AÑO 1845
Soy kamijou hiroki tengo 31 años de edad soy profesor de literatura y un muy importante escritor de escritura japonesa, soy soltero nunca en mi vida tuve tiempo de buscar una pareja para formar una familia o algo parecido, vivo en una mansión a las afueras del pueblo, en esta mansión vivo solo sin sirvientes, amigos o algún familiar que me dé compañía alguna.
una enfermedad dejo por terminada mi carera de escritor y de profesor, se le llama pulmonía y la mía tenia los más altos riesgos de llevarme a la muerte, solo basto 3 meses para identificar que mi estado no tenia método de curación, familiares lejanos que no conocía, amigos que hace tiempo cuando estudiaba no veía, gente por millones vinieron a mi casa a ver mi estado, sus caras de avaricia y sonrisas de satisfacción se veía en todos, esperaban mi muerte con ansias, dejando así mi fortuna de años trabajando a hipócritas como ellos.
Así que antes de morir hice mi testamento dejando a si mi fortuna a las más importantes y no tan importantes bibliotecas del pueblo, para reconstrucciones de libros viejos, y para algunos orfanatos, mi mansión quedo aparte fue lo único que prohibí que tocaran, mi mansión tenia que quedarse en ese estado, no se vendería, no se alquilaría, no se derrumbaría, mis cosas como libros, cuadros , objetos viejos, cartas de años y años, todo quedaría en su lugar, pero a pesar de eso deje una nota que solo sabría el notario, escrito en la parte trasera del testamento, la persona que obtendrá esta mansión seres yo, kamijou hiroki, yo reencarnare y vendré por lo que es mío….solo esperen.
En mi entierro no apareció nadie, pedí que me enterraran en el jardín de atrás, en el jardín donde solía pasar y sentar a ver mis libros, donde a la sombra del árbol izquierdo y el derecho que unían sus ramas las cuales parecían dos manos cogidas, hay mismo fue donde pedí que me enterraran a la sombras del izquierdo.
AÑO 1965
Kusama nowaki 22 años uno de los mejores doctores de la época, social, trabajador, amables y de confianza, se podría decir que no le falta nada, pero a pesar de eso, tiene cáncer de corazón algo muy raro y a pesar de los tratamientos nada serviría para evitar su muerte.
Se predijo que para dentro de un mes su corazón dejaría de latir, sus pulmones de recibir aire y su piel se pondría fría como el hielo, dejando así solo un cuerpo inmóvil, amigos, parientes y hasta doctores compañeros de trabajo lo visitaban dándole suerte, deseándole recuperación a algo que sería imposible de detener, el no quería lastima de nadie, no quería que lo vieran como alguien inútil simplemente por tener una enfermedad.
Sin decir nada le pidió a su doctor de confianza que cuando llegara el mes en que se cumpliera su día final, fuera a la mansión kamijou hiroki o más conocida como la mansión del demonio kamijou que hay pasaría sus días, esperando.
El camino fue largo cansador para llegar a su destino una vieja mansión tétrica, según la veía él con el cielo gris con ganas de llover, los arboles del frente sin hojas el pasto verde oscuro, un letrero que decía prohibido el paso, las ventanas de la mansión grandes se podía decir que entraba bastante luz cada una cerrada con cortinas un poco desgastadas por el tiempo, pero a lo lejos en una de las ventanas veía la silueta de alguien mirando a fuera.
No se la razón por la que está aquí, si nunca llegan visitantes a un lugar abandonado, acaso nadie leer el letrero prohibido pasar, me parece fastidioso alguien que simplemente entra a un lugar que no le pertenece en lo mas mínimo, pero a pesar de eso me da curiosidad ¿él porque está aquí? Parece que inspecciona el lugar, no encontrara nada interesante aparte de mi alguien que la gente ya no puede ver, pero su mirada quedo viendo especial mente la ventana donde lo veo ¿será que puede verme? Lo último que veo es como entra a la mansión.
_hola…¿ hay alguien?- esta mansión sí que estaba abandonada se podía escuchar el eco de mi vos por todo el lugar, las escaleras grandes que daban al segundo piso las cuales se dividían en dos para ir a la derecha o a la izquierda, las subo lentamente el lugar es tan viejo que se escucha el rechinar de la madera al subir mis pies, cuando termino de subir en todo el centro de la pared había un cuadro de un hombre joven, de cabellos castaños y ojos del mismo color, se veía muy bien porte serio y un poco con el seño fruncido, sus ojos brillaban a pesar que solo era una pintura, mire la parte de abajo era el dueño de la mansión kamijou hiroki.
Me pregunto qué hace aquí, y como se atreve a pasar como si fuera su casa, pregunta que si hay alguien, sube las escaleras y para el frente de mi retrato mirándolo fijamente, baja un poco supongo que para ver mi nombre, jum… que buscara este estúpido, con tal, cuando se aburra se ira, me dirigí a mi biblioteca donde paso la mayor tiempo volviendo a leer los mismos libros de siempre.
_hola…- mi voz sigue retumbando y nadie responde, ¿será mi imaginación la sombra que vi en la ventana?, camino, paso tras paso, todo es muy bonito pero le falta limpieza, telarañas por todos lados, algunos ratones por los pasillos, cuadros de la misma persona en las paredes, se nota que era muy bella… ¿habrá tenido hijos? La lluvia comenzó y una muy fuerte los truenos retumbaban por toda la casa, camine más rápido lo bueno era que las ventanas estaban cerradas sino entraría un montón de agua a la casa, al caminar pare en cualquier puerta y la abro para ver que contenía, era como una biblioteca estantes llenos de libros viejos de diferentes tamaños y colores, algunos tenían polvo y otros sencillamente estaban sobre una mesa como si alguien los hubiera leído- hola ¿hay alguien?- vuelvo a repetir y me estremecí tanto cuando una voz me contesto.
_si lo hay, que buscas en este lugar- le conteste al fin ese hola hay alguien me estaba hartando, no se si fue mala idea o buena, pero me miro sorprendido no con miedo o susto con asombro ¿me puede ver?
_hola,¿ tú eres?- pregunte me parecía conocerlo, el se encontraba sentado en una silla junto a la ventana con un libro entre las manos, pero algo me pareció tan raro el hecho que parecía casi trasparente ante mis ojos.
_pues el del cuadro- le señale un cuadro que había en la pared de mi biblioteca, donde aparecía yo sentado junto a la ventana leyendo un libro algo que estaba asiendo en estos momentos- soy kamijou hiroki….¿y tú eres?- le dije volviendo mi mirada al libro.
_soy kusama nowaki, mucho gusto- lo mire fijamente enserio era el del cuadro… espera no se supone que está muerto hace casi un siglo, no debería estar muerto, me acerco lentamente a él me daba curiosidad.
_si das un paso más te lanzo el libro- lo mire enojado, hace más de un siglo que nadie se acerca he interrumpe mi lectura, acaso no se da cuenta de lo que soy.
_lo siento…- estaba lo suficientemente cerca para verlo, tenía razón era casi trasparente ante mi vista pero a pesar de eso, se veía sus cabellos castaños y sus ojos que tenían un tenue brillo me arriesgue a preguntar algo casi obvio- ¿eres un fantasma o un espíritu?- el me miro sorprendido y luego frunció el seño.
_eso ni yo lo sé…- la verdad no sabía el porque estoy aquí solo que cuando abrí mis ojos me encontraba acostado encima de mi tuba- lo único que sé es que no puedo salir de la casa, y al único sitio que puedo andar es por el jardín- lo mire no sabía que decir tenía unos hermosos ojos azules como el mar, era alto y de buen porte, su mirada era tranquila o más bien serena.
_hum… - no sabía que decir no tenía miedo solo asombro parece más un fantasma.
_y tu ¿no te da miedo hablar conmigo?- no sé qué le pasa literalmente habla con un fantasma o lo que sea en estos momentos y no sale corriendo.
_no lo estoy más bien no me preocupo en nada, no das miedo y por más que te mire, das confianza- le sonreí el volteo su mirada con un leve sonrojo.
_bueno, bueno acaso no leer historias de terror, y escuchas historias terroríficas de casa embrujadas y gente muerta- quería reírme no puedo creer que sea tan ingenuo.
_oh por favor estoy seguro que no soy el único que escucha hay un fantasma un demonio en una casa y va a buscarlo es interesante, tal vez el fantasma sea amable- le dije un poco contento, el me miro aguantando las risas hasta que no pudo más.
_jaja pero que cosas dices se nota, que estás loco jaja- hace siglos que no me reía de esa manera que será este mocoso se nota a leguas que soy mayor que el claro descontando los siglos que llevo metido en la mansión- dime ¿que buscas en mi mansión?- deje de leer el libro y camine hacia el.
_bueno si usted me da el permiso me gustaría quedarme en la mansión- él se veía curioso.
_¿quedarte?¿ por cuánto tiempo seria eso?- las visitas eran raras en mi hogar y más cuando yo era quien las espantaba.
_solo será por un mes, después de eso me iré- baje mi mirada aunque no lo quisiera sabia que iba a morir.
_hum…- no sé el porqué pero cuando pronuncio lo ultimo bajo su mirada, y su voz sonaba opaca ¿Qué le pasara?- te puedes quedar… eso si te advierto nada de ruidos, nada de coger mis cosas, no quiero más gente en esta mansión parte de ti y yo- le dije serio sería la única persona que permitiría en este lugar.
_sí señor, muchas gracias- le hice una reverencia y le di una sonrisa, sospechaba que me caería bien a pesar de escuchar cuentos de un demonio en la mansión.
_no es nada…- no quería seguir hablando mas, empecé abajar traspasando el piso para irme a mi habitación.
Camine mas por la mansión era bastante grande, ¿Cómo es que una persona puede de durar tanto tiempo sola?, me asombra que esta mansión siga en pie el polvo las termitas en los muebles, las cortinas con huecos por todos lados, mañana me dedicare a arreglar esta mansión de seguro le alegrara mucho, en cada habitación había algo diferente en una había un piano, en otras cuartos para invitados. Baje las escaleras directo a la salida principal, para tomar la maleta con la que vine, volví a subir y escogí cualquier cuarto, para limpiarlo.
DIAS DESPUES
Me acostumbre a estar aquí, lo raro era que el fantasma llamado hiroki o como yo lo llamo hiro-san no acostumbra a estar dentro de la casa, en las mañanas acostumbra a leer casi como 3 horas, luego desaparece, por las tardes se escucha el piano lo toca muy bien, pero luego desaparece, y por las noches ronda por la casa buscando algo, no sé que es en ese momento me gana el sueño y me acuesto a dormir, todos los días es de esa manera no entiendo su comportamiento tan distante.
Desde que llego la casa se siente menos sola, pero aun así sigo mi rutina diaria, leer casi por 3 horas, noto que el me mira por la puerta o se hace el loco, desaparezco directo al jardín donde me siento en la sombra del árbol derecho, me gusta tocar el piano y él lo escucha me gusta eso no le molesta el hecho del ruido en una mansión solitaria, desaparezco directo al jardín como siempre, por las noches camino por la casa no sé porque lo hago solo se volvió cotidiano buscar algo que no tengo la menor idea solo que cuando camino creo encontrarlo y a la vez perderlo, en las noches también me mira no sé porque no se asusta, lo normal sería que él se asustara y yo le provocara miedo pero era todo lo contrario. Tiene la costumbre de llamarme hiro-san nadie en toda mi vida me decía de esa forma…. Le tome cariño a ese comportamiento.
Los días seguían pasando yo casi ni los notaba nuestra distancia se hacían menos y mi soledad se perdía, mis días cotidianos cambiaron, como el hecho que no leía tanto si no que nos contábamos cuantos de nuestras vidas, sus sonrisas cada mañana cada tarde cada noche se volvió una de las maneras de moverme por la casa y sonreírle yo a él, pero notaba que su apariencia se iba cambiando, su piel se ponía cada vez mas pálida, por las noches cuando lo observaba le costaba respirar, y a pesar de ser un fantasma tocaba su mano se sentían tan frías. Me preocupaba tanto, ¿será que está enfermo?.
Cada día se volvía alegre junto a ese fantasma hiro-san, ya no leía tanto pasaba más tiempo conmigo, tocaba el piano y lo hacía para mi yo era su público, y las noches bueno el seguía caminando por la mansión pero duraba menos tiempo, las platicas con el eran alegres, tranquilas, unas veces tristes, y otras muy extrañas, supongo que por la época, por siempre tenía tiempo para regalarle una sonrisa, mi enfermedad iba avanzado, por momentos el corazón me dolía, por las noches cuando dormía, no podía respirar muy bien, y sentía tanto frio, sentía la leve presión de algo pero era mas como el viento en mis manos.
_hiro-san…- el me miro son el mismo brillo en sus ojos pero con la sonrisa que tenia parecían dos lindos y bellas piedras brillantes.
_¿sí?- me gustaba tanto cuando me llamaba y mas con esa voz, siento que experimento sentimientos ¿es normal en un fantasma?
_¿que pasaría si un hombre se te confesara?- mi pregunta iba mas dirigida para él, me empezaba a gustar y creo que eso es peligroso.
_¿qué pasaría si un hombre se me confiesa?- esa pregunta me tomo por sorpresa, que trataba de decirme con eso- bueno yo… según sea una confesión para mal o para bien, como que tomo mis cosas oh algo así- quería pensar lo menos posible que el sintiera algo por mí, no por el hecho que me molestara, si no que es algo normal, esa pregunta abarcaría en cualquier situación.
_no hiro-san… hablo de que piensas si un hombre te confesara sus sentimientos en un modo amoroso- explique mas la pregunta para que me contestara, yo tenía nervios de su respuesta.
_eso bueno...- creo que no pude evitar sonrojarme, no sé si es una indirecta pero lo pensé, si fueras tu quien me confesara sus sentimientos los aceptaría con mucho gusto- nowaki… creo que según quien sea el que se me confiese.
_bueno si esa es la cuestión… hiro-san me gustas- el abrió los ojos como platos, se veía tan lindo esperaba su respuesta pero su cara cambio a una seria.
_nowaki… espero que no se te olvide que estoy muerto- estaba feliz, pero lo nuestro es algo imposible, el me miro un poco triste.
_eso no cambiara el hecho que me guste por quien eres….¿dime una cosa?- no me rendiría no quería hacerlo.
_¿qué quieres que te diga? -Lo mire serio me dolía tanto el no poder estar con él, también lo quería pero no podía verlo sufrir.
_si alguna vez nos volvemos a encontrar, me darías la oportunidad que te amara sin importar que- se que esa pregunta era algo rara pero no perdía nada.
_no se… pero…. si nos volvemos a encontrar y yo vivo estoy seguro que daría un sí como respuesta- el me sonrió me alegra tanto verlo así, desearía que esto no se quedara en palabras en el aire.
_hiro-san… te amo- él se sonrojo y salió volando hacia afuera de la casa, por los lados de los jardines, yo lo seguí y a pesar de llevar tanto tiempo en este lugar nunca Salí al jardín no sé el porqué, pero al llegar había dos árboles, estaban unidos como su fueran dos manos juntas, las flores en esos árboles eran hermosas a diferencia de las que estaban en la entrada de la mansión, hiro-san estaba parado frente al árbol izquierdo y miraba hacia abajo donde había una lapida, me acerque y él me la señalo con algo de tristeza.
_este es el lugar donde me enterraron- le dijo con voz opaca.
_...- la mire de cerca tenía razón la lapida decía “kamijou hiroki profesor y un gran escritor japonés con mucho por dar, sus palabras y enseñanzas quedaran escritas en cada página de sus libros donde vivirá para ser recordado”- ¿porque estás aquí?.
_quiera estar en el único lugar donde sería recibido… mi hogar, el árbol que está al lado estaba destinado para alguien especial pero… nunca llego- baje la cabeza, mis años a pesar de ser reconocido y admirado, nunca tuve las fortuna de conocer a alguien que me diera la felicidad que necesitaba- nowaki ¿te puedo pedir un deseo?
_lo que tú quieras- no lo dude sea, lo que sea no me importaría lo que fuera.
_cuando mueras, por favor es el que ocupe ese lugar de la persona especial… de esa manera cuando volvamos a vivir, será más fácil encontrarnos- le sonreí el también lo hizo.
_no tenias que pedirlo, lo hare, hare todo lo que tú quieras porque te amo- tenia tantas ganas de abrazarlo pero no serviría de nada.
El mes exacto paso y nowaki no podía moverse de la cama, no podía mover su cuerpo y le costaba tanto respirar que cuando inhalaba era un sufrimiento expulsarlo, su doctor de confianza hizo lo que le mando, ir a la mansión del demonio kamijou, hiroki flotaba de lado a lado, le preocupaba tanto el hecho de nowaki enfermo y inmóvil que parecía muerto.
_nowaki perdóname por no poder hacer nada- el doctor se disculpo con mucho dolor.
_tranquilo es algo que no se puede evitar- nowaki miro al lado izquierdo de la cama donde hiroki permanecía parado viéndolo con ojos de tristeza.
_nowaki el notario no tardara en llegar, y sé que es algo feo de pronuncia y hasta de pensarlo pero donde deseas que seas enterrado.
_...- nowaki sonrió, no se porque pero yo también lo hice.
_deseo que eso pase en el jardín de esta mansión en el árbol derecho- dije tranquilo con dificultan.
_nowaki….- el doctor no sabía que decir.
El notario no tardo en llegar y nowaki tomo la decisión dejar su vienes a orfanatos y clínicas, también le comento el hecho de querer ser enterrado en el jardín de la mansión pero el notario negaba tal petición siendo un espacio privado de kamijou hiroki, un poco enojado, preocupado, triste y hasta con dolor, viendo como de los ojos de nowaki brotaban lagrimas, se fue a la biblioteca de su mansión donde con rapidez escribió una carta en las hojas viejas y desgastadas con tinta y con su sello de afirmación, con rapidez la llevo a la habitación donde a las afueras de ella el notario y el doctor discutían la petición de nowaki.
_nowaki… mírame- lo llame pero se veía tan pálido y sus ojos rojos de haber llorado.
_hiro-san perdóname, perdóname por no poder cumplir mi promesa- no podía parar de llorar quería estar con él pero el simple hecho de la propiedad no me dejaba.
_no tienes que disculparte- le mostré la carta y la guarde en la mesa de noche – dile al doctor y al notario que lean la carta en voz alta- le sonríe y el no entendía el porqué.
_nowaki perdóname pero el notario dice, que sin una carta o sello del propietario el entierro no se podrá hacer en el jardín.
_puedes sacar la carta que está en el cajón- le indique y el no entendió nada yo estaba en las misma, en ese momento llega en notario.
_que es eso que tienes en las manos- le dijo un poco enfadado.
_ni yo tengo la menor idea… nowaki que quieres que haga.
_léela en voz alta por favor- hiro-san seguía parado al lado izquierdo de la cama pero movía de manera nerviosa sus manos.
“ esta carta escrita por mi kamijou hiroki, es una presente del cambio de mi testamento sobre mi mansión, este sigue en pie, de que solo será mía y nadie aparte de mi podrá tenerla, pero una de mis peticiones es que kusama nowaki pueda tener el honor de ser enterrado en mi jardín justo en el árbol derecho, esta es mi petición, y a pesar que dije que mi mansión seria solo mía, pido que dejen la mitad de ella a kusama nowaki la única persona que estuvo conmigo… gracias por su atención”
Firma, kamijou hiroki
El notario y el doctor no cabían de asombro y miedo de la carta, era la misma letra de hiroki y el mismo sello, nadie podía falsificar una firma o la escritura del escritor pero el notario negó con voz de odio.
_ustedes quieren que yo crea esta carta de porquería.
_que trata de decir con eso- el doctor no entendía estaba asombrado.
_que mas, quieren que crea que esta carta es escrita por kamijou hiroki, puede que tenga su firma y su sello eso ahora cualquiera lo falsifica… y tu sabes en los problemas que te puedes meter kusama nowaki.
_yo no hice esa carta, fue hiroki él la hizo- estaba alegre pero la reacción de notario era muy contraria a la mía.
_si como no, no permitiré que te entierren en el jardín entendiste ¡nunca! Y esta carta nadie la sabrá, es mentira que me dirás el fantasma de kamijou esta rondando por la casa ja dile eso a otra persona…- no termino de hablar cuando la habitación empezó tener fuertes ventiscas y los objetos se movían con demasiada fuerza se escucho una vos de enojado y de ira en ella.
_ cállese, usted no tiene derecho sobre mi mansión, nadie lo tiene solo yo y nowaki, juro que si esta petición no se cumple de esta mansión nadie saldrá ¡NADIE¡ se mantendrán encerrados, me harán compañía en esta solitaria y fría casa- no podía mas este hombre dudaba de la carta era lo menos que podía hacer.
_¿quién es?- pregunto asustado el notario.
_soy yo kamijou hiroki- dije en tono alto.
_¿sí? Vaya que susto no soy un niño que se cree esas estupideces sea lo que sea que para.
_je, veamos si no crees lo que te dijo- con suma fuerza lo empuje contra la pared de la habitación ya no razonaba solo quería hacerle daño, todo se nublo ante mis ojos, la cara del notario cambio drásticamente no solo por el empujón si no me miraba de arriba hacia abajo ¿me puede ver?
_¡hiro-san para!- grite me asustaba verlo de esa manera no era la persona que conocía, el a pesar de ser trasparente ante mis ojos los demás ahora lo podían ver, pero no a la manera que yo lo veía antes, este hombre tenía una apariencia gris y ojos totalmente negros y diabólicos tenia garras y hasta provocaba esencias malignas- HIRO-SAN
_...- pare repentinamente no sabía que estaba haciendo, me había metido en un mundo completamente extraño, me acerque nowaki y él me miraba compasivo ¿Qué me había pasado?
_ supongo que son tu aparición confirmarnos que esta carta es real- hablo el doctor.
_¿he?- el doctor podía seguir viéndome, no tarde en responder- si es real quiero que esa petición se cumpla si ya no hay tanto problema.
_no...no los hay- respondió el notario nervioso y con miedo.
_gracias enserio gracias- sonreí no podía pedir más que eso, hiroki me sonríe, parecía que el notario y mi doctor entendía lo que pasaba y salieron de la habitación en silencio para dejarnos solos- hiro-san te amo- espere respuesta pero él nunca la daba no entendía el porqué.
_....- soy un cobarde para estas cosas, la palabra amor nunca la dije ni en mis libros era momento de decirlas pero no podía sencillamente palabras como esas no querían salir de mi boca.
Dos días fueron suficientes para que nowaki muriera llore como nunca, sabía que este día llegaría pero no es lindo ver como la gente se va frente a tus ojos, ese día llovió y a pesar de eso vino bástate gente vestida de negro, mujeres con grandes ramos de flores lo curioso era que cuando le dejaban rosas a nowaki también me dejaban a mí, rezaban por su descanso, en ningún momento vi a nowaki presente en su funeral, solo quedaba una respuesta, que encontró la luz… la gente se iba poco a poco hasta dejar el lugar vacio, en todo ese tiempo nunca vi a nowaki, no supe que hacer corrí por toda la casa y nada ya sin aguantar en todo el centro de mi mansión llore de nuevo.
_nowaki…nowaki ¡NOWAKIIIIIIIII!- se escuchaba el eco de nuevo en esa casa vacía y sin nadie- te amo…te amo- momento muy tarde para decir aquellas palabras el ya había encontrado la luz y yo seguiría metido en esta mansión por el resto de los siglos.
_y yo a ti hiro-san- me duele tanto verlo llorar, antes no sabía dónde estaba y que había pasado no demore en darme cuenta de lo sucedido.
_¿nowaki?- no lo podía creer el estaba frente a mí de la misma forma que yo, casi trasparente pero sus ojos brillaban como nunca , me mostraba una sonrisa tan bella y cálida, no puede evitar salir corriendo para abrazarlo diferencia… poner mis brazos por su espalda .
_hiro-san acompáñame- le dije con amor, el me sonrió y secándose las lagrimas que tenía en sus ojos me dio la mano.
_te seguiré a donde tu queras- del techo una luz blanca ilumina el lugar, y como dos mariposas flotamos hacia arriba convirtiéndonos en dos esferas perladas- te amo y siempre te amare.
_y yo te amo mas- el piano la misma melodía que tocaba hiro-san se escuchaba en ese momento, nos perdimos en la luz dejando la mansión sola.
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ACTUALIDAD
Esta mañana recibí una llamada supuestamente de un notario, me pareció tan raro, que podría tener un simple profesor de literatura con un notario, no muy confiado fui a la oficina y para mi sorpresa me entregaron un testamento ¿raro? era tan viejo y arrugado, pero lo que más me sorprendió era que la firma tenía mi nombre y apellido…. Kamijou hiroki. Al principio le dije tal vez cometió una equivocación pero me dijo que no, buscando en los datos yo era el único que señalaron en toda la información. El notario me paso otro este era más como una carta, en ella decía que la mitad era de kusama nowaki ¿Quién era? Me parecía escuchar ese nombre en algún lugar pero nunca he visto a esta persona, despertó una rara curiosidad en mi.
Tome un taxi la verdad quedaba muy lejos, lo impresionante era este parecía ser un lugar histórico las casa viejas, había posos, faroles grandes, creo que este lugar fue considerado histórico por su arquitectura vieja y los muchos artefactos que se utilizaba en ese tiempo, también es un lugar turístico se veía a gente tomarse fotos ante los objetos del lugar, seguí mi camino directo a la mansión que me menciono el notario y era cierto era grande con grandes ventanas, cortinas muy malgastadas pues desde donde estaba se veían huecos, los arboles tenían pocas hojas, la puerta de la entraba estaba abierta ¿alguien entro?, entre sin pensarlo.
_hola… ¿hay alguien?- si había alguien era alto muy alto, sus cabellos eran negros y miraban las escaleras que se dividían en dos.
_si perdona….- me sorprendí tanto que alguien hablara tras de mí, era un hombre de cabellos castaños claro, el cual camino para acercarse a mi sus ojos era lindos del mismo color que su cabellos, me pareció tan conocido ¿de dónde?
_discúlpame debí de asustarte, soy kamijou hiroki- me presente mirándolo de cerca sus ojos eran azules y uno muy profundo que podía ahogarme de solo verlos, brillantes, serenos amables ¿Quién era?
_mucho gusto soy kusama nowaki- le extendí la mano él la recibió sin pensarlo al instante sentimos una pequeña corriente que nos hizo reír.
_jaja el gusto es mío kusama.
_dime nowaki… ¿dime que buscar por acá? No has escuchado que en este lugar murieron dos personas- él se asusto no sabia.
_¿murieron dos personas?- woooooo y yo viviendo para que me echen una maldición.
_si, pero… lo curiosos es esto- lo agarre de la mano él se sonrojo y me siguió al patio donde dos árboles unidos por sus ramas y las hojas con sus flores que parecían estratégicamente ubicadas para decorar el bello jardín, hay fue donde le mostré dos lapidas, el se agacho para mirarlas de cerca.
_kamijou hiroki xxx-1845 y kusama nowaki xxxx- 1965…- me asuste que podía decir me daba escalofríos pensar en cosas raras, ¿como el porqué ellos están enterrados en el mismo jardín el uno junto al otro? ¿Cómo se conocieron si se llevan casi un siglo de diferencia? No entiendo nada nowaki seguía sonriendo- ¿Qué significa esto?
_hum… bueno se dice que kamijou murió hace mucho pero que su fantasma seguía rondando por las mansión, pero a pesar de esos años en soledad y los rumores de un demonio o fantasma, kusama prefirió durar su último mes de vida en esta mansión donde lo conoció- me gustaba la historia decían que era mas un mito o una leyenda para mi era algo real – dicen que se enamoraron y que kamijou le dio el honor de ser enterrado junto a el
_no sabía… supongo que…- no sabía que decir.
_sé que es falta de respeto preguntar esto pero,¿ que hará con la mansión?- hice la pregunta rápido se notaba pensativo.
_bueno, lo correcto sería dejarla como esta, me parece más lindo la idea de que esto es como una historia de amor a una de terror – y era verdad no era tan fea la historia- ¿y tú? ¿Qué piensas hacer?
_lo mismo que tu dejarla como esta- no dije nada mas el camino directo a la salida de la casa al igual que yo- bueno supongo que adiós.
_si… adiós- me voltio estaba cerrando la puerta mientras nowaki seguía caminado alejándose de la mansión, algo me decía que no bebía ser así.
_¿te gustaría tomar un café?- dijeron los dos al mismo tiempo.
_jaja si me gustaría, nowaki- el me sonrió de oreja a oreja que linda sonrisa, cuando estaba a punto de cerrar por fin la puerta pude escuchar unas voces,
_te amo y siempre te amare
_y yo te amo más-
Se empieza a escuchar un piano abrí la puerta pero nada… que mas da de seguro entre las paredes de esta mansión su historia quedo marcada en cada rincón de ella.
FIN ^u^