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You changed me (YoonMin) por MintYoongi

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Notas del capitulo:

-Les tira el cap 10 y huye-

 

PD: como subí dos capítulos pues entonces el próximos viernes no subiré nada....okno, es broma :V

Cap 10

                Los dos se observaron por un corto lapso de tiempo y enseguida sus bocas se fueron acercando lentamente. Rozaron apenas sus labios y la boca del menor se abrió, queriendo adentrarse en la otra y, sin pedir permiso para hacerlo sus gruesos labios se fundieron con los de Yoongi, sus bocas encajaban tan bien una con la otra que parecía mentira. Lo labios de Jimin se sentían tan esponjosos y sabrosos que al mayor lo estaban volviendo loco.

                Las finas y delicadas manos de Yoongi pasaron a subir por toda la espalda desnuda del menor hasta la nuca; lo agarró con fuerza y lo apretó más contra su rostro. En ese momento ambas lenguas ya se estaban encontrando, moviéndose enérgicamente de un lado a otro, saboreándose mutuamente.  Jimin no podía evitar sentirse totalmente excitando, sintiendo aquellas bocas pegadas, besándose con descontrol, oyendo como la respiración de ambos se aceleraba. Se estaba dando cuenta de que se prendía más con aquel tipo que con las chicas que había estado antes y eso en algún rincón de su ser lo asustaba.

                Sus rostros se despegaron pero sin alejarse, estaban nariz con nariz, Yoongi mirando los rojos labios de Jimin y viceversa. En la cabeza del mayor sólo pasaban ideas que lo llenaban de morbo, hacía mucho que no estaba con alguien, es más, creería que ya se había vuelto totalmente asexual y eso, por un lado, le pareció ridículo y gracioso a la vez. Pero esto sólo iba a ser una noche, nada más. Después ese niño bonito se largaría.

 

-Oye…- Dijo Jimin tomando aire, sin despegar su mirada de aquellos finos labios.

 

-Qué.- Lo miró a los ojos.

 

-¿Hace rato no besas a alguien?

 

                El mayor entrecerró sus ojos y quitó las manos de la nuca del menor, las bajó hasta su espalda y le dio bruscamente la vuelta; ahora él estaba arriba del pelinegro.

 

-Eso no es asunto tuyo.- Mordió el labio inferior de Jimin y seguido se relamió.

 

                Se incorporó para poder quitarse su camisa y la tiró lejos de él. Jimin observó el pálido torso del mayor, ese cuerpo le parecía tan delgado y delicado como la misma porcelana. Pasó sus manos por él como si tuviera el permiso de hacerlo libremente. Yoongi enseguida agarró las manos del menor y las quitó, poniéndolas a ambos lados de su cabeza. Jimin abrió los ojos algo sorprendido.

 

-Nada de caricias.-Dijo firme.

 

                Jimin quiso fruncir su ceño, pero por alguna razón no lo hizo y sólo asintió lentamente, al fin y al cabo el que sabía más del asunto parecía ser Yoongi. Y esto no iba a ser más que una nueva experiencia para él. Nunca en su vida se imaginó siquiera estar en una situación así, le habría dado reverendo asco, pero el mayor le parecía muy atractivo, hermoso, su rostro era tan lindo como el de una mujer.

                La lengua del mayor comenzó a pasearse por el cuello de Jimin, bajando hasta su pectoral y parando en su pequeño pezón, donde empezó a lamerlo sin detenerse. Jimin sintió escalofríos y su respiración jadeante volvió a hacer presencia. Creyó conveniente no hacer mucho ruido ya que recordó que estaba el compañero de Yoongi en la otra habitación.

 

-O..oye- Dijo con dificultad.

 

                El mayor se despegó y lo miró irritado.

 

-¿Por qué hablas tanto?

 

-Es que…¿no te importa que tu amigo nos oiga?

 

-Ah…- Rodó los ojos y subió hasta su rostro.- Te taparé la boca con cinta.

 

                A Yoongi ya no le interesaba si Seokjin los oía o no. Con haberlos visto de aquel modo y dándose cuenta de que Jimin no se había marchado de su cuarto, podía anticiparse lo que pasaría. Aparte de que él en alguna ocasión tuvo que aguantar oír gemidos salir del otro cuarto y nunca se  había quejado, y eso Seokjin lo sabía, asique nada podía ir a reclamar.

 

-Es broma, ¿no?

 

-¿Podrías callarte un poco?.- Le tapó la boca con su mano.- Me estás irritando.

 

                Jimin pasó sus ojos por la mirada asesina del mayor, como si intentara decirle algo. Yoongi cerró los ojos y negó con su cabeza; era la primera vez que estaba con alguien tan charlatán.

 

-Ahora, silencio.

 

                Bajó sus manos hasta el pantalón de Jimin y lo desabrochó, le daba pereza tener que hacerlo de nuevo. Se lo quitó del todo y después él se sacó los suyos. Los dos quedaron medio desnudos uno frente al otro, y al pelinegro parecía haberle dado algo de vergüenza porque en cuanto observó al mayor sin pantalones su cara se tornó roja. Yoongi en cambio se veía tranquilo.

 

-¿Quieres ir directo a la acción?.- Le preguntó susurrándole.

 

                Jimin no respondió, se sintió mareado con aquella voz ronca entrando por su oído. Sus ojos se cerraron con fuerza cuando notó cómo Yoongi jugaba con su mano en la parte baja de su abdomen y de pronto comenzaba a quitarle su bóxer dejando su excitado miembro al aire.

                El mayor se deprendió también de su bóxer y el pelinegro se sintió tan avergonzado que quiso taparse los ojos. Por un instante se detuvo a pensar en lo tierno que se veía de ese modo y que era un pendejo queriendo hacerse el duro. Agitó su mente y comenzó a lamerle el cuello mientras su traviesa mano iba hasta el miembro del menor.

                El pelinegro ya sentía como su entrepierna se acostumbraba a aquellas finas manos, al ritmo que le daban y el impulso de mover sus caderas para poder sentirlo más lo estaba matando. Yoongi lo notó totalmente sumiso y metido en el clímax que pensó que ya sería el momento.

                Llevó dos de sus dedos hasta la boca de Jimin y éste lo miró confuso.

 

-Lámelos.- Le dijo en un tono de obligación.

 

                Jimin abrió apenas sus labios y los dedos fueron introducidos en su boca, sintió el sabor de la piel y lo mezcló con su saliva, empapándolos. Yoongi observaba como sus dedos se iban adentrando en la boca del menor y éste soltaba algún que otro gemido; le era tan excitante observar aquella acción que se imaginó cómo sería si Jimin estuviera haciendo eso en su parte baja.

                Sacó sus dedos empapados y los llevó hasta la entrada del pelinegro, trató de hacerlo lo más rápido posible pero en cuanto intentó meterlos la cara de Jimin fue de espanto.

 

-Joder, eso duele.- Se quejó cerrando sus ojos.

 

-Es lo normal.- Los fue empujando lentamente mientras veía la cara de sufrimiento del otro.-¿Te arrepientes?

 

-No.-Dijo con dificultad.- Te dije que lo hagas, lo aguantaré.

 

-Si tuviese lubricante sería más fácil…-Pensó fastidiado.

 

                Siguió abriéndose camino por la cavidad del menor mientras éste no podía evitar apretar sus dientes, nunca había sentido un dolor así, pero tenía y quería aguantarlo, su palabra ya estaba dicha y Yoongi tampoco parecía que fuera echarse atrás por verlo quejarse; Los llevó hasta su fondo y comenzó a moverlos lentamente para así acostumbrarlo y, sin previo aviso los sacó de golpe e introdujo un tercero, Jimin estuvo a punto de gritar, era obvio, pero Yoongi fue rápido y enseguida lo besó; lo hizo tan fogosamente que el grito se transformó en gemidos.

                Yoongi sacó sus dedos después de haberlos movido dentro de Jimin y rebuscó en su mesa de luz un condón. Se lo puso de inmediato y sin más se dispuso a entrar en el pelinegro. Le abrió sus piernas para tener mejor acceso y lo tomó por las caderas. Jimin seguía con sus ojos cerrados y con sus puños agarraba con fuerza las suaves sábanas de la cama.

                El mayor lo miró por unos segundos, agarró las caderas con fuerza y empujó las suya contra el menor. Lo hizo de forma lenta pero constante, no quería perder su excitación por estar siendo paciente con el trasero virgen de Jimin. Entró y salió del pelinegro con cuidado y a medida que los segundos pasaban aumentó el ritmo. Quitó una de las manos de la cadera y la bajó al miembro erecto de Jimin y comenzó a masturbarlo al ritmo que entraba y salía de él.

 

-Ahh…Yo..Yoongi.-Gemía Jimin con una voz temblorosa.

 

                La mirada del mayor estaba fija en aquellos gruesos y esponjosos labios, en esa boca abierta de la que salían aquellos excitantes sonidos. La cara de Jimin estaba roja y podía notar como una gota de sudor caía por su mejilla, o quizás eran lágrimas, pero fuera lo que fuera Jimin lo estaba disfrutando.

                Ahora su cadera chocaba contra Jimin con fuerza, penetrándolo sin piedad y calentando su miembro mucho más que antes. Yoongi tampoco pudo evitar soltar de su garganta aquellos gemidos que quería ahogar, le fue imposible. Con su mano libre alzó las caderas del menor y lo embistió con algo de violencia; hacía tiempo que no había tenido sexo y de algún modo sentía que con Jimin se estaba descargando y eso lo disfrutaría al máximo.

 

-Yo…Yoongi, me…

 

                Sin terminar su frase, los dos sintieron como estaban a punto de llegar. Yoongi dio sus últimas estocadas al ver cómo la espalda de Jimin se arqueaba y echaba su cabeza hacia atrás con su boca totalmente abierta. Jimin soltó un fuerte gemido al llegar al climax, sintiendo también como Yoongi lo había hecho apenas salir de él. Se sintió también terriblemente pegajoso y sudoroso.

                Yoongi se quedó un instante sobre Jimin, con sus brazos temblorosos apoyados a ambos lados de la cabeza del pelinegro; su respiración estaba entrecortada, tratando de conseguir y reponer su oxígeno. No aguantó por mucho tiempo y se acabó desplomando encima del menor; al estar pecho con pecho pudo sentir como el corazón de Jimin estaba acelerado incluso escuchó sus latidos. Alzó su cabeza y observó cómo los ojos de Jimin estaban cerrados y relajados, sus cachetes rojos y sus labios algo hinchados, ese chico se había quedado totalmente dormido. Le pareció absurdo y se quitó de arriba de ese tentador cuerpo y se tiró al costado, mirando hacia el techo.

 

-Eso sí que fue rápido.-Se dijo así mismo algo decepcionado.

 

                Giró su rostro y vio al menor, con la boca abierta, respirando profundamente. Se preguntó por qué se había dejado engatusar de aquel modo, cuando tranquilamente podría haberlo ignorado, pero algo lo hipnotizó. Quizás era su atractivo, Jimin le parecía lindo, un chico apetecible; había algo que lo hizo pensar que ojalá fuera un poco más maduro y menos niño.

Volvió la vista al techo y cerró sus ojos, dejándose llevar por el sueño.

 

Eran las diez y media de la mañana, la ventana estaba cerrada, todo estaba oscuro en el cuarto. La ropa de Jimin estaba toda tirada por el suelo, la cama estaba desordenada, todo era un desastre.

Los ojos del menor se fueron abriendo lentamente, sentía como le costaba, tenía los ojos pegoteados del sueño. Miró a su lado, estaba vacío. Yoongi se había levantado mucho antes que él, debía trabajar, y eso le hizo acordar a sus clases. Ya era el segundo día que estaba faltando y eso no era bueno para él. Se levantó de golpe y, al estar de pie, su cuerpo dolió a horrores. Se quedó medio paralizado y volvió a caer en la cama, pegando un grito de dolor. Se revolcó sobre la cama, girando de un lado al otro mientras mordía su labio. Nunca pensó que algo fuera a dolerle tanto, a pesar de que lo disfrutó en su momento, las consecuencias eran desagradables. Maldijo un buen rato y se volvió a parar con cuidado, buscando cada una de sus prendas. Se las colocó y salió del cuarto. Echó un vistazo por el pasillo y al final, donde estaba ubicado el living, había una sombra que parecía estar acercándose; se medio escondió tras la puerta, sin dejar de mirar. Seokjin caminaba hacia su dirección, con una taza en la mano, parecía estar distraído porque iba mirando al suelo. Jimin no sabía qué hacer, si cerrar la puerta y esconderse o sólo salir de allí. Antes que pudiera hacer algo, el castaño se detuvo y ambas miradas de encontraron.

 

-Oh…-Alzó sus cejas.-Buen día.

 

Jimin se quedó callado, la vergüenza volvió a apoderarse de él al pensar que ese chico seguramente lo había escuchado gemir desde el otro lado de la habitación.

 

-Perdón por lo de ayer.-Dijo Seokjin con una sonrisa de pena.- No sabía que Yoongi estaba con alguien. Osea nunca trajo a nadie, es raro. ¿Quieres un café? ¿Están saliendo?

 

-¿Qué?-Jimin alzó la voz y abrió por completo la puerta tras la que se escondía.-¿Nosotros? No.

 

-Ah, entonces ustedes sólo…-El castaño se calló y tomó un sorbo de café mientras movía sus cejas insinuando algo.

 

Jimin se puso rojo y su corazón empezó a latir, quiso salir de aquel lugar cuanto antes y no toparse nunca más con ese castaño.

 

-Ja ja ja. No me mires así.- Le dijo el mayor divertido viendo su cara de atontado.- ¿Un café?

 

Seokjin se alejó hasta la cocina y le preparó un café al menor sin que se lo pidiera. Jimin lo observó y al rato se acercó para tomar la taza; se dijo que sólo era un café y en la noche no había comido nada, su estómago le demandaba alimento. Se sentó en una banqueta y comenzó a tomar aquella bebida caliente y azucarada que reconfortaba a su estómago. Seokjin se sentó a su lado y lo miró de forma tierna, Jimin lo vio de reojo algo incómodo.

 

-No nos presentamos adecuadamente.- Sonrió el castaño.- Soy Seokjin, compañero de Yoongi hace un año. Un gusto.

 

El menor dudaba de si confiar en aquel chico o no, pero de todos modos no parecía mala persona, le había preparado café siendo un desconocido, con eso se ganó un punto.

 

-Yo soy Park Jimin.- Le dijo.- Igualmente, un gusto.

 

La confianza que se había tomado Seokjin con Jimin era por puro interesé. Le parecía que podía averiguar algo más de Yoongi con aquel niño ya que era su compañero de trabajo, pero lo que no sabía es que Jimin conocía menos que él.

 

-Y dime…-juntó sus manos y las apoyó sobre su mentón.- ¿Cómo es Yoongi en el trabajo?

 

-¿Cómo es?-Jimin rió.- Un amargado de mierda…

 

-Oh…- Seokjin volvió a sonreír.- ¿Qué pasa, no se llevan bien?

 

Jimin lo miró durante un momento y le negó con la cabeza. Después volvió a sorber su café.

 

-Osea, ¿se llevan mal, pero se acuestan?

 

El menor escupió el café, mojándose su camisa. Se maldijo a sí mismo mientras se limpiaba con una servilleta. Después vio al castaño de reojo, la verdad es que le estaba molestando tanta pregunta estúpida. Dejó la taza sobre la encimera y se levantó de sopetón, sin darse cuenta de cuanto dolía su cuerpo, se mordió la parte interna de su boca para contener otro quejido.

 

-Oye, no te enojes.- Se incorporó y lo siguió a paso rápido.

 

-Me voy, gracias por el café.

 

Jimin abrió la puerta y salió, cerrándola con fuerza, provocando que el castaño se sobresaltara.

 

-A lo mejor no debí decir eso.- Seokjin rascó su nuca apenado.

 

Jimin caminó con rapidez, sus piernas se sentían cansadas, pero estaba molesto y no podía evitar expresarlo con su cuerpo. Daba fuertes pisotones; la gente que pasaba por su lado se giraba a mirarlo. No le gustaba que lo miraran así, pero sólo siguió caminando, quería llegar a su casa, encerrarse en su cuarto y dormir hasta mañana. Sintió algo extraño que recorría su cuerpo. Aquella pregunta que le había hecho el castaño volvió a su cabeza y se sonrojó de nuevo.

 

-Joder, Jimin, basta.-Se dijo así mismo parándose frente a una vitrina para observarse.-¿Por qué mierda me sonrojo? Estúpido…Yoongi.

 

El sonido de su celular lo sobresaltó. Rebuscó en el bolsillo de su chaqueta y contestó.

 

-¿Diga?

 

-Park Jimin….-La voz de su madre se notaba irritada.-¿Dónde andas?

 

-Mamá…- tragó saliva y pensó por un momento qué debía decirle.- Yo…

 

-Basta de mentir Jimin, ya es el segundo día que estás faltando a clases, ¿en qué andas metido?-El tono de voz de la mujer subió.- Taehyung me dijo que no andaba contigo, ¿con quién andas?¿por qué no vienes a casa en la noche?

 

Jimin rodó los ojos molesto, su madre era realmente protectora y pesada;  También se sintió algo traicionado por Taehyung, pero en ningún momento le comentó que andaba en casa de Yoongi, teniendo sexo con él, claro que no. Respiró hondo y mantuvo la calma para no colgar la llamada.

 

-Mamá, estoy de camino a casa.- Suspiró mientras retomó sus pasos.

 

-Más te vale porque tu padre quiere hablar contigo.- Dijo para finalizar y cortó.

 

Jimin se quedó con el celular pegado a la oreja, sólo escuchando el pitido de la llamada finalizada. Se quedó en silencio al oír que su padre quería hablar con él.

 

-¿Qué mierda querrá?

 

 

 

               

               

 

 

 

 

Notas finales:

GRACIAS POR LEER!! <3

 

Nos vemos en el cap 11 y ahí conocerán a una persona muy desgradable >:C

PD: me encanta que Jin sea un metiche DASDSA


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