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Golden Maknae por Fansia

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Notas del fanfic:

Y estuve algo inspirada estos días así que traigo otro escrito~ 

 

Esta vez es un vkook que escribí para una amiga y bueno, lo dejo por aquí, por aquello de que si alguien lo lee por curiosidad y demás~

 

También es un intento de lemon, porque ajsdnlauish es el segundo que escribo y well xD

Lo miró.

 

Lo miró con esa sonrisa suya tan característica.

 

Porque no podía evitar sonreír al verlo, ya siendo bailando, cantando o incluso durmiendo. Simplemente no podía evitar observarlo y sonreír con ello, perdiéndose en su mundo.

 

¿Cómo podía ser tan perfecto? Lo hacía todo bien... pero claro, no por nada era el Golden Maknae.

 

...

 

Y era su apreciado Golden Maknae.

 

— ¡Tae! — la voz de Jimin lo sacó de su ensimismamiento — ¡Socorro! — el chico se escondió detrás del nombrado, claramente había corrido huyendo de algo... y Tae sabía de qué… o más bien  de quién.

 

— ¡Jiminnie! — esta vez la voz le pertenecía a J-Hope, tal y como V había predicho, que entró en la habitación como un huracán buscando a su presa.

 

— Hyung… — murmuró Taehyung, atrayendo la atención del mayor para disimuladamente señalarle dónde se escondía su compañero de año.

 

Quería mucho a Jimin, y en una situación normal lo hubiera ayudado a seguir huyendo porque se le hacía divertido, pero en ese momento tenía otra cosa importante que atender…

 

— ¡Vámonos de aquí, Jimin! ¡Los pequeños necesitan tiempo a solas! — dijo, o más bien gritó, Hoseok tras coger a la víctima sobre su hombro.

 

V no pudo evitar sonrojarse mientras alcanzaba una almohada para tirársela a la pareja, que se encontraba riendo al unísono. Para su suerte, cerraron la puerta justo para que el cojín impactara en éste y no en ellos.

 

Menos mal que Kookie se encontraba con los cascos y no había escuchado nada.

 

Cuando el chico sintió que se había recompuesto, de una forma relativamente rápida, se levantó del sofá en el que había estado reposando y se acercó al menor, quién estaba totalmente sumido en su práctica.

 

Cómo bien sabía el “alien”, el maknae de su grupo era capaz de hacerlo todo a la perfección. Podía cantar, podía bailar, podía rapear, fácilmente era visual, podía actuar… en fin, la lista se hacía interminable. Y a pesar de que eso era obvio, el más joven seguía practicando día a día con insistencia, replicando los supuestos fallos que solo él veía.

Y eso… no le hacía especial gracia, pues le quitaba el poco tiempo del que disponían para pasar juntos.

 

Coló sus brazos por la cintura del pelirrojo, atrapándolo en un abrazo que hizo que parar todo movimiento.

 

— ¿Hyung? — murmuró el maknae extrañado ante la acción, girando levemente la cabeza para encontrarse con la contraria.

 

El mayor le robó un beso al joven, reaccionando éste de forma algo brusca al principio por la sorpresa, pero fundiéndose al poco rato con su compañero. Formaron una lucha de lenguas mientras el menor se movía lentamente para darse la vuelta y así quedar de frente a V, haciendo el beso más cómodo y el contacto más íntimo.

 

Los brazos de Taehyung no dejaron de rodear el cuerpo de Jungkook en ningún momento, mostrando el anhelo que tenía por la unión.

 

Poco a poco el mayor se movió hacia atrás, arrastrando al otro con delicadeza hasta acabar sentado en el borde de la cama. El pelirrojo entrometió sus manos entre la cabellera del otro vocal, tiroteando de los mechones levemente para separarlo y poder respirar, entrecortadamente.

 

— Pueden entrar en cualquier momento — aclaró Kook, dejando caer los párpados con leve tristeza.

 

Sin embargo, Tae ignoró su comentario y empezó a besar el cuello del menor, haciendo que se estremeciera de forma tenue, cerrando completamente los ojos.

 

— Está bien, creo que Jimin y Hoseok hyung lo evitarán~ — explicó el peli-naranja, lamiendo y mordiendo al zona para dejar pequeñas marcas en la pálida y sensible piel del más joven.

 

— Bien entonces… — dejó escapar en un susurró de placer, acompañado de algún otro gemido sutil.

 

Las manos del 95’ se infiltraron en la camiseta blanca del otro, siendo finalmente tirada hacia un lado, dónde segundos más tarde se vería acompañada por la blusa de Taehyung.

 

Las posiciones cambiaron cuando Tae Tae se dejó caer hacia atrás para poco después darse la vuelta y acabar encima del pelirrojo, sonriendo de forma ladeada antes de volver a atacar los labios del maknae, más agresivo que la vez anterior.

Jugueteó, lamió y mordió sus labios, sin poderse aguantar las ganas.

 

Mientras tanto, sus manos se estaban deshaciendo de sus pantalones con extrema rapidez y desesperación, y Jungkook no tardó en hacer lo mismo con los pantalones contrarios.

 

Los labios de Tae bajaron hasta llegar a sus pezones, dónde repitió el juego de morder y lamer en el derecho. Con el contrario se dedicó a pellizcarlo con los dedos de una de sus manos.

 

Así pues, las manos algo temblorosas, de Kookie, bajaron hasta alcanzar el miembro ya excitado de su amante, rodeándolo con su extremidad derecha mientras la izquierda volvía a enredarse en las hebras anaranjadas del mayor.

 

Éste, por su parte, poco tardó en deshacerse de la ropa interior de ambos, y tras posicionar otro dulce beso en los labios de Jungkook, sonrió con calma. A pesar de no ser la primera vez que lo hacían, el maknae siempre se encontraba algo nervioso en el momento más importante de la acción, quizás por ser aun tan joven e inexperto. Pero eso a Tae, más que molestarle, le resultaba endemoniadamente adorable y tierno.

 

El muchacho de cabello rojizo siguió moviendo la mano mientras el otro preparaba su entrada, con más rapidez debido a que, como antes se ha dicho, ya tenían algo de tiempo haciéndolo.

 

Y así, poco después se introdujo en el más pequeño con delicadeza y cuidado, como siempre le había gustado tratarlo por ser una de las personas más importantes de su mundo. Para él Kookie se merecía todo el cariño, respeto, protección y delicadeza del mundo, y se lo había dejado claro en contadas ocasiones.

 

— Te amo, Jungkookie — susurró en su oído antes de mordisquearlo levemente.

 

— También te amo, hyung — respondió el nombrado, reclamando un beso después.

 

Los gemidos de Jungkook se entremezclaron con los jadeos roncos de V, mientras éste aumentaba cada vez más le velocidad de las embestidas sin dejar de atender los labios y el miembro del menor.

 

Y tiempo después, ambos llegaron al éxtasis casi al unísono, escuchándose por la habitación el eco de sus orgasmos.

 

Pasaron unos segundos hasta que el mayor finalmente salió de Kookie y se tumbó a su lado, abrazándolo.

 

— Sí que eres bueno en todo, Golden Maknae — murmuró con una sonrisa antes de besarlo una vez más. ¿Cómo es que nunca podía hartarse de ese acto? Podía estar besando a su pareja todo el día y no se agotaría.

 

La única respuesta del susodicho fue un notable sonrojo antes de acurrucarse más en los brazos de V para quedarse dormido al poco rato. Y el mayor se alegró por ello, porque así pudo acariciar su cabello y observar su rostro mientras dormía, pues le encantaba la serenidad que se reflejaba en ella.

 

Y sonrió, una vez más en ese día.


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