Aomine llevaba días sin llamarle y ni siquiera escribirle un mensaje. No habían hablado desde el día que salió con Haizaki, ¿le habría pasado algo? Kise suspiró, abrió el móvil y se dispuso a escribirle un mensaje.
“Aominecchi, ¿ocurre algo? Llevamos días sin hablar. Si te pasa algo sabes que puedes confiar en mi.
Esperaré tu respuesta con ansias. Te quiero”
Aomine se revolvió los cabellos con frustración, ¿qué le ocurría? Por más que quisiera no podía dejar de darle vueltas al mismo asunto. Suspiró, escuchó el sonido de un mensaje y lo abrió. Era su novio, ¿cómo había sido tan idiota de ignorarlo así? ¿ahora qué le contestaba? Se sentía fatal si le contestaba confuso porque no debería estarlo. Le decía que le quería, él también le quiere ¿entonces por qué se sintió de esa manera? Desde ese día se había sentido distinto, ¿qué le ocurría?
~Flashback~
Maldito Kuroko, tenía muchísimas ganas de ver esa película con Kise y no podría por su culpa. Cerró los ojos con pesadez y acarició su barbilla pensativo. Iría a ver a sus compañeros de equipo y les invitaría. Se vistió con una camiseta de tirantes blanca, unos pantalones verde caqui y unas zapatillas oscuras.
Llegó a la escuela con rapidez, no había nadie. El horario de clases ya había acabado asique era lo normal. Su equipo estaría en la cancha de baloncesto, como siempre. Paseaba por los pasillos pensando en su relación con el rubio. Ya llevaban tres meses juntos pero, la verdad, que estos últimos días habían estado poco tiempo juntos. Llegó al gimnasio y no se escuchaba nadie, ¿dónde estaban todos?
─¡Lo siento!
Aquella voz lo irritaba de sobremanera, ¿por qué se disculpaba por todo? ¡no es algo normal! Se revolvió los cabellos frustrado y se acercó al chico.
─Oi Ryo
─¡A-Aomine-senpai! ─gritó nervioso volteando a verle.
Aomine miraba atento los movimientos del castaño. Estaba vestido con una camiseta de manga corta de color beige y unos pantalones blancos de chándal.
─¿Dónde están todo los demás?
─S-Se han ido a casa, hace rato que ha terminado el entrenamiento Aomine-senpai ─contestó nervioso. Aomine le miró cabreado y Sakurai tembló─. ¡L-Lo siento!
─Oi Ryo ─lo llamó arrastrando las palabras con cansancio─. ¿Quieres ir al cine?
─¿E-Eh?
─Que si quieres ir al cine conmigo ─repitió molesto─. Echan una película que tengo muchas ganas de ver y tengo entradas de sobra.
─¡S-Sí! ─contestó feliz. Aomine lo miró fijamente y se sonrojó─. ¡L-Lo siento!
─Te veo a las seis en la puerta del cine Ryo
Y sin dejarle contestar, salió del gimnasio con la misma expresión con la que había entrado.
Sakurai no podía evitar sentirse feliz y a la vez muy nervioso. ¡Una cita con Aomine! Bueno, no se le puede llamar cita ya que conoce sobre la relación que tiene el moreno con su antiguo compañero de equipo y escuela, Kise Ryouta. Cuando Aomine les contó a todo el equipo sobre ello sintió como su mundo se derrumbaba, llevaba enamorado de él desde hacía años esperando y esperando a ser reconocido por el más mayor. Pero no podía hacer nada. Kise pertenece a otra categoría comparado con él, modelo y realmente buen jugador de baloncesto, nunca podría competir con él. Además, ni en sus mejores sueños Aomine se enamoraría de él. La verdad, nunca ha tenido una relación y nunca ha dado su primer beso. Puede sonar patético, ¿verdad? Seguía con la esperanza, por muy pequeña que sea, que ese primer beso sea con Aomine.
Aprovecharía la “cita“ de la mejor forma posible. Saldría con Aomine y se divertiría. Nunca había tenido aquella cercanía con el moreno, su relación se basaba en única y exclusivamente dentro de la cancha. Nunca podrían ser nada más, debía de aceptarlo ya. ¿Cómo Aomine, el amor de su vida, se fijaría en él teniendo a ese rubio como pareja? Lo mejor sería que se conformase con ser solo amigos, el moreno nunca será para él. Su salida sería la mejor manera de intentar ser su amigo. Se miró al espejo y suspiró. Se había vestido con un jersey marrón claro, unos pantalones negros ajustados y unas zapatillas marrones oscuras. Salió de su casa con una sonrisa rumbo al cine donde habían quedado.
Aomine estaba esperando frente la puerta del cine. Estaba vestido con una camiseta de tirantes blanca, una chaqueta gris y unas zapatillas grises. Jugueteaba con su móvil releyendo el mensaje de su novio. Esta se la recompensaría y de que manera. De pronto, a lo lejos, divisó a Sakurai llegando.
─Hey Ryo
─¡A-Aomine senpai!
─Vamos ─se dirigió a la taquilla del cine y pagó dos entradas para la sesión de las seis y cuarto.
─¿Q-Qué película vamos a ver Aomine senpai? ─preguntó cuando el moreno tenía ya las entradas. Aomine lo miró fijamente y Sakurai se tensó─. ¡L-Lo siento!
─Deja de disculparte ─se acarició la sien frustrado y le extendió su entrada─. Vamos a ver “La teoría del todo“.
─¿E-Esa es la película que trata sobre la vida de Stephen Hawking? ─ Aomine se sorprendió y, una pequeña sonrisa, se plasmó en su rostro─. ¡L-Lo siento!
─¿Por qué te disculpas ahora?
─Aomine-senpai no respondía y creía que le había molestado..
─Claro que no idiota. Y sí, es esa película.
─No sabía que a Aomine-senpai le gustaran esas cosas.. ─susurró para sí. Desgraciadamente, Aomine le escuchó y le miró─. ¡L-Lo siento!
─Vamos, la película esta a punto de empezar.
─¡S-Sí!
Les había tocado una fila bastante buena. De quince filas, estaban en la once y se veía bastante bien. Además, estaban centrados. Habían comprado una caja de palomitas para compartir y un refresco para cada uno.
─H-He oído que la película ha sido una de las más taquilleras de todo el año ─comentó Sakurai, aún no había empezado la película. No sabía como empezar la conversación, su corazón latía rápidamente y sus nervios estaban a flor de piel─. ¡L-Lo siento!
─Sí, la verdad que llevaba tiempo esperando por esta película ─contestó. Cogió su refresco y pegó un trago─. Stephen Hawking me parece increíble.
Sakurai sonrió, ¡había conseguido empezar una conversación! De pronto, los anuncios de la película empezaron y toda la sala se quedó callada.
La película estaba realmente interesante. Habían ya pasado la parte en la que Stephen Hawking había tenido el accidente, del que resulta mal parado, y ya había escrito y publicado su libro titulado “A Brief History of Time“ sobre la relatividad y la predicción de agujeros negros. Sakurai estaba realmente feliz, mientras la película avanzaba había estado hablando con Aomine sobre cómo, a pesar de su enfermedad, consigue publicar uno de los mejores libros, que rápidamente, se convierte en best-sellers. A través de la conversación, podía sentir como su relación con Aomine mejoraba a una etapa más haya de única y exclusivamente compañeros de equipo.
Aomine miraba a Sakurai con una sonrisa, no se esperaba que el chico supiese tanto y disfrutara tanto de la película. Podía sentir como su compañía le agradaba, ¡porfin alguien que entendía del tema! Si le hablaba a Kise de ello, le miraba raro e incluso se lo llamaba. Pero, la verdad, es que estaba interesado de sobremanera en la vida de aquel hombre. Pero, podía percibir como algo le molestaba, no dejaba de removerse en el asiento.
─Ryo, ¿ocurre algo?
─¿E-Eh? ─dejó de moverse y lo miró.
─No dejas de removerte en el asiento.
─N-No se preocupe Aomine-senpai. Solo no encuentro la postura adecuada.
─Puedes apoyarte en mi si quieres.
─¿E-Eh?
─Puedes apoyar tu cabeza sobre mi hombro, así estarás más comodo.
─¿E-Eh?
─¿Piensas hacerlo o no? ─preguntó irritado.
─¡S-Sí! ─sus mejillas se tiñieron de rojo y asintió nervioso. Menos mal que la oscuridad del cine hacía el rubor en sus mejillas pasase desapercibido. Apoyó su cabeza sobre el hombro del moreno y se sonrojó más─. L-Lo siento..
─Deja de disculparte por todo Ryo, es molesto.
─¡L-Lo..! ─calló de golpe.
Aomine sonrió y Sakurai se acomodó más sobre el hombro del moreno. ¿Esto era un sueño? Si lo era rogaba que nadie le despertase. A esa distancia podía oler el aroma varonil de Aomine, su corazón latía desbocado, esto era demasiado.
Aomine quería decirle algo a Sakurai, giró su rostro para dirigirse al menor y se sorprendió de lo concentrado que estaba este en la película. Sus mejillas estaban levemente sonrojadas, ¿tendría calor? Estaba puesto el aire y, personalmente, él no tenía ni pizca de calor. De cierta forma ese sonrojo le hacía ver terriblemente lindo. Espera, espera, ¿había pensado que era lindo? ¿desde cuándo? Vale sí, debía admitir que el castaño era realmente lindo. Pero, ¿por qué pensaba eso? ¡el único hombre lindo para él era su novio Kise Ryouta! Su novio siempre ha sido, es y será lo más sexy y lindo que hay en el mundo. Pero Sakurai... ¡no, no, no! ¿¡qué estaba pensando?!
─¿O-Ocurre algo Aomine-senpai? ─preguntó nervioso al ver como el moreno no apartaba su mirada de él.
Aomine no pudo evitar dirigir su mirada a sus labios. Maldición, los labios de Sakurai se movían de manera muy inocente, esquisita y linda. ¿Cómo se sentiría besar aquellos labios? ¡no, basta! Tragó saliva sin dejar de mirar los labios del menor, ¿por qué se moría de ganas por devorarlos? ¡tiene novio! ¡no puede tener esa clase de pensamientos!
─Nada ─contestó apartando la mirada.
¿Qué le pasaba? Nunca había tenido esa clase de pensamientos con otra persona que no fuera su novio. ¿Por qué se sentía así?
~Fin Flashback~
Desde aquel día no podía dejar de pensar en ello. En ese instante pensó que era por el ambiente del cine y continuo viendo la película como si nada. Pero no, cada vez que ve a Sakurai piensa que se ve terriblemente adorable y lindo. ¡Hasta le ha mirado el trasero en un entrenamiento! Debía admitir que tenía un trasero perfecto y sus piernas.., largas y blancas deseosas de ser marcadas. ¡Pero ese no era el tema! El tema es que no comprendía porque pensaba de esa manera teniendo novio. Estaba seguro de sus sentimientos por Kise, lo quería y estaba realmente enamorado de él, su relación iba viento en popa. Entonces, ¿por qué? ¿por qué cada vez que veía a Sakurai sentía unas ganas enormes de devorar sus labios y marcarlos como suyos?