Pov Fabián.
Había perdido maldición, como diablos había pasado esto aún que mi cara fuera totalmente inexpresiva estaba aterrado, sabía que Sebastián aprovecharía mi pequeño descuido para atacar.
- y bien hermanito creo que perdiste- susurro mientras se acercaba a mis labios, me deje besar más por el hecho de la apuesta que cualquier otra cosa o eso era lo que quería creer.
Luego de ese intenso beso mire con horror si con mucho miedo y vergüenza, aunque no lo admita a Alex, este parecía estar sorprendido y enojado por la situación, me sobre salte deseando que no hubiera escuchando nada de la puesta pero lastimosamente lo hizo, luego de gritar nos quien sabe que nos dejó solos.
-Esto es tu culpa - solté mientras miraba hacia la puerta temiendo que alguien más nos viera.
- olvídalo mejor continuemos con mi premi- no termino de hablar su teléfono estaba sonando.
- Aló ho Hola Sindy ¿cómo estás? Que una cita claro a qué hora- decía mientras se alejaba de mi- o claro preciosas enseguida voy - soltó mientras se acercaba a mí con una sonrisa.
- te has salvado, bueno no importa otra oportunidad se me presentara- dijo el imbécil de Sebastián se iba y me dejaba plantado.
Déjenme contarles si es a ustedes idiotas que leen esta estúpida historia que es mi vida, bien me calmo lo siento fui grosero pero no me culpen es que es tan frustrante, de un momento incómodo sensual pasa a ser agrio como el limón.
Bien lo siento me desvíe del tema, Sindy perra zorra puta roba hombres, bueno no más bien es roba hermanos mayores, pues ella es el primer amor de mi hermano si su primer amor está es la típica niña fresa adinerada cabeza hueca por la que todo el mundo babea, incluido mi hermano y no es que mi hermano me guste pero cuando hay que follarme hay que follarme.
Es decir es lógica, nadie debe sufrir la miseria de sentir que llega ese momento importante en el cual vas a darle duro contra el muro o bueno te van a dar duro contra el muro sólo para luego NADA si NADA, esto es una tortura psicológica más que eso es una tortura satánica o que se yo.
- hey pensé que te fallaría que paso- pregunto curioso Alex ¿no Qué este ya se había ido? aún que ven lo que digo, hasta el tonto este sabe los principios existenciales del mundo que es regido por una regla demasiado importante, la cual es; cuando tienes a alguien sexys como yo debes FOLLAR, porque él no lo entiende.
- es un imbécil - fue la respuesta más cortante y fría que había dado en mi vida, hasta yo sentí un escalofrío tipo quien abrió el refrigerador.
- ¿Quieres ir con Marcos y conmigo a algún lado?- soltó y eso me sorprendió.
- y ahora are mal tercio- dije con un puchero haciéndolo carcajear, este me tomo del brazo y me arrastró consigo hacia la cocina cuando llegamos mi padre elevó una ceja, pero el más interesado y molesto fue mi adorado hermano.
- Hola voy a salir con Fabián, mi vida me quieres acompañar - dijo melodramático mientras apretaba mi mano, ahogue una carcajada mientras sentía la mirada fulminante de Marcos al ver nuestros dedos entrelazados, me pregunto Sebastián se pondría así si me viera con otro.
-Vamos - dijo mi hermano mientras se colocaba en medio de los dos haciendo que me tuviera que distanciar de Alex.
- ¿a dónde vamos? - pregunté mientras salíamos de mi casa o bueno ¿nuestra casa? No lo sé simplemente me límite a imitar a Alex y a sentarme en la parte trasera del auto mientras él se sentaba alante con Marcos.
- al centro comercial - dijo como si fuera lo más obvio del mundo, con cansancio me recosté en el asiento dejando que un silencio incómodo se apoderara del lugar, no estaba de ánimos tal vez por culpa de Sebastián.
- llegamos- soltó Marcos mientras se estacionaba, luego de eso con una sonrisa Alex se bajó tomando del brazo me arrastró dentro del centro comercial y me dirigió a una tienda.
- ¿qué hacemos aquí? - dije al ver la peluquería enfrente, era bonita eso no lo negaba pero no entendía el motivo por el cual está vamos aquí.
- te harás un cambio de imagen- soltó mientras me arrastraba, un maldito maricon me lavo y me corto el pelo, y no es que yo sea homofóbico ni nada por el estilo pero odiaba de sobremanera que me tocarán no se lo permitía a nadie, bueno Sebastián y pues ahora Alex pero él era una excepción ya que él era imposible que me violara.
- ahora a por ropa nueva- escuche decir, no pude evitar pensar que me estaba comportando como un muñeco de trapo, ya que todo lo que decía Alex eso hacíamos incluso Marcos no había protestado ni nada, que le pasaba desde cuando era tan calmado no lo sé era extraño.
- Bien ya no aguanto, no importa cuánto lo piense no se me ocurre nada, para qué es esto- soltó al fin mi hermano viendo me de arriba abajo y es que había que admitirlo estaba irresistible mis nalga se veían muy bien formadas con este pantalón y mi camisa de un color azul resaltaba mi piel blanca.
- o claro, le vamos a buscar un novio a Fabián - suelta como si nada y no puedo evitar atragantarme con mi propia saliva.
- ¡¿Qué?¡- gritamos los dos sorprendidos ante su respuesta, Marcos me miro unos instantes y luego empezó a ver mal a cualquiera que me viera fuera mujer o hombre.
- pero que tonterías dices- dije sonrojado mientras sentía intensas miradas, diablos donde estaba mi actitud indiferente en este momento.
- quieren helado - soltó de pronto Marcos mientras nos arrastraba hacia la heladería buscando nos alejar de quien sabe que, al llegar obviamente nos sentamos y pedimos unos helados, Marcos de vainilla Alex de chocolate y yo bueno yo pedí de fresa, si no importan lo que digan adoro el fresa.
- esta delicioso voy a pedir otro- solté luego de terminar el mío me dirigí al señor que atendía cuando me dieron mi helado me acerque a mi mesa pero antes de llegar choque con una chica, ensuciándola con mi delicioso helado esta grito enojada y con furia me empujó.
- mira por donde caminas perdedor - soltó ella, si aquella chica era Sindy la niña por la que se moría mi hermano.
- Fabián- susurro sorprendido de verme Sebastián, que al instante se le pasó la sorpresa y me miró con un tic, vi como Alex y Marcos se levantaba acercándose hacia nosotros.
- lo conoces- soltó enojada Sindy, creo que debo aclarar el hecho de que ella no me conozca pues no estudiamos juntos.
- por supuesto que no pensé que era otra persona pero no, no lo conozco- se apresuró a decir mientras Sebastián, mientras me daba una mirada amenazante la cual respondí con odio.
- oye bájale que fue un accidente- justo Alex llegando a mi lado, mirando muy mal a Sebastián y no era el único Marcos no podía creer lo que había dicho.
- un accidente pues esto también es un accidente- mascullo mientras le quitaba el helado aún chico que paso por su lado, y me lo hecho en la cara la mire con odio y cuando me dispuse a vengarme unos fuerte brazos me empujaron.
- lárgate de aquí- dijo furioso Sebastián viéndome como si fuera una plasta, ahogue las ganas de llorar que sentía y le enseñe mi dedo medio, para luego tomar del brazo de Alex y jalarlo para que me acompañará ya no quería estar ahí.
- Esta me las pagas- escuche decir a Marcos quien parecía estar furioso, nos fuimos del centro comercial y nos montamos en el auto el viaje de regreso fue en silencio y cuando llegue a mi casa mi madre puso una cara de espantada, tal vez por el hecho de que mis ojos brillaban amenazando por dejar salir una lágrima, más no lo hice mi orgullo me lo impidió, sin ánimos me encerré en mi habitación y eche candado sabía que cuando llegará Sebastián, este trataría de disculparse y como la anteriores veces él tendría mi perdón, aun así está vez fue diferente porque cuando el tocó no me atreví a abrir por el simple hecho de querer dejar de sufrir, me hice una bola en mi cama e ignoro sus suplicas de que abriera.