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You changed me (YoonMin) por MintYoongi

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Notas del capitulo:

Primer capítulo. Antes que nada les quiero mencionar un poco las personalidades y el estilo que llevarán.

Yoongi: 23 años. No le gusta socializar, debido a un incidente en la niñez desconfía de las personas. Odia los problemas y prefiere estar solo.

Su estilo de cabello es como en el MV de RUN 

Jimin: 19 años,estudiante. Es hiperactivo, le gusta molestar y divertirse.Es un niño mimado. Entra a trabajar en la cafetería para demostrarle a su pade que no es ningún inútil.

Su estilo de cabello es como en el MV de Bulletproof

 

Para finalizar, espero que les guste, si puede ser posible dejen REVIEW, me interesan mucho sus opiniones. Disculpen que sea un poco corto este primer cap. pero es una intro. Y disculpen si el texto se chingeó al pasarlo... ._.U

Actualizaré cada viernes! 

La cafetería “Mouse Rabbitt” estaba repleta de gente ese viernes. Mayormente lleno de jovencitas que acababan de salir de sus clases, era notorio ya que llevaban sus uniformes. Era un día perfecto para tomar un café caliente, afuera hacía frío y el viento soplaba con intensidad.

            Un joven de cabellos color menta corría de un lado a otro, atareado, llevando y trayendo sobre la bandeja tazas de té, café, jugos y pasteles. Aquellos postres tenían tan buena pinta que daban ganas de comérselos ahí mismo, pero a pesar del delicioso aroma que desprendían, debía controlarse.

            Estando dentro de la cocina, se detuvo durante un momento, miró a su alrededor y se sentó en una banqueta de madera. Llevaba así desde las tres de la tarde, aún le quedaba completar el turno hasta las ocho y media de la noche. Estaba bastante acostumbrado a este tipo de cosas, pero hacía ya un tiempo que no veía tanta clientela venir de improvisto, a lo mejor era porque las clases estaban por acabar. Después de tomar un poco de aire se volvió a levantar, miró el pedido que tenía anotado en su pequeña libreta y con bandeja en mano se marchó.

            Se acercó hasta una de las mesas que estaban cercanas a la ventana, unas muchachas de entre unos quince y dieciséis años se quedaron mirándolo con una sonrisa tímida. Yoongi puso el pedido sobre la mesa, y les devolvió la sonrisa, algo forzado.

            -Disfruten sus cafés chicas.- Se volteó y su sonrisa se borró de inmediato.

            Odiaba hacer ese tipo de cosas, sonreír a los demás, hablarles, todo. No le gustaba socializar, si bien debía tomar esa actitud en su trabajo, fuera de él era totalmente diferente. Podría decirse incluso que parecía que le daban asco las personas, pero no llegaba a tal extremo, simplemente no le gustaba.

            Las muchachas a las que les acababa de servir rieron divertidas; la mayoría iban a verlo a él, eso lo sabía, y se sentía bastante molesto, se sentía acosado. Su jefe se había dado cuenta desde que habían abierto el lugar que la clientela empezaba a ser cada vez más joven cuando contrató a Yoongi. Era un muchacho apuesto, y esa sonrisa que les regalaba las hipnotizaba, aunque claro, ellas no sabían que era una sonrisa falsa, una máscara. Pero mientras cobrara un buen suelo, ya poco le importaba hacerlo.

            Llegaba la tarde y la cafetería comenzaba a vaciarse, apenas eran las siete y media y ya no había casi nadie. Yoongi se dedicó a mirar por la ventana, parecía estar distraído mirando pasar a la gente. Ya estaba bastante oscuro afuera y seguramente haría mucho frío.

            -Ey, Yoongi.- Lo llamaron desde el mostrador.

            El joven se volteó algo sobresaltado, miró hacia aquella dirección y vio a su jefe quien le indicaba con la mano un gesto de acercamiento. Dio unos pasos hacia delante hasta quedar frente al otro muchacho. Los cabellos de color negro azabache le caían apenas por su frente, estaba algo despeinado, pero supuso que ese estilo iba con él.

            -Hiciste un buen trabajo hoy.- Lo felicitó dándole una palmada en su hombro.- Espero que el lunes vengas con mucha más energía aún.- Concluyó sonriendo.

            Yoongi estaba algo confuso, le agradeció por la felicitación, él siempre se esforzaba al máximo y que su jefe lo reconociera lo ponía bastante contento. Aunque nunca le habló de aumentarle la paga.

            -¿Por qué lo de la energía, las ganas….?- Preguntó confundido.- ¿Debo esforzarme más?

            Yesung sonrió divertido y negó con su cabeza. Yoongi seguía sin comprender.

            -Verás…. Es que el lunes te tengo una sorpresa.

            ¿Sorpresa? ¿Qué sorpresa? Pensó. Entonces divagó en la idea de que a lo mejor, quizás a lo mejor… la sorpresa era un aumento salarial, justo lo que necesitaba. Eso sería jodidamente genial. Había estado trabajando durante mucho tiempo, ya era hora de ser recompensado, se dijo a sí mismo. Así que se quedó un rato mirando a su jefe esperando que le adelantara algo de información sobre aquella “sorpresa” pero Yesung sólo le sonrió y le dijo que se marchara, que hoy cerraría él el local.

            Se dirigió hasta el vestuario y se cambió. Se puso su gabardina color marrón larga hasta el piso, su gorro y se cubrió totalmente con una bufanda. Afuera estaba tremendamente fresco, como se lo había imaginado. Odiaba el frío.

            Caminó hasta su departamento, no estaba muy lejos del local, cosa que realmente agradecía, nunca quiso tener que gastar en transporte ni tampoco tener que esperar durante más de media hora el bus. Apenas pasaron veinte minutos cuando se encontraba en la puerta de su casa, había llegado rápido. Sacó sus llaves y abrió la puerta, dejó su gorra y bufanda en una mesada de madera y colgó su gabardina en un perchero junto a la puerta. Mientras se quitaba los zapatos, pudo oír un ruido particular un ruido que ya conocía bastante bien. Arrastró sus pies hasta el living y entonces lo vio, roncando, tirado en el sillón en una postura algo incómoda con los brazos cruzados sobre su pecho y un libro abierto sobre su rostro.

            -Este chico…- Se dijo a sí mismo.

            Aquel joven era Seokjin, su compañero de piso. Hacía un año que vivían juntos, pero aún no se tenían una confianza de amigos, sólo eran eso, compañeros. Yoongi tampoco se molestaba mucho en tratar de conocerlo mejor, le daba lo mismo, a pesar de que le cayera bien nunca tuvo las ganas de que se llegara a convertir en su amigo. El otro joven de cabello castaño estaba demasiado ocupado en sus estudios y trabajo como para entablar una amistad con Yoongi, aunque en el fondo le gustaría.

            Yoongi pasó a la cocina, que estaba pegada al living y abrió uno de los muebles, esperando encontrar algo que fuera a llenar su estómago. Rebuscó entre algunas latas y encontró ramen. Amaba el ramen, era algo rápido de cocinar y sabroso, no le llevaría mucho tiempo en prepararlo. Tenía que admitir que era bastante holgazán con respecto a la cocina. Abrió el paquete, sacó una olla y abrió los cajones buscando sus palillos. El castaño, que estaba roncando como un oso, se había despertado; su compañero estaba haciendo tremendo escándalo. Se quitó el libro que tenía sobre su rostro y se sentó en el sillón, perezoso refregándose los ojos.

            -Hoy saliste antes.- Dijo con voz ronca mirando a su compañero.- Sabes, te agradecería que no hicieras tanto ruido, eres bastante escandaloso.

            El otro no contestó y siguió con su ramen. Seokjin se levantó y fue a husmear que era lo que estaba haciendo, era algo curioso. Yoongi lo miró de reojo y suspiró.

            -No me des más lecciones de cocina, ¿me oyes?

            -Okey.- El castaño levantó sus manos e hizo una mueca divertida.- Sólo quería ver cómo quemabas todo.

            Yoongi lo fulminó con la mirada, sabía que no era el rey de la cocina, pero no era necesario recordarle todo el tiempo que era un tremendo desastre. El joven castaño se alejó y tomó el libro que había dejado tirado en el sillón. Se volvió a sentar y soltó un largo suspiro que hizo a Yoongi girarse y mirarlo.

            -¿Tienes alguna prueba?- Preguntó curioso.

            -En realidad… tengo unas tres.- Dijo divertido.

            -Eso suena muy entretenido.- Bromeó Yoongi mientras metía los fideos en la olla.

            -Y tú…¿cuándo vas a ir a la universidad?

            Un silencio sepulcral se acentuó en el living. Seokjin se dedicó a mirar su libro nuevamente, esperando una respuesta por parte de su compañero, pero el otro parecía haber ignorado su pregunta ya que se había apoyado sobre la encimera a leer el periódico que había dejado en la mañana.

            -¿No debí preguntar?- Infló sus cachetes mirándolo de reojo.

            -No.- Respondió el otro con sequedad.

            A partir de ese momento, los dos jóvenes parecían no tener algún otro tipo de tema sobre el que conversar, asique cenaron cada uno por su cuenta y Yoongi se marchó a su habitación, mientras Seokjin se quedó en el living estudiando.

            Lo único en lo que pensó Yoongi toda la noche fue sobre el lunes y esa sorpresa que le esperaba. Y sí…esperaba que fuera dinero.

Notas finales:

Seguramente suba el cap2 pronto ya qu este fue cortito.

GRACIAS POR LEER! <3


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