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LÁGRIMAS DE NAVIDAD por Angelfiregot

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Notas del fanfic:

Como ya saben, los personajes no me pertenecen sino a la maravillosa J. K. Rowling y yo solo los tomo prestados para hacerlos sufrir un poco.

Notas del capitulo:

Hola a tod@s

Éste es mi aporte de Navidad aunque sé que más de un@ me odiará y con toda la razón, pero qué le voy a hacer, no pude hacer una historia romántica ni nada por el estilo, simplemente así fluyó.

Espero igual les guste y la disfruten como yo al escribirla.

LÁGRIMAS DE NAVIDAD

 

Llegan las doce de la noche,

Y en el frío del invierno,

Tu dulce caricia me sorprende,

Me enciende y me convierte en tu juguete.

 

Era jueves. Día en que todo el mundo celebraba con sus familias y amigos una dulce y alegre navidad, pero la oscuridad y el encanto de las velas susurrantes que se mecían con la brisa era lo único que desfilaba en el lugar.

Amaba la tranquilidad que una noche fría y lúgubre como aquella le daba a su alma mortificada. El silencio era la canción de arrullo que sus frágiles brazos le daban a su hermoso y abultado vientre, que como respuesta se movía al ritmo de una sonata de amargura y dolor.

Las simples sábanas que cubrían su delicado cuerpo hacían que la sensación de un torrente helado sacudiera cada fibra de su insano ser, más la tranquilidad de saberse solo con su pequeño ángel en aquella penuria, le daba el aliciente de sonreír.

Sabe que no siempre es lo que se cree, que las falsas palabras de amor son el pan diario de aquél que lo dejó en ese estado, que aquellas caricias no son dedicadas a él como deberían ser, pero aun así cada que las escucha, que siente aquellas manos sobre su piel y que disfruta de esos ínfimos momentos regalados, cree que todo es real, que lo ama y siempre lo hará.

El tic tac del reloj le anuncia que es media noche y como siempre, no está a su lado, más no desvanece, pues hay alguien que lo acompaña, aquel que sabe siempre estará a su lado, el mejor regalo de navidad.

-          Ahhhh – se escucha el grito ensordecedor en toda la fría y solitaria mansión.

El dolor se hace inminente y las contracciones una a una se van intensificando. El desgarre de su piel y la fuerza de la magia de su pequeño lo destrozan.

-          Aun no mi pequeño… por favor… aun no – susurra entre lágrimas tratando de llegar a la chimenea, pero no puede alcanzarla, no llegará y lo sabe. No tiene a nadie a quien llamar.

El miedo, la desesperación y el deseo de salvarlo lo guían, pero sus fuerzas menguan, su dolor se hace más fuerte y la sangre es el cruel testimonio de su pérdida.

Quiere llegar. Tiene que hacerlo. Todo su empeño, toda su fuerza y su deseo lo llevan hasta donde necesita, botando aquellos polvos que pueden ser su única salvación.

-          Ayúdame – es el lamento de su maltrecho corazón.

 

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

 

Al otro lado, toda una familia celebraba, entre canciones mal entonadas, risas alegres y algarabías que mezclan a todos los presentes. El “Gran Salvador del Mundo Mágico” se encuentra borracho, abrazado a la que es su esposa, mientras los demás hablan sin cesar de su felicidad. Una que solo la burbuja de creerse los mejores del mundo les pueden brindar.

Un “Feliz Navidad” a viva voz de los presentes hace que los abrazos, felicitaciones y besos se desaten en la estancia, olvidando que afuera mucha gente no tiene con quien celebrar.

Los abrazos y besos de Ginny hacen que se emboten sus sentidos y olvide que allá, en otro lugar, hay un hombre esperando por su llegada. Uno que sin condiciones ni reparos le había entregado su corazón y su alma. Uno que estaba a punto de tener a su hijo.

-          Harry, vamos a nuestra habitación – susurra ella insinuante, por lo que no se resiste y la sigue.

Cuando están a punto de ingresar, su amiga, Hermione, llega completamente desarreglada por correr en las escaleras deteniéndolos.

-          Espera Harry. Se abrió una comunicación desde Malfoy Manor. No sé cómo se conectó la chimenea, pero alguien pide ayuda – dice la mujer esperando la reacción de su amigo. Ella, quien alguna vez lo espió cuando se fugaba de la madriguera, pudo conocer su secreto y aunque no le gustaba en lo absoluto, sabía que Draco estaba embarazado y para colmo estaba en los nueve meses, así que aunque no quisiera, sabía debía informarle al que consideraba casi su hermano.

-          Pues dile a algún Auror que vaya a ver. No me interesa lo que pueda necesitar – dice Harry entrando a la habitación con su esposa, dejando a la mujer en completo shock.

Tras algunos minutos sin saber qué hacer, decide comunicarse con uno de los amigos de Malfoy, que a pesar de todo, no tenía la culpa de los desplantes de Harry.

Sin más llamó a Blaise Zabini, pero no hubo forma de contactarlo. Así que intentó con Theodore Nott, consiguiendo que al final contestara.

-          ¿Qué quieres Granger? – pregunta el hombre molesto por la llamada, cuando está ocupado en la fiesta de su familia.

-          Lamento molestarte Nott, pero recibí un mensaje pidiendo ayuda de Malfoy y Harry en éstos momentos… se encuentra ocupado para ir – dice ella sin saber qué más decir.

Al instante el rostro entre las llamas cambia su expresión y con un escueto “Gracias” desaparece.

-          ¿Por qué tratas de ayudar al estúpido hurón? Deberías dejarlo morir en vez de saltar a su ayuda – son las palabras de Ron, quien molesto se retira dejando a su esposa con las palabras en la boca.

Ella solo sabía una cosa y es que Harry se arrepentiría de su decisión.

 

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

 

Para poder entrar a la mansión de su amigo necesitaba el permiso de su dueño, pero por más insistencia, éste no respondía. La necesidad de ayudarlo se hacía intensa y el miedo de lo que pudiera sucederle se atenazaba en su corazón.

No podía rendirse, pero tampoco sabía qué hacer, hasta que escuchó un grito desgarrador. Con todas sus fuerzas lo llamó, pero no recibió ninguna respuesta.

El dolor y el terror que se reflejaban en su rostro no tenían límite. Y el deseo de matar a Potter se anidaba en su corazón.

Cuando pensó que todo estaba perdido, escuchó una suave voz, dándole al fin el permiso para ingresar, por lo que no dudo en correr hasta llegar a ver el horror. Su adorado amigo, aquel por el que daría su vida sin pensarlo, se encontraba en medio de un charco de sangre y entre sus brazos una pequeña criatura que suavemente gimoteaba. Aunque no lo oía muy bien, pudo escuchar de los labios de su amado rubio una suave nana. Aquella que él mismo había compuesto para su bebé cuando supo de su existencia.

-          Es perfecto ¿no lo crees Theo? – dice el rubio con voz cansada, pero con algo que no le había escuchado en los últimos dos años. Verdadera paz y felicidad.

-          Sí, lo es – dice él acercándose para contemplarlos. Sabe que no hay nada que hacer, que la vida de su amigo se extingue y que aunque corra con él a San Mungo, nadie logrará salvarlo. Y llora – es perfecto, igual a ti – dice tocando la delicada piel marcada por las lágrimas y el sufrimiento por tantos años de desamor.

-          Cuídalo como tu hijo Theo. Que sea tu mayor tesoro. Quería darle una feliz navidad y que viera el hermoso regalo que he hecho para él, pero creo que no lo sabrá apreciar y no quiero que mi Scorpius sufra – dice Draco estirando su brazo hacia Theo, quien con cariño lo recibe –hazme una promesa Theo… prométeme que… pase lo que pase… lo amarás y le darás el hogar que yo nunca le podré brindar… promételo – dice de manera entrecortada, sintiendo que su aliento de vida se va lentamente.

-          Te lo prometo Draco, te prometo que será mi hijo y que le daré la felicidad que merece. Le hablaré de ti y de lo valiente que fuiste hasta el final. Tu hijo a través de mi te recordará – dice el castaño sintiendo la vista borrosa al ver cómo Draco lentamente cierra sus gemas plata para nunca más volverlas a abrir.

Un “gracias” es susurrado por el viento mientras las velas se apagan y la frialdad del invierno hace que un alma pura parta al fin a descansar. Un sutil beso en los labios es lo último que ese cuerpo ya sin vida recibe de aquél que realmente lo amó, pero nunca pudo entrar en su corazón.

 

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

 

El 26 de Diciembre, Harry Potter se dirigió a aquella mansión que guardaba su más grande y oscuro secreto, solo para encontrar las cenizas de lo que alguna vez fue una majestuosidad hecha arquitectura.

De rodillas en el piso dejó que la incredulidad lo inundara y como una jugarreta del destino un trozo de papel cayó ante él, como si buscara a su destinatario.

Al abrirlo notó la perfecta caligrafía del que había sido su amante y la tinta corrida en algunas letras por lo que asumió habían sido lágrimas.

 

Querido Harry:

La vida no es perfecta, no es color de rosa y el amor llega cuando menos te lo esperas.

A ti te entregué mi corazón, pero no lo supiste valorar.

A ti te entregué mis sueños, pero los lanzaste al viento como un trozo de papel.

A ti te di mi vida entera, pero la desechaste como si no tuviera valor.

A ti te di mis esperanzas, pero las arrojaste al fondo del abismo.

No puedo culparte, tampoco odiarte, porque a pesar de las tristezas, me regalaste lo más valioso que alguien me hubiera podido dar. Una vida a cambio de la mía.

Se acerca Navidad y aunque me duela aceptarlo, sé que no estarás a mi lado, más ya no importa, pues he logrado comprender que aunque yo me vaya, alguien más ocupará mi lugar en éste mundo y será feliz como yo no lo fui y como sé que tu tampoco lo serás.

Quería darte una última oportunidad, para entregarte el mejor regalo de todos, pero sé que igual que con lo demás, también lo rechazarás.

No lo busques, no lo lastimes, sigue tu vida y deja que mi regalo logre lo que yo no conseguí.

Te amo y siempre lo haré aunque solo sea de mi parte, éste sentimiento me acompañará incluso más allá de la muerte.

Feliz Navidad

 

Draco Lucius Malfoy

 

Y las lágrimas de aquel que no supo valorar lo que tenía, comenzaron a brotar.

 

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

 

Nunca encontró a su hijo. Nunca logró saber cómo era. Nunca logró la verdadera felicidad, pues en una Navidad, simplemente la dejó escapar.

 

Fin

 

Notas finales:

Bueno, espero les haya gustado.

Cuando empecé a escribirlo, sabía que mataría a mi dragón y por un momento pensé "Nah, es Navidad, dejemos la tragedia a un lado" pero cuando iba avanzando, iba saliendo de ésta manera y no lo pude evitar.

Cualquier cosa ojalá me la comenten y me digan cómo les pareció.

Sin más que decir, solo les deseo una Feliz Navidad, que les llueva la felicidad y que disfruten carajo, que para eso es la vida.

Besos y abrazos a tod@s!

 


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