitación lo bastante amplia para que todos entráramos sin ningún problema, después cada quien se sentó y comenzamos a pedir comida y botana para poder pasar mejor el rato. Después de unos minutos todos comenzaron a escoger su canción para así empezar.
Yo realmente me divertía, los chicos del salón pasaban a cantar y algunos se burlaban por los malos que eran o se asombraban por la buena voz que tenían. Y siempre que tenían el micrófono aprovechaban para hacer una que otra graciosidad, a mi parecer yo no era el único que se divertía, Kuroko había estado riendo sin parar y también conversaba con todos los del salón, lo cual me hacia sentir un poco solitario, pero eso no me importaba ya que lo único que quería era que Kuroko pasara un buen rato y se olvidara de todas aquellas cosas que le preocupaban que yo sé que eran bastantes.
Me encontraba sumergido en mis pensamientos mientras tomaba un trago de la bebida que yo había ordenado, hasta que una voz femenina me saco de mis pensamientos.
-Toma es tu turno para cantar Kagami-kun- le estiro el micrófono y el monitor donde venían todas las canciones con las que contaba el aparato.
-¿Eh? ¿Cantar yo?
-Si, queremos oír a Kagami- menciono otra chica que escuchaba la conversación.
-Vamos Kagami, si cantas como recitas los poemas no le veo nada de malo- comenzó a gritar un chico.
-Si, vamos Kagami- así comenzaron todos a corear el nombre del peli-rojo
-Pero..
-Vamos, yo también quiero escuchar la voz de Kagami-kun
-¿Kuroko, tú también?
-Vamos Kagami-kun
-Esta bien, esta bien- tomo el micrófono y el monitor para leer todos los títulos.
- Y bien ¿Qué canción cantaras Kagami-kun?- decía una chica simulando ser una conductora de programa con el otro micrófono
-Ammmm aun no lose, es que son tantas.
-Vamos, solo escoge la que mas te guste
-Ammm esta bien, creo que será esta- presiono el botón que venia escrito el nombre de la canción.
-Mmmmm deja me ver- se acercó al monitor que el peli-rojo le señalaba – Wooooow
-¿Qué? ¿Qué canción es? ¡Dinos ya!- gritaban los chicos que se encontraban sentados mientras miraban como los otros dos chicos que se encontraban al frente se reían
-Bien Kagami-kun diles a nuestro publico que canciones nos presentaras esta noche
-Ammmm bueno la canción se llama “ Ki ni naru aitsu”
Todos nos miraban con desconcierto, era más que obvio que solo yo y la delegada (la chica que fingía ser conductora) conocíamos la canción.
-Vamos chicos no puedo creerlo- dijo la chica fingiendo decepción - Pero bueno eso no importa ya que el gran cantante Kagami Taiga-kun les hará el honor de cantar la canción.
-Oye delegada no digas eso
- Bien Kagami-kun, ¿a quien le dedicaras esta bella canción?
-¿De-Dedicar?
-Si, claro. Una canción así no puede ser desperdiciada.
-Ammmm bueno creo que si hay una persona.
-¿Eh? ¿De verdad?- cuestiono emocionada la chica que estaba a su lado- Y bien, no te preguntare quien es porque seria algo descortés de mi parte aunque me muera por saberlo. Chicas pongan atención y aun mas la enamorada de Kagami-kun. Bueno Kagami-kun ¿que le tienes que decir?
-Ammm es algo vergonzoso pero bueno. Esta canción es para una persona que bueno, me declare hace poco pero pensaba que solo me estaba burlando de sus sentimientos.
Todo el mundo guardo silencio y aquellos ojos a las que dirigía mis palabras no me dejaban de mirar.
-Así que espero que con esta canción pueda dar a entender aun más mis sentimientos y que vea que no es un juego para mí.
-¡KYYYYYYYAAAAAA! – gritaron todas las chicas que se encontraban en el lugar.
-Bueno, bueno dejemos que Romeo le cante a su Julieta- dijo mientras le giñaba el ojo al peli-rojo – Suerte Kagami-kun, ojala le lleguen tus sentimientos y bueno sin más adelante.
Fue todo lo que oí de parte de la chica, las luces se apagaron y solo una tenue luz se encontraba alumbrando el pequeño escenario en donde me encontraba. Solo fueron necesarios unos minutos y la pista de la canción comenzó a sonar. Y así sin más comencé a cantar.
“Esto no puede continuar
podría enfermar
me pasa siempre al verte
Siempre busco ocultarlo
el rostro esconder
cada que me miras tú.
¿Como lo iba a imaginar?
Todo ya cambio
desde lejos suelo mirar tu cara
¿Como paso?
mi orgullo falló
desde que apareciste tú.
Esa chica que vez tú
que me causa inquietud
prefiero solo observarla desde aquí
tal vez no sea una razón
pero sólo de verla venir
tiemblo de temor.
Es mas fuerte cada vez
mas extraño cada vez
como en un sueño el corazón me late así.
Y cada día se apodera de mí
¿Que puede ser?
es muy fuerte
no me daré por vencido”
Escuchaba como todos comenzaban a aplaudir y dos personas comenzaban a sonar los panderos con los que contábamos y esto me animo aun más.
“Solo te pido un favor paciencia tener
aunque lento pueda ser
quiero acercarme mas a ti
tal vez con suerte
me pueda al fin controlar.
¿En que momento es que comenzó
a interesarme?
No se en que en que es lo que yo pensaba
una sensación
que tú no la ves
no entiendes qué hay en mi corazón.
Esa chica que ves tú
que me causa inquietud
tan distraída que no ve que sucede.
¿Por qué te sigo sin razón?
Sigo al compás de tus pasos
aun con lentitud.
Es mas fuerte cada vez
mas extraño cada vez
ha comenzado mi corazón a latir.
Ahora no puedo dar marcha atrás
no importará
que pasara
no me daré por vencido.
Esa chica que ves tú
que me causa inquietud,
prefiero observarla solo desde aquí.
Pero si tengo una razón
de este secreto no ocultar, debo decirle
madure mas rápido de lo que pensé
no puedo verme en un
futuro sin ti
confesare
me aferrare
no me daré por vencido.”
Se escucho un silencio que para mi era tormentoso, pero este silencio no duro mucho al pasar de unos segundos se escucharon gritos, aplausos y chiflidos a su vez, demostrando que a todos les había gustado mi canción, lo cual me tranquilizaba mucho, ya que significaba que no lo había hecho tan mal.
“Kyyyyyyyaaaa Kagami-kun, si ella no te quiere te puedes quedar conmigo”
Eso fue lo que escuche por parte de muchas de mis compañeras de clases mientras yo bajaba del pequeño escenario y regresaba a mi asiento, también escuchaba muchos comentarios de parte de mis compañeros.
“Vamos Tigre, tu puedes con esto”
Todo esto me ponía un poco nervioso y me avergonzaba más de lo que ya estaba. Al llegar a mi lugar me encontré con los ojos celestes de la persona a la que le había dedicado mi canción y sin pensarlo me sonroje aun mas, nunca creí que pudiera hacer algo así y peor aun enfrente de tanta gente. Kami-sama ayúdame esto era mas vergonzoso de lo que me imaginaba y no iba a poder con esto por mucho tiempo más.
Y después de esto todo el mundo comenzó a animarse aun más y por una extraña razón todos comenzaron a cantar canciones románticas mientras las dedicaban a ese ser especial y hacían una que otra declaración de amor, lo cual había hecho aun mas divertida la tarde.
La noche llego después de un par de horas y era el anuncio perfecto de que todos debíamos regresar a casa, así que con todos los ánimos que habíamos creado en ese momento nos fuimos con una sonrisa deseándonos un feliz fin de semana.
Tome mi teléfono después de despedirme de todos y marque ese número que estaba seguro que esperaba mi llamada. Sin esperar a que sonara mucho contestaron la llamada y al otro lado de la línea había escuchado esa voz que apenas había conocido hace unos horas atrás, sin esperar mas le explique que todo se encontraba bien y que en ese momento ya nos dirigíamos directo a su casa, para evitar que la mujer se preocupara. Al escuchar mis palabras me agradeció y me deseo un buen viaje de regreso.
Al terminar con mi llamada me acerque a Tetsuya que se encontraba esperándome, sentado en un lugar no muy lejos. Nos dirigimos unas miradas y caminamos sin decir palabra alguna, esta vez nos inundaba un silencio pero no era un silencio nada incomodo, al contrario era tranquilo lo cual me calmaba y aun mas al sentir la preciosa noche de ese día de agosto.
Y de repente escuche su hermosa voz llamándome.
-Kagami-kun
-Dime Kuroko- volteo a mirarlo mientras notaba que el peli-celeste tenía su mirada en el suelo.
-¿Lo que habías dicho el día de ayer era cierto?
-Si, claro que lo era- dijo con una increíble serenidad
-¿Entonces no te estabas burlando de mi?
-No, yo nunca haría eso. Por mucho que me vea como un insensible, no lo soy.
-Yo-Yo lo siento por pensar mal de ti, Kagami-kun
-No, no hay nada que disculpar no fue tu culpa te entiendo, fue mi culpa por…
-¡No claro que no! – levanto la voz desesperadamente
-¿Kuroko?
-Kagami-kun, no tiene la culpa, porque… porque él siempre es honesto con sus sentimientos y con lo que piensa. Yo solo… solo no podía creerlo y pensé que era una broma que me estaba jugando en ese momento mi mente.
-¿Una broma? ¿Por qué pensarías algo así?
-Bu-Bueno porque… Kagami-kun me gusta. Me gusta mucho y yo creía que lo que tu me habías dicho era un juego que mi cabeza me estaba haciendo pasar- miro a los ojos borgoña del mas alto mientras un sonrojo se asomaba por toda su cara.
-¡Oh por Kami-sama!- se acercó al peli-celeste para darle un abrazo- Creo que te entiendo Kuroko, pero ya te diste cuenta de que no era una broma y en este momento no es un sueño ni nada parecido.
-Si, lose- gimoteo mientras correspondía el abrazo que le proporcionaba el mas alto.
-Bien- se separo un poco para así poder ver el rosto de su acompañante- Te lo diré una vez más. Kuroko Tetsuya ¡Me gustas! ¿Quieres salir conmigo?
-Mhn- las lagrimas comenzaron a escurrir por sus blancas mejillas – Si, claro que quiero Kagami-kun
-Me alegra saberlo- paso sus dedos por la comisura de los ojos celestes para detener las lagrimas que salían de estos- Pero vamos, ya no llores. Mejor muéstrame una sonrisa.
-Si-Si Kagami-kun
Se seco las lágrimas con las mangas de su suéter y me dedico una preciosa sonrisa que parecía que en cualquier momento me podía derretir.
-Ah Kagami-kun, hay otra cosa
-Si, dime- comenzaron a caminar nuevamente.
-La canción fue hermosa. ¡Gracias!
-Ah, que bueno que te gusto- dijo con un sonrojo que le llegaba hasta las orejas
-No sabía que fueras tan romántico
-Calla
Nos miramos por unos segundos mientras la luna era la única que luz que nos lograba alumbrar y después de un rato por fin decidimos cortar la distancia que nos separaba y entregarnos en un beso lleno de nerviosismo y timidez pero que nos servía para demostrarnos todo el amor y calidez que sentíamos en ese momento.
Al terminar con el beso, una vergüenza se apodero de nosotros.
-Sera mejor que nos vayamos o tú mamá se preocupara
-Si
Retomamos nuestro camino, pero no sin antes tomarnos de las manos y caminar sin prisa alguna por aquellas calles oscuras y solitarias, donde solo nos encontrábamos nosotros dos.
-Kagami-kun
-Mhn
-¡Te quiero!
-¿Cómo puedes decir algo tan vergonzoso? …… Yo-Yo ta-también te quiero
Creo que nunca olvidare ninguno de los días de ese mes que tanto había esperado durante todo mi vida, el mes que cambiaria por completo mis rutinarios días.