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¿Rasengan y Chidori? por Lucky13

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Notas del fanfic:

Los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto.

Basado en Shiritsu bakaleya koukou.

Notas del capitulo:

¡Felices fiestas! Me llamo Lucky, y estoy encantada de estar con ustedes n.n

Espero os guste esta historia tanto como a mí~

Por cierto, empieza con narrador omnisciente pero, bien especificado, mientras se desarrolla la historia se narra desde el punto de vista de algun personaje. ^^

Los grafitis es lo que más destaca, nada más ver el edificio, de esta institución. Cualquier persona que la vea sabe que antes era una gran academia donde se daba la educación por igual para todas las personas de todos los sexos. Pero eso cambio, desde que lo pusieron solo para varones.

Ahora todas las paredes tienen un grafiti. El siguiente más ofensivo que el anterior. Una vez dentro, te das cuenta que lo de fuera no era lo peor. Ventanas rotas, basura por todos lados, más grafitis, olores extraños y, lo peor, la violencia. Desde luego la academia Rasengan no estaba en su mejor momento.

Un diente se le cayó al suelo, obviamente un diente no se cae solo. Para eso, ya estaba cierto rubio que agarraba al chico por el cuello y le daba puñetazos en la cara, mientras el otro se defendía como podía. Pero nadie estaba asombrado, ni nadie lo ayudaba al pobre chico. Más que nada, porque estaban demasiados entretenidos pegando. Todos se pegan entre ellos. Hoy parecía que nadie se iba a librar de un par de golpes.

Una academia contra la otra, y muy orgullosos que se sentían estos chicos. Se sentían como héroes, luchando por ayudarse los unos a los otros, aunque verdaderamente ninguno se acordaba porque había empezado esto. Tampoco les importaba mucho.

Cuando el rubio acabó con ese chico, se giró para ir contra otro.

No jodan, ¡Pelea el primer día de clases, ttebayo!- Grita el chico rubio montándose en un pupitre y le da una patada a uno que corre hacia él.

Cállate, cabrón.- Grita otro que desde luego parecía que iba colocado, más que nada por hablarle así a él.

Naruto Namizake la persona más fuerte y luchadora de toda la academia. Llevaba muchos años con ese título, y nadie iba a cambiarlo. Con un gruñido el rubio se lanzó encima dejando su puño en el rostro del chico. Desde luego, cualquiera que viera a ese rubio de ojos azules, de piel trigueña, le recordaría a un ángel. Pero desde luego, Naruto Namizake era de todo menos un ángel.

Otro chico de su lado, le daba un cabezazo a otro partiéndole la nariz en el acto, dejando sangre en su frente, pero en vez de quitársela se rió. La sangre le brillaba en la frente, al lado de su tatuaje, es tan rojo como su cabello. Naruto se sentía orgulloso de él, pero mejor dejarlo con su matanza sino se ensañaría con él. Si es que a Gaara No Sabaku mejor no cabrearlo. Era conocido por ser el tipo más fresco y más pasota de todo el lugar y mejor así. Otro chico le agarró por detrás mientras le daba un rodillazo, Gaara se giró y le planto una patada en toda la barriga.

Con eso no me detendrás.- Rugió el contrario, pero Gaara sonrió de medio lado. Le encantaban los retos.

ooOO0OOoo

La misa de primera hora hacia a todos los donceles que se le cerraran los ojos, al menos a la mayoría. Un doncel que llevaba unos pantalones negros, camisa blanca y chaqueta blanca, mira atento todo lo que pasa. No es que fuera muy católico, sino más bien porque al ser presidente de la clase, se sentía en la obligación de atender a todas las misas o clases, ya sean extraparticulares.  Y es que Sasuke Uchiha es demasiado exigente consigo mismo.

Su pelo azabache brillaba bajo la luz, mientras sus ojos, negros como el ónix, se paseaban por la cara de aburrimiento de sus compañeros y compañeras. Al menos, su copia barata, como él lo llama estaba atento. Y es que es el vicepresidente de la clase. Sai Shimura.

El vicerrector entró por la puerta interrumpiendo al cura que dictaba misa, y se subió a su lado. Es muy raro que algo así pasara, Sasuke se puso en pie como representante.

Lo siento, por interrumpirle padre. Pero tengo una noticia para todos.- Su seriedad hacia que algunos de las chicos cuchichearan.

 

ooOO0OOoo

La pelea seguía constante, ahora Naruto estaba en el pasillo, la sangre estaba por el suelo. Sólo se oía gritos y el sonido de los golpes. De pronto vio a los lejos un loco con un bate. Menos mal que agradecía que ese tipo estaba con ellos. Kiba Inuzuka partía huesos a cada uno que se le acercaba. Su pelo castaño se agitaba sin freno, mientras sus ojos marrones se paseaban cual psicótico de uno a otro.

¡Vamos chicos llamen a sus mamás!- Grita entusiasmado aporreándolo todo.

No por nada era conocido como el más idiota.

Otro chico, miraba la pelea sin moverse, apoyado en la barandilla de la escalera. No le agradaban estas peleas idiotas, y más sin venir a cuento.

Oh miren quien anda aquí, ¿Es que te has vuelto pacifista?- Le preguntan, y este frunce el ceño quitándose el pañuelo que tapaba su frente. – O una nena, ¿Seguro que no eres doncel? Porque tienes toda la pinta de uno.

De repente,  parece que chip le cambio, sacó algo del bolsillo y lo tiro a sus zapatos. Ese rubio con coleta que no le gustan las peleas le había tirado algo a los pies, algo parecido a… ¿Arcilla?

¡Bum!

Naruto rió desde el piso de abajo al escuchar la explosión. Gaara que estaba a su lado miraba la escalera con atención.

Han vuelto a compararlo con un doncel.- Otro bum se volvió a escuchar, haciendo evidente lo que habían dicho.

Si es que Deidara era conocido como el tipo que estalla fácilmente. En sentido literal. Y más si lo comparan con una chica o doncel.

Otro joven, en la clase mira a su alrededor. Todos estaban tirados desangrándose en el suelo, mientras la pelea y el barullo se escuchan desde dentro. Prefiere no salir, no es que sea un pacifista como parece al principio Deidara, que sólo lo parece. Él simplemente evadía las peleas. Se sentó en el suelo al lado de varios de los heridos y cerró los ojos haciéndose el herido. Y además, así aprovechaba y se echaba una siesta. Y no por nada era conocido por el más inteligente, y es que Shikamaru Nara se preocupaba de las planificaciones y negociaciones. Para la fuerza bruta ya había mucha gente.

Un chico castaño, de ojos blanco, gritaba en otro idioma, señalando por donde habían huidos algunos ¡Bum! Más explosiones, pero a Neji le fascinaban. Se le conocía como el bilingüe. Era capaz de hablar varias lenguas. A su lado, el imparable Juugo, ambos se compaginaban a la perfección. Ambos se conocían desde pequeños, en una academia de Kung fu.

La pelea siguió una hora más, la sangre corría, y aunque los siete son muy buenos, los otros lo igualaban. Pero algo los detuvo, algo que a todos los chicos les asustaba más que una navaja.

Sirenas.

La policía había llegado.

Recuerda esto, con los del Rasengan, nada.- Grito Naruto a pleno pulmón. Deidara se puso a su lado, al igual que Neji y Juugo fueron donde estaba Gaara.

La próxima vez que te vea te reventaré.- Bufó Gaara al tipo que no paraba de provocarlo.

Shikamaru abrió los ojos nada más escuchar las sirenas.

Menos brabuquear, y más pirarnos.- Dijo el Nara poniéndose en pie y sacudiéndose el culo, todos lo miraron negando por su cobardía y vagancia.  Pero su teléfono sonó haciendo que Shikamaru se fuera al pasillo a hablar.

Los heridos se fueron arrastrándose mientras los siete amigos se reunían como podían. Naruto se tumbaba sobre varias mesas juntas intentando regularizar su respiración. Todos los demás se sentaron en las pocas sillas intactas, menos Kiba que se tumbó en la mesa del maestro con su bate aún en mano. Deidara era el más apartado del grupo, el cual miraba al suelo silencioso.

La puerta se abrió de golpe y Shikamaru entró fatigado y más blanco de lo normal.

Tengo una locura de noticia. – Dice entre jadeos intentando decirlo corriendo.

¿Qué ha pasado, Shikamaru?- Naruto puso cara de fastidio. Más mala noticias no, que acabamos de empezar el año… Pensaba el rubio frustrado.

Déjate de tonterías, Naruto. Esto es importante.- La seriedad del Nara y viendo como sacaba un cigarrillo  hizo que todo se alertaran.

Shikamaru sólo fuma cuando hay malas noticias.

ooOO0OOoo

El vicerrector carraspeo un poco, nervioso por ver como tantos  donceles lo miraban atentos.

Esta escuela, con la institución  masculina Rasengan, ¡Vamos a fusionarnos!- Dice más alto de lo que esperaba, incómodo se aflojo la corbata.

Muchos donceles explotaron al momento quejándose. Sasuke desde luego no chillaría ni se quejaría pero no permitiría que lo juntaran con esa clase de ladrones y violentos tipejos, forraje en su sociedad. La parte más chunga de todo Konoha.

ooOO0OOoo

Naruto abrió la puerta de la sala de profesores sin llamar si quiera. Si fuera otra institución lo habrían expulsado 3 días, o inclusive una semana. Pero en Rasengan, todo se podía.

¡Ei, Kakashi!- Grita con total confianza, seguido de todos los demás.

Aunque ahora todos limpios, y presentables casi parecían unos modelos de alta gama, más que nada por su cuerpos musculosos. Todos con caras de buenos chicos y no de criminales. Pero a ninguno se le pasaría eso por la cabeza, ni en el día más loco de su vida.

¿Qué pasa Naruto?- Un hombre con aspecto de cansado se ponía enfrente de ellos.

 La sala de profesores era completamente diferente al resto. Estaba limpia y ordenada, contaba con buen equipo de pizarras y ordenadores.

Sus ojos negros los miraban curiosos y algo temeroso. Cree saber por dónde le va a salir.

¿La fusión va en serio?- Exigió saber Gaara, mientras se colocaba bien su camisa negra.

Eso, explícalo.- Saltó Juugo con sus impulsos de siempre.- ¿Qué demonio va a pasar con Rasengan?

Incluso, si me lo preguntas, ¡no lo sé!- La cara del profesor se terció levemente. Naruto evaluó la situación con sus ojos azules. Si no lo sabe él, que es un maestro del centro… Algo raro está pasando aquí.Piensa el rubio mirándolo a los ojos directamente.- Sólo oí hace un rato que nos íbamos a fusionar con una academia de donceles.

Pero, Kakashi, somos una escuela de macarras, ¿Sabes? Aquí no hay espacio para donceles, ni para nadie delicado.- Casi todos los chicos gritaron un sí de acorde a las palabras de Naruto, no por nada es su líder.

Bueno, a ver, si no las quieren, pásenmelas a mí.- Río por lo bajo Shikamaru. Neji negó con la cabeza, si es que a Shikamaru le gustan mucho las mujeres y las donceles. Pero nada serio, siempre decía que le daba dolor de cabeza.

No hay vuelta atrás, Naruto.- Y aunque Naruto nunca le hubiese visto la boca a su maestro, sabía que estaría con una mueca de desagrado. Lo conoce demasiado bien, aunque aún no sabe el afán de su maestro porque no se le viera la mitad del rostro.- Ya lo han decidido.

ooOO0OOoo

En un edificio mucho más lejos que donde se encuentran los jóvenes, más concretamente en un despacho, dos directores hablan de forma apasionada sobre la fusión.

El vicerrector de cada facultad estaba uno frente al otro.

Gracias por venir de tan lejos.- Dice una mujer de cabellos cortos. Shizune tecleaba en su IPhone mientras le agradecía.

No es nada, he traído unos documentos para la fusión…- El hombre de gafas y cabellos blancos sacó de su maletín varios informes. Y se los entregó a la mujer. En el fondo agradecía que Chidori, dónde el trabajara, sólo fueran donceles y no mujeres. Muy problemáticas para él.- Son las calificaciones de nuestros mejores estudiantes. Serían una buena opción para ser los líderes.

Es bueno oír eso.- La oscura mirada de la mujer miraba la foto de la persona con mejores cualificaciones. Era un doncel hermoso con cabellos azabaches. Se alegraba tanto, que al fin su amada escuela Rasengan contara con personas de alto nivel, y no esos flojos. Apartó su mirada y llevo sus ojos al hombre.- Es vergonzoso decir esto… Pero Rasengan no es así. Y toda la responsabilidad cae sobre mí, y la directora Tsunade, que actualmente se encuentra de viaje.- La chica se levantó inquieta caminando lentamente con sus tacones de aguja, acercándose al gran ventanal, y paseando su vista por toda Konoha.- Si llevamos a cabo la fusión es porque Tsunade no quiere que demuelan el edificio.

No se preocupe, va a ser como un renacimiento.- Asegura el joven mirándola entendiendo sus motivos. Su jefe, Orochimaru, también haría lo que fuera por su academia.

ooOO Naruto OOoo

Puñetazo, tras puñetazo, no me quedare tranquilo hasta reventar este saco de boxeo. Mis puños cada vez chocan contra él más rápido, y más.

¡Qué molesto!- Grito fuerte siguiendo dando puñetazos.

Cálmate, tío.- Me giro deprisa y enfrento sus ojos marrones. Que el puto idiota de Kiba me diga que me tranquilice me pone de los nervios.

¡¿Cómo que me calme?!- Le grito acercándome a él con los puños apretados y la mandíbula tiesa.- Van a arruinar el nombre de la escuela.

El silencio se hizo, nadie habló por varios segundos. Saben que yo mejor que nadie, sé lo que le conviene a esta escuela. Y una cosa que le va a perjudicar, son los donceles.  ¡Quién los necesita!

Miro las paredes de nuestra guarida. Siempre nos reunimos aquí, es un bloque de apartamentos abandonado de al lado de la institución. Ya lo hemos hecho nuestro, para beber, ver películas, desahogarnos a puñetazos con los sacos. Todo.

Chicos, somos la mejor escuela masculina, ¡Y nos van a arruinar solo porque vengan unos donceles!- Vocifero de nuevo, sé que Gaara comparte mi opinión. No por nada es mi mejor amigo en el mundo.

¿En qué demonios estaría pensando el Director?- Pregunta, más para sí, Kiba.

Chicos ricos… Podría estar bien.- Shikamaru estaba en las escaleras sentado. Nunca usamos esas escaleras, la parte de arriba está arruinada. Me giro a mirarlo, ha estado muy callado todo el día. Tiene un libro en sus manos.

¿Qué lees, ttebayo?- Le pregunto y él sonríe mucho, pero al segundo cierra el libro.

Nada, Naruto.- Puto buitre con las hormonas a mil por hora.

No necesitamos niños mimados.- Le refuto mirándolo y el asiente medio conforme mientras juega con un pearsing en forma de cruz de su oreja. Y es que la mayoría de nosotros contamos con múltiples perforaciones o, por ejemplo en mi caso, tatuajes.

ooOO Sasuke OOoo

Todos los donceles me miran mientras camino con mi bandeja de comida en la mano. El patio es muy hermoso. Tenemos mesas de cristal, bancos de madera de roble, un pozo, varios parasoles, y muchas flores.

¿No es maravilloso Uchiha?- Escucho al pasar por una mesa a uno de mis compañeros. Sonrío con autosuficiencia. Lo sé, y muy bien. – Sus notas siempre son las más altas.

Pero es algo frío.- Dicta otro murmurando, pero llegue a oírle. Eso es algo que sé y no me molesta para nada. Es mi personalidad y no la cambiaré, y al que le guste bien. Y al que no, que se aguante.- Dicen que su hermano es un diplomado, que es millonario.

Sai también es muy atractivo.- Sigue hablando otra. Llego a una mesa apartada y me pregunto porque hablaran de él. Me giro curioso y lo veo frente mía con su bandeja y con esa estúpida y falsa sonrisa que me saca de quicio.

ooOO Kiba OOoo

Naruto había salido a tomar el aire, esta agobiado, y lo entiendo. Pero en verdad, donceles en la escuela... No podremos volver a ser como somos.

Naruto es idiota.- Bufó Neji, sin duda nunca llego a tragarlo. Demasiado serio y correcto por mi parte.

Estará pensando en disculparse con Kakashi.- Bufa Juugo, tengo la necesidad de interrumpirlos.

Sabéis que Naruto ha cambiado un poco desde ese asunto que tiene con su hermano. – Les explico, todos se callan, y es normal. Este es un tema tabú para nosotros.

Tienes razón.- Por un segundo reparo en Deidara que siempre ha estado callado.

ooOO Naruto OOoo

Siempre que estoy alterado, subirme a la azotea me relaja. El aire mueve todos los cabellos, no por nada es una sexta planta.

Todos los edificios parecen pequeños desde aquí. No quiero mirarlo, sé que está a mi lado, veo por el rabillo del ojo sus cabellos rojo fuego y esa sonrisa zorruna.

¿Sabes una cosa Naruto?- No quiero tus consejos, quiero gritarle. Pero no lo hago. Hace demasiado tiempo que no oigo su voz.- No puedes ser el líder de Rasengan, como fui yo, con los sentimientos a medias.

Torno mi mirada hacia él, parece tan real, con esos ojos azules iguales que los míos. Quiero alargar la mano, ya sea para abrazarlo, pegarle o no sé. Pero no lo hago, más que nada porque él no está aquí. Mi mente me juega de nuevo una mala pasada. Él me sonríe con esa sonrisa zorruna que tanto he adorado y odiado a la vez.

¿Por qué estás ahí tan solo?- Una voz suena a mi espalda, y aunque no me hace falta girarme sé que es Gaara. No quiero apartar los ojos de él, pero lo hago para mirar a Gaara. Luego vuelvo a mirar, y ya no hay nadie. Mi hermano ya no está aquí conmigo.- ¿Piensas en tu hermano? O en unirte a él, ¿Verdad?

Si lo sabes no preguntes, ttebayo.- Le digo con una gran sonrisa, aunque sonreír es lo que menos me apetece.- Se me hace muy complicado no pensar en él. Aunque siendo sincero contigo, si nos vamos a convertir en una escuela tan lamentable prefiero irme a trabajar toda mi vida a una tienda de Ramen.

Bromeo mientras cambio de tema, y sé que Gaara va a aceptar mi decisión.

Eres egoísta, Naruto.- Camina hasta ponerse donde antes estaba mi hermano, o mejor dicho donde mi imaginación quiso que estuviera.- El que más piensa en Rasengan eres tú, ¿Verdad?

Bueno, ellos también piensan en Rasengan.- Río, ellos son mis amigos, mi familia.- Nunca podré deshacerme de ellos. Ahora, son idiotas.- Por un segundo recordé cuando conocí a Kiba y a su bate. Mencionamos a nuestras madres y a todo. Recuerdo que me partí inclusive algunos huesos, pero yo gane. Al igual me pasó con Deidara y su arcilla, jamás pensé que hubiera alguien tan psicópata con Gaara.- A Kiba y Deidara  les pegué de verdad. Estuvimos días pegándonos, nos hicimos de todo.  Porque, después de eso, son mis verdaderos amigos.

¡Naruto!- Juugo está en la puerta agitado, sus cabellos anaranjados se mueven rápido.- ¡Ha pasado algo malo! Esos tipos de antes tomaron nuestro garaje.

El garaje es, como la propia palabra indica, un garaje. Pero es nuestro desde hace años, siempre nos ha pertenecido, al igual que nuestra guarida. Lo usamos para entrenarnos.

Tanto Gaara como yo, fuimos directo allí. Bajamos velozmente las 6 plantas del edificio y caminamos varias cuadras. Al llegar, esos tipos estaban dentro.

Bienvenidos.- Me dice un tipo de forma burlona desde mi silla.- Soy Kimimaro.

Me importa una mierda quien eres, ttebayo.- Le grito caminando hasta ponerme en medio del lugar. Gaara me siguió, conté con la mirada, son una docena.- ¿Qué haces en el garaje de Rasengan?

Pero si Rasengan va a desaparecer, ¿Verdad?- Pregunta de nuevo ese Kimimaro mirando a Gaara directamente. No por nada era el que se enfrentaba a él en la anterior pelea.

Es vuestro final.- Dijo otro que con cabellos azules, sentado encima de otro que es idéntico a él.

Los conozco Sakon y Ukon, los gemelos. Que pesadilla. De pronto sacaron algo de detrás del sillón.  Nuestro cartel de la academia… ¡Oh no! No serán capaces ¿Verdad? Atrás de ellos hay un bidón con una hoguera dentro. Y tal cual la sacaron la tiraron dentro, ver como nuestro letrero ardía significaba solo una cosa… La guerra.

Antes que reaccionaran, ya me había lanzado encima del más cercano a mí y comencé a tirar puñetazos en su cara. Gaara se encargaba de dos sin ningún problema. Pronto tuve a varios a mí alrededor. Como puedo los dejo inconsciente a uno, otro me da un puñetazo que casi me desencaja  la mandíbula, pero puedo seguir, no me verían con cara de dolor. Le doy una patada en sus partes nobles, mientras le doy otro puñetazo.

Los nudillos me arden, pero no por ello voy a parar. Gaara le dio a uno un codazo en la nariz mientras le daba otra patada en la barriga a otra.

Kimimaro y varios rodearon a Gaara y lo tiraron al suelo, intento acercarme pero entre cuatro me agarraron.

¡Gaara!- Grito exaltado, intentando soltarme, pero son cuatros y no me voy a poder llevar a todos por delante. Kimimaro se está ensañando con él, sus gritos de dolor hacen que me sienta impotente.

Una patada más, esta vez en su rostro. Su rostro de dolor hace que se me descomponga la cara. Aprieto los puños intentando soltarme, de nuevo. De repente, veo a Sakon corriendo hacia mí depositando una fuerte patada en el rostro que hizo caer a todos, incluyéndome. Un dolor inmenso recorre todo mi cuerpo, mínimo se me ha roto una costilla mínimo. Me retuerzo un poco, pero intento levantarme cómo puedo.

Mírate, Namizake, estás derrotado.- Rieron a la vez los gemelos.

Cuando se acercan de nuevo a mí, esta vez con una navaja, cierro los ojos. Este es mi final, no podré volver a verlo. Mi vida nunca ha tenido ni un ápice de sentido.

De pronto la puerta se abrió, rápidamente ahí estaban ellos. Kiba con su bate, Neji con unos puños americanos, Shikamaru con navaja, Juugo sin nada, aunque tampoco le hace mucha falta no por nada es el más musculoso, y Deidara con su arcilla.

Sonrío sintiendo como mis párpados pesan, el dolor me recorre todo el cuerpo aún. Siento que no voy a poder estar consciente mucho más tiempo.

Gaara…- Susurra Shikamaru preocupado.

Si vais a pelear, llamarnos. Luego el idiota soy yo.- Bufa Kiba, por esto son mis amigos, y los cuidaré siempre.

Salvar amigos, eso aprendemos en Rasengan.- Dice Deidara jugando con la arcilla de sus manos.

¡Gilipolleces!- Grito Kimimaro poniendo su pie en la cabeza pelirroja de Gaara. Todos lo miraron con odio.

Ese fue lo que disparó la batalla. Me levanté como pude y fui acercándome a los gemelos. Yo soy su enemigo. Gaara agarra el pie de Kimimaro y lo hace desestabilizar y se pone encima de él dándole puñetazos.

¡Bum! Deidara ya está con lo suyo, mientras Kiba revienta cráneos con su bate. Al que no veo es a Shikamaru, pero no me extraña, siempre se quita de en medio.

Los gemelos golpean fuerte, pero yo doy más duro. Ni si quiera pueden romperme nada. De un golpe uno cae en el bidón de la hoguera y por poco sale ardiendo todo, pero entre los gemelos y yo conseguimos pararlo. Nos miramos un momento.

Esta pelea no tiene sentido.- Dice uno de ellos viendo como alguno de los suyos  comenzaron a huir.

¡¿Qué habláis?!- Grita Kimimaro, pero pronto Gaara le partió un tablón en la cabeza, eso le pasa por darle la espalda a Gaara.

Sakon y Ukon se acercaron a Kimimaro y lo recogieron del suelo. Tiene una brecha en la cabeza, le van a  tener que coger puntos. Una vez que todos nuestros enemigos se van, me dejo caer al suelo, cansado y jadeando. Varios me imitaron, entre ellos, Gaara.  Miro el bidón y los restos de nuestro cartel de la academia. Hijos de su madre…

Gracias por todo, chicos.-  Les sonrío y ellos también lo hacen. Siempre juntos, desde hoy hasta la muerte.

Nos quedamos un rato ahí tirados, además que nos curamos un poco las heridas. Mire mi reloj al salir, estuvimos allí cuatro horas. Todos caminábamos en grupo, cualquiera que nos viera se asustarían, todos estábamos golpeados, y manchados de sangre. Menos Shikamaru. Pero algo destaca en nosotros: Nuestra común sonrisa.

¿Visteis cuando uno se echo a llorar cuando vio a Deidara con su arcilla?- Nos cuenta Kiba jocoso recordando el momento. Y aunque no lo vi, me lo puedo llegar a imaginar, yo en su lugar me hubiese cagado encima, y más si están tanto Deidara como Gaara juntos.

Caminamos cerca de nuestra institución, busco con la mirada el sitio del cartel que seguramente estará vacío. Abro los ojos más de lo normal al ver que hay otro cartel en su lugar. Esta vez no está el cártel de madera cutre, hay uno de plata en su lugar, y una... ¿Flor? De plata encima del nombre. Pero lo peor es que en el nombre no pone Rasengan, sino…

¿Segunda academia Chidori?- Pregunta Juugo en voz alta sin creérselo al igual que yo.

No jodan, ttebayo.- Cabreado y con las últimas  fuerzas que me quedan me acerco al cartel.- Lo ponen aquí sin permiso.

Intento quitarle pero parecer estar atornillado, lo que faltaba. Dos chicos de nuestra academia gritan para que entremos que algo malo ocurre. Todos empezaron a correr atrás de ellos, yo empecé a correr pero por mi dolor en el costillar me quedé el último. Cuando llegan al patio paran, como sorprendidos por algo. Paso entre ellos, hasta quedar en primera línea. Abro la boca como todos.

Cerca de 30 donceles nos miraban serios y con los ojos fijos en nosotros, retándonos. Además, todos visten con los mismos uniformes blancos, y tienen todas las manos a los lados. Menos uno, un doncel que está mucho más adelante que el resto, como si fuera su representante.

¿Quiénes sois?- Pregunto acercándome, mientras todos se quedan detrás de mí. No les da miedo más de una docena de tíos con armas, y si un par de donceles.

El doncel descruzó los brazos y caminó más hacia mí. Desde luego mientras camino no puedo evitar observar lo hermoso que es el doncel.

¿Habrán venido a darnos la bienvenida con pastelitos, ttebayo?

Su cabello azabache me llama mucho la atención, lo tiene peinado de una forma muy graciosa. Sonrío un poco, y miro sus ojos negros que me miran de una forma muy extraña que no sé identificar.

Buenos días.- Dice de forma educada, sin duda este es un niño mimado con capital suficiente para enterrarme. Aunque enterrarme en él no me importaría nada. No sonríe ni nada, pero hay algo en él que me llama mucho la atención.- Mi nombre es Uchiha Sasuke.- Que mono quiere que me aprenda su nombre.- ¿Quién es vuestro líder?

Este es mi momento, sonrío un poco, ya que es evidente que él es el líder de este grupo de donceles.

¡Yo lo soy, ttebayo!- Kiba ríe ante mi muletilla, pero todos los demás guardan silencio.- Soy el cabecilla de todo Rasengan.

¿Cabecilla?- Pregunta arrugando el ceño, parece que no me ha entendido.

¿Qué significa eso? Nunca lo he leído en ningún libro.- Dice rompiendo el silencio otro doncel, de piel muy blanca y de ojos negros como Sasuke. Pero Sasuke es más atractivo, a mi gusto.

Significa que soy el que manda.- Le explico paseando mis claros ojos por todos los donceles.

¿Cómo te llamas?- Me sigue preguntando Sasuke. No entiendo porque tanto interés, puede que le haya llamado la atención.

Namizake Naruto.- Le respondo extendiéndole la mano. Él la mira y arquea una ceja, pero me la estrecha en un apretón suave pero firme. Gaara tose un poco, y de pronto recuerdo el asunto de la placa.- ¿Sois vosotros los que cambiasteis la placa?

Claro, ¿Te gusta?- Responde tan ancho el doncel, quito la sonrisa y frunzo el ceño, ¿Quién se creen si acaban de llegar?

¡Teme!- Le grito, y él abre los ojos un poco, no esperaba que alzara la voz de tal forma.- Para eso deberíais pedir permiso, no mandáis aquí. Esto es Rasengan, no Chidori.

A ver si lo entiendes, dobe, a partir de ahora seremos tus compañeros.- Jamás pensé escuchar una palabra tan grosera de la boca de un doncel. No es que haya tratado con muchos, pero creía que eran más delicados. Sasuke Uchiha no es un doncel delicado, me lo apunto en la mente.- Espero que os quede claro, por lo que…

El doncel hace una pausa y sonríe por primera vez, pero no sonríe como me lo imaginaba, dulce y amable, sino prepotente y orgulloso.

¡Bienvenidos!- Gritan todos los donceles a la vez.

Ojos azules contra ojos negros.

Esto sin duda es peor que cualquier enfrentamiento que haya tenido.

Notas finales:

El primer encuentro con sus donceles ha ocurrido, pronto subiré el segundo capítulo que ya estoy escribiendo ^^


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