Pov Alex
Bien Alex cálmate debes relajarte y pensar un muy buen modo de como calmar a esa bestia si quieres salir caminando de aquí, bien lo primero es no permitir que se acerque lo sufriente, lo que le sigue es poner una mirada de malote para que te tenga miedo y lo tercero y más importante es corre por tu trasero.
- Ni lo intentes- me gruño Marcos mientras me encierra en su auto, trato de abrir la puerta pero el maldito ese hecho candado, cosa que me imposibilita la huida.
- Abre la puerta Marcos- gruño pero este me mira con tanta furia que no puedo evitar cerrar la boca y agachar la cabeza, mientras escucho como se monta y arranca el caro.
El recorrido fue en silencio y yo no sabía cómo romperlo, sabía que él estaba molesto y tal vez si me pase un poco, pero por favor no era para tanto o eso quería creer, admitía que si había sido travieso, y que no debí hacer lo que hice en el escenario, pero por Dios no era como si fuera hecho un stripper o algo por el estilo.
- Marcos sabes que esto se conoce como secuestro- digo mientras veo como estamos saliendo de la ciudad, no sé a dónde me lleva pero esto me esta asustando- ¡Marcos!- grito su nombre mientras este gira y se mete por un camino de tierra que nos lleva a lo que parece un bosque, hago el intento de abrir la puerta para bajarme y el mayor frena bruscamente, por suerte mi cabeza no quedo impactada contra al vidrio pero fue solo por pequeños centímetros.
- Si Alex – susurro con voz ronca, sonaba tan rasposa que denotaba que se estaba conteniéndose para no gritar.
- Me estas asustando- admití, pues estaba incluso pensando que vinimos a esta parte tan alejado para matarme y dejar mi cuerpo inerte en alguna parte de aquí.
- Ya vamos a llegar- fue lo que me responde mientras comienza nuevamente a conducir, no me calma al contrario ahora me siento más inseguro que nunca, quiero irme pero no sé ni siquiera en donde estoy, dice que estamos cerca ¿para dónde vamos? los minutos transcurren y sin darme cuenta ya han pasado casi 24 minutos desde que salimos del instituto.
- Para el auto- le digo tratando de que mi voz no flaqueé, este me ignora y justo cuando estoy dispuesto a darle un buen manotazo, observo una cabaña de madera.
- Bájate- me dice mientras apaga el vehículo, no quiero hacerlo, por ello me mantengo en el asiento del copiloto, pero este da la vuelta y me abre la puerta- no me hagas enojar más de lo que estoy Alex, bájate del maldito auto- susurra las palabras lentamente mientras me ve inexpresivo, lo obedezco por miedo y hago algo que jamás creí que haría, me dejo que me tome sumisamente YO.
Me lleva a la cabaña y entro primero luego Marcos me sigue, en su rostro se ve la frustración y los celos, no creí que se pusiera tan mal por una simple jugarreta no es como si fuera hecho algo realmente horrible, por Dios si solo fue una tontería pero Marcos no lo veía así.
Este se acerca a mí, y mantengo mis brazos cruzados mientras mis labios se mantienen firmemente cerrados, Marcos me rodea la cintura y por primera vez desde aquella vez que tuvimos nuestros encontronazo, sus labios se unen a los míos en un beso hambriento anhelante y rustico, con fuerza impulsa mi cuerpo contra la madera de la cabaña aprisionándome entre esta y su cuerpo.
Trato de liberarme de sus fuertes brazos pero me es imposible, me comienzo a incomodar mientras siento como sus dedos comienzan a rosar mi piel, me sonrojo mientras torpemente por la sorpresa permito que su lengua entre a mi boca.
- Marcos espera…- gruño mientras tiemblo antes sus caricias, este me sonríe y me obliga a elevar mis brazos, para así con más facilidad quitarme la camisa.
- No ya me canse de esperar, de tus juegos de que te vean otros de todo, hoy por fin serás mío- me dice con una sonrisa y una mirada lujuriosa.
- Eso es violación- le reclamo y este eleva una ceja mientras niega con una sonrisa.
- Si lo disfrutas no lo es, además me puedes considerar como un maldito violador sexy- masculla súper valorándose.
- Espera.. entonces si lo vamos hacer… yo..- digo avergonzado mientras me muevo bruscamente para quedar encima de Marcos- yo seré el de arriba- dije decidido mientras sentía mis mejillas arder.
- ¿Alguna vez has hecho esto?- me pregunta con una ceja alzada, me avergüenzo y ni por coña me atrevo a admitir que soy virgen.
- Por supuesto he estado con varias chicas- le digo nervioso sin verlo a los ojos, luego de decir eso, siento como Marcos me tumba abajo suyo con brusquedad, sus dientes rechinan por la fuerza aplicada mientras me mira con sumo enojo.
- Marco..s- digo su nombre en voz baja, al sentir la forma brusca en como el mayor se estaba adueñando de mis labios, gemí contra su boca mientras permitía que rasgara mi piel con sus uñas- de..te..- no me deja hablar Marcos me besa de manera salvaje mientras con una de sus brazos aprisionan mis manos.
No me puedo quejar, solo gimo al sentir esa mano rosar de manera indecente mi entrepierna, Marcos se separa de mis labios, y miro su rostro tratando de demostrar mi molestia por su aptitud tan dominante y posesiva, no lo logro, Marcos me ve de forma deseosa excitada y al mismo tiempo furioso, mi pantalón es arrancado con brutalidad dejándome en mi apretado boxers.
- No Marcos… - digo enojado, deseoso y asustado, diferentes sentimientos que se arremolinaba en mi estómago y que se iban a mi cabeza en forma de pensamientos insanos de dudas y sobre todo de lo estúpido que era por permitir esto.
- Te are mío…- fue lo que me dijo al oído mientras comenzaba a dejar besos y mordisco por todo mi cuello.
Trate de liberarme pero Marcos era más fuerte que yo, asustado y a la vez excitado observe como se quitaba el pantalón dejando me apreciar la forma de su miembro despierto, me mordí el labio y maldije al comprobar que Marcos me había quitado mi boxers.
- Maldito mentiroso de…- lo comencé a insultar mientras este me miraba con una ceja alzada- no que no te gustaba el masoquismo- gruño con vergüenza mientras veo como sonríe con burla.
- No me gusta, me parece aburrido, no me agrada para nada- masculla mientras el muy maldito me hecha lubricante en mi entrada, me muerdo el labio dando me cuenta que el idiota lo tenía todo preparado.
- Si te desagrada, ¿porque diablos haces esto?- gruño avergonzado mientras siento como Marcos me penetra con uno de sus dedos.
- Me estoy sacrificando Alex- dice con voz ronca, mientras en sus labios se formaba una sonrisa burlesca- además debo castigarte- masculla mientras me besa para proseguido meter un segundo dedo.
Gemí mientras me retorcía avergonzado, sentía la madera crujir a mis espalda debido al movimiento brusco que mi cuerpo realizaba, gruñía mientras Marcos me besaba y movía sus dedos dentro de mí, luego de unos minutos me metió el tercer dedo presionando mi entrada de manera dolorosa y placentera.
- Ah.. por…fa..- no lograba pronunciar bien las palabras, mi lengua se enredaba y permitía que esos sonidos obscenos como gemidos se escaparan de mi boca, mi mente se quedó en blanco y me dispuse a disfrutar cada una de sus caricias.
Marcos no fue muy paciente luego de que mi entrada estuviera medianamente preparada se bajó el boxers, y si pensarlo siquiera dos veces me penetro de manera rápida y fuerte desgarrando como una bestia todo mi interior, comencé a llorar mientras me mordía el labio, maldito idiota fue lo único que logre soltar de mi boca.
- Aguanta- me pide mientras acaricia mi miembro, como si realmente fuera fácil recibirlo todo dentro de mí, ahogo mis quejas mientras comienzo a gemir a medida que Marcos aumenta las caricias a mi miembro.
- Muévete- digo sintiéndome humillado al disfrutar de la cercanía de su cuerpo, Marcos comienza a moverse de manera lenta pero luego rápida.
- Eres..ah…estrecho..- dice y yo quiero liberarme mis manos solo para acallarle, ya es suficientemente vergonzoso que estemos haciendo esto, como para tener que aguantar su ronca voz diciéndome ese tipo de cosas.
- Calla…ah…ag..te.. ah…- digo mientras siento como el miembro grueso de Marcos entra y sale de mi apretada entrada, produciendo una deliciosa corriente eléctrica que recorre todo mi cuerpo.
Gimo con fuerza mientras Marcos encuentra y golpea mi punto G, me retuerzo entre sus brazos, avergonzado y asustado al saber que me gustaba lo que el mayor me hacía y peor que el había encontrado mi punto débil, Marcos sonríe de manera deseosa, jadeante mientras entraba y salía de manera rápida de mí.
- Ah…me voy…correr..- le advierto, para luego correrme entre los dos, Marcos sigue penetrándome y luego de unos minutos este se viene en mi interior llenándome con toda su esencia, se acuesta al lado mío mirando al techo al igual que yo, que lo único que observo es una mancha naranja de quien sabe qué cosa sea.
Marcos no dice nada y yo mucho menos, su respiración es entrecortada al igual que la mía, me mantengo en silencio a su lado tratando de procesar lo que había pasado, más bien lo que habíamos hecho.
- Me violaste- dije tratando de acomodar mis ideas.
- Tú me dijiste que me moviera, además fui cuidadoso- masculla mientras se da la vuelta para mirarme.
- Eres una bestia- le gruño.
- Pero ahora soy tu bestia y tú eres mi lobito- dice con burla mientras me rodea de la cintura.
Me quedo callado pensando en lo meloso y estúpidamente fresa que es esto, creo que hasta ya me dio ganas de vomitar, ahogo un quejido al moverme un poco, definitivamente mañana no me podría mover.
- Alex- dice en voz baja Marcos mientras me abraza con más fuerza.
- ¿Qué?- le digo sin ánimos, sin saber muy bien que debía hacer, o como debía actuar a partir de ahora.
- Volvámoslo a hacer, eso fue muy poquito- masculla y puedo sentir su miembro nuevamente parado rosando mi pierna.
- Muérete- le grito sonrojado golpeando con fuerza su cabeza, me alejo de Marcos ignorando el dolor en mi parte bajo, debía alejarme vestirme y tratar de largarme de aquí, estar solo con Marcos en este momento definitivamente era un peligro para mi integridad o bueno lo que queda de ella.