Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

You changed me (YoonMin) por MintYoongi

[Reviews - 148]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola,les dejo el capítulo 12 mis queridas lectoras (7u7)

¡Viernes de YoonMin! Yijaaaaa(?

-sa va cabalgando-(?

Cap 12

                Era la hora. De pie, nuevamente, barajando esa posibilidad de si salir corriendo o no, Jimin tiritaba de frío. En cuanto un pie se posara dentro de aquel lugar, el ambiente iba a ser totalmente diferente a los días anteriores. Para él sería así, pero para Yoongi quizás no. El pelinegro no sabía si podría mirarlo a los ojos, creía estar exagerando todo ese tipo de pensamientos hacia el mayor, pero era tan distinto a cuando le pasaba con una chica… En las ocasiones en las que había pasado la noche con alguien no volvía a ver nunca más a esa persona, pero ahora estaba ahí, en su trabajo, teniendo que aguantar la presencia de Yoongi, recordando cada vez que lo mirara cada beso, caricia y la manera en que lo hizo gemir.

                Por un momento se sintió excitado de sólo pensarlo y luego agitó su cabeza con fuerza.

 

-Bien, Jimin, basta de mierda.- Se dijo a sí mismo y abrió la puerta, entrando al local.

 

                Dentro estaba tan silencioso y pacífico que le dio hasta miedo, no había nadie en la caja, ningún empleado alrededor, nada. Pensó que era algo imprudente dejar la puerta delantera abierta de ese modo, pero al fin y al cabo no le importaba mucho. Fue hasta el fondo, rezando porque no se encontrara con Yoongi, se dirigió al vestidor y se colocó su  uniforme. Al salir dos compañeros de trabajo lo saludaron desinteresados, con una expresión que a Jimin no le gustó nada; simplemente los ignoró. Ya sabía por qué lo miraban de ese modo.

                Sin saber qué hacer, decidió ir hasta el mostrador y ordenar algunas cosas y pasar un trapo húmedo para limpiar. Su corazón se sobresaltó cuando lo vio entrar. Con una chaqueta negra, un gorro y una bufanda con un color muy similar al de su cabello, Yoongi caminaba con pereza, acercándose hasta el mostrador. Jimin trató de no mirarlo, pero le fue imposible, se veía demasiado bien con esa ropa.

 

-Jimin.-Lo miró.-No puedo creer que hayas llegado antes que yo…

 

                Sin decir nada más, se fue a cambiar. El menor se quedó mudo, no supo si debía contestarle algo o sólo callarse. El corazón no le paraba de latir y eso lo estaba molestando, pero era algo que no podía controlar.

 

-¿Qué te pasa imbécil? Reacciona, joder.- Se dijo para sus adentros, apenas moviendo sus labios.

 

                El mayor volvió de cambiarse y se quedó junto a Jimin en el mostrador. Como siempre sólo apoyó sus codos y su cabeza en sus manos, mirando al frente esperando que llegaran los clientes. Su actitud tan serena y despreocupada estaba incomodando a Jimin de más. No podía dejar de mirarlo de reojo, no podía dejar de ver sus finos y rosados labios. Estaba seguro de que su cuerpo quería más del mayor, aquella “experiencia” le había gustado.

 

-Deja de mirarme.- Dijo Yoongi sin siquiera mirarlo.

 

-¿Cómo…supo que lo miraba?-Pensó avergonzado y enseguida giró su rostro.- Ya quisieras.- Se le escapó.

 

                Yoongi volteó a verlo y Jimin movió sus ojos hacia todos lados haciendo notar su nerviosismo.

 

-No lo creo.- Su voz sonó seria y algo desagradable.

                La tensión entre los dos no era ajena, es más, se había convertido en su fiel amiga. Impregnaba todo su alrededor, mezclando todo tipo de sentimientos. Jimin estaba odiándose a sí mismo porque no sabía lo que le pasaba, las palabras de Yoongi, su mera presencia allí a pocos centímetros de él lo estaban volviendo loco… A Yoongi no parecía pasarle lo mismo, su corazón estaba en total calma, pero sí había algo que le decía que tomara a Jimin y lo besara ahí mismo sin importarle nada. Le parecía tan asquerosamente atractivo que no podía evitar tener esos pensamientos y más con lo que habían hecho la noche anterior. El haber pasado tanto tiempo sin tener contacto con nadie y que de repente llegara ese niño parecía haberlo vuelto un obseso; si bien el jueguito había terminado anoche, tenía ganas de continuarlo.

 

-Yoongi…- Una voz lo llamó y éste se giró.

 

                Yesung estaba serio, le señalaba con su cabeza hacia el despacho. Yoongi caminó hacia él y lo siguió hasta entrar en la sala. Jimin lo observó desde la distancia, preguntándose por qué la cara de su jefe estaba tan seria.

 

-Quiero hablar de algo importante.- Dijo mientras cerraba la puerta y se dirigía hasta su silla.

 

-Está bien….

 

                Yoongi no entendía por qué estaba ahí, siempre que pasaba algo lo llamaba a él, se sentía como si fuera responsable de todo lo malo y bueno que ocurría allí adentro, cuando en su interior trataba de evitar problemas.

 

-Verás, el padre de Jimin vendrá a la cafetería.- Se detuvo un momento viendo el rostro inexpresivo de su empleado.- Seguro te preguntas por qué te cuento esto.

 

-Sí. No entiendo nada.-Dijo.

 

                Yesung se acomodó en su asiento y trató de explicar la situación a Yoongi, que no parecía importarle mucho.

 

-Te conté que nuestros padres eran cercanos, ¿recuerdas?- Yoongi afirmó.- Bueno, el padre de Jimin quiere ver cómo progresa en el trabajo, vendrá de “incógnito”.- Remarcó esa palabras entre comillas con sus dedos.- Jimin no sabe nada, por eso te lo digo, para que sepas de la situación. Mi padre me dijo que sólo lo observará. No quiero que se ponga nervioso.- Río.- Por eso mantén a los otros calladitos, porque ya he oído que alguno se enteró.

 

-¿Pero qué mierda pinto yo en todo esto?-Se preguntó en su cabeza.- ¿Acaso te marchas de nuevo?-Le preguntó intentando ocultar su enojo.

 

-Vaya, siempre me sorprendes.- Rio de nuevo.

 

-Eres tan predecible Yesung.- Pensó irritado.

 

                Yesung se colocó su gabardina y con unos pares de carpetas en su mano invitó a Yoongi a salir de la sala. El otro así lo hizo y al pasar por el arco de la puerta sintió que toda la poca energía que tenía fue succionada de la nada.

 

-Esta vez, confío en ti, te dejo a cargo.- Le dio su típica palmadita en la espalda y se marchó.

 

                El mayor lo miró salir por la puerta y largó un fuerte suspiro. Lo molestaba tanto estar metido en aquellas situaciones… En realidad no le importaba si iba el padre de Jimin, su tía, su abuela o su perro. Simplemente no le veía sentido a las cosas que Yesung le contaba, era como si le hubiese advertido, de una forma indirecta, que podría pasar algo. Lo que menos quería era estar pendiente de si alguien soltaba algo sobre el tema cerca de Jimin, ¿qué mierda le importaba? Ese hombre solamente iría a ver cómo trabajaba su hijo. Pensó que seguramente aquel hombre se sentiría avergonzado de tener un hijo tan torpe como Jimin, ese niño que todo rompía.

                Salió y fue de nuevo al mostrador, vio que el pelinegro ya estaba tomando nota a algunos clientes que habían ingresado. No supo por qué pero estuvo demasiado atento a la clientela, queriendo encontrar al que sería el padre del mocoso. Obviamente pensó que era ridículo porque cuando entrara, Jimin seguramente lo vería, además ¿por qué tenía que ir de incógnito, no podía solamente ir y preguntar a su hijo como le iba?

                Jimin volvió hasta el mostrador con su libreta en la mano y se paró cerca del mayor, lo miró un poco preocupado.

 

-¿Pasó algo?

 

                Yoongi lo miró de reojo y después volvió a retomar su actitud de vigilante, examinando a cada hombre que entraba al lugar.

 

-Cosas de adultos.- Aquello sonó casi como una burla y el menor lo miró enojado.

 

-¿Te van a despedir? Que genial.- Dijo para molestarlo ignorando lo que le había respondido.

 

                El mayor no le contestó nada y sólo soltó aire por su nariz.

 

                Las horas pasaron. Se hicieron las cuatro, las cinco, las seis, las siete de la tarde y nada, ningún tipo que Yoongi dijera “ese es su padre, seguro” entró. Se dijo a sí mismo que la actitud que había adoptado de vigilante, estando atento a todo, no era propia de él cuando anteriormente le importaba una mierda. Más que nada lo hizo porque Yesung le dijo que confiaba en él, y no le gustaba decepcionarlo, no quería ser su segunda vez sintiéndose un completo fraude de empleado. El pelinegro estuvo también atento, atento a Yoongi. Sospechaba que le pasaba algo porque no paraba de mirar a la gente y sus ojos se fijaban mucho en la puerta principal. Se preguntó si acaso esperaba a alguien.

                De pronto, ya cuando no había mucha gente dentro del local, un joven entró. Jimin lo miró con los ojos entrecerrados, ya conocía esa cara, se la había cruzado unas dos veces. Jungkook se acercó con su rostro sonriente y tímido hasta el mostrador, donde estaba Yoongi parado. La sonrisa que le había devuelto al chico hizo que Jimin no quitara la mirada de los dos. Estaba en una de las mesas, limpiando, asique los veía disimuladamente.

 

-Kook, ¿qué haces a estas horas por aquí?- Le preguntó con un tono de amabilidad que Jimin nunca se habría imaginado oir.

 

-Acabo de salir de la biblioteca.- Sonrió mientras se desabrochaba un poco el cierre de su abrigo.-Me voy a llevar un café con leche.

 

-¿Sólo uno?- Dijo con una amplia sonrisa.- Está bien.

 

                Jimin no dejó de mirar a aquel chico. Jungkook sintió que alguien lo observaba y giró su vista hasta encontrarse con el rostro serio del pelinegro. Se quedó pensativo durante unos pocos segundos y después lo saludó con la mano, con una leve sonrisita en su rostro. A Jimin le sorprendió el gesto y sólo inclinó la cabeza. Yoongi había visto la interacción entro los dos y le pareció extraño.

 

-Me había olvidado que él trabajaba contigo.- Le sonrió al mayor.- ¿Cómo era su nombre?

 

                La cara de Yoongi era de sorpresa, en realidad no le gustaba que estuviera sucediendo esto. Kook era un niño metido y curioso que todo quería saber, seguramente quería hacerse amigo del otro. Eso no lo iba a permitir.

 

-¿Y por qué te interesa su nombre Kook?- Se le acercó con el ceño fruncido.

 

                Jungkook se echó un poco hacia atrás, mirándolo a los ojos un poco asustado.

 

-Yo… sólo creí necesario saberlo ya que…- Se detuvo en seco y después le susurró.- Están saliendo, ¿no?

 

                Yoongi se quedó en silencio y después una carcajada salió de su boca; fue tan grotesca y de mal gusto que hasta a Jimin le pareció que seguro hablaba mal de él y trató de ignorarlo yéndose a la cocina en silencio. Jungkook lo vio cómo se marchaba mientras Yoongi se seguía riendo como psicópata.

 

-Ay Kook…- Le revolvió los cabellos.- Eres muy divertido. ¿De dónde sacas esas cosas?

 

                El pequeño no le veía la gracia a lo que había dicho. Se sintió incluso mal al ver a Jimin marchándose de aquel modo, Yoongi no debió reírse así, aunque no hubiera escuchado de lo que hablaban. Después de tomar su bolsa con el pedido dentro, sacó unos billetes, pagó y se dio la vuelta sin decir nada. Quizás no debió ni siquiera preguntar, quizás tendría que haber ignorado a Jimin y listo.

                Jimin apretó sus puños, se quedó parado detrás de la puerta y agradeció que nadie estuviese allí viendo su actitud porque no podría aguantar que nadie le preguntara qué le pasaba. Chirrió sus dientes y respiró hondo, estaba muy molesto. No sabía de qué se había reido Yoongi, ni por qué tan alto, pero al hacerlo, notó la mirada apenada de Jungkook sobre él, asique pensó que le habría dicho algo referido a su persona. Tenía tantísimas ganas de pegar a Yoongi en ese momento.

                Se calmó y decidió salir de nuevo a terminar lo que dejó a medias. Se colocó el trapo por sobre su hombro y abrió la puerta.

 

-Kook.- Lo siguió el mayor y lo detuvo.- ¿Qué te pasa? ¿Hice algo malo?

 

-Yoongi, no debiste reírte de ese modo.- Le dijo con tristeza y muy apenado por cómo se habría sentido Jimin.- Sólo te estaba preguntando…

 

                Yoongi entonces se sintió disgustado consigo mismo, por hacer que el pequeño Jungkook lo mirara de ese modo, odiaba que se enojara o molestara con él. Lo tomó por los brazos y se lo acercó hacia él, terminando en un suave y enternecedor abrazo. Se sintió algo maternal con esa acción a pesar de que lo odiaba, pero era Jungkook y no le gustaba verlo mal.

                Jimin estaba observando todo. Yoongi había abrazado a ese niño, mucho más joven y bonito que él. Algo lo asqueó y sintió rabia. Quería ser él al que lo abrazara así. Estaba frustrado por sentirse de ese modo porque su corazón le volvió a latir, su mandíbula se tensó y sí, lo supo, estaba sintiendo celos, era inexplicable. Hoy definitivamente no era su día. Peleó con su padre, tuvo durante toda la tarde la rara sensación que le quedó de la noche anterior y ahora estaba viendo a Yoongi abrazar a otro. ¿Qué estaba pasando con él? ¿Lo hacía para molestarlo? Por supuesto que no, Jimin sabía que a Yoongi no le importaba. No era como si fueran algo para estarle reclamando que no lo abrazara a ese niño delante de él o en cualquier otro momento. Solamente se habían acostado, nada más. Y haberlo hecho era nada más que su propia culpa por querer meterlo en sus jueguitos. Ahora Jimin estaba seguro de que sentía algo por ese idiota de cabello color menta, no quería admitirlo, pero así era. Lo menos que haría ahora sería marcharse corriendo como una niña y llorar.

                Yoongi se despegó de Jungkook con sutileza y lo miró con una sonrisa. El pequeño sólo pudo devolvérsela, quería demasiado al mayor como para estar enojado con él.

 

-Lo siento Kook.- Le acarició el pelo de una forma tan delicada que cualquiera juraría que parecían una parejita.

 

-Está bien, ya pasó.-Les mostró sus diente de conejo y arrugó su nariz tiernamente.- Cuídate.

 

                Jungkook se marchó, Yoongi se quedó parado observando a través de los vidrios cómo el menor iba caminando dando pequeños saltitos, parecía un niño pequeño. Soltó una leve sonrisa y giró sobre sí mismo para ir a ordenador las cosas, ya estaba siendo la hora de cerrar el local. Como siempre, trató de que todo estuviese en orden, ya que a Yesung parecía no importarle mucho su cafetería porque nunca estaba, a veces se sentía él el propio dueño del lugar.

                Jimin estaba enrabietado consigo mismo, con Yoongi y con Jungkook, aunque sabía que éste último no tenía la culpa de nada. Su mano pasaba de forma violenta sobre las mesas, limpiando con el trapo como si se tratara de una esponja de metal. Cuando terminó ya no había nadie, todos salían del lugar con sus rostros felices y sonrientes, bromeando. Eso lo enrabietaba aún más. Estaba tan celoso que se daba asco.

                Caminó a pisotones hasta la cocina, con sus cachetes inflados y el ceño medio fruncido. Iba mirando al piso, distraído, hasta que se chocó con algo. Alzó la vista y Yoongi lo miró enarcando una ceja.

 

-¿Qué mierda te pasa?- Usar tantas malas palabras era muy propio de él y ya con Jimin se le hizo más que costumbre.- Fíjate por donde caminas.

 

                Jimin lo miró fijamente, aún con el ceño fruncido. Le molestaba todo de ese tipo, su actitud de mierda, su mala forma de hablarle, los insultos, todo…

 

-¿Qué mierda me pasa?-Le alzó la voz.-¿Quieres saber qué mierda me pasa?

 

                El mayor alzó las cejas, nunca nadie le levantaba la voz. Excepto Seokjin cuando se enojaba con él. Pero que Jimin lo hiciera y que tratara de intimidarlo acercándose hacia él de forma agresiva, lo sorprendió. Echó un paso hacia atrás y trató de apartarlo de él.

                El pelinegro estaba muy irritado, sus celos lo carcomían,  no le gustaba sentirse así y tampoco quería que Yoongi notara que se había puesto de ese modo por el abrazo que le dio al otro pelinegro. Sus ojos enseguida se desviaron a los labios del mayor, su mente le dijo que no, pero su cuerpo le gritaba desesperadamente que dijera esas palabras que estaban a punto de salir de su boca.

                Se le acercó al mayor y con sus dos manos lo tomó del cuello de la camisa y se lo acercó apenas al rostro. Estaba tan rojo que se sentía estúpido.

 

-Lo que me pasa es….-Tragó saliva mientras lo miraba.- Que quiero que me folles, aquí y ahora.

 

                La cara del otro fue de sorpresa, realmente estaba sorprendido por lo que acababa de escuchar. Y Por mucho que quisiera apartar a ese mocoso e irse a su casa, sus venas empezaron a arder y accedió a su petición con gusto.

 

-Vaya…-Dijo con una voz ronca.- No me esperaba que estuvieras tan desesperado Park…

 

-Cállate.-Jimin se sonrojó y lo único que hizo fue besar sus labios.

 

                Los dos sabían que no había nadie, que ya todos se habían marchado del lugar, y eso era perfecto. Yoongi tomó a Jimin por los brazos y lo apretó, desesperado, su boca se movía junto a la del pelinegro. Los dos se fueron moviendo mientras se seguían comiendo la boca mutuamente hasta el vestidor. Yoongi cerró la puerta tras de sí con llave y la tiró por el suelo. Empujó a Jimin contra la pared y empezó a desabrocharle la camisa, vio nuevamente aquellos abdominales y pasó sus manos con agresividad. Su boca se acercó hasta el cuello del menor y comenzó a lamerlo y besarlo con desesperación. Jimin estaba disfrutando, sentía que ahora necesitaba de ese chico a cada momento. Esto lo hacía para tratar de reprimir los celos que le habían dado pero por un momento pensó que quizás sería peor para él.

 

-Parece que al final te gustó.- Decía Yoongi mientras bajaba por su cuello hasta sus pectorales.

 

                Jimin no decía nada, sólo trataba de controlar su respiración. Le encantaba Yoongi y al mismo tiempo lo odiaba. Lo agarró fuerte de sus caderas al notar cómo lamía uno de sus pezones excitándolo de más. Al mayor le volvía loco Jimin, hasta le estaba pareciendo un juguete con el que desquitarse, pero tampoco era tan así. Creía que por la falta de contacto físico durante tanto tiempo ahora debía soltarse, dejarse llevar y el menor tenía una atracción sexual bastante particular.

                Encaminó sus manos hasta el pantalón del pelinegro y junto con el bóxer, lo bajó con rapidez. Tomó el miembro ya excitado de Jimin y comenzó a masturbarlo sin piedad, mientras sus bocas se volvían a juntar y los gemidos ahogados de Jimin resonaban en su cabeza.

                Yoongi mordió el labio inferior del menor con fuerza y éste soltó un gemido de dolor. No le dio importancia y simplemente siguió dándole placer a su parte baja.

 

-Joder…Yo…Yoongi.-Decía Jimin susurrando de forma entrecortada.

 

-Shhh…- Le dijo contra su oído haciendo que volviera a gemir, pero esta vez más fuerte.

 

                De pronto algo detuvo a Yoongi, sintió un ruido extraño proveniente de afuera, unos pasos. Alguien se acercó hasta la puerta y movió el picaporte queriendo abrirla.

 

-¿Pero qué le pasa a esta puerta?.-Se escuchó.-¿Hola, hay alguien?

 

                Los ojos de Jimin se abrieron como platos y miró al mayor asustado. Yoongi se quedó paralizado porque aquella voz era de Yesung. En ese preciso instante supo que estaban en un gran problema.

 

               

 

 

Notas finales:

GRACIAS POR LEER! <3

 

¿Qué creen que pasará? 

¿Yesung los pillará? ¿No? 

Hagan sus apuestas(? :V


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).