Cap 11
Jimin abrió la puerta de su casa y se encontró con su madre, estaba cruzada de brazos sosteniendo un bolso color rojizo. Parecía que iba a salir a algún lado porque estaba muy bien vestida o a veces simplemente le gustaba andar así por la casa. Su mirada no era para nada de alegría, estaba muy enojada con su hijo. Jimin se quedó mirándola un momento y después siguió caminando.
-¿Dónde está papá?-Preguntó el pelinegro observando el salón.
-Está en el comedor…
La voz de la mujer sonó algo ronca. Le señaló la dirección de la sala como si no supiera que estaba en su propia casa. Jimin abrió la puerta corrediza y entró. Sentado, en la otra punta de la mesa su padre estaba mirándolo de forma desagradable; estaba lleno de papeles y cosas que seguramente serían de su trabajo. Sostenía un celular sobre su oreja y hablaba en un tono de voz imponente, seguramente el que estaba al otro lado del teléfono se sentía intimidado porsus duras palabras. El pelinegro se acercó lentamente hasta una de las sillas y se sentó, se quedó mirando a su padre hasta que terminó de hablar y colgó la llamada.
-Park Jimin…-Dijo el hombre.- ¿Qué pasa contigo?
Jimin se quedó en silencio mirándolo con el ceño fruncido.
-Contéstame carajo.- Dio un golpe en la mesa y el otro se sobresaltó.
-¿Qué pasa de qué?-Le contestó con desgana.
El hombre bufó molesto y cerró sus ojos con fuerza.
-No te hagas el idiota. Tu madre me dijo que es la segunda vez que faltas a clases y no vienes en la noche. ¿Te piensas que me divierte tener que cancelar mis reuniones para venir a decirte esto?
-No era necesario que vengas.-Le dijo cortante.- No soy un niño…
-No, no eres un niño.-Se detuvo y lo observó.-¡Eres un pendejo inútil!. ¿Acaso crees que tus estudios son baratos para estar desperdiciando el tiempo quién sabe haciendo qué?
-¡Nadie dijo que tuvieras que pagármelo!-Se levantó de su asiento.- Para eso estoy trabajando…
-¿Ah, enserio?-Rió con desagrado.- ¡No vas a durar ni un mes hijo! Siempre fuiste un descuidado, no sabes hacer nada bien.
La madre del pelinegro se asomó por la puerta, la conversación se estaba elevando de tono y volviéndose violenta. Se asustó y entró para interrumpir. Se acercó hasta su marido y apoyó sus finas manos recién terminadas de una sesión de manicura sobre los anchos hombros.
-Cariño, por favor no grites.
-No te metas mamá.- Le dijo Jimin desde el otro lado de la mesa.
-Jimin, cállate.-Se paró de su silla.-Más vale que a partir de ahora hagas las cosas bien, si vuelve a pasar algo voy a tomar serias medidas.
-Ja ja ja.- Jimin rio, sus ojos se estaban aguando de la rabia que sentía, tenía ganas de llorar.-¿Desde cuándo te importó mi vida, eh?
El menor dio media vuelta y salió del comedor cerrando la puerta de sopetón. Esta vez subió corriendo las escaleras y se encerró en su cuarto. Cerró las cortinas y se quedó en la pura oscuridad, en silencio mientras sus lágrimas caían. Odiaba a su padre. Siempre lo humillaba, le hablaba de mala manera y lo trataba de niño. El pacto que habían hecho donde él entraría a trabajar para demostrarle que no era ningún inútil sentía que no serviría de nada. Tenía ganas de largarse de allí, abrir la caja fuerte del despacho de su padre, robarle todo el dinero y desaparecer.
-No lo aguanto…- Dijo hundiendo su cabeza sobre la almohada.
Durante la noche Jimin no había dormido, ni salió en todo el día de ayer de su cuarto, pero tampoco nadie fue a ver cómo estaba, ni siquiera su madre se dignó a pasar a golpear su puerta y decirle que saliera a comer algo. Estaba totalmente enrabietado.
Miró su celular con apenas batería, eran las 06:55 am, genial. Debía ir a clases sí o sí más allá de lo que su padre le hubiera dicho, que poco le importaba. Se levantó y lavó su cara unas tres veces, tenía unas horribles ojeras pero no le interesaba. Se vistió y tomó su mochila. Salió a paso lento de su cuarto y llamó un taxi para que pasara a buscarlo. Sólo pensó en la mierda de día que tendría que soportar hoy.
Ya en la universidad, Jimin había pasado la primera clase somnoliento, la lección fue aburrida y en esa asignatura no se hablaba con nadie. Estuvo buscando a Taehyung, pero no logró encontrarlo, necesitaba a su amigo en estos momentos. Salió en la hora libre hasta el campus; allí lo vio, sentado en posición indio leyendo un cómic. Se acercó a él y se sentó a su lado.
-Hola, Tae.
-Hola…- El pelinaranja lo miró de reojo.
Siguió leyendo su cómic sin prestarle mucha atención a su amigo. Jimin volteó a verlo con el ceño fruncido.
-¿Qué mierda te pasa?
-¿A mí?-No lo miró.- Nada, ¿a ti?
Jimin le dio un golpe en el hombro y Taehyung lo miró enojado. Cerró su cómic y lo guardó en su mochila.
-¿Por qué me pegas imbécil?
-¿Por qué estás así conmigo?-Le volvió a pegar.-¿Qué te hice?
Taehyung cerró los ojos para contener el golpe que tenía ganas de darle al pelinegro. Suspiró de forma violenta y lo miró.
-A lo mejor porque resulta que ahora sales con alguien y no me lo dices.
-¿Pero qué mierda estás diciendo Taehyung?
Un silencio se adueñó del pelinaranja, no quería decirle que lo había seguido cuando lo vio de la mano con el mayor, eso iba a sonar muy acosador. Antes de poderle decir algo, un joven de cabello negro, con una enorme sonrisa radiante se acercó a ellos; se quedó mirándolos.
-Hola, tanto tiempo.- Se sentó sin que nadie lo invitara.
Jimin miró a aquel chico; no podía soportarlo. Era Hoseok. Ambos se llevaban como perro y gato, pero era amigo de Taehyung asique había situaciones en las que debía aguantarlo. Lo que no soportaba de Hoseok es que parecía tener una obsesión con el pelinaranja y a Jimin eso no le gustaba, sentía que le intentaba quitar a su mejor amigo.
-Hola, Tae.-Dijo Hoseok pasando su brazo por los hombros del chico.
-No hagas eso.- Le quitó el brazo de inmediato y su cara se sonrojó.
-¿Ahora te da vergüenza?-Se rio.- Que idiota eres Tae.
-No le digas idiota.- Interrumpió Jimin.- Sólo yo lo insulto.
-Ni que fuera de tu propiedad.- Lo miró enojado.- ¿Dónde pone “propiedad de Jimin”?- Hoseok alzó un poco la camisa de Taehyung y éste se sobresaltó.- ¿Aquí?
-Para imbécil.- Le dijo Taehyung mientras se levantaba.- Me voy…
Los otros dos lo miraron. Jimin no pensaba detenerlo. Hoseok en cambio se puso de pie y lo siguió.
-Hasta luego, eh…-Jimin saludó con su mano, desinteresado, viendo cómo se alejaban.
Taehyung aceleró el paso hasta llegar a la puerta para volver a clases, pero Hoseok lo detuvo. Tomó su brazo y lo tironeó hacia él.
-Ey, ¿qué te pasa?
-Nada.-Se zafó y entró.
Hoseok no iba a dejar que se marchara sin que le explicara por qué estaba de ese humor. Para él era raro verlo así. El pelinaranja siempre estaba riendo y bromeando.
-¿Te peleaste con el tonto de Jimin?- Lo volvió a agarrar del brazo.
-No, no peleamos.- Cerró sus ojos tratando de pensar cómo podía explicarle las cosas.- Sólo estoy molesto con él, nada más.
-¿Qué te hizo? Dime.- Lo miró seriamente.
Taehyung lo miró por unos segundos. Quería contarle a Hoseok pero no estaba seguro de si debía hacerlo. Sabía muy bien que él y Jimin se llevaban bastante mal y eso siempre lo perjudicaba porque no podía muchas veces contar lo que le pasaba con el otro, era algo difícil.
-No creo que deba contártelo Hoseok.- Dijo con la cabeza gacha.
-¿No confías en mí?-El otro lo miró algo desilusionado, soltando su brazo.-¿Crees que iré a contarle a Jimin lo que me dirás sobre él o algo así?
El pelinaranja se quedó callado.
-Puede que nos llevemos mal, sí. Pero no haría eso porque perdería totalmente tu confianza, es estúpido.-Sonrió.- Sabes que trato de ser lo más amable posible cuando estoy a su lado y seguramente el trate de hacer lo mismo…
-Lo sé… Y valoro mucho que hagan eso, sobretodo Jimin que es tan… peleador.
Hoseok afirmó con su cabeza; Sabía que Taehyung lo apreciaba mucho como su amigo y que le costaba horrores ser amable con Jimin. Ellos habían tenido un altercado hace bastante tiempo. En ese entonces Jimin y Taehyung ya eran amigos desde hacía mucho, después llegó Hoseok y las cosas se pusieron tensas. Durante el tiempo en el que Jimin y Taehyung era amigos, Hoseok y Jimin ya eran enemigos… Todo esto fue a raíz de una pelea por una muchacha, cosa que a Taehyung le pareció ridícula. Jimin salía con una joven de su escuela, era de las chicas más populares. Alta, de cabello largo y delgada. El pelinegro estuvo muy enamorado de esa chica, pero después se enteró que ella estaba saliendo también con Hoseok, al mismo tiempo. Esto lo destrozó por completo, tanto a él como a Hoseok porque los dos estaban perdidamente enamorados. Pelearon por conseguir que la joven eligiera sólo a uno de ellos, pero resultó ser que se terminó cansando y los dejó a los dos. Taehyung pensaba que eran unos babosos idiotas, les importaba más conquistarla que darse cuenta de que los había engañado a los dos.
-Entonces, dime.
-Bueno…-Taehyung suspiró y seapoyó sobre la puerta.- Ayer lo vi con alguien, de la mano.
Hoseok enarcó una ceja, se cruzó de brazos y se acercó más hacia su amigo.
-Tae…¿estás celoso?
-¡No!.-Alzó la voz.- ¿Cómo voy a estar celoso? ¿Qué estás diciendo?
-Bueno, ¿entonces?
-Él no me dijo que estaba saliendo con alguien.- Desvió su mirada.
-Ah, por eso estás enojado… ¿y qué pasa si sale con alguien, tan raro es?
-Es que…-Taehyung se paró en seco y su corazón se aceleró.- Era un hombre.
Hoseok abrió los ojos y se echó hacia atrás como si fuera a caerse de espaldas.
-¿A Jimin le gustan los hombres?-Se volvió a acercar al pelinaranja, sobresaltado.- Wow…que…¿asco?
La cara del pelinegro fue una mezcla de desagrado y asombro. A Taehyung se le estrujó el estómago, se sintió mal al ver la reacción del chico. Tenía miedo de contárselo por eso mismo, no quería saber cuál sería su veredicto. Estaba desilusionado, apresado en sus propios pensamientos y sentimientos sobre Hoseok. No quería que dijera la palabra “asco”, era lo único que no debía salir de su boca , ahora se sentía nervioso, ¿cómo se supone que le iba a decir cuánto le gustaba? Hacía rato sentía algo por él, siempre intentó disimularlo porque nunca se imaginó cómo sería su reacción. Cada vez que Hoseok miraba a una muchacha y le decía lo linda que era, que quería una novia, casarse, tener una familia, una esposa que le cocinara cosas ricas… a Taehyung se le rompía el corazón. Se estaba empezando a arrepentir de aquel día en que empezó a verlo con otros ojos.
-¿Enserio te da asco?- Preguntó en voz baja.
-Bueno, asco… creo que es una palabra un poco fuerte. Pero no encuentro otra.- Dijo riendo como si fuera divertido.
Taehyung se encogió de hombros y dio la vuelta para entrar. Su rostro estaba serio, y podía notarse que no se sentía nada bien. Hoseok se quedó viéndolo y después volvió a seguirlo.
-¿Te enojaste?-Le dijo tras sus espaldas.
-No, tengo prisa.
El pelinaranja caminó más rápido hasta desaparecer de la vista del mayor. Hoseok se quedó de pie en medio del pasillo. Rascó su nuca apenado, sintiéndose mal por cómo había reaccionado ante Taehyung. Pero quería saber cómo actuaba frente a sus palabras, para saber si a él le desagradaba el tema de la homosexualidad porque pensaba decirle seriamente que le gustaba. Por lo visto el otro se había desilusionado cuando de su boca salió la palabra “asco” entonces pensó que tal vez tenía una oportunidad para decirle lo que realmente sentía. Una sonrisa se dibujó en su rostro al pensar eso y la ilusión invadió su corazón.
Todo el tiempo que Hoseok pasaba con Tae era puro acto de afecto. Lo abrazaba, le pellizcaba los cachetes, lo rodeaba con el brazo, le dedicaba su mejor sonrisa, hasta en ocasiones lo cargaba en su espalda. Claro que a Jimin le desagradaba totalmente verlos así, pero a él no le importaba. Hacía rato ambos sentían lo mismo, pero ninguno se daba cuenta de que era mutuo. Por eso Hoseok trató de ver si el pelinaranja se sentía a gusto con su forma cariñosa y Taehyung, en cambio, le hacía preguntas discretas.
Jimin entró a su próxima clase. Taehyung ya se encontraba sentado, con los libros abiertos. Siguió al pelinegro con la mirada, hasta que se sentó a su lado. Los dos se miraron sin expresión alguna, pero un aura de tensión se encontraba a sus alrededores. Jimin no quitó la mirada de su amigo, incomodándolo.
-¿Por qué sigues enojado?
-No estoy enojado.- Suspiró.- Estoy molesto…
-Es lo mismo.
-No.
Hubo silencio. Algunos compañeros que estaban sentados delante de los dos se giraron a verlos. Jimin los miró de mala manera y enseguida se voltearon.
-¿Por qué dijiste eso antes?-Jimin se acercó al pelinaranja, hablando bajito.
-Jimin…-Lo miró.-Te vi de la mano con un tipo.
-¿Eh?
Los ojos del pelinegro se abrieron. Su cara se puso roja y el corazón le empezó a palpitar. No entendía cómo Taehyung sabía eso. Lo había visto de la mano con Yoongi, seguramente pensaba lo peor de él. Se sintió algo avergonzado y nervioso porque alguien los oyera.
-Ayer fui a buscarte, te esperé en la entrada.- Le explicaba mientras gesticulaba con sus manos.- Luego te vi cómo salías por la puerta de atrás de la mano con un chico de cabello color menta.
-Ah, Tae, no, creo que viste mal.-Rio nervioso.
-No, yo se lo que vi.-Lo miró seriamente.- ¿Estás saliendo con ese chico?
-Te dije que no salgo con nadie…-La sonrisita nerviosa no desaparecía de su rostro.
-Jimin, no me molesta que salgas con alguien, me molesta que no me lo cuentes…
Jimin borró su sonisa, la conversación no le estaba gustando. Su amigo ahora se creía que salía con Yoongi, ridículo. Aunque por un lado, si eso hubiera sido cierto, pensó que no sería gran cosa para él, pero le preocupaba cómo lo fuera a ver Taehyung. Sólo guardó silencio durante unos cortos segundo y después habló.
-Tae, lo digo enserio.- Tragó saliva.
-Como quieras Jimin.- Miró hacia otro lado.
El pelinegro apretó sus dientes, algo frustrado. No podía dejar que Taehyung pensara que salía con Yoongi; aunque no lo conociera, era raro hasta para él sentir que eso era cierto. Se acercó para susurrarle al ver que el profesor iba a comenzar la clase.
-Te lo contaré cuando termine la clase.- Le dijo y prestó atención al pizarrón.
El reloj marcó la hora de la salida. Todos se marchaban apresurados, como si tuviesen alergia a estar dentro de la universidad. Jimin esperó a que un último compañero saliera del aula y enseguida se giró a mirar a Taehyung quien metía sus libros en la mochila con lentitud, esperando que su amigo hablara.
-Yo no salgo con ese chico.- Repitió Jimin.
-Sí, eso ya lo dijiste.- Le respondió cortante, sin mirarlo.
-Yo…-Las palabras apenas podían salir de la boca del pelinegro.- Yo sólo me acosté con él.
Uno de los libros que Taehyung sostenía en su mano se cayó al suelo al escuchar las palabras de Jimin. Su mirada fue directa a los ojos de su amigo, sorprendido, se le acercó y lo tomó por los brazos apretándolo. Jimin se echó hacia atrás sobresaltado sin haberse esperado esa reacción.
-¡¿Qué dijiste?!- Gritó como si estuviera emocionado.
-¡Oye, suéltame!- Lo empujó.- ¿A qué viene eso?
Taehyung lo soltó con rapidez y dio un paso atrás. En realidad más que impactado por escuchar eso, sintió algo de emoción y adrenalina. Se había sorprendido también, claro, porque su amigo desprendía tanta heterosexualidad que nunca se habría esperado eso.
-Joder, Jimin, perdón. Es que… ¡¿Enserio te acostaste con un hombre?!
El pelinegro abrió los ojos y corrió a taparle la boca a su amigo, su grito podría haberlo escuchado cualquiera que anduviese cerca por ahí, y si tenía la mala suerte de ser escuchado por alguien malicioso sería una completa tragedia para Jimin. Había ciertas personas que le gustaba difamar los chusmeríos por el campus.
-No grites, estúpido.- Le susurró mirándolo de mala manera.
Taehyung asintió y le quitó la mano de su boca.
-¿Te dolió?-Le preguntó de repente en voz baja haciendo que Jimin se sonrojara.
-Dios Tae...¿Enserio preguntas eso?
-Es lo primero que se me vino a la mente, tenía curiosidad.- Dijo avergonzado riendo.- Pero…¿desde cuándo te gustan los hombres?
-No me gustan los hombres…- Miró hacia otro lado tragando saliva.- Sólo…quise experimentar.
Taehyung no le quitó la mirada de encima, había algo que le decía que su amigo estaba mintiendo, pero de todos modos trató de no decirle nada. Ya se había imaginado con toda esta conversación que la primera noche en la que desapareció había estado con el mismo chico que el de ayer. Eso para Taehyung no sonaba para nada a “experimentar”.
-¿Experimentar?- Lo miró más de cerca.- ¿Qué bicho te picó…?¿Te cansaste de las chicas? ¿Dónde se fue toda tu heterosexualidad?
-Tae…para.- Jimin cerró los ojos molesto por las estúpidas preguntas del pelinaranja.- Deja de joder, no te contaré nada más.
-Bueno, no te pongas así…- Le dio una palmada en su hombro.- Pero…¿Te dolió?- Ante esta última pregunta lo empujó y salió corriendo del aula divertido de sus reacciones.
-¡Tae!- Le gritó mientras lo perseguía por los pasillos.
Los dos parecían unos niños pequeños jugando, Taehyung ahora que sabía eso se sentía más aliviado, Jimin en cambio no tanto. Ir a trabajar en la tarde iba a ser muy incómodo.